Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El factor social no solo es objeto de análisis sino también, objeto a considerar para mejorar la
educación, ya que de este ámbito puede surgir una motivación significativa para el estudiante al
obtener un apoyo en sus estudios por parte de su familia a través de un acompañamiento o un
asesoramiento en sus labores educativas por parte de sus maestros, así como también una atención,
adherencia al grupo de estudio y un vinculo positivo con sus profesores, también es importante
que el estudiante se pueda relacionar de manera favorable con sus compañeros, de forma que pueda
llevar a cabo trabajos en equipo, sentirse acompañado, apoyado e identificado con el grupo. La
interacción entre los estudiantes y su entorno social es un factor de análisis debido a que las
relaciones intersubjetivas se consideran dentro del proceso de aprendizaje, Blanco (2009),
encontró que el apoyo familiar y los vínculos establecidos con los maestros fueron dos aspectos
de interacción positivos para lograr la continuidad en los estudios. Para este autor la estabilidad de
los maestros en las escuelas y el evitar la rotación de docentes fue también un factor influyente
para el fortalecimiento de la pertenencia de los alumnos y para que este equipo de trabajo brindará
una relación social contaste. Es por esto que las relaciones sociales de los estudiantes puede
enfocarse en que estas tengan un contacto eficiente, un atención prioritaria por el estudio, un
componente motivador, una interacción sana y ser dirigida por la inclusión social, de manera que
no se discrimine a un estudiante y se le pueda brindar un ambiente motivador, así como un apoyo
familiar interesado y preocupado por sus estudios, docentes que supervisen y fomenten la
comunicación integra y constante entre los grupos que pertenecen a la educación básica.
La labor de los docentes también contempla la manera en que estos se involucran con el alumnado,
focalizando la permanencia en el estudio a través del contacto que brindan a los estudiantes. Rosli
y Carnilo (2015), destacaron que la relación entre los estudiantes y sus profesores es favorable
cuando se concibe un lazo afectivo entre ellos, esto tiene su resultado cuando los estudiantes
sienten la confianza dentro del salón de clases que es otorgada por los maestros al atender
situaciones negativas o que incurren en el aprendizaje dentro del aula. Estas mismas autoras
incluyeron que la interacción interna del equipo docente como determinante social puede verse
reforzado cuando asumen un compromiso con la función pedagógica con una orientación inclusiva
y que aborde diferentes problemáticas que puedan presentar los estudiantes en el salón de clases,
considerando entonces la relevancia que los maestros mantengan un vinculo y un compromiso con
las complicaciones personales y grupales de sus estudiantes, teniendo una constante capacitación
y formación con enfoque inclusivo e integro.
El enfatizar la intervención de los docentes dentro de la educación básica es una de las acciones
necesarias para la mejora continua de la educación, cabe destacar que los profesores suelen estar
frente al reto de las costumbres dentro de la cultura de una sociedad que impiden el proceso optimo
de la enseñanza, por lo que es importante mejorar las conductas dentro de la sociedad a la que se
brinda la educación. Inostroza y Núñez (2005), resaltaron que la falta de adherencia al proceso
educativo no solo se puede deber a factores pedagógicos, cognitivos o nutricionales, incluyeron
que los factores de tipo sociales también influyen y mencionaron que tienen que ser considerados
al momento de enfocar una mejoría en la educación. Como el principal componente dentro del
factor social se resalta a la familia y cómo se comporta dentro de la sociedad con el hijo que esta
estudiando.
Una familia que participe en la dinámica social de desmotivar o desprestigiar a los hijos en relación
a sus estudios puede crear un impedimento al momento de poner la atención suficiente o captar el
mensaje al estar dentro de salón de clases, algunas frases comúnmente utilizadas pueden ser: “eres
un inútil”, “eres un tonto”, “ya me tienes harto”, las cuales pueden afectar al estudiante a nivel
emocional y prevalecer como un factor que disminuya su desarrollo dentro de la educación, por lo
cual el que una sociedad mantenga esta conducta, puede traer como consecuencia un bajo
rendimiento académico o un falta de pertenencia al grupo. Aunque es en estas situaciones donde
los profesores pueden intervenir a través de representaciones positivas sobre las capacidades de
los niños asumiendo las posibles carencias y limitaciones dentro del entorno social y familiar en
el que está el niño, también se puede tener un alcance dentro de la sociedad y en las familias, esto
a través fomentar conductas que favorezcan al proceso educativo que se mantengan como un factor
de protección para la enseñanza, algunas de las conductas a implementar pueden ser que los
miembros de familia entreguen afecto, establezcan valores, disponer se reglas que conlleven al
sentido y a la coherencia, presentar una motivación familiar, brindar un acompañamiento a los
hijos durante el proceso de educación de forma activa y dar a los hijos estímulos que refuercen el
interés por el aprendizaje.
El generar una reflexión a nivel interdisciplinario dentro del equipo docente sobre las políticas, los
programas, los proyectos, los modelos de intervención y prevención es una actividad constante
para la mejorar continua como lo explicó Jaramillo (2016), ya que al evaluar y considerar el
alcance de los resultados de estos aspectos se podrá establecer los cambios y las mejoras necesarias
para brindar un proceso educativo en el que los estudiantes no continúen desertando y, por el
contrario, logren adquirir una permanencia, un interés y una motivación por la continuidad de sus
estudios y de manera objetiva, culminar su educación básica. Lo anterior ha sido una
responsabilidad social, familiar y profesional que ha estado dirigida por el articulo 3º de la
Constitución Mexicana que dice “Todo individuo tiene derecho a recibir educación” y también por
el articulo 26º de la Declaración Universal de Derechos Humanos que resalta que “La educación
tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a
los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
Blanco, E. (2009). Eficacia escolar y desigualdad: aportes para la política educativa. Perfiles
latinoamericanos, 17 (34), 51 – 85. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/pdf/perlat/v17n34/v17n34a3.pdf
Inostroza, G & Núñez, C. (2005). Factores sociales que inciden en el rendimiento escolar.
Recuperado de
http://bibliotecadigital.academia.cl/bitstream/handle/123456789/1441/ttraso130.pdf?sequence=1&isA
llowed=y
Rosli N. & Carlino, P. (2015). Acciones institucionales y vinculares que favorecen la permanencia
escolar de alumnos de sectores socioeconómicos desfavorecidos. Estudios pedagógicos, 41 (1),
257 – 274. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/pdf/estped/v41n1/art15.pdf