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Administración parroquial

INTRODUCCIÓN

Empezaremos hablando de la Iglesia, luego pasaremos a la parroquia y finalmente a la


administración de la parroquia. Tratar el tema de la administración es necesario porque
cuando los pastores no saben administrar entonces se genera el caos.
Haremos un marco histórico acerca de la parroquia y estudiaremos también el Magisterio
acerca de la misma. Por ejemplo, Juan Pablo II decía que la parroquia es “la Iglesia que
vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas” (ChL 26); Podemos decir que es la
concretización de la Iglesia en el aquí y ahora de la gente, en un tiempo y lugar
determinados. El Concilio Vaticano II hace una analogía entre la naturaleza humana
asumida por el Verbo, como órgano vivo de salvación, y la Iglesia como organismo visible
que está al servicio del Espíritu de Cristo (cf. LG 8).
En su Libro Cuerpo Místico, Henry de Lubac dice que los cristianos de la Iglesia primitiva,
cuando oían las palabras Cuerpo de Cristo tenían presentes 3 ideas: Cuerpo natural del
Señor, el pan consagrado y la Iglesia.
¿Para qué se ha hecho el Señor del Cuerpo de su Iglesia?
Para continuar su misión, Para narrar las maravillas de Aquel que nos ha llamado de las
tinieblas a su admirable luz (Cf. 1 Pe 2,9).
Jesús vino para salvar a la humanidad (cf. Jn 3,16), y la Iglesia continúa la misión de
Cristo: “Jesús les dijo otra vez: “La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo
os envío.” (Jn 20,21)
El hombre está profundamente herido por el pecado, herido de muerte y, como afirma el
concilio de Orange, “sea Anatema para quien dijere que el hombre puede naturalmente
desear el bien) [Can. 7, DZ 180].
Jesús ha realizado su misión con palabras y obras.
- Palabras: Anuncia el Reino, predica y enseña.
- Obras: Su vida, sus milagros y señales y sobre todo su misterio Pascual.
“Jesucristo […] habla las palabras de Dios (Jn 3,34) y realiza las obras de salvación que el
Padre le encargó (cf. Jn5,36;17,4)[…] Él, con su presencia y manifestación, con sus
palabras y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa resurrección , con el envío del
Espíritu de la verdad, lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio
divino; a saber, que Dios está con nosotros para librarnos de la tinieblas del pecado y la
muerte y para hacernos resucitar a una vida eterna” (DV 4).
Israel le pide a Samuel un rey, como tienen todos los pueblos vecinos, y de este modo,
rechazan a Dios (cf. 1 S 8,1-9). El diseño de Dios es ser él el rey de Israel y, aunque Israel
rechaza a Dios, Dios no rechaza a Israel, y continúa con su plan de salvación, preparando
un resto. Dios quiere reinar sobre el hombre, no para tiranizarlo, sino por amor, para
servirlo.

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Cristo vino para:


1. Revelarnos a Dios: “el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado” (Jn 12,45) “El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,6).
Con su muerte en la cruz Cristo nos muestra el rostro del Padre, se rasga el velo que
separa a Dios de los hombres, nos da acceso al Padre (cf. Ef 2,18), para que creamos
que Dios es rico en misericordia, que es amor.
2. Restablecer la Justicia y el orden: Todo mal “¿No sabes, hija mía, que todas la
requiere una reparación y, puesto que la ofensa a penas que puede sufrir el alma en
Dios por el pecado es infinita porque Dios es
esta vida no son suficientes para
infinito, la reparación debía ser también infinita,
poder ser castigo de una pequeña
por lo tanto, solo podía ser realizada por Cristo.
culpa? Porque la ofensa que se hace
El orden restablecido se manifiesta en el culto a mí, Bien infinito, requiere una
divino, que es la forma de decirle a Dios: “Aquí satisfacción infinita.”
estoy”.
Santa Catalina de Siena, Diálogo, La
3. Divinizarnos: hacernos partícipes de la naturaleza
doctrina de la perfección cristiana, 3.
divina (cf. 2 Pe 1,4), hacernos don de su Espíritu
Santo. Esto se realiza fundamentalmente, no
únicamente, a través de los sacramentos.
La Iglesia como cuerpo, continúa la misión de Cristo. No solo los presbíteros actuando,
sino toda la comunidad, cabeza y cuerpo.
Dios justifica al hombre, pero no jurídicamente, sino que nos transforma ontológicamente
de pecadores en justo. Esto lo realiza entrando poco a poco en nosotros, para reinar en
nosotros, nos va haciendo libres, nos hace hijos suyos y nos sirve. Es necesario dejar que
Dios nos sirva: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo” (Jn 13,8). La gratuidad: lo que no
es gratis no atraviesa el umbral de la muerte. “Esta es la voluntad de Dios: vuestra
santificación” (1 Ts 4, 3).
Dios se da a nosotros, para habitar en nosotros en nuestra naturaleza humana. Esto se llama
la inhabitación trinitaria, que es distinta de la Unión hipostática, que únicamente se dio en
Jesucristo. Por esta, la naturaleza humana y divina se unieron en la persona del Verbo
encarnado.
Por la inhabitación trinitaria, Dios nos va llevando poco a poco a ser como él, a amar, a
vivir descentrados, a sentir compasión y sufrir con los que sufren. Dios rompe en nosotros
la autoreferencialidad, nuestra carne egoísta. En este sentido el presbítero corre un gran
riesgo que es caer en el clericalismo, que lo lleva a instalarse, a usar el poder sagrado en
beneficio propio, y esto, como dice el Papa Francisco, está en la raíz de la pedofilia.
Por esto, es fundamental la intimidad con el Señor. Un gran error que cometen los
presbíteros al comenzar su ministerio es descuidar su intimidad con el Señor, cayendo en el
activismo. Esta es una estrategia del demonio que quiere sacarnos de la oración, y si lo
logra entramos en una pendiente resbaladiza.
La Iglesia no existe sin el Espíritu Santo, como tampoco existe el cuerpo sin su Cabeza.
Así, la Iglesia nunca está solo en su misión.
La misión de la Iglesia, y por lo tanto de la parroquia, es:
1. Hacer la voluntad de Dios
2. Revelar a Dios con palabras y obras.
3. Sacramentos.
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El Catecismo describe la misión de Cristo del siguiente modo: El Verbo se encarnó para:
1. Salvarnos reconciliándonos con Dios. (CEC 457).
2. Darnos a conocer el amor de Dios. (CEC 458).
3. Hacernos partícipes de la naturaleza divina (CEC 460).
4. Ser nuestro modelo de santidad (CEC 459).
La Parroquia es la Iglesia en el aquí y el ahora, y existe para continuar la misión de Cristo.
La Parroquia es el medio para alcanzar la divinización del hombre, que es el fin.
El presbítero es un instrumento, un servidor en la realización de una obra maravillosa: la
obra de Dios en los hermanos.
La Iglesia existe para dar culto a Dios, y “llega la hora (ya estamos en ella) en que los
verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu y en verdad” (Jn 4,23)… esto es
negándote a ti mismo (cf. Lc 9,23), odiando tu vida en este mundo (cf. Jn 12,25).
La Sacrosanctum Concilium dirá que todas las obras de la Iglesia tienden a la santificación
de los hombres y la glorificación de Dios como a su fin (cf. SC 10).
Jesucristo nos ha revelado toda la Verdad, y el Espíritu Santo nos va llevando a la verdad
completa (cf. Jn 16,13). En la medida en que acogemos al Espíritu Santo, nos vamos
convirtiendo, vamos siendo poseídos por la Verdad que nos hace libres (cf. Jn 8,32).
El hombre vive en la estupidez, alienándose en la televisión, el cine, las redes sociales, etc.
El Señor nos llama a desestupidizar al hombre de hoy, pero necesitamos, primero, ser
desestupidizados nosotros.
La Lumen Gentium hace una analogía entre la Iglesia y el verbo encarnado (cf. LG 8).
La Iglesia es una y tiene a la vez elementos visibles (externos) e invisibles (el Espíritu
Santo), Institución y carisma, que nunca se pueden contraponer.1
Sin justicia no hay misericordia. La justicia es una parte de la misericordia. “Misericordia
sin justicia es un sentimentalismo barato” (Papa Francisco). El pecado rompe el orden y
este necesita ser restablecido, y para Dios es importante que participemos en la expiación
de los pecados, pues somos importantes para él, que no es un Padre paternalista que hace
todo por nosotros.
La misión de la Iglesia se concretiza en:
- Palabra
- Liturgia: en particular los sacramentos que son canales privilegiados de la Gracia.
- La diaconía de la caridad
Así, lo que creemos lo celebramos, y lo transparentamos en nuestra vida, en especial en la
solicitud por los pobres y desdichados, no solo materialmente. De este modo, el amor hace
creíble nuestra palabra, y testifica que nuestra Liturgia no son ritos vacíos.
Es importante desterrar la idea de que la Liturgia debe ser entretenida y también el
enardecer sentimientos. La liturgia está llamada a dejarnos envolver por el Misterio. Si se
explotan los sentimientos, impedimos que la gracia entre en lo más profundo del hombre,
ya que los sentimientos están en la superficie. Si se vive la Liturgia a este nivel, cuando

1
Ver la penetrante comprensión del Cardenal Ratzinger en su discurso pronunciado en el Congreso Mundial
de Movimientos Eclesiales, patrocinado por el Pontificio Consejo para los Laicos, en Roma del 27 al 29 de
mayo de 1998, Publicado en Communio: International Catholic Review 25, n. 3, 1998, con el título The
Theological locus of Ecclesial Movements. Allí señala que la antítesis de los términos institución-carisma no
captura adecuadamente la realidad de la Iglesia.

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empieza lo duro de la vida las personas se marchan se quiebran. Así les impedimos ser
hombre y mujeres hechos y derechos capaces de participar en Misterio Pascual de Cristo
cada día.2
Otro aspecto importante es la predicación. Predicamos lo que hemos recibido: “Y la
palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado” (Jn 14,24). Hay
muchas personas que el único alimento que tienen es la Misa Dominical, por esto es
importante preparar muy bien la homilía, bebiendo de la Sagrada Escritura, de los Padres
de la Iglesia y del Magisterio, y aterrizarlo al hoy, es decir, inculturar el Evangelio. Esto
tiene especial importancia, ya que no es lo mismo predicar a una comunidad que inicia el
Camino Neocatecumenal, que a una que lleva doce años de camino. No es igual predicar a
Jahdai que a los Focolares. Es necesario, también, interiorizar el carisma, para hablar en el
lenguaje de cada comunidad concreta, para hacerse todo a todos (cf. 1 Co 9,19).
Es importante también, preparar a los catequistas, enseñarles a predicar, guiarlos y darles
responsabilidad paulatinamente.

2
A este respecto dice Ratzinger: “la liturgia no tiene por fin llenarnos, entre temor y temblor, del
sentimiento de lo santo, sino la de enfrentarnos con la espada tajante de la palabra de Dios; no tiene por fin
procurarnos un marco bello y festivo para el recogimiento callado y la meditación, sino introducirnos en el
«Nosotros» de hijos de Dios y, con ellos, en la kénosis de Dios…” (RATZINGER, J., El Nuevo Pueblo de Dios,
Herder, Barcelona 1972, 341.)

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Capítulo I
HISTORIA DE LA PARROQUIA

El proceso fundacional de la Iglesia inicia con la llamada de los Apóstoles y alcanza su


culmen con el sacrificio de Cristo en la cruz, “Pues del costado de Cristo dormido en la
cruz nació el sacramento de la Iglesia” (SC 5). Del mismo modo que Eva fue formada del
costado de Adán adormecido, así la iglesia nació del corazón traspasado de Cristo muerto
en la cruz” (San Ambrosio, Expositio evangelii secundum Lucam 2,85-89) (CEC 766)3.
En Pentecostés el Espíritu Santo es enviado a la Iglesia, de la cual es como el alma; así
como el cuerpo está unido por tendones, la Iglesia está unida por el Espíritu Santo: “Pues
del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo
pan, si antes no es humedecido, así también nosotros, que somos muchos, no podíamos
convertirnos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua”4, y también necesitan el fuego
para convertirse en un solo pan.
Así, Dios da a luz a la Iglesia en Pentecostés, “Es entonces cuando "la Iglesia se manifestó
públicamente ante la multitud; se inició la difusión del Evangelio entre los pueblos
mediante la predicación" (AG 4; CEC 767).
Jesús confió la misión de anunciar el Evangelio a sus discípulos: “Jesús se acercó a ellos y
les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced
discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo».” (Mt 28,18-20).
“Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación». El que
crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que
acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas
nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño;
impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».
Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra
de Dios.” (Mc 16,15-19). Y envío el Espíritu Santo el día de Pentecostés (Hch 2,1-8).
Los evangelistas no pretendían hacer historiografía, los Evangelios tampoco fueron
escritos inmediatamente; son relatos orales que se fueron poniendo por escrito; tampoco
contamos con los escritos autógrafos. La Iglesia ha declarado que estos son Palabra de
Dios.

3
Cf. SAN JUAN CRISÓSTOMO, Catequesis Bautismales VII, 17; cf. SAN AGUSTÍN, Tratados Sobre el Evangelio
de Juan 120, 2).
4
SAN IRENEO, Contra la Herejías, Libro 3, 17, 1. Liturgia de la Horas; Oficio de lectura del domingo de
Pentecostés, segunda lectura.

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Lo que es claro que Jesucristo dono el Espíritu Santo y en ese momento confía una misión:
«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación». (Mc 16,15).
Una vez recibido el Espíritu Santo, los apóstoles salen a predicar, a anunciar que la muerte
está vencida. Esto es una experiencia profunda, más allá de sentimentalismos e
intelectualismos, la experiencia de que Cristo crucificado ha pagado por nuestros pecados.
Entonces todo se ilumina, comprendemos el sentido de la vida, la razón de ser. Esto es lo
que expresa el signo de la luz en el Bautismo y la Vigilia Pascual.
Todo esto se manifiesta en el amor: “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a
la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte.” (1 Jn
3,14).
Origen Divino de la Misión de la Iglesia
Los discípulos después de la Ascensión del Señor, permanecen por un tiempo en
Jerusalén, se reunían todos los días para orar, para oír la enseñanza de los apóstoles, para la
fracción del pan, y tenían todo en común (Hch 2,42-44).
La primera comunidad cristiana todavía estaba vinculada al Templo,
Hubo dos razones que motivaron la evangelización: Las Persecuciones y la movilidad
propia de los comerciantes sirvió para que se difundiera el Evangelio.
Luego los Apóstoles también empiezan a moverse: Tomás a la India, Juan y la Virgen
María a Éfeso…
Se empiezan a fundar pequeñas comunidades, la Iglesia de Jerusalén va dejando las
sinagogas. De este modo, nacen la Iglesias
particulares, fundadas por los apóstoles… “Los apóstoles no fueron obispos
de iglesias particulares, sino solo
Las Iglesias particulares son de Origen Divino eso, “apóstoles”, y como tales ellos
La única Iglesia Universal que existe en y desde las eran responsables del mundo
Iglesias particulares. entero y de la Iglesia entera que se
iba a ser construida: la Iglesia
No hay Iglesia Universal sin Iglesia particular
universal precede a las Iglesias
No hay Iglesia particular sin Iglesia Universal. locales, las cuales vienen a existir
La Congregación para la Doctrina de la fe indica que como su realización concreta.”
primero nació la Iglesia Universal que nace en Joseph Ratzinger
Pentecostés hablando todas las lenguas5. La Iglesia de
Jerusalén es como una madre que va engendrando las otras iglesias.6
Otros autores sostienen que primero existió una Iglesia particular, la de Jerusalén, y de esta
nacen otras Iglesias particulares que formarán la Iglesia Universal.
Monseñor Javier sostiene que Iglesia Universal y Particular nacen al mismo tiempo.

5
Congregación Para la Doctrina de la Fe, carta Communionis notio, n°9.
6
Dice Ratzinger: “El hecho de que la única Iglesia, la única novia de Cristo, la cual continúa la herencia del
pueblo de Israel, de Sión, la “Hija” y la “novia,” tiene precedencia sobre la concretización empírica del
pueblo de Dios en las iglesias locales es tan evidente en la Escritura, y en los Padres que es difícil para mí
entender la a menudo repetida contestación a esta afirmación. Es suficiente releer el Catolicismo de De
Lubac (1938) o su Méditation sur l’Eglise, 3d ed. (1954), o los maravillosos textos que H. Rahner ha reunido
en su libro Mater Ecclesiae.” (RATZINGER, J., Communio: International Catholic Review 25, n. 3, 1998,
conferencia The Theological locus of Ecclesial Movements.)

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El Colegio episcopal no puede existir sin el Papa, y el Papa no puede existir sin el Colegio
Episcopal.
La permanencia en el Colegio Episcopal depende de comunión con Pedro y de la
comunión con los otros miembros del Colegio.
La Iglesia de Roma nos preside en la caridad. El vínculo de la Iglesia particular con roma
es el Obispo. No se puede decir que estamos en comunión con el Papa si no estamos en
comunión con nuestro Obispo, No podemos decir que estamos en comunión con Cristo si
no estamos en comunión con el Papa.
El Papa es Vicario de Cristo en toda la tierra; el Obispo es Vicario de Cristo en su diócesis.
El primado de Pedro no es solo de honor sino también de Jurisdicción.

Papa

La Iglesia Particular es de derecho divino, no así la parroquia ni el decanato.


La única Iglesia fundada por Jesucristo subsiste en la Iglesia Católica (LG 8), es ella la
única que posee todos los medios de salvación. La Iglesia Católica no agota la Iglesia de
Cristo. Los que se han separado de la Iglesia se han llevado algunos elementos de la
Iglesia, pero no nos los han quitado.
Jesucristo entrega a su Iglesia:
- La Plenitud de la Revelación está en Cristo: Él ha dicho: “el que me ve a mí ve al Padre”.
Jesús ha confiado el depósito de la fe. El contenido de este depósito es Dios, por lo tanto,
es infinito y vamos conociéndolo y profundizando en él poco a poco. Hoy sabemos más de
la Iglesia que Pedro y Pablo, pero, en contraste, ellos vivieron la Iglesia y a Cristo con
mucha mayor intensidad que nosotros.7
El Concilio Vaticano II ha querido volver a las fuentes, es decir recuperar esa intensidad y,
con ayuda de la ciencia, comprender y entender mejor el depósito de la fe y recuperar lo
que se había olvidado.
La triple dimensión de la misión de la Iglesia: Palabra, Sacramentos y Fe (Misma doctrina:
Palabra + tradición, Magisterio)

7
Dirá Henri De Lubac: “Progresar en el campo del conocimiento analítico no entraña siempre un avance en
la inteligencia vital. ¿Cómo podríamos pretender, por ejemplo, que nuestra conciencia de lo que es la Iglesia
ha progresado mucho en comparación con los tiempos de un San Ireneo o de un San Pablo? Lo que se llama
desarrollo del dogma no es más que un progreso relativo, porque la fe recibida de los apóstoles ha sido
transmitida a la Iglesia «de una vez por todas», como lo recuerda la Constitución Dei Verbum (n. 8). Lo cual,
por otra parte, no quiere decir que el desarrollo del dogma, por muchas razones, deje de ser necesario” (DE
LUBAC, H., Diálogo sobre el Vaticano II, BAC, Madrid 1985, 50).

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Los 3 elementos de comunión eclesial son: Fe, Sacramentos y Jerarquía. En la medida en


que otras comunidades tengan estos elementos CIC 1371 Debe ser castigado con una
depende el grado de comunión con nosotros. pena justa: […]
2º. quien, de otro modo, desobedece a
La Iglesia Universal no es la suma de Iglesias la Sede Apostólica, al Ordinario o al
particulares, no es una federación, es comunión. Superior cuando mandan o prohíben
¿Qué garantiza que una comunidad está en comunión algo legítimamente, y persiste en su
desobediencia después de haber sido
con la Iglesia? amonestado.
1. La comunión con el obispo. CIC 1373 Quien suscita públicamente
la aversión o el odio de los súbditos
2. La comunión unos con otros. contra la Sede Apostólica o el
La comunión es afectiva (afecto colegialis) y efectiva. Ordinario, con motivo de algún acto de
potestad o de ministerio eclesiástico, o
Si no es efectiva no es comunión.
induce a los súbditos a desobedecerlos,
Existe una sanción canónica por si uno no obedece a debe ser castigado con entredicho o
su obispo o si promueve la desobediencia a su obispo. con otras penas justas.

Siglo I
Cuando los Apóstoles dejan las comunidades, establecen jefes por la imposición de sus
manos y por la oración consecratoria, por ejemplo, Timoteo en Éfeso y Tito en Creta.
En la época apostólica no existían aun las parroquias. Una diócesis era una comunidad, una
Iglesia particular y su pastor era el Apóstol o en su defecto, el obispo que este hubiera
delegado.
Siglo II
San Justino, en su apología, da testimonio de la celebración de la Eucaristía: “El día que se
llam día del solo tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la
ciudad o en el campo…”8 Había una sola Eucaristía.
Poco a poco se empezó a permitir que presbíteros presidan a una determinada comunidad,
pero no eran párrocos, sino coadjutores, meros ayudantes del obispo, y celebraban como
presencia del obispo en esa comunidad local. San Ignacio de Antioquía afirma que los
presbíteros son la corona del Obispo9.
Con el aumento del número de discípulos sea hace cada vez más difícil la atención y guía
del Pueblo de Dios desde un solo centro. Plinio el joven hace constar que empiezan a
surgir comunidades en los campos y los templos paganos se empiezan a vaciar.
La gente en la ciudad también empieza a abandonar los templos paganos, pero aún no
existía templos cristianos, y la Iglesia se reunía en casas (Domus Ecclessiae), pero no había
lugar para todos, entonces se empiezan a reunir en más casas y se delegan más presbíteros.
San Justino atestigua que “cada uno va donde puede”.
Siglo III
En Roma había varias Domus Ecclessiae, en la actualidad se conoce que existieron por lo
menos veinticinco. En cada casa celebraba un presbítero. Inicialmente existía un solo altar,
en el cual el Obispo realizaba la Eucaristía. Los demás eran una especie de actualizaciones
de ese altar, dejando ver la importancia de la figura del Obispo.

8
SAN JUSTINO, Apología 1,65.
9
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, A los Magnesios, XIII,1.

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Signo del fragmentum viene de esta época: Se entregaba un trocito del pan consagrado por
el Obispo y durante la consagración lo introducían en el cáliz como signo de comunión con
el Obispo.
Los presbíteros no tenían una comunidad asignada de manera permanente, y vivían en
torno al Obispo de forma colegial.
San Hilario de Poitiers dice que “en cada ciudad debe haber un Obispo y el número
suficiente de presbíteros para atender a las comunidades y para enviarlos de dos en dos,
como Cristo a sus discípulos.
Siglo IV
Los presbíteros empiezan, delegados por su obispo, a quedarse a vivir en lugares lejanos –
esto es el primer germen de la parroquia: un presbítero que guía una comunidad en nombre
del obispo.
Siglo V
Según una carta enviada por Teodoreto de Ciro al Papa San león Magno, existían 800
comunidades, pero sin delimitación territorial. Estas comunidades crecían por el celo de los
presbíteros, pero a la vez surgen dificultades.
El Papa Sócimo dispone que los Obispos fijen territorios para sus presbíteros.
Miles de personas entran en la Iglesia, se empieza a deteriorar el clero por falta de
iniciación cristiana. Así mismo, el Obispo no se da abasto para visitar las comunidades ni
atender al clero.
Entonces los Obispos empiezan a ordenar otros obispos, denominados como obispos
rurales –antecedente de los obispos auxiliares– que se encargan de acompañar a los
presbíteros y las comunidades y la vez son nexo entre los presbíteros rurales y el Obispo.
Los obispos rurales no podían ordenar presbíteros y diáconos.
Los Obispos salían poco de su sede y gobernaban a través de sínodos diocesanos y
provinciales.
El Papa Pablo VI recuperó los sínodos en torno al Concilio Vaticano II. El Papa Francisco
hace mucho énfasis en la sinodalidad de la Iglesia. Santo Toribio de Mogrovejo realizó
muchos sínodos, llamados limenses, pero que no se celebraron únicamente en Lima sino en
muchos lugares diversos.)
El Obispo convocaba a los representantes de las distintas comunidades, legislaba y daba
pautas sobre como conducir a la Iglesia.
En estos sínodos se legisla sobre la potestad de los presbíteros: predicar, bautizar, celebrar
la Eucaristía e incluso practicar el sacramento de la penitencia de forma privada, ya que la
celebración de la penitencia pública, por la que los penitentes retornaban a la comunidad,
estaba reservada al Obispo (La práctica priva da la penitencia fue introducida en Europa en
el siglo VII por los misioneros irlandeses. Cf. CEC 1447). Los presbíteros no podían
confirmar.
Así mismo, no existían bienes parroquiales, sino diocesanos, que eran administrados por
los presbíteros, que entregaban una parte al Obispo, quien se encargaba de que no faltara
nada a la parroquia para su funcionamiento.
Este siglo estuvo marcado por la invasión de los bárbaros a Europa, y por la destrucción
que dejan a su paso. Destruyen parroquias y templos.

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Administración parroquial

Siglo VI
Rey Clodoveo es bautizado (496), las tribus germánicas se convierten al cristianismo, y se
comienzan a construir otra vez los templos, no solo los obispos, sino también los nobles y
señores feudales, que construían sus propios templos que eran parte de su propiedad
privada, bajo la pretensión de que los ingresos de esos templos eran suyos. Para esto
contrataban un presbítero, que recibía un pago de una parte de los ingresos. Aparece así la
noción de parroquia como “beneficio personal” que arraigó fuertemente en la edad media
y en algunos lugares perdura hasta hoy.
Bajo el concepto de parroquia como “beneficio personal”, no se distinguía entre ingresos
de la parroquia e ingresos del párroco, todo era suyo y no rendía cuentas a nadie.
Los obispos y el clero se comienzan a deteriorar. La Jerarquía se corrompe al perder la
esencia de lo que es ser Obispo y Presbítero.
Los señores feudales tenían dos tipos de gente: siervos y esclavos.
Presentaban, así, uno de sus siervos al obispo, para que lo ordenase presbítero, y este
pasaba a ser un empleado suyo. Esto se hacía por dádiva.
El problema era que el nuevo presbítero no dependía del Obispo sino del señor feudal de
quien era asalariado. Si este despedía a presbítero, este pasaba a ser presbítero vago. Los
presbíteros así ordenados no tenían formación filosófica ni teológica.
Aparece así lo que se denominó como el bajo clero, caracterizado por su ignorancia
(muchos no sabían leer ni escribir), y su dependencia servil del señor feudal. En este
sentido era un clero empobrecido: no predicaban, solo celebraban sacramentos,
bendiciones de campos y establos, limpiaba el templo, fungían de sacristanes, etc. No
había cura de almas organizada, ni catequesis de preparación a los sacramentos.
En esta coyuntura, los Obispos empiezan a crear Escuelas Catedralicias para formar a su
clero. Por ejemplo, la fundada por Cesareo de Arlés (470-543), de la cual salía un clero
excelente: estudiaban, rezaba y vivían en comunidad.
La organización feudal estaba muy arraigada y no se podía hacer nada. Para contrarrestar
esta situación, los obispos edifican sus propios templos para que la gente recurra a ellos, a
la vez, a los presbíteros de los señores feudales les retira la facultad de bautizar, de seste
modo, los bautizos se hacían en los templos que dependían de los obispos. Entonces, surge
otra dificultad: los presbíteros que dependían del obispo no se daban abasto para bautizar.
Por esta razón, los obispos autorizan la celebración de bautizos y exequias en los templos
de los señores feudales. Se genera cierta rivalidad entre el clero dependiente del Obispo y
el clero de los señores feudales.
Siglo VIII
El Papa san Zacarías emite una Bula/carta en la que recuerda que solo el Obispo tiene
derecho a nombrar presbíteros y elegirlos para cualquier templo. Pero esta medida no
surtió efecto, aumentado el “bajo clero”.
El concilio germánico dispone que todos los presbíteros deben rendir cuentas al Obispo
una vez al año, recoger los oleos sagrados y recibir al obispo en visita pastoral, personal o
por medio de un delegado.
Siglo IX
El Papa Eugenio II reconoce oficialmente a la Iglesias privadas y les da el mismo estatus
que aquellas fundadas por el Obispo.

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San León IV (847-855), confirmó la decisión de Eugenio II.


Siglo X
Gregorio VII (1073-1085) intentó llevar a cabo una reforma, pero no prosperó.
Siglo XII
Alejandro XIII para controlar un poco la situación, firma acuerdos con los señores
feudales, denominados concordatos, que les reconocían ciertos derechos sobre sus iglesias,
así como el derecho de presentar candidatos al presbiterado. Una restricción que tenían era
que no podían vender el Templo.
Estos concordatos muchas veces no se respetaban, y dado que se veían los templos como
un negocio y una fuente de ingresos, estos se vendían y se subastaban.
Así mismo, muchos monasterios habían perdido parte de sus tierras al ser invadidos por lo
bárbaros y, al no poder mantenerse, se reagrupaban y vendían algunos monasterios.
El patronato sobre el templo pasaba a un nuevo propietario.
Los señores feudales construyen más templos, pero no había más presbíteros. Los fieles
tenían templos, pero no sacramentos.
Todo lo que la Iglesia tenía en sus inicios se fue diluyendo poco a poco. Los presbíteros no
tenían celo, no daban catequesis, no predicaban. El cristianismo se había convertido en una
religión más, basada en ritos, fiestas patronales, y se contemplaba el deterioro de los laicos,
presbíteros y obispos, que vivían como señores feudales, no estaban en su territorio,
subastaban sus diócesis al mejor postor, quien era ordenado obispo. Era una época oscura
de la Iglesia.
Pero Dios no abandona nunca a su Iglesia, de la cual el Señor Jesús dijo que las puertas del
infierno no prevalecerán contra ella.
Dios suscita las órdenes mendicantes y dos grandes santos: Francisco y los frailes menores,
y Domingo y la Orden de predicadores.
Ambos se dedican a predicar y se empieza recuperar la cura de almas que se había perdido.
Las órdenes mendicantes reciben el apoyo del Papa, que ve en ellas una ayuda para la
Iglesia y para el clero. Mucha gente los sigue, y el clero se empieza a preocupar al verse
denunciados por la radicalidad de los mendicantes, pero aparece también la envidia.
Empiezan las persecuciones: los párrocos prohíben a sus fieles irlos a escuchar, algunos
obispos prohíben darles limosna bajo pena de excomunión.
Siglo XV-XVI
Indulgencias: Remisión de las penas
Martín Lutero, monje Agustino, se temporales de los pecados ya perdonados. Su
escandaliza de la pobreza del clero secular. fundamento es bíblico: “La limosna libra de la
Empieza a predicar la conversión. Tenía muerte y purifica de todo pecado. Los
razón en lo referente a la situación limosneros tendrán larga vida” (Tb 12,9); y
deplorable del clero. teológico: Cristo ha dado a la Iglesia la
Inicia una controversia contra las potestad de administrar sus dones y sus
indulgencias, que originalmente no tenían méritos, y los méritos de la Virgen María y de
un fin lucrativo. El problema fue que las los Santos. En sí mismas, las indulgencias son
invasiones germánicas habían dejado a su una cosa bellísima y buenísima, y es necesario
paso la destrucción de muchos templos, y hablar y enseñar a la gente sobre ellas.
los Obispos se veían necesitados de dinero

11
Administración parroquial

para las reconstrucciones, lo que motivó la venta de las indulgencias, olvidando que el
primer requisito para obtenerlas es precisamente detestar el pecado. En esa época se
permitía aplicar una indulgencia por una tercera persona que aún estuviera viva.
Después de esto ha habido cierto desprecio a las indulgencias, que perdura hasta hoy,
debido a la mala fama que adquirieron.
El Papa era consciente de esto, pero no tenía las maneras para cambiar la situación.
El gran error de Lutero fue no fiarse del Papa y ponerse por encima de él, que en el fondo
es no fiarse de Dios, puesto que el Papa nos vincula a Cristo y a la Iglesia de todos los
tiempos.
El Papa no era impasible a las inquietudes de Lutero, e intentó entablar diálogo con él, pero
Lutero no aceptó, se rebeló y origino el cisma de Occidente, originando gran daño a la
Iglesia y a la humanidad, rasgó la túnica inconsútil de Cristo.
Grandes errores de hoy tienen su raíz en el cisma luterano: ideología de género,
matrimonio gay. Lutero jamás pensó en todas las consecuencias de su proceder. Lo que
queda claro es que, si te apartas un milímetro de la verdad, terminarás muy lejos de ella, es
solo cuestión de tiempo.
Tiembla si te apartas de la comunión con tu Obispo y
con el Papa. Comunión afectiva y efectiva. El Papá tiene
una visión más amplia que los obispos, y los obispos,
más amplia que los presbíteros, ven mucho más. Es
necesario fiarnos del Papa y del Obispo.

La única Iglesia fundada por Jesucristo subsiste en la Iglesia Católica (LG 8).
Dios siempre saca del mal un bien mayor. Del cisma se valió para suscitar el gran bien que
fue el Concilio de Trento (1545-1563), para lo cual suscitó a su vez grandes teólogos.
A través de este Concilio Dios estaba preparando la evangelización de Asia y América, que
daría grandes santos a la Iglesia: Santo Toribio, Santa Rosa, San Martín, San Juan Masías.
Dios hacer surgir una oleada de santos que sostienen a la Iglesia en tiempo de crisis.
Trento llevó a cabo la renovación del Clero, la recuperación de la figura del Obispo como
Pastor:
1. No es un Señor Feudal.
2. Debe estar en medio de su grey (Obligación de residencia).
3. Debe anunciar el Evangelio.
4. Debe cuidar que los fieles sean atendidos a través de los presbíteros (atención
pastoral de los fieles).
5. Obligación de la visita pastoral, sea personalmente, sea a través de un delegado.
6. En cuanto a los presbíteros, se crean lo seminarios para su formación.
En cuanto al Párroco:
1. Es responsable directo de la cura de almas.
2. Tiene la obligación de predicar.
3. Tiene la obligación de residencia en la parroquia.
4. Debe cuidar la acción catequética orientada a niños y jóvenes.

12
Administración parroquial

En cuanto a la Parroquia:
1. Ya no es un centro de trabajo sino un lugar de misión.
2. Se termina con los beneficios personales.
3. Debe tener un territorio que no sea ni demasiado grande, ni muy pequeño.
El Concilio también reguló las relaciones JuanPablo II: “Recomiendo que se difundan y
entre el Obispo diocesano y las órdenes que sean usados (los movimientos) para dar
religiosas. Dispuso la participación de las energía fresca, especialmente entre los
órdenes religiosas en la cura pastoral, en jóvenes, a la vida Cristiana y a la
comunión con el Obispo y bajo su guía.
evangelización, dentro de una visión plural
Exhorta a las órdenes religiosas a
de los caminos en los cuales los cristianos
someterse a los obispos en lo que refiere a
pueden asociarse y expresarse”
la cura pastoral; y exhorta a los obispos a
(Redemptoris missio, 72 )
acoger los carismas de las órdenes
religiosas. Benedicto XVI exhorta a los movimientos a
Frutos del Concilio de Trento: insertarse con humildad en la vida
diocesana; y a los pastores a acogerlos con
Como en toda época de renovación, Dios
caridad.
suscita grandes santos: Carlos Borromeo;
Toribio de Mogrovejo, que fundó el primer
seminario del nuevo mundo.
Este proceso de renovación de la Iglesia inició en torno a Trento y con este Dios fue
preparando a la Iglesia para el descubrimiento de América.
Las órdenes religiosas organizaron misiones populares, Aparece san Ignacio, sus Ejercicios
Espirituales y la Compañía de Jesús; aparecen también “Pías Uniones”, que eran
asociaciones de fieles que se dedicaban a diversas obras sociales. Es un tiempo de
efervescencia en la Iglesia.
En España, Dios suscita al rey Fernando y la Reina Isabel quienes, junto con el Cardenal
Cisneros, reformaron el clero de Castilla.
Cuando se descubre América, Cisneros va de convento en convento predicando y pidiendo
voluntarios misioneros, obteniendo gran respuesta. Muchos se ofrecían a ir y también a
morir.
Muchos misioneros morían, debido al choque bacteriano. Según Bartolomé De las Casas,
los mil que partieron con él murieron en el lapso de un año (un poco exagerado).
La relación entre Obispos y órdenes religiosas no siempre fue buena y, aunque se ha
mejorado mucho, aún no es muy buena en algunos lugares, ya que las órdenes religiosas no
llegan a insertarse plenamente en la vida diocesana. En su época, denunciaron a Santo
Toribio ante la Santa Sede.
Trento marcó la vida de la Iglesia hasta el Concilio Vaticano II. En esos cinco siglos, se
fue tomando en cuenta la importancia de la parroquia y se ha ido plasmando mejor el
ministerio episcopal como un servicio pastoral más que administrativo. Antes los obispos
eran prácticamente inaccesibles, los vicarios se encargaban de asuntos administrativos, la
vida de las diócesis y las parroquias eran fundamentalmente administrativas, y se veía poco
al Obispo.
Ahora, el Obispo guía y está en medio de su rebaño, son pastores con olor a oveja (Papa
Francisco). Aunque hay algunos obispos que aún no han cambiado, son pocas excepciones.

13
Administración parroquial

Las órdenes religiosas van recuperando el fervor, los párrocos van cambiando su visión, y
se recupera la imagen de pastor.
Así empieza a prepararse el Concilio Vaticano II.
Surgen también realidades supraparroquiales y extraparroquiales, por ejemplo, los
Cursillos de Cristiandad, con su propio centro, con un presbítero delegado por el Obispo
como asesor eclesiástico.
Así llegamos al Concilio Vaticano II que, en palabra de Congar, dio un giro copernicano
en la autocomprensión de la Iglesia. Esta autocomprensión ha ido madurando a lo largo de
los siglos, y el Concilio Vaticano II no rechaza nada de lo antiguo, sino que recoge los
tesoros de todos los tiempos.
LG 8 nos ofrece un resumen de toda la tradición: La Iglesia es la comunidad de discípulos
en el amor (Evangelio de Juan); es el Cuerpo de Cristo (San Pablo); es Sacerdocio Real
(San Pedro).
Siglo XIX
El Concilio Vaticano I se desarrolló en tiempos de dificultad en las relaciones Iglesia-
Estado. El cesaro-papismo, las dos espadas.
Se concebía a la Iglesia como la sociedad perfecta, y su estructura era piramidal. Esto
respondía a un contexto histórico, y buscaba destacar el papel de la Jerarquía frente al
emperador y luego frente a Lutero. La concepción como tal no es errónea, sino que
enfatiza algunos aspectos por sus matices.
El Concilio Vaticano II describe a la Iglesia como Comunión para la misión. No es que la
pirámide se haya invertido, como pretende la visión comunista:

Un canto comunista recitaba: “que la tortilla se


vuelva, que los pobres coman pan y los ricos
m…”

La Eclesiología de comunión entiende la Potestas como servicio, pero como ocurre


siempre, hay distintos puntos de vista.
En 1962, por influencia de las ciencias sociales, se van introduciendo ideologías de
izquierda en la Iglesia, surge una gran tensión entre ultraconservadores que no quieren que
se cambie nada y creen que la Iglesia es una pieza de museo.
Hacia fines del siglo XIX aparece la “Acción Católica” que pasó a ser como el “brazo
largo” del obispo. Los laicos piden ser formados para participar activamente en la
santificación del orden temporal (vida política, académica, profesional, etc.) y los
presbíteros empiezan a darse cuenta de que no pueden hacerlo todo.
Aparecen los movimientos Bíblico, Patrístico, Litúrgico y Ecuménico. Todos estos van
preparando la irrupción del Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II, que sería una gran
renovación de la Iglesia por:
1. El redescubrimiento de la Pascua y con ella la renovación litúrgica.

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Administración parroquial

2. El redescubrimiento de la Iglesia como comunión. La Iglesia es Sacramento


Universal de salvación (LG 1).
3. La importancia de hacer accesible a los laicos las Sagradas Escrituras.
4. El cambio (renovación) de la relación Iglesia – Mundo. A raíz del modernismo, la
Iglesia había tomado distancia respecto del mundo. Un poco antes, las relaciones
Iglesia–Estado habían empezado a deteriorarse a causa del materialismo, de las
guerras mundiales, la aparición de Hitler, del comunismo, así como del
materialismo consumista, que será germen del laicismo.
Entonces la Iglesia se puso frente al mundo como en contraposición, y se veía al
mundo como enemigo de la Iglesia.
Juan XXIII en su discurso inaugural del Concilio dijo: “En nuestro tiempo […] la Esposa
de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia más que la de la severidad. Ella
quiere venir al encuentro de las necesidades actuales, mostrando la validez de su doctrina
más bien que renovando condenas.”10
Los Concilios anteriores declaraban doctrinas, dogmas y emitían anatemas. Ahora ya no se
veía al mundo como enemigo de la Iglesia, sino como su lugar de misión.
Al tiempo del Concilio ya se había infiltrado en la Iglesia cierta influencia luterana-
protestante, que es la base sobre la que ha crecido el laicismo, fruto del protestantismo. En
el aula conciliar se vivía tensión entre el ala “ultraconservadora” liderada sobre todo por
los cardenales de la curia romana, que no quería cambios en la Iglesia y, por otro lado, un
grupo de obispos más o menos fuerte, más o menos significativo, autodenominado como
“progresista”, que querían el cambio total de la Iglesia. La tensión era tal, que algunos de
los documentos del concilio estuvieron a punto de naufragar, por ejemplo, la Lumen
Gentium, que requirió la intervención del papa Pablo VI, quien tuvo que imponer un receso
en las sesiones.
El Papa Pablo VI tenía mucha mano izquierda, sabía cómo manejar las relaciones, supo
superar los escollos y llevar a buen puerto el Concilio.
El joven teólogo Joseph Ratzinger, que participó como perito, como secretario del cardenal
Frings, era de la rama progresista, y poco a poco fue madurando su posición.11
Antes de la renovación Conciliar, la tarea de los teólogos se limitaba a hacer entendible la
doctrina. Ahora, los teólogos comienzan a lanzar nuevas proposiciones, pero algunos,
lamentablemente, se apartan del magisterio.
Los Obispos progresistas firman el “Pacto de las Catacumbas” en el que se comprometen a
luchar por una Iglesia distinta.
Pablo VI lleva a término el Concilio Vaticano II, sin embargo, algunos obispos y sus
teólogos no aceptan el Concilio. Se ven dos grupos:
1. Ultraconservadores: entre ellos Marcel Lefevre, pero no es el único. Este salió de la
comunión con la Iglesia. Otros permanecen en la Iglesia, pero ponen en duda la
validez del Concilio.

10
JUAN XXIII, Discurso en la Solemne apertura del Concilio Vaticano II, jueves 11 de octubre de 1962.
11
La distinción entre “progresistas” y “conservadores” quizá no sea la más adecuada. Dice De Lubac: “Si
estas dos palabras no significan más que dos tipos de temperamentos humanos, igualmente honorables los
dos y cuya cooperación puede ser preciosa, como la unión de la audacia y la prudencia, son entonces
etiquetas políticas, que pueden falsear incluso el alcance de una política. En el caso del Concilio, en el que
cuenta sobre todo la búsqueda de una unanimidad moral, bajo la invocación del Espíritu de Dios, están
fuera de lugar.” (DE LUBAC, H., Diálogo sobre el Vaticano II, BAC, Madrid 1985, 31).

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Administración parroquial

2. Ultra progresistas: estos hacen más bulla, sus teólogos comienzan a hablar del
“espíritu del Concilio” y, amparándose en ese “espíritu” desconocen la letra del
Concilio.
A este respecto, Benedicto XVI en un discurso a la curia en la Navidad del 2005, explicó
que la renovación de la Iglesia debe hacerse siempre en la continuidad, porque la Iglesia no
puede negarse a sí misma, ya que esto origina una ruptura:
“La hermenéutica de la discontinuidad corre el riesgo de acabar en una ruptura
entre Iglesia preconciliar e Iglesia posconciliar. Afirma que los textos del Concilio
como tales no serían aún la verdadera expresión del espíritu del Concilio. Serían el
resultado de componendas, en las cuales, para lograr la unanimidad, se tuvo que
retroceder aún, reconfirmando muchas cosas antiguas ya inútiles. Pero en estas
componendas no se reflejaría el verdadero espíritu del Concilio, sino en los
impulsos hacia lo nuevo que subyacen en los textos: sólo esos impulsos
representarían el verdadero espíritu del Concilio, y partiendo de ellos y de acuerdo
con ellos sería necesario seguir adelante. Precisamente porque los textos sólo
reflejarían de modo imperfecto el verdadero espíritu del Concilio y su novedad,
sería necesario tener la valentía de ir más allá de los textos, dejando espacio a la
novedad en la que se expresaría la intención más profunda, aunque aún
indeterminada, del Concilio. En una palabra: sería preciso seguir no los textos del
Concilio, sino su espíritu.”12
El “espíritu” no puede sustituir a la letra del Concilio.
Pablo VI aprobó los documentos conciliares. El Concilio no puede publicar documentos
por sí mismo.
El progreso y la renovación, no pueden ir nunca separados de la tradición.13
Los progresistas se ponen en contra de Pablo VI tras la publicación de la Humanae Vitae.
Los obispos contestan públicamente al Papa en los medios de comunicación. Esto fue un
gran sufrimiento que acompañaría a Pablo VI los últimos años de su vida: el ver la
comunión episcopal resquebrajada… “Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas” (Mt
26,31).
La crisis tenía 3 aspectos:
1° Interpretación errónea de las Escrituras.
2° Pérdida de la visión jerárquica de la Iglesia. Estos van de la mano con la crisis
de la humanidad
3° Crisis de la Teología moral.

No se puede predicar lo que se le ocurra a uno, por más bello que parezca; es necesario:
1° preparar las homilías, siempre, rezando, dialogando con el Señor.
2° Tener en cuenta con quien se va a celebrar (Asamblea), conocer la situación de la
comunidad.

12
BENEDICTO XVI, Discurso a los Cardenales, Arzobispos, Obispos y Prelados Superiores de la Curia Romana,
Jueves 22 de diciembre de 2005
13
Sobre el tema de la renovación, ver la conferencia de Joseph Ratzinger “¿Qué significa la renovación de la
Iglesia?”, pronunciada el 10 de junio de 1965, en Munster, ante la Sociedad de Estudiantes Católicos,
publicada en El Nuevo Pueblo de Dios, Herder, Barcelona 1972, 297-312)

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Administración parroquial

3° Leer a los Santos Padres.


4° Leer el Magisterio.

Excursus sobre la Homilía

La homilía no es una clase, no es un evento académico, donde tienes que demostrar tus
afirmaciones citando un montón de autoridades, porque la gente se marea. La homilía
dominical debe empezar a prepararse el lunes o, a más tardar, el martes.

Ustedes van a ser pastores, no solo líderes, ser pastor es otra cosa.

La labor del Pastor:

“… en verdes praderas me hace reposar” (Sal 23).

La labor es llevar a la gente al cielo. Uno no puede hacerlo. Cristo sí puede, entonces es
necesario llevar a Cristo a la gente y la gente a Cristo, pero para llegar hace falta caminar,
avanzar. En este sentido, el kerigma es importante, pero no puedes estar repitiendo siempre
lo mismo, porque no haces avanzar a la gente.

Dios tiene un plan, no hace lo que se le ocurre. Nosotros también necesitamos un plan, que
responda a la realidad y necesidad del ser humano.

Con la homilía se va llevando a la asamblea de la mano. Ser pastor es una cosa bellísima
cuando uno se dedica…

Para esto es fundamental la intimidad con el Señor. La única manera de ser feliz en este
mundo es siendo uno con Jesucristo, seas casado o seas presbítero.

La vida se encuentra dándola, donándola. En el mundo se vive cada uno acaparando su vida,
guardándosela. Esto es endemoniado –ser el centro del queque, la última coca cola del
desierto.

Nosotros vamos descubriendo que la plenitud de la vida se alcanza en la donación, en el amor.


Jesús dice: “Nadie me quita la vida, yo la doy libremente… y la doy porque sé que la voy a
recobrar” (cf. Jn 10,17-18). Si no, es imposible darla. Si no tienes una fuente que te re-dona la
vida constantemente, sientes que se te empieza a acabar y te asustas porque te vas a morir…
“estoy sufriendo demasiado… me voy a relajar un poco…”, y empiezas a darte unas licencias:
miradas a mujeres, que van inflamando el deseo y, con esas faltas, se empieza a debilitar el
espíritu progresivamente, pues nadie cae en un pecado mortal de un día para otro. Es como la
muerte dulce, te sigues envenenando y mueres ¡Dios nos libre!

Jesús le habla a la samaritana de una fuente que salta hasta la vida eterna (cf. Jn 4,14), que es
el Espíritu Santo que te va regenerando.

El Papa Francisco dice: “El servicio por amor es fuente de alegría. El servicio por obligación es
esclavitud.”

El secreto es la intimidad con el Señor, que no se reduce a rezar la Liturgia de la Horas,


escrutar, el Rosario, etc. Muchos hacen todo esto y no tienen intimidad con el Señor. La
Oración vocal es importante… también leer el Magisterio, dejarse llevar por los santos a la
intimidad con el Señor, estar ante el santísimo, contemplar la cruz… Cristo en ti, ser uno con
él. Esto hace posible la donación y ahí está la felicidad.

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Administración parroquial

Ratzinger ha hablado mucho sobre la interpretación de la Biblia. Es necesario tener


cuidado, pues puedes tener ideas estupendas, puedes enfervorizar a la gente, puedes
ganarte sus aplausos, pero estar arruinado y traicionando el ministerio.
1° Individualismo: Yo y Dios, yo tengo mi verdad y tú la tuya, y no existe la Verdad
trascendente.
2° Pérdida de la visión jerárquica de la Iglesia. Esto va de la mano con la crisis de
autoridad en el mundo, que a su vez va unida con la crisis del Padre, con mayo del ’68 y su
slogan “Prohibido prohibir”, que llevó al eclipse del padre.
Esto tiene su raíz con Lutero, que niega la autoridad, haciendo del pastor un mero
animador de la comunidad. Hoy, por ejemplo, hay comunidades religiosas que ya no tienen
superiora, sino “coordinadora” o “animadora”.
3° Crisis de la moral. Empieza con la contestación de la Humanae Vitae, luego con la
moral de la “opción fundamental” que Juan Pablo II refutó en la Veritatis Splendor. La
“opción fundamental” también es protestante: haces una opción por Jesucristo y esto te
justifica para siempre, independientemente de las obras (Sola fide).
Papa Francisco dice que la pedofilia tiene su raíz en el clericalismo. Benedicto XVI con el
Cardenal Sarah dicen que la crisis del clero proviene de la relajación de la teología moral
en los seminarios.
La ‘Nueva Teología’ se fue abriendo paso poco a poco. Proponían una interpretación recta
del Concilio Vaticano II, la renovación en la continuidad: No se trata de dejar todo como
está, ni tampoco de re-fundar la Iglesia, las órdenes religiosas, etc. No es empezar de cero.
La pretensión de “re-fundar” proviene de la izquierda, por ejemplo, se habla de re-fundar el
País.
La renovación se nutre de la Sagrada Escritura, de la Tradición y del Magisterio, en ese
sentido, Juan Pablo II se refiere a la Nueva Evangelización como “nueva en sus métodos,
en su ardor y en sus formas de expresión”14, no en su contenido, no es ‘Nuevo Evangelio’.

14

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Administración parroquial

Excursus
¿Desde cuándo se empieza a usar la palabra Parroquia?
Proviene del griego paraeikía = junto a las casas
También paroikos= el extranjero, el que está de paso, lejos de su casa.
Ambos términos hacen referencia a personas que están lejos de su tierra, pero en medio de
las casas de la gente. San Pedro dice: “Queridos, os exhorto a que, como extranjeros y
forasteros, os abstengáis de las apetencias carnales que combaten contra el alma” (1 Pe
2,11).
La carta a Diogneto dice: “Toda tierra extraña es su patria; y toda patria les resulta
extraña.”15 Somos como itinerantes, peregrinos en este mundo, nuestra ciudadanía está en
el cielo. Estamos en este mundo de paso, para anunciar el Evangelio, sembrando la semilla
del Reino a través del ministerio presbiteral. También san Pablo dice: “Pero nosotros
somos ciudadanos del cielo” (Flp 3,20 y “Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino
conciudadanos de los santos y familiares de Dios” (Ef 2,19).
Clemente de Roma (s. I), en su carta a los Corintios, escribe: “La Iglesia de Dios que
peregrina en Roma a la Iglesia de Dios que peregrina en Corinto”16.
Los cristianos de Lyon, en una carta a los de Asia y Frigia (s. II), dicen: “Los siervos de
Dios que peregrinan en Lyon, en la Galia…”
En los inicios el término parroquia no se refería a la institución, sino a las personas, a la
comunidad, que convivían con los demás, pero no como los demás. Dice la carta a
Diogneto: “En efecto, los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por la nación
ni por la lengua ni por el vestido. En ningún sitio habitan ciudades propias, ni se sirven de
un idioma diferente ni adoptan un género peculiar de vida […]Habitan ciudades griegas y
bárbaras según le correspondió a cada uno; y, aunque siguen los hábitos de cada región en
el vestido, la comida y demás género de vida, manifiestan - y así es reconocido- la
admirable y singular condición de su ciudadanía. Comparten la mesa pero no la cama. 8.
Están en la carne pero no viven según la carne. Pasan la vida en la tierra pero tienen su
ciudadanía en el cielo. Obedecen las leyes establecidas pero superan las leyes con su
particular manera de vivir. Aman a todos pero son perseguidos por todos.”17
Esto se perdió con la masificación, el surgimiento de la cristiandad, la unión Iglesia –
Imperio. Se pierde la iniciación cristiana hasta nuestros días, originando el divorcio entre
fe y vida.
¿Qué había en el fondo de la manera de vivir de los primeros cristianos?
El Misterio Pascual de Cristo. En la medida en que comprendemos que Cristo nos pasa de
la muerte a la vida, nos traslada del reino de las tinieblas al reino del Hijo de su amor, en
quien tenemos la redención de los pecados (cf. Col 1,13). Muchas veces no nos damos
cuenta del amor preferencial que nos ha tenido Dios, que nos ha preservado de tantos
pecados, nos ha sacado de ahí… ¿Por qué no estoy en el mundo?

15
Carta a Diogneto V, 5.
16
SAN CLEMENTE DE ROMA, Carta a los corintios, introducción.
17
Carta a Diogneto V, 1-2.4.6-11.

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Administración parroquial

Capítulo II
LA PARROQUIA EN EL MAGISTERIO

I. En el Concilio Vaticano II

Lumen Gentium 28
Cristo ha hecho partícipes de su consagración y de su misión a los Apóstoles y sus
sucesores (Obispos), quienes a su vez encomiendan algunas de sus funciones los
presbíteros y diáconos (LG 8).
Los presbíteros no tienen la plenitud del sacerdocio, dependen del Obispo, a quien están
unidos en el honor del sacerdocio. Su misión consiste en:
1° Anunciar a todos la Palabra de Dios.
2° Celebrar el culto divino, especialmente la Eucaristía.
3° Ejerciendo en la medida de su autoridad la función de Cristo Pastor y Cabeza, reúnen y
guían a la comunidad.
El presbítero es un hombre de comunión. Esto es muy importante. Debe evitar cualquier
preferencia en la comunidad, en la parroquia, en el movimiento, etc. El presbítero es un
padre, y no hay nada que haga más daño que ver que un padre prefiere a uno de sus hijos.
Es necesario crear comunión.
Forman un único presbiterio con su Obispo, quien es el presidente. Los presbíteros hacen
presente a su Obispo, son sus colaboradores diligentes. La unión del presbítero con Cristo
pasa por la unión con su Obispo.
El presbítero no es un funcionario, es un sacramento, pero lo es por su participación en el
sacerdocio de Cristo, que no es directa, sino mediada por su obispo. Si el obispo se desgaja
de la vid de su Obispo, jurídicamente sigue siendo presbítero, además por el carácter que
imprime el sacramento, pero en lo profundo de su ser ese carácter se opaca, la savia ya no
fluye, ya no hay la mediación salvífica que requiere el vínculo con el Obispo.
El presbiterio no es un sindicato ni un “grupo de amigos”. Los presbíteros santifican y
rigen bajo la autoridad del Obispo. Por sí solo, el presbítero no es nadie. Hace visible en
cada lugar a la Iglesia universa y procura colaborar en el trabajo pastoral de toda la
diócesis y toda la Iglesia.
Además, los presbíteros reconocen en el Obispo un Padre a quien deben obediencia y
respeto. Un gran error de los presbíteros es no recurrir al Obispo.

21
Administración parroquial

En la Trinidad, siendo 3 son uno (Perikoresis). Cada persona está en la otra y son
indivisibles. Algo similar se da en el cristiano, de quien Jesús dice: “vendremos a él y
haremos morada en él” (cf. Jn 14,23).
Tenemos un problema de nacimiento. El Papa Francisco dice que, en el fondo, nosotros, la
cultura occidental somos hijos del iluminismo racionalista, y fundamentalmente vivimos
en la razón, pasamos todo por la razón… esto marca profundamente nuestra relación con
Dios, nos basamos en dogmas, doctrinas, etc. Necesitamos aprender de la Iglesia de
Oriente. Los padres orientales usaban más las figuras, los símbolos.
Ratzinger decía que muchas veces se reduce el cristianismo a un conglomerado de leyes
que nadie puede cumplir.
Al encontrarnos con Cristo, nos encontramos con Dios, nos unimos a él, como dicen los
Evangelios de los últimos domingos: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos” (Jn 15,5),
una unidad. Esto se realiza también en la Iglesia que es una, indivisible. No es una
federación de iglesias como los luteranos, porque en cada Iglesia particular está la Iglesia
Universal. Esto se comprende solo en lo profundo del ser, en la contemplación.
Nosotros estamos marcados por dos tipos de oración: la oración vocal y la meditación.
Necesitamos también la contemplación, por la cual el Señor nos introduce en su misterio.
Esto requiere tiempo. De aquí viene la teología de rodillas.
Por otro lado, América Latina está marcada por el sentimentalismo. El sentimiento no es
malo, pero es necesario el equilibrio.
De que nos sirve tener tantas cosas en la cabeza, si no conocemos directamente, no
conocemos con el conocimiento de que se habla en la Biblia, un conocimiento de
experiencia, de intimidad (ejemplo: la respuesta de la Virgen María al Ángel: “no conozco
varón” (Lc 1,34).
El encuentro personal con Jesucristo te abre a nuevos horizontes, la libertad del amor, ya
no se vive para no pecar o para obedecer de manera legalista, se vive en el amor.
En la trinidad se da la perikoresis; en el cristiano la inhabitación trinitaria; en la Iglesia,
donde está la Iglesia particular está la Iglesia Universal.
En el Obispo, por poseer el sacramento del orden en grado pleno, está la presencia
misteriosa de la Iglesia (Ubi episcopus ibi eclessiae); también en el presbítero, que
participa de la sucesión apostólica por la imposición de manos de su obispo, en
consecuencia, el vínculo presbítero-obispo es sacramental y por ser sacramental es también
ontológico. El presbítero hace presente al obispo, pero no de modo funcional sino de modo
sacramental, el Obispo y el presbítero son uno, y no hay presbítero sin obispo. Si pierde la
unión con su obispo, pierde la comunión con su presbiterio. El presbítero es presencia del
obispo en la comunidad.
Hay que tener mucho cuidado con la dictadura del laicado. Los presbíteros son pastores,
figura de Cristo cabeza, el responsable puede ser un laico, pero la cabeza es uno. Donde
hay un presbítero, la liturgia ya no la preside un laico, por más santo que sea. El presbítero
hace presente al obispo y, por lo tanto, a la Iglesia universal en cada lugar donde se
encuentren, y procura colaborar con la misión de toda la Iglesia particular y Universal.
Los presbíteros reconocen la paternidad del obispo (no solo para pedirle plata, ni para
obedecerle como el sargento obedece al general, y por su parte, el obispo ve en los
presbíteros a hijos y amigos, como Jesús les dijo a los discípulos: “Ya no los llamo siervos,
los llamo amigos” (Jn 15,15). Amigo sí, pero no su “pata”.

22
Administración parroquial

Entre presbíteros: estén unidos entre sí como hermanos. La comunión brota del
sacramento, en virtud de la común ordenación y de la común misión. Si no se da no es
culpa de Dios, la gracia sacramental está actuando, el problema eres tú que te has
encerrado en ti mismo. Si ves un hermano caído y no se te mueve el corazón, algo está
fallando. Si juzgas al párroco hieres la comunión de la Iglesia y te hieres a ti mismo y te
pierdes la gracia de vivir la comunión eclesial, que es más que la comunión con cuatro
personas que piensan igual que tú.
Es importante la vida común. La casa parroquial no es una pensión, es necesario comer
juntos, el almuerzo, la cena, que no son reuniones de trabajo. Si se rompe la comunión
aparece un vacío interno porque estamos hechos para amar y ser amados. Si rompes la
comunión, buscarás llenarte del afecto de la viuda tal, del grupito cual, luego buscarás
pornografía, etc. El hombre no puede vivir con vacíos, y si no encuentra nada para llenarlo
o algo con que alienarse, se suicida.
La comunión se empieza a vivir desde el seminario. Hay algunos seminarios donde cada
uno hace lo que quiere.
San José renunció a todo, a la paternidad física, y dedicado totalmente a María y Jesús,
encontró el sentido de su vida. Esto es el presbiterado, dedicarse a Jesús y María, a la
Iglesia y Cristo.
Los presbíteros con los demás bautizados, deben mostrar solicitud de padres, ser modelos
de la grey (1 Pe 5,3):
- Vigila: cuida el rebaño.
- Lo sirve: como Cristo a los pues de los apóstoles.
- No de mala gana.
- No por afán de ganancia.
El presbítero es uno con la comunidad, uno de ellos, pero no uno más del grupo. No es
más, sino distinto. Es igual a todos en dignidad. Iguales, pero no idénticos. Los laicos
participan de la misión de una manera, el presbítero de otra. El presbítero, como pastor,
hace presente a Cristo cabeza, lava los pies de todos, dando la vida como rescate por
muchos.
¿Cómo se logra esto?
Amor y mucha intimidad con el Señor.
Cuando un presbítero no ejerce bien su ministerio, sigue siendo uno más de la comunidad.
Solo un presbítero que tiene las cosas claras ayuda mucho a la comunidad. No es un papá,
pero tampoco un tirano. Sus palabras tienen un peso enorme. Debe mantener el vínculo
entre la comunidad, la parroquia y la diócesis.
Dar la vida también es corregir. Esto hace falta mucho, porque muchas veces tenemos
miedo de corregir, y da pena… si no se hace se está traicionando el ministerio.
La comunión no significa hacerse el imbécil, sino vivir en la verdad. Al principio quizá los
hermanos zapatearan, pero luego te lo agradecerán.
San Agustín dice: “Yo soy pastor para ustedes, pero soy oveja con ustedes bajo aquel
pastor”.
Lumen Gentium 28;
Relación Presbíteros – fieles.
Presbiterorum Ordines
23
Administración parroquial

El presbítero está dispuesto a ir a donde la Iglesia lo necesita.18


El Celibato: da apertura a la voluntad de Dios, a través del superior.
Sacrosanctum Concilium 42
Presbítero / Iglesia Universal. La Iglesia es jerárquica. Es importante estar en comunión
con el párroco. Nada sin el párroco. Nada sin el obispo.
Los catequistas son como perros del pastor.
- El Obispo erige las parroquias, que son comunidades de fieles.
- Sirve de puente para la Iglesia.
Apostolicam Actuositatem 10
La misión de la Iglesia está encomendada no solo al clero sino a toda la Iglesia.
Christus Dominus 30: Sobre los párrocos
El párroco y sus colaboradores (vicarios, copárroco, adscrito).
Todo presbítero es colaborador principal del Obispo, pero de manera especial el párroco,
que ejerce la tria munera: enseñar, santificar, gobernar.
Esto en espíritu de colaboración con otras parroquias, y sentido de pertenencia a la
diócesis. En este sentido es importante celebrar en la vida de la diócesis y con la Iglesia
Universal, por ejemplo, la Jornada Mundial de la Juventud, o Jornada de oración por los
ancianos a nivel universal. A nivel diocesano el Vía crucis y el Corpus Christi. Aquí deben
participar todas las parroquias y todos los movimientos.
Se recomienda encarecidamente a los presbíteros tener vida común. Esto da eficacia a la
acción pastoral y ejemplo de amor y unidad. Pero más allá de la eficacia, es una gracia
enorme vivir con un hermano para servirlo, morir para que él viva. El presbítero no es un
solterón, sino que vive para los demás empezando por la casa parroquial. Viven para
cuidarse y servirse mutuamente. Si el hermano está en crisis, no hay que ser neurótico, sino
respetar que está en crisis, si a veces no quiere hablar, respetarlo. Amar a tu hermano. Esto
hace el Evangelio creíble (oración sacerdotal de Jesús). La gente, además, no es tonta, y
percibe si están en comunión o no.
La Presbiterorum Ordinis habla de la solicitud del presbítero por todas la Iglesias. En este
sentido, la Gaudium et Spes dice también que los gozos y las esperanzas de todos los
hombres lo son también de los discípulos de Cristo. Nada hay humano que no encuentre
eco en nuestro corazón (GS 1). Un cristiano que no se conmueve por los sufrimientos del
mundo no es un cristiano maduro. Los cristianos sufrimos con nuestros hermanos y
también con nuestros enemigos.
El Papa Francisco dice: “Cuando una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o
virginal, no alcanza la madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica
del sacrificio, entonces en lugar de convertirse en signo de la belleza y la alegría del amor
corre el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración.” (Papa Francisco, Patris
Corde 7).
Jesús dice: “Ya no los llamo siervos, a ustedes los llamo amigos” (Jn 15, 15).
Es importante la intimidad con el Señor, la celebración devota de los sacramentos.
18
Ver la Instrucción "Postquam Apostoli", Normas directivas para la colaboración de las Iglesias Particulares
y especialmente para una mejor distribución del Clero en el Mundo, del 25 de marzo de 1980.

24
Administración parroquial

El problema es que muchos cristianos nos hemos quedado en el Sinaí, donde se estableció
una alianza transitoria en la que Dios nos enseña el deber ser, la moral, nos dice para qué
hemos sido creados, nos muestra el camino de la vida, pero está escrita sobre tablas de
piedra.
Nosotros estamos llamados a llevar a la gente a la Nueva Alianza, que es gratuita… esto es
mi Cuerpo que se entrega por ustedes… el Espíritu Santo es un don gratuito. Pidan y
recibirán, dice Jesús, “cuánto más el Padre dará el Espíritu Santo a quien se lo pida” (cf. Lc
11,9-13). La vida cristiana consiste en que Dios, a partir del bautismo, va tomando
posesión de nosotros poco a poco a través de la vida de la Iglesia: Palabra, Sacramentos y
Comunidad.
La primera consecuencia del Espíritu Santo en nuestra vida es que experimentamos el
amor de Dios en lo profundo de nuestro ser, toca nuestra sustancia, y de ahí dentro, sin que
tú te lo propongas, brota el amor. El Espíritu Santo testifica en tu corazón el amor de Dios.
El mismo Espíritu que te ama te hace amar. El primer beneficiado eres tú, porque has sido
creado para amar, si amas eres feliz. Muchas veces
Dios no nos da porque pedimos mal. Muchas veces gastamos el tiempo luchando, o
buscando la raíz de nuestros pecados… el quid del asunto, el secreto es “buscar a Dios
mientras se deja encontrar” (Is 55,6). La vida cristiana implica esfuerzo, violencia, pero
¿qué violencia? Violencia para la oración, para buscar al Señor, rezar las Completas
aunque estés cansado, arrodillarse ante el sagrario aunque todo vaya bien, escrutar la
Palabra antes que alienarte haciendo cosas.
Es importante celebrar la eucaristía con devoción. Si te descuidas, caerás en la rutina.
“Celebra esta misa como si fuera tu primera Misa, tu última Misa, tu única Misa”.
No se trata de repetir fórmulas… de ahí brota el amor, el verdadero celo evangelizador,
aunque sea buscando el éxito humano al principio.
Papa Francisco: “muchas veces vale más un pequeño paso de alguien que está esclavo que
una gran zancada de uno que tiene madurez en la vida cristiana”.
El Papa Benedicto XVI decía, sobre el uso del preservativo, que su uso puede ser un paso
positivo, porque la persona empieza a reconocer que puede dañar a otros, algo se mueve en
su conciencia.
A un presbítero que no se siente amado por Dios, no le importa que la gente se pudra. Se
puede creer que es bueno, pero tiene una soberbia impresionante, que es peor que la
fornicación. ¡Cuidado con la soberbia! Que, si hizo caer a un ángel, imagínate… orar con
el salmista: “Tengo siempre presente mi pecado” (Sal 51,5).
El Papa Francisco nos dice que somos misericordiados para misericordiar. Es importante
conocerse a sí mismo, saber que mi sitio es el infierno. Entonces brota el celo, la gratitud a
Dios, y podemos decir con la Virgen María: “Proclama mi alma la grandeza del Señor”
(Lc 1,46), que me ha salvado, que me ha preservado de tantas cosas.
El celo por el Evangelio brota de la intimidad con el Señor y del agradecimiento por la
obra de Dios en mí.
Función de santificar: Celebrar la eucaristía. Celebrar los otros sacramentos, en especial la
penitencia. Llevar a la comunidad a la activa participación (actuosa participatio). Esta
participación activa no significa que todos hagan algo para figurar en la celebración, sino
que cada uno haga lo que tiene que hacer, por ejemplo, si el diácono proclama el
Evangelio, a todos los demás les corresponde escuchar.

25
Administración parroquial

Función de Regir (Munus regendi): ser pastores, que implica:


- conocer a su rebaño.
- velar por el progreso de la vida cristiana de los fieles, de las familias, de las asociaciones
(especialmente las dedicadas al apostolado), de toda la comunidad parroquial, esto
significa también ir más allá de los que ya son parte de la parroquia.
- El cuidado de los adolescentes y jóvenes.
- Acompañamiento a los pobres y enfermos con amor de padre.
- Cuidar de los trabajadores.
- Hacer que todos ayuden en el apostolado.

II. MAGISTERIO POSTERIOR AL CONCILIO VATICANO II


Pablo VI, en su discurso al clero de la Ciudad de Roma, del 24 de junio de 1963 decía:
“Creemos sencillamente que esta antigua y venerada estructura de la Parroquia tiene una
misión indispensable y de gran actualidad; a ella le toca crear la primera comunidad del
pueblo cristiano; a ella iniciar y reunir al pueblo en la normal expresión de la vida litúrgica;
a ella conservar y reavivar la fe en la gente de hoy; a ella ser la escuela de la doctrina
salvadora de Cristo; a ella practicar con sentido y con esfuerzo la humilde caridad de las
obras buenas y fraternales”
Es una sola misión con tres aspectos. Si falta uno de estos en una parroquia, no está
cumpliendo la misión de la Iglesia. Estos son:
Palabra Liturgia Diaconía
de la caridad

La Iglesia se debe a todos. La caridad no es una estrategia proselitista porque no se puede


instrumentalizar el amor.
CATECHESI TRADENDAE (JUAN PABLO II)
N°63. Una responsabilidad prioritaria del Obispo es cuidar que la catequesis sea activa y
eficaz, ya que es él el primer responsable de la catequesis y catequista por excelencia.
N°64. Los presbíteros como colaboradores inmediatos del Obispo, son educadores de la fe.
Todos los fieles tienen derecho a recibir la catequesis, y todos los pastores el deber de
impartirla.
Que no se diga “los pequeñuelos quieren pan y no hay quien lo parta” (Lm 4,4).
Para esto es necesario formar un equipo de catequistas, y si no hay, mientras se forma, el
párroco debe dar todas las catequesis.

26
Administración parroquial

El equipo de catequistas no puede estar conformado por 2 señoras de 70 años, también


debe haber un matrimonio joven, o jóvenes maduros que sean como hermanos mayores.
El catequista es un testigo, por eso no puede ser catequista una chica que se confirmó el
año anterior, porque no tiene suficiente testimonio. La catequesis no es dar información o
transmitir conocimientos, sino dar testimonio para llevar al encuentro íntimo con
Jesucristo. Si no han tenido un encuentro con Jesucristo, no pueden llevar a otros a él,
porque no han tenido una experiencia del mesías: “Ven y lo verás” (Jn 1,35). No se trata
de predicar bonito, ni de trabajar el sentimiento, porque esto hace daño, tampoco predicar
el esfuerzo.
Los jóvenes son muy manipulables y siguen a figuras que sean líderes para ellos, el
problema es que, en su casa, su padre no es líder, les falta la figura paterna. Los jóvenes
van detrás de un líder, sea bueno o sea malo. Ellos deben ver en nosotros un líder (no un
“pata”, que se ve ridículo), un hermano que los quiere, un hombre recto, que predica con
autoridad porque vive lo que predica, que es uno con ellos, pero no uno más de ellos.
Si un joven se muestra interesado en ayudar después de la confirmación, es necesaria la
continuidad, insertarlos en un movimiento o realidad de la parroquia, o crear una post-
confirmación. Con los que aún no quieren incorporarse, no desentenderse de ellos, sino
buscarlos, llamarlos.
N°65. Sobre losReligiosos (as)
N°66. Sobre los Laicos.
N°67. La Parroquia es el marco concreto en el que actúan todos los catequistas (Ver cap.
VI: Lugares para la catequesis: parroquia, familia, escuela, movimiento). La comunidad
parroquial es y debe seguir siendo la animadora de la catequesis y su lugar privilegiado, su
marco concreto.
Hubo ideas sobre la parroquia como anticuada, y destinada a desaparecer.
Lo que necesita la parroquia es una renovación. La parroquia es imprescindible para la
misión de la Iglesia, pero de tiempo en tiempo tiene que ser renovada. Inclusive deben
cambiar las estructuras: infraestructura y estructura orgánica. Por ejemplo, la parroquia de
Sachaca fue pensada y construida para otra época y por eso los salones parroquiales son
pocos, solo un cuarto de toda la parroquia, porque no había catequesis para confirmación,
ni grupos parroquiales. Luego se construyó un salón más grande para velorios. La
infraestructura era así porque la fe se transmitía en las casas. No podemos juzgar
anacrónicamente, porque si nosotros estamos aquí es gracias a todos los presbíteros y la
Iglesia anterior a nosotros.
El Papa Francisco dice que hay cambiar todo lo que sea necesario cambiar.
En la parroquia, el primer año no se cambia nada, sino que te acreditas como pastor, a
través de:
1. Buena predicación.
2. Conocer al rebaño: visitar enfermos y familias.
3. Confesionario (allí te enteras de todo).
4. Total disponibilidad gratuita
Después del primer año puedes hacer lo que quieras y la gente te seguirá
La gente se da cuenta cuando los quieres y los sirves, cuando su sufrimiento no te es
indiferente, que no lo hacer por dinero, por ejemplo, cuando fallece alguien, se le explica a
la familia que no se puede hacer la misa en la casa, que se tiene que hacer en la Iglesia, se
27
Administración parroquial

lee junto con los fieles el ritual de exequias y se les explica de que se trata, que hay tres
momentos: en la casa, en la parroquia y en el cementerio.
Toda parroquia tiene el grave deber:
1. De formar catequistas.
2. De prever el equipamiento necesario para la catequesis en todos sus aspectos.
A veces somos muy cerrados. Hoy el mundo está migrando a ser digital, a los
jóvenes les hablan mucho las imágenes y los mensajes cortos. Pretender que les
ayude lo que te hizo bien a ti es anacrónico. Hay que hacer lo que dice san Pablo:
“Me hice todo a todos para salvar a toda costa a algunos” (1 Co 9,22) y lo que
dice Don Bosco: entrar por su puerta para salir por la nuestra.
Siendo jóvenes somos muy legalistas y nos gusta el manual, pero la Iglesia no es un
manual, por eso es muy importante la intimidad con el Señor, porque solo él nos
puede hacer libres, solo su Espíritu, entonces podremos vivir como dice Agustín:
“Ama y haz lo que quieras”. De todos modos, tendremos una pauta, pero sabrás
cómo aplicarla.
Hoy la capacidad de atención de un niño es mucho menor a la que teníamos
nosotros. No podemos pretender usar el m ismo método que se usó con nosotros,
necesitamos ser creativos. Por ejemplo, el movimiento Manquehue, hace la Lectio
Divina con niños de 4 a 5 años, y ellos dan su experiencia de la palabra con dibujos.
3. De Multiplicar y adaptar los lugares.
4. De la formación y la integración en el cuerpo eclesial.
Esto sin monopolizar, porque si bien es cierto, la parroquia es indispensable, no es
la única realidad, también hay realidades supraparroquiales y extraparroquiales.
Sin uniformizar, porque no todas las parroquias son iguales, hay distintas
posibilidades, y es necesario ver cuál es la que mejor se adapta a cada realidad.
La parroquia es casa de familia, fraternal y acogedora, donde los fieles aprenden a ser
Pueblo de Dios, un pueblo distinto a todas la naciones. Allí se reparte el pan de la Palabra y
de la Eucaristía, y de allí los laicos son enviados a la misión en todo el mundo.

CHRISTIFIDELES LAICI (JUAN PABLO II, 30 DE DICIEMBRE 1988)


Capítulo II: Sarmientos todos de la única vid. Participación de los fieles laicos en la
Iglesia comunión.
El Concilio Vaticano II asume toda la eclesiología y la comprensión eclesial de todos los
siglos (cf. LG 6), y llega a la autocomprensión de la Iglesia como sacramento universal de
salvación (LG 48). Sienta así las bases para que Juan Pablo II desarrolle la eclesiología de
comunión, de manera especial en cuatro documentos: Christifideles Laici (1988), Pastores
Dabo Vobis (1992), Vita Consecrata (1996) y Pastores Gregis (2003).
N°26. La comunión eclesial, aun conservando su dimensión universal, tiene su expresión
inmediata y visible en la Parroquia, que es la Iglesia que vive entre las casas de sus hijos e
hijas. Es su primer acceso sensible.
Es necesario redescubrir por la fe el verdadero rostro de la Parroquia, en la que está el
Misterio de Cristo presente y operante.

28
Administración parroquial

No es principalmente una estructura, un edificio o un territorio, sino que es la Familia de


Dios, comunidad de fieles, comunidad de fe y comunidad orgánica, es decir visible, de la
cual el párroco es el vínculo jerárquico con toda la Iglesia particular.
La parroquia está fundada sobre una realidad teológica: La Eucaristía, que es raíz viva de
su edificación, centro de la vida de la parroquia y de toda comunidad.
Pero no basta la parroquia sola, es importante su colaboración con otras parroquias y con
otras dimensiones de la pastoral, como la pastoral cultural, social y educativa, que no se
agotan en la parroquia y no se pueden tener en cada parroquia. Hay, así, otras pastorales
que se pueden llevar a nivel de decanatos o diocesano.
Juan Pablo II nos presenta el diseño de Dios para la parroquia del tercer milenio, pero la
renovación está todavía por hacerse. Muchas parroquias siguen siendo centros de
administración de servicios, a la que acuden los fieles a recibir ciertos servicios, y no una
comunidad viva donde se vive el misterio de la Iglesia comunión.
Es importante que en la parroquia se desarrolle la pastoral socio-caritativa, “tuve hambre y
me diste de comer” (Mt 25,35) a la que tantas veces se ha referido el Papa Francisco.
También la comunión de bienes al interior de la misma comunidad parroquial.
Para la renovación de la parroquia, las autoridades locales deben favorecer:
a) La adaptación de las estructuras, para que las parroquias sean verdaderas comunidades
cristianas, sobre todo promoviendo la participación de los laicos en todos los ámbitos,
en el consejo económico, el consejo pastoral, la liturgia, la predicación.
El Papa Francisco insiste en lo referente al clericalismo, recientemente en dos discursos
a seminaristas y presbíteros respectivamente, en los que habla sobre la rigidez de los
presbíteros.
Tú eres pastor, no un cacique ni un caudillo, pero tampoco un huevón. Jesucristo
andaba con los apóstoles, con la gente, pero él era la cabeza, el guiaba.
El pastor camina en ocasiones delante de la comunidad, otras en medio del pueblo (es
necesario escuchar a la comunidad), y otras detrás, cargando con los que se quedan
rezagados. Es la sinodalidad de la que habla el Papa Francisco, aunque no es su
invención, sino tradición de la Iglesia, como podemos comprobar en la experiencia de
los concilio limenses.
Hay que ser muy obtuso para siempre tomar decisiones en contra de la gente que te
rodea. La parroquia existe antes que tú, la gente conoce mucho mejor que tú la
realidad, tú no eres el mesías.
Tú también tienes experiencia, un bagaje teológico y doctrinal, tienes que ver,
entonces, cómo ese bagaje se puede aplicar a la comunidad. De este modo, tenemos
dos vías para el conocimiento de la realidad: a través de los fieles, y tu propia
experiencia.
Se requiere discernimiento. Este no se aprende en ningún libro, sino que es un don que
Dios da a los que le obedecen y se actúa vez por vez. Los presbíteros con
discernimiento son los que fueron obedientes en el seminario y siguieron obedeciendo
después de ordenados. La obediencia es mantenerse en la comunión de la Iglesia.
También es fundamental la oración, pues ahí Dios te indica el camino, en el silencio.
Es muy importante el silencio.
Por otra parte, la Renovación litúrgica implica también la renovación de la
infraestructura y decoro del templo, la iluminación, etc.
b) Pequeñas comunidades de base.
El Papa Juan Pablo II dijo los obispos de Canadá, en visita ad limina, que la parroquia
debe ser comunidad de comunidades.
29
Administración parroquial

Allí los fieles pueden comunicarse mutuamente la palabra de Dios y manifestarse en el


recíproco servicio y en el amor entre sus miembros.
Esto no se agota en la parroquia, es también necesaria la colaboración con otras
parroquias y otras pastorales diocesanas.
También se debe promover la comunión entre comunidades. Esto se logra haciendo
que los laicos trabajen juntos, uniéndolos en apostolados conjuntos, para que se
vinculen unos grupos con otros en la parroquia, y no solo el párroco con cada grupo.
Por ejemplo, la experiencia de Monseñor Javier en la comisión de laicos del Callao.
Esta comisión, conformada por todos los movimientos y nuevas realidades eclesiales,
organizaba el Corpus Christi y el Vía Crucis diocesanos, logrando una verdadera
comunión.
La pastoral Universitaria, por ejemplo, no puede estar en todas las parroquias, sino que
forma parte de las realidades supraparroquiales.
N°27. Comunión entre los laicos y participación en la parroquia. La participación de los
laicos es fundamental… y sin ella la labor de los pastores no podría alcanzar su eficacia
(cf. AA 10).
Esta participación debe entenderse en el contexto de la eclesiología de comunión: somos
distintos, pero complementarios, y cada uno participa según su propia modalidad.
La unidad en la diversidad, fundiendo loas diversidades humanase insertándolas en la
Parroquia en la universalidad de la Iglesia. (AA 10).
Los laicos han de habituarse a trabajar en íntima unidad con sus presbíteros, han de
exponer a la comunidad sus problemas y los del mundo, porque la Iglesia es comunidad de
los salvados, para la salvación del mundo, y no podemos ser ajenos a los sufrimientos del
mundo, no somos indiferentes ante las mujeres y niños abandonados, ante la problemática
político-social que divide nuestro país, ante los problemas del distrito, del barrio.
Necesitamos ver en qué y cómo nos corresponden, para que sean resueltos con la
participación de todos (cf. GS 1).
También ayudar a una comunidad si tiene problemas internos, porque sus problemas son
problemas de toda la parroquia.
Por ejemplo, en nuestro país, las elecciones presidenciales han ocasionado divisiones en
grupos y comunidades ¡Absurdo!
La Iglesia como institución n puede apoyar a ningún partido, y menos a uno marxista y
comunista que se opone directamente a la fe y moral católicas. Los pastores, la Iglesia,
puede decir si no es lícito moralmente votar por tal o cual candidato, hasta ahí puede llegar.
Pero luego, cada uno vota según su conciencia. Tampoco se puede prohibir hablar de
política, sino que se debe aprender a escuchar y hablar de política sin tener que insultarnos.
De esto habla el Papa Francisco en la Fratelli Tutti.
También, los laicos deben dar su personal contribución a las iniciativas apostólicas y
misioneras.
Todo lo dicho, debe encontrar su desarrollo en los consejos pastorales parroquiales.
¿Cómo se conforman estos consejos?
Primero, muchos párrocos no tienen consejo pastoral, ellos solos quieren llevar todo como
les da la gana. Absurdo.

30
Administración parroquial

Segundo, es un gran error conformar el consejo pastoral con mis amigos, con los que me
caen bien, con los que no me incomodan, con los que no me contrastan, con los que puedo
instrumentalizar.
Para pensar como yo, basto yo.
El consejo pastoral debe estar conformado por quienes forman parte de las distintas
realidades de la parroquia: religiosas, el grupo tal o cual, los jóvenes, etc. Es importante
que se refleje la realidad de la parroquia.
Es necesario dar nueva vida al afán misionero en la parroquia. A causa del modernismo, la
Iglesia se fue alejando del mundo porque este pasó a ser enemigo de la Iglesia, por tanto,
se contraponía la Iglesia al mundo. Con el Concilio Vaticano II se recupera la visión de
que los cristianos no estamos llamados a fugar del mundo, sino a evangelizarlo.
El Papa juan Pablo II nos dice que hay fuerzas de disgregación y deshumanización, por lo
tanto, el hombre está perdido y desorientado.
Sabemos que Cristo revela el hombre al propio hombre (cf. GS 22), y si se aparta de Dios,
el hombre ya no sabe quién es, pierde su identidad.
El gran problema de hoy es un problema antropológico, que tiene su raíz en un problema
teológico: el hombre no sabe quién es Dios.
Por ejemplo, en Alemania, mucha gente ya no sabe ni siquiera de oídas quién es Jesucristo,
no se pueden dar las catequesis del camino neocatecumenal sobre pastoral de
sacramentalización y pastoral de evangelización, porque no entienden ni siquiera que son
los sacramentos.
El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, y en su corazón permanece el
deso de vivir en comunión. Hoy hay mucha gente que no conoce a los que viven en el piso
de arriba del mismo edificio; en Inglaterra y Japón se ha creado el ministerio de la soledad,
porque hay mucha gente que vive absolutamente sola y mueren también así; en Bélgica la
soledad es una causal para solicitar la eutanasia.
Ante esta situación, nosotros, como Iglesia, no podemos permanecer indiferentes. ¿Cómo
podemos dormir tranquilos mientras haya una persona que no se ha encontrado con
Jesucristo?
La parroquia está llamada a ser la respuesta. “Caritas Christi urget nos”.
Ser en el mundo el lugar de comunión de los fieles, una comunidad que se ama. Si no hay
esto, no somos signo y no hay eficacia.
En la Novo Millenio Ineunte, Juan Pablo II dice que la parroquia es casa y escuela de
comunión (NMI 43).
En la parroquia, lo más importante no es que se hagan muchas cosas, sino que se amen. No
se trata de transmitir doctrina, no es ese el primer paso, no es decirle a la gente cómo se
tiene que comportar, sino que nuestra primera misión es hacer visible a Dios para el
mundo. ¿Cómo? A través de una comunidad que se ama, porque Dios es amor (1 Jn 4,8).
Luego se puede entablar diálogo con el mundo, CIC 787 §1 Con el testimonio de su vida y
con los alejados, los no creyentes, no para de su palabra, entablen los misioneros un
juzgarlos. El Papa Francisco habla constantemente diálogo sincero con quienes no creen en
de esto, no hay que tener miedo de dialogar. Cristo, para que, de modo acomodado a
Tampoco se trata de hacer proselitismo. La la mentalidad y cultura de éstos, les abran
plantatio ecclesiae inicia con el diálogo, con la los caminos por los que puedan ser
llevados a conocer el mensaje evangélico.

31
Administración parroquial

amistad (CIC 787, 788). Nada de autoreferencialidad.


Antes de elegir al nuevo Papa, los cardenales se reúnen en las llamadas Congregaciones.
En estas reuniones, los cardenales, incluso los no electores dialogan sobre lo que necesita
la Iglesia y a qué la llama Dios en la situación actual. La intervención del entonces
cardenal Bergoglio tuvo gran Impacto: “Los grandes problemas de la Iglesia provienen de
su autoreferencialidad”.
Una Iglesia que se cierra en si misma es como agua que se estanca y se pudre. Al inicio de
su pontificado el Papa hablaba mucho sobre la Iglesia en salida, la Iglesia como hospital de
campaña.
Dios se ha descentrado para hacernos a nosotros el centro. Nosotros estamos llamados a
descentrarnos para hacer a los otros el centro.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA


N° 2179. La Parroquia es la comunidad de fieles (esta es la gran novedad del Concilio
Vaticano II), constituida de modo estable, cuya cura pastoral se encomienda a un párroco,
bajo la autoridad del Obispo.
La parroquia inicia a al pueblo cristiano en: la Palabra, la Liturgia y la Diaconía de la
Caridad.
Estas tres dimensiones son fundamentales para llevar a cabo la misión de la parroquia, que
la misión de la Iglesia, que es la misión de Cristo que anunció el evangelio, instituyó los
sacramentos e hizo presente el amor de Dios.
Palabra: sobre todo a través de la Homilía y la Catequesis.
Es importante preparar bien la homilía. El párroco debe gozar de cierta estabilidad, porque
es pastor y va guiando a la comunidad poco a poco. Toda homilía debe ser kerigmática,
pero no se debe reducir al anuncio del kerigma, porque la gente necesita más, ir
madurando. Desde el kerigma de Pedro en Hch 2 hasta hoy han pasado veinte siglos y el
kerigma, el dogma, se ha desarrollado.
Las catequesis no solo pre-sacramentales sino también la catequesis permanente, cursos,
etc.
Liturgia: No solo la Misa Dominical. LA Eucaristía es el centro de la vida de la
comunidad. Celebrar los sacramentos con dignidad, llevar la comunión a los enfermos.
N° 2226 La misión de los padres es transmitir la fe a sus hijos. El rol de la parroquia es
subsidiario. Esto se debe enseñar a los padres.
La Parroquia es la comunidad Eucarística y corazón de la vida litúrgica de las familias, así
como lugar privilegiado para la catequesis.

SANTO DOMINGO (IV CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO


LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE)
Los documentos finales del CELAM tienen que ser aprobados por el Papa, no es
“Magisterio Latinoamericano”. El Magisterio puede ser Universal (Papa) o particular
(Obispo).

32
Administración parroquial

N° 58. La parroquia es comunidad de comunidades y movimientos. Esto ya lo había dicho


Juan Pablo II en una visita pastoral a una parroquia en Roma y también a Obispos de
Canadá en visita Ad Limina.
El hombre de hoy vive en una masa, es un número, es anónimo, y necesita salir de ese
anonimato. De los 200 o 500 que van a Misa y no se conoce, pasar a esta renovada
concepción de Comunidad de comunidades y movimientos.
La parroquia no es un edificio, un territorio, una estructura, sino la Familia de Dios,
fundada en la Eucaristía, comunidad de fe y comunidad orgánica, guiada por el párroco
que representa al obispo y es el vínculo jerárquico con toda la Iglesia particular. La
comunión de los fieles con el Obispo es mediada por el párroco, así como la comunión de
los presbíteros con el Papa es mediada por el Obispo. (ChL 26)
El Magisterio es uniforme en esto.
La Misión de la parroquia consiste en:
- Evangelizar.
- Celebrar la liturgia.
- Impulsar la promoción humana integral.

La parroquia vive insertada en la sociedad, no es gueto ni un club de puritanos. Un buen


cristiano se involucra en los asuntos de orden temporal, un laico hace presente a Cristo día
a día, en su trabajo, su gremio, su sindicato, etc.; no se encierra en la sacristía, vive con los
ojos en el cielo y con los pies en la tierra.
Un gran problema es el espacio que se da a los laicos en la parroquia, para dar catequesis, y
en otros asuntos parroquiales, y comienza la clericalización del laicado, creando un
divorcio entre fe y vida: en el trabajo ya no hablan de Jesucristo, no se quieren involucrar
en política, en los asuntos del barrio, olvidando que la Doctrina Social de la Iglesia siempre
ha recordado la necesidad de que los laicos participen en política.
Es muy importante recuperar la participación de los laicos en la vida política. El Papa
Francisco en la Fratelli Tutti, ha dicho que, si bien es cierto que los presbíteros no pueden
participar en política partidaria, eso no lo exonera de analizar y evaluar los contenidos y
propuestas de los programas políticos por sus implicaciones morales.
N° 59
El proceso de renovación de la Parroquia sigue lento.
Un gran problema en la Iglesia, y en realidad un problema humano, es la resistencia al
cambio. Esto se ve en el gobierno, en las empresas, etc.
Cuando uno es seminarista tiene las cosas claras, y
sueña con la parroquia, con la misión, pero llega a la Debes preguntarte: ¿A dónde
parroquia y siguen en la misma huevada. quiero llevar la Parroquia? ¿Qué
La parroquia es como un barril sin fondo, si no estás pasos tengo que dar este año?
atento te tragará en la rutina, caerás en el activismo ¿estoy en el camino correcto? ¿Me
que es un engaño, te justificas haciendo cosas, pero he paralizado?
pierdes el discernimiento, gastas perlas en gallinazo.
Las parroquias necesitan ser renovadas porque el mundo ha cambiado. La Iglesia vive para
la salvación del mundo.

33
Administración parroquial

No se trata de cambiar la doctrina, “no consiste en un “nuevo evangelio” 19sino de realizar


la Nueva Evangelización: nueva en sus métodos, en su ardor y en sus formas de
expresión.20
Para tener nuevos métodos y expresiones se necesita nuevo ardor.
Juan Pablo II hablaba de la creatividad de la caridad, de la imaginación de la caridad (NMI
50; Aparecida 176). El Papa Francisco habla de la fantasía de la caridad, y repite muchas
veces: No me digan que siempre se ha hecho así…
Efectivamente se ha hecho así hasta ahora, ahora se hará de otro modo.
Renovar la parroquia es una tarea pendiente, algunas parroquias han dado algunos pasitos,
pero no es suficiente.
Las consecuencias son que hay cada vez menos gente, porque la parroquia ya no responde
a las expectativas del hombre moderno.
No podemos contentarnos con llevar los nuevos carismas o realidades eclesiales a la
parroquia, porque no todos están llamados a estos carismas. Es necesario renovar la
pastoral ordinaria.
Para renovar la parroquia:
1° Ardor: esto viene de la intimidad con el Señor, ahí el Espíritu Santo mantiene vivo el
fuego que recibes el día de tu ordenación.
La intimidad con Dios te llena, si no la tienes, siempre te faltará llenar algo y no serás libre
porque necesitarás el aplauso y te derrumbarás con las críticas.
Si no haces nada no tendrás problemas. Si, en cambio, haces algo siempre tendrás
problemas y cosas que resolver, y si no eres uno con Cristo, te derrumbas. En la parroquia
hay muchos problemas, mucho sufrimiento que oirás al confesar.
El presbítero es un hombre público y jamás ha habido un hombre público que haya sido
aplaudido por todos, empezando por Jesucristo.
2° Comunión intensa con tu obispo: consúltale tus iniciativas, sin miedo, discierne la
voluntad de Dios, y que él la confirme.
Con la intimidad con el Señor y la comunión con tu Obispo, tendrás capacidad de gobierno
y podrás aceptar las críticas refugiándote en el Señor.
La renovación de las parroquias es un proceso. No se puede hacer tabula rasa. Tú no eres el
mesías, no puedes tener el “síndrome del Apocalipsis”: yo hago nuevas todas las cosas.
Tendrás que introducir la renovación poco a poco y mientras no les des un nuevo alimento,
no les puedes quitar el alimento al que están habituados.
Si tiene piedad popular, partes de ahí, porque tienen raíces de fe, que necesitan
purificación, así como todos necesitamos purificarnos, todos tenemos idolitos y, como dice
san Agustín, tenemos que convertirnos todos los días de las criaturas al creador.
Poco apoco se les va dando alimento más sólido, y en cuanto tengan ese alimento irán
dejando el otro. Por ejemplo, las procesiones son una oportunidad estupenda para predicar.
Llevas al coro, van rezando y cantando y cada cierto trecho predicas brevemente.

19
JUAN PABLO II, Discurso Inaugural en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 6.
20
JUAN PABLO II, Discurso Inaugural en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 10.

34
Administración parroquial

Es necesario el paso paulatino, en el que unas cosas van tomando fuerza y otras van
decayendo, sin aplicar eutanasia a ningún grupo ni realidad parroquial.
Es muy importante la participación de los laicos. El presbítero tiene que aceptar que no
puede hacerlo todo. Fíate de los laicos. En algunas parroquias hay algunos laicos en
quienes puedes confiar, en otras no hay, pero sí hay gente disponible, que con un poco de
Kerigma aparece su disponibilidad.
Es necesario empezar a soltar poco a poco. Puede pensar “es que van a decir herejías”.
Pero ¿acaso tú no dices herejías?
Hay un desfase entre ritmo de la parroquia y el ritmo de la vida moderna.
Esto se puede ver, por ejemplo, en los horarios parroquiales. En la ciudad, no puedes cerrar
la parroquia a las 5 o 6 pm. Los laicos se desocupan de sus responsabilidades a las 8 pm. Y
no tiene donde confesarse, donde oír una predicación ¿A dónde van a ir? Se hace de la
parroquia un gueto. A los fieles laicos solo les queda la Misa dominical y, hoy por hoy, e
muy difícil sobrevivir solo con ella.
N° 60. Grandes líneas de renovación de la Iglesia:
- Estructuras: tanto infraestructura como estructura orgánica, esto es, sectorizar la
pastoral en pequeñas comunidades para que aparezca la responsabilidad de los
laicos.
- Cualificar la formación y reparación de los laicos. Por ejemplo, si no hay en la
parroquia un equipo de catequistas para preparación al matrimonio, se puede contar
con las otras parroquias, para colaborar como parte de la pastoral de conjunto. En
Arequipa pronto se empezará con la preparación catecumenal para el matrimonio,
que inicialmente constará de doce catequesis.
- Renovar la capacidad de acogida y el dinamismo misionero.
José Luis Pérez Guadalupe tiene un estudio sobre las razones por las que los católicos se
van a las sectas. Deja ver tres razones:
1. Testimonio de vida.
2. Liturgia festiva y predicación kerigmática
3. Acogida
Estas tres además son tres grandes deficiencias en la Iglesia.
Por ejemplo, durante sus primeros años como Obispo de Arequipa, Monseñor Javier
recibías quejas constantes sobre las homilías en las parroquias.
Es muy importante que la parroquia sea acogedora, que tengan una nueva estética, que es
la estética del amor, como la esposa que embellece su casa y se embellece a sí misma para
su esposo.
La parroquia no es un almacén de imágenes. Es importante que haya buena iluminación,
que el sonido sea excelente.
Mons. Javier, cuando era párroco, se ponía en la puerta al finalizar la Misa para saludar a
todos, preguntándoles como estaban, etc.
El ámbito urbano es totalmente inhumano, el hombre necesita que nosotros les mostremos
la comunión.
N° 114. La opción preferencial por los jóvenes. Desarrollar una pastoral juvenil orgánica,
no en base a eventos, aunque estos también son importantes.

35
Administración parroquial

La Santa Sede ha publicado unas instrucciones para la JMJ diocesana, que es importante
que sea potenciada. Todas las pautas que indica la Santa Sede, ya se venían realizando en
Arequipa, en la fiesta juvenil de la fe.
La pastoral juvenil debe tener dimensión vocacional, que lleve a descubrir a los jóvenes a
qué los llama el Señor.
N° 181. Hacer de la parroquia un espacio para la solidaridad. Este término fue introducido
por Juan Pablo II, y significa la comunión de bienes y carismas.
Es necesario crear la “comunidad parroquial”, poco a poco, ya que es trabajosa.
Por ejemplo, Mons. Javier en su parroquia desarrollaron la pastoral del diezmo y pastoral
de voluntariado: médicos, profesores, acompañar a los ancianos, etc.
N° 210. La familia es Iglesia doméstica. La parroquia es el lugar más indicado para hablar
de la familia.
Un gran error que se cometió fue el diversificar las misas de acuerdo a la edad: jóvenes,
niños, adultos. El error está en que se desintegró la familia.
Como dice Ratzinger en un artículo, hay una crisis profunda de fe y que la cristiandad ya
pasó.21
Los pastores se asustaron ante la revolución de mayo del ‘68, y los pastores buscan atraer a
los jóvenes con guitarras y baterías… la Iglesia se vende al mundo, y ya no da ella la pauta,
sino que la da el mundo.22
Es necesario recuperara la celebración de la Misa de toda la familia junta, ya que celebrar
la eucaristía crea comunión.
Conclusión: necesitamos adecuar la parroquia a la realidad.

DOCUMENTO DE APARECIDA
N° 170. Renovación de la Parroquia para que sea espacio de Iniciación cristiana, de
educación y celebración de la fe, abiertas a la diversidad de carismas, servicios y
ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable, integradoras de movimientos
de apostolado ya existentes, atentas a la diversidad cultural de sus habitantes, abiertas a los
proyectos pastorales y supraparroquiales y a las relidades circundantes.
N° 171. Todos los miembros de la comunidad parroquial son responsables de la
evangelización.
N° 172. Novedad de aparecida: Discípulos misioneros. El primer documento enviado a la
Santa Sede decía “discípulos y misioneros”.

21
Ver la conferencia de Joseph Ratzinger “Los nuevos paganos y la Iglesia” (1958/59), publicado en El Nuevo
Pueblo de Dios, Herder, Barcelona 1972, 359-373.
22
En referencia a esto dice Ratzinger: “A quien recuerde la intransigencia con que, pocos años ha, se
dogmatizó que la música gregoriana era la única forma legítima de música eclesiástica, con qué indignación
se negó a todo tipo de orquesta un lugar en el santuario (¡a la postre procedía de la época barroca y la cosa
era ya lo suficientemente mala por ser carolingia en vez de romana!) y vea ahora cómo, en un estallido de
entusiasmo por el jazz, entran en la casa de Dios orquestas bien distintas de las de antaño, se le hará difícil
tomar igualmente en serio y dar importancia a todo lo que se le representa con las máximas pretensiones
de ser expresión del movimiento litúrgico. El mero arcaísmo no sirve para nada, y la mera modernización
menos todavía.” (RATZINGER, J. El Nuevo Pueblo de Dios, Herder, Barcelona 1972, 343).

36
Administración parroquial

El Papa Francisco presidió la comisión que redactó el documento conclusivo de Aparecida,


por eso que podemos ver que incluyó mucho de Aparecida en la Evangelli Gaudium.
La mayoría de las personas en la Iglesia no saben que son discípulos misioneros. Nosotros
tenemos la responsabilidad de hacérselo saber, que vivimos en función de la misión y no
solo de nuestra salvación personal.
La misión siempre va acompañada de fracaso, de la incomprensión y persecución, como
hemos podido ver en Marcos 6,1-6. Cuando Marcos dice que Jesús no pudo hacer allí
muchos milagros, se refiere sobre todo al milagro de la fe. Lucas, en cambio, al narrar el
episodio de la Sinagoga de Nazaret, dice que intentaron matar a Jesús porque se presentaba
como Mesías cuando era un “don nadie”.
Si así han tratado al Hijo del hombre, cuanto más a ustedes.
El Papa Francisco dice que si no nos persiguen es una mala señal, si todos te aplauden es
mala señal.
Si por el aplauso te callas, la gente no sabrá que hay un profeta entre ellos. Los laicos
también, muchas veces, se acobardan, y no hay profecía.
N° 173. El número de católicos que van a Misa es limitado.
En este sentido, el Señor se está valiendo de la pandemia. Al inicio las misas virtuales
estaban llenas, por el pavor que sentía la gente. Ahora las Iglesias están vacías. Se ve que
se va a reducir el número de católicos (y también de otros cristianos), va a quedar un
número pequeño, un resto, que vivirá la fe.
Primero necesitamos fracasar hasta el fondo, de ahí vamos a resurgir y ver la primavera
que profetizó Juan Pablo II. Por eso, también está saliendo toda la porquería de la Iglesia,
los escándalos de pedofilia y escándalos financieros, para algunos de los cuales el Papa ha
solicitado colaboración de algunos estados para su investigación.
La imagen de la Iglesia se está deteriorando muchísimo. Dios está haciendo una Kenósis
con la Iglesia, para que la Iglesia, desde la pequeñez y la debilidad, pueda realizar mejor su
misión. No se trata de números sino de formar bien a los fieles.
N° 174. Formación de los discípulos misioneros:
Es mejor confirmar a 20 que a 100 sin fe.
Es importante respetar la libertad y también ser honesto: si no quieren ser cristianos, que se
vayan. Monseñor Javier decía a los jóvenes al iniciar catequesis que no hace falta ser
cristiano para salvarse, y que en el transcurso d las catequesis se les mostrará qué es ser
cristiano, y luego ellos decidirán si quieren o no, y que él les diría si estaban preparados o
no para recibir el sacramento.
El Papa Francisco decía a novios que, si no están dispuestos a vivir juntos toda la vida, no
se casen, que convivan.
Los sacramentos son sacramentos de la fe…
Todo esto lo tenemos claro cuando somos seminaristas… y al llegar a la parroquia
seguimos haciendo la misma estupidez de siempre.

N° 175. Palabra – Liturgia y sacramentos – Diaconía de la caridad

37
Administración parroquial

N° 176. Exigencia de una evangelización integral. La Iglesia debe llegar a ser buena
samaritana.
Juan Pablo II habló de las nuevas pobrezas de índole moral (NMI 50), creadas por los
sistemas económicos de derecha e izquierda, que al final son la misma mierda porque
quitan a Dios, ambas son materialistas. En uno el estado es dios; en el otro el dinero es
dios.
El Papa Francisco ha dicho que la propiedad privada es un derecho secundario, supeditado
al destino universal de los bienes.
Nosotros no somos de derecha ni de izquierda, porque estos sistemas descartan a la gran
mayoría.
América Latina tiene el mayor porcentaje de católicos y a la vez el mayor porcentaje de
desigualdad. Cada vez es mayor el número de super ricos y de super pobres. Esta paradoja
deja ver un serio problema de formación, porque muchos grupos de grandes riquezas
pertenecen a familias católicas.
Por ejemplo, una empresa que compraba plantaciones en la selva para sus proyectos,
pagando hasta 5 veces el precio, pero el Obispo se oponía porque los campesinos no sabían
utilizar el dinero y lo malgastaban y en poco tiempo quedaban desarraigados. Monseñor
Javier sugirió a la compañía que en lugar de comprar las plantaciones desarrollen una
cadena productiva con los propietarios originales de los terrenos, pero la compañía
simplemente no quiso.
Hablar de esto es ser cristiano, es decir la verdad, no es ser comunista.
Un gran aporte del Papa Francisco es que no está aterrizando el Evangelio, para que no
creaos que porque decimos aleluya o damos el diezmo estamos haciendo la gran cosa. al
final de nuestra vida el examen será el de Mateo 25.
Juan Pablo II hablaba de recomenzar desde Cristo. El que conoce a Cristo lo reconoce: en
la Eucaristía, en la Palabra, en el Sagrario y en los pobres. El Papa Francisco dice que hay
una presencia real de Cristo en los pobres.
Pero esto no es nuevo, ya San Pablo se enfadaba cuando los ricos tenían grandes ágapes en
la Eucaristía y excluían a los pobres. A raíz de esto se empezó a quitar el entorno de cena
de la Eucaristía.
N° 177. Sacramento de la reconciliación. Presbítero que no se confiesa es porque él mismo
no se confiesa, y no soporta cargar con los pecados de los otros.
El que se confiesa experimenta la alegría de la misericordia, y también la puede dar.
El presbítero no es un super hombre, sino un experto en misericordia. “Revestidos de
debilidad” es el título de una meditación que monseñor suele dar en ejercicios espirituales
a presbíteros.
N° 178. Comunidades eclesiales de base y pequeñas comunidades. Las CEBs tienen su
origen en la Teología de la Liberación. Esta tuvo dos ramas: una cristiana y una marxista.
La primera habla de la liberación integral del hombre a través de la gracia sacramental,
pero también de ser la voz de los que no tienen voz, y tienen claro que el paraíso nunca
está aquí en la Tierra. La segunda usa el marxismo y la lucha de clases como clave
hermenéutica del Evangelio, así, Cristo es un subversivo, y muchos religiosos promovieron
la lucha de clases, dejaron el ministerio y se unieron a la lucha armada como medio para
tomar el poder.

38
Administración parroquial

Dos fuentes para conocer la Teología de la Liberación:


1. Los primeros libros de Gustavo Gutiérrez.
2. 2 Documentos de la Congregación para la doctrina de la fe sobre la Teología de la
Liberación.
3. También Monseñor Durand y su libro: “Teología de la Liberación marxista y
Teología de la liberación Cristiana”
La misión de los teólogos es hacer más accesible la doctrina de la Iglesia, pero también
abrir nuevos caminos a través de la investigación y la profundización. Al Magisterio le
toca confirmar o reprobar sus aportaciones. En ese abrir trochas, muchas veces los teólogos
en la Historia de la Iglesia han ido más allá y han dicho cosas que el Magisterio no ha
aprobado. Los buenos teólogos se dejan corregir, por ejemplo, Congar y su “Jalones para
una teología del laicado”, de la cual se retracta en algunos aspectos décadas más tarde.
También Ratzinger en sus comienzos era muy avezado, y poco a poco fue madurando.
Las CEBs eran llevadas solo por laicos, en lugares donde no había presbíteros. Se van
formando en torno a la Palabra. Inicialmente estaban ideologizadas porque eran llevadas
por religiosas que comulgaban con la teología de la liberación marxista. Luego surgieron
otras con doctrina recta y la Iglesia da señales de apertura, para que luego poco a poco, se
vayan cristianizando, sobre todo a través del conocimiento de la Palabra.
En la CEBs de corte marxista se dejó la oración para pasar a la acción. Sicuani, Ayaviri,
Juli, Puno y otros lugares se convirtieron en laboratorios de la Teología de la Liberación,
que darían paso a la “Teología del Indio”, la cual sostenía que la misión de la Iglesia no era
más evangelizar, sino acompañar a la gente en sus creencias, ya que así como el Pueblo
Judío tenía su fe anterior a Jesucristo, así también los Incas o las culturas prehispánicas
serían una especie de Antiguo testamento.
N° 179. CEBs: mantenerse en comunión con el Obispo, insertarse en la pastoral diocesana,
actuar conjuntamente con grupos, asociaciones y comunidades.
N° 180. Otras pequeñas comunidades hoy, como las comunidades y grupos de la
Renovación Carismática, Camino Neocatecumenal, Jahdai, Movimientos como los
Focolares, Juan XXIII, etc.

EVANGELII GAUDIUM (Papa Francisco)


“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las
costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en
un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la
autopreservación.” (EG 27).
Todo el Magisterio de la Iglesia confluye en esto.
Una nueva opción misionera capaz de transformarlo todo: costumbres, estilos, horarios,
lenguaje y todas las estructuras.
El papa Francisco también se refiere a las homilías que deben ser de tono kerigmático (EG
135-159).
“Como decía Juan Pablo II a los Obispos de Oceanía, «toda renovación en el seno de la
Iglesia debe tender a la misión como objetivo para no caer presa de una especie de
introversión eclesial».” (EG 27).

39
Administración parroquial

Esto es quedarse en “lo que ya tengo”, las catequesis de primera comunión, unas cuantas
confesiones, etc. A las Misas dominicales vienen 2000 personas, pero otros 18000 no
vienen, ¿Cómo puedes dormir tranquilo mientras haya alguien que no se ha encontrado con
Jesucristo?
Necesitamos evitar dos extremos: el “siempre se ha hecho así” (autopreservación), y el
“aquí llega el Mesías, hay que cambiar todo”.
Poco a poco ir pasando de una pastoral de sacramentalización a una pastoral de
evangelización. No se puede quitar un alimento a los fieles mientras no se les de otro,
tampoco se puede quitar por quitar.
No podemos confundir la religiosidad natural, con la piedad popular. La religiosidad
natural no es mala, el problema es cuando el sentimiento religioso se pervierte y se quiere
instrumentalizar a Dios. Esto también nos pasa a nosotros. La piedad popular son formas,
manifestaciones sencillas de la fe del pueblo de Dios.
Es importante discernir. Al llegar a una parroquia se requiere conocer para poder discernir.
El Papa Francisco en Gaudete et Exultate habla del discernimiento: Los seminaristas
necesitan formarse en el discernimieto. Esto no se aprende en los libros.
¿Cuál es la voluntad de Dios para esta parroquia, para esta comunidad de fieles?
El discernimiento es fruto de la obediencia: si un seminarista no es obediente jamás será un
presbítero con discernimiento. Un presbítero que desobedece a su obispo pierde el
discernimiento.
¿Cuál es la situación de la parroquia?
Se necesita realismo pastoral: el punto de partida es la situación concreta de la parroquia.
Así mismo, se necesita paciencia.
Jesús dijo: “Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es
semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo antiguo” (Mt 13,52).
La Iglesia tiene un patrimonio miltisecular. La renovación no se trata de quitar todo lo
antiguo, sino de ver qué cosa es necesaria purificar poco a poco. Por ejemplo, una
parroquia que no tiene Exposición del santísimo, o un grupo que rece el rosario todos los
días… esto es necesario, para que recen por la parroquia, por la comunidad, por el párroco.
Tampoco se trata de exponer el santísimo y luego irse hasta el final, cuando vuelve para
hacer la reserva. Esto es horroroso. El presbítero debe ser el primero en rezar, rezar junto
con los fieles, dar una pequeña predicación.
“La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran
plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad
misionera del Pastor y de la comunidad.” (EG 28).
La parroquia no es una estructura caduca. Se requiere creatividad pastoral.
Un riesgo es el “manualito”, que te justifica, pero te quita la creatividad misionera. Los
importante es llevar a la gente al cielo, llevarlos al encuentro con Jesucristo, que hagan el
acto de fe que justifica, y para esto la gente necesita que se le predique. Ahora bien, Por el
acto de fe se logra la primera justificación, pero se le tiene que dar más a la gente, porque
el hombre Nuevo que se ha empezado a gestar por el esperma del Espíritu Santo que ha
fecundado el corazón por la predicación, es como un niño que necesita del cordón
umbilical, si no, se muere. Así. Se necesita no solo la predicación, sino los sacramentos,
canales privilegiados de la gracia, y el signo de la caridad para que la palabra sea creída.

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Administración parroquial

No se trata de cumplir normas, porque la parroquia tiene una plasticidad. Es muy


importante saber leer los Documentos de la Iglesia. Por ejemplo, el CIC deja un margen de
acción enorme, con muchas posibilidades.
Ser creativo implica conocer la realidad de la gente (realismo pastoral). El Papa Francisco
dice que “tomemos la vida como viene”.
El realismo también lo vimos en el caso en que un presbítero ya no puede seguir en una
parroquia porque se ha generado un ambiente perjudicial.
Una cosa es tu ideal de parroquia, de movimiento, etc. Y otra es la parroquia que te ha
tocado, que es una parroquia real, con un párroco real. ¡qué ganas contraponiendo tu ideal
a la realidad? De lo que se trata es de llevar a esa comunidad a la perfección de la fe.
Lo primero que se necesita para cambiar la parroquia: ¡Cambia tú! Esa fue la respuesta de
Santa Teresa de Calcuta a un periodista que le preguntaba sobre cómo cambiar el mundo:
“¿Qué tal si empezamos por nosotros?”.
La conversión pastoral comienza por la conversión del pastor. Los manuales son solo una
pauta, que requieren apertura.
Los presbíteros jóvenes, es mejor siempre consultar al Obispo. Por ejemplo, el caso de un
presbítero joven, recién nombrado párroco y que en su primer domingo tenía una
convivencia de fin de semana con su comunidad, consulta al Obispo si debe ir a la
convivencia o quedarse en la parroquia. La respuesta de Monseñor Javier: No tiene que ser
uno u otro, puede uno y también el otro.
La presencia sacramental del Obispo está en el presbítero, y el presbítero con humildad y
libertad debe ser consciente de esto.
El mundo necesita pastores santos, que evangelicen. Si lo haces, tu vida será un caos, pero
así también era Jesús, un “caótico”, sin horario, apretado por la gente.
Que el párroco esté cerca de las casas de la gente, si un matrimonio tiene problemas,
pídeles que te inviten a almorzar. Hay una tradición en Italia: en tiempo de pascua se
acostumbra visitar todas las casas para bendecirlas. Las bendiciones son una manera
extraordinaria de conocer a las familias.
No un grupo de selectos, ni un grupo cerrado que se miran a sí mismos, se miran el
ombligo. La gente sufre mucho y necesita ser escuchada, desahogarse, hablar. Si no tienes
buena memoria, vas tomando nota. Luego tú le das una palabra, y al final destruyes esas
notas.
Un error que comenten algunos presbíteros es pronunciarse sobre cosas que no saben. Los
fieles en general tienen rectitud de intención, y cuando van a hablar contigo, no es para
tomarte examen; lo mismo cuando vas a predicar, no están esperando ver en qué te vas a
equivocar. El Señor dice “Abre tu boca y yo la llenaré”. El Señor te ha llamado a ser su
presbítero y tú le has respondido, él será fiel contigo.
Se humilde. Si no tienes claro algo, consulta.
Ninguno de estos dos extremos: ni ser un inseguro, ni soltar cualquier cosa.
Tampoco se puede cargar con una oveja toda la vida, pues no se trata de ligar a la gente a
ti, sino de ser como el buen samaritano, que después de cargar con el herido lo deja en la
hospedería. Se necesita mucho discernimiento. Hay personas que están muy heridas, tienes
que cargarlos por un tiempo, pero luego insertarlos en una comunidad o grupo parroquial,
según te lo diga el Espíritu Santo en la intimidad.

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Administración parroquial

Hay personas a las que no les interesa insertarse en la Iglesia sino ligarse contigo. A estos,
con delicadeza y firmeza debes decirles que se busquen a otro, porque la ligazón afectiva
contigo no los salvará.
¡Mucho cuidado con las mujeres! Las mujeres son muy astutas. No seas imbécil. Las
puertas del despacho parroquial deben ser de vidrio, las confesiones en el confesionario. Si
te empieza a dular, enciende todas las alarmas.
Con los jóvenes ser líder, necesitan líderes, un padre, estar con ellos.
N°29. Otras realidades que evangelizan: Comunidades Eclesiales de Base, Nuevas
comunidades, Movimientos y otras formas de asociación.
Ningún carisma agota la Iglesia. Si no se integran al resto de la Iglesia se quedan sólo con
una parte del evangelio y de la Iglesia. La integración es muy importante, no perder el
contacto con la parroquia y con la Iglesia particular.
La figura del presbítero es muy importante: es un pastor, no un clerical, es pobre, no lleva
monedas ni túnica de repuesto, solo sandalias y bastón, para hacer Pascua, listo para partir;
un presbítero que ame, pues cuando ama sabe lo que es mejor para cada uno.
Se humilde, no dejes la Realidad desde la que Dios te ha llamado, escucha a los hermanos
que te predican, se oveja con ellos. Es una gran tentación dejar tu comunidad ¡Cuidado!
Los hermanos son una ayuda enorme, porque para los de la parroquia siempre serás “el
curita”.

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Administración parroquial

Capítulo III
La Parroquia en el Derecho Canónico

515 § 1. La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo


estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo
diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.
Una gran novedad del Concilio Vaticano II es la definición de parroquia como comunidad
de fieles. Lo constitutivo no es ya el territorio sino la comunidad, la Iglesia como
comunión. La fuente de la comunión es la Trinidad. Nosotros somos incorporados, por el
Bautismo, a la comunión trinitaria, y también estamos en comunión unos con otros. La
comunión Trinitaria es una realidad dinámica, no estática.
El párroco bajo la autoridad del Obispo, es el pastor propio de esa comunidad. La
parroquia no es propiedad del párroco (beneficio personal), sino que pertenece a la Iglesia
particular de la cual el Obispo es el pastor, cabeza y guía de toda la diócesis. El párroco
hace presente al Obispo diocesano en su parroquia.
La comunión en la Iglesia es mediatizada. Dios ha establecido la mediación humana. La
comunión con la Iglesia se da a través de la comunión con el Obispo. El párroco debe saber
que su parroquia es parte de un todo que es la Iglesia particular.
515 § 2. Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar
las parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al
consejo presbiteral.
516 § 1. A no ser que el derecho prevea otra cosa, a la parroquia se equipara la
cuasiparroquia, que es una determinada comunidad de fieles dentro de la Iglesia
particular, encomendada, como pastor propio, a un sacerdote, pero que, por
circunstancias peculiares, no ha sido aún erigida como parroquia.
§ 2. Cuando algunas comunidades no puedan ser erigidas como parroquias o
cuasiparroquias, el Obispo diocesano proveerá de otra manera a la cura pastoral de
las mismas.
517 § 1. Cuando así lo exijan las circunstancias, la cura pastoral de una o más
parroquias a la vez puede encomendarse solidariamente a varios sacerdotes, con tal
que uno de ellos sea el director de la cura pastoral, que dirija la actividad conjunta y
responda de ella ante el Obispo.
Esta figura se denomina “encomienda solidaria”. Se encomienda la parroquia a varios
presbíteros, uno de los cuales es el director o moderador y los demás con copárrocos. Por
ejemplo, en la parroquia de Tiabaya, los dos presbíteros han sido ordenados el mismo año,
así que monseñor les encargo la parroquia del modo antes mencionado, cuidando que
ambos se sientan queridos. El obispo debe pensar en muchas cosas, porque a veces los

43
Administración parroquial

hermanos se resienten, no deberían resentirse, pero se resienten. Cuida de todos como en


una familia. Lo mismo el párroco, todos deben saberse queridos por él, sin dejar a lugar a
que se piense que hay preferencias, cuidando la sensibilidad de las personas.
Por no saber cuidar estos aspectos delicados, a veces obispos han tenido que dimitir.
517 § 2. Si, por escasez de sacerdotes, el Obispo diocesano considera que ha de
encomendarse una participación en el ejercicio de la cura pastoral de la parroquia a
un diácono o a otra persona que no tiene el carácter sacerdotal, o a una comunidad,
designará a un sacerdote que, dotado de las potestades propias del párroco, dirija la
actividad pastoral.
En la escasez de presbíteros, los diáconos o laicos o los religiosos pueden participar en la
cura pastoral de la parroquia, pero siempre designará un presbítero dotado de las potestades
propias del párroco, que dirigirá la actividad pastoral.
518 Como regla general, la parroquia ha de ser territorial, es decir, ha de
comprender a todos los fieles de un territorio determinado; pero, donde convenga, se
constituirán parroquias personales en razón del rito, de la lengua o de la nacionalidad
de los fieles de un territorio, o incluso por otra determinada razón.
519 El párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura
pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo
diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa
misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la
cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos,
conforme a la norma del derecho.
520 § 1. No sea párroco una persona jurídica; pero el Obispo diocesano, no el
Administrador diocesano, puede, con el consentimiento del Superior competente,
encomendar una parroquia a un instituto religioso clerical o a una sociedad clerical
de vida apostólica, incluso erigiendo la parroquia en una iglesia del instituto o
sociedad, con la condición, sin embargo, de que un presbítero sea el párroco de la
misma o el moderador de que se trata en el c. 517 § 1, si la cura pastoral se
encomienda solidariamente a varios.
Por ejemplo, los Oblatos de San José, que ahora están en la parroquia de Quequeña. La
parroquia no pasa a ser del instituto y, en consecuencia, tampoco los bienes de la parroquia
son del instituto.
520 § 2. La encomienda de una parroquia, de la que se trata en el § 1, puede
realizarse tanto a perpetuidad como por tiempo determinado; en ambos casos, se
hará mediante acuerdo escrito entre el Obispo diocesano y el Superior competente del
instituto o de la sociedad, en el que, entre otras cosas, se determinará expresa y
detalladamente cuanto se refiera a la labor que debe ejercerse, a las personas que se
dedicarán a ella y a los asuntos económicos.
Existe un formato referencial de la Santa Sede para realizar estos contratos.
521 § 1. Para que alguien pueda ser designado párroco válidamente debe haber
recibido el orden sagrado del presbiterado.
§ 2. Debe destacar además por su sana doctrina y probidad moral, estar dotado de
celo por las almas y de otras virtudes, y tener las cualidades que se requieren, tanto
por derecho universal como particular, para la cura de la parroquia de que se trate.

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Administración parroquial

§ 3. Para que alguien sea designado para el oficio de párroco, es necesario que conste
con certeza su idoneidad según el modo establecido por el Obispo diocesano, incluso
mediante un examen.
522 El párroco debe tener estabilidad y por tanto, debe ser nombrado por tiempo
indefinido; sólo puede ser nombrado por el Obispo diocesano para un tiempo
determinado, si este modo de proceder ha sido admitido, mediante decreto, por la
Conferencia Episcopal.
El párroco debe gozar de estabilidad porque es pastor: los fieles se identifican con su
pastor y el pastor con sus fieles. Antes el párroco era inamovible salvo causas graves. En el
Nuevo Código ha pasado a ser amovible, es decir, debe ser estable, pero no es inamovible,
sino que puede ser trasladado, que no es lo mismo que ser removido. Siempre se piensa en
el bien de la persona. El mundo piensa en criterios de eficacia, de éxito, de utilitarismo,
que hace que el centro sea no la persona sino el éxito. Más importante que la parroquia es
el párroco como persona. Jamás se piensa en la conveniencia personal sino en el bien del
párroco y de la comunidad.
El cambio de parroquia puede ayudar:
1° Para romper la rutina en la que se puede haber caído. El cambio le ayuda a recomenzar,
a renacer, a enfrentar nuevos desafíos, a veces de modo voluntario y otras no tanto.
2° por el bien de la parroquia, para que siga creciendo, para que venga otro que la pueda
seguir haciendo avanzar
En todo caso, deben converger el bien del párroco y el bien de la comunidad.
Cambiar a los párrocos a cada rato es un error que algunos obispos cometen, ya que somos
personas, y no piezas de un tablero de ajedrez, ni de una maquinaria como se piensa en el
mundo.
El tiempo determinado por la conferencia episcopal peruana es de 6 años mínimo.
523 Quedando a salvo lo prescrito en el c. 682 § 1, la provisión del oficio de párroco
compete al Obispo diocesano, mediante libre colación, a no ser que alguien goce del
derecho de presentación o de elección.
524 El Obispo diocesano debe encomendar la parroquia que haya quedado vacante a
aquel que, ponderadas todas las circunstancias, considere idóneo para desempeñar en
ella la cura parroquial, dejando de lado cualquier acepción de personas; para juzgar
sobre la idoneidad, oiga al arcipreste y realice las investigaciones oportunas, pidiendo
parecer, si el caso lo aconseja, a algunos presbíteros y fieles laicos.
Esta elección se debe escuchar al arcipreste o decano y otros fieles. También es importante
tener en cuenta las necesidades de la parroquia.
525 Cuando esté vacante o impedida la sede, corresponde al Administrador diocesano
o a quien rige provisionalmente la diócesis:
1.º conceder la institución o la confirmación a los presbíteros que han sido
presentados o elegidos legítimamente para una parroquia;
2.º nombrar párrocos, si ha transcurrido ya un año desde que la sede quedó vacante o
impedida.
526 § 1. El párroco ha de tener la cura de una sola parroquia; sin embargo, por
escasez de sacerdotes u otras circunstancias, se puede confiar a un mismo párroco la
cura de varias parroquias cercanas.

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Administración parroquial

En Alemania, por ejemplo, se han creado “unidades pastorales”.


§ 2. En cada parroquia debe haber un solo párroco director conforme a la norma del
c. 517 § 1, quedando reprobada la costumbre contraria y revocado todo privilegio
contrario.
527 § 1. Quien ha sido promovido para llevar la cura pastoral de una parroquia, la
obtiene y está obligado a ejercerla desde el momento en que toma posesión.
§ 2. Otorga la posesión al párroco el Ordinario del lugar o un sacerdote delegado por
éste, según el modo recibido por ley particular o costumbre legítima; sin embargo,
puede el mismo Ordinario, con justa causa, dispensar de la observancia de ese modo,
en cuyo caso, la notificación de la dispensa hace las veces de la toma de posesión.
§ 3. El Ordinario del lugar determinará el tiempo dentro del cual debe tomarse
posesión de la parroquia; y, si éste transcurre sin efecto, faltando un impedimento
justo, puede declarar vacante la parroquia.
530 Son funciones que se encomiendan especialmente al párroco las siguientes:
1.º la administración del bautismo;
2.º la administración del sacramento de la confirmación a quienes se encuentren en
peligro de muerte, conforme a la norma del c. 883, 3.º;
3.º la administración del Viático y de la unción de los enfermos sin perjuicio de lo que
prescribe el c. 1003 § § 2 y 3; asimismo, impartir la bendición apostólica;
4.º la asistencia a los matrimonios y bendición nupcial;
5.º la celebración de funerales;
6.º la bendición de la pila bautismal en tiempo pascual, la presidencia de las
procesiones
fuera de la iglesia y las bendiciones solemnes fuera de la iglesia;
7.º la celebración eucarística más solemne los domingos y fiestas de precepto.
531 Aunque otro haya realizado una determinada función parroquial, ingresará en la
masa parroquial las ofrendas recibidas de los fieles en tal ocasión, a no ser que,
respecto a las limosnas voluntarias, conste la intención contraria de quien las ofrece;
corresponde al Obispo diocesano, oído el consejo presbiteral, establecer normas
mediante las que se provea al destino de esas ofrendas, así como a la retribución de
los clérigos que cumplen esa función.
Todas las donaciones entregadas a un presbítero se presumen entregadas a la persona
jurídica a la que sirve ese presbítero.
Hay realidades eclesiales en la que se estila dar el diezmo, si pertenecen a una de ellas, los
presbíteros deben ser los primeros en dar el diezmo.
En Arequipa cada parroquia maneja sus propios fondos, cada párroco determina la
asignación para él y el vicario.
Todos los presbíteros jóvenes han decidido no tener ninguna asignación. La parroquia
corre con los gastos de casa, comida, medicinas, el pago de Solidaridad Sacerdotal Santa
Rosa. Si la parroquia no tiene solvencia, el obispo provee para lo que haga falta.
Además, tenemos tres fondos que el obispo administra directamente para estos fines:

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Administración parroquial

1. Rentas de unos inmuebles que dejó un presbítero hace muchos años, creando la
fundación “Hospital Sacerdotes pobres de San Pedro”.
El 85% queda en una cuenta a nombre de la fundación, para el sostenimiento de
presbíteros ancianos, enfermos y pobres.
El 15% restante es destinado por el Obispo para gastos menores de presbíteros que
tienen alguna necesidad particular.
2. Tributo de S/. 5.00 soles por persona confirmada. Este tributo fue creado por Mons.
Paulino Ríos Reynoso para el sostenimiento de la curia. Monseñor Javier del Río
destino este fondo para ayudas a parroquias, por ejemplo, cambio de llantas del
carro de la parroquia de Cabanaconde, que asciende a 3.200 soles.
3. Tributo de S/. 5.00 soles por intención de Misa con estipendio, también para ayudas
a parroquias que tienen que hacer gastos un tanto mayores. Por ejemplo, nuevo
retablo de la parroquia de Sabandía costó 50.000 soles, de los cuales 40.000 se
cubrieron con actividades y fondos de la parroquia, y 10000 se tomaron de este
fondo.
Monseñor Javier presenta en la primera reunión de presbiterio de cada año el informe
económico anual detallado de la arquidiócesis.
Don Bosco decía: “yo discierno si es voluntad de Dios o no, Si es su voluntad, yom pongo
la primera piedra y Dios pone el resto”; y Daniel Comboni: “Para pedir dinero hay que
tener dos cosas: ser muy santo, y tener la cara dura”.
En Arequipa no hay ningún presbítero que pueda decir que ha acudido al Obispo y no ha
sido atendido. También hay algunos que están apegados al dinero y no se les puede dar
todo.
¡Mucho cuidado con la familia! A veces la familia destripa al presbítero y este se monetiza
por estar preocupado por su familia y ya no evangeliza. Esto es lo más contrario al celibato
presbiteral. El Papa Francisco dice: “El demonio entra por el bolsillo”.
532 El párroco representa a la parroquia en todos los negocios jurídicos, conforme a
la norma del derecho; debe cuidar de que los bienes de la parroquia se administren
de acuerdo con la norma de los cc. 1281-1288.
El párroco no puede disponer de los bienes de la parroquia. Existe el caso de hermandades
antiguas que guardan ornamentos de plata y oro de las imágenes en casas de los laicos
porque los presbíteros se los robaban.
La administración es fundamental: tener todo ordenado y tener cuidado con quien eliges
para ayudarte porque muchas personas se aprovechan de la Iglesia.

Parte IV, Libro V


De los Bienes Temporales de la Iglesia
1254 § 1. Por derecho nativo, e independientemente de la potestad civil, la Iglesia
católica puede adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales para
alcanzar sus propios fines.
§ 2. Fines propios son principalmente los siguientes: sostener el culto divino, sustentar
honestamente al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y
de caridad, sobre todo con los necesitados.

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Administración parroquial

El derecho de retener es anejo al de posesión. Si alguien invade un terreno sin construir de


la parroquia, no se le puede sacar, si han pasado 24 horas, sino con proceso judicial que
podría tardar hasta diez años.
Un gran problema de la Iglesia en países como el nuestro es la mala administración de los
bienes temporales, porque los presbíteros no tienen ni idea de cómo hacerlo, porque no se
les ha enseñado, y muchos piensan en la parroquia como beneficio personal.
Necesitamos aprender a cuidar lo de la Iglesia aún más que lo mío, porque es de mi Madre,
y no puedo regalar ni descuidar sus cosas.
Los 4 fines a los que destina los ingresos de la parroquia son: Palabra, liturgia y diaconía
de la caridad. Es como una vía de tres carriles. Se necesita mantener un equilibrio entre
estas dimensiones de la misión de la Iglesia.
1255 La Iglesia universal y la Sede Apostólica, y también las Iglesias particulares y
cualquier otra persona jurídica, tanto pública como privada, son sujetos capaces de
adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales, según la norma jurídica.
1256 El dominio de los bienes corresponde bajo la autoridad suprema del Romano
Pontífice, a la persona jurídica que los haya adquirido legítimamente.

1257 § 1. Todos los bienes temporales que pertenecen a la Iglesia universal, a la Sede
Apostólica o a otras personas jurídicas públicas en la Iglesia, son bienes eclesiásticos,
y se rigen por los cánones que siguen, así como por los propios estatutos.
§ 2. Los bienes temporales de una persona jurídica privada se rigen por sus estatutos
propios, y no por estos cánones, si no se indica expresamente otra cosa.
Los bienes temporales no siempre son cosas, podrían ser acciones de empresas, por
ejemplo.
Existen también normas en la Iglesia universal para las congregaciones religiosas.
1258 En los cánones que siguen, con el nombre de Iglesia se designa, no sólo la Iglesia
universal o la Sede Apostólica, sino también cualquier persona pública en la Iglesia, a
no ser que conste otra cosa por el contexto o por la naturaleza misma del asunto.

1259 La Iglesia puede adquirir bienes temporales por todos los modos justos, de
derecho natural o positivo, que estén permitidos a otros.
Estos modos son: compra-venta, donación intervivos, mortis causa (herencia),
prescripción.
La Iglesia en el Perú, por el acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Peruano (19 de Julio
de 1980). Afirma que: 1) La iglesia goza de independencia y soberanía. 2)L Iglesia
Católica en el Perú goza de personalidad jurídica pública. 3) La Iglesia tiene plena potestad
para adquirir bienes.
1260 La Iglesia tiene el derecho nativo de exigir de los fieles los bienes que necesita
para sus propios fines.
La primera Evangelización fue en algún sentido muy paternalista, y quedan rezagos de esto
hasta hoy, y los fieles ayudan al sostenimiento de la Iglesia. Por esto es muy importante
enseñar a los fieles a dar.

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Administración parroquial

Para esto, el presbítero debe:


- Ser transparente.
- Ser austero.
- Servir gratis.
Si los fieles ven que les rindes cuentas, se vuelcan y dan más. Los fieles pueden perdonar
cualquier pecado, menos si te metes con el dinero.
Si te dan dinero para un proyecto, rinde cuentas y te seguirán ayudando.
1261 § 1. Los fieles tienen libertad para aportar bienes temporales en favor de la
Iglesia.
§ 2. El Obispo diocesano debe advertir a los fieles y urgirles de manera oportuna
sobre la obligación de que trata el c. 222 § 1.
1262 Presten ayuda a la Iglesia los fieles mediante las subvenciones que se les pidan, y
según las normas establecidas por la Conferencia Episcopal.
Colectas imperadas:
Iglesia Universal: tierra santa (Viernes santo); Óbolo de san Pedro, Domund.
Conferencia Episcopal Peruana: colecta para los seminarios y vocaciones, campaña
compartir (para ayudar a los pobres).
Los obispos pueden pedir hasta 10000 soles para proyectos.
Participando en estas colectas los fieles se sienten parte de la Iglesia universal.
1263* Para subvenir a las necesidades de la diócesis, el Obispo diocesano tiene
derecho a imponer un tributo moderado a las personas jurídicas públicas sujetas a su
jurisdicción, que sea proporcionado a sus ingresos, oído el consejo de asuntos
económicos y el consejo presbiteral; respecto a las demás personas físicas, y jurídicas
sólo se le permite imponer una contribución extraordinaria y moderada, en caso de
grave necesidad y en las mismas condiciones, quedando a salvo las leyes y costumbres
particulares que le reconozcan más amplios derechos.
En el c. 264 1, dice que los Obispos pueden imponer un tributo para las necesidades del
seminario.
En el c. 791 dice que se puede hacer lo mismo para las misiones.
1264 A no ser que el derecho disponga otra cosa, corresponde a la reunión de Obispos
de cada provincia:
1.º determinar las tasas que se han de pagar por los actos de potestad ejecutiva
graciosa o por la ejecución de los rescriptos de la Sede Apostólica, y que han de ser
aprobadas por la Sede Apostólica;
2.º determinar las ofrendas que han de hacerse con ocasión de la administración de
los sacramentos y sacramentales.
1265 § 1. Sin perjuicio del derecho de los religiosos mendicantes, está prohibido a
toda persona privada, tanto física como jurídica, hacer cuestaciones para cualquier
institución o finalidad piadosa o eclesiástica, sin licencia escrita del Ordinario del
lugar.

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Administración parroquial

§ 2. Sobre la cuestación de limosnas, la Conferencia Episcopal puede dictar normas,


que han de observar todos, incluso aquellos que, por institución, se llaman y son
mendicantes.
1266 En todas las iglesias y oratorios que de hecho estén habitualmente abiertos a los
fieles, aunque pertenezcan a institutos religiosos, el Ordinario del lugar puede
mandar que se haga una colecta especial, en favor de determinadas obras
parroquiales, diocesanas, nacionales o universales, y que debe enviarse diligentemente
a la curia diocesana.
1267 § 1. Si no consta lo contrario, se presumen hechas a la persona jurídica las
oblaciones entregadas a los superiores o administradores de cualquier persona
jurídica eclesiástica, aunque sea privada.
El canon 531 dice, además, que las ofrendas recibidas por la realización de una función
parroquial deben ingresara la masa parroquial.
§ 2. No pueden rechazarse sin causa justa las ofrendas de que trata el § 1 ni las cosas
de mayor importancia sin licencia del Ordinario cuando se trata de una persona
jurídica pública; se requiere la misma licencia para aceptar las que estén gravadas
por una carga modal o una condición, quedando firme lo prescrito en el c. 1295.
Una causa justa para rechazar una ofrenda puede ser la procedencia ilegítima de la
donación, por ejemplo, si provienen del narcotráfico. Siempre con la licencia del ordinario.
Por otro lado, se necesita licencia del ordinario también para aceptar donaciones que estén
gravadas por una carga, por ejemplo, un inmueble hipotecado, que se dona con la
condición de que se termine de pagar la hipoteca.
§ 3. Las oblaciones hechas por los fieles para un fin determinado sólo pueden
destinarse a ese fin.
La voluntad o intención del donante es sagrada.
A este respecto el canon 1300 dice: “Deben cumplirse con suma diligencia, una vez
aceptadas, las voluntades de los fieles que donan o dejan sus bienes para causas pías por
actos inter vivos o mortis causa, aun en cuanto al modo de administrar e invertir los
bienes, salvo lo que prescribe el c. 1301 § 3.”
1268 Respecto a los bienes temporales, la Iglesia acepta la prescripción como modo de
adquirirlos o de liberarse, a tenor de los cc. 197-199.
1269 Las cosas sagradas, si están en dominio de personas privadas, pueden ser
adquiridas por otras personas también privadas, en virtud de la prescripción, pero no
es lícito dedicarlas a usos profanos, a no ser que hubieran perdido la dedicación o
bendición; si pertenecen, en cambio, a una persona jurídica eclesiástica pública, sólo
puede adquirirlas otra persona jurídica eclesiástica pública.
Las cosas sagradas son un tipo concreto de bienes, y darle usos profanos es ilícito (por
ejemplo, no se puede hacer teatro en un templo), salvo que hayan perdido la dedicación, en
el caso de bienes inmuebles, o la bendición, en caso de bienes muebles. La dedicación y la
bendición se pierden mediante acto administrativo (decreto) o por haber sido dejado su uso
sagrado por un tiempo prolongado.
Si pertenecen a una persona jurídica pública solo pueden ser transferidos a otra persona
jurídica pública. Esta norma puede ser dispensada por la Santa Sede.

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Administración parroquial

1270 Los bienes inmuebles, los bienes muebles preciosos y los derechos y acciones,
tanto personales como reales, que pertenecen a la Sede Apostólica prescriben en el
plazo de cien años; los pertenecientes a otra persona jurídica pública eclesiástica, en
el plazo de treinta años.
Las acciones reales son aquellas que se tienen sobre inmuebles; las personales sobre
empresas.
El derecho real puede ser de propiedad o dominio.
Esta prescripción rige entre personas jurídicas eclesiásticas.
1271 Por razón del vínculo de unidad y de caridad, y conforme a las posibilidades de
su diócesis, los obispos contribuyan a que la Sede Apostólica disponga de los medios
que, según las distintas circunstancias, necesita para el debido servicio a la Iglesia
universal.
En Arequipa esta contribución se hace junto con el Óbolo de San Pedro.

DE LA ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES


1273 En virtud de su primado de régimen, el Romano Pontífice es el administrador y
distribuidor supremo de todos los bienes eclesiásticos.
1274 § 1. En toda diócesis debe haber un instituto especial que recoja los bienes y
oblaciones para proveer conforme al c. 281 a la sustentación de los clérigos que
prestan un servicio en la diócesis, a no ser que se haya establecido otro modo de
cumplir esta exigencia.
El canon 281 se refiere a la justa sustentación de los clérigos. En Arequipa existe este
instituto, aunque ya no está en funciones, debido a que se distorsionó un tanto su finalidad.
§ 2. Donde aún no está convenientemente organizada la previsión social en favor del
clero, cuide la Conferencia Episcopal de que haya una institución que provea
suficientemente a la seguridad social de los clérigos.
En el Perú, la Conferencia Episcopal Peruana creó en 1999 “Solidaridad Sacerdotal Santa
Rosa”, a la cual los presbíteros aportan 312.00 dólares anuales, hasta cumplir 65 años.
Este seguro tiene dos áreas:
- Para la ancianidad: los presbíteros mayores de 65 años reciben más o menos 100.00
soles mensuales.
- Seguro de salud, que es potestativo.

1276 § 1. Corresponde al Ordinario vigilar diligentemente la administración de todos


los bienes pertenecientes a las personas jurídicas públicas que le están sujetas,
quedando a salvo otros títulos legítimos que le confieran más amplios derechos.
Quedan excluidos los que corresponden a personas de derecho pontificio.
§ 2. Teniendo en cuenta los derechos, las costumbres legítimas y las circunstancias,
cuiden los Ordinarios de organizar todo lo referente a la administración de los bienes
eclesiásticos dando instrucciones particulares dentro de los límites del derecho
universal y particular.
En Arequipa las parroquias presentan el informe de cada mes en un plazo trimestral.

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Administración parroquial

1277 Por lo que se refiere a la realización de actos de administración que, atendida la


situación económica de la diócesis, sean de mayor importancia, el Obispo diocesano
debe oír al consejo de asuntos económicos y al colegio de consultores; pero, aparte de
los casos especialmente determinados en el derecho universal o en la escritura de
fundación, necesita el consentimiento del mismo consejo así como del colegio de
consultores para realizar los actos de administración extraordinaria. Compete a la
Conferencia Episcopal determinar qué actos han de ser considerados de
administración extraordinaria.
- Actos de administración ordinaria, en Perú, hasta 300 mil dólares.
- Actos de mayor importancia, de 300 mil a 1 millón de dólares.
- Actos de administración extraordinaria, más de 1 millón de dólares. Estos requieren el
consentimiento del colegio de consultores y el consejo de asuntos económicos. Además
requieren el permiso de la Santa Sede (Congregación para el Clero).
1278 Además de las funciones que señala el c. 494 §§ 3 y 4, el Obispo diocesano puede
encomendar al ecónomo las funciones indicadas en los cc. 1276 § 1 y 1279 § 2.
494 § 3. Corresponde al ecónomo, de acuerdo con el modo determinado por el consejo
de asuntos económicos, administrar los bienes de la diócesis bajo la autoridad del
Obispo y, con los ingresos propios de la diócesis, hacer los gastos que ordenen
legítimamente el Obispo o quienes hayan sido encargados por él.
§ 4. Al final de año, el ecónomo debe rendir cuentas de ingresos y gastos al consejo de
asuntos económicos.
En Arequipa, por ejemplo, el ecónomo prepara presupuestos en Octubre- Noviembre.
1279 § 1. La administración de los bienes eclesiásticos corresponde a quien de manera
inmediata rige la persona a quien pertenecen esos bienes, si no determinan otra cosa
el derecho particular, los estatutos o una costumbre legítima, y quedando a salvo el
derecho del Ordinario a intervenir en caso de negligencia del administrador.
Por ejemplo, Monseñor Javier no puede otorgar becas del Colegio San Jerónimo. De esos
asuntos se encargan los Laicos.
§ 2. Para la administración de los bienes de una persona jurídica pública que no
tenga administradores propios por disposición del derecho, por escritura de
fundación, o por sus estatutos, el Ordinario a quien está sujeta designará por un
trienio a personas idóneas; este nombramiento es renovable.
Por ejemplo, el testamento de la fundación “Sacerdotes pobres de San Pedro”, no indica
quien debe ser el administrador. En este caso el ordinario lo nombra .
1280 Toda persona jurídica ha de tener su consejo de asuntos económicos, o al menos
dos consejeros, que, conforme a los estatutos, ayuden al administrador en el
cumplimiento de su función.
1281 § 1. Quedando firme las prescripciones de los estatutos, los administradores
realizan inválidamente los actos que sobrepasan los límites y el modo de la
administración ordinaria, a no ser que hubieran obtenido previamente autorización
escrita del Ordinario.
§ 2. Debe determinarse en los estatutos qué actos sobrepasan el límite y el modo de la
administración ordinaria; y si los estatutos no prescriben nada sobre esta cuestión,

52
Administración parroquial

compete al Obispo diocesano, oído el consejo de asuntos económicos, determinar


cuáles son estos actos para las personas que le están sometidas.
§ 3. A no ser que le haya reportado un provecho, y en la medida del mismo, la
persona jurídica no está obligada a responder de los actos realizados inválidamente
por los administradores; pero de los actos que éstos realizan ilegítima pero
válidamente, responderá la misma persona jurídica, sin perjuicio del derecho de
acción o de recurso de la misma contra los administradores que le hubieran causado
daños.

CÁNONES SOBRE LOS ADMINISTRADORES


1282 Todos aquellos, clérigos o laicos, que participan por un título legítimo en la
administración de los bienes eclesiásticos, deben cumplir sus funciones en nombre de
la Iglesia, y conforme al derecho.
Por ejemplo, el párroco es administrador de los bienes de la parroquia.
1283 Antes de que los administradores comiencen a ejercer su función:
1.º deben prometer mediante juramento ante el Ordinario o su delegado, que
administrarán bien y fielmente.
2.º hágase inventario exacto y detallado, suscrito por ellos, de los bienes inmuebles, de
los bienes muebles tanto preciosos como pertenecientes de algún modo al patrimonio
cultural, y de cualesquiera otros, con la descripción y tasación de los mismos; y
compruébese una vez hecho;
El inventario conviene hacerlo por ambientes: templo, casa, etc. Se recomienda incluir
fotos en el inventario de los bienes preciosos y de alto valor cultural. Cuando hay cambio
de párroco, es recomendable hacer el inventario con el párroco saliente, e incluir su firma.
3.º consérvese un ejemplar de este inventario en el archivo de la administración, y
otro en el de la Curia; anótese en ambos cualquier cambio que experimente el
patrimonio.
El inventario se va actualizando, añadiendo los bienes que entran en uso, así como
anotando aquellos que han sido dados de baja.
El inventario actualizado se presenta una vez al año al arzobispado.
1284 § 1. Todos los administradores están obligados a cumplir su función con la
diligencia de un buen padre de familia.
Con diligencia, es decir, con amor a la Iglesia, nuestra Madre, que no ha engendrado para
la Nueva vida, nos da la fe, nos cuida.
§ 2. Deben por tanto:
1.º vigilar para que los bienes encomendados a su cuidado no perezcan en modo
alguno ni sufran daño, suscribiendo a tal fin, si fuese necesario, contratos de seguro;
2.º cuidar de que la propiedad de los bienes eclesiásticos se asegure por los modos
civilmente válidos;
3.º observar las normas canónicas y civiles, las impuestas por el fundador o donante
o por la legítima autoridad, y cuidar sobre todo de que no sobrevenga daño para la
Iglesia por inobservancia de las leyes civiles; rentas y producto de los bienes,

53
Administración parroquial

conservar de modo seguro los ya cobrados y emplearlos según la intención del


fundador o las normas legítimas;
5.º pagar puntualmente el interés debido por préstamo o hipoteca, y cuidar de que el
capital prestado se devuelva a su tiempo;
Un presbítero no puede hacerse un préstamo sin permiso el Obispo.
6.º con el consentimiento del Ordinario, aplicar a los fines de la persona jurídica el
dinero que sobre del pago de los gastos y que pueda ser invertido productivamente;
7.º llevar con orden los libros de entradas y salidas;
8.º hacer cuentas de la administración al final de cada año;
9.º ordenar debidamente y guardar en un archivo conveniente y apto los documentos
e instrumentos en los que se fundan los derechos de la Iglesia o del instituto sobre los
bienes; y, donde pueda hacerse fácilmente, depositar copias auténticas de los mismos
en el archivo de la curia.
§ 3. Se aconseja encarecidamente que los administradores hagan cada año
presupuesto de las entradas y salidas; y se deja al derecho particular preceptuarlo y
determinar con detalle el modo de presentarlo.
1285 Sólo dentro de los límites de la administración ordinaria es lícito a los
administradores hacer donaciones para fines de piedad o de caridad cristiana con
bienes muebles que no pertenezcan al patrimonio estable.
Ver el c. 1277. Por ejemplo, no se puede donar un carro o una pintura antigua de la
parroquia.
1286 Los administradores de bienes:
1.º en los contratos de trabajo y conforme a los principios que enseña la Iglesia, han
de observar cuidadosamente también las leyes civiles en materia laboral y social;
2.º deben pagar un salario justo y honesto al personal contratado, de manera que éste
pueda satisfacer convenientemente las necesidades personales y de los suyos.
Los trabajadores deben estar en planillas. En el Perú existe la ley de “estabilidad laboral”,
por la cual no se puede despedir a un trabajador que haya trabajado por tres meses, a
menos que se le pague indemnización, la cual puede ser rechazada por el trabajador si
deseara seguir trabajando.
Además lo trabajadores deben recibir, por ley, 15 sueldos: uno por cada mes, más uno por
gratificación de Navidad, uno por gratificación de fiestas patrias, y uno por CTS; si
tuvieran hijos también reciben escolaridad.
Por otro lado, los laicos tienen el derecho y el deber de participar en la misión de la Iglesia,
a través de la predicación, el culto y la caridad. Así, se puede invitar a los fieles a participar
gratuitamente en la misión de la Iglesia.
La diferencia entre esto y el contrato de trabajo está en la voluntad con que se hace.
Se firma un “Convenio de Participación en la Misión de la Iglesia”. La persona interesada
presenta una solicitud por escrito: “Solicito que se me permita colaborar con la misión de
la Iglesia”. Debe quedar muy clara la voluntad del solicitante, y que no es un trabajo.

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Administración parroquial

Otro modo es firmar contratos de servicios no personales para servicios que no son
constantes, por ejemplo, el de jardinería.
Otra opción es el voluntariado, que debe ser registrado a nivel estatal.
Tanto en el convenio antes mencionado como para el voluntariado NO HAY SALARIO.
La comunidad parroquial, sí puede, otorga una asignación como ayuda para sus pasajes,
por ejemplo.
1287 § 1. Quedando reprobada la costumbre contraria, los administradores, tanto
clérigos como laicos, de cualesquiera bienes eclesiásticos que no estén legítimamente
exentos de la potestad de régimen del Obispo diocesano, deben rendir cuentas cada
año al Ordinario del lugar, que encargará de su revisión al consejo de asuntos
económicos.
En Arequipa esto no se hacía. Monseñor Javier lo implementó poco a poco después de diez
años, pacientemente, porque la cuestión de dinero es muy delicada.
§ 2. Los administradores rindan cuentas a los fieles acerca de los bienes que éstos
entregan a la Iglesia, según las normas que determine el derecho particular.
Si rindes cuentas, en la parroquia, la gente dará más. Los informes son importantes.
1288 Los administradores no deben incoar un litigio en nombre de una persona
jurídica pública, ni contestar a la demanda en el fuero civil, sin haber obtenido
licencia del Ordinario propio dada por escrito.
1289 Aunque no estén obligados a administrar en virtud de un oficio eclesiástico, los
administradores no pueden abandonar por su propio arbitrio el cargo recibido; y si
se provoca un daño a la Iglesia por ese abandono arbitrario, están obligados a
restituir.
1290 Lo que en cada territorio establece el derecho civil sobre los contratos, tanto en
general como en particular, y sobre los pagos, debe observarse con los mismos efectos
en virtud del derecho canónico en materias sometidas a la potestad de régimen de la
Iglesia, salvo que sea contrario al derecho divino o que el derecho canónico prescriba
otra cosa, quedando a salvo el c. 1547.
En el caso de los vigilantes, no se debe darles un lugar para vivir, porque luego es casi
imposible sacarlos. Se puede firmar un contrato de comodato, por un tiempo determinado,
puede ser un año. Estos contratos los hacen los abogados del arzobispado. Lo mejor es que
en la parroquia solo viva el párroco, el vicario y el seminarista si se diera el caso.
1299 § 1. Quien, por el derecho natural y canónico, es capaz de disponer libremente
de sus bienes, puede dejarlos a causas pías, tanto por acto inter vivos como mortis
causa.
§ 2. Para las disposiciones mortis causa en beneficio de la Iglesia, obsérvense, si es
posible, las solemnidades prescritas por el ordenamiento civil; si éstas se hubieran
omitido, se ha de amonestar a los herederos sobre la obligación que tienen de cumplir
la voluntad del testador.
La ley peruana exige que las donaciones sean hechas mediante escritura pública.
1300 Deben cumplirse con suma diligencia, una vez aceptadas, las voluntades de los
fieles que donan o dejan sus bienes para causas pías por actos inter vivos o mortis
causa, aun en cuanto al modo de administrar e invertir los bienes, salvo lo que
prescribe el c. 1301 § 3.

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Administración parroquial

1301 § 1. El Ordinario es ejecutor de todas las pías voluntades, tanto mortis causa
como inter vivos.
§ 2. En virtud de este derecho el Ordinario puede y debe vigilar, también mediante
visita, que se cumplan las pías voluntades; y los demás ejecutores deben rendirle
cuentas, una vez cumplida su función.
§ 3. Las cláusulas contenidas en las últimas voluntades que sean contrarias a este
derecho del Ordinario, se tendrán por no puestas.
1302 § 1. Quien adquirió como fiduciario unos bienes destinados a causas pías, sea
por acto inter vivos sea por testamento, debe informar de su fiducia al Ordinario,
dándole cuenta de todos aquellos bienes tanto muebles como inmuebles, y de las
cargas anejas; pero si el donante hubiera prohibido esto, expresa y totalmente, no
deberá aceptar la fiducia.
§ 2. El Ordinario debe exigir que los bienes entregados en fiducia se coloquen de
manera segura, y vigilar la ejecución de la pía voluntad conforme al c. 1301.
§ 3. Cuando unos bienes han sido entregados en fiducia a un miembro de un instituto
religioso, o de una sociedad de vida apostólica, si están destinados a un lugar o
diócesis, o a sus habitantes o para ayudar a causas pías, el Ordinario a que se refieren
los §§ 1 y 2 es el del lugar; en caso contrario, es el Superior mayor en el
instituto clerical de derecho pontificio y en las sociedades clericales de vida apostólica
de derecho pontificio, o bien el Ordinario propio del mismo miembro en los demás
institutos religiosos.
1303 § 1. Bajo el nombre de fundaciones pías se comprenden en el derecho:
1.º las fundaciones pías autónomas, es decir, los conjuntos de cosas destinados a los
fines de que se trata en el c. 114 § 2 y erigidos como personas jurídicas por la
autoridad eclesiástica competente;
2.º las fundaciones pías no autónomas, es decir, los bienes temporales, dados de
cualquier modo a una persona jurídica pública con la carga de celebrar Misas y
cumplir otras funciones eclesiásticas determinadas con las rentas anuales, durante un
largo período de tiempo, que habrá de determinar el derecho particular, o de
perseguir de otra manera los fines indicados en el c. 114 § 2.
§ 2. Una vez vencido el plazo, los bienes de una fundación pía no autónoma, si
hubiesen sido confiados a una persona jurídica sujeta al Obispo diocesano, deben
destinarse al instituto de que trata el c. 1274 § 1, a no ser que fuera otra la voluntad
del fundador expresamente manifestada; en otro caso, revierten a la misma persona
jurídica.
En el Perú, las fundaciones son supervisadas de cerca por el estado, y si este considera que
aquella no está cumpliendo sus fines, puede intervenir cambiando la junta directiva, como
fue el caso de la fundación “Ciudad de Papel”, creada por un presbítero muy entregado,
que pedía limosnas para esta fundación. Después de su muerte, durante el gobierno de
Toledo, se nombró otra junta directiva, en la cual se quiso incluir a Monseñor Javier. Él no
podía ocupar este cargo, pero si sugirió quienes podían conformar esa junta directiva.
Después de varios años, el Estado devolvió la administración manos privadas.
Para cuidar esto, hay una norma que permite a las fundaciones eclesiásticas se pueden
inscribir en el Estado como asociaciones civiles, y así el estado no puede intervenir.

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Administración parroquial

1304 § 1. Para que una persona jurídica pueda aceptar válidamente una fundación se
requiere licencia escrita del Ordinario; licencia que no concederá sin haber
comprobado legítimamente que la persona jurídica puede cumplir tanto la nueva
carga como las anteriormente aceptadas; y debe cuidar sobre todo de que las rentas
cubran totalmente las cargas anejas, según los usos del lugar o de la región.
§ 2. El derecho particular determinará condiciones más específicas para la
constitución y aceptación de fundaciones.
1305 El dinero y los bienes muebles asignados como dote, han de depositarse
inmediatamente en un lugar seguro aprobado por el Ordinario, a fin de conservar ese
dinero o el precio de los bienes muebles, y colocarlo cuanto antes, cauta y útilmente,
en beneficio de la fundación, con mención expresa y detallada de las cargas, según el
prudente juicio del Ordinario, oídos los interesados y su propio consejo de asuntos
económicos.
1306 § 1. Las fundaciones, aun las hechas de viva voz, se han de consignar por escrito.
§ 2. Se conservará de manera segura una copia de la escritura de fundación en el
archivo de la curia, y otra en el archivo de la persona jurídica interesada.
1307 § 1. En observancia de las prescripciones de los cc. 1300-1302 y 1287, ha de
hacerse una tabla de las cargas de las fundaciones pías, y colocarla en un lugar
visible, de modo que las obligaciones que hayan de cumplirse no caigan en el olvido.
§ 2. Además del libro al que se refiere el c. 958 § 1, el párroco o el rector ha de llevar
y conservar otro en el que se anoten cada una de las obligaciones, su cumplimiento y
las limosnas.
1308 § 1. La reducción de las cargas de Misas que sólo se hará por causa justa y
necesaria, se reserva a la Sede Apostólica, salvo en lo que a continuación se indica.
§ 2. Si así se indica expresamente en la escritura de fundación, el Ordinario puede
reducir las cargas de Misas por haber disminuido las rentas.
§ 3. Compete al Obispo diocesano la facultad de reducir el número de Misas que han
de celebrarse en virtud de legados o de otros títulos válidos por sí mismos, cuando
han disminuido las rentas y mientras persista esta causa, habida cuenta del estipendio
legítimamente vigente en la diócesis, siempre que no haya alguien que esté obligado y
a quien se le pueda exigir con eficacia que aumente la limosna.
§ 4. Compete al mismo Obispo la facultad de reducir las cargas o legados de Misas
que pesan sobre las instituciones eclesiásticas, si las rentas hubieran llegado a ser
insuficientes para alcanzar convenientemente el fin propio de dicha institución.
§ 5. Goza de las mismas facultades expresadas en los §§ 3 y 4 el Superior general de
un instituto religioso clerical de derecho pontificio.
1309 Compete también a las autoridades mencionadas en el c. 1308 la potestad de
trasladar, por causa proporcionada, las cargas de Misas a días, iglesias o altares
distintos de aquellos que fueron determinados en la fundación.
1310 § 1. Si el fundador concedió expresamente al Ordinario, el poder de reducir,
moderar o conmutar la voluntad de los fieles sobre causas pías, éste puede hacerlo
sólo por causa justa y necesaria.

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Administración parroquial

§ 2. Si se hiciera imposible el cumplimiento de las cargas por disminución de las


rentas o por otra causa, sin culpa de los administradores, el Ordinario podrá
disminuir con equidad esas cargas, después de oír a los interesados y a su propio
consejo de asuntos económicos, y respetando de la mejor manera posible la voluntad
del fundador; se exceptúa, sin embargo, la reducción de Misas, que se rige por las
prescripciones del c. 1308. § 3. En los más casos, hay que recurrir a la Sede
Apostólica.

CÁNONES SOBRE LA PARROQUIA, LOS PÁRROCOS Y LOS VICARIOS


PARROQUIALES

LA PARROQUIA
515 § 1. La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo
estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo
diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.
§ 2. Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las
parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al
consejo presbiteral.
§ 3. La parroquia legítimamente erigida tiene personalidad jurídica en virtud del
derecho mismo.

DEL PÁRROCO
530 Son funciones que se encomiendan especialmente al párroco las siguientes:
1.º la administración del bautismo;
2.º la administración del sacramento de la confirmación a quienes se encuentren en
peligro de muerte, conforme a la norma del c. 883, 3.º;
3.º la administración del Viático y de la unción de los enfermos sin perjuicio de lo que
prescribe el c. 1003 § § 2 y 3; asimismo, impartir la bendición apostólica;
4.º la asistencia a los matrimonios y bendición nupcial;
5.º la celebración de funerales;
6.º la bendición de la pila bautismal en tiempo pascual, la presidencia de las
procesiones fuera de la iglesia y las bendiciones solemnes fuera de la iglesia;
7.º la celebración eucarística más solemne los domingos y fiestas de precepto.
531 Aunque otro haya realizado una determinada función parroquial, ingresará en la
masa parroquial las ofrendas recibidas de los fieles en tal ocasión, a no ser que,
respecto a las limosnas voluntarias, conste la intención contraria de quien las ofrece;
corresponde al Obispo diocesano, oído el consejo presbiteral, establecer normas
mediante las que se provea al destino de esas ofrendas, así como a la retribución de
los clérigos que cumplen esa función.
532 El párroco representa a la parroquia en todos los negocios jurídicos, conforme a
la norma del derecho; debe cuidar de que los bienes de la parroquia se administren
de acuerdo con la norma de los cc. 1281-1288.
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Administración parroquial

533 § 1. El párroco tiene obligación de residir en la casa parroquial, cerca casos


particulares haya una causa justa, el Ordinario del lugar puede permitir que habite
en otro lugar, sobre todo en una casa común de varios presbíteros, con tal de que se
provea adecuada y eficazmente al cumplimiento de las tareas parroquiales.
§ 2. A no ser que obste una razón grave, puede el párroco ausentarse de la parroquia,
en concepto de vacaciones, como máximo durante un mes continuo o interrumpido;
pero en ese tiempo de vacaciones no se incluyen los días durante los cuales el párroco
asiste una vez al año al retiro espiritual; sin embargo, para ausentarse de la
parroquia más de una semana, el párroco tiene obligación de avisar al Ordinario del
lugar.
§ 3. Corresponde al Obispo diocesano establecer las normas según las cuales, durante
la ausencia del párroco, se provea a la atención de la parroquia por medio de un
sacerdote dotado de las oportunas facultades.
En Arequipa, el presbiterio joven coordina las vacaciones, todos juntos, con Monseñor
Javier.
Es importante tener cuidado con el fanatismo. Si ejerces el ministerio en una parroquia, esa
es la voluntad de Dios, y no se puede poner el carisma propio por encima de todo, no se
puede dejar todo tirado.
Una posible dificultad es que las cosas de la parroquia se crucen con las de tu movimiento.
Para esto es importante el equilibrio y hacer lo que dice el Obispo.
534 § 1. Una vez que ha tomado posesión de la parroquia, el párroco está obligado a
aplicar la Misa por el pueblo a él confiado todos los domingos y fiestas que sean de
precepto en su diócesis; quien se encuentre legítimamente impedido para hacerlo, la
aplicará esos mismos días por medio de otro, u otros días personalmente.
§ 2. Los días indicados en el § 1, el párroco a quien haya sido confiada la cura de
varias parroquias, tiene obligación de aplicar una sola Misa por todo el pueblo que se
le encomienda.
Conviene que la Misa Propopulo sea la Misa mayor. En esta no se reciben intenciones
particulares. Si es párroco de dos parroquias, basta aplicar una Misa por el pueblo.
535 § 1. En cada parroquia se han de llevar los libros parroquiales, es decir de
bautizados, de matrimonios y de difuntos, y aquellos otros prescritos por la
Conferencia Episcopal o por el Obispo diocesano; cuide el párroco de que esos libros
se anoten con exactitud y se guarden diligentemente.
§ 2. En el libro de bautizados se anotará también la confirmación, así como lo que se
refiere al estado canónico de los fieles por razón del matrimonio, quedando a salvo lo
que prescribe el c. 1133, por razón de la adopción, de la recepción del orden sagrado,
de la profesión perpetua emitida en un instituto religioso y del cambio de rito; y esas
anotaciones han de hacerse constar siempre en la partida del bautismo.
§ 3. Cada parroquia ha de tener su propio sello; los certificados que se refieren al
estado canónico de los fieles, así como también las demás actas que puedan tener
valor jurídico, deben llevar la firma del párroco o de su delegado, y el sello
parroquial.
§ 4. En toda parroquia ha de haber una estantería o archivo, donde se guarden los
libros parroquiales, juntamente con las cartas de los Obispos y otros documentos que
deben conservarse por motivos de necesidad o de utilidad; todo ello debe ser revisado

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Administración parroquial

por el Obispo diocesano o por su delegado en tiempo de visita o en otra ocasión


oportuna, y cuide el párroco de que no vaya a parar a manos extrañas.
§ 5. También deben conservarse diligentemente los libros parroquiales más antiguos,
según las prescripciones del derecho particular.
El derecho universal manda llevar los libros de bautismo, matrimonio y difuntos. Este
último ha caído en desuso. Por los libros de difuntos se habían ocasionado muchos
problemas de herencias. Es necesario tener cuidado con viejitos que se quieren casar en el
lecho de muerte. No caer en un extremo ni otro. Se necesita discernimiento.
La Conferencia Episcopal Peruana determinó que se debe llevar los libros de Misas.
En Arequipa, también se deben llevar los libros de Confirmación.
El c. 788 indica también que debe haber el libro de catecúmenos. Este canon no se aplica
aun en el Perú que es un país sociológicamente católico.
En el caso de bautismo de adultos, en Arequipa, se dan 24 catequesis de preparación, una
vez por semana. No se trata de dar información, sino de una iniciación cristiana, es decir,
iniciación a la vida de fe, vida litúrgica y comunitaria, al apostolado y la caridad. El acto de
fe se hace sobre unos contenidos, estos son importantes, pero a la vez no son para
conocerlos de modo meramente intelectual, sino que involucran todo el ser. Por esto es
necesario dejar tiempo para que las personas vayan asimilando la fe, no puedes darles tres
catequesis o la catequesis sobre todos los mandamientos en un solo día.
Es difícil cambiar la mentalidad de algunos presbíteros y catequistas antiguos, que dicen:
“siempre se ha hecho así”. En el Perú estamos todavía en el puente, en el paso del
preconcilio al concilio.
Para la confirmación, al inicio se presenta el plan al obispo.
Al acercarse el final de la preparación, un mes o mes y medio antes de finalizar, se
presenta informe de los que ya se van a confirmar. Monseñor Javier revisa los informes,
pero no señala todos los errores, para no agobiar a los presbíteros. Hasta ahora no hay ni un
solo informe que no hay tenido observaciones.
El siguiente paso en Arequipa será la preparación de Novios para el sacramento del
matrimonio: inicialmente se darán entre 12 y 14 catequesis.
El siguiente paso será introducir la Iniciación Cristiana de Adultos.
Nosotros somos los responsables de verificar que los datos estén bien consignados. Mucha
gente pide rectificación de partidas porque el párroco llenó mal los libros. En este sentido,
no debemos fiarnos de la secretaria. Es responsabilidad del párroco.
Es importante la diligencia. Si no te presentan todos los documentos con anticipación, no
los bautizas y punto.
Tampoco debes dejar que se acumulen los libros por llenar de todo el mes, es mejor
hacerlo semana por semana. También puede delegar a una persona de suma confianza,
pero antes debes enseñarle:
1° llena un borrador, lo revisas y corriges.
2° llena borrador, lo revisas y corriges.
3° llena, y revisas todos antes de firmar.

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Administración parroquial

4° después de un par de años, si ya lo hace bien, no necesitas revisar todo sino 2 o 3


aleatoriamente.
SI TE EQUIVOCAS, RECURRES AL CANCILLER CON EL LIBRO Y LOS
DOCUMENTOS, Y HACES LO QUE ÉL TE DIGA.
Las partidas anteriores a 1936 tienen valor civil y para estas se requiere sumo cuidado
porque, por ejemplo, hay un caso de herencia en que un párroco está denunciado por dar
una copia de partida de bautismo certificada con nombre incorrecto.
Existe, ahora n norma de confidencialidad de datos: Si una institución tiene datos de
alguna persona, no puede dar estos datos a terceros sin la autorización dichas personas, o
pedido del fiscal, u otras tipificaciones de ley.
536 § 1. Si es oportuno, a juicio del Obispo diocesano, oído el consejo presbiteral, se
constituirá en cada parroquia un consejo pastoral, que preside el párroco y en el cual
los fieles, junto con aquellos que participan por su oficio en la cura pastoral de la
parroquia, presten su colaboración para el fomento de la actividad pastoral.
§ 2. El consejo pastoral tiene voto meramente consultivo, y se rige por las normas que
establezca el Obispo diocesano.
¿Cómo se elige?
El necio y narcisista escoge a sus amigos. Pero como recita el dicho, para pensar como yo,
basto yo. Se elige a fieles que representen la pluralidad de la parroquia, representantes de
los distintos grupos, comunidades, hermandades; si hay una comunidad religiosa, una
delegada. No conviene que sea muy numeroso, pero si representativo de la realidad
parroquial.
El consejo pastoral no está para organizar quién traerá cada cosa para la semana santa.
La finalidad es el fomento de la actividad pastoral.
Las decisiones las toma el párroco, pero siempre escuchando a los demás. No puedes
pretender que tú ya sabes todo, y llegar a la parroquia y querer cambiar todo. Las
decisiones tampoco se toman en el momento, sino que se llevan a la oración, se medita, y
se decide con libertad de espíritu.
Esto es la sinodalidad, escucharse unos a otros. El Papa Francisco dice que todos los
bautizados hemos sido ungidos por el Espíritu Santo; la escucha mutua requiere apertura
mutua al Espíritu, y en oración, se ve la manera de promover la evangelización.
Hasta las empresas, para contratar también requieren esto: apertura de mente y trabajo en
equipo. El acomplejado siempre busca que los que son inferiores a él. Un buen párroco
querrá tener al mejor vicario, con iniciativas, con mayor razón si él mismo no tiene
iniciativas.
537 En toda parroquia ha de haber un consejo de asuntos económicos que se rige,
además de por el derecho universal, por las normas que haya establecido el Obispo
diocesano, y en el cual los fieles, elegidos según esas normas, prestan su ayuda al
párroco en la administración de los bienes de la parroquia, sin perjuicio de lo que
prescribe el c. 532.
Este consejo lo conforman laicos debidamente preparados. Deben ser pocos, con amor a la
Iglesia, intachables. Si se les da espacio a los laicos, lo hacen estupendamente bien.
Llevan las cuentas y presentan el presupuesto anual.

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Administración parroquial

538 § 1. Cesa el párroco en su oficio por la remoción o traslado que haga el Obispo
diocesano conforme a la norma del derecho, por renuncia presentada por el párroco
con causa justa, que, para su validez, ha de ser aceptada por el Obispo; asimismo por
haber transcurrido el tiempo, si, según las prescripciones del derecho particular al
que se refiere el c. 522, hubiera sido constituido para un tiempo determinado.
§ 2. La remoción de un párroco que sea miembro de un instituto religioso o
incardinado en una sociedad de vida apostólica se rige por las normas del c. 682 § 2.
§ 3. Al párroco, una vez cumplidos los setenta y cinco años de edad, se le ruega que
presente la renuncia al Obispo diocesano, el cual, ponderando todas las
circunstancias de la persona y del lugar, decidirá si debe aceptarla o diferirla; el
Obispo diocesano ha de proveer a la conveniente sustentación y vivienda de quien
renuncie, teniendo en cuenta las normas establecidas por la Conferencia Episcopal.
539 Cuando quede vacante una parroquia o el párroco esté imposibilitado para
ejercer la función pastoral en la misma, por cautiverio, destierro o deportación,
incapacidad, enfermedad u otra causa, el Obispo diocesano ha de proveer cuanto
antes con un administrador parroquial, es decir, un sacerdote que supla al párroco,
conforme a la norma del c. 540.
540 § 1. El administrador parroquial tiene los mismos deberes y derechos que el
párroco, a no ser que el Obispo diocesano establezca otra cosa.
§ 2. No es lícito al administrador parroquial hacer nada que pueda perjudicar los
derechos del párroco o causar daño a los bienes parroquiales.
§ 3. Una vez cumplida su tarea, el administrador parroquial ha de rendir cuentas al
párroco.
Un derecho del párroco es la amovilidad. Si el administrador es provisto solo
temporalmente, debe constar en el decreto que es nombrado “hasta que se provea párroco”.
541 § 1. Al quedar vacante una parroquia, o hallarse impedido el párroco para
ejercer su función pastoral, hasta que se constituya el administrador parroquial,
asume provisionalmente el régimen de la parroquia el vicario parroquial; si son
varios, el más antiguo por su nombramiento, y, donde no haya vicarios, el párroco
que determine el derecho particular.
§ 2. Quien se hace cargo del régimen de una parroquia conforme a la norma del § 1,
debe informar inmediatamente al Ordinario del lugar acerca de la vacante de la
parroquia.
542 Los sacerdotes a los que, de acuerdo con el c. 517 § 1, se encomienda
solidariamente la cura pastoral de una o varias parroquias:
1.º han de estar dotados de las cualidades indicadas en el c. 521;
2.º se nombrarán o instituirán de acuerdo con lo que prescriben los cc. 522 y 524;
3.º se hacen cargo de la cura pastoral sólo a partir del momento en que toman
posesión; a su moderador se otorga la toma de posesión según las prescripciones del c.
527 § 2 y, para los demás sacerdotes, la profesión de fe legítimamente emitida hace las
veces de la toma de posesión.
543 § 1. Si se encomienda solidariamente a los sacerdotes el cuidado pastoral de
alguna parroquia o de varias parroquias a la vez, cada uno de ellos, según la
distribución establecida por ellos mismos, tiene obligación de desempeñar los

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Administración parroquial

encargos y funciones del párroco de que se trata en los cc. 528, 529 y 530; la facultad
de asistir a los matrimonios, así como todas las facultades de dispensar concedidas de
propio derecho al párroco, competen a todos ellos, pero deben ejercerse bajo la
dirección del moderador.
§ 2. Todos los sacerdotes que pertenecen al grupo:
1.º están obligados a cumplir la ley de residencia;
2.º determinarán de común acuerdo el orden según el cual uno de ellos habrá de
celebrar la Misa por el pueblo, a tenor del c. 534;
3.º en los negocios jurídicos únicamente el director representa a la parroquia o
parroquias encomendadas al grupo.
544 Al cesar en el oficio uno de los sacerdotes del grupo del que se trata en el c. 517 §
1, o el moderador del mismo, o al quedar incapacitado uno de ellos para el ejercicio
de la función pastoral, no por eso quedan vacantes la parroquia o parroquias
encomendadas al cuidado del grupo; pero corresponde al Obispo diocesano nombrar
otro moderador y, en tanto éste no sea constituido por el Obispo, desempeñará dicha
función el sacerdote del grupo más antiguo por su nombramiento.

DEL VICARIO PARROQUIAL


§ 1. Cuando sea necesario u oportuno para el buen desempeño de la cura pastoral de
una parroquia, además del párroco, puede haber uno o varios vicarios parroquiales
que, como cooperadores del párroco y partícipes de su solicitud, unidos al párroco
por una misma voluntad y empeño, trabajen bajo su autoridad en el ministerio
pastoral.
§ 2. Se puede constituir un vicario parroquial bien para que ayude en el desempeño
de todo el ministerio pastoral en una parroquia o en una determinada parte de ella o
a un grupo concreto, bien para destinarlo a un ministerio específico que haya de
realizarse a la vez en varias parroquias.
El vicario es un cooperador del párroco, no se dispara por su cuenta. A veces los
presbíteros jóvenes quieren imponer sus ideas, llevar la parroquia, etc. El vicario es
partícipe de la solicitud del párroco por la comunidad parroquial.
Tampoco es una pieza que no hace nada si el párroco no se lo dice, sino que plantea sus
iniciativas al párroco con respeto. Ni un extremo ni otro.
Está bajo la autoridad del párroco. El párroco es la cabeza. La Iglesia es jerárquica.
546 Para que alguien sea designado válidamente vicario parroquial, se requiere que
haya recibido el orden sagrado del presbiterado.
547 El Obispo diocesano nombra libremente al vicario parroquial, después de oír, si
lo juzga oportuno, al párroco o a los párrocos de las parroquias para las que se
constituya, y también al arcipreste, sin perjuicio de lo prescrito en el c. 682 § 1.
548 § 1. Las obligaciones y derechos del vicario parroquial se determinan por los
cánones de este capítulo, y además por los estatutos diocesanos y el documento del
Obispo diocesano, y en especial por el mandato del párroco.
§ 2. Si no se establece otra cosa en el documento del Obispo diocesano, el vicario
parroquial, por razón de su oficio, tiene la obligación de ayudar al párroco en el

63
Administración parroquial

cumplimiento de todo el ministerio parroquial, excepto la aplicación de la Misa por el


pueblo, y de suplir al párroco, si llega el caso, conforme a derecho.
§ 3. El vicario parroquial ha de informar regularmente al párroco sobre las
iniciativas pastorales proyectadas o emprendidas, de manera que el párroco y el
vicario o los vicarios puedan proveer en unidad de esfuerzos a la cura pastoral de la
parroquia, de la que son conjuntamente responsables.
Es muy importante la comunión. Es mejor no emprender nada sin consultar al párroco.
El vicario no es un huésped de la parroquia, que hace su pastoral paralela utilizando la
estructura de la parroquia.
También es muy importante la vida común: rezar y comer juntos. No hay ningún problema
si, por las actividades pastorales, las vísperas las reza cada uno por su cuenta, pero sí
laudes.
Esperar para cenar a que llegue el último. La casa parroquial no es una pensión.
Todos estamos heridos por el pecado original, y el hombre viejo es muy astuto para crear
razones que justifiquen tu accionar, siempre te dará razones para no estar en comunión con
tu párroco.
La comunión con tu párroco es porque él es tu párroco, no porque te cae bien o no.
El camino de la vida es hacerse esclavo de todos. Cuando los discípulos oían decir a Jesús:
“El que quiera ser mi discípulo que tome su cruz, se niegue a sí mismo y me siga”, no
pensaban como nosotros en una cruz “espiritual”, sino que se imaginaban a los reos
cargando su cruz camino a la muerte.
Cuidado con la esquizofrenia: mucha espiritualidad y devoción, pero en el día a día vivir
como un pagano. La santificación es de cada día. Ser sacerdote es empezar a sufrir, le
decía su madre a don Bosco. Puedes parecer un cura exitoso, pero si no eres cristiano,
nunca serás feliz. Ser presbítero cristiano es bello.
549 En ausencia del párroco, si el Obispo diocesano no ha provisto de otro modo
conforme a la norma del c. 533 § 3, y no se ha constituido un Administrador
parroquial, debe observarse lo que prescribe el c. 541 § 1; en este caso, el vicario tiene
todas las obligaciones del párroco, excepto la de aplicar la Misa por el pueblo.
550 § 1. El vicario parroquial está obligado a vivir en la parroquia, o en una de ellas,
si ha sido constituido para varias; sin embargo, por causa justa, el Ordinario del
lugar puede permitir que resida en otro sitio, sobre todo en la casa donde habiten
juntos varios presbíteros, con tal de que no sufra ningún perjuicio el cumplimiento de
las funciones pastorales.
§ 2. Cuando sea posible, cuide el Ordinario del lugar de que el párroco y los vicarios
tengan cierta convivencia en la casa parroquial.
§ 3. Por lo que se refiere al tiempo de vacaciones, el vicario parroquial tiene el mismo
derecho que el párroco.
551 Respecto a las oblaciones que los fieles entregan al vicario con ocasión del
ministerio pastoral cumplido, deben observarse las prescripciones del c. 531.
552 Con causa justa, el vicario parroquial puede ser removido por el Obispo
diocesano o por el Administrador diocesano, sin perjuicio de lo que prescribe el c. 682
§ 2.

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CONSECUENCIAS PASTORALES PRÁCTICAS


DE TODO LO DICHO EN EL CURSO

1. La parroquia es una comunidad de fieles. Todos ellos deben ser igualmente acogidos
por el párroco. La parroquia no es para una élite de perfectos. Todos son distintos, y
no puede haber preferencia por ninguno, porque el párroco es pastor de todos.
Se necesita mucha delicadeza para no imponer un estilo parroquial de un determinado
carisma, porque la parroquia es la casa de todos, como una familia, y tendrás muchos
problemas si alguno se hace la idea de que tienes preferencias, aunque no se verdad.
2. El presbítero no es dueño de los fieles. Lo importante no es la institución, porque la
parroquia es un medio para que la gente se encuentre con Jesucristo.
Otra tentación de los presbíteros son los números.
No hay que tener miedo de acoger los nuevos carismas. Estos dan fruto, el trabajo del
párroco se aligera, ellos evangelizan, empiezan a atraer más personas con su
testimonio de vida.
No podemos llevar la parroquia solo con Misa, rosario y adoración al santísimo. Estos
son necesarios, pero no bastan.
El equilibrio es fundamental, porque la parroquia tampoco es u supermercado donde
hay 25 carismas, porque no podrá acompañarlos a todos.
3. Los párrocos (así como los obispos) no son tutores de los laicos como si tuviésemos
que decirles qué es lo que tienen que hacer, y ellos limitarse a ejecutar.
Sí les transmite la fe, los ilumina con una palabra, también en las cuestiones morales, y
ellos toman sus decisiones.

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Administración parroquial

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Administración parroquial

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Administración parroquial

Capítulo IV
INFORME ECONÓMICO

Según la norma universal el informe económico se presenta una vez al año.


En Arequipa, sin embargo, se presenta cada tres meses, en los primeros 15 días del mes
siguiente. Es decir, los informes de los meses de enero, febrero y marzo deben presentarse
los primeros15 días del mes de abril.
Una cosa es que un fiel de la comunidad parroquial quiera casarse en su parroquia, donde
ha recibido los sacramentos y vive su vida eclesial. En este caso pude pedírseles un arancel
(puede ser voluntario). Otro caso distinto es el de los que se quieren casar en una
determinada parroquia por huachafería o pituquería, para ellos se establece otro arancel.
Nunca se debe rechazar una donación, por dos razones: primero, porque se priva al que da,
de recibir el ciento por uno; segundo, porque un pobre nunca rechaza una donación.
- Colectas imperadas:
o Iglesia Universal:
▪ Tierra Santa.
▪ Óbolo de san Pedro.
▪ Domund.
o Conferencia Episcopal Peruana:
▪ Vocaciones Sacerdotales
▪ Compartir.
o Otras: por ejemplo, para ayudar a los hermanos de Haití.

*Más detalles sobre el informe económico en los formatos entregados por Monseñor Javier
en clase.

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