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Universidad Nacional Experimental

De los Llanos Occidentales


“Ezequiel Zamora”
UNELLEZ

GERMINACIÓN, MANEJO DE
MALEZAS, PLAGAS Y
ENFERMEDADES DE PASTOS

Docente: Bachiller:
Luis leal Angel Aguilar
28.460.715

Sección: D 05

Sub proyecto:

Pasto y forraje.

Barinas, 02/06/2020
Germinación:

La germinación es el proceso mediante el cual un embrión se desarrolla hasta


convertirse en una planta. Es un proceso que se lleva a cabo cuando el embrión
se hincha y la cubierta de la semilla se rompe.

Si nos centramos en el terreno de la botánica, la idea de germinación está


vinculada al desarrollo de una planta desde la semilla: es decir, desde la parte del
fruto que alberga el embrión de un nuevo ejemplar.

La germinación, por lo tanto, es un proceso que se inicia con el desarrollo del


embrión y llega hasta el nacimiento de una planta. Para que la germinación pueda
producirse, se necesitan ciertas condiciones de temperatura, disponibilidad de
agua y de nutrientes, etc. La semilla, además, debe encontrarse en el medio
adecuado. Una vez que el proceso se desencadena, si se despliega con éxito
culminará en la aparición de una nueva planta.

Para que se forme la semilla, un anterozoide (gameto masculino) debe llegar al


ovario e ingresar al óvulo (gameto femenino). Allí se concreta la fecundación y el
óvulo termina convirtiéndose en semilla, mientras que el ovario adopta la forma de
fruto.

La germinación sucede a una fase de descanso y supone la reanudación del


crecimiento del embrión, que se encuentra seco. Con el aporte de agua, el
embrión va hinchándose hasta que logra romper la envoltura de la semilla. Así
surge el brote, que empieza con la aparición de la radícula. En el caso de las
plantas fanerógamas, la primera hoja del embrión recibe el nombre de cotiledón: al
recibir los rayos de sol, el cotiledón puede desarrollar la fotosíntesis y así la planta
subsiste y crece.

Tipos de latencias en las semillas:

a) Latencia por la cubierta de las semillas o exógena: •


1- Latencia Física: Característica de un gran número de especies de
plantas, en las cuales la cubierta seminal o secciones endurecidas de
otras cubiertas de la semilla son impermeables. El embrión está
encerrado dentro de una cubierta impermeable que puede preservar las
semillas con bajo contenido de humedad durante varios años, aún con
temperaturas elevadas. •
2- Latencia mecánica: En ésta categoría las cubiertas de las semillas son
demasiados duras para permitir que el embrión se expanda durante la
germinación. Probablemente éste factor no es la única causa de la
latencia, ya en la mayoría de los casos se combina con otros tipos para
retardar la germinación. •
3- Latencia química: Corresponde a la producción y acumulación de
sustancias químicas que inhiben la germinación, ya sea en el fruto o en
las cubiertas de las semillas.
b) Latencia morfológica o endógena: Se presenta en aquellas
familias de plantas, cuyas semillas, de manera característica en el
embrión, no se han desarrollado por completo en la época de
maduración. Como regla general, el crecimiento del embrión es
favorecido por temperaturas cálidas, pero la respuesta puede ser
complicada por la presencia de otros mecanismos de letargo. Dentro de
ésta categoría hay dos grupos:

• Embriones rudimentarios: Se presenta en semillas cuyo embrión es apenas


algo más que un proembrión embebido en un endosperma, al momento de la
maduración del fruto. También en el endosperma existen inhibidores químicos de
la germinación, que se vuelven en particular activos con altas temperaturas.

• Embriones no desarrollados: Algunas semillas, en la madurez del fruto tienen


embriones poco desarrollados, con forma de torpedos, que pueden alcanzar un
tamaño de hasta la mitad de la cavidad de la semilla. El crecimiento posterior del
embrión se efectúa antes de la germinación.

c) Latencia Interna: en muchas especies la latencia es controlada internamente


en el interior de los tejidos. En el control interno de la germinación están
implicados dos fenómenos separados. El primero es el control ejercido por la
semipermeabilidad de las cubiertas de las semillas, y el segundo es un letargo
presente en el embrión que se supera con exposición a enfriamiento en húmedo. •
Fisiológica. Corresponde a aquella en que la germinación es impedida por un
mecanismo fisiológico inhibidor.

• Interno intermedio: Esta latencia es inducida principalmente por las cubiertas


de las semillas y los tejidos de almacenamiento circundante. Este es característico
de las coníferas.

Del embrión. Se caracteriza principalmente porque para llegar a la germinación se


requiere un período de enfriamiento en húmedo y por la incapacidad del embrión
separado de germinar con normalidad.
d) Latencia combinada morfofisiológica: Consiste en la combinación de
subdesarrollo del embrión con mecanismos fisiológicos inhibidores fuerte.

e) Latencia combinada exógena – endógena: Se denomina así a las diversas


combinaciones de latencia de la cubierta o el pericarpio con latencia fisiológica
endógena. Es importante aclarar que no todas las semillas poseen impedimento
para que su germinación se produzca inmediatamente después de la dispersión.
Por ejemplo, en muchas especies nativas de bosques tropicales húmedos, el nivel
de latencia puede ser muy reducido o hasta nulo y no constituye un problema para
la producción. Por otra parte, la latencia puede ser un problema para el viverista
en especies adaptadas a ambientes donde los individuos deben completar su ciclo
de vida en ambientes extremos como ser zonas desérticas, o regiones demasiado
frías, o para aquellas especies que han tenido que adaptarse a la alternancia de
estaciones secas y húmedas, frías y cálidas. Como se mencionó anteriormente, en
la naturaleza, diversos factores externos actúan para poner fin a la latencia. Entre
esos factores, pueden mencionarse la alternancia de calor y frío, la alternancia de
condiciones húmedas y secas, el fuego, la ingesta por parte de animales y la
acción de organismos del suelo. También está demostrado que en el
mantenimiento o la interrupción de la latencia, actúan factores internos como las
hormonas del crecimiento (por ejemplo, las giberelinas). En climas templados, la
combinación de temperaturas bajas y alta humedad durante el invierno, pueden
poner en marcha cambios bioquímicos que interrumpen la latencia, y hacen que
se inicie el metabolismo, comience el crecimiento del embrión, y
consiguientemente se produzca la germinación en primavera. Desde el punto de
vista del viverista, la latencia impone algunos inconvenientes, como el retraso y la
irregularidad en la germinación. Por consiguiente, se ha dedicado mucha
investigación a idearmétodos artificiales para eliminar la latencia (tratamientos pre-
germinativos), y asegurar que las semillas germinen con rapidez y de manera
uniforme. Pero por otra parte, la latencia presenta algunas ventajas que pueden
aprovecharse durante el período que transcurre entre la recolección de las
semillas y su utilización. Por ejemplo, favorece el almacenamiento de semillas de
muchas especies por largos períodos. Algunas especies, en general las que
producen semillas grandes y pesadas como los robles (Quercus spp.), no
presentan latencia natural, y germinan durante la primera estación favorable. Es
decir que si se almacenan se pierde parte de su viabilidad. Tanto las semillas sin
latencia, como las semillas con latencia, la germinación ocurre en un rango de
condiciones favorables, las cuales varían de acuerdo a los requerimientos de cada
especie. Generalmente, esas condiciones incluyen:

humedad suficiente, temperaturas favorables, intercambio de gases suficiente y


luz adecuada.
Tratamiento Pregerminativo:

Son muchas las plantas que no germinan inmediatamente después de haber caído
al suelo o de haberse sembrado. Esto es debido a que están en periodo de
latencia cuya duración varía según la especie. Pero claro, cuando adquirimos
semillas nos interesa que germinen cuanto antes, por lo que se procederá a
hacerle tratamientos pregerminativos. Alguno de estos son:

 Choque térmico: consiste en introducir la semilla 1 segundo en agua


hirviendo y 24h en un vaso con agua a temperatura ambiente con el fin de
producir microcortes en la cáscara y pueda así despertar el embrión. Las
semillas que pueden ser sometidas a este tratamiento son aquellas con
forma redondeada u ovalada y dura, como las Albizia o las Acacia.
 Escarificación: consiste en lijar la pared de la semilla. Es el tratamiento
perfecto para los Delonix, por ejemplo.
 Estratificación: este tratamiento consiste en introducir las semillas en la
nevera durante un periodo de tiempo corto (generalmente, 2 meses) con el
fin de que pase frío y pueda germinar sin problemas llegado el momento.
Todas aquellas especies de climas templados o fríos que se quieran cultivar
en climas un poco más cálidos tendrán que estratificarse.
 Vaso con agua: introducir las semillas en un vaso con agua no sólo nos
sirve para poder descartar aquellas que no son viables (es decir, las que se
quedan flotando), sino que también nos es muy útil para despertarlas y
acortar así el tiempo de germinación. Es sin duda muy recomendable para
las plantas de huerto, flores, y aromáticas.

Como vemos, hay diferentes tipos de tratamientos pregerminativos. Dependiendo


de la especie de planta que se trate, es conveniente escoger uno u otro con el fin
de lograr un mayor porcentaje de germinación, lo cual supondrá una mayor
cantidad de plantas .

Maleza:

Se llama maleza al conjunto de las plantas herbáceas que aparecen de


forma espontánea en terrenos donde se desarrollan cultivos. Esta maleza dificulta
que las especies cultivadas por el ser humano crezcan con normalidad.

En un sentido amplio, se clasifica como maleza a todas las plantas que crecen de
manera silvestre en un terreno controlado por las personas, como un jardín, una
huerta o un campo destinado a la agricultura. Debido a que la maleza consume
recursos (nutrientes), ocupa espacio y restringe la luz, atenta contra el bienestar
de los cultivos.

Es importante tener en cuenta que una planta puede ser considerada maleza en
un lugar pero no recibir esta denominación en otro. Para que sea maleza, debe
surgir en un sitio indeseado e interferir con la actividad humana.

La maleza provoca una disminución de la eficiencia de la fertilización, aumenta el


gasto en irrigación, obstruye los procesos de cosecha y puede albergar patógenos
e insectos. Se estima que llega a hacer perder hasta el 10% de la producción
agrícola.

La ecología de las malezas:

Desde un punto de vista ecológico, cualquier análisis de una especie de maleza


debe evaluar el papel relativo de las características de su vida histórica individual
en la biología de la especie que permite el aumento en tamaño de las poblaciones
de malezas reproduce exclusivamente por sus semillas.

El tamaño de la población de malezas puede ser evaluado en puntos


consecutivos del ciclo de vida, abarcando una generación sencilla de crecimiento.
Para desarrollar este ejemplo, se tomaría el conteo del total de semillas
producidas, después de la cosecha, por unidad de volumen del suelo. El cociente
del tamaño de la población de malezas al tiempo t + 1 en el tiempo t mide la
proporción de cada generación de cambio del tamaño de la población neta.
Contribuciones a la proporción de cambio suelen derivarse de la persistencia de
las semillas latentes en el suelo y de la reproducción de las plantas maduras.
Durante una generación de crecimiento de malezas, las prácticas agrícolas
imponen perturbaciones sobre el hábitat que variadamente puede promover o
inhibir los cambios en el tamaño de la población de malezas. Así, la prolongación
del período de barbecho puede determinar la extensión de las pérdidas debidas a
causas naturales entre cultivos sucesivos; los aspectos de manejo agrícola (por ej.
fertilizantes) pueden aumentar la sobrevivencia de plántulas de malezas, mientras
que las prácticas de control de malezas están destinadas a obtener el máximo de
mortalidad de las mismas. Si el objetivo del manejo de malezas es la erradicación,
será necesario asegurar que la proporción de cambio en el tamaño de la población
de malezas sea menor que la unidad en sucesivas generaciones. Desde una
perspectiva fitocéntrica, las consecuencias de estas perturbaciones pueden ser
medidas mediante evaluaciones de la probabilidad de que un individuo
(semilla/planta) sobrevivirá de una fase fenológica a la otra por su ciclo de vida y
por la fecundidad de las plantas sobrevivientes hasta la madurez.

Persistencias de malezas en los suelos:

Las especies de malezas terrestres persisten en el suelo en virtud de sus


estructuras latentes, sean semillas u órganos vegetativos de propagación como
rizomas, tubérculos y estolones. En infestaciones densas, los bancos de semillas
o meristemos subterráneos, de los cuales las nuevas plantas se incorporan en las
poblaciones adultas, pueden ser excepcionalmente grandes. Rao (1968) estimó
que poblaciónes de tubérculos de Cyperus rotundas L. del orden de 10, 000, 000
por hectárea eran posibles, mientras que Soerjani (1970) calculó que Imperata
cylindrica puede anualmente producir seis toneladas de rizomas por hectárea.
Típicamente los bancos de semillas de las malezas anuales en suelos cultivados
contienen hasta 1000 - 10, 000 semillas por m2, mientras que en pastizales el
límite superior de éste puede alcanzar hasta no menos de 1, 000, 000 por m2.

Pérdidas en el banco de semillas pueden resultar de la germinación, pérdida de


viabilidad in situ y depredación o ataque fungoso. Mientras que la longevidad de
las semillas de algunas especies de malezas en el suelo se estima que es
considerable (por ej. al menos 20 años en Striga), muchos estudios han mostrado
que hay un riesgo constante de mortalidad de las semillas enterradas en el suelo,
por lo que la sobrevivencia de las semillas viables enterradas puede ser
convenientemente descrita como la vida media (el tiempo tomado para la
declinación de la población a la mitad, es semejante a la decadencia radioactiva).
Una investigación meticulosa (Roberts y Dawkins 1967; Roberts y Feast 1973),
que abarcó el efecto el entierro y desentierro de las semillas, mostró que la vida
media, en muchas especies, es específica y variable con la profundidad de la
incorporación al suelo, con tendencia a aumentar con la profundidad de
incorporación y a disminuir con el aumento de la frecuencia de las labores de
cultivo en el suelo. De un examen de quince especies de malezas comunes en
campos de cultivo de Nigeria, Marks y Nwachuku (1986) concluyeron que las
semillas de especies de malezas tropicales pueden tener mucha menor
longevidad que las de clima templado. La información y datos al respecto es aún
escasa. Once de las quince especies exhibieron vidas medias inferiores a 8 meses
y la mayoría de las poblaciones de semillas en el banco de suelo fueron
severamente reducidas después de dos años. El examen del destino de las
semillas enterradas sugirió que las pérdidas eran debidas principalmente a muerte
in situ de las semillas latentes. Tan alta proporción de reducción claramente indica
los méritos de los períodos de barbecho como técnica de control de malezas en la
agricultura. Por el contrario de las poblaciones de semillas enterradas, la
longevidad de los bancos de meristemos de órganos subterráneos de las malezas
(tubérculos, rizomas, estolones) puede ser considerable, particularmente donde la
dominancia apical suele suprimir el desarrollo de las yemas laterales o
adventíceas. La persistencia de las yemas latentes es muy dependiente del
destino de los órganos aéreos de la propia planta. Labores regulares de cultivo,
que fraccionan las plantas perennes, pueden hacer liberar yemas de su latencia
interna y luego servir para agotar los bancos de yemas.

Banco de malezas:

Cuando se deposita la semilla de un cultivo en el suelo la meta es proporcionar las


condiciones óptimas para que la planta complete su desarrollo sin interrupciones,
sin embargo, debemos tomar en cuenta que al momento de la siembra ya están
presentes en el suelo miles de semillas de especies vegetales no deseadas
“malezas” que competirán con el cultivo por agua, nutrientes y luz. Comúnmente el
control de malezas en la agricultura sólo se realiza durante las primeras etapas
criticas de crecimiento y desarrollo del cultivo, donde se busca eliminar o mantener
un umbral bajo de arvenses para que no compitan con el cultivo. Pero después de
superar estas etapas, es común observar que los productores ya no ejercen
ninguna práctica para controlar las malezas y estas terminan por completar su
ciclo hasta dejar descendencia, es decir, dejan una alta cantidad de semillas en el
suelo para asegurar el crecimiento de poblaciones de malezas. Dinámica del
banco de semillas El suelo es un reservorio importante de semillas de diferentes
especies vegetales que pueden permanecer un largo tiempo después de ser
depositadas y emerger cuando existen condiciones favorables para completar su
ciclo y dispersar sus estructuras reproductivas (semillas, yemas, rizomas,
tubérculos, etc.). Una vez que se Figura 1. El suelo es un reservorio de semillas de
arvenses “malezas”. Fuente: Intagri. logra la producción de semillas de malezas,
tienen destinos diferentes en el suelo, algunas quedan latentes y otras germinan
sin sobrevivir. El estudio de su dinámica contribuye a conocer el comportamiento

Manejo integrado de malezas:


Cuando se deposita la semilla de un cultivo en el suelo la meta es proporcionar las
condiciones óptimas para que la planta complete su desarrollo sin interrupciones,
sin embargo, debemos tomar en cuenta que al momento de la siembra ya están
presentes en el suelo miles de semillas de especies vegetales no deseadas
“malezas” que competirán con el cultivo por agua, nutrientes y luz. Comúnmente el
control de malezas en la agricultura sólo se realiza durante las primeras etapas
criticas de crecimiento y desarrollo del cultivo, donde se busca eliminar o mantener
un umbral bajo de arvenses para que no compitan con el cultivo. Pero después de
superar estas etapas, es común observar que los productores ya no ejercen
ninguna práctica para controlar las malezas y estas terminan por completar su
ciclo hasta dejar descendencia, es decir, dejan una alta cantidad de semillas en el
suelo para asegurar el crecimiento de poblaciones de malezas. Dinámica del
banco de semillas El suelo es un reservorio importante de semillas de diferentes
especies vegetales que pueden permanecer un largo tiempo después de ser
depositadas y emerger cuando existen condiciones favorables para completar su
ciclo y dispersar sus estructuras reproductivas (semillas, yemas, rizomas,
tubérculos, etc.). Una vez que se Figura 1. El suelo es un reservorio de semillas de
arvenses “malezas”. la producción de semillas de malezas, tienen destinos
diferentes en el suelo, algunas quedan latentes y otras germinan sin sobrevivir. El
estudio de su dinámica contribuye a conocer el comportamiento de los bancos de
semillas para establecer estrategias de control.

Desde los albores de la agricultura, el hombre percibió la importancia de la


interferencia causada por las malezas sobre los cultivos e invirtió cuantiosos
recursos y energía en un esfuerzo denodado para combatirlas.

En las últimas décadas, el enfoque alternativo más utilizado para solucionar el


problema de las malezas consistió en el uso de herbicidas. Su alta eficacia
condujo a la idea de la erradicación de malezas, continuamente renovada por el
desarrollo de nuevos herbicidas y repetidamente frustrada, lo que pone en
evidencia la compleja realidad del problema. El empleo de herbicidas se limita a la
aplicación rutinaria de un agroquímico, sin considerar aspectos de la biología de
las malezas ni su integración en programas de manejo que incluyan otras técnicas
de control.

La elección de estrategias de reducción, o de erradicación, de malezas en lugar de


optar por estrategias de prevención y contención se vio favorecida no sólo por
factores tecnológicos como la eficacia de los principios activos y la tecnología de
aplicación, sino también por factores económicos y socio-culturales como la
disminución de los costos relativos, la escala productiva y los actores involucrados
en el proceso de producción.
La Importancia del Manejo Integrado de Malezas:

Frente a la posibilidad de que se manifiesten problemas de tolerancia y/o


resistencia a herbicidas, no debemos alarmarnos pero sí estar alertas y tener en
cuenta que la prevención es la actitud apropiada. Así, la implementación técnicas
de manejo integrado de malezas contribuyen a lograr ese objetivo; de este modo,
podemos manejar o retrasar su manifestación puesto que no existe ningún método
o estrategia individual que sea totalmente efectiva.

En otras palabras, el manejo integrado de malezas va mucho más allá del mero
control de malezas sino que se refiere a la integración de diferentes prácticas que,
en conjunto, ayudan a reducir la interferencia de las malezas así como a limitar su
propagación. La aplicación de esta filosofía aportará, sin lugar a dudas,
sostenibilidad al agroecosistema.

Plagas:

Se llama plaga a cualquier ser vivo que resulta perjudicial para otro ser vivo,
generalmente cuando este es de interés para el ser humano. Existen plagas de
interés sanitario, tales como los vectores de enfermedades humanas y animales,
tales como, mosquitos, pulgas o garrapatas, y las plagas agrícolas que afectan las
plantas cultivadas, así como las cosechas, ya sean frescas o almacenadas.

El concepto de plaga ha evolucionado con el tiempo desde el significado


tradicional donde se consideraba plaga a cualquier animal que producía daños,
típicamente a los cultivos. Actualmente se entiende como plaga la situación en la
que un ser vivo, no necesariamente un animal, produce mermas a los intereses de
las personas: plantas cultivadas, animales domésticos, materiales o medios
naturales. Es decir, se ha el foco de la definición desde la especie que causa los
daños a la situación en la que esa especie está resultando dañina.

Manejo integrado de plagas:

En agricultura se entiende como manejo integrado de plagas (MIP) o control


integrado/integral de plagas (CIP) a una estrategia que usa una gran variedad de
métodos complementarios: físicos, mecánicos, químicos, biológicos, genéticos,
legales y culturales para el control de plagas. Estos métodos se aplican en tres
etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira
a reducir o eliminar el uso de plaguicidas y de minimizar el impacto al medio
ambiente. Se habla también de manejo ecológico de plagas (MEP) y de manejo
natural de plagas.

El manejo integrado de plagas puede ser un régimen simple o complicado.


Originalmente el principal foco de los programas de manejo integrado de plagas
eran las plagas de la agricultura.3 Por extensión los programas de manejo
integrado de plagas también se aplican a enfermedades, malas hierbas y otras
pestes que interfieren con el manejo de agricultura, jardinería, estructuras
arquitectónicas, territorios silvestres, etc.

Un programa de manejo integrado de plagas se basa en los seis componentes


siguientes:

• Niveles aceptables de plagas: El énfasis está en “control” no en


“erradicación”. El manejo integrado de plagas mantiene que la erradicación
completa de una plaga es a menudo imposible y que intentarlo puede ser
sumamente costoso, insalubre y en general irrealizable. Es mejor decidir cual es el
nivel tolerable de una plaga y aplicar controles cuando se excede ese nivel
(umbral de acción).

• Prácticas preventivas de cultivo: La primera línea de defensa es


seleccionar las variedades más apropiadas para las condiciones locales de cultivo
y mantenerlas sanas, junto con cuarentenas y otras ‘técnicas de cultivo’ tales
como medidas sanitarias (destruir plantas enfermas para eliminar la propagación
de la enfermedad, por ejemplo).

• Muestreo: La vigilancia constante es el pilar de manejo integrado de


plagas.4 Se usan sistemas de muestreo de niveles de plagas, tales como
observación visual, trampas de esporas o insectos y otras. Es fundamental llevar
cuenta de todo así como conocer el comportamiento y ciclo reproductivo de las
plagas en consideración. El desarrollo de los insectos depende de la temperatura
ambiental porque son animales de sangre fría. Los ciclos vitales de muchos
insectos dependen de las temperaturas diarias. El muestreo de éstas permite
determinar el momento óptimo para una erupción de una plaga específica.

• Controles mecánicos: Si una plaga llega a un nivel inaceptable, los


métodos mecánicos son la primera opción. Simplemente cogerlos manualmente o
poner barreras o trampas, usar aspiradoras y arar para interrumpir su
reproducción.
• Controles biológicos: Los procesos y materiales biológicos pueden
proveer control con un impacto ambiental mínimo y a menudo a bajo costo. Lo
importante aquí es promover los insectos beneficiosos que atacan a los insectos
plaga. Pueden ser microorganismos, hongos, nematodos e insectos parasíticos y
depredadores.

• Controles químicos: Se usan pesticidas sintéticos solamente cuando es


necesario y en la cantidad y momento adecuados para tener impacto en el ciclo
vital de la plaga. Muchos de los insecticidas nuevos son derivados de sustancias
naturales vegetales (por ejemplo: nicotina, piretro y análogos de hormonas
juveniles de insectos). También se están evaluando técnicas ecológicas de
herbicidas y pesticidas con base biológica.

El manejo integrado de plagas se puede aplicar a todos los tipos de agricultura e


incluso a la jardinería. Es el tratamiento ideal para los cultivos orgánicos y se basa
en conocimiento, experiencia, observación e integración de técnicas múltiples y
que no usa opciones químicas sintéticas. En agricultura de gran escala, el manejo
integrado de plagas puede reducir la exposición de los seres humanos a productos
químicos con potencial tóxico y puede llegar a bajar los costos.

1. Identificación de la plaga. Los casos de identificación errónea pueden


resultar en acciones inútiles. Si el daño a una planta debido a exceso de riego se
interpreta erróneamente como causado por hongos, se aplicarían fungicidas
inútiles y la planta moriría de todos modos.

2. Conocimiento del ciclo vital de la plaga y de sus parásitos. Cuando uno


ve una plaga puede ser demasiado tarde para hacer otra cosa que recurrir a
pesticidas. A menudo otro estadio en el ciclo vital es susceptible a medidas
preventivas. Por ejemplo las malas hierbas que se reproducen a partir de semillas
del año anterior podrían prevenirse con el uso de mantillo. También el
conocimiento de las necesidades de las plagas y eliminación de éstos puede servir
para eliminarlas.

3. Muestreo de sectores del cultivo para evaluar la población de una


plaga. Las medidas preventivas se deben tomar en el momento adecuado para
que sean efectivas. Por eso una vez identificada una plaga se debe monitorear
ANTES que se convierta en un problema. Por ejemplo en un restaurante donde
puede haber cucarachas se ponen trampas pegajosas antes de su apertura y se
muestrea con frecuencia para tomar acción antes que se conviertan en un
problema. Lo que hay que observar incluye: presencia/ausencia, distribución (¿en
todas partes o localizada?) y número (¿aumento o disminución?)
4. Establecimiento de un umbral de acción (económico, sanitario,
estético). ¿Cuál es la cantidad tolerable? En algunos casos un cierto número es
tolerable. La soja es bastante resistente a la defoliación así que unas cuantas
orugas cuyos números no aumentan significativamente pueden no requerir
tratamiento. En cambio hay casos en que uno DEBE tomar acción. Para el
agricultor ese punto es aquel en que el costo del daño causado por la plaga es
MAYOR que el costo de un tratamiento. Éste es un umbral económico. El umbral
puede variar según se trate de un riesgo sanitario (baja tolerancia) o simplemente
cosmético (alta tolerancia en una situación no comercial). La tolerancia individual
también varía; hay gente que detesta a los insectos, otros que no toleran ni un
solo diente de león en el césped. Es posible adoptar una actitud de mayor
tolerancia.5

5. Elección de una combinación apropiada de técnicas de control. Para


cada situación se pueden considerar varias opciones. Estas opciones incluyen
controles mecánicos, físicos, químicos, biológicos y culturales. Los controles
mecánicos consisten en colectar los insectos manualmente o en usar redes u
otros medios para excluir a plagas tales como aves o roedores. Los controles
culturales incluyen mantener el lugar libre de las condiciones que favorecen a las
plagas, por ejemplo usar cuidadosa limpieza en lugares de almacenaje o arrancar
las plantas con señales de enfermedad para evitar la propagación de ésta. Los
controles biológicos pueden servir de apoyo por medio de conservación de los
predadores naturales o por incremento de los mismos.

El control por incremento incluye la introducción de predadores naturales, ya sea


a nivel de inundación o de inoculación.

El control por inundación busca inundar el local con una población alta del
depredador de la plaga; mientras que la inoculación usa un número menor de
depredadores de la plaga para suplementar a una población ya existente. Los
controles químicos incluyen aceites o la aplicación de pesticidas, ya sea
insecticidas o herbicidas. Un programa de manejo integrado de plagas usaría
preferentemente pesticidas derivados de plantas o de otros materiales naturales.

Especies de plagas que atacan a los pastizales:

Morfología: Lo primero que resalta en cuanto a la morfología externa de un


insecto es su exoesqueleto, una estructura rígida e impermeable, compuesta
fundamentalmente por una sustancia denominada “Quitina”, esta sustancia de
origen proteico le confiere junto a la forma del exoesqueleto una dureza
incalculable, permitiendo al insecto resistir grandes fuerzas mecánicas sobre él,
además de evitar la pérdida del agua de su cuerpo por transpiración o la
penetración de sustancias indeseables como muchos pesticidas. Unidad I:
Características morfológicas de los insectos y sus ciclos de vida Objetivo de la
unidad: Identificar correctamente las plagas insectiles de los diferentes cultivos de
acuerdo a sus características morfológicas y su nivel de daño. Antenas Ojo
compuesto Ocelos Frente Clípeo Labro Mandíbula Maxila Labio Coxa Cabeza Uña
Tímpano Abdomen Espiráculos Tibia Oviscapto Cerco Tarso Ala anterior Ala
posterior Trocánter Fémur Tórax Figura 1. Cuerpo de los insectos adultos dividido
en tres secciones Cabeza; Tórax: compuesto por 3 segmentos, con tres pares de
patas y eventualmente las alas, dos pares máximo y Abdomen: generalmente
compuesto por 11 segmentos, no más de 6 en collembola.

(Paurometábola) Los estados jóvenes son muy parecidos a los adultos, excepto
por la ausencia completa de las alas en los primeros instares, así como el
desarrollo de los órganos genitales.: Características morfológicas de los insectos y
sus ciclos de vida.

Los insectos plagas se pueden clasificar según su taxonomía en: Orden Forma
Cultivo Daño Lepidóptera Mariposas y palomillas, coralillo o gusano saltarín etc.
Granos básicos, hortalizas y frutales Su daño causa una perforación característica
y destruye completamente las hojas que están en desarrollo, ensuciando con
excremento y a veces dañando la flor masculina del maíz o la panícula del sorgo.
Homóptera Áfidos, moscas blancas, chicharritas, toritos, chicharras, escamas).
Granos básicos, hortalizas, cítricos Los adultos y las ninfas chupan la savia de la
base de las hojas y pueden causar amarillamiento. Son importantes como
vectores del virus del achaparramiento del maíz y del virus del rayado fino,
enfermedades que pueden causar la pérdida total de los cultivos. Hemíptera
Chinches Granos básicos y frutales Los adultos y las ninfas chupan la savia del
grano, pueden causar decoloración y esterilidad. Orthóptera Incluye saltamontes,
grillos, langosta voladora, esperanzas Granos básicos y cítricos Los adultos
comen follaje, flores y yemas, haciendo agujeros irregulares, pueden defoliar las
plántulas. Coleóptera Escarabajos, ronrones, mariquitas, candelillas, picudos,
gorgojos, tortuguillas, etc. Granos básicos y hortalizas El daño lo hace la larva
comiendo las raíces del cultivo, destruyendo las plantas, posteriormente afecta al
resto de las plantas. Los adultos comen follaje, flores y yemas, haciendo agujeros
irregulares, pueden defoliar las plántulas. Thysanoptera Trips Granos básicos,
hortalizas, etc. En ataques severos, las hojas se doblan y se marchitan, sus
extremos se vuelven blancos y después se secan hasta que mueren. Los bulbos
no se desarrollan bien quedándose pequeños y deformes. Tylenchida Nematodos
Granos básicos, hortalizas, cultivos agroindustriales Afectan al sistema radicular y
se cree que pueden interactuar con bacterias y hongos. Díptera Mosca de la fruta
Frutales Deposita huevos en el fruto, causando pudrición y caída de los mismos.
Isóptera Termitas Tubérculos, frutales y árboles del bosque Se alimentan de
raíces y órganos aéreos de la planta provocando su muerte progresiva. 4 Manejo
Integrado de Plagas 3. Insectos plagas de los granos básicos (daño) 3.1. Plagas
del maíz (1) Cogollero (Spodoptera frugiperda) Causa una perforación
característica y destruye completamente las hojas que están en desarrollo,
ensuciando con excremento y a veces dañando la flor masculina del maíz o la
panícula del sorgo. La defoliación total de plantas maduras puede ocurrir cuando
hay grandes densidades de larvas. Estos ataques son más severos en áreas y
períodos secos. (2) Barrenador menor del maíz o coralillo (Elasmopalpus
lignosellus) Las larvas taladran los tallos de la plántula provocando marchitez y
muerte o retarda el desarrollo. También perforan severamente las hojas, o causan
la muerte de los corazones en el maíz y el sorgo. La naturaleza del daño depende
del lugar de penetración de la plaga. Los tallos dañados se pueden quebrar.
Adulto Larva Longitud 1.0 - 35 mm Longitud 1.0 mm Longitud 30 mm Masa de
huevo Larva Huevo Longitud 15 mm Longitud 25 mm Adulto Huevo (3) Elotero o
gusano de la mazorca (Helicoverpa zea) Las larvas atacan los estigmas y granos,
principalmente aquellos granos que están en la parte superior de la mazorca, a
veces penetran más, dejando un túnel lleno de excremento. En el sorgo se
alimentan del grano en desarrollo. Adulto Pupa Adulto en reposo Vista lateral Vista
superior Larva Longitud 1.0 mm Longitud 35 - 40 mm Huevo Fuente: Zamorano,
1998 Fuente: Zamorano, 1998 Fuente: Zamorano, 1998 5 Unidad I:
Características morfológicas de los insectos y sus ciclos de vida (5) Chicharrita del
maíz, salta hoja o cigarrita (Dalbulus maidis) Los adultos y las ninfas chupan la
savia de la base de las hojas y pueden causar amarillamiento. Son importantes
como vectores del virus del achaparramiento del maíz y del virus del rayado fino,
enfermedades que pueden causar la pérdida total de los cultivos. (4) Gallina
ciega / joboto (Phyllophaga sp) El daño lo hace la larva comiendo las raíces del
cultivo, a menudo, en el cultivo se notan parches definidos de daño, mostrando la
ausencia de plantas en el área donde se alimentaron las larvas, debilitando y
matando las plantas. 3.2. Plagas del frijol (1) Mosca blanca (Bemisia tabaci) Estas
succionan los nutrientes del follaje, son importantes solamente cuando hay
grandes densidades, presentando las plantas amarillamiento, moteado y
encrespamiento de las hojas, seguidos de necrosis y defoliación. El daño indirecto
es causado por la transmisión de Geminivirus, como el virus del mosaico dorado
del frijol (BGMV); también transmiten el moteado clorótico del frijol, el virus del
mosaico del pepino (CMV), virus del enrollamiento de las cucúrbitas, virus del
enrollamiento del tomate y virus del crespo del tomate. Longitud 50 mm Longitud
50 mm Longitud 50 mm Adulto Huevo Ninfa de último estadio Fuente: Zamorano,
1998 Longitud 50 mm Longitud 9 - 29 mm Adulto Huevo Larva Fuente: Zamorano,
1998 6 Manejo Integrado de Plagas (2) Diabrotica (Diabrotica balteata) Los adultos
comen follaje, flores y yemas, haciendo agujeros irregulares, pueden defoliar las
plántulas. Transmiten el mosaico rugoso del frijol, el mosaico del caupí y otras
enfermedades virosas. Las larvas se alimentan en las raíces del maíz, sorgo y de
muchos cultivos. Minan el sistema radicular primario, en las raíces de sostén y en
la base del tallo. Pupa en capullo Adulto Longitud 2 - 3 mm Longitud 3 mm Larva
(3) Picudo del frijol (Apion godmani) Las larvas se alimentan y destruyen las
semillas en desarrollo. Las vainas afectadas a menudo tienen una apariencia
flácida y torcida. (4) Lorito verde, salta hoja, o chicharrita del frijol (Empoasca
kraemeri) Los adultos y las ninfas chupan la savia del envés de las hojas, yemas y
pecíolos, inyectan una saliva tóxica que causa achaparramiento, la distorsión, el
encrespamiento hacia abajo, y el embolsado de las hojas; el ataque severo a
veces causa clorosis y necrosis de los bordes, reducen el vigor de la planta y el
rendimiento. Transmiten el virus del enrollamiento de la hoja de la papa. Longitud
3 mm Adulto Ninfa Ninfa Fuente: Zamorano, 1998 Fuente: Zamorano, 1998 Pupa
Adulto Longitud 10 mm Longitud 4.5 - 5.5 mm Huevo Larva Hipocotilo, raicillas y
semillas en germinación dañados por la larva Fuente: Zamorano, 1998 7 Unidad I:
Características morfológicas de los insectos y sus ciclos de vida (5) Babosas,
lipes, ligosas o chimilcas (Sarasinula plebeia) Se alimentan raspando el follaje y
las vainas (con una rádula o lengua raspadora). Pueden defoliar el frijol dejando
sólo los bordes despedazados de las venas mayores, o consumen enteramente
las plantas pequeñas; son especialmente importantes durante los primeros 20 días
de crecimiento. 3.3. Plagas del arroz (1) Sogata o cigarrita del arroz (Sogatodes
oryzicola) Chupan la savia de las hojas tiernas del cogollo de las plantas jóvenes,
también de las hojas viejas; retardan el crecimiento, causan achaparramiento y
quema de los ápices de las hojas en grandes poblaciones. Transmiten el virus de
la hoja blanca, el que puede causar hasta un 50% de pérdida de la producción.
Adulto Longitud 40 - 50mm Longitud 80 mm Fuente: Zamorano, 1998 Hembra con
alas cortas Ninfa Hembra Longitud 2 - 3 mm Longitud 1- 2.5 mm Fuente:
Zamorano, 1998 (2) Novia del arroz (Rupella albinella) Al taladrar los tallos
debilitan las plantas, provocan la muerte del corazón y vaneo del grano.
Generalmente la larva se localiza en los dos tercios inferiores del tallo, lo que la
diferencia de Diatraealineolata, que penetra la planta en el tercio superior del tallo.
Las larvas permanecen en el tallo aún después de la cosecha. Adulto Larva Pupa
Masa de huevos Longitud 16 - 30 mm Longitud 0.8 mm Longitud 45 mm Fuente:
Zamorano, 1998 8 Manejo Integrado de Plagas (3) Chinche hedionda o chinche
apestosa (Mormidea pictiventris) Los adultos y las ninfas chupan la savia del
grano, pueden causar decoloración y esterilidad. 3.4. Plagas del sorgo (1)
Mosquita del sorgo o mosquita de la panoja (Stenodiplosis sorghicola) Las larvas
se alimentan del grano en desarrollo, el cual no se llena, produciendo panículas de
apariencia estéril. Ataques severos, las la planta produce panículas pequeñas y
compactas. Larva Adulto Pupa Longitud 1.5 - 2 mm Longitud 2 mm Longitud 3 mm
(2) Langosta medidora o falso medidor (Mocis latipes) Las larvas son
masticadoras voraces del follaje, capaz de defoliar una planta de maíz o sorgo
completamente, dejando únicamente la nervadura central. El adulto, por lo
general, oviposita en malezas hospederas que se encuentren alrededor o en el
campo y casi nunca lo hacen en el maíz o sorgo. La larva comienza
alimentándose de estas malezas y al acabar con ellas se pasa al cultivo, donde en
altas densidades es de importancia económica ya que es capaz de reducir a cero
la producción de maíz o sorgo. También esta plaga tiende a estar presente
durante la época de la canícula. Pupa Adulto en reposo Huevo Larva Longitud 44 -
55 mm Longitud 35 - 40 mm (3) Chinche de la espiga (Oebalus insularis) Los
adultos y las ninfas chupan los jugos del grano en desarrollo durante el estado de
leche y de camagua, causando granos vanos, pálidos o estériles o decoloración
en los mismos.

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