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Palabras sobre la Fe
Cambiarme a mi mismo
Salmo del discípulo que quiere anunciar a Cristo
Respondiendo a tu llamada...
porque a ti no se te puede decir que no,
porque en nuestra respuesta encontramos el gozo.
Aquí nos tienes, puedes contar con nosotros.
No sabemos si sabremos hacerlo como tú deseas,
pero sabes que la ilusión no nos falta.
Pero esto no te lo digo. No tengo valor para ello. Temo que tu mirada no venga
acompañada de la aceptación, del amor. Temo que puedas cambiar de opinión sobre mí,
que no me tomes en serio y que tu sonrisa acabe matándome. Tengo miedo, en el fondo,
de no valer nada, y de que tú te des cuenta y me rechaces.
Por eso, cuando descubras esta rutina, no te dejes engañar por mis palabras Señor:
escucha bien lo que no te digo, lo que quisiera decir, lo que necesito decir, pero no logro
expresar.
Tan sólo tú puedes sacar a la luz mi vitalidad: siempre que eres amable, atento y
solícito, siempre que tratas de comprender, porque me quieres, mi corazón palpita y
renace.
Quiero que sepas lo importante que eres para mí y el poder que tienes de hacer emerger
la persona que soy. Basta con que lo quieras. Te lo ruego, escúchame. Mírame. Tan sólo
tú puedes derribar las barreras tras las que me refugio, tan sólo tú puedes quitarme la
máscara, tú puedes liberarme de mi solitaria prisión. ¡No me ignores, por favor, no
pases de largo! Ten paciencia conmigo. A veces parece que, cuanto más te acercas,
tanto más me rebelo contra tu presencia. Es algo irracional, pero es así, lucho contra lo
que necesito...pero el amor es más fuerte que toda resistencia, y ésta es mi esperanza.
Mi única esperanza.
Ayúdame a derribar estas barreras con tus manos fuertes y delicadas a la vez, porque un
niño es siempre algo muy frágil.
La misión que tenemos en la red no se debe basar tanto en crear estructuras como en el
contagio.
¿Son malas las estructuras? No. En muchos casos son necesarias, pero no deben ser las
protagonistas de la acción de la Iglesia, ya que la acción la debemos realizar cada uno
de nosotros individualmente. Los santos no fueron estructuras, sino personas que
cumplieron su misión. Esperar que las estructuras sean las protagonistas, es un sutil
engaño del enemigo, ya que acalla las conciencias y nos hace desentendernos de nuestra
responsabilidad.
Beatriz Pérez
“En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto
al río Ebro, cuando La Santísima Virgen, le pidió al Apóstol que se le construyese allí
una Iglesia, con el altar en torno al pilar donde Ella estaba de pie y su promesa fue: que
ese sitio permanecería hasta el fin de los tiempos para que en virtud de la misericordia
de Dios se obraran portentos y maravillas por la intercesión de María del Pilar, con
aquellos que en sus necesidades imploren su patrocinio”. Texto de un documento que se
conserva en la Catedral de Zaragoza del siglo XIII.
Desapareció la Virgen, pero el pilar quedó ahí. El Apóstol Santiago obedeció y empezó
a construir la iglesia que María le había pedido.
La Santísima Virgen es el pilar que junto con los Apóstoles, sostuvo los inicios de la
cristiandad. En esta advocación de nuestra Madre nos hace recapacitar al respecto, no
nos dejará de sostener y de cuidar pues sabe el poder que su Hijo le ha otorgado. Y lo
hará hasta el final de los tiempos.
Nos alienta, nos conforta, pero nos anima también a que nosotros junto con Ella seamos
pilares para cada uno de nuestros iguales. Con nuestro ejemplo y nuestra palabra, con
nuestra fidelidad a la Doctrina de Jesucristo, con nuestro devoción y obediencia al Santo
Padre.
Palabras de Fe
Verdad aplastante
¡Que nadie te pise!, siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú, pero
ninguna tiene derecho a vetar aquello que eres.
Cuando te topes con alguien grande que quiere dominarte y dirigirte saca lo mejor de ti
mismo, no te intimides por su grandeza... la tuya quizá sea más grande, y si no lo es ¡da
igual!. Tú eres lo que eres y te debes alegrar por ello. A muchos nos gusta como eres.
Habrá cosas que hagas mejor y otras que hagas peor, pero eso es lo de menos... a los
ojos de Dios eres grande, el más grande del planeta.
No te conformes con mediocridades, el mundo necesita de todo lo bueno que tienes.
Camina con la cabeza alta a pesar de que otros te digan "no vales"... porque tu orgullo,
ese que se gesta desde la sencillez, es tu mejor baza para darte a conocer a los demás.
No ceses en tu empeño de crecer, muchos necesitamos sentir tu juventud, tu ilusión, tus
dones, tu fe, tu empeño en los pequeños proyectos, tu creatividad puesta al servicio del
Reino...
No te dejes pisar, y cuando sientas que alguien lo intenta álzate con valentía y muestra
el verdadero rostro que con humildad quieres mostrar a todos aquellos que te vemos con
los ojos de la amistad y cariño.
¡Que nadie te pise!, siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú, pero
ninguna tiene derecho a vetar aquello que eres.
Cuando te topes con alguien grande que quiere dominarte y dirigirte saca lo mejor de ti
mismo, no te intimides por su grandeza... la tuya quizá sea más grande, y si no lo es ¡da
igual!. Tú eres lo que eres y te debes alegrar por ello. A muchos nos gusta como eres.
Habrá cosas que hagas mejor y otras que hagas peor, pero eso es lo de menos... a los
ojos de Dios eres grande, el más grande del planeta.
No te conformes con mediocridades, el mundo necesita de todo lo bueno que tienes.
Camina con la cabeza alta a pesar de que otros te digan "no vales"... porque tu orgullo,
ese que se gesta desde la sencillez, es tu mejor baza para darte a conocer a los demás.
No ceses en tu empeño de crecer, muchos necesitamos sentir tu juventud, tu ilusión, tus
dones, tu fe, tu empeño en los pequeños proyectos, tu creatividad puesta al servicio del
Reino...
No te dejes pisar, y cuando sientas que alguien lo intenta álzate con valentía y muestra
el verdadero rostro que con humildad quieres mostrar a todos aquellos que te vemos con
los ojos de la amistad y cariño.
Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? ¿Qué hacer? ¿Qué sendero
tomar? ¿En qué está el arte de vivir? ¿Por qué no somos felices? ¿Cuándo se puede
decir, en verdad: ‘esto es vida’? ¿Dónde está el misterio de la vida en su máxima
expresión? ¡Qué buenas son las preguntas! Surgen también en medio de las crisis,
desestabilizan, apuntan en dirección a la verdad, desvelan la sed del corazón que quiere
más vida. Orar es atreverse a preguntar a Jesús. Y cuando te pregunto, Jesús, y me
quedo aguardando, ¿responderás a mi silencio?
Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres y sígueme. Dice
Jesús, que nos conoce a fondo, que algo nos falta. ¿Qué es? ¿Qué le falta a nuestro
corazón? Nos falta vender todos esas lógicas humanas (dinero, prestigio, poder) sobre
las que cimentamos la vida, y dárselas a los pobres, a los que no cuentan, a los que no
tienen valor. Y, después, seguir a Jesús, poner en Él los ojos, ir con Él; no hay mayor
riqueza. Ven, Jesús, Orienta mi vida con tu Palabra. Que no quiero que se me escape
esta vida sin vivir en plenitud la que Tú me ofreces.
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Excusas
hay muchas, las podemos visualizar con valentía en la oración, pero está en juego la
vida. La verdad de Jesús puede quedar desplazada por no querer dejar lo que no nos da
vida, pero el sinsentido seguirá en el corazón. Creíamos usar el dinero, pero es él quien
nos usa; nos creíamos sus señores, pero él es nuestro dueño. Jesús sigue esperando; la
eficacia de su Palabra se muestra en nuestra respuesta. Quiero dejarme vencer por tu
Palabra, sin excusas. Ayúdame con la fuerza de tu Espíritu.
¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios! ¿Tan difícil es seguir el
camino de Jesús? ¿Tan difícil es quedarnos mirando a Jesús en silencio adorador? ¿Tan
difícil es abrir las manos para recibir gratuitamente la gracia y entrar en su Reino? Para
Dios no hay nada imposible. Los pobres nos marcan el camino para ser pobres. La
ternura nos reconcilia con todo. Estar con los débiles nos permite ver a Jesús y seguirle.
Jesús, pongo en ti mis ojos. Entrar en tu Reino es una gracia. Gracias.
Este año, la ciudad de Trujillo será sede de la XXV Convención Nacional de Educación
Católica, que como todos los años organiza el Consorcio de Centros Educativos
Católicos del Perú. “La Fe crece en una escuela católica de calidad, con identidad”, es el
lema de este evento, que tendrá como sede el Coliseo del Colegio Claretiano de Trujillo,
del 14 al 17 octubre próximo.
El objetivo del evento es promover la reflexión del quehacer de cada educador docente,
a la luz de la fe y desde la “pedagogía de Jesús”. Asimismo, busca animar y enriquecer
la propuesta educativa de cada educador docente, mediante el aporte de múltiples
experiencias en los seminarios-taller de cada día. Para más información, pueden
dirigirse a la página Web de la institución: www.ccec.edu.pe o llamar a los teléfonos:
447-0596 / 446-1721.
Su primera biografía fue escrita por el obispo San Atanasio. En ella, nos cuenta que San
Antonio quedó huérfano de padre y madre a los veinte años, heredando una gran
fortuna. Poco después, al entrar a una iglesia, oyó leer aquellas palabras de Jesús: "Si
quieres ser perfecto, vende lo que tienes, y dáselo a los pobres y luego ven y sígueme".
Salió de allí y vendió las 300 fanegadas de buenas tierras que sus padres le habían
dejado en herencia, y repartió el dinero a los necesitados. Lo mismo hizo con sus casas
y mobiliarios. Sólo dejó una pequeña cantidad para vivir él y su hermana.
Pero luego oyó leer en un templo aquella frase del Señor: "No se preocupen por el día
de mañana", y vendió el resto de los bienes que le quedaban. Aseguró en un convento
de monjas la educación y el futuro de su hermana y repartió todo lo demás entre la gente
más pobre, quedando en la más absoluta pobreza, confiado sólo en Dios. Se fue al
desierto, donde vivía de su propio trabajo en completa soledad. Pero su fama de
santidad fue creciendo y atrajo a muchos jóvenes a quienes orientó en este estilo de vida
que se constituyó en una especie de protesta contra una sociedad opulenta que iba
perdiendo los valores del Evangelio en medio de una cultura de la abundancia.
Así como San Antonio, muchos cristianos y cristianas a lo largo de la historia han
respondido con mucha generosidad a las palabras que Jesús le dirigió a este hombre que
nos presenta hoy el evangelio. Tal vez esta es una de las páginas más radicales de la
Escritura. Las frases que Jesús dirige a sus discípulos después de que este hombre “se
fue triste, porque era muy rico”, son de una contundencia implacable: “¡Qué difícil va a
ser para los ricos entrar en el reino de Dios! (...) Es más fácil para un camello pasar por
el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios”. Frases tan exigentes
hicieron que los discípulos, asombrados se preguntaran: “¿Y quién podrá salvarse?” A
lo que Jesús respondió “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para
él no hay nada imposible”.
Este Encuentro con la Palabra nos pude dejar una sensación de frustración. No sé
cuántos, al oír el domingo estas palabras de Jesús, salgan de la Iglesia y vayan a vender
todo lo que tienen para dárselo a los pobres. Supongo que no muchos. Pero no podemos
perder de vista que para Dios no hay nada imposible. Así como San Antonio recibió la
fuerza de Dios para dar este salto que cambió la historia del mundo antiguo, Dios puede
mover nuestros corazones para descubrir la respuesta que podemos darle al Señor en
una sociedad como la nuestra. Dejemos que él tome la iniciativa.
Mi amistad por él
es un intercambio de ideas,
de problemas, de silencios llenos de vida.
Con gran preocupación vio el ratón que el dueño de la hacienda había comprado una
ratonera: ¡había decidido matarlo! Comenzó a alertar a todos los otros animales: –
¡Cuidado con la ratonera! ¡Cuidado con la ratonera!
La gallina, al oír los gritos, le dijo que se callara: –Mi querido ratón, sé que para ti eso
es un problema, pero a mí no me puede afectar en absoluto. Así que no armes tanto
escándalo.
El ratón fue a hablar con el cerdo, que, al ver su sueño interrumpido, se sintió molesto. –
¡Hay una ratonera en la casa!
–Entiendo tu preocupación, y me solidarizo contigo –respondió el cerdo–. Por lo tanto,
te prometo que te tendré presente en mis oraciones esta noche; más no puedo hacer por
ti.
Más solitario que nunca, el ratón fue a pedir ayuda a la vaca. –Mi querido ratón, ¿qué
tengo yo que ver con eso? ¿Has visto alguna vez que una vaca haya muerto en una
ratonera?
Al ver que no conseguía la solidaridad de nadie, el ratón volvió a su casa de la hacienda,
se escondió en su agujero y se pasó la noche entera en vela, con miedo de que le
sucediese una tragedia. Durante la madrugada se oyó un barullo: ¡la ratonera acababa de
atrapar algo!
La mujer del hacendado bajó a ver si había muerto el ratón. Como estaba oscuro, no vio
que lo que había caído en la trampa era una serpiente venenosa. Cuando se acercó, la
serpiente la mordió. El hacendado, al oír los gritos de la mujer, se levantó y la llevó
inmediatamente al hospital. Allí recibió tratamiento y después volvió a casa. Sin
embargo, seguía con fiebre. Como sabía que no hay mejor remedio para el enfermo que
un buen caldo, el hacendado mató a la gallina.
La mujer empezó a recuperarse, y como los dos eran muy queridos en la región, los
vecinos acudieron a visitarlos. Ante tal demostración de cariño, el hacendado,
agradecido, mató al cerdo para poder ofrecer una comida a sus amigos.
Finalmente, la mujer terminó de recuperarse, pero los costes del tratamiento habían sido
muy altos. El hacendado tuvo que llevar su vaca al matadero para pagar, con el dinero
recaudado con la venta de la carne, todos los gastos.
El ratón, testigo de todo, no dejaba de pensar: «Y bien que se lo advertí. ¿No habría sido
mejor si la gallina, el cerdo y la vaca hubiesen comprendido que el problema de uno de
nosotros nos pone a todos en peligro?»
Desde hace ya varios años, CONFER se une a las movilizaciones de esta SEMANA
CONTRA LA POBREZA en función no sólo del natural rechazo a la injusticia
dominante en el mundo, sino movidos por la misma llamada del Evangelio en favor de
los más pobres y vulnerables, frente a la idolización del dinero y en lógica coherencia
con la Doctrina Social de la Iglesia. Creemos, además, que no podemos ir solos en la
lucha contra la injusticia, sino que debemos unirnos a otras voces, no necesariamente de
Iglesia, que caminen en la misma dirección a favor de un mundo más justo.
Este año, la Alianza contra la Pobreza, de la que CONFER forma parte, nos convoca a
diversas concentraciones el día 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de
la Pobreza, en todas las ciudades de España, para manifestar, en concreto, el rechazo a
los recortes y para recordar que la política de recortes empobrece a la población en
España y en todo el mundo y que es necesario encontrar otra forma posible de política
para afrontar la crisis sin que para ello tengan que sufrir los más vulnerables y aumente
escandalosamente el número de pobres en nuestro país y en el mundo.
http://www.revistaecclesia.com
El cambio fundamental
El cambio fundamental al que nos llama Jesús es claro. Dejar de ser unos egoístas que
ven a los demás en función de sus propios intereses para atrevemos a iniciar una vida
más fraterna y solidaria. Por eso, a un hombre rico que observa fielmente todos los
preceptos de la ley, pero que vive encerrado en su propia riqueza, le falta algo esencial
para ser discípulo suyo: compartir lo que tiene con los necesitados.
Hay algo muy claro en el evangelio de Jesús. La vida no se nos ha dado para hacer
dinero, para tener éxito o para lograr un bienestar personal, sino para hacernos
hermanos. Si pudiéramos ver el proyecto de Dios con la transparencia con que lo ve
Jesús y comprender con una sola mirada el fondo último de la existencia, nos daríamos
cuenta de que lo único importante es crear fraternidad. El amor fraterno que nos lleva a
compartir lo nuestro con los necesitados es «la única fuerza de crecimiento», lo único
que hace avanzar decisivamente a la humanidad hacia su salvación.
El hombre más logrado no es, como a veces se piensa, aquel que consigue acumular
más cantidad de dinero, sino quien sabe convivir mejor y de manera más fraterna. Por
eso, cuando alguien renuncia poco a poco a la fraternidad y se va encerrando en sus
propias riquezas e intereses, sin resolver el problema del amor, termina fracasando
como hombre.
Con frecuencia, los cristianos nos instalamos cómodamente en nuestra religión, sin
reaccionar ante la llamada del evangelio y sin buscar ningún cambio decisivo en nuestra
vida. Hemos «rebajado» el evangelio acomodándolo a nuestros intereses. Pero ya esa
religión no puede ser fuente de alegría. Nos deja tristes y sin consuelo verdadero.
Pagola
Este breve kit de herramientas para cambiar el mundo nos da unas cuantas ideas para
afrontar desafíos que puede parecernos imposibles de superar.
Quizás el primer paso de todo desafío, sea pensar que podemos intentarlo y que en el
peor caso, aprenderemos de nuestros fracasos.
Los Wemmicks eran gente pequeña hechas de madera. Todos estaban tallados por un
artesano llamado Elí. Su taller formaba parte de una colina con vista a la villa. Cada
wemmick era diferente. Unos tenían grandes narices, otros grandes ojos. Algunos eran
altos y otros bajitos. Algunos usaban sombreros, otros abrigos. Pero todos eran
construidos por el mismo artesano y vivían en una preciosa villa.
Por otra parte, el mejor comentario de las obras de la santa es la paciencia con que
sobrellevó las enfermedades, las acusaciones y los desengaños; la confianza absoluta
con que acudía en todas las tormentas y dificultades al Redentor crucificado y el
invencible valor que demostró en todas las penas y persecuciones. Los escritos de Santa
Teresa subrayan sobre todo el espíritu de oración, la manera de practicarlo y los frutos
que produce. Como la santa escribió precisamente en la época en que estaba consagrada
a la difícil tarea de fundar conventos de carmelitas reformadas, sus obras, prescindiendo
de su naturaleza y contenido, dan testimonio de su vigor, industriosidad y capacidad de
recogimiento.
Felices los Conformistas porque todo os va bien y nadie tienen que consolaros…
Y dijo el dios Comodidad: Si quieres seguirme, ve y prueba de todo un poco pero sin
comprometerte con nada ni con nadie. No seas creativo, no te comas el coco, adáptate a
lo que hay. Puedes hacer lo que quieras pero sin mojarte, incluso celebrar la
Eucaristía…, no soy un dios celos; eso sí –y en esto soy muy exigente- que estar
cómodo sea lo más importante de tu vida.
Felices los Poderosos, los trepas, ya que ellos hacen lo que les da la gana sin que nadie
les vacile.
Y dijo el dios Poder: Ve… pisa a quien puedas, haz la pelota, miente, machaca con tu
crítica y créetelo… ¡eres el mejor!. Pásaselo por delante de la cara a los demás. ¡Ah! Y
de vez en cuando haz algo bueno. Perdona a alguien la vida, pero eso sí, díselo a todo el
mundo que has sido tú, no vayan a pensar que pasas de los demás.
Felices los superficiales, los que viven de apariencias dando el pego, porque siempre
estáis de moda.
Y dijo el dios Masa: Ve, disuélvete en el mogollón, ponte las marcas que te diga, da
como puedas culto al cuerpo. No preguntes el porqué de las cosas, si todo el mundo lo
hace no hay duda que está bien. ¡Ah! Y algo muy importante: señala con el dedo a quien
no me siga. No te compliques en ser, yo seré por ti.
Catequista es ser una persona de fe que confía en la Palabra de Dios, que da testimonio
de su experiencia divina, que busca los momentos de oración y, porque sabe que es
débil, intenta saber más y mejor, a través de la formación, de lo que la Iglesia le confía.
MÉXICO D.F., Oct. 12 / 03:48 pm (ACI/EWTN Noticias).- Más de diez mil enfermos y
sus familiares participan este sábado 13 de octubre en la Peregrinación Anual a la
Basílica de Guadalupe, donde recibirán la bendición de parte del Arzobispo de México,
Cardenal Norberto Rivera, quien presidirá también una celebración Eucarística.
Asimismo, se informó que los enfermos que no puedan peregrinar, podrán seguir la
celebración en tiempo real desde el sitio web de la Basílica de Guadalupe
http://www.virgendeguadalupe.org.mx
Beatriz Pérez
(Valladolid)
Recordatorios...
Arriba la vida! Hay que vivir! Dios quizo que existieras para algo!!
No te desanimes! Hay que seguir! El Evangelio de Jesús nos dice: “Os aseguro que si
tuvieras fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: Transládate de
aquí para allá, y la montaña se transladaría; y nada sería imposible para ti.” (Mt 17, 14-
20)
¿Cuál es la montaña que debes mover? Son problemas de salud? de dinero? discusiones
en tu familia? con tus amigos? falta de ganas de estudiar? de ir a trabajar? desánimo y
tristezas? etc etc… La lista podría seguir, verdad? Pero nada de eso importa!
No hay trabas para quien cree en Jesús. Dios te librará de todas las trabas si se lo pides.
Nada es imposible para El.
No eres evangelizador por tu propia cuenta. Es cierto que, un día, te ofreciste para serlo.
Pero estabas respondiendo a una llamada.
La misma llamada que hizo Jesús a sus apóstoles y discípulos para que fueran sus
compañeros en el anuncio de la Buena Noticia a los hombres, especialmente a los más
pobres.. Aunque tú la hayas percibido por medios muy humanos, la llamada a ser
evangelizador la has recibido de Dios. Dios te necesita. Dios nos necesita.
La semilla de la fe que recibiste en tu bautismo ha dado su fruto. Te has sentido
“consagrado” al Señor y “exigido” por Él para anunciar a los hombres la maravilla de su
salvación. Tu llamada no es un título de honor; es una vocación de servicio. Vívela así
en todo lo que haces por la causa del evangelio.
Las llamadas son diferentes. No todos somos llamados para lo mismo. Pero todos
tenemos la responsabilidad de que no falte la respuesta a ninguna de ellas. Ningún
evangelizador debe ser indiferente: la responsabilidad es de todos.
(Antoine de Saint-Exupéry).
Mientras unos pocos poseen cantidades insultantes de dinero, otros muchos sobreviven
a duras penas sin apenas nada. Erradicar la pobreza es uno de los Objetivos del Milenio,
no en vano una de cada cuatro personas es pobre, con los problemas añadidos que esto
conlleva.
¿Sabías que…?
Más de 1.000 millones de personas en el mundo subsisten con menos de un dólar por
día. Otros 2.700 millones luchan por sobrevivir con menos de dos dólares por día.
Y, desde entonces, es verdaderamente libre, no quien hace lo que le parece, sino aquel
que logra renunciar a todo aquello que le impide ser él mismo y logra elegir el camino
que le lleva a la plenitud. La libertad es inseparable de la vocación personal, de la voz
que con fuerza Dios pronuncia en lo más hondo de nuestro ser.
La verdadera libertad comienza aquí: dándome cuenta de que soy llamado, de que soy
requerido para ser fiel a mi mismo, para ser fiel al proyecto de vida buena y bella que
Dios, al crearme, pensó para mi.
Señor, que nadie ni nada me separe de tu verdad; que sepa renunciar a todo aquello que
me impide ser fiel a la voz que tu pronuncias en mi interior; que aprenda, con paciencia,
a recorrer las sendas de la libertad para que mi vida sea fuente de luz, sea fuente de
amor para los demás.
¡Arriba la vida!
Arriba la vida! Hay que vivir! Dios quizo que existieras para algo!!
No te desanimes! Hay que seguir! El Evangelio de Jesús nos dice: “Os aseguro que si
tuvieras fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: Transládate de
aquí para allá, y la montaña se transladaría; y nada sería imposible para ti.” (Mt 17, 14-
20)
¿Cuál es la montaña que debes mover? Son problemas de salud? de dinero? discusiones
en tu familia? con tus amigos? falta de ganas de estudiar? de ir a trabajar? desánimo y
tristezas? etc etc… La lista podría seguir, verdad? Pero nada de eso importa!
No hay trabas para quien cree en Jesús. Dios te librará de todas las trabas si se lo pides.
Nada es imposible para El.
La misma llamada que hizo Jesús a sus apóstoles y discípulos para que fueran sus
compañeros en el anuncio de la Buena Noticia a los hombres, especialmente a los más
pobres.. Aunque tú la hayas percibido por medios muy humanos, la llamada a ser
evangelizador la has recibido de Dios. Dios te necesita. Dios nos necesita.
Las llamadas son diferentes. No todos somos llamados para lo mismo. Pero todos
tenemos la responsabilidad de que no falte la respuesta a ninguna de ellas. Ningún
evangelizador debe ser indiferente: la responsabilidad es de todos.
(Antoine de Saint-Exupéry).
Mientras unos pocos poseen cantidades insultantes de dinero, otros muchos sobreviven
a duras penas sin apenas nada. Erradicar la pobreza es uno de los Objetivos del Milenio,
no en vano una de cada cuatro personas es pobre, con los problemas añadidos que esto
conlleva.
El 17 de octubre os animamos a participar en cuantas actividades se organicen con
motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Por los más
necesitados, por los marginados, por los niños que no tienen ni para comer… y por los
adultos también.
¿Sabías que…?
Más de 1.000 millones de personas en el mundo subsisten con menos de un dólar por
día. Otros 2.700 millones luchan por sobrevivir con menos de dos dólares por día.
Y, desde entonces, es verdaderamente libre, no quien hace lo que le parece, sino aquel
que logra renunciar a todo aquello que le impide ser él mismo y logra elegir el camino
que le lleva a la plenitud. La libertad es inseparable de la vocación personal, de la voz
que con fuerza Dios pronuncia en lo más hondo de nuestro ser.
La verdadera libertad comienza aquí: dándome cuenta de que soy llamado, de que soy
requerido para ser fiel a mi mismo, para ser fiel al proyecto de vida buena y bella que
Dios, al crearme, pensó para mi.
Señor, que nadie ni nada me separe de tu verdad; que sepa renunciar a todo aquello que
me impide ser fiel a la voz que tu pronuncias en mi interior; que aprenda, con paciencia,
a recorrer las sendas de la libertad para que mi vida sea fuente de luz, sea fuente de
amor para los demás.