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MÁSTER EN MECÁNICA DEL SUELO E

INGENIERÍA GEOTÉCNICA

ENSAYO TRIAXIAL

Jesús González
ETSI Caminos, Canales y Puertos (UPM)
Ensayo triaxial Jesús González

INDICE

1. OBJETO DEL ENSAYO TRIAXIAL ...................................................................... 1

2. TIPOS DE ENSAYO ............................................................................................. 2

3. DESCRIPCION DEL EQUIPO Y MATERIAL ........................................................ 3

4. PREPARACIÓN DE LA PROBETA ...................................................................... 8

5. PREPARACIÓN DEL ENSAYO............................................................................ 9

6. PROCESO DE SATURACIÓN............................................................................ 10

7. PROCESO DE CONSOLIDACIÓN ..................................................................... 12

8. PROCESO DE ROTURA .................................................................................... 14

9. RESULTADOS DEL ENSAYO ........................................................................... 16

10. REPRESENTACIÓN DE TENSIONES ............................................................... 21

11. ANÁLISIS DE ALGUNOS EJEMPLOS TEÓRICOS ........................................... 24

12. DETERMINACIÓN DE LOS PARÁMETROS DEL MODELO HIPERBÓLICO .... 35

ANEJO I: BIBLIOGRAFÍA
ANEJO II: LEY DE SKEMPTON
ANEJO III: NUMERO DE ENSAYOS SEGÚN EL EUROCODIGO 7
ANEJO IV. MODELO HIPERBÓLICO
Ensayo triaxial Jesús González

1. OBJETO DEL ENSAYO TRIAXIAL


El comportamiento mecánico de los suelos se estudia mediante la adopción de “mode-
los de comportamiento”. El objeto del ensayo triaxial es intentar determinar un modelo
sencillo que permita representar el comportamiento real del suelo. En el caso concreto
del ensayo triaxial se obtiene la relación tensión-deformación de un suelo cuando es
sometido en su contorno a una presión externa normal en todas las direcciones. La ley
será tanto más “real” cuanto más parecida sea las condiciones del ensayo y del pro-
blema real.

Es habitual considerar que el comportamiento de los suelos es similar al de un suelo


elasto-plástico. Sin embargo, el análisis del ensayo triaxial nos permitirá conocer que
existen una serie diferencias entre el comportamiento real del suelo y el modelo teórico
empleado. Entre otras, estaría la rigidización del suelo, la existencia de dilatancia, la
existencia de deformaciones no recuperables…

Para la realización del ensayo triaxial, habitualmente, se suele aplicar una tensión so-
bre el contorno lateral del cilindro y otra distinta según su eje, hasta producir la rotura a
compresión. Por tanto, las tensiones aplicadas sobre la probeta son principales. Tam-
bién es posible realizar ensayos en los cuales la rotura del suelo se produce a exten-
sión al aplicar una compresión radial a la probeta superior a la existente en la dirección
axial (los equipos convencionales no permiten este tipo de ensayos). La mayoría de
los investigadores han llegado a la conclusión de que el ángulo de fricción es el mismo
en ambos casos, aunque algunos indican que el ángulo de rozamiento es varios gra-
dos mayor en el caso del ensayo a extensión.

Mediante la interpretación de los resultados de este ensayo es posible determinar los


parámetros resistentes del criterio de rotura de Mohr-Coulomb: cohesión (c) y ángulo
de rozamiento (φ). Este es el criterio de rotura que se emplea con mayor asiduidad.
Evidentemente, a partir del ensayo triaxial es posible determinar los parámetros de
otros criterios de comportamiento de los suelos como puede ser el de cam-clay o el
modelo hiperbólico.

El ensayo se suele realizar con tres probetas de un mismo tipo de suelo al que se le
somete a tensiones laterales de confinamiento diferentes. Es de aplicación a cualquier
tipo de suelo (arenoso, limoso, arcilloso) siempre que se pueda conseguir una muestra

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homogénea y el tamaño máximo de las partículas del mismo no supere un cierto por-
centaje del tamaño de la probeta ensayada. Por último, indicar que el ensayo se lleva
a cabo tanto con probetas remoldeadas como inaltaredas.

Las principales ventajas del ensayo triaxial es que durante el mismo es posible contro-
lar la presión de confinamiento y la presión intersticial dentro de la probeta. Además,
es posible simular condiciones iniciales isotrópicas y anisotrópicas y conocer las tra-
yectorias en tensiones totales y efectivas del suelo durante todo el proceso.

2. TIPOS DE ENSAYO
Existen tres tipos de ensayos triaxiales en función de si se consolida previamente la
probeta bajo una cierta carga y según las condiciones de drenaje en rotura. A conti-
nuación, se describen, brevemente, cada una de ellos.

a.- Ensayo consolidado, con drenaje y con medida de cambio de volumen (CD)
La probeta a ensayar se satura y se consolida, habitualmente, en condiciones isotrópi-
cas. A continuación se produce la rotura a compresión a la velocidad adecuada de tal
manera que no se produzcan incrementos de presión intersticial, midiendo el volumen
de agua tomada o expulsada por la probeta.

De cada ensayo y suponiendo que la distribución de tensiones es uniforme en la pro-


beta se puede representar el círculo de Mohr correspondiente a la carga de rotura. Si
se considera como criterio de rotura el de Mohr-Coulomb la envolvente de los círculos
correspondientes a las tres probetas define el ángulo de rozamiento interno (pendiente
de la envolvente) y la cohesión efectiva (ordenada en el origen de la envolvente). Es-
tos son los parámetros que se suelen emplear para estudiar el comportamiento de los
suelos sometidos a cargas a largo plazo.

b.- Ensayo consolidado, sin drenaje y con medida de presiones intersticiales (CU)
La probeta se satura y se consolida tal como se ha indicado en el tipo de ensayo ante-
rior. A continuación se procede la rotura sin drenaje a compresión a la velocidad ade-
cuada para que la presión intersticial sea uniforme en toda la probeta.

La envolvente de los tres círculos de Mohr de rotura sirve apara definir el ángulo de
rozamiento y la cohesión en condiciones sin drenaje. La experiencia indica que la en-

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volvente depende de las condiciones del ensayo y, por tanto, no son adoptados en la
práctica.

Habitualmente, durante el ensayo se mide la evolución de las presiones intersticiales


durante todo el proceso. De esta manera si restamos a las tensiones totales que pro-
ducen la rotura las presiones intersticiales se obtiene las tensiones efectivas. Y la en-
volvente correspondiente a estos círculos en efectivas nos dará el ángulo de rozamien-
to y la cohesión efectivos si se adopta como criterio de rotura el de Mohr-Coulomb.

c.- Ensayo no consolidado con rotura rápida y sin drenaje (UU)


En este tipo de ensayo no se deja consolidar la probeta cuando se aplica la presión
externa ya que se aplica inmediatamente la compresión axial en la probeta hasta al-
canzar la rotura en condiciones no drenadas.

Teóricamente, operando de este modo los círculos de Mohr de rotura tienen el mismo
diámetro independientemente de la presión externa aplicada. Por tanto, la envolvente
sería una línea recta horizontal. De esta manera, se puede determinar la resistencia al
corte sin drenaje (cu).

Este comportamiento se debe a que al no permitir el drenaje al aplicar la carga, la pre-


sión se transmite en su totalidad al agua que hay en los poros sin que varíen las pre-
siones efectivas. Por eso la tensión desviadora de rotura es igual en todos los casos.
Este comportamiento no suele producirse en arcillas fisuradas y en suelos de grano
grueso con fuerte dilatancia positiva.

3. DESCRIPCION DEL EQUIPO Y MATERIAL


Como suele ser habitual en los ensayos de laboratorio, éste debe cumplir unas condi-
ciones ambientales como las que se indican a continuación: temperatura ambiente sin
variaciones de más de 2º (es habitual temperaturas del orden de 20º), que no exista
luz solar directa, fuentes de calor próximas, corrientes de aire, vibraciones...

El equipo triaxial está compuesto por los siguientes elementos que se describen a con-
tinuación.

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Célula triaxial
En la Figura 1 se muestra un esquema de una célula triaxial en la cual se produce la
consolidación y la rotura del suelo.

La célula está compuesta por un pedestal metálico sobre el que descansa la probeta,
un pistón vertical que permite aplicar la fuerza según el eje de la probeta y un cilindro
exterior que contiene el fluido (generalmente agua). Es muy importante que en la unión
del pistón con la probeta no se produzcan inclinaciones ni desplazamientos horizonta-
les.

Tanto la cabeza del pistón que apoya sobre la probeta como el pedestal sobre el que
descansa debe ser de un material cuyas deformaciones sean despreciables respecto a
las que sufre la probeta.

Figura 1: Esquema de la célula triaxial (Norma UNE 103402:1998)

La máxima presión que puede ser aplicada en un aparato triaxial depende del tipo de
ensayo a realizar, pero se suele exigir que dicha presión se pueda incrementar al me-
nos de 1200 kPa. Para ello el cilindro exterior suele realizarse con un plástico transpa-
rente llamado perpex que admite estas altas presiones.

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En la célula existe un drenaje superior e inferior que permiten aplicar una cierta pre-
sión intersticial a la probeta, expulsar el agua sobrante para disipar el exceso de pre-
siones intersticiales y conectar el agua interior de la muesta a un elemento de medida
de la presión intersticial.

Membrana
La probeta es recubierta con una membrana elástica, habitualmente de latex, que im-
pida que el fluido de confinamiento pueda penetrar en su interior. Teóricamente, en el
análisis de los resultados habría que tener en cuenta el posible efecto de rigidización
producido por la membrana.

Las características que se exigen a estas membranas son:


• El diámetro interior debe ser igual al de la probeta o ligeramente menor (un 5%
menor).
• Su espesor debe ser menor que el 1% de la probeta
• El módulo de elasticidad a tracción inferior a 1600 kPa
• La longitud debe exceder a la de la probeta en unos 50 mm.

Se suelen colocar unas juntas tóricas por encima y debajo de la muestra que presiona
la membrana contra las bases del aparato de modo que cierra herméticamente la
muestra respecto al fluido de la cámara.

Placas porosas
Para facilitar el drenaje de la probeta en los dos extremos de la misma se colocarán
dos placas porosas del mismo diámetro que ésta. La permeabilidad de la misma debe
estar entre 10-8 m/s y 10-4 m/s si se ensayan limos o arcillas y mayor de 10-4 m/s si el
material es granular.

Bandas de papel filtro


Cuando el suelo ensayado sea de baja permeabilidad se recomienda colocar bandas
de papel filtro en las paredes laterales de la probeta con el fin de reducir el camino del
drenaje ya que de esta manera el drenaje no sólo se produce en sus dos extremos
(cara superior e inferior) sino también en todo su contorno. Por tanto, la distancia de
consolidación de la muestra será el diámetro de la misma y no la altura, lo que condu-
ce a se necesitará menos tiempo para llegar a un estado estacionario y homogéneo en
el interior de la muestra.

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La permeabilidad del papel filtro no debe ser inferior a 10-7 m/s.

La superficie lateral cubierta por las bandas no debe exceder la correspondiente al


50% del total. Teóricamente, la colocación de estas bandas exige la corrección de la
tensión principal.

A modo de resumen, en la Fotografía 1 se muestra una probeta colocada en la célula


durante un ensayo.

Fotografía 1: Imagen de la probeta durante el ensayo

Sistemas para aplicación de las presiones


El aparato triaxial debe tener dos sistemas independientes para aplicar la presión ex-
terna y la contrapresión. La precisión de la lectura debe ser el ±5% del valor medido.

Prensa
La prensa debe tener un cierto rango de velocidades de manera que se puedan reali-
zar todos las clases de ensayo para los distintos tipos de materiales. En general es
suficiente que el rango esté comprendido entre 2 mm/min y 0,001 mm/min.

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Asimismo, se debe cumplir que el recorrido vertical del plato sea por lo menos el 30%
de la altura de la probeta que se ensaye.

Dispositivos de medida
Durante el ensayo las variables que se tienen que medir son las siguientes:
• La fuerza que se aplica sobre la probeta según su eje axial. Se medirá por me-
dio de un anillo dinamométrico o un transductor de fuerza.
• La presión externa y la contrapresión.
• La deformación vertical de la probeta. Normalmente se mide midiendo el avan-
ce del pistón.
• Cambio de volumen de la probeta.

Material auxiliar
Además para la realización del ensayo son necesarios otra serie de elementos como
los que se enumeran a continuación: cámara húmeda, extractor de muestra, calibre o
pie de rey, balanzas, talladores, moldes y mazas para preparar probetas, equipo para
determinar la humedad, agua destilada, aceite para el pistón, succionador, papel de
filtro y dispositivo para verificar la verticalidad de la probeta.

En la Figura 2 se muestra el esquema completo de los distintos elementos del ensayo


triaxial, tanto de la célula como de los distintos elementos de medida y de presión.

Figura 2: Disposición general de los aparatos en el ensayo triaxial (Norma UNE


103402:1998)

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4. PREPARACIÓN DE LA PROBETA
Las probetas que se ensayan son cilíndricas con un diámetro no inferior a 35 mm y
una altura que estará comprendida entre 1,85 y 2,25 veces su diámetro. Normalmente
los diámetros más convencionales son de 1 ½”, 2” y 4”. En el laboratorio de geotecnia
del CEDEX y en el laboratorio de Geotecnia de la ETSI de Caminos, Canales y Puer-
tos existe un equipo de 9” de diámetro. En cada caso, una vez preparada la probeta se
deberá medir las dimensiones de la misma así como la masa inicial de la misma.

En todos los casos se debe cumplir que el diámetro de la probeta debe ser mayor que
cinco veces el tamaño de las partículas.

Como ya se ha comentado, las probetas que se ensayan pueden ser procedentes de


muestras inalteradas o realizadas con material remoldeado.

Probetas inalteradas
En este caso, se deberá asegurar que durante el manejo de la probeta no se produce
la alteración de la estructura del suelo. Para ello se deberá emplear el procedimiento
de extracción más conveniente a cada caso. Siempre que el diámetro de la muestra
sea suficiente se recomienda que las tres probetas se tallen de la misma porción de la
muestra extraída para asegurar que en todos los casos el material ensayado pertene-
ce al mismo nivel y presenta las mismas características.

Probetas remoldeadas
La preparación de las muestras remoldeadas se puede hacer con cualquiera de los
dos criterios siguientes:
• Compactar la probeta con una energía de compactación y humedad determi-
nadas.
• Compactar la probeta con un material con una humedad conocida y aplicando
una energía de compactación tal que alcancemos una cierta densidad seca.

Una vez concluida la preparación de la probeta se debería determinar su densidad


natural y la humedad de tal manera que sea posible determinar las propiedades bási-
cas del suelo tal como índice de poros, grado de saturación...

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5. PREPARACIÓN DEL ENSAYO


Antes de comenzar el ensayo se deberá comprobar que el aparato triaxial funciona
correctamente y que no tiene ninguna anomalía. Es decir, se debe comprobar que los
equipos de aplicación de la presión externa, de la contrapresión y de medida de cam-
bio de volumen no presentan fugas y que están correctamente calibrados. También se
calibrará los dispositivos de medida de la fuerza del pistón y de los desplazamientos.

Una vez realizadas estas comprobaciones se procede al montaje de la probeta en el


equipo tal como se describe a continuación.

En primer lugar se deja fluir un poco de agua por el conducto que aplica la contrapre-
sión situado en el centro del pedestal. Sobre éste se coloca una placa porosa. Si se
van a utilizar bandas de papel filtro se deben colocar éstas sobre la placa porosa infe-
rior. Evidentemente en los ensayos no consolidados y no drenados (UU) no es nece-
sario colocar ni las placas porosas ni las bandas de papel filtro.

A continuación se coloca de manera rápida la probeta sobre la placa porosa o sobre


las bandas de papel filtro (según el caso). Es importante asegurar la verticalidad de la
probeta.

La preparación del ensayo continua colocando en la parte superior de la probeta la


otra placa porosa.

El siguiente paso es colocar la membrana envolviendo a la probeta.

Si el ensayo es drenado, en la cabeza de apoyo superior lleva conexión para el drena-


je.

A continuación se monta el resto de le célula evitando que el pistón pueda estar en


contacto con la cabeza superior de la probeta.

Finalmente se llena la célula con agua desaireada. En ocasiones, en este momento se


le puede aplicar una pequeña presión de confinamiento de 10-3 kPa.

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6. PROCESO DE SATURACIÓN
El proceso de saturación tiene por objeto que todos los poros del material de la probe-
ta queden llenos de agua de tal manera que se pueda asegurar la correcta medición
de las presiones intersticiales. Esta etapa es muy importante ya que los cambios de la
presión del agua en condiciones no drenadas dependen mucho del grado de satura-
ción.

Antes de comenzar el proceso de saturación propiamente dicho se podría proceder a


la inundación de la probeta. Se introduciría agua desaireada por el conducto inferior de
drenaje y se dejaría que poco a poco fuera inundando la probeta hasta que salga agua
por el drenaje superior. Durante este proceso se eliminaría todo el aire que pudiera
haber en el sistema.

Existen dos procedimientos para conseguir esta saturación tal como se describen en
este apartado.

− Método de saturación por incrementos de la presión externa y de la contrapresión


En este procedimiento se aplica una contrapresión o presión de cola que eliminaría el
aire de los poros del suelo. La cantidad de aire disuelto en el aire aumenta al elevar el
valor de la presión intersticial.

Mediante este procedimiento se aplica de manera simultánea la contrapresión y la


presión externa de la célula de manera que en todo momento la presión efectiva en la
probeta sea pequeña. La diferencia no debe ser nunca superior a la presión efectiva
de consolidación que se vaya a aplicar en el ensayo o a 20 kPa. Tampoco debe ser
inferior a 5 kPa. Habitualmente se establece el valor de la presión de cámara y de la
contrapresión con las llaves de paso cerradas y se abren las dos simultáneamente (
nunca se aplicaría antes la contrapresión ya que produciría la rotura de la estructura
del suelo).

Indicar que la aplicación de la contrapresión debe realizarse con agua desaireada.

Entonces se aplica un incremento de presión externa y se observa el incremento de la


presión intersticial hasta que se estabiliza. En ese momento se mide el coeficiente B
de Skempton mediante la siguiente expresión:

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∆u
B=
∆σ3
donde
∆u es el incremento de la presión intersticial producido por la presión externa
∆σ3 es el valor del incremento de la presión externa aplicada.

Se considera que la probeta está saturada cuando el coeficiente B es igual o superior


a 0,95. Si no se ha alcanzado este valor se continúa el proceso. Para ello se aplica
una presión de contrapresión inferior a la presión externa en unos 10 kPa. A continua-
ción se aplica el siguiente escalón de la presión externa y se vuelve a esperar hasta
que se hayan estabilizado las presiones intersticiales nuevamente. Y así se continúa
sucesivamente hasta que el coeficiente B es superior a 0,95. Si el grado de saturación
inicial es bajo, los valores de la contrapresión y el tiempo necesario para disolver el
aire pueden ser altos.

En el caso de arcillas muy fisuradas o en materiales con estructura muy rígida es im-
posible alcanzar que el coeficiente B sea igual a 0,95. En estos casos se considera
que está saturada si B es superior a 0,90 en tres escalones de presión sucesivos.

En el Apéndice 2 se puede consultar más información sobre el coeficiente B de Skem-


pton.

− Método de saturación a humedad constante


En este método se incrementa progresivamente la presión externa isotrópica sin que
entre o salga agua de la probeta, consiguiéndose la saturación de la probeta solamen-
te por el aumento de la presión externa. El valor de los incrementos de la presión ex-
terna nunca debe ser superior a 50 kPa o al valor de la presión efectiva con el que se
desea consolidar la probeta.

Una vez aplicado el incremento de la presión externa se espera hasta que se estabili-
cen las lecturas de la presión intersticial para medir el coeficiente B. Igual que en el
caso anterior se supondrá que la probeta está saturada si el valor de B supera el de
0,95.

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En cualquiera de los dos procedimientos de saturación, si los suelos presentan una


tendencia a hinchar, la presión efectiva debe ser siempre superior a la mínima que
impide el hinchamiento de la probeta.

En España es práctica habitual que la presión de cola que se aplica para satura las
muestras es de 600 kPa mientras que la presión de cámara suele ser unos 20 kPa
mayor. En caso de suelos muy blandos estas altas presiones de cola pueden producir
la rotura de la estructura del suelo.

7. PROCESO DE CONSOLIDACIÓN
El proceso de consolidación es habitualmente isótropo y debe realizarse inmediata-
mente después de la saturación. Mediante este proceso se consigue que la probeta
esté sometida a las tensiones efectivas requeridas para cada ensayo. Además, los
datos obtenidos durante el proceso de consolidación sirven para estimar la velocidad
de deformación adecuada durante el proceso de rotura.

Una vez terminada la fase de saturación se conoce la presión intersticial final. Si la


presión efectiva que se quiere aplicar a la probeta es σ’3 es inmediato determinar que
la presión externa que se debe aplicar es:
σ3 = σ3' + u
siendo u el valor de la contrapresión o presión de cola.

Si la presión externa que se debe aplicar (σ3) es superior a la máxima de trabajo de la


célula se deberá reducir el valor de la contrapresión aplicada hasta el siguiente valor:
unueva = σ3 max ima − σ'3

Una vez ajustados el valor de la presión externa y/o de la contrapresión de tal manera
que resulte la presión efectiva requerida se pone el cronómetro a cero y se abre llave
de comunicación de la presión externa, luego la correspondiente a la contrapresión y,
por último, la del medidor de presiones intersticiales. Durante el proceso de consolida-
ción se anotan las lecturas de la presión intersticial y del cambio de volumen a interva-
los de tiempo (pueden servir los intervalos correspondientes al ensayo edométrico). El
proceso de consolidación se puede dar por finalizado cuando se haya producido la
disipación de las presiones intersticiales o cuando se hayan estabilizado las lecturas
del cambio de volumen.

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Una vez finalizado el proceso de consolidación se calcularán las dimensiones de la


probeta a partir del valor del cambio de volumen medido durante la consolidación.

Los resultados del proceso de consolidación permiten determinar la velocidad del en-
sayo para que este se desarrolle en condiciones drenadas o sin drenaje. Para ello, en
primer lugar, se tendrá que calcular el tiempo que tarda en producirse el 100% de la
consolidación de la probeta (t100).

En el caso de que el ensayo se realice sin drenaje ( y sin tiras de papel filtro) el tiempo
necesario para alcanzar la rotura sería:

• Drenaje por una cara tf= 0,53 x t100 (t100 expresado en minutos)
• Drenaje por ambas caras tf= 2,10 x t100 (t100 expresado en minutos)

Como mínimo el tiempo de rotura (tf) debe ser de 2 h.

Conocido este valor del tiempo de se calcula la velocidad que se debe aplicar median-
te la expresión:
εf ⋅ Lc
v=
100 ⋅ t f
donde
Lc es la longitud de la probeta después de la consolidación.
εf es una estimación de la deformación en rotura.

Si el ensayo es con drenaje el tiempo de rotura se calcula mediante la siguiente expre-


sión:
tf= 8,5 x t100

La velocidad de rotura se calculará de manera análoga al caso de rotura sin drenaje.

En general, el ángulo de rozamiento es igual, independientemente de la velocidad de


aplicación de la carga. Como mucho se han observado diferencias del 10% para el
rango más amplio de velocidades de los equipos, aunque no suele ser superior la dife-
rencia al 1-2%.

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8. PROCESO DE ROTURA
El proceso de rotura depende del tipo de ensayo que se quiera realizar. A continuación
se describe cada uno de ellos.

Es común en todo los ensayos la aplicación paulatina de carga vertical a través del
pistón, manteniendo constante la presión lateral. Al incremento de la carga aplicada
(σ1-σ3) se le suele denominar desviador o tensión desviadora.

La aplicación de la fuerza desviadora puede realizarse de dos modos:


- Incrementos de carga controlada
Se aplica sobre el pistón una fuerza determinada y se miden las deformaciones
hasta alcanzar la estabilización de las mismas. Cuando esto se produce se vuelve
a incrementar la carga. Y así sucesivamente hasta que las deformaciones no se
estabilicen.

- Deformación controlada
El pistón que aplica la carga se desplaza a una velocidad fija y se va midiendo la
fuerza desviadora que es necesario aplicar. Ese es el procedimiento que se suele
aplicar habitualmente.

El ensayo se continúa hasta una vez alcanzada la rotura. Como criterio para determi-
nar cuándo se produce la rotura se puede considerar alguno de los siguientes:

• El desviador de rotura alcanza un máximo valor a partir del cuál comienza a


disminuir al seguir incrementándose la deformación axial. Se suele continuar
hasta que el desviador disminuya hasta la mitad de ese valor máximo.

• Si la rotura es plástica, es decir, la curva es creciente de manera monótona sin


que se alcance un máximo, el ensayo se detiene al alcanzar el 20% de la de-
formación.

En ocasiones el proceso se detiene cuando se comienzan a medir presiones intersti-


ciales negativas (succiones) si este fenómeno puede producir una avería del equipo de
lectura.

El proceso operativo durante la fase de rotura es el que se describe a continuación.

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Una vez colocada la célula triaxial sobre la prensa se acciona la prensa hasta que el
pistón esté cerca de la cabeza de la prensa, pero sin aplicar fuerza. Esta situación se
toma como inicial y, por tanto, se debe anotar el valor inicial de la presión externa y de
la presión intersticial.

A continuación, se ponen en marcha al mismo tiempo la prensa y el cronómetro. Las


lecturas que se toman son las de la deformación vertical de la probeta, la fuerza ejer-
cida y la presión intersticial o el cambio de volumen dependiendo del tipo de ensayo
que se esté realizando. Las lecturas se realizan a intervalos del 0,2% de deformación
hasta alcanzar el 1% de la misma y luego cada 0,5%. En cualquier caso se deben te-
ner 20 lecturas.

Durante este proceso de rotura las condiciones operativas varían en función del drena-
je de la probeta varían en función del tipo de ensayo que se quiera realizar, tal como
se indica a continuación.

Ensayo consolidado, con drenaje y con medida de cambio de volumen


Durante la rotura de la probeta se mantiene constante la presión exterior y se permite
el drenaje libre de la muestra. Para ello la velocidad de aplicación de la carga debe ser
suficientemente lenta. En los equipos más modernos la velocidad se autoregula para
mantener que el exceso de presión intersticial se mantenga por debajo de un valor
prefijado.

Durante todo el proceso se mide el volumen que entra o sale de la probeta. Si la per-
meabilidad del material es muy baja el ensayo puede durar algún día.

Durante el proceso de rotura se miden los valores de la deformación de la probeta, de


la fuerza desviadora aplicada y la deformación volumétrica de la probeta. El valor del
desviador debe ser corregido por el efecto membrana. Si se han colocado bandas de
papel filtro también debe corregirse el valor del desviador.

Ensayo consolidado, sin drenaje y con medida de presiones intersticiales


Durante la etapa de rotura se mantiene constante la presión de la célula y no se permi-
te el drenaje de la probeta por lo que el contenido de la humedad es constante. La
aplicación de la carga desviadora debe ser lo suficientemente lenta para asegurar que

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el valor de la presión intersticial es prácticamente constante en todo el volumen de la


probeta.

Durante el proceso de rotura se miden los valores de la deformación axial de la probe-


ta, de la fuerza desviadora aplicada una vez realizadas las correcciones por efecto
membrana y por los drenes de papel filtro (si se ha colocado) y la presión intersticial
que existe.

Ensayo no consolidado, con rotura rápida y sin drenaje


En este ensayo, una vez finalizado el montaje y sin realizar previamente ni la satura-
ción ni la consolidación de la probeta se comienza el proceso de rotura comprobando
que la llave de la contrapresión esté cerrada.

Se selecciona la velocidad de rotura que estará comprendida entre el uno por ciento y
el dos por ciento por minuto de la altura inicial de la probeta.

El proceso de rotura es análogo al del ensayo consolidado pero con rotura sin drenaje
y por ese motivo los parámetros que deben determinarse son los mismos que se han
indicado para aquel: deformación axil, área de la sección, la fuerza aplicada y la ten-
sión desviadora aplicada una vez realizadas las correcciones por efecto membrana.

No se suele medir las medidas de presiones intersticiales por lo que no se conocen las
tensiones efectivas (en todos los ensayos resultarían las mismas).

Una vez finalizada la rotura de la probeta, al retirar la célula triaxial de la prensa se


debe hacer un esquema de la forma de rotura y se determina la masa de la probeta.

9. RESULTADOS DEL ENSAYO


Como se ha indicado en el apartado anterior durante el proceso de rotura se miden los
siguientes variables: fuerza axial aplicada, acortamiento axial de la probeta, presiones
intersticiales en el suelo y cambio de volumen en la probeta (estas dos últimas varia-
bles se mide una u otra dependiendo del tipo de ensayo). Además se conoce la pre-
sión de confinamiento aplicada.

A partir de los datos obtenidos en los ensayos se deben obtener las siguientes magni-
tudes para poder analizar el ensayo.

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1. Deformación axial
∆L
ε=
Lc
donde
Lc altura de la probeta tras finalizar el proceso de consolidación.
∆L cambio de altura de la probeta durante el proceso de rotura.

2. Área de la sección recta de la probeta en la dirección perpendicular al eje


La superficie se puede obtener en función de la deformación axial de la misma en los
ensayos en los que no se permite el drenaje durante la rotura (CU y UU):
Ac
As =
1− ε
donde
Ac es el área de la sección de la probeta una vez finalizado el proceso de consolida-
ción.
ε es la deformación axial

En cambio, en los ensayos en los que se permite el drenaje durante la rotura (CD),
además de la deformación axial, hay que conocer la deformación volumétrica debida al
proceso de compresión, tal como se indica a continuación:
∆V
εv =
Vc
donde
∆V cambio de volumen experimentado por la probeta durante el proceso de compre-
sión.
Vc es el volumen de la probeta una vez finalizado el proceso de consolidación

Una vez conocido este valor es posible calcular el área de la sección de la probeta
perpendicular al eje con la siguiente expresión función de la deformación axial (ε), de
la deformación volumétrica (εv) y del área de la sección recta de la probeta una vez
finalizado el proceso de consolidación.
1 − εv
As = Ac
1− ε

En realidad, el área de la probeta no varía de manera uniforme a lo largo de toda la


altura. La distorsión respecto al forma cilíndrica teórica se debe a las restricciones im-

17
Ensayo triaxial Jesús González

puestas por la placa en los extremos que además puede influir en los datos de las cur-
va esfuerzo-deformación. Algunos investigadores han propuesto algunos métodos que
permiten el desplazamiento lateral libre entre el suelo y las placas del extremo, redu-
ciendo al máximo las distorsiones.

3. Fuerza axial aplicada a la probeta (P)


El valor de dicha fuerza se determina mediante la siguiente expresión:
P = (R − R 0 ) ⋅ C
donde
R0 lectura inicial del dispositivo de medida de fuerza
R lectura en el instante analizado
C constante de calibración

4. Tensión aplicada
La tensión aplicada a la probeta o tensión desviadora (σ1-σ3)m se puede calcular me-
diante la siguiente expresión:

(σ1 − σ3 ) = P
As

Como se ha comentado anteriormente, los valores de la tensión calculada deberán ser


corregidos por el efecto membrana y por la existencia de los drenes de papel de filtro,
en caso de que las hubiese. De esta manera se conocen las tensiones totales que
producen la rotura de la probeta.

Una vez obtenido el valor corregido de la tensión desviadora y conocido el valor de la


presión intersticial, se obtiene el valor de las tensiones efectivas resultantes en el en-
sayo:
σ1' = σ1 − u

σ3' = σ3 − u

donde u es la presión intersticial

Como ya se ha comentado, las tensiones aplicadas, tanto la radial como la axial, son
tensiones principales.

18
Ensayo triaxial Jesús González

5. Coeficiente A de Skempton
Se suele calcular el coeficiente de presión intersticial a mediante la expresión que se
indica a continuación.
A= (uf-u0) / (σ1-σ3)

donde
u0 es la presión intersticial al comenzar el proceso de rotura
uf es la presión intersticial al finalizar el proceso de rotura.

En el Anejo II se describe con detalle el significado del parámetro A. En realidad dicho


valor no es constante a lo largo de todo el ensayo.

Una vez obtenidos los parámetros que se acaban de indicar se deben realizar los grá-
ficos que se indican a continuación para la interpretación del ensayo.

1. Relación tensión desviadora-deformación para cada probeta (tensión desviado-


ra en ordenadas y deformación en abcisas).

Figura 3: Variación del desviador en un ensayo triaxial CD

2. En los ensayos consolidados sin drenaje y con medida de presiones intersticia-


les, variación de esta magnitud en función de la deformación (en ordenadas la
presión intersticial).

19
Ensayo triaxial Jesús González

Figura 2: Variación de la presión intersticial en el ensayo triaxial CU

3. En los ensayos consolidados y con drenaje la variación del volumen en función


de la deformación (en ordenadas el cambio de volumen)

4. Círculos de Mohr correspondientes a la rotura. Se debe emplear la misma es-


cala en ambos ejes ya que así es posible medir directamente el ángulo de la lí-
nea de resistencia.

Figura 3: Círculos de Mohr en presiones totales y en presiones efectivas

Una vez analizados todos los datos del ensayo se pueden obtener los siguientes
parámetros de comportamiento del suelo:

20
Ensayo triaxial Jesús González

- Parámetros resistentes. Habitualmente se calcula el ángulo de rozamiento y la


cohesión del terreno puesto que se suele emplear como criterio de rotura el de
Mohr-Coulomb. Pero podrían obtenerse los parámetros de otro modelo de rotura.

- Parámetros deformacionales. Es sencillo conocer el módulo de deformación del


suelo sin más que medir la pendiente de la curva tensión-deformación. Como se
puede ver el módulo disminuye al aumentar el esfuerzo axial y para el máximo de
la curva deformación-esfuerzo el módulo tangente se hace cero.

Además, en los ensayos consolidados con rotura drenada es posible estimar el


coeficiente de Poisson mediante la siguiente expresión:
∆V
V = 1 − 2ν
∆ε1

donde V es el volumen inicial de la probeta, ∆V el cambio de volumen durante la


etapa de rotura, ∆ε1 la deformación de la probeta según la dirección axial y ν el
coeficiente de Poisson.

También es posible calcular el coeficiente de Poisson como cociente entre las de-
formaciones laterales y la axial, si se colocan extensómetros para medir las de-
formaciones laterales de la probeta .

Como se puede consultar en el apartado nº 12 y con mayor detalle en el Anejo IV


de este documento es posible estimar los parámetros del modelo hiperbólico. Di-
cho modelo tenso-deformacional es de gran utilidad para calcular los asientos en
rellenos (presas, terraplenes…).

- Se puede obtener los parámetros A y B de Skempton que permite estimar la ge-


neración de presiones intersticiales si se incrementan las tensiones en un suelo sa-
turado.

10. REPRESENTACIÓN DE TENSIONES


Como se ha indicado en el apartado anterior los resultados de los ensayos triaxiales
suelen representarse mediante los círculos de Mohr. Este sistema puede resultar con-
fuso si se quieren representar en un mismo gráfico distintas situaciones de tensiones a
lo largo del ensayo. Por este motivo, se suelen emplear otros procedimientos más

21
Ensayo triaxial Jesús González

sencillos para representar las trayectorias de las tensiones desde el inicio del ensayo
hasta la rotura de la probeta.

En este apartado se describen los dos sistemas de representación de tensiones más


habituales.

Plano de Lambe
Mediante este procedimiento se representa de una manera sencilla los círculos de
Mohr ya que se representan por su punto superior, es decir, por la abcisa del centro
del círculo y el radio. Es decir, se emplean las variables t (centro del círculo) y s (radio
del círculo) que se obtiene mediante las siguientes expresiones:

t=
(σ 1
+ σ3)
y s=
(σ 1
−σ2)
2 2
Si se quieren representar las trayectorias de las tensiones efectivas las expresiones a
emplear serían las siguientes:

t = t’ + u
s = s’

En la Figura 4 se muestran distintos círculos de Mohr que representan el estado ten-


sional a lo largo del ensayo triaxial. Esta misma trayectoria de tensiones se muestra en
el diagrama t-s (la representación de las trayectorias de tensiones en este plano tam-
bién se conoce con el nombre de MIT) . Se puede comprobar que la trayectoria de las
tensiones totales representadas en el plano de Lambe es una línea que forma 45º con
la horizontal. Si el ensayo es drenado coinciden las trayectorias de tensiones en tota-
les y en efectivas.

τ s

45º 45º

C C

B B

A A

σ3 σ1 σ t

Figura 4: Trayectoria de tensiones en parámetros t-s

22
Ensayo triaxial Jesús González

En el plano de Lambe, la rotura se define como una línea recta, determinada con su
pendiente α y con el valor de la ordenada en el origen (t0).

La relación entre los parámetros de rotura de Mohr-Coulomb y la línea de resistencia


que se obtiene en un diagrama t, s sería:

sen φ = tg α
s0
c=
cos φ

Plano de Cambridge
El plano de Cambridge representa las tensiones según dos componentes llamadas p y
q. El valor de p se define como la medía de las tres presiones principales:

p=
(σ1 + σ2 + σ3 )
3

En el ensayo triaxial la expresión anterior se simplificaría ya que la tensión intermedia


(σ2) y la menor (σ3) son iguales. Luego, quedaría:

p=
(σ1 + 2 ⋅ σ3 )
3

en caso de querer representar la trayectoria de las tensiones efectivas se emplearía el


parámetro p’ que se calcularía sencillamente con la expresión siguiente:
p= p’ + u

Por otra parte, la variable q representa el desviador aplicado durante el ensayo.


q =σ1 − σ3

En este sistema de representación en el caso de suelos sin cohesión la línea de rotura


en efectivas sería una línea recta que pasaría por el origen y cuya pendiente se repre-
senta por la letra M. La relación este parámetro (M) y el ángulo de rozamiento de
Mohr-Coulomb es:
6 ⋅ sen φ
M=
3 − sen φ

23
Ensayo triaxial Jesús González

En el caso general, en el que la línea de rotura no pasara por el origen de coordena-


das la expresión que permite relacionar el valor de p y q con los parámetros resisten-
tes de Mohr-Coulomb sería:
q' 6 ⋅ sen φ
=
c 3 − sen φ
p'+
tg φ

11. ANÁLISIS DE ALGUNOS EJEMPLOS TEÓRICOS


En este apartado se muestran los resultados tipos de los distintos ensayos triaxiales,
tanto en diagramas tipo p,q según el plano de Cambridge como representando los
correspondientes círculos de Mohr.

Ensayo consolidado drenado


Los ensayos drenados se realizan en muestras de todos los tipos de suelos, con
muestras inalteradas o remoldeadas. Sirven para simular condiciones en los que la
rotura se producirá en condiciones drenadas. Por ejemplo, cimentaciones apoyadas en
depósitos de arenas o gravas o en el caso que se presenten inestabilidades en exca-
vaciones en arcillas varios años después de su construcción, cuando el exceso de
presión intersticial inicial debido a la descarga se disipa por completo.

La muestra en los ensayos puede estar saturada o parcialmente saturada (el coeficien-
te B permitirá conocer la situación real).

El estudio del ensayo comenzaría estudiando el comportamiento de las curvas desvia-


dor-deformación axial. Se observa que en el caso de que las muestras ensayadas
sean arenas densas o arcillas sobreconsolidadas (OCR (razón de preconsolidación)
superior a 3 o 4) el valor del desviador se va incrementando con la deformación axial
hasta alcanzar un máximo. Posteriormente, al seguir incrementando la deformación el
desviador aplicado disminuye. En el caso de las arcillas la deformabilidad es mayor
por lo que la disminución la resistencia de pico con el aumento de la tensión normal es
más notoria.

Este comportamiento es análogo al observado en los ensayos de corte directo en el


diagrama tensión tangencial-deformación axial. Además, se comprueba que durante el
proceso de rotura se ha producido un incremento del volumen de la probeta (esta va-
riación de volumen se mide con el agua que sale o entra en el sistema para mantener

24
Ensayo triaxial Jesús González

constante el valor de la contrapresión de cola). Por tanto, los suelos arenosos densos
tienen un comportamiento dilatante (aumentan de volumen al ser sometidos a un es-
fuerzo de corte). Se ha comprobado que la dilatancia en arcillas sobreconsolidadas
suele ser bastante menor que en arenas.

Hay que reseñar el comportamiento diferente que presenta una arena densa cuando
se aplica una tensión de confinamiento elevada. En este caso la tendencia a dilatar de
la muestra densa se vería más coartada, y si la tensión normal es suficientemente ele-
vada, podría superarse la presión de preconsolidación, y la arena pasaría a compor-
tarse como "floja", es decir, llegando a la resistencia crítica sin pasar antes por un va-
lor de pico superior. Por tanto, la razón de tensiones máxima disminuye al aumentar la
presión de confinamiento, demostrándose con esto que el ángulo de fricción máximo
es dependiente de la presión confinante.

Esto comportamiento para suelos flojos sólo sucede para grandes tensiones normales
(decenas de MPa). Esto tiene importancia práctica, por ejemplo, en la resistencia por
la punta de pilotes en arena a gran profundidad, en que se llega a tensiones altas, y la
disminución del ángulo de rozamiento respecto a ensayos de laboratorio a tensiones
bajas es significativa. Evidentemente, este cambio es gradual y depende principalmen-
te de la dureza de las partículas y granulometría del suelo.

En cambio los ensayos en suelos arenosos flojos o en arcillas simplemente consolida-


das ( también se observa en arcillas ligeramente sobreconsolidadas, OCR≤1,5) con-
ducen a un incremento paulatino del desviador hasta alcanzar un máximo, momento a
partir del cual permanece constante. Durante el proceso se produce una disminución
de volumen. Son suelos contractantes, que disminuyen de volumen al ser sometidos a
un esfuerzo de corte. Este comportamiento también es análogo al observado en los
ensayos de corte directo. En resumen los suelos sueltos experimentan un aumento de
la resistencia a cortante al incrementarse la deformación, un comportamiento denomi-
nado endurecimiento por deformación.

Al final de ambos procesos (suelos densos y suelos flojos) la trayectoria de tensiones


se produce a volumen constante. A este comportamiento se denomina estado crítico
del suelo (CSL). Teóricamente, para deformaciones importantes, ambas nuestras tien-
den asintóticamente a la misma resistencia.

25
Ensayo triaxial Jesús González

Para clasificar un suelo como denso o suelto, se dibuja la línea de estados críticos (C
SL) en el espacio e−ln p, que como se puede ver en la Figura 6 sería una recta. Cuan-
do se represente el punto correspondiente al suelo estudiado, si se sitúa bajo la línea
CSL, se denominaría suelo denso. En cambio, los suelos cuyas condiciones iniciales
lo sitúen por encima de la CSL se denominan suelto.

Figura 6: Línea de estado crítico en el plano e-ln p

En las Figuras 7 y 8 se muestra las curvas típicas para cada uno de los casos explica-
dos, en un gráfico desviador-deformación axial y en uno cambio de volumen-
deformación axial.

A partir de los gráficos anteriores se debe obtener el desviador de rotura para cada
una de las probetas ensayadas. Una vez conocido ese valor se dibujarían los círculos
de Mohr que representa el estado de rotura. En este caso, al ser un ensayo drenado
en efectivas. Así se representa Figura 9. La tangente a los tres círculos proporciona
los parámetros efectivos (c’ y φ’).

26
Ensayo triaxial Jesús González

Figura 7: Variación del desviador en función de la deformación axial CD

Figura 8: Variación del volumen en función de la deformación axial CD

27
Ensayo triaxial Jesús González

Figura 9: Círculos de Mohr en un ensayo CD

En el caso de arenas o de arcillas normalmente consolidadas la línea de rotura pasará


por el origen. Es decir, la cohesión se suele suponer nula.

En la Figura 10 se ha dibujado la trayectoria de tensiones en el plano de Cambridge


suponiendo que inicialmente son nulas. Durante la fase de consolidación se incremen-
ta p (con q=0) y durante la rotura al ser un ensayo drenado coinciden las trayectorias
de las tensiones en totales y en efectivas. Esta trayectoria tiene una pendiente conoci-
da a priori, 1H:3V.

Figura 10: Trayectoria de tensiones en un ensayo CD

28
Ensayo triaxial Jesús González

Por último, se representa de manera genérica la respuesta volumétrica de los suelos


cuando se produce la rotura con drenaje. En el caso de los suelos densos, se produce
un incremento de volumen (dilatancia positiva) mientras que en los suelos flojos de
observa una disminución (dilatancia negativa). Ver Figura 11.

Ensayo consolidado no drenado


Este tipo de ensayos se pueden utilizar para estudiar los casos de obras sobre depósi-
tos de arcilla en las cuales el tiempo de construcción se extiende por tiempo razona-
blemente largo y puede suponerse una consolidación del suelo. Si en esa situación
consolidada se producen solicitaciones de corte que se generan tienen magnitud sufi-
ciente para producir la rotura, ésta se producirá rápidamente sin drenaje adicional.
También es un ensayo utilizado con arenas.

Figura 11: Respuesta volumétrica en condiciones drenadas

En este tipo de ensayos se representa la variación del desviador con la deformación


axil y la evolución de las presiones intersticiales con la deformación. A modo de ejem-
plo, se muestra el resultado de tres ensayos realizados con una misma arena uniforme
y limpia pero cuyas probetas han sido realizadas para tres densidades distintas. (Ver
Figuras 12 y 13). Se puede comprobar que al aumentar la densidad inicial el módulo
de deformación aumenta.

29
Ensayo triaxial Jesús González

Figura 12: Variación del desviador en función de la deformación axial CU

Figura 13: Variación del volumen en función de la deformación axial CU

En el caso de la muestra más floja se alcanza un desviador máximo para a continua-


ción disminuir de manera significativa la resistencia. En la curva correspondiente a las
presiones intersticiales se observa el rápido incremento de las mismas. Este incremen-
to produce una rápida perdida de resistencia del suelo la disminuir las presiones efec-
tivas. Este fenómeno en el caso de arenas finas se denomina sifonamiento.

30
Ensayo triaxial Jesús González

La muestra de arena densa muestra un comportamiento dilatante durante el proceso


de rotura sin drenaje. La presión intersticial tras alcanzar un máximo disminuye hasta
cero.

Por último, la muestra con una densidad intermedia presenta un comportamiento com-
prendido entre los dos anteriores

La consolidación de la probeta puede realizarse también en condiciones anisótropas.


La diferencia más importante de comportamiento es que el desviador de rotura puede
ser muy pequeño ya que el desviador aplicado durante la consolidación puede ser un
porcentaje representativo de la resistencia drenada del suelo.

Una vez analizadas las curvas del ensayo se deberán obtener las tensiones de rotura
tanto en totales como en efectivas. Con estos datos, en la Figura 14 se han dibujado
los círculos de Mohr de rotura correspondientes.

Figura 14: Círculos de Mohr en un ensayo CU

Si se ensaya una arcilla que es normalmente consolidada no se llega a producir un


pico en la curva desviador-deformación axial. Además, el comportamiento de la mues-
tra es contractante por lo que presenta un valor del incremento de presión intersticial
positivo. La explicación de este fenómeno es bastante intuitiva, dado que para que el
suelo reduzca su volumen es necesario que expulse agua, y por lo tanto que la presión

31
Ensayo triaxial Jesús González

intersticial se eleve de forma transitoria, lo suficiente como para provocar la salida del
volumen de agua necesaria para la contracción. Por tanto, si no se permite la salida
del agua de los poros, el incremento de presión intersticial generado no se podrá disi-
par y se irá acumulando y aumentando a medida que prosiga el aumento de las ten-
siones de corte.

En cambio si se ensaya una arcilla preconsolidada se observará en el gráfico tensión-


deformación axial que existe un valor pico. Durante el proceso de rotura se produce un
valor del incremento de presión intersticial negativo (muestra dilatante). Es el efecto
contrario del mecanismo descrito para los suelos contractantes.

Los valores de las tensiones durante el ensayo se pueden representar en el plano de


Cambridge. Si se representan las trayectorias de tensiones, las totales son análogas a
las del caso anterior. En cambio, las efectivas ya no son una línea recta y se diferen-
cian de las anteriores en un valor igual al incremento de presión intersticial (∆u). Se
observa que se dibuja en la Figura 15 una trayectoria hacia arriba y hacia la izquierda
inicialmente. A partir de un determinado momento la trayectoria de tensiones giran
hacia la derecha.

Figura 15: Trayectoria de tensiones en un ensayo CU

32
Ensayo triaxial Jesús González

Ese es el momento en el que el suelo entra en fluencia. Estos puntos de fluencia defi-
ne la línea de estado crítico (CSL, critical state line). Esta línea es la envolvente por
encima de la cual no hay estados posibles ya que se ha producido la rotura del suelo.
Si los resultados del ensayo no permite definir con claridad los puntos de fluencia se
puede determinar la línea de estado crítico uniendo los puntos de máxima presión in-
tersticial.

Si este ensayo se realizara en suelos no saturados se observaría que durante la eta-


pa de rotura tiene lugar un valor adicional de consolidación a expensas de los gases
existentes en la masa de suelo. Una vez que se llega a un valor de presión suficiente-
mente grande con lo cual la fase gaseosa se diluye, el suelo se comporta como satu-
rado.

Se completa el análisis representando en la Figura 16 la respuesta volumétrica del


suelo respecto a la línea de estado crítico en condiciones no drenadas.

Figura 16: Respuesta volumétrica en condiciones n0 drenadas

Ensayo no consolidado no drenado


Este ensayo suele utilizarse para estudiar la resistencia de arcillas saturadas en las
que inicialmente existe una cierta presión intersticial no disipada y en ese momento se
aplica una carga tan rápida que no permite la disipación del exceso de presiones in-
tersticiales. Son cálculos sin drenaje.

33
Ensayo triaxial Jesús González

Las curvas representativas de este ensayo son las mismas que el caso anterior: la
variación del desviador y de la presión intersticial con la deformación axial. Por tanto,
de manera análoga se obtendría los valores de las tensiones de rotura.

En este caso, si las muestras están saturadas, todos los círculos tienen el mismo radio
y sólo varía la posición de su centro. Los círculos representados indican tensiones
totales. (Ver Figura 17).

Figura 17: Círculos de Mohr en un ensayo UU

Los ensayos con rotura no drenada pueden también ejecutarse sobre suelos parcial-
mente saturados. En esta situación el incremento de la presión de confinamiento se
distribuye entre el agua intersticial y el esqueleto del suelo. Un aumento de la presión
de cámara implica un aumento en la presión de confinamiento efectiva y de la resis-
tencia al corte. Por tanto, se produce un aumento del desviador de rotura para producir
la rotura. Este incremento del desviador es cada vez más pequeño y termina cuando
las presiones aplicadas son lo suficientemente grandes como para que el aire en los
huecos se comprima y pase a formar una solución, causando la total saturación. A
partir de ese momento la muestra se comporta como un suelo saturado con φu = 0. En
esta caso de suelos parcialmente saturados la envolvente de ruptura en función de las
presiones totales es curva y la desviación aparente de la linealidad es producto del
distinto contenido de agua en cada una de las muestras ensayadas para trazar la en-
volvente.

34
Ensayo triaxial Jesús González

Finalmente en la Figura 18 se ha representado la trayectoria de tensiones. En este tipo


de ensayos la trayectoria de tensiones efectivas es siempre igual, independiente de la
presión de confinamiento que se aplique (por tanto, podrán existir varias trayectorias
de tensiones totales (las líneas inclinadas con pendiente 1H:3V) pero una única trayec-
toria en efectivas).

Figura 18: Trayectoria de tensiones en un ensayo UU

12. DETERMINACIÓN DE LOS PARÁMETROS DEL MODELO HIPERBÓLICO


En el Apéndice nº 4 se describe de manera sucinta el modelo hiperbólico. En este
apartado sólo se quiere describir como, a partir de los ensayos triaxiales, es posible
determinar los parámetros de dicho modelo.

La ecuación que permite obtener el módulo de deformación tangente para los distintos
valores de las tensiones sería la siguiente:

(σ I − σ III ) (1 − sen φ) 
2

E = E 0 1 − R f
 2 (σ IIIsen φ + c ⋅ cos φ) 

Como se puede observar el modelo depende de dos parámetros Eo y Rf. Veamos co-
mo estos valores se pueden deducir a partir del ensayo triaxial.

35
Ensayo triaxial Jesús González

Para ello partimos de un ensayo triaxial realizado con tres presiones de confinamiento
distintas. Los valores habituales son 0,5 kp/cm2, 1 kp/cm2 y 3 kp/cm2. Ver Figura 19

Ajustando los tres ensayos se tienen


c, φ y
3 valores de Eo
3 valores de Rf

Figura 19: Ejemplo ensayo triaxial

Para calcular la razón de rotura Rf se supone constante y se toma el valor medio de


las tres probetas. Veamos a continuación como definir de manera detallada el valor de
la razón de rotura:

- Si al representar los puntos de la curva del ensayo triaxial en los ejes modificados
éstos no se ajustan según una recta, se propone elegir los puntos (σ1- σ3, εa) co-
rrespondientes al 70% y al 95% del valor de rotura de cada una de las tres curvas.

- Representar dichos puntos en un gráfico transformado, con abscisas εa y ordena-


das εa/(σ1-σ3).Ver Figura 20.

Cada par de puntos (de una probeta) define una recta, cuya ordenada en el origen
1
es a = 1/E0 y su pendiente es b =
D∞

36
Ensayo triaxial Jesús González

Figura 20: Cambio de ejes de representación

D rot
y como Rf es igual a ya se podría calcular el valor para cada probeta y tomar
D∞
como valor representativo el valor medio.

En cambio, el Eo no se calculará como media del valor de las tres probetas ya que se
supone ligado a σIII por la expresión siguiente:

σ 
N

Eo = po K ·  III 
 po 

po = presión de referencia. Es una presión de referencia necesaria para hacer adimen-


sional el término correspondiente a la presión de confinamiento σ3. Normalmente 1
kp/cm2 = 1 atm.
K = número del módulo. Módulo adimensional expresa el valor numérico del módulo
tangente (para pequeñas deformaciones) correspondiente a una presión de confina-
miento unitaria
N = exponente del modulo = constante del modelo (responsable del ritmo de creci-
miento del módulo con la tensión principal menor), característico del material. Indica la
potencia del crecimiento exponencial del módulo al crecer el confinamiento.

Representando los resultados en escala doblemente logarítmica, puedo sacar el valor


de N y de K ya que la expresión indicada anteriormente
N
σ 
E0 = K p0  III 
 p0 

37
Ensayo triaxial Jesús González

al expresarla en escala logarítmica sería:


E  σ 
log o  = log K + N ⋅ log III 
 p0   po 

Para el valor σIII = p0, se tiene que K = E=/p0 y la pendiente de la recta es N tal como se
puede ver en la Figura 21.

lg E 0
Ajuste
N
p0 K 1

lg σIII
σIII = p 0

Figura 21: Obtención de los parámetros

De esta manera la ecuación básica del modelo se podría expresar finalmente como:

 σ III  
N
(σ I − σ III ) (1 − sen φ)  2

E = po K   1 − R f 
 po   2 (σ IIIsen φ + c ⋅ cos φ) 

expresión del módulo tangente para un estado tensional dado (σI, σIII)

Por tanto, los parámetros del modelo serían:


γ = peso específico del suelo (para calcular las tensiones)
c, φ = parámetros de Morh-Coulomb. Relacionan (σ1-σ3)f con σ3. La cohesión y el án-
gulo de rozamiento pueden obtenerse con las usuales representaciones de los circu-
laos de Mohr en el diagrama de σ – τ o mediante el plano de Lambe o de Cambridge.
K = número del módulo, adimensional. Relacionan Eo con σ3
N = exponente del módulo (entre 0,3-0,6). Relacionan Eo con σ3
Rf = factor de forma (suele ser 0,8-0,9). Relacionan (σ1-σ3)∞ con (σ1-σ3)rot

38
Ensayo triaxial Jesús González

ANEJO I
BIBLIOGRAFÍA

• BOWLES, J (1992). Engineering properties of soils and their measurement.


McGraw-Hill.

• JIMÉNEZ SALAS, J. A. Y JUSTO ALPAÑÉS, J. L. (1975). Geotecnia y Cimien-


tos I. Ed. Rueda.

• LAMBE, W. Y WHITMAN, R. (2008). Mecánica de suelos. Ed. Limusa.

• Norma UNE 103402:1998. determinación de los parámetros resistentes de una


muestra de suelo en el equipo triaxial.

• PERUCHO, A (2007). Ensayo triaxial. Master en Mecánica del suelo e Ingenie-


ría de Cimentaciones. CEDEX.

• TERZAGHI, K., PECK, R. B. Y MESRI, G. (1996). Soil Mechanics in Engineer-


ing Practice. John Wiley and Sons, Inc

1
ANEJO II
LEY DE SKEMPTON
Ensayo triaxial Jesús González

DEFINICIÓN DE LA LEY DE SKEMPTON


En los ensayos donde no se permite el drenaje durante la rotura de la probeta es muy
importante conocer la evolución de las presiones intersticiales. La generación de pre-
siones intersticiales durante la rotura se puede realizar mediante la ley de Skempton
(1954).

Dicha ley relaciona el cambio de presión intersticial producido con la variación de las
tensiones principales durante el ensayo (σ1 y σ3). Así, es posible estimar teóricamente
el valor de la sobrepresión intersticial, ∆u, que se produce en el suelo cuando se pro-
duce un cambio en las tensiones principales como es el caso del ensayo triaxial.

La expresión es la siguiente:
∆u = B[∆σ3 + A(∆σ1 − ∆σ3 )]

donde
∆u variación de la presión intersticial
∆σ1 variación de la tensión principal mayor
∆σ3 variación de la tensión principal menor

Parámetro B
El valor de B se suele medir directamente en la primera fase del ensayo triaxial cuando
se incrementa la presión de célula.
Para suelos saturados el valor del de B es:
1
B=
K
n s +1
Kw
donde
Ks es el módulo de compresibilidad del esqueleto del suelo
Kw es el módulo de compresibilidad del agua
n la porosidad del material

Este valor de B suele ser muy próximo a 1 aunque en cado de suelos muy rígidos so-
metidos a altas presiones los valores pueden llegar a ser tan bajos como 0,86. Así se
puede ver en la Figura A1 elaborada por SAH Helad. También puede tener valores
muy bajos para rocas.

1
Ensayo triaxial Jesús González

Figura A1.- Valores típicos del coeficiente B para distintos grados de saturación
y rigidez de las arcillas

Sin embargo, si no se ha determinado el valor durante el ensayo se suele suponer que


es igual a la unidad.

En el caso de un suelo semisaturado la expresión teórica que permite su cálculo se


complica y, por tanto, se suele medir directamente durante el ensayo. La expresión
teórica para obtener la variación del incremento de la presión intersticial sería:

− ∆V
V0
∆u = p0
∆V
V0
(
+ n 0 ⋅ 1 − Sr 0 + Sr 0 ⋅ H* )
donde
p0 presión aplicada
no porosidad inicial
V0 volumen inicial
Sr0 grado de saturación inicial
∆V cambio de volumen
H* constante de Henry adimensional (depende de la temperatura)

2
Ensayo triaxial Jesús González

Parámetro A
Este coeficiente refleja la tendencia del esqueleto de cuerpo a variar de volumen al ser
sometido al desviador de rotura. Sin embargo, en los ensayos donde la rotura se pro-
duce sin drenaje y el suelo está totalmente saturado su volumen no varía ya que el
agua se considera incompresible. Y al no poder variar el volumen de la probeta se
produce una variación de las presiones intersticiales.

En función del comportamiento del suelo durante el ensayo los suelos se dividen en
dilatantes y contractantes. Los suelos dilatantes tiende a aumentar de volumen al ser
sometida a un esfuerzo de corte mientras que los contractantes tienden a reducir su
volumen.

Y esta tendencia del suelo a variar de volumen al ser sometido a esfuerzos de corte es
precisamente lo que se intenta evaluar con el parámetro A. El valor de éste nos indica-
rá el tipo de comportamiento del suelo.

• Si el suelo es elástico el valor del parámetro A es igual a 1/3. Es decir, es un


suelo no dilatante y no cambia de volumen.

• Si el suelo es dilatante A< 1/3 . En este caso la disminución de volumen debida


a la compresión ha sido compensada parcialmente por el incremento que ha
producido el esfuerzo de corte.

• Si el suelo es contractante A > 1/3

El valor del parámetro A puede llegar a ser mayor que la unidad en suelos con una
estructura suelta (arena o arcilla indistintamente) que colapsa al aplicar una carga. Al
producirse el colapso de la estructura, parte de la tensión efectiva que ya actuaba so-
bre el suelo se podría transmitir a la presión intersticial.

También puede adoptar el parámetro A valores negativos si cargamos una muestra


que tiende a dilatarse. En caso de un arcilla fuertemente sobreconsolidada o una are-
na muy compacta tienden a dilatarse al ser sometidas a esfuerzos tangenciales.

El valor de A no es una propiedad constante del suelo. Depende de la deformación a


la que está siendo sometido el suelo analizado. El valor de A crece al aumentar el es-
fuerzo tangencial aplicado.

3
Ensayo triaxial Jesús González

También depende del sistema inicial de esfuerzos en el suelo. Si partimos de un esta-


do isótropo y se aumenta la carga sin permitir el drenaje hasta alcanzar la rotura, el
parámetro A sería mayor que si se aplica parte de la carga permitiendo el drenaje.

Se ha comprobado que el parámetro A depende de la historia de esfuerzos de la


muestra. Así una arcilla blanda normalmente consolidada suele tener un valor de A
próximo a la unidad mientras que las muestra sobreconsolidadas suele tener un valor
menor.

4
ANEJO III
NUMERO DE ENSAYOS SEGÚN EL EUROCODIGO 7
Ensayo triaxial Jesús González

NUMERO DE ENSAYOS SEGÚN EL EUROCODIGO 7


En el Anejo 9 del Eurocódigo 7-Parte 2 (Diseño asistido por ensayos de laboratorio),
en el apartado A.9.1.2, se sugiere un mínimo número de ensayos en función de la va-
riabilidad del suelo y del número de datos que existan sobre el comportamiento de
dicho suelo.

En la Tabla III.1 se resume la propuesta realizada por el Eurocódigo 7 cuando la finali-


dad del ensayo es determinar los parámetros efectivos (c’ y φ’).

Tabla III.1.- Numero mínimo de ensayos triaxiales para obtener


parámetros efectivos

Variabilidad de los parámetros Experiencia previa


de resistencia
Coeficiente de regresión Ninguna Media Amplia
R< 0,95 4 3 2

0,95 < r < 0,98 3 2 1

R > 0,98 2 1 1

La clasificación de los datos en función de la experiencia podría realizarse en función


de los siguientes criterios:
- Ninguna experiencia: si no hay resultados disponibles
- Experiencia media: si existen datos de suelos similares o si existen datos bien do-
cumentados en la literatura geotécnica.
- Experiencia amplia: si existen evaluaciones estadísticas y correlaciones publicadas
o si existen resultados de ensayos realizados en el mismo tipo de suelo obtenido de
ubicaciones próximas.

Análogamente en la Tabla III.2 se estable el número de ensayos para determinar la


resistencia sin drenaje de un suelo.

Cuando sólo se realice un ensayo adicional se deberá comprobar si el resultado obte-


nido corrobora los datos disponibles, Si el nuevo resultado no verifica la información
disponible se debería realizar algún nuevo ensayo.

1
Ensayo triaxial Jesús González

Tabla III.2.- Numero mínimo de ensayos triaxiales para obtener


parámetros sin drenaje

Variabilidad de la resistencia al Experiencia previa


corte sin drenaje
(para iguales tensiones de consolidación) Ninguna Media Amplia
Cociente valor máximo/minimo > 2 6 4 3

1,25< Cociente valor máximo/minimo < 2 4 3 2

Cociente valor máximo/minimo < 1,25 3 2 1

El número de ensayos podría ser reducido respecto al indicado si se han realizado


otros ensayos de resistencia en laboratorio o en campo.

2
Ensayo triaxial Jesús González

ANEJO IV
MODELO HIPERBÓLICO
DEFINICIÓN DEL MODELO HIPERBÓLICO

El modelo hiperbólico fue propuesto por Duncan y Chang en 1970. En este modelo, el
módulo de elasticidad es variable: aumenta al hacerlo la presión de confinamiento y
disminuye con el incremento de las tensiones de corte. Para estimar los parámetros de
este modelo se puede realizar mediante la interpretación de los ensayos triaxiales CU.
Según el modelo hiperbólico la relación tensión-deformación sería de la forma indicada
en la figura adjunta.

Por tanto, el modelo hiperbólico quedaría definido por la siguiente ecuación:


ε
=a+bε
D
donde
ε es la deformación axil
D es el desviador de rotura
a y b son dos constantes

El valor de las constantes a y b puede realizarse mediante el siguiente procedimiento:


ε 
D∞ = 
1
1º) Para ε→∞  =
 a + b ε  ε →∞ b
1
b=
D∞
donde D∞ es el valor asintótico del desviador de tensiones para deformación “infinita”,
es decir cuando el modulo de deformación se anula,

1
Eo =  
D 1
2º) Para ε→0 =
 ε  ε →0 a
1
a=
Eo
Luego las expresión del modelo se puede expresar mediante la siguiente ecuación:
ε 1 ε
= +
D Eo D∞

Medir la tangente en el origen (tg α = Eo) en una curva de ensayo es complicado por lo
que es más sencillo expresarlo en otros ejes de coordenadas. Además el valor asintó-
tico D∞ nunca se alcanzaría en la realidad.

ε
D
recta de
ajuste
cambio
de ejes 1
D∞= b
1

a= 1 ε
E0

El modelo representará tanto mejor la realidad cuanto más se aproxime el resultado a


una recta.

MODULO DE DEFORMACIÓN INSTANTÁNEO

Como se ha visto en la definición del modelo el módulo varía en función de la tensión.


No es, por tanto, un valor constante y para cada tensión existiría un módulo E instan-
táneo o módulo tangente.

A continuación se indica el procedimiento de cálculo de E instantáneo (o módulo tan-


gente). Para ello partimos de la expresión que define el modelo hiperbólico:

2
D
D D Eo 1  D ⋅D 
ε= + ε ⇒ ε= = ⋅  ∞ 
Eo D∞ 1− D
D∞
Eo  D∞ − D 

derivando:
1 dε d  D∞ D 
= =  ⋅ 
E dD dD  E o D ∞ − D 

1  D ∞ (D ∞ − D) − (− 1⋅ D ∞ ⋅ D) 
2
1 1  D∞ 
= =  
E Eo   (D ∞ − D) 2   D∞ − D 
 Eo
o bien
2
 D 
E = Eo · 1 − 
 D∞ 

Los parámetros Eo y D∞ se pueden sacar como se han indicado antes al definir el mo-
delo hiperbólico.

Sin embargo el modelo hiperbólico se suele representar mediante otra expresión que
es la que vamos a deducir a continuación.

En primer lugar se define una variable denominada factor de forma que es:
En primer lugar se intenta definir la relación entre Drot (valor real medido en el ensayo)
y D∞ (valor asintótico teórico obtenido mediante el modelo hiperbólico) mediante la si-
guiente expresión:
3
Drot
Rf =
D∞

donde Rf se denomina factor de forma (razón de rotura) y es un parámetro característi-


co del material. El factor Rf marca la forma no lineal de la curva tensión-deformación
(por ejemplo, para materiales térreos compactados el valor Rf puede ser del orden de
0,8).
Sustituyendo en la ecuación anterior:
2
 D 
E = Eo 1 − R f 
 D rot 

DESVIADOR DE ROTURA PARA UN VALOR DE σIII DADO SEGÚN EL CRITERIO


DE ROTURA DE MOHR-COULOMB

Vamos a seguir desarrollando la expresión anterior. Para ello calculamos cuál es el


valor de rotura del desviador. Partimos de la condición de rotura según el plano de
Lambe.
s = t sen φ + c · cos φ
D rot D rot
s= t = σIII +
2 2

sustituyendo:
D rot
(1 – sen φ) = σIII sen φ + c · cos φ
2
donde:
σ III senφ + c ⋅ cos φ
Drot = 2
1 − senφ
Y la ecuación del modelo hiperbólico resultaría

(σ I − σ III ) (1 − sen φ) 
2

E = E 0 1 − R f
 2 (σ IIIsen φ + c ⋅ cos φ) 

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