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Bogotá, 03 de abril de 2023

Señores

Liceo de Cervantes El Retiro

Cordial saludo. Envío información general y recomendaciones pertinentes para el apoyo al


estudiante Pablo Casteblanco Molano quien se encuentra en seguimiento por el servicio de
psiquiatría pediátrica. Actualmente tiene diagnóstico de trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) y se continuará evaluando para determinar las ayudas que necesita. Por el
momento conozco que Pablo tiene predominantemente dificultades en su conducta más que en su
rendimiento académico, sin embargo se envía información pertinente para manejo de los problemas
de inatención en caso de ser necesarios.

Información general:

En la mayoría de los casos de TDAH en niños en edad escolar se pueden experimentar dificultades
académicas y/o en la relación con sus compañeros. Con frecuencia, y en función de la sintomatología
presentan unos problemas u otros:

• Presentan los deberes incompletos


• Organizan poco y mal los deberes y cometen errores “tontos”
• Hablan impulsivamente (responden antes de acabar la pregunta)
• Se distraen fácilmente
• Tienen conductas disruptivas (conductas inapropiadas)
• Interrumpen y se entrometen
• Se pueden mostrar agresivos
• Tienen dificultades para aceptar las normas
• Les resulta difícil aceptar tareas
• Se les dificulta esperar su turno
• Tienen dificultad para establecer un orden en sus tareas y prioridades
• Muestran dificultad a menudo para pensar antes de actuar
• Pierden y/u olvidan cosas necesarias
• Parecen no escuchar cuando se les habla
• Se levantan a menudo en situaciones en las que deberían permanecer sentados
• Presentan movimientos frecuentes de pies y manos
• Los problemas que se presentan en el aprendizaje y el marcado fracaso escolar suelen ser el
principal motivo de consulta en niños de esta edad1.

Aproximadamente el 30% de los niños con TDAH tiene problemas de aprendizaje y repite algún
curso2.
1. Spencer TJ. ADHD and comorbidity in childhood. J Clin Psychiatry. 2007;67 Suppl 8:27-31.
2. DuPaul GJ, Stoner GD. ADHD in the schools: assessment and intervention strategies. 2ª ed. New York: Guilford
Press; 2003.
Recomendaciones para manejar el TDAH en clase
Los alumnos con TDAH suelen presentar un rendimiento escolar inferior al que se espera por su
capacidad. Además, entre los afectados por este trastorno, es frecuente encontrar dificultades en el
aprendizaje de las áreas instrumentales: lenguaje y matemáticas. Suelen mostrar un déficit en el
desarrollo de habilidades sociales y emocionales, lo que puede dificultar la relación con sus
compañeros.

A continuación, se propone una serie de pautas como respuesta educativa enfocada a adecuar el
contexto académico a las necesidades de los alumnos y a sus diferencias en la forma de aprender a
través de medidas organizativas y metodológicas que el profesor pueda poner en práctica en la
clase.

Es importante, además, mantener una comunicación frecuente y fluida con la familia de los alumnos
con TDAH, para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y coherente, que resulte eficaz.

Un ambiente estructurado
Los alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la lección está cuidadosamente
estructurada debido a la dificultad que tienen para organizar antes de actuar. En muchas ocasiones
pueden no recibir las instrucciones completas, aunque lo parezca, por lo que te recomendamos
poner en práctica lo siguiente:

Adelanta la organización: Prepara a los alumnos para las lecciones y actividades que se van a llevar a
cabo, explicando el orden en el que se va a desarrollar cada elemento a lo largo del día.

Revisa lecciones anteriores: Revisa los contenidos de la lección que se vieron por última vez,
haciendo hincapié en los temas que más dificultades causaron y respondiendo de nuevo a algunas
de las preguntas que surgieron durante esa clase.

Proporciona materiales de apoyo: Esto es realmente útil para apoyarles a la hora de realizar
deberes y también para que puedan profundizar en lo que se ha estudiado.

Simplifica las instrucciones: Cuanto más sencillas y cortas sean las instrucciones y las tareas que se
le den a los niños con TDAH más probabilidades hay de que completen lo que se les ha pedido y
hagan una gestión efectiva del tiempo.

Avisar sobre las novedades: Si hay cualquier cambio en el horario de clases o alguna variación en la
rutina debes resaltarlo varias veces y asegurarte de que se han enterado.

Horarios visibles: Habilitar en el aula un espacio para colocar el horario semanal y permitir que lo
consulten siempre que sea necesario.

Listado de errores frecuentes: Entrégale al alumno con TDAH un folio donde por asignatura anoten
los errores que suele cometer, para que a la hora de hacer deberes, por ejemplo, pueda revisarlos y
no los cometa de nuevo.

Listado de materiales para hacer los deberes: Esto le ayudará a organizarse y le facilitará el poder
revisar que tiene las cosas necesarias para realizar todas las tareas.
Cuadernos de colores: Organiza con el alumno con TDAH el material de cada asignatura a principio
de curso. Establece un cuaderno para cada asignatura o una pegatina de color en cada cuaderno,
que le ayude a organizarse mejor.

Fechas de entrega y exámenes: Es muy útil reservar siempre un mismo espacio en el tablero para
anotar las fechas de entrega de tareas o de exámenes, dando tiempo para que ellos lo anoten
también.

Un ambiente predecible
Es importante tener en cuenta que para un estudiante con TDAH el cambio de una asignatura, tarea
o clase a otra resulta especialmente complicado, por lo que cuanto más predecible sea lo siguiente,
más facilidad tendrá para adaptarse.

Se predecible: La estructura y estabilidad son elementos muy importantes para los niños con TDAH,
muchos de ellos no se adaptan bien al cambio. Por ello puedes explicar las cosas de forma muy
segmentada, con pasos muy concretos, que dejen muy claro lo que se espera de ellos y las
consecuencias por no realizarlo.

Establece expectativas de aprendizaje: Explícale a los alumnos qué es lo que se espera que
aprendan durante la clase. De esta forma estableces unas metas alcanzables y medibles desde un
principio.

Establece expectativas de comportamiento: Deja claro cómo deben comportarse los estudiantes
mientras desarrollan las actividades o se les explica la lección.

Indica los materiales necesarios: Es mejor que identifiques los materiales que son necesarios (por
muy evidentes que puedan parecer) a que ellos tengan que ir descubriendo o deducir qué es lo que
necesitan.

Destaca los puntos clave: Cuando entregues tareas a los niños subraya o resalta las palabras más
relevantes para facilitar que los niños con TDAH no pierdan el foco sobre lo que hay que hacer. Si
estáis leyendo un enunciado en la clase, puedes hacer un ejercicio para identificar los elementos
más importantes de la tarea.

Avisos: Puede resultar muy útil que avises a los alumnos de que una lección está a punto de acabar.
Puedes avisar con 5-10 minutos de antelación el tiempo que queda antes del cambio, para que se
vayan preparando. También puedes avisar al principio de la clase el tiempo que se va a empeñar en
cada lección.

Un ambiente adecuado para el aprendizaje


Siéntale en primera fila: Al estar más cerca del tablero y del profesor se distraerá menos y le será
más fácil mantener la atención. Evita apartarle o aislarle en un rincón de la clase porque puede
afectar negativamente a su autoestima y puede favorecer conflictos con sus compañeros.

Evita ponerle en evidencia: Procura no hacer diferencias entre estudiantes con TDAH y sin él, puesto
que esto podría causar rechazo por parte de los compañeros. Por supuesto, evita siempre usar el
sarcasmo o la crítica.
Utiliza materiales audiovisuales: El empleo de medios diferentes (vídeo, proyector, audio…) facilita
que los alumnos en general, y especialmente los que tienen TDAH presten más atención. Puedes
combinarlo con trabajos en grupo para incentivar el compañerismo.

Control de la agenda: Este control debes realizarlo a diario, para asegurarte de que han apuntado
todas las tareas, y también que han metido en su mochila todos los materiales necesarios para
realizarlas. En el caso de adolescentes, hay que realizar este control de una forma más sutil, para no
dañar su autoestima.

Comprueba el rendimiento: Debes estar pendiente del comportamiento de los alumnos para
detectar posibles muestras de frustración. Proporciona más explicaciones a estos alumnos para que
comprendan el contenido de la lección y sean capaces de realizar las tareas y resolver los problemas.

Facilita que corrijan sus propios errores: Explica en cada tarea cómo identificar y corregir los
errores, y proporciona un tiempo razonable para que puedan revisar su trabajo. Recuérdales
elementos especialmente complicados o excepciones que deben tener en cuenta.

No limites el tiempo de los exámenes: Los exámenes con tiempo limitado pueden perjudicar
notablemente a los niños con TDAH, debido a la presión del examen y del tiempo, es posible que no
lo puedan completar satisfactoriamente. Puede ser de gran ayuda que permitas que los niños con
TDAH dispongan de más tiempo o puedes facilitar para ellos otro formato de evaluación, a través del
cual les resulte más sencillo demostrar su conocimiento.

Ordenar el pupitre: Reserva 5 minutos al día para que los alumnos organicen sus pupitres y
mochilas, para que tengan los materiales necesarios a mano, y sea más fácil pasar de una asignatura
a otra, evitando distracciones.

Gestión de las distracciones en el aula


La gestión de las distracciones en el aula de los niños con TDAH puede ayudar a mejorar su
atención y mejorar su capacidad de concentración en clase. Los niños pueden distraerse fácilmente
en el colegio en actividades que no les resultan interesantes o estimulantes. A los niños con TDAH
les cuesta prestar atención, por lo que pueden tener dificultades para concentrarse en momentos
fundamentales.

Hay tres factores importantes que afectan a la capacidad de concentración de los niños con TDAH:

• Son incapaces de filtrar lo que sucede a su alrededor.


• Tienden a distraerse fácilmente cuando deberían estar centrados.
• Tardan más en volver a centrar su atención en algo.

Teniendo esto en cuenta, la labor del profesor es importante para reducir al mínimo las
distracciones, ayudando a los niños a concentrarse y por lo tanto a aprender.

No existe una única forma de ayudarles a concentrarse, por lo que el profesor necesitará un tiempo
para dar con soluciones eficaces para cada caso. Cada niño es único, y por lo tanto no existe un
criterio único que determine lo que mejor puede funcionar con cada uno.

Sin embargo, a continuación vamos a describir posibles causas de distracción y algunas propuestas
de solución, con el ánimo de que el profesor tenga en cuenta sus conocimientos sobre el alumno
para saber qué aplicar y cómo aplicarlo.
¿Cómo gestionar las distracciones?
Posición del niño en el aula
La atención del niño puede desviarse más según su situación dentro del aula, por ejemplo estar más
cerca de la ventana o de la puerta. Una solución puede ser colocar la mesa del alumno con TDAH
más cerca de la del profesor, o colocarlo al lado de otro niño que tenga buena concentración, y
evitar que lo distraigan. Es más recomendable colocar las mesas en filas que en grupos de mesas.
Son más fáciles de controlar. También puede ayudar el que el profesor se mueva de un sitio a otro
del aula en lugar de permanecer en la parte delantera de la clase siempre, ya que implica mayor
interacción y participación.

Trabajar en grupo con otros niños


Algunos niños pueden mostrar dificultad para trabajar en grupo porque están constantemente
haciendo cosas/jugando y no concluyen lo que empiezan. Es recomendable que los grupos se
formen de forma equilibrada, por lo que es mejor que los niños con TDAH estén en grupos con niños
más tranquilos. Otra solución puede ser en lugar de trabajar en grupo, hacerlo por parejas.

Exceso de información en el tablero


Cuando hay demasiadas cosas anotadas en el tablero los alumnos con TDAH se pueden sentir
confundidos creando una mayor distracción y problemas para mantener la concentración. Para
evitar este problema, lo mejor es escribir en el tablero sólo imprescindible e ir borrando las cosas
que ya no tienen relación con el tema que se está tratando.

Entorno poco motivante


En las tareas y lecciones que son poco atractivas para los niños se corre un mayor riesgo de
distracción. Para evitar esto, se debe procurar que el entorno de aprendizaje sea estimulante. Se
pueden intercalar preguntas sobre lo que se está tratando y premiar a aquellos que estén atentos y
sepan responder.

Falta de comprensión de las instrucciones


No entender bien las instrucciones puede ser una razón por la que los niños con TDAH se distraigan,
al tener que hacer un esfuerzo más grande para enterarse de lo que hay que hacer. Una solución
puede ser el facilitar las instrucciones tanto de forma verbal como por escrito (o mediante dibujos),
para que de esta forma puedan comprobarlas varias veces si es necesario, sin necesidad de tener
que interrumpir la clase. Otra buena práctica puede ser segmentar las instrucciones en tareas más
cortas y precisas para facilitar su comprensión.

Comienzo de una nueva tarea


Comenzar una nueva tarea puede representar un problema debido a que los niños con TDAH
pueden tardar más en volver a centrar su atención en una nueva tarea. Puede ser útil en estos casos
el ofrecer una motivación concreta para realizar la tarea, o que el profesor comience la tarea y
solicitar que continúen ellos. También se puede proponer a la clase un intercambio de ideas y
escribir las propuestas en la pizarra para ir orientando a los alumnos hacia lo que se requiere en el
ejercicio.

Control de la conducta en el colegio


Para que el TDAH tenga un impacto menos negativo en la vida de los niños que lo padecen es
fundamental que haya un control de la conducta del TDAH en el colegio coherente con el que haya
en casa. Que todas las personas que componen su entorno estén alineados en cuanto a la estrategia
que se va a llevar a cabo. El colegio y la familia son los entornos principales en la vida del niño, y por
ello es importante que exista buena comunicación entre ambos, para acordar una metodología
unificada que le demuestre al niño que existe una comunicación entre profesores y padres, y que
hay acuerdo sobre las normas y expectativas principales.

Mantener la coherencia en el control de la conducta en el colegio puede resultar complicado debido


a que pueden intervenir varios profesores. Si a esto, le añadimos el hecho de que los niños con TDAH
necesitan unos límites claros, firmes y coherentes, la dificultad es mayor.

Medidas que se pueden adoptar en el colegio


Los centros escolares pueden ayudar en la adopción de una estrategia coherente en el control de la
conducta con estas medidas:

• Establecer unas guías y procedimientos escolares para profesores y alumnos.


• Apoyo adecuado del personal y una comunicación clara.
• Coherencia y estrategia de control adecuada por parte de los profesores.
• Establecer una buena relación entre los profesores, orientadores, padres y alumno antes de
que inicie el curso escolar.

Medidas que puede adoptar el profesor


Es importante que los profesores acuerden adoptar una estrategia del control de la conducta
coherente entre ellos y en relación con la familia:

Reforzar las conductas positivas


Realizar comentarios positivos sobre un buen comportamiento puede animar al niño a repetirlo,
además de mejorar su autoestima y motivación. El reconocimiento es algo que los niños con TDAH
valoran mucho porque no suelen recibir comentarios positivos, por lo tanto puede ser una buena
herramienta para conseguir buenos comportamientos. Felicitarle cuando haya terminado una tarea
a tiempo, cuando haya trabajado tranquilo y en silencio o haya seguido las instrucciones que se le
han dado, es un mecanismo sencillo de poner en marcha.

Explicar las consecuencias de una mala conducta

Establecer límites claros sobre qué comportamientos son inaceptables y explicar qué puede
suceder si se cometen. Es importante que lo que se ha dicho que sucedería en el caso de que se
comportase mal se lleve a cabo, para no perder credibilidad.

Actuar con rapidez

Dar respuestas o comentarios, tanto positivos como negativos, inmediatamente después de la


conducta inadecuada es lo más efectivo. No dejar que el tiempo pase para explicarle que lo que ha
hecho no es correcto, debe corregirse en el momento para que tenga mayor impacto.

Ser persistente
Es importante asumir que el cambio de conducta no es algo que se produzca rápidamente, puede
llevar un tiempo. Es posible que se tenga que corregir un mismo comportamiento varias veces antes
de ver un cambio y que conseguir resultados puede ser difícil.

Ser repetitivo

Repetir los comentarios sobre las consecuencias de un comportamiento bueno o malo es necesario
en caso de los niños con TDAH, porque tienden a olvidarlo.

Cambiar las recompensas en caso necesario

Esto implica ser flexible e ir variando las recompensas o consecuencias por el comportamiento del
alumno, de esta forma se le estimula y se evita el aburrimiento.

Compartir experiencias entre profesores


Es importante que todos los profesores que tienen un alumno con TDAH en común comenten sus
experiencias y percepciones:

• Aspectos que parecen funcionar mejor con el niño.


• Actitudes y conductas del niño en las distintas asignaturas.
• Actitudes con los diferentes profesores.
• Capacidad de entablar relaciones con otros niños de la clase.
• Técnicas para atraer la atención del niño.
• Cualquier dificultad concreta que sea necesario tratar.

Espero que las recomendaciones sean de utilidad y les de herramientas para poder ayudar a Pablo
en sus procesos académicos y de comportamiento.

Cordialmente,

Diana Judith Beltrán

CC 52355581 de Bogotá

MD Especialista en psiquiatría / Psiquiatría pediátrica (UN/UdeA)

Contacto: dianabeltranpsq@gmail.com

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