SERVICIO DE AULA INTEGRADA CABUDARE – ESTADO LARA II ETAPA DE EDUCACIÓN PRIMARIA 5° y 6° grado Lcda. Ingrid de Laversa. Msc Orientación de la Conducta Recomendaciones para evaluar a estudiantes con Dificultades de Aprendizaje Las adaptaciones de los exámenes son adaptaciones curriculares no significativas, es decir, en ningún momento suprimen contenidos del currículo. Únicamente se adapta la formulación de las preguntas del test para conseguir un mejor aprovechamiento del alumno o la alumna y así evaluar de una forma más apropiada su rendimiento académico. Es decir, se trata de facilitar que los niños con alguna Dificultad de Aprendizaje puedan comprender y hacer el examen atendiendo a sus necesidades y características. Cabe destacar, que no sirve de nada dejar más tiempo para realizar el examen a un alumno con N.E.E y/o discapacidad, si le ponemos el mismo examen que al resto de la clase o si no le ayudamos a gestionar el tiempo que aplica a cada pregunta. De igual manera tampoco es la idea de no evaluar los contenidos vistos en la clase, sino que se deben hacer las adaptaciones respectivas en los exámenes. Sin embargo, antes de adoptar estas pautas, es fundamental que los profesores y maestros se informen y se formen en los trastornos y necesidades específicas que existen dentro de su aula, para comprender por qué aplican esas medidas y no otras. Por lo tanto deberán estar en contacto directo con el docente de Aula Integrada, a fin de beneficiar y atender mejor al alumno/a respetando su metodología de aprendizaje y se tenga más empatía con sus necesidades. En tal sentido, se hacen las siguientes recomendaciones: 1. Ponderar aspectos como la ortografía o las letras Hay determinadas dificultades que implican errores ortográficos o caligrafías deficientes. Por ejemplo, son los alumnos con dislexia, disgrafía o trastornos de aprendizaje no global. En el caso de estos estudiantes que tienen estas dificultades, calificar tomando como base principalmente el contenido, en lugar de tomar en cuenta la ortografía y el orden 2. La pregunta comodín. Consiste en añadir al final del examen una pregunta que diga algo así como. “Escribe otras cosas que sepas del tema” De esta forma, el alumno tendrá la oportunidad de demostrar si ha estudiado y si ha asimilado otros contenidos referentes al tema. En algunas ocasiones el uso de esta pregunta, sirve para saber si, al menos alcanza el puntaje mínimo. Si se usa la “pregunta comodín”, es conveniente que dispongan igualmente de tiempo para poderla responder. 3. Adecuar el formato de exámenes Ofrecer más espacios entre líneas, usar un tamaño de letras más grande, poner menos preguntas en cada hoja de examen y con bastante espacio para responder debajo de la pregunta. Por ejemplo, si el examen consta de 10 preguntas, podemos ofrecer al alumno las preguntas una por una, o bien tres en cada cara de la página 4. Unir definiciones con sus conceptos En lugar de exigir una definición memorística de un concepto, lo que se hace es unir diferentes definiciones con una serie de conceptos. Naturalmente exige que los conceptos se hayan asimilado de alguna manera. 5. Realizar las pruebas en las primeras horas de la mañana. De esta forma, conseguiremos que los niños aún no estén demasiado cansados. De igual manera antes de realizar las pruebas aplicar algunas técnicas de relajación. Darles tiempo adicional para que respondan los exámenes y otras tareas en clase 6. De ser posible permitirles realizar el examen en un aula aparte, podría ser el Aula Integrada si en ese momento el especialista no está atendiendo otros grupos Muchas veces el ruido del aula o de las que están cercanas a ella entorpece la capacidad de concentración de estos alumnos. El ruido de fondo, por ejemplo, es muy molesto y aturde a los estudiantes con dislexia o con TDAH y dificulta mucho su concentración, por lo que podemos ofrecer desde usar tapones o auriculares para eliminar el ruido de fondo, como hacer el examen en un aula separada 7. Posibilidad de realizar exámenes tipo test, preguntas de verdadero o falso, encerrar las respuestas en un círculo, completar espacios en blanco, entre otros. Se trata en definitiva de reducir la carga lectora y de escritura del examen ofreciendo alternativas a estos alumnos 8. Valorar la posibilidad de evaluar los contenidos de manera oral Ante temarios complejos, exámenes difíciles de adaptar o incluso valorar la opción de hacer la mitad del examen escrito y la otra mitad oral. Esto puede suponer un esfuerzo extra para el profesor, tomando en cuenta el tiempo, la matrícula que atiende, pero no hay que olvidar que un niño que se esfuerza y no obtiene resultados de manera reiterativa, es un niño/a predispuesto al fracaso escolar y a una baja autoestima 9. Ofrecer apoyos visuales en el examen Imágenes, dibujos, pictogramas, entre otros, que reduzcan el contenido lector y que faciliten la comprensión de los ejercicios. 10. Permitir el uso de hojas en blanco Muchos niños necesitarán hacer los ejercicios en otra hoja o dibujar sus razonamientos y van a necesitar más espacio para emitir sus respuestas. Por ejemplo, si han aprendido a resolver problemas de matemáticas dibujándolos o si tienen que escribir las tablas de multiplicar para resolver operaciones, contar con palitos, entre otros. 11. Evitar preguntas redundantes Es decir, evitar la misma pregunta de diferentes maneras en diferentes ejercicios. Se trata de ser concretos en las preguntas y evitar que se repitan, por ejemplo, si en matemáticas estamos evaluando su capacidad para realizar operaciones, con una operación o dos que realice será suficiente. Seguramente las haga bien, pero si le ponemos más es muy probable que cada vez tenga más fallos, no por falta de conocimientos sino porque su atención y capacidad de concentración, unido a la fatiga hacen que cada vez se equivoque más 12. Poner en negrita o subrayar las palabras claves de lo que se le pide en el ejercicio. Esto le ayudará a comprender mejor lo que le pide el ejercicio, así como a su atención selectiva 13. Podemos poner algún ejemplo para que comprenda mejor el ejercicio o también podemos pedirle al alumno que lea con nosotros el enunciado y una vez que hayamos comprobado que comprende lo que pide el ejercicio, dejar que lo resuelva solo. Hacerles un seguimiento durante los exámenes comprobando si van realizando los pasos oportunos o si continúan con el mismo ejercicio, animarle a que cambien de ejercicios. 14. Incluir pequeños consejos o recordatorios. En algunos exámenes se pueden incluir algunos consejos o recordatorios en alguna pregunta. Por ejemplo, mide con tu regla los lados de las siguientes figuras geométricas y escribe el resultado Recuerda poner la regla en el número 0, o cuando sumamos comenzamos por el lado derecho 15. Segmentar las lecturas. Otra ayuda metodológica, consiste en segmentar las lecturas en fragmentos más pequeños. Después de cada fragmento se introducen las preguntas, por ejemplo, Lee y contesta: Félix es un hombre feliz. Tenía muy buenos amigos y nada le preocupaba. Siempre encontraba la solución a todos sus problemas. Era un hombre animoso y optimista. a) ¿Cómo era Félix? Con el paso de los años, Félix empezó a perder pelo. Muy tranquilo, se fue a la farmacia y se compró una loción para el cabello. Pero no le hizo efecto. Entonces probó otra, y luego otra… Hasta cien lociones llegó a utilizar sin resultado ninguno. b) ¿Qué le pasó a Félix con el paso de los años? Entonces Félix decidió pasar a los remedios caseros: se untaba limón con miel, huevo batido, zumo de moras con leche… y mil brebajes más. c) ¿Qué remedios caseros probó? Pero nada, en su cabeza no crecía ni un pelo. Y finalmente se quedó calvo como una pelota de ping-pong. d) ¿Cómo se quedó al final? 16. Entregar con anticipación un modelo de examen adaptado para que el estudiante se familiarice con el formato y sepa cómo responder. Cuando le corresponda presentar el examen, es mucho mejor entregarle unas fotocopias con los ejercicios. Con ello se evitan los errores que puedan cometer a la hora de escribirlo, tendrá más tiempo para responder y no se le cansará la mano
17. A la hora de asignarles las tareas, en vez de escribirlas en la pizarra es
recomendable darle fotocopias, a cargo del representante. Durante las clases sí se les debe escribir en la pizarra y se les debe dictar, puesto que tienen que aprender y mecanizar el sistema.
18. Facilitar las fechas de los exámenes con antelación y recordarlas
constantemente. Asimismo, estas fechas y la hora en qué se realizarán los exámenes no deben coincidir con las actividades recreativas, culturales, deportivas ya que estos alumnos al ver que sus compañeros de clase si pueden asistir a estos actos y ellos no, tienden a apurarse, no contestar correctamente las preguntas, dejarlas inconclusas u omitirlas para no quedarse en el salón de clases y poder participar en las diferentes programaciones. 19. Respecto a las evaluaciones, corrija los ítems más difíciles con toda la clase. Muestre como se resuelven y aclare los malentendidos (Chadwick en Luchinni 2002). De esta forma, se alivia la ansiedad que genera equivocarse y se muestran los pasos para realizarlo correctamente. Esto es aún más útil para estos niños si considera que tienen baja tolerancia a la frustración, ya que no obtienen buenas notas y les cuesta mucho superarlas.
También es conveniente colocarles actividades relacionadas con las preguntas
una vez corregidos los ítems donde se equivocaron durante la evaluación a fin de reforzar los conocimientos adquiridos.
20.Los contenidos deben ser evaluados, de ser posible, semanalmente, a fin de no
acumular los temas que dificultarían el aprendizaje y dominio de los mismos y de esta manera al presentar los exámenes con toda la clase podrán responderlos sin dificultad