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1.-ANTECEDENTES.
1) Con fecha 12 de julio del año 2020, este recurrente, interpone demanda de Nulidad
Absoluta del testamento abierto otorgado con fecha 7 de diciembre del año 2017, a
doña IRIS ROJAS ALVAREZ, por falta de capacidad del testador, conforme lo
dispuesto en el artículo 1005 n° 4 del Código Civil, “El que actualmente no estuviere
en su sano juicio por ebriedad u otra causa”, la cual fue acogida a tramitación por
el tercer Juzgado de Letras en lo Civil de Antofagasta, con fecha 29 de julio del año
2020. La acción de nulidad del testamento abierto, se fundaba en cuanto a los hechos,
en que el causante don JOSE VARAS ESPINOZA, a la fecha de otorgamiento del
testamento abierto, de fecha 07 de diciembre del año 2017, se encontraba sometido a
un tratamiento por CISTOPROSTACTECTOMIA RADICAL en razón al avanzado
cáncer grado 4 que lo afectaba, que iba acompañado de radioterapia y
quimioterapia, que generaban en el causante un elevado consumo de fármacos, que
lo mantenían en un estado de aturdimiento, que afectaba su capacidad para
comprender a cabalidad su entorno, además del deterioro físico en el mismo.
2) Que, con fecha 10 de noviembre del año 2020, la parte contraria, contesta
demanda, mediante una defensa de carácter negativa, negando cada uno de los
fundamentos de hecho y de derecho expuestos en la demanda. En aquella el legítimo
contradictor, confundía ambos requisitos internos del testamento, es decir, la
voluntad del testador con la capacidad del testador, incluyendo requisitos de la
nulidad absoluta que el artículo 1683 del Código Civil, no contempla, argumentos
que fueron desvirtuados en el escrito de réplica.
3) Con fecha 17 de noviembre del año 2020, esta parte evacua la réplica,
argumentando que la falta de capacidad de la que adolecía el causante al momento
de otorgamiento del testamento con fecha 07 de diciembre del año 2017, era
precisamente, el estado de somnolencia y aturdimiento constante que le generaban
los medicamentos que debía de consumir en virtud del cáncer grado 4 en el que se
encontraba, y que aquello sería acreditado por los propios testigos que participaron
en la celebración de testamento.
4) Con fecha 17 de febrero del año 2021, se recibe la causa a prueba, este recurrente,
acompaño diversos medios de prueba en primera instancia, prueba documental,
testigos (que participaron en la celebración del testamento) y absolución de
posiciones y en segunda instancia, prueba documental informe del episodio Clínico
de la Unidad de Oncología del Hospital Regional de Antofagasta, que acreditaban
que aquel se encontraba en tratamiento por quimioterapia y radioterapia desde
noviembre del año 2017. Sin embargo, la parte contraria, no acompaño ningún
medio probatorio, que desvirtuara las pretensiones alegadas, ni en primera ni en
segunda instancia.
4) Con fecha 28 de julio del año 2022, se dicta Sentencia Definitiva, en primera
instancia, que en su parte resolutiva, establece: “Se acoge demanda de nulidad
impetrada por doña Karen Palacios Pérez, abogada, en la representación que inviste
y que fue detallada en el considerando primero de esta sentencia, dirigida en contra
de doña Iris Eliana Rojas Álvarez, y en consecuencia, se declara la nulidad absoluta
del testamento abierto otorgado con fecha 7 de diciembre del año 2017, ante la
Notaria Guerrero de Antofagasta, e inscrito en el Registro Nacional de Testamento
del repertorio número 2335 del año 2017. Practíquese cancelación del registro”
5) Con fecha 10 de agosto del año 2022, el legítimo contradictor interpone Recurso
de Apelación, en contra de la Sentencia Definitiva de 1° instancia, elevándose los
autos ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta.
6) Con fecha 6 de abril del año 2023, la Corte de Apelaciones de Antofagasta, revoca
con costas la sentencia apelada de fecha 28 de julio del año 2022, eliminando los
considerandos tercero, cuarto y quinto de la sentencia.
El testamento, por consiguiente, conforme al artículo 999 del Código Civil, es una
clase de instrumento público, el cual solo hace plena prueba, en cuanto a la fecha y
en cuanto al hecho de haberse otorgado, pero no en cuanto a las declaraciones en
aquel contenida. Por consiguiente, el sentenciador infringió la ponderación
probatoria de los diversos medios de prueba, que se tuvieron a la vista al momento
de dictarse la Sentencia de 1° instancia por el 3° Juzgado de Letras en lo Civil de
Antofagasta. Como es de conocimiento SS., Ilustrísima, en materia civil la eficacia
probatoria de los diversos medios de prueba, se encuentran sujeto al Sistema de la
Prueba Legal o Tasada, en la que el legislador en forma previa, general y abstracta,
determina el valor que el tribunal debe de otorgar a los medios de prueba para la
determinación de los hechos, en este sistema, es el legislador y no el juez quien
determina la forma en la que debe valorizar la prueba, teniendo éste sólo un papel
de aplicador de la norma jurídica para determinar el valor que debe tener cada
medio de prueba. De forma que el sentenciador, prevalece una presunción
simplemente legal, por sobre todos los medios probatorios, tales como instrumentos
públicos, acompañado en primera y en segunda instancia, conforme lo dispuesto en
el artículo 348 del Código de Procedimiento Civil (Episodio Clínico de la Unidad
de Oncología 592816, de fecha 5 de diciembre del año 2017, indicando que con
fecha 27 de noviembre del año 2017, el causante ingresó a quimioterapia y
radioterapia paliativa) que no fueron objetados por el contradictor, los que
conforme al artículo 342 n° 2 del Código de Procedimiento Civil y 1700 del Código
Civil, hacen plena prueba respecto de lo atestiguado en el mismo. Concordante con
lo anterior, la prueba testimonial, de los testigos presenciales, que estuvieron
físicamente y mentalmente presentes en el momento de otorgamiento del
testamento con fecha 7 de diciembre del año 2017, conforme lo dispuesto en el
artículo 384 n° 2 del Código de Procedimiento Civil, que fueron legalmente
examinados, todos contestes en los hechos y en sus circunstancias, acreditaron que,
a la fecha de otorgamiento del testamento, el causante no sólo se encontraba
físicamente en deterioro, sino que adicionalmente parecía no saber lo que estaba
celebrando, es decir, que aquel no se encontraba en su sano juicio. Adicionalmente
el absolvente, manifestó que el causante consumía a diario fármacos, confesión sobre
hechos no personales, los que de acuerdo al artículo 399 inciso II del Código de
Procedimiento Civil, establece expresamente “Si los hechos confesados no son
personales del confesante o de la persona a quien representa, producirá también
prueba la confesión”, lo que implica que en consecuencia, la confesión judicial
acerca de hechos no personales produce plena prueba, sumado a que la misma
también declaró, que el causante tuvo que ser asistido, por ella y otras personas, con
fecha 7 de diciembre del año 2017, para ingresar a la notaría, hecho personal que
concordante con lo dispuesto en el artículo 1713 del Código Civil y artículo 399
inciso I del Código de Procedimiento Civil., produce plena prueba y que acreditan
que a la fecha de otorgamiento del testamento el causante se encontraba bajo una
alta dosis de medicamentos y que se encontraba afectado mentalmente y
físicamente.
Si bien, también afirma que no se rindió prueba alguna que acreditara que su
condición mental, estaba mermada en cuanto a su enfermedad a la época de
otorgamiento del testador, en donde nuevamente insiste en restarle valor probatorio
a las pruebas rendidas por esta parte, conforme lo dispuesto en el artículo 384 n° 2
del Código de Procedimiento Civil, en cuanto a los testigos presenciales, del
testamento abierto, a pesar que el contradictor no acompañó prueba alguna que
desvirtuara lo declarado por estos. No es menor señalar que es la propia absolvente
que reconoce a través de preguntas asertivas e interrogativas, que el causante debía
de ingerir varios medicamentos al día, hecho no personal que el artículo 399 inciso
II del Código de Procedimiento Civil, le da el carácter de plena prueba. Sumado al
episodio Clínico de la Unidad de Oncología 592816, de fecha 5 de diciembre del año
2017 del Hospital Regional de Antofagasta, que indican que el causante con fecha 27
de noviembre del año 2017, a 11 días de celebración del testamento, había iniciado
tratamiento por radioterapia y quimioterapia, lo cual implicaría una presunción
judicial, grave y concordante, conforme a lo dispuesto en el artículo 426 del Código
de Procedimiento Civil, de que a la época de otorgamiento del testamento aquel se
encontraba afectado, no sólo físicamente, sino que también mentalmente, producto
de estos tratamientos invasivos. Aquel documento que se incorporó en segunda
instancia, tal como lo dispone el artículo 348 del Código de Procedimiento,
instrumento de carácter público, no fue objetado, por falta de veracidad,
autenticidad o falsedad, de forma que conforme al artículo 342 n° 2 y 1700 del
Código Civil, producen plena prueba, en el sentido de atestiguar que el causante,
con fecha 7 de diciembre del año 2017, se encontraba sujeto a un tratamiento
plenamente invasivo.
La sentencia recurrida cumple con los requisitos que al efecto establece el art. 767
del Código Procedimiento Civil. En efecto, se trata de una sentencia definitiva de
segunda instancia inapelable, dictada por la I. Corte de Apelaciones de Antofagasta,
que se pronunció con infracción de ley y esta infracción ha influido substancialmente
en lo dispositivo de la sentencia; revocando la Sentencia de 1° Instancia y
condenando en costas a este recurrente.
Sírvase SS., tener presente que mi personería para actuar en representación de mis
representados, constan Mandato Judicial suscrito ante la Notaría Sergio Emilio
Recabarren González, de fecha 20 de julio del año 2020, Notaría Pedro Aylwin
Valenzuela de fecha 13 de septiembre del 2018, Notaría Suplente Constanza
Alejandra Silva Soto, de fecha 12 de septiembre del año 2018, Notaría Guerrero, de
fecha 12 de septiembre del año 2018, copias que acompaño en este acto.