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Universidad de Panamá

Facultad de Medicina

Escuela de Tecnología Médica

Tecnología Médica

Historia de las Relaciones de

Panamá con los Estados Unidos

Tema

La desnutrición y su impacto en el rendimiento escolar en Panamá

Profesor

Luis Navas

Estudiantes

Camarena, Kirsty 1- 734-571

Chavarría, Athneris 3-742-698

López, Daysa 8- 969-2273

Curso

Primer semestre

III año

1
Índice

Introducción……………………………………………………………………………3

Capítulo I: Causas de la desnutrición en el crecimiento……………........................4

1.1 Concepto de desnutrición…………………………………………………………..4


1.2 Causas de la desnutrición infantil………………………………………………….4
1.2.1 Desnutrición y obesidad……………………………………………………..5
1.2.2 Estudio realizado sobre parasitismo intestinal y su relación con la
desnutrición infantil en Cañazas, provincias de Veraguas,
Panamá……………………………………………………………………..5,6

Capítulo II: Impacto de la desnutrición en el rendimiento escolar………………...7

2.1 Alimentación y el desarrollo cognitivo……………………………………………..7

2.2 Implicaciones pedagógicas de la desnutrición……………………………………..8,9

Capítulo III: Desnutrición infantil en Panamá……………………………………..10

3.1 Situación de desnutrición en Panamá……………………………………………...10

3.2 Consecuencias a largo plazo de la desnutrición infantil……………………...........11

3.3 Reducir la desnutrición infantil en Panamá: El camino a


seguir…………………………………………………………………………………...12

Conclusión……………………………………………………………………………...13

Bibliografía……………………………………………………………………………..14

2
Introducción

La desnutrición, la obesidad y la carencia de micronutrientes un problema difícil de


erradicar, los cuales se tornan graves por la desigualdad y corrupción de gobiernos
pocos interesados en este tema, siendo los mayores afectados las personas con bajos
recursos económicos y que habitan en lugares rurales. Desde el vientre materno y hasta
los cinco años de edad, es la etapa más importante en la vida de un ser humano,
determinante para su desarrollo físico y mental posterior. En esta etapa se producen
cambios definitivos e irreversibles. La desnutrición crónica de la madre así como una
alimentación deficiente en los primeros meses de vida debido a un menor tiempo de
lactancia materna y un destete precoz son factores que inciden directamente en el estado
nutricional de los-as niños-as. Entre otros, se constituyen también en agentes
contribuyentes, una alimentación complementaria inadecuada en cantidad y calidad, el
desconocimiento en lo que respecta a alimentación y nutrición por parte de la madre y la
familia, hábitos y creencias erróneas en la alimentación infantil así como los largos
periodos fuera del hogar por parte de los padres, sumado a ello la pobreza trayendo
consigo consecuencias en el desarrollo físico y mental.

En nuestro país, la desnutrición infantil es un grave problema de salud pública,


afectando principalmente a los infantes de nuestras comarcas y provincias más pobres.

En el siguiente documento determinaremos las causas y consecuencias de la


desnutrición infantil en Panamá y las metas a cumplir para su erradicación.

3
Capítulo I
Causas y efectos de la desnutrició n
en el crecimiento
1.1 Concepto de desnutrición

Por malnutrición se entienden las carencias, los excesos o los desequilibrios de la


ingesta de energía y/o nutrientes de una persona.

El término malnutrición abarca dos grupos amplios de afecciones. Uno es la


«desnutrición» —que comprende el retraso del crecimiento (estatura inferior a la que
corresponde a la edad), la emaciación (peso inferior al que corresponde a la estatura),
la insuficiencia ponderal (peso inferior al que corresponde a la edad) y las carencias
o insuficiencias de micronutrientes (falta de vitaminas y minerales importantes). El
otro es el del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles
relacionadas con el régimen alimentario (cardiopatías, accidentes cerebrovasculares,
diabetes y cánceres).

1.2 Causas de la desnutrición infantil

Panamá es el cuarto país de América Latina con mayor desnutrición infantil, según el
Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018, que publicaron este mes
varias agencias de las Naciones Unidas, incluyendo la FAO.
Se trata de unos 68,000 niños menores de 5 años que no comen lo suficiente, lo que
representa el 19.1% de la población infantil panameña, una cifra solo por debajo de
Guatemala, Ecuador y Honduras, sin contar a Haití.
El informe de la FAO, realizado en conjunto con el Programa Mundial de Alimentos, la
Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y Unicef,
indica que América Latina y el Caribe se aleja del cumplimiento del Objetivo de
Desarrollo Sostenible 2 (Hambre cero), ya que el número de personas subalimentadas
aumentó por tercer año consecutivo: en 2017 alcanzó 39.3 millones.
De ese total, en toda la región existen más de 5 millones de niños con desnutrición
crónica. Además, se afirma que en Panamá, al igual que en Guatemala, Honduras,
México, Nicaragua y Perú, más de la mitad de los menores que viven en zonas rurales
tiene acceso, de forma regular, a cantidades de comida que son insuficientes para su
desarrollo.
Solo en 2008, en el Istmo el 62% de los niños y niñas indígenas presentaban retraso en
su crecimiento, en comparación con el 19% de los niños no indígenas.
‘Se observa una estrecha relación entre desigualdad, el hambre y las distintas formas de
malnutrición', sostiene la FAO.
Esta desigualdad, que genera asimetrías en el acceso a bienes y servicios alimentarios y
no alimentarios se puede observar más claramente entre los grupos que tradicionalmente
presentan mayores grados de exclusión social o económica como lo son la población

4
infantil, las mujeres, grupos indígenas y población que vive en situación de pobreza o en
áreas rurales.
1.2.1 Desnutrición y obesidad
La obesidad es otra forma de malnutrición que ha ido en aumento en la región. Hace un
año, el propio ministro de Salud, Miguel Mayo, publicó la cifra en Panamá: el 30% de
los niños en edad escolar tienen exceso de peso.
Ambos problemas de malnutrición han aumentado en la región

La desnutrición es un problema nutricional más presente entre los grupos más


vulnerables de la población, según la FAO.

La organización detalla que la obesidad está asociada a personas afectadas por la


inseguridad alimentaria, que tienen menos acceso físico a los mercados donde poder
comprar alimentos baratos, nutritivos y saludables.

La FAO explica que lo que une al hambre y la obesidad —que reflejan un aumento dual
— es la transición nutricional que se observa a nivel mundial y regional.
‘Cambios demográficos, sociales y económicos rápidos han llevado a una mayor
urbanización y a cambios en los sistemas alimentarios, los estilos de vida y los hábitos
alimentarios. En consecuencia, los hábitos alimentarios se han volcado hacia un mayor
consumo de alimentos altamente procesados e hipercalóricos, con un alto contenido de
grasas saturadas, azúcares y sal y un bajo contenido de fibra', señala.
La organización resaltó que la región cuenta con los alimentos suficientes para cubrir
las necesidades energéticas de toda su población, por lo que en ese sentido la oferta de
alimentos no es una limitante.
‘La principal limitante para acceder a una cantidad y calidad suficiente de alimentos es
el nivel de ingresos de las familias', apunta la FAO.
Por eso, parte de la solución al problema de hambre y obesidad vendrá de conseguir que
las familias cuenten con un nivel de ingreso estable y que cubra sus necesidades de
alimentación sana y variada.
Asimismo, la organización recomienda potenciar los programas de alimentación
escolar, promover la agricultura familiar, aplicar impuestos selectivos a ciertos
alimentos dañinos, e identificar los territorios que son de difícil alcance para la política
pública para focalizar recursos y orientar acciones para la superación del hambre y la
pobreza

1.2.2 Estudio realizado sobre parasitismo intestinal y su relación con la


desnutrición infantil en Cañazas, provincias de Veraguas, Panamá.

Las infecciones parasitarias intestinales y la desnutrición son frecuentes entre la


población infantil rural de Panamá. El distrito de Cañazas en la provincia de
Veraguas es una de estas regiones donde las bajas condiciones socio-económicas de
gran parte de sus habitantes repercuten directamente en la salud de los niños y niñas
de estas comunidades.

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En años recientes se ha sugerido que la infección, incluso asintomática, con parásitos
enteropatógenos puede repercutir negativamente en el estado nutricional y con ello en el
desarrollo físico y mental de los niños y niñas. En gran parte del distrito de Cañazas no
se conocen los datos actuales sobre la prevalencia de parasitosis intestinal en la
población infantil y su asociación con cuadros de malnutrición. El diagnóstico,
tratamiento oportuno y control de los enteroparásitos podría contribuir
significativamente en la lucha contra la malnutrición infantil y sus secuelas en regiones
rurales de Panamá.

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal durante el mes de junio de 2008 en


el corregimiento de Cañazas, distrito de Cañazas, provincia de Veraguas. El
corregimiento de Cañazas es considerado un área de muy alta prevalencia (33.7%) de
retardo en talla según el VI CENSO DE TALLA. PANAMA, 2007 (Figura 1). Luego de
explicar en qué consistía el estudio, y previo consentimiento escrito de los padres o
tutores, se evaluó el parasitismo intestinal y estado nutricional de 182 niños y niñas
menores de cinco años. Los estudios coproparasitoscópicos se llevaron a cabo mediante
la técnica de concentración con formolacetato de etilo y una prueba comercial de
ELISA (Ridascreen-Alemania) para detectar coproantígenos de Giardia lamblia. Los
índices antropométricos: peso/edad (malnutrición), peso/talla (emaciación) y talla/edad
(desmedro) fueron calculados para cada caso, luego se determinó la puntuación Z de
cada observación de la mediana de la población de referencia (NCHS).

La distribución por edad y género resultó muy homogénea en el grupo estudiado de 182
niños y niñas (Figura 2). Los estudios microscópicos revelaron que el 30.2% (55/182)
de las muestras presentaba parásitos intestinales (Tabla I). Las prevalencias mayores
fueron para la ascariasis y giardiasis con un 12.2% (22/182) y 29.2% (53/182)
respectivamente (Tabla I). Mediante la técnica de ELISA fue posible determinar 53
muestras positivas a la infección con G. lamblia, 28 más (15.4%) que las encontradas
mediante la técnica de formolacetato de sodio.

6
Este estudio confirma que la parasitosis intestinal y la malnutrición son importantes
padecimientos de la población infantil en el corregimiento de Cañazas, distrito de
Veraguas. El parásito enteropatógeno más frecuente fue G. lamblia, el cual ha sido
asociado en estudios previos con deficiencias en el desarrollo cognitivo aun en ausencia
de diarrea. De igual manera se reportan retardos en el crecimiento de poblaciones
infantiles infectadas con este protozoario. Resulta urgente que las autoridades de salud
del país refuercen los programas tendientes al diagnóstico, manejo y prevención de
estos problemas de salud en el distrito de Cañazas y otras regiones rurales del país.

Capítulo II
Impacto de la desnutrició n en el
rendimiento escolar
2.1 La alimentación y el desarrollo cognitivo

Una alimentación adecuada es la pieza fundamental para el crecimiento, desarrollo y


socialización de las personas y durante los primeros años de vida, es de suma
importancia para el desarrollo cognitivo y para tener un buen rendimiento a lo largo de
los años escolares.

El cerebro es el órgano encargado de realizar las funciones de memoria, aprendizaje,


pensamiento, sensaciones, entre otras y para ello necesita básicamente de dos
moléculas: oxígeno y glucosa. Esta última constituye la única fuente de energía en el
sistema nervioso la cual es obtenida a través de una alimentación balanceada rica en
nutrientes. (García, 2009)

En cuanto a su evolución, el cerebro presenta una marcada aceleración de su


crecimiento en el último trimestre del embarazo y hasta casi los 2 años de edad, por lo
que es imprescindible otorgarle una correcta nutrición que le permita al niño
desplegar su máximo potencial tanto en términos de estructura (crecimiento),
como de función (desarrollo). Podemos reflexionar entonces que un individuo
puede alcanzar un nivel óptimo de su talento natural sólo si acompaña su crecimiento y
su aprendizaje con una alimentación correcta y eficiente. (García, 2009)

Conociendo que la nutrición es importante para la función cerebral es imprescindible


comer alimentos ricos en carbohidratos, como cereales, legumbres, frutas y vegetales,
así como productos lácteos que proporcione la principal energía que necesita el cerebro,
la glucosa, para sus funciones diarias. Además, necesita otros nutrientes esenciales:
vitaminas, ácidos grasos, como Omega 3 que juegan un importante papel en el
desarrollo neurológico y visual ya que el 15% del cerebro y el 22% de la retina están
formados por ácidos Omega 3 DHA. De igual forma de minerales como el hierro,
importante para el correcto funcionamiento del organismo que participa en la formación

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de las células sanguíneas y el desarrollo del sistema nervioso central, entre otras
funciones.

A su vez, en función de los nutrientes que reciba, su actividad será diferente. Es decir, la
composición de cada comida tiene un efecto directo en la producción de las señales
químicas del cerebro. Estas sustancias, responsables de la transmisión de información a
lo largo del sistema nervioso, son los llamados neurotransmisores, y pueden modularse
en parte por la alimentación. Por medio de ella se influye sobre el humor y
comportamiento, ayuda a aliviar la depresión, la ansiedad, la neurosis y los trastornos
del sueño.

Por otra parte en el caso de los niños con una alimentación inadecuada, con carencias de
nutrientes y una inminente desnutrición el cerebro no se desarrolla correctamente y el
individuo manifiesta síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad,
nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso
depresión, que le afectan su rendimiento escolar. Por ello una adecuada nutrición es
necesaria para el desarrollo eficiente del cerebro.

2.2 Implicaciones pedagógicas de la desnutrición

Un estudio de febrero de 2018 publicado en BMC Nutrition siguió a 630 estudiantes


etíopes con el fin de determinar la correlación entre desnutrición y rendimiento
académico. Los investigadores utilizaron puntajes de exámenes, desempeño académico
general, participación de los padres en los procesos educativos, índices de peso para la
altura e índices de peso para la edad con el fin de analizar la situación nutricional del
alumno, así como su rendimiento en el aula.

Descubrieron que el retraso del crecimiento y el bajo peso corporal, ambos indicadores
de malnutrición, se asociaron con un menor rendimiento académico, mientras que el
desgaste no tenía una correlación directa.

Esta investigación no está aislada, Save the Children, una organización sin fines de
lucro del Reino Unido, descubrió que los niños desnutridos en todo el mundo tienen
tasas más altas de analfabetismo. Los niños desnutridos tienen un 20% menos de
probabilidades de leer y escribir que los niños que reciben una nutrición adecuada.

Además, los niños desnutridos tienen un 7% más de probabilidades de cometer errores


al realizar operaciones aritméticas básicas y un 12,5 por ciento más de posibilidades de
cometer un error al redactar una frase sencilla.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009), La


alimentación deficiente en la infancia deja huellas irreversibles. El crecimiento y
desarrollo defectuosos provocarán baja estatura, mayores riesgos de enfermedad y
bajo desempeño escolar. La desnutrición en menores de cinco años provoca un
gran número de consecuencias en diversas áreas del sujeto. Se han documentado efectos

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a corto, mediano y largo plazo, a largo plazo la desnutrición afecta la capacidad
de trabajo físico, el desempeño intelectual y escolar durante la adolescencia y
edad adulta.

En el campo escolar algunos efectos que se han presentado son los siguientes:

 Se puede presentar un retardo general de todo el proceso de aprendizaje,


observándose lentitud, deficiencia en la atención y concentración,
afectando el rendimiento global.
 Niños que presentan un desarrollo normal con inmadurez en el área
cognitiva o verbal, lo que provoca una lentitud para aprender.
 Alumnos de aprendizaje lento, es decir que presentan dificultades para seguir
un ritmo de aprendizaje normal. Por presentar problemas a nivel de
memoria, junto con una menor capacidad de atención a estímulos verbales,
de expansión y dificultades para evocar y recuperar la información
aprendida.

La desnutrición interfiere con la motivación del niño y su capacidad de concentración y


de aprendizaje, sin importar sus efectos últimos sobre el estado del cerebro mismo. El
tiempo de aprendizaje se pierde en los períodos más críticos para éste.

Un niño desnutrido se distrae, carece de curiosidad y no responde a los


estímulos maternos o de otro tipo. El niño tarda en alcanzar las metas normales del
desarrollo; se sale de las normas y cuando empieza a asistir a la escuela se
encuentra rezagado respecto a sus compañeros que tienen la nutrición apropiada. Este
niño se percata menos que sus condiscípulos del mundo que lo rodea, se halla
física y mentalmente fatigado y por consiguiente le resulta difícil estar atento en clase.
A menudo parece que está ausente de la vida que le rodea.

Si esta desventaja competitiva no fuera suficiente, el jovencito desnutrido está


muy por detrás de sus compañeros debido a que las enfermedades relacionadas
con la nutrición lo atacan muy seguido. El niño desnutrido tiene un avance muy
lento y así continúa hasta que llega un momento en que no puede enfrentarse a la
situación escolar. Así, sin importar lo que pueda ocurrir o no con su desarrollo cerebral
en lo futuro, el niño desnutrido tendrá permanentes obstáculos, puesto que ha
sufrido una pérdida irreversible de oportunidades. Este fenómeno provoca la deserción
escolar desde los primeros niveles de educación y el aumento del trabajo infantil.

Por las consideraciones señaladas, es de las más alta relevancia para la educación, poder
analizar las interacciones entre estado nutricional, desarrollo cerebral,
inteligencia y rendimiento escolar, considerando que los problemas nutricionales
afectan a todos los estratos socioeconómicos, en especial, a los sectores más
desprotegidos de nuestra sociedad, los cuales han estado sometidos a condiciones
de una mala alimentación crónica, con consecuencias negativas para el desarrollo
económico; en la edad escolar, traduciéndose en altos índices de deserción
escolar, problemas de aprendizaje y bajo ingreso a la educación superior.

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Considerando que la educación es la principal herramienta, mediante la cual se
puede mejorar la calidad de vida de los pueblos y, que en términos absolutos el
número de desnutridos ha aumentado en el mundo, es de la más alta relevancia para la
educación analizar los efectos a largo plazo de la desnutrición acaecida a edad
temprana y ejecutar estrategias para disminuir este problema que acarrea consecuencias
a futuro como un aumento de la pobreza y por ende de la mala nutrición.

Capítulo III
Desnutrició n infantil en Panamá
La desnutrición infantil en Panamá y en cualquier otro país, es el resultado de la
interacción entre el consumo inadecuado de alimentos y las infecciones frecuentes. Es
decir, el niño padece hambre y se enferma a menudo. Estos resultan ser consecuencias
de pobreza, logros educativos insuficientes, acceso inadecuado a alimentos, servicios de
salud y saneamiento insuficientes o ausentes. 

En Panamá, producto de las condiciones ya señaladas, la desnutrición infantil es un


grave problema de salud pública, afectando principalmente a los infantes de nuestras
comarcas y provincias más pobres. Agrava el panorama, el hecho de que la desnutrición
infantil (aguda hoy), se hace crónica, reproduciéndose en hijos y nietos de los niños
desnutridos de hoy, pues no ha sido una prioridad real y efectiva para los gobernantes y
la sociedad.

3.1 Situación de desnutrición en Panamá

De acuerdo al MINSA, las cifras de desnutrición infantil en Panamá, datan del 2008. La
entidad prepara una encuesta para conocer el estado nutricional de los panameños pero
esta no se ha puesto en marcha. Pero, utilizando datos antiguos; el documento
“Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018”, publicado al final del año
pasado por varias agencias de las Naciones Unidas (FAO, OPS/OMS, PMA, UNICEF),
nos llama la atención sobre la desnutrición infantil en Panamá., al informar que el 19%
de los niños panameños menores de cinco años padecen de desnutrición (68,000
infantes), superando en esta penosa estadística, a países con un crecimiento económico
muy inferior al nuestro.

Ratificando esta aseveración, el documento «Índice de Pobreza Multidimensional de


Niños, Niñas y Adolescentes de Panamá 2018«, nos informa que un total de 15.6% de
NNA pobres multidimensionales carece de una alimentación variada. Esta es una
condición que requiere importante atención debido a que la alimentación saludable y
equilibrada tiene un rol primordial en la salud y desarrollo de los NNA, como pilar del
adecuado funcionamiento del organismo, el crecimiento y la capacidad de aprendizaje,
pero sobre todo para la prevención de factores de riesgo de enfermedades.  Este
problema es mayor en las comarcas indígenas del país: en el 62.6%, los NNA en
pobreza multidimensional de la comarca Guna Yala están privados en este indicador,
10
seguido por la comarca Ngäbe Buglé (59.3%) y Emberá (49.9%) y las provincias de
Darién (27.7%) y Bocas del Toro (23.9%).

Por otro lado, de acuerdo con el IPM-Panamá 2017, el 19.1% de los panameños
(777,752 personas) se encuentran en una condición de pobreza multidimensional.
Por lo tanto, no parecen estar en capacidad de protegerse contra el hambre y, muy
probablemente, la están padeciendo de forma ocasional o permanente,
ocasionando desnutrición infantil en forma aguda y crónica.
Como era de esperarse, en las comarcas indígenas fue en donde se presentó las mayores
proporciones de personas pobres multidimensionales: en la Comarca Ngäbe Buglé
(93.4%), Comarca Guna Yala (91.4%) y Comarca Emberá (70.8%). El promedio de
estos tres valores supera en 4.5 veces el valor del promedio nacional, lo que evidencia
también con esta medida una la disparidad existente y que ya era previamente conocida.
En cuanto a las provincias, las tres con mayor porcentaje de personas en condición de
pobreza multidimensional y por encima del promedio nacional, fueron: Bocas del Toro
(44.6%), Darién (40.0%). En estas dos, habitan una amplia población indígena (62.6%).

3.2 Consecuencia a largo plazo de la desnutrición infantil:

De acuerdo con los expertos, las


consecuencias de desnutrición infantil
están directamente relacionadas con
retardo en el crecimiento y el
desarrollo psicomotor, afectación del
desarrollo del cerebro, mayor riesgo
de enfermedad, con efectos adversos a
largo plazo, incluyendo disminución
en la capacidad de trabajo físico y en el
desempeño intelectual en la edad
escolar, la adolescencia y la edad
adulta, lo que repercute en la capacidad del individuo para generar ingresos, y lo que lo
colocará en una situación de explotación a la que no puede negarse debido a amenazas,
violencia, coerción, abuso de poder o engaño.

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La desnutrición crónica incrementa, además, la propensión a enfermedades como
obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemias e incapacidades. Igualmente, la
desnutrición durante los primeros años de vida, a través de sus efectos adversos en el
crecimiento durante la infancia de las mujeres, tiene efectos negativos en el peso al
nacer de la siguiente generación.

3.3 Reducir la desnutrición infantil en Panamá: El camino a seguir

Para cumplir con el Objetivo de Desarrollo


sostenible número dos (ODS 2), el cual
propone “Poner fin al hambre, lograr la
seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición y promover la agricultura
sostenible”, los panameños acordamos en
el Eje Estratégico 6.1: Buena vida para
todos, de nuestro “Plan Estratégico
Nacional con Visión de Estado, Panamá
2030”, “reducir el hambre, lograr la
seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición y promover la agricultura sostenible”.
La estrategia subraya que la reducción del hambre, la desnutrición infantil en Panamá, y
la mal nutrición pasa por amplificar las formas de seguridad alimentaria centradas en las
medidas socioeducativas dirigidas hacia los núcleos de población en los cuales existe
prevalencia de prácticas nutricionales que no fomentan el adecuado desarrollo en la
primera infancia. El énfasis está en la población vulnerable como, por ejemplo, la
desnutrición y los programas de alimentación complementaria para niños, mujeres y
adultos mayores en riesgo. Busca reducir la desnutrición infantil, así como los
indicadores de mortalidad infantil y materna, principalmente en comarcas y zonas
rurales.
Estamos obligados a desarrollar la seguridad alimentaria nacional, más aún, con una
política de soberanía alimentaria, la cual, debe tener como centro la producción
diversificada para garantizar la disponibilidad y acceso a los alimentos en Panamá. En
cuanto a las políticas de disponibilidad y acceso a los alimentos, más que pensar en la
agroexportación como solución al tema de la pobreza, y por consiguiente el apoyo a los
grandes productores, el Gobierno debe reorientar sus políticas hacia los pequeños y
medianos productores, que son los que pagan la crisis abandonando al campo y
malvendiendo sus tierras ahora que ya están tituladas. Con ello se potenciarán las
acciones sobre seguridad alimentaria y desarrollo rural
sostenible teniendo en cuenta la oferta de alimentos,
calidad nutricional, acceso oportuno, como factores
relevantes que intervienen en la situación nutricional de
la población.
Recientemente, y con el propósito de tomar acciones
enfocadas a erradicar la pobreza y la desnutrición
infantil en Panamá, el gobierno formuló el Plan
Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2017-
2021, que incluye las enmarcadas en salud, agricultura
y educación. Recomiendo su lectura completa y
actualización correspondiente.
Conclusión

12
Bibliografía

13
 Jorge Prosperi. (Junio 18, 2019). Desnutrición infantil en Panamá: grave
problema de salud pública. Julio 15, 2019, de El blog de Jorge Prosperi Sitio
web: https://elblogdejorgeprosperi.com/2019/06/desnutricion-infantil-en-
panama/
 Marta Castells. (.). Cerebro y alimentación. Julio 20, 2019, de COL.LEGI DE
FARMACÈUTICS de Barcelona Sitio web:
https://www.farmaceuticonline.com/es/familia/472-cerebro-y-alimentacion?
showall=1
 Nelly Chablé García. (2009). La desnutrición y su impacto en el rendimiento
escolar en el nivel primaria. Julio 16, 2019 de SECUD Sitio web:
http://200.23.113.51/pdf/26953.pdf
 http://laestrella.com.pa/panama/nacional/desnutricion-infantil-panama-numeros-
rojos/24093151
 http://www.gorgas.gob.pa/wp-content/uploads/2014/04/Prevalencia-de-Par
%C3%A1sitos-Intestinales-Y-Malnutrici%C3%B3n-en-Menores-de-Cinco-A
%C3%B1os-de-Comunidades-del-Corregimiento-de-Ca%C3%B1azas-Azael-
Salda%C3%B1a.pdf

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