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Antecedentes

Factores institucionales y educativos que influyen en la deserción escolar


1.2

La calidad de la enseñanza desempeña un papel fundamental en la persistencia de los

estudiantes en su educación, una enseñanza de calidad implica la entrega efectiva de

conocimientos, el uso de métodos pedagógicos apropiados, la atención a las necesidades

individuales de los estudiantes y la creación de un ambiente de aprendizaje positivo y

enriquecedor. Según Edwards (1991):

La calidad es un valor que requiere definirse en cada situación y no puede

entenderse como un valor absoluto. Los significados que se le atribuyan a la calidad

de la educación dependerán de la perspectiva social desde la cual se hace, los sujetos

que la anuncian (profesores o padres de familia) desde el lugar en que se hace

(Practica educativa o planificación ministerial, por ejemplo). El concepto de calidad,

en tanto significante, es referente de significados históricamente producidos y en ese

sentido es un concepto que no puede definirse en términos esenciales y absolutos (p.

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La construcción de relaciones sólidas y de confianza entre los docentes y los

estudiantes es otro aspecto clave de la calidad de la enseñanza. Los docentes que se

preocupan por el bienestar emocional y académico de sus estudiantes establecen un entorno

de apoyo en el aula, esto implica escuchar y entender las necesidades individuales de los

estudiantes, ofrecer orientación y apoyo cuando sea necesario, y brindar retroalimentación

constructiva para fomentar su crecimiento y desarrollo.


Cuando la enseñanza es de alta calidad, los estudiantes se ven motivados y

comprometidos con el proceso de aprendizaje, los docentes capacitados y comprometidos

tienen la capacidad de transmitir los contenidos de manera clara y comprensible, adaptándose

a los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes y utilizando diversas estrategias

pedagógicas para mantener su interés.

Es importante destacar que la calidad de la enseñanza no se limita solo a los aspectos

académicos, también abarca la promoción de habilidades socioemocionales y la formación

integral de los estudiantes. Los docentes que fomentan un ambiente de respeto, colaboración y

empatía contribuyen al bienestar emocional y social de los estudiantes, lo cual tiene un impacto

positivo en su participación y persistencia escolar.

Sin embargo, cuando los estudiantes no reciben una educación de alta calidad, se ven

desmotivados y desconectados del proceso de aprendizaje, lo que aumenta significativamente

las posibilidades de que abandonen la escuela. La falta de calidad en la enseñanza puede

manifestarse de diversas formas y tener consecuencias perjudiciales en el desarrollo

académico y personal de los estudiantes.

En primer lugar, cuando la enseñanza no es efectiva, los estudiantes pueden

experimentar dificultades para comprender y asimilar los conceptos y habilidades enseñados;

La falta de claridad en la transmisión de los conocimientos, la ausencia de métodos

pedagógicos adecuados y la falta de recursos educativos apropiados pueden hacer que los

estudiantes se sientan perdidos y desmotivados, esto puede resultar en un bajo rendimiento

académico, lo que a su vez puede llevar a sentimientos de frustración y desesperanza,

aumentando las probabilidades de que abandonen sus estudios.

Otro aspecto importante es la calidad de la infraestructura y los recursos educativos

disponibles. Las instituciones con instalaciones adecuadas, como aulas espaciosas, bibliotecas
bien equipadas, laboratorios científicos y acceso a tecnología brindan un entorno propicio para

el aprendizaje. Estos recursos permiten a los estudiantes experimentar de manera práctica,

explorar temas de interés y acceder a información actualizada y relevante. Por otro lado, la falta

de recursos puede limitar las oportunidades de aprendizaje y disminuir la motivación de los

estudiantes.

Ahora bien, los factores institucionales son elementos cruciales que pueden influir en la

deserción escolar. Uno de estos factores es el ambiente escolar y el clima institucional; Un

entorno escolar positivo, seguro y acogedor puede generar un sentido de pertenencia en los

estudiantes y promover su participación en el proceso educativo. Por el contrario, un ambiente

escolar negativo, marcado por la falta de apoyo emocional, el acoso o la violencia, puede

generar estrés y ansiedad, lo que a su vez puede llevar a los estudiantes a abandonar la

escuela en busca de entornos más seguros y protectores.

Asimismo, el liderazgo y la gestión efectiva de las instituciones educativas desempeñan

un papel crucial en la lucha contra la deserción escolar, los líderes escolares tienen la

importante tarea de establecer metas claras y promover una visión compartida de educación.

Esto implica asegurarse de que se implementen políticas y programas efectivos que aborden

las causas subyacentes de la deserción.

No obstante, Cuando el ambiente es desfavorable, caracterizado por la falta de

seguridad, el acoso o la violencia, los estudiantes pueden experimentar altos niveles de estrés

y ansiedad. Así, esto puede afectar su bienestar emocional y su disposición para asistir

regularmente a clases, lo que a su vez aumenta las posibilidades de abandonar la escuela.

Igualmente, La falta de apoyo académico y emocional por parte de las instituciones

educativas también puede ser un factor determinante en la deserción escolar, los estudiantes

que enfrentan dificultades académicas o problemas personales necesitan recibir apoyo y


orientación para superar los obstáculos, cuando este apoyo es insuficiente o inexistente, los

estudiantes pueden sentirse desamparados y optar por dejar la escuela.

Finalmente, es crucial reconocer la importancia de los factores institucionales y

educativos en el fenómeno de la deserción escolar. Estos factores no solo afectan la vida

individual de los estudiantes, sino que también tienen un impacto en la sociedad en su

conjunto, la deserción escolar no solo limita las oportunidades de desarrollo personal y

profesional de los estudiantes, sino que también afecta negativamente el crecimiento

económico, la equidad social y el progreso de una nación.

Como sociedad, debemos reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos de crear

entornos educativos que sean inclusivos, motivadores y que brinden apoyo integral a los

estudiantes.

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