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Queridos estudiantes, personal docente y administrativo, me dirijo a ustedes hoy con una

preocupación que afecta a nuestra comunidad escolar y que debemos abordar de manera
conjunta. Estoy hablando de los garabatos en los baños, una situación que, aunque pueda parecer
insignificante, tiene un impacto significativo en nuestra convivencia y en la imagen de nuestra
institución.

Todos sabemos que nuestros baños son espacios destinados a la higiene personal y al descanso
necesario durante las horas escolares. Sin embargo, es lamentable ver cómo estos espacios se han
convertido en lienzos para expresiones ofensivas, vulgares y desagradables. Los garabatos y
mensajes inapropiados que encontramos en las paredes y puertas de los baños no solo denotan
una falta de respeto hacia nuestros compañeros y hacia nosotros mismos, sino que también
reflejan una imagen negativa de nuestra institución.

Cada uno de nosotros tiene el derecho y la responsabilidad de disfrutar de un entorno escolar


seguro, respetuoso y acogedor. Los garabatos en los baños no solo socavan ese ambiente, sino
que también crean un clima de intimidación y exclusión para aquellos que se ven afectados por
ellos. Es vital recordar que nuestras palabras y acciones tienen un poder real, y es importante que
lo utilicemos para construir una comunidad educativa basada en el respeto mutuo y la tolerancia.

Por eso, hoy les insto a unirnos en una campaña contra los garabatos en los baños de nuestro
colegio. Esta campaña no solo busca eliminar estos mensajes inapropiados, sino también fomentar
una cultura de respeto y empatía entre todos los miembros de nuestra comunidad. Aquí están
algunas ideas clave que podemos poner en práctica:

1. Educación y sensibilización: Debemos concientizar a nuestros compañeros sobre el impacto


negativo de los garabatos en los baños. Organizaremos charlas, talleres y actividades en las que se
aborden los temas de respeto, dignidad y convivencia.

2. Responsabilidad compartida: Todos somos responsables de mantener nuestros baños limpios y


libres de garabatos. Crearemos un sistema de vigilancia y denuncia anónima para que cualquier
miembro de la comunidad pueda informar sobre incidentes de garabatos.

3. Participación estudiantil: Fomentaremos la participación de los estudiantes en la mejora de los


espacios escolares. Estableceremos un grupo de estudiantes voluntarios que se encarguen de
pintar murales o mensajes positivos en los baños, transformándolos en espacios agradables y
motivadores.

4. Apoyo emocional: Reconoceremos que algunos estudiantes pueden verse afectados


emocionalmente por los garabatos. Pondremos a disposición recursos de apoyo como consejeros
escolares, psicólogos o mediadores para aquellos que necesiten hablar sobre sus experiencias y
recibir orientación.

Amigos, juntos podemos hacer la diferencia. Hagamos de nuestro colegio un lugar donde todos
nos sintamos seguros, respetados y valorados.

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