Está en la página 1de 8

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN

CÁTEDRA DE NOCIONES DE ECONOMÍA / TEORÍAS ECONÓMICAS

Texto 06 – Conceptos elementales

Autor: ROQUE FRANCISCO JAVIER AVELLANEDA

El Comercio. La Intervención del Estado. El impuesto. Tasas y Precio. El mercado de


bienes. La empresa: equilibrio y competencia. Monopolio y oligopolio
Se denomina comercio a la actividad económica que consiste en la transferencia e
intercambio de bienes y servicios entre personas o entre otras entidades en la economía. A
lo largo de la historia, el comercio fue incrementando el volumen del intercambio de un
modo asombroso, y por cierto fue haciéndose más complejo.
Para describirlo en forma sencilla, inicialmente diríamos que cada persona o familia resolvía
sus propias necesidades de alimento y abrigo, y más tarde cierta especialización generó el
intercambio de productos. Pero el sedentarismo y la agricultura, al igual que la pesca y el
dominio de ríos y mares, posibilitaron producir en cantidades que excedían largamente la
necesidad de una familia o un grupo. Ello llevó a que el intercambio se generalice, e incluso
se sustituya el trueque por un elemento que representara valor y pudiera manejarse y
dividirse más fácilmente.
La capacidad productiva, llevó al hombre a comerciar con comunidades muy lejanas, y para
ello tuvieron que encontrar un medio que llegó a ser el oro u otros metales preciosos, para
luego ser el dinero en papel. Originariamente el papel moneda significaba una promesa de
obtener con la cierta cantidad de oro, pero con el correr del tiempo el dinero adquirió valor
simplemente por la certeza de que las otras personas le atribuían idéntico valor.
La complejidad y el incremento de intercambios no encontraron límites y la mente de los
hombres de empresa tuvieron que inventar instrumentos para las nuevas modalidades: la
Letra de Cambio, El pagaré, el cheque, el crédito, y modelos mucho más complejos aún
como los bancos, los bancos centrales de los países, las sociedades por acciones, los
mercados de valores y las Bolsas de Comercio, etc.
Por complejas que parezcan estas creaciones artificiales, son los medios que permitieron
articular el incremento y la complejidad del sistema comercial en el mundo. La base o la
unidad esencial del modelo comercial, es la Empresa
Es a través delas Empresas que se desenvuelve el comercio, tanto local como nacional e
internacional. También participan en el sistema comercial los Estados Nacionales, pero en
general lo hacen a través de empresas de terceros o empresas de propiedad del Estado,
pero finalmente siempre son Empresas. Por ejemplo, la nación argentina desea explotar el
petróleo y el carbón y crea YPF y Yacimientos Carboníferos Fiscales. Incluso cuando desea
participar en relación al crédito o la inversión, crea el Banco Nación Argentina que no es
otra cosa que una empresa de propiedad del Estado. El Estado puede decidir que su
participación sea exclusiva, p.ej. extracción o refinamiento de uranio; o puede compartir y
competir con su empresa YFF o Banco Nación con petroleras y bancos privados nacionales
o extranjeros.
Pero la forma más importante de participación del Estado, está representada por dos
elementos que son de extraordinaria importancia: el primero es la ley. Solo el Estado tiene
la facultad de establecer leyes que regulen las actividades de los particulares y aún sus
propias actividades comerciales. Es por eso que a lo largo de la carrera verán los estudiantes
El código de comercio y sus leyes, ley de bancos, ley de funcionamiento de instrumentos
comerciales y de crédito etc.
Es decir, la actividad comercial de las empresas está regulada por leyes que ordenan un
eficiente funcionamiento.
El segundo elemento es El Impuesto : Es el elemento que representa la facultad del Estado
de exigir a todos aquellos que se dedican a actividades económicas o que por cualquier
causa manifiesten cierta posesión de riqueza, el pago de una cierta cantidad de dinero, por
única vez o en forma periódica. La importancia de esta participación del Estado en el
comercio y creación de riqueza es enorme, ya que sin invertir ni arriesgar su propio capital,
obtiene una importante porción de la riqueza creada por los particulares, sin contar con la
de sus propias empresas que además de reportarle ganancias también deben pagarle
impuestos.
La base del Impuesto esta prevista constitucionalmente, y al mismo tiempo limitada por la
constitución en cuanto al modo de establecerlo. Debe ser igual para todos los que se
encuentren en similar situación. No puede el Estado establecer impuestos para
determinadas personas o empresas, debe existir una ley que establezca el gravamen previo
a la exigencia del mismo. Etc.
En cuanto al monto del gravamen, si bien la constitución no es expresa, la jurisprudencia ha
manifestado reiteradas veces que el impuesto no puede comprender la totalidad de la
ganancia o un parte sustancial del capital. Tampoco puede ser exigido cuando media una
evidente falta de capacidad contributiva.
También existen como facultad del Estado el cobro de Tasas o Contribuciones de mejoras,
pero no conviene incorporarlas como interferencia comercial, ya que las tasas en general
se perciben por servicios que presta el Estado. P. ej. Control de pesas y medidas, tasa de
justicia respecto de los conflictos entre partes, o contribuciones de mejoras que son obras
que mejoran las posibilidades comerciales o los valores de los bienes de los particulares. P.
ej. Diques, caminos puentes etc.
Un último elemento que debemos analizar es el relacionado con los precios.
Como ya hemos visto, en general los precios se ordenan y varían según el equilibrio que
establece el mercado, mediante sus reglas naturales de oferta y demanda. Pero en ciertas
circunstancias, el Estado dispone para ciertos productos, o durante cierto tiempo precios
que estima son los mas convenientes para el conjunto de la sociedad. Como ya hemos dicho,
estas disposiciones legales obligatorias, generan consecuencias que pueden ser más o
menos favorables y en algunos casos hasta perjudiciales para el funcionamiento adecuado
del sistema. El Estado tiene como obligación esencial, ordenar jurídicamente las actividades
de las personas, pero al mismo tiempo está obligado a no afectar su libertad, su patrimonio,
y su igualdad (entre otros derechos esenciales).
Es también parte esencial de las obligaciones del Estado, proyectar el crecimiento del país
por encima de su crecimiento vegetativo, de tal modo que el nivel de vida de los habitantes
sea cada vez mejor, cuidando que haya empleo suficiente para todos y que la riqueza creada
se distribuya de modo tal que los ingresos de cada uno sean adecuados para sostener y
mejorar sus condiciones de vida.
En esto debe concentrar el Estado toda su capacidad política, normativa y económica. Por
cierto, no es una tarea fácil, por lo menos no tan fácil como lo prometen los políticos cuando
pregonan en su campaña electoral. A este respecto, es natural que se corporicen ideologías
contrapuestas, o se persista en medidas que no necesariamente se corresponden con los
problemas cuya solución se pretende. Es por eso que mientras algunos sostienen que el
Estado debe intervenir lo menos posible, otros requieren una actividad estatal que lo
abarque todo, con el agravante que como las consecuencias de las malas decisiones surgen
a lo largo del tiempo, los políticos tienen siempre la oportunidad de deslindar su
responsabilidad en otros gobiernos.
En la actualidad la cuestión es mucho más compleja aún, porque los gobiernos ya no tienen
sobre sus decisiones una autonomía total como la que habitualmente tienen sobre sus
administrados. Actualmente, el mundo en su conjunto es mucho más complejo, ya que
todas las naciones dependen en gran medida de decisiones de otra naciones u organismos
internacionales o deben adaptarse a ellas para poder tener algún rol en el concierto
internacional.
Esto puede ser muy útil si es usado para favorecer los intereses comerciales de la nación,
pero también puede ser muy útil para los gobernantes, responsabilizando al mundo exterior
de los errores propios.

Sobre monopolio y oligopolio, el alumno puede consultar textos explicativos breces en You
tube
La oferta y la demanda. Utilidad marginal decreciente. Elasticidad y Equilibrio.
Los conceptos descritos en el título de la clase, tienen vital importancia para entender el
funcionamiento del sistema de PRODUCCION – INTERCAMBIO que corporiza la economía
de cualquier sistema económico.
Son estos realmente “nociones básicas de economía”, y es necesario que los alumnos
comprendan tanto el significado de los conceptos, como su funcionamiento, y por cierto,
las consecuencias que se derivan de su funcionamiento.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es el carácter estrictamente racional que modula
el comportamiento de estos conceptos. Al ser racional, su funcionamiento y sus efectos,
obedecen leyes que la racionalidad humana impone. De lo expresado, advertimos que estos
conceptos no se nutren de leyes físicas (los precios nunca caerán por la ley de gravedad ni
subirán porque son más livianos que el aire). Su movimiento dependerá de la racionalidad
con que actúan los seres humanos en una sociedad en la que por su complejidad nadie
puede satisfacer por sí mismo todas sus necesidades.
Pero también es cierto, y eso es lo interesante, que nunca sabemos con absoluta certeza,
en qué dirección apunta esa racionalidad social. Y precisamente por eso, es que quienes
representan al conjunto o buena parte de la sociedad, (sea por poder político, ideológico o
económico) intentan o desean orientar esa racionalidad de los conceptos hacia donde les
parece más conveniente. Para ello se emplea fundamentalmente la ley, y/o cualquier otro
modo de poder que altere lo que normalmente debiera funcionar de modo libre,
automático y natural
No está de más decir, que esas intervenciones pueden ser beneficiosas o perjudiciales, para
todos o para algunos, efectuadas con la mejor intención o con propósitos no éticos. Lo más
grave, es cuando el efecto de las intervenciones sobre los conceptos racionales de la
economía, afectan derechos constitucionales, inherentes a la persona humana, y que por
lo tanto son de dudosa legitimidad, aunque formalmente sean legales.

Oferta y demanda
Comenzamos con el concepto de “oferta” que nos remite a “ofrecer bienes y servicios”. Su
contrapartida es la “demanda”, que nos remite a nuestra necesidad de demandar “bienes
y servicios”.
La lógica nos indica que estos dos conceptos, deben estar en equilibrio o por lo menos
buscar el equilibrio. P.ej. Habrá más médicos si hay más enfermos o la misma cantidad de
médicos trabajará más horas para atender muchos enfermos. Este ejemplo es importante,
porque no es fácil lograr más médicos ya que eso requiere más estudiantes que estudien
medicina, lo que lleva tiempo, por lo que probablemente el equilibrio se alcanzara en un
primer momento con mayor trabajo de los mismos médicos, que por esa razón tendrán
mejores ingresos y ello incentivará a los estudiantes a elegir medicina como carrera, o a
médicos de otras ciudades a trasladarse al sitio donde hay muchos enfermos y pocos
médicos.
Desde el punto de vista de la demanda ocurrirá exactamente lo contrario. Algunos enfermos
optarán por atenderse en otras ciudades, e incluso algunos se conformarán con medicinas
caseras.
Lo cierto es que esto acontece de modo natural, en un lapso de tiempo que puede ser breve
o extenso (no es lo mismo resolver el problema de ofrecer más papas o demandar más
zapallos que resolver la escasez de energía eléctrica). Asimismo, advertir una modificación
del equilibrio “oferta-demanda” puede ser instantáneo (el ama de casa que va al mercado
y descubre que no hay papas o su precio duplica el del día anterior); o puede ser una
situación que solo logran advertirla los especialistas, por ejemplo, el riesgo de una caída
abrupta de generación eléctrica por falta de inversión en maquinarias.
Precisamente, la infinita cantidad de situaciones naturales o acciones humanas, impiden
pensar que todas son controlables, ya sea por los gobiernos o por los propios
consumidores.
Lo cierto es que, dependiendo la humanidad en forma extrema de producir y consumir
bienes y servicios, las desviaciones que se producen
(particularmente cuando no son accidentales o circunstanciales, sino que son provocadas o
por alguna razón extendidas en el tiempo), motivan a las autoridades, y también a
productores y consumidores a actuar de algún modo. Los gobiernos actúan mediante leyes
o normas inferiores. En algunos casos estas son represivas y en otros casos intentan ser solo
correctivas, y también suelen ser sustitutivas. En todas las situaciones, el resultado aun
cuando sea el esperado, opera como una interferencia artificial sobre una ley natural, cuyos
efectos pueden ser no deseados.

Veamos algunos ejemplos:


Si la norma dictada prohíbe exportar hacienda para incrementar el stock de consumo local
se trata de una norma represiva. Puede resolver la escasez o el precio alto en principio, pero
se hace difícil que quienes están dedicados a esta actividad no tomen algunas medidas para
no verse afectados por la ley, como producir menos, cambiar de modelo productivo, o
simplemente no vender esperando que pase el efecto nocivo de la ley.-
La ley es correctiva cuando establece control de costos para evitar precios arbitrariamente
altos, o exige producir ciertas cantidades en todas las calidades para evitar que solo lleguen
al público los de mayor precio. En este caso el cumplimiento es más probable, porque el
sistema funciona igual, aun cuando cambien ciertas proporciones.
La ley es sustitutiva cuando el costo de los productores locales es alto, y para beneficiar al
consumidor, el gobierno autoriza la importación indiscriminada de productos similares. El
resultado en este caso es doblemente indeseable ya que el país comienza a depender de
producción extranjera, y los productores locales, impedidos de competir, dejan de producir.
Ello hace difícil modificar el efecto de la ley y por lo tanto perdura en el tiempo la anomalía.
También como hemos dicho, los desequilibrios en la ley de oferta y demanda pueden
provenir arbitrariamente de los propios actores como productores o consumidores.

Por ejemplo:
Cuando un producto es provisto por una sola empresa o por un pequeño grupo de ellas, es
relativamente fácil fijar condiciones de precio cantidad o calidad que favorezca al productor
y perjudique al consumidor. En este caso, Los gobiernos deben intervenir, no para definir el
valor de un producto o servicio, sino fundamentalmente para impedir y reprimir las
prácticas abusivas.
Los consumidores también pueden imponer ciertas condiciones, (aunque esto es más
difícil), cuando advierten que ciertos productos se proveen a un precio excesivo o una
calidad disminuida, o nuevos productos superan ampliamente los tradicionales.
La importancia de tender a un funcionamiento adecuado del modo más natural, radica en
que la ley (que los alumnos rearan o aplicaran en su momento), puede resolver situaciones
transitorias, pero siempre trae efectos no deseados, que luego son difíciles de corregir. Un
caso típico, es el desempleo, que a vece obliga al Estado a incorporar gente a la nómina de
empleados públicos, o bonifica a los desempleados con planes alimentarios o dinerarios.
Solucionar el problema del desempleo es moralmente aceptable, pero en el primer caso se
crea un déficit fiscal que luego es imposible de cerrar, y en el segundo caso, es imposible
retirar las ayudas alimentarias o monetarias porque con seguridad los beneficiarios no
modificaron su situación.

Utilidad marginal decreciente


Se trata aquí de un concepto económico fundamental. Los precios de los productos que
surgen del juego de la oferta y demanda, están precedidos por un modelo de producción
que debe ser lo más eficiente posible. En este caso, cuando hablamos de producción
eficiente, nos referimos a todos y cada uno de los productores del mismo bien o servicio.
Supongamos que un señor tiene 20 hectáreas de tierra apta para producir papa. Pero no
desea tomar empleados ni comprar tractor ni sistema de riego, y por lo tanto su producción
es baja y deficiente. Otro señor advierte que el primero desperdicia su potencial
productivo, y le sugiere que tome dos empleados para mejorar el rendimiento del trabajo
y de la producción. El primer hombre piensa: “me convendrá incurrir en gastos?”; y luego
se responde: haciendo todo el trabajo solo gasto unos pesos en semilla y nada más, pero
cosecho pocos kilos de mala calidad. Decide entonces mejorar la eficiencia y tomo los dos
empleados. A la siguiente cosecha se da cuenta que ha gastado algo más de dinero en
salarios, pero la producción se ha multiplicado por tres y ha mejorado la calidad porque
cada trabajador hizo la tarea que más conocía. Por lo tanto, ganó más dinero. La siguiente
pregunta será: ¿valdrá la pena poner dos empleados más?; y luego se preguntará: ¿Valdrá
la pena comprar un tractor?, valdrá la pena comprar un sistema de riego?
Bien, pero es obvio que llegará un momento en que por más que agreguemos factores a las
20 hectáreas estas ya no podrán producir más. Entonces, el equilibrio está en la
combinación de eficiencia. Este equilibrio llega cuando el último factor agregado (p. ej. 1
trabajador), rinde lo suficiente para que su salario sea equivalente al precio que se obtiene
por la producción adicional. De allí en adelante, añadir factores será una pérdida de dinero,
porque el costo del último factor productivo no podrá ser recuperado con la venta del
producto adicional.
A partir de ese momento, ese señor tendrá que optar por comprar más tierra y ampliar su
capacidad productiva, o quedarse en el límite de eficiencia obtenido con sus 20 hectáreas.
Este ejemplo simple, es mucho menos evidente que cuando se habla de grandes
producciones o fabricaciones complejas. Pero en este caso los técnicos analizan el
rendimiento marginal con anterioridad.
Supongamos que un fabricante brasileño quiere instalarse en el país para producir
electrodomésticos. Lo primero que hace es analizar el mercado local. Si los fabricantes
locales tienen tecnología para producir 1.000 unidades por día, y el potencial inversor
puede superar esta cantidad porque tiene mejor tecnología, no dudará en establecerse.
Pero si no es así, tendrá que hacer cálculos muy finos para ver si le conviene o no instalarse.
Supongamos en el primer caso que tiene buena tecnología y produce más productos que
sus competidores locales. Lo que ocurrirá es que desplazará a los productores locales del
mercado, porque venderá más barato, o con mejor financiación, o con mejor servicio. Ello
llevará a los productores locales a tomar ciertas actitudes: a) dejar de producir y dedicarse
a otra cosa; b) producir solo el bien que más lo favorezca o que el nuevo competidor no
produzca; c) renovar su tecnología invirtiendo en máquinas para igualar o superar a su
nuevo competidor;
Este modelo, es lo que permanentemente ocurre en cada día de nuestra existencia, y es lo
que se denomina “competencia”. No requiere mayor explicación. Cuando Uds. Tienen
telefonía de una marca, reciben inmediatamente planes más convenientes de otras marcas,
y luego se repite a la inversa. El problema es que resulta difícil saber cuál es el más
conveniente, porque no solo depende del precio sino de la calidad del servicio. En este caso
el Estado suele tener un rol protagónico, estableciendo reglas que exigen un nivel mínimo
de calidad en la prestación; penalizan un publicidad falsa o capciosa; u otro modo de
asegurar ciertas condiciones al público.
Elasticidad o inelasticidad de la demanda
Es fácil comprender que hay demanda de productos o servicios que pueden ser “elásticas”
o “inelásticas”. Comencemos por decir, que en general los consumidores están dispuestos
a consumir lo que generalmente consumen y los productores a ofrecer lo que los
consumidores demandan.
No es casual que al comienzo de clases los consumidores demandan más útiles escolares
que el resto del año, mientras que su demanda de carnes y verduras será similar a lo largo
de todo el año, con algún incremento de bebidas alcohólicas a fin de año. Es decir, los bienes
que se producen se acomodan a los bienes que se demandan.
Pero hay productos que pueden ser sustituidos si los compradores no están dispuestos a
pagar un precio más alto que el habitual, mientras que otros productos no podrán ser
sustituidos fácilmente. En el primer caso se dice que la demanda es inelástica y en el
segundo es elástica. En definitiva, cuando el precio del producto sube demasiado, los
consumidores suelen sustituirlos por otros productos que le den similar satisfacción. P. ej.
Si el pescado está con precio alto, compraré pollo. Pero si la harina o el arroz modifican su
precio, es probable que el consumidor siga comprando la misma cantidad, ya que esos
insumos son en general los de más bajo precio, y difícil de sustituir por otros. En este caso,
la demanda es elástica porque la variación de precio no hace variar la cantidad de consumo.
Respecto de éste tema, podrán ver si quieren numerosos videos en you tube simplemente
buscando “elasticidad de la oferta y la demanda”
Decimos también que las curvas de oferta y demanda son equilibradas cuando la cantidad
de producto ofrecido es igual a la cantidad demandada. P. Ej. Los argentinos consumimos
un promedio de 50 kg. De carne por año, y los ganaderos y frigoríficos ofrecen
aproximadamente esas mismas cantidades por año. Si por alguna circunstancia, la cantidad
ofrecida baja (p. ej. Si se exporta mucho más que lo habitual, habrá menos oferta, y produce
un desequilibrio que se reflejará en una modificación del precio, o una modificación de los
hábitos de consumo.
También sobre este tema pueden ver videos ilustrativos en You Tube.-

También podría gustarte