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Decisión de Juzgado Segundo de Primera

Instancia Civil y Mercantil de Merida


(Extensión Mérida), de 2 de Marzo de 2012
SentenciaCitas 9Citado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent

Fecha de 2 de Marzo de 2012


Resolución

Emisor Juzgado Segundo de Primera Instancia Civil y


Mercantil

Ponente Albio Antonio Contreras Zambrano

Procedimiento Reconocimiento De Unión Concubinaria

JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRANSITO DE LA


CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO MÉRIDA. Mérida, dos de marzo de dos mil doce.-

201º y 153º

Vista la demanda de RECONOCIMIENTO DE UNIÓN CONCUBINARIA interpuesta por la ciudadana DALIES M.P.,
venezolana, mayor de edad, soltera, de oficios del hogar, titular de la cédula de identidad Nº 12.754.612,
domiciliada en la ciudad de Mérida estado Mérida y civilmente hábil, debidamente asistida por la abogada en
ejercicio A.S.N.L.D., venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº 12.723.474, inscrita en el
Inpreabogado bajo el Nº 83.679, domiciliada en Mérida, estado Mérida y jurídicamente hábil, contra el
ciudadano J.A.Q.L., venezolano, mayor de edad, divorciado, titular de la cédula de identidad N° 7.324.607,
domiciliado en el Municipio Campo Elías del estado Mérida. Désele entrada a dicha demanda, fórmese
expediente y háganse las anotaciones estadísticas correspondientes, y visto que dicha demanda no es contraria
al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley, este Tribunal,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, de
conformidad con el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, la admite cuanto ha lugar en derecho. En
consecuencia, se emplaza al ciudadano J.A.Q.L. anteriormente identificado, para que comparezca por ante este
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Mérida, dentro de los VEINTE DÍAS DE DESPACHO, siguientes a aquél en que conste en autos su
citación ---mas un (01) día que se concede como término de distancia---, en cualesquiera de las horas de
despacho señaladas en la tablilla del Tribunal, a fin de que de contestación a la demanda a la que se ha hecho
referencia. Para la citación personal del demandado de autos, este Tribunal, comisiona amplia y
suficientemente al Juzgado de los Municipios Campo Elías y Aricagua de la Circunscripción Judicial del Estado
Mérida, a los fines de que libre el recibo de citación al ciudadano J.A.Q.L., para la practica de la citación, líbrese
copia certificada del libelo de la demanda, con la orden de comparecencia al pie para que por órgano del
Alguacil de conformidad con el artículo 227 del Código de Procedimiento Civil haga efectiva la citación del
demandado. Remítase al comisionado y certifíquese el libelo de la demanda por auto separado. En cuanto a la
medida cautelar de Prohibición de Enajenar y Gravar solicitada en el escrito libelar, ábrase cuaderno separado.
Igualmente debe este Tribunal, en uso de la facultad que le atribuye el artículo 14 del Código de
Procedimiento Civil, y a los fines de evitar fallas o vicios que anulen los actos por cumplirse en este proceso,
librar un edicto, en cumplimiento del precedente judicial vinculante, contenido en la sentencia número 1.682
de fecha 15 de julio de 2005, dictada en el expediente N° 04-3301, bajo ponencia del Magistrado Dr. J.E.C.R.,
en virtud de la cual dicha Sala interpretó con carácter vinculante, ex artículo 335 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, el artículo 77 constitucional. Efectivamente, según la jurisprudencia
normativa contenida en aludido fallo, para que el concubinato surta los efectos propios del matrimonio civil,
requiere de una declaración judicial. Además, en la misma sentencia puntualizó expresamente la Sala
Constitucional que el fallo que declare la unión concubinaria “surtirá los efectos de las sentencias a que se
refiere el ordinal 2° del artículo 507 del Código Civil” (sic) y que esta disposición “se aplicará en toda su
extensión, menos en lo referente a la necesidad de registro de la sentencia, lo cual no está previsto –y por lo
tanto carece de procedimiento- en la Ley”. Se impone por lo tanto la obligación pautada por una norma de
eminente orden público, de conformidad con la parte in fine del ordinal 2° del artículo 507 del Código Civil, de
“publicar un edicto en el cual, en forma resumida, se haga saber que determinada persona ha propuesto una
acción relativa a filiación o al estado civil; y llamando a hacerse parte en el juicio a todo el que tenga interés
directo y manifiesto en el asunto” (sic), cuya pretermisión afecta de nulidad el proceso.

En consecuencia este Tribunal ordena librar, a los fines de su publicación por la prensa, un Edicto a que se
contrae la parte in fine del ordinal 2º del artículo 507 del Código Civil, haciendo saber, en forma resumida, del
juicio seguido por la demandante ciudadana DALIES M.P., contra el ciudadano J.A.Q.L., por reconocimiento de
unión concubinaria, en un periódico de la localidad sede de este Tribunal, es decir, de esta ciudad de Mérida,
vale decir, en los diarios Frontera y Pico Bolívar, y llamando a hacerse parte en él a todo aquel que tenga
interés directo y manifiesto en el asunto. Asimismo, se ordena fijar por el Alguacil en la cartelera de este
Tribunal un ejemplar del edicto así librado, de lo cual dejará constancia expresa en autos, advirtiéndose de
igual manera al interesado que la referida publicación deberá realizarse en letras cuyas dimensiones permitan
su fácil lectura y su consignación en el expediente debe hacerse en un lapso que no exceda de quince días
contados a partir de la fecha en que se le haga entrega del mismo, pues, en caso contrario, no se aceptará su
incorporación a los autos y será necesario librar, a su instancia, un nuevo Edicto.

EL JUEZ TITULAR,

A.C.Z.

LA SECRETARIA TEMPORAL,

Y.P.

En la misma fecha se admitió la demanda, se remitió comisión de citación al Juzgado de los Municipios Campo
Elías y Aricagua del Estado Mérida con oficio número 137-2012, se libró el respectivo edicto conforme a la ley y
se abrió cuaderno separado de medida de Prohibición de Enajenar y Gravar. Conste,

LA SECRETARIA TEMPORAL

Y.P.

ACZ/YP/PVMV.-
EXP. Nro. 107239
En fecha veintiuno (21) de julio de dos mil diez, se reciben las actuaciones procedente del Tribunal
Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de Protección de Niños Niñas y Adolescentes
de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en los Teques, constante de una pieza con (16)
folios útiles de la apelación interpuesta por el profesional del derecho abogado E.M., contra la decisión
dictada en fecha 10-05-2010, por INCIDENCIA POR MOTIVO DE FIJACION DEL QUANTUM DE
OBLIGACION DE MANUTENCION, Dándosele entrada y quedando anotado bajo el N° 10-7239.
Decisión de Tribunal Superior de Protección
de Niño, Niñas y Adolescentes de
Portuguesa, de 4 de Octubre de 2016
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Vincent

Fecha de 4 de Octubre de 2016


Resolución

Emisor Tribunal Superior de Protección de Niño, Niñas y


Adolescentes

Ponente Francileny Alexandra Blanco Barrios

Procedimiento Apelación

PODER JUDICIAL

Tribunal Superior de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado
Portuguesa, con sede Guanare

Guanare, 04 de octubre 2016

206º y 157º

ASUNTO: PP01-R-2016-000127

ASUNTO PRINCIPAL Nº: PP01-V-2014-000120

RECURRENTE: M.E.I.A., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-17.146.815.

APODERADO JUDICIAL: Abogado en Ejercicio H.L.A., inscrito en el IPSA bajo el número 34.419.

RECURRIDA: Sentencia Interlocutoria proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación,
Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.
PROCEDIMIENTO: APELACIÓN EN DEMANDA DE REVISIÓN DE INSTITUCIÓN FAMILIAR (RÉGIMEN DE
CONVIVENCIA FAMILIAR).

MOTIVO: APELACIÓN DE SENTENCIA INTERLOCUTORIA.

SENTENCIA: INTERLOCUTORIA.

SÍNTESIS DEL ASUNTO Y COMPETENCIA DE LA SUPERIORIDAD

Suben a esta Alzada las presentes actuaciones procesales en virtud de la apelación ejercida por el Abogado
H.L.A., inscrito en el IPSA bajo el número 34.419, actuando con el carácter debidamente acreditado a los autos,
de Apoderado Judicial del ciudadano M.E.I.A., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
Nro. V-17.146.815, con domicilio en la ciudad de Caracas, civilmente hábil y quien funge como parte
demandada en el asunto principal tramitado en primera instancia en este Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare, bajo el
alfanumérico PP01-V-2014-000120 con motivo de demanda de revisión de instituciones familiares (régimen de
convivencia familiar) incoado en su contra por la ciudadana D.E.L.R., venezolana, mayor de edad, titular de la
cédula de identidad Nro. V-14.333.612, domiciliada en el municipio Guanare del estado Portuguesa, civilmente
hábil y en beneficio de la niña Identificación Omitida por Disposición de la Ley de 05 años de edad; apelación
ejercida contra la Sentencia Interlocutoria dictada en fase de ejecución de sentencia definitiva, por el Tribunal
Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en Guanare de
fecha 07 de junio de 2016, mediante la cual fue negada la solicitud que hiciera el hoy recurrente en cuanto a
declarar la nulidad de todas y cada una de las actuaciones efectuadas en primera instancia y reposición de la
causa al estado de notificación del demandado.

Se observa de los autos que tempestivamente la parte accionada apeló de la sentencia proferida y mediante
auto dictado en fecha 17 de junio de 2016 el a quo oyó la apelación en un solo efecto, conforme a lo estatuido
en el artículo 488 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, remitiendo a esta
Superioridad, copias certificadas de las actuaciones procesales del asunto que el a quo consideró suficientes,
dándosele entrada al expediente en fecha 15 de julio de 2016, ordenando mediante auto expreso de la misma
fecha, la devolución del asunto al Tribunal de procedencia previa constatación de la insuficiencia de actas
procesales para la formación del criterio jurídico exhaustivo sobre la apelación ejercida.

En fecha 25 de julio de 2016 se dictó auto de reingreso del asunto y al término legal, se fijó la oportunidad
para la celebración de la audiencia de apelación, realizada en fecha 27 de septiembre de 2016, previa
formalización del recurso ordinario de apelación y no habiendo contestación a la formalización, se dictó el
dispositivo oral del fallo declarando parcialmente con lugar el recurso de apelación, nulas las actuaciones
posteriores al auto de admisión de la demanda principal, quedando dentro de ellas incluida la sentencia
interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016 así como la sentencia definitiva dictada en fecha 05/10/2015
ordenando, por consiguiente, la reposición de la causa al estado de fijar nueva oportunidad para la celebración
de la audiencia preliminar en fase de mediación. No hubo condenatoria en costas.

II

PUNTO CONTROVERTIDO

Con base a los alegatos expuestos por la parte recurrente en su escrito de formalización así como lo ratificado
en la audiencia de apelación, se sustrae que coexisten dos vicios que conducen al análisis por efectos de la
apelación, siendo uno de ellos la falta de motivación de la sentencia interlocutoria recurrida de fecha
07/06/2016 y con vista a dicho vicio entrar a conocer del petitorio del recurrente para determinar la
procedencia de la nulidad de las actuaciones del procedimiento tramitado en primera instancia y como
consecuencia de ello la reposición de la causa por violación al orden público en cuanto a la excelsa garantía
procesal de orden constitucional del debido proceso y el derecho a la defensa por error en la notificación,
conforme a los supuestos contenidos en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela , atendiendo al Principio del Interés Superior de la niña de autos, contenido en el artículo 78 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes.

III

MOTIVACIONES PARA DECIDIR

Cumplidos los trámites procesales inherentes al procedimiento en segunda instancia y estando en la


oportunidad para publicar el extenso del dispositivo oral del fallo dictado en fecha 27/09/2016, esta juzgadora
pasa a publicar la decisión, de conformidad con el artículo 488-D de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, en los siguientes términos:

En la formalización del recurso, la parte recurrente señaló que la sentencia apelada incurre en el vicio de
inmotivación, al no quedar fundamentada la decisión interlocutoria sobre motivaciones de derecho conforme a
las que le fuere negada la solicitud de nulidad de las actuaciones procesales de primera instancia, con arreglo a
las cuales se produjo la sentencia de mérito publicada en fecha 05/10/2015 y se ordenase la reposición de la
causa al estado de notificar al demandado, hoy recurrente en Alzada, por cuanto señala que de autos se
desprende que el Tribunal Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, remitió resultas positivas de la comisión que le fue conferida por el Tribunal Primero de Primera
Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare, a los fines de la práctica de la
notificación del demandado ciudadano M.E.I.A. de la admisión de la demanda de revisión del régimen de
convivencia familiar, incoada en su contra, por la ciudadana D.E.L.R., en beneficio de la niña Identificación
Omitida por Disposición de la Ley y con base a esas resultas el procedimiento dio curso con aparente legalidad
procesal, cuando lo realmente cierto es que la presunta notificación que fue practicada por el Alguacil de aquel
Tribunal de Protección del Área Metropolitana de Caracas constituye lo que en derecho se comprende como
una citación errónea asimilable por analogía a una notificación errónea.

Que dicha notificación errónea se configura al haberse inobservado lo establecido en el artículo 458 de la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), es decir, que se consideró eficaz la
notificación que se hiciera en la persona de un tercero que ni es el demandado, o alguno de sus apoderados o
bien alguien que se encontrare en su morada o habitación, por lo que se excluyó al recurrente de la posibilidad
de participar activamente en un proceso del cual considera de vital importancia su intervención, así como se le
cercenó el derecho a la defensa violando con ello el debido proceso al no poder ejercer los recursos contra la
sentencia dictada en fecha 05/10/2015, en donde se modificó unilateralmente y completamente la institución
familiar del régimen de convivencia familiar, lo que presupone contrario a la garantías y derechos procesales
consagrados en la Constitución y al propio interés superior de la niña Identificación Omitida por Disposición de
la Ley al coartarse el estatus de cercanía y afecto del cual venía gozando con su padre.

Que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece en el artículo 49 el principio del


debido proceso en todas las actuaciones judiciales y administrativas, y en el numeral 1, queda estatuido el
derecho que toda persona tiene de ejercer su defensa, así como a la notificación de los procesos judiciales
instaurados en su contra, condenando a la nulidad toda prueba obtenida bajo inobservancia del debido
proceso, de allí que la notificación errónea a la que hace referencia el recurrente la precalifica como falta
absoluta de notificación, por cuanto su validez debe verificarse conforme al cumplimiento de las formalidades
establecidas en la propia ley especial, ex artículo 458 de la LOPNNA, todo lo cual no ocurrió en el
procedimiento tramitado en primera instancia, lo que condujo a una sentencia que surge a espaldas de la
participación del demandado, quien en absoluto desconocimiento del proceso no se hizo presente al mismo y
por consiguiente no pudo ejercer su legítimo derecho a la defensa, y en la primera oportunidad en la cual se
hizo presente en el procedimiento, ya en fase de ejecución de sentencia, lo hace alegando el vicio de la
notificación errónea y solicitando al Tribunal A Quo la nulidad y reposición de la causa al estado de nueva
notificación, amparado por lo establecido en el artículo 213 del Código de Procedimiento Civil (CPC) así como
a lo asentado en la Sentencia Nro. 538 de fecha 27 de julio de 2006 de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia (Caso: Banco Mercantil Vs. Suelas y Manufacturas C.A) con ponencia del Magistrado Carlos
Oberto Velez, amén de otras sentencias de la Sala de Casación Civil en donde se exponen los criterios
casacionistas que sustentan los efectos jurídicos de la falta absoluta de la citación por interesar la misma al
orden público, siendo uno de los principales efectos el de la nulidad del acto írrito por violación del derecho a
la defensa y al debido proceso y de los actos subsiguientes a aquel según su validez importe a los actos
sucesivos del proceso. En función a lo expuesto el recurrente peticiona sea declarado con lugar el recurso por
inmotivación de la sentencia recurrida, y por consiguiente se produzca el pronunciamiento conforme al cual se
declare la nulidad de las actuaciones de primera instancia y se reponga el proceso al estado de ordenar la
notificación del demandado.

Para decidir, la Alzada observa:

La sentencia recurrida corresponde a una interlocutoria proferida por Tribunal competente que conoce la etapa
ejecutiva del proceso. Ahora bien, toda sentencia dictada por un órgano judicial, debe cumplir una serie de
requisitos que por la trascendencia del acto procesal interesa al orden público. Así tenemos que, las sentencias
o providencias judiciales deberán contener, entre otros requisitos de esencial formalidad, los motivos de hecho
y de derecho sobre el que se funda el silogismo jurídico de la decisión; en función a ello el artículo 485 de la
LOPNNA ha establecido que:
Artículo 485:…omissis. El fallo será redactado en términos claros, precisos y lacónicos, sin necesidad de narrativa, ni
transcripciones de actas, ni documentos que consten en el expediente; pero contendrá la identificación de las partes y sus
apoderados y apoderadas, los motivos de hecho y derecho de la decisión, así como la determinación del objeto o la cosa
sobre la cual recaiga su decisión, pudiendo ordenar, si fuere necesario, experticia complementaria del objeto, con único
perito, el cual será designado por el juez o jueza. (omissis)

(Fin de la cita-Subrayado con negrillas propios de esta decisión).

Ante la omisión de algunos de estos requisitos de forma de la sentencia, ha dispuesto el artículo 160.1 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 244 del Código de Procedimiento Civil,
que debe propenderse a la nulidad, sino total al menos parcial, del acto jurisdiccional impugnado, y la doctrina
devenida de las diversas Salas de nuestro Alto Tribunal de la República en su ardua labor jurisdiccional
casacionista ha abundado en los vicios que comportan cada unas de las omisiones en que se incurre al no
satisfacer los requisitos de exhaustividad de las sentencias. Dentro de este contexto, es menester traer a
mención lo señalado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia Nro. 1619, del
24 de octubre de 2008, expediente Nro. 2008-774 (caso: Agencia de Festejos San Antonio, C.A.), en Revisión
Constitucional, sobre el vicio de inmotivación, la cual estableció lo siguiente:
...El requisito de la motivación del fallo se fundamenta en el principio de legalidad de los actos jurisdiccionales. La tutela
judicial eficaz requiere respuestas de los órganos de administración de justicia, que estén afincadas en motivos
razonables, por lo que es necesario que toda sentencia contenga los motivos de hecho y de derecho en que apoye su
dispositivo para el conocimiento y la comprensión de los litigantes, como condición y presupuesto para el control de la
legalidad del pronunciamiento, mediante la proposición de los recursos ordinarios y extraordinarios que la ley otorgue a
las partes que tengan legitimación para oponerlos. Si no consta en el acto jurisdiccional la motivación sobre los
supuestos de hecho o la cuestión de derecho, se configura el vicio de inmotivación o falta de fundamentos, cuya
consecuencia es, se insiste, la obstaculización para la verificación del control de la legalidad del dispositivo de la
sentencia.(omissis)

(Fin de la cita).
Se desprende del contenido de las normas supras referidas, así como de lo señalado mediante la citada
sentencia de la Sala Constitucional, que para la validez de las decisiones dictadas por cualquier Tribunal de la
República, se requiere que la misma exponga con razonamiento lógico los fundamentos factuales y de ley
sobre los cuales asienta su pronunciamiento por lo cual, la motivación de toda decisión, es un requisito
esencial so pena de la declaratoria de nulidad de la decisión.

Siendo ello así, observa esta alzada, que la Jueza de la recurrida expuso llanamente su dispositivo con absoluta
prescindencia de razonamientos o valoración de los motivos de derecho por los cuales se alcanzó la conclusión
del silogismo que supone la decisión recurrida, excluyendo de esta forma a las partes, incluso aún, a la parte a
la cual favorece la decisión dictada, de la posibilidad procesal de ejercer las acciones o recursos pertinentes
para impugnar el pronunciamiento proferido; este Tribunal no observa en la sentencia recurrida la
fundamentación de derecho en los cuales asienta su criterio jurisdiccional para negar la nulidad y reposición
peticionada; si observa una relación breve y pormenorizada de lo que fue el discurrir procesal del
procedimiento en primera instancia hasta dictarse la sentencia definitiva con indicación del tiempo transcurrido
entre la sentencia definitiva y el escrito de solicitud de nulidad y reposición, empero no queda para nada
determinado, más allá de los hechos, cuál norma consideró la juzgadora del a quo para desestimar la petición,
vale decir, que del texto de la recurrida, no es posible deducir, ni desde el punto de vista fáctico ni desde el
jurídico, qué basamento jurídico sustenta la decisión tomada; pues como se aprecia, no existe un razonamiento
que permita entender el porqué de lo decidido, para que quien acceda al fallo comprenda que es producto de
una exégesis racional del ordenamiento jurídico, que no se trata de una sentencia producto de la arbitrariedad
del juzgador o de la juzgadora. De tal forma que a criterio de este ad quem, conforme a las normas
previamente indicadas y a la doctrina jurisprudencial citada, se halla perfectamente configurado en la sentencia
recurrida el denunciado vicio de inmotivación, con lo cual se viola el debido proceso, el legítimo derecho a la
defensa y la tutela judicial efectiva. Y así se establece.

Ahora bien, corresponde estimar el segundo aspecto nodal contentivo de la apelación, para lo cual, es
importante precisar, que el asunto versa sobre una alegada nulidad del procedimiento tramitado en primera
instancia desde el momento de la notificación del demandado, hasta la actuación del Tribunal A Quo en
funciones de Ejecución, por cuanto el procedimiento ya ha sido decidido mediante sentencia definitiva
publicada en fecha 05/10/2015 y que no habiéndose ejercido recurso ordinario o extraordinario alguno que
enervara sus efectos fue declarada firme y conducida a la etapa de ejecución.

Nos encontramos, pues, frente a una solicitud a instancia de parte de nulidad y reposición, por la vía de escrito
y por ante un Juzgado de Ejecución que por su nivel jerárquico le ubica en primera instancia al igual que el
Tribunal que pronunció la sentencia de fondo. Yendo un poco más allá, observamos que se trata de un
procedimiento cuya sentencia definitiva se encuentra firme y que por efectos del proceso ha adquirido cosa
juzgada formal, dado que este tipo de asuntos, vale decir, las instituciones familiares, carecen de cosa juzgada
material por cuanto son revisables en nuevo procedimiento autónomo, vale decir, que la cosa juzgada en este
tipo de asuntos se caracteriza por la imperatividad, pero carece de inmutabilidad, porque puede replantearse
el objeto del asunto en un nuevo proceso.

Sin embargo, como quiera que se trata de cosa juzgada y que es de orden público, le está vedado al Juzgado
de Ejecución, sin que para ello sirvan excusas de nulidad por violación al debido proceso, aunque también
importe al orden público constitucional, decretarla y ordenar la reposición de la causa a solicitud de parte,
porque tal facultad jurisdiccional no le ha sido otorgada por la Ley, vale decir, en la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes ni aun en otro cuerpo adjetivo normativo civil que por remisión
supletoria sea aplicable, puesto que al hacerlo se colocaría en otra especie de abominación jurisdiccional al
violar la cosa juzgada que supone una sentencia definitivamente firme, conforme al contenido del artículo 49,
numeral 7 y artículo 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el
contenido del artículo 272 del Código de Procedimiento Civil.
De otro lado, es importante recordar, que ante una situación como la planteada por el recurrente de marras,
esto es, ante la verificación de una violación al debido proceso por errónea notificación y que habiendo sido
tramitado en su totalidad el proceso alcanzado, incluso la decisión de mérito del asunto, quedaba el recurrente
de marras habilitado por el ordenamiento jurídico para interponer el Recurso Extraordinario de Invalidación
previsto en los artículos 327 y 328 del Código de Procedimiento Civil, como medio idóneo y expedito para
reparar la presunta situación jurídica infringida, procedimiento que resultaba aplicable por remisión del artículo
452 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, ya que en su artículo 327, el Código
Civil establece que “Siempre que concurra alguna de las causas que se enumeran en el artículo siguiente, el
recurso extraordinario de invalidación procede contra las sentencias ejecutorias, o cualquier otro acto que
tenga fuerza de tal”; y el artículo 328 eiusdem señala que son causas de invalidación, entre otras “1) La falta de
citación, o el error, o fraude cometidos en la citación para la contestación.”

Al respecto, señala Rengel-Romberg en su Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo II lo siguiente:

(…) para solicitar la reposición, es necesario hacerlo durante el juicio, cuando se trate de vicios en los trámites
del procedimiento; o hacerlo mediante el recurso de apelación contra la sentencia de la instancia inferior; o del
recurso de casación contra la sentencia de la última instancia, (…) Pero no ejercido el recurso de apelación, ni
anunciado el de casación en su caso, queda cerrada la vía para pretender la corrección de los vicios, por virtud
de la cosa juzgada producida por la sentencia no impugnada. La sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada no puede ser impugnada por infracciones procesales, salvo mediante el recurso excepcional de
invalidación de los juicios (…). (Rengel-Romberg, p. 224). (Subrayado del Tribunal)

Sobre esta vía extraordinaria de impugnación, la Sala Constitucional ha sido conteste en sentar su criterio
sobre la idoneidad del Recurso de Invalidación, habiéndolo dejado así establecido en sentencias Nro. 439 del
15 de marzo de 2002, expediente Nro. 1148; expedientes Nros. 541 y 657 del 15 y 28 de abril de 2005, salvo
que se trate del proceso intimatorio, que no es aplicable al caso de marras.

Sobre la base de las vías legales y jurisprudenciales referidas, encuentra esta Juzgadora Ad Quem, coherencia
en la decisión de la recurrida al negar la solicitud de nulidad y subsecuente reposición de la causa que fuere
peticionada por el recurrente de marras, so pena de incurrir ese Juzgado A Quo en violación de la cosa juzgada
formal que ha adquirido la sentencia del procedimiento tramitado en primera instancia, con lo cual debe este
Juzgado Superior manifestar conformidad y compartir la negativa expresada en la decisión recurrida, haciendo
la salvedad que en su decisión ha debido dejar fundamentado los motivos de derecho por los cuales
desechaba la solicitud. Y así se estima.

Del análisis de los elementos traídos al conocimiento de la Alzada con el presente recurso de apelación,
concluye esta jurisdicente que declarar Parcialmente Con Lugar el recurso de apelación ejercido por la parte
accionada en contra de la sentencia interlocutoria dictada en fecha 07/06/2016 por el Tribunal Segundo de
Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en Guanare, por el vicio de
inmotivación de sentencia y negar la solicitud de nulidad y reposición de la causa, resulta aconsejable en
derecho. Y Así se Decide.

No obstante lo anterior, este Juzgado Ad Quem conforme al artículo 488-D de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, tiene facultad plena, cuando se verifica la ocurrencia de
infracciones de orden público y constitucionales en el procedimiento sustanciado en primera instancia de
anular el mismo y ordenar su reposición restableciendo la situación jurídica infringida, siendo criterio de quien
juzga que, en el presente caso concreto, se produjeron una serie de infracciones de tal naturaleza, pues no
puede afirmarse la existencia de un juicio justo cuando se hubiere desarrollado en violación al debido proceso
a través del cual se expresa también la tutela judicial efectiva, tal como lo ha establecido el m.T. del país en
sentencia Nro. 1786 de fecha 05/10/2007, expediente Nro. 04-1991, citada en el texto “Doctrina Constitucional
2005-2008” (Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial No.34, Caracas, Venezuela, 2009, Pág.
142), del profesor F.C., habida consideración que, el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela contempla una serie de principios, derechos y garantías asociados al debido proceso,
persiguiendo, en definitiva, la consecución de un juicio justo, entre otros, se refiere al derecho a la defensa, a
ser oído, al derecho de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer
su defensa y al principio de nulidad de las pruebas obtenidas en violación al debido proceso.

En tales órdenes, el artículo 334 constitucional atribuye a todos los jueces de la República la obligación de
asegurar la integridad de la Constitución, siempre dentro del ámbito de su competencia y conforme a lo
previsto en el mismo Texto Fundamental, lo que se traduce en el deber de mantener, aún de oficio, la
supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales, lo que en resumen faculta al Juez a estar
presto a la posibilidad de decretar la nulidad de un procedimiento, en cualquier estado y grado, si en el mismo
se han violados derechos fundamentales que atentan contra los valores y principios constitucionales del Estado
Social de Derecho y de Justicia, como lo son el debido proceso y el derecho a la defensa, todo ello a tenor de
los artículos 2 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con
los artículos 11 del Código de Procedimiento Civil, que faculta al juez a actuar de oficio en resguardo del orden
público o de las buenas costumbres y del artículo 17 eiusdem el cual ordena al Juez a tomar de oficio las
medidas necesarias para evitar el fraude procesal y los actos contrarios a la rectitud y nobleza de la justicia.

Es por ello, que aún habiendo señalado que al recurrente de autos le correspondía ejercer la vía del recurso
extraordinario de invalidación para intentar la nulidad de la sentencia de mérito dictada en primera instancia y
no la solicitud de declaratoria de nulidad y reposición de la causa, encuentra esta Juzgadora en el
ordenamiento jurídico positivo previamente citado, habilitación suficiente para que, una vez que ha constatado
que el proceso tiene vicios contrarios el orden público constitucional, opte por revocar actos de dicho proceso
por resultar contrarios a la magnificencia de la justicia y a normas legales expresas; resultando incluso tan
viable este proceder jurisdiccional que como antecedente encuentra asidero decisiones de la Sala
Constitucional en sentencia Nro. 951 de fecha 09/08/2000 Expediente 00-0126 (Caso: Faiez A.H.B., y Otros) con
ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, en donde se confirmó la sentencia objeto de
consulta sometida a su conocimiento mediante la cual se declaró inadmisible el amparo interpuesto y, por
encima de ello, examinó otros aspectos del caso bajo juzgamiento y, consideró que las partes actuaron
contrario a la ética y probidad que debían guardar en el proceso por lo que declaró inexistente el mismo, todo
lo cual resulta asimilable en materia de protección de niños, niñas y adolescentes que es por su esencia de
orden público; asimismo, en sentencia Nro. 984 de fecha 11/05/2006, Expediente 04-2653 (Caso: Dovilio de
A.M., y Otros) con ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, en donde pese haber declarado
sin lugar la apelación ejercida contra la decisión sometida a consulta, la Sala Constitucional revoca igualmente
la sentencia y declara la nulidad del fallo dictado en primera instancia así como los demás actos subsiguientes
a la validez del mismo ordenando la reposición de la causa al estado en donde se restablecía el orden público
infringido, en aras de salvaguardar el orden público constitucional.

En sintonía a ello, esta Alzada considera que pretender ahondar en la importancia del orden público, es
sobrescribir en todo aquello que ya la doctrina jurisprudencial, literaria y académica, amplia y abundantemente
nos han enseñado; no obstante, a los fines de la comprensión real de la delación que se ha advertido en el
presente asunto, es menester recordar que el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, junto con el 26 y el 257 eiusdem, constituyen la columna vertebral sobre la cual se sienta la base del
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, propugnado como principio fundamental de nuestra
actual República Bolivariana de Venezuela.

El debido proceso impone un conjunto de lineamientos que deben, en el sentido estricto del deber
impretermitible, observar en cada una de sus actuaciones todos los órganos jurisdiccionales que integran el
sistema nacional de justicia. Tales lineamientos están relacionados con los derechos humanos, el orden público,
la seguridad jurídica y, que desde una visión holística, supone el interés y los f.d.E.. Concatenado a ello,
el artículo 257 Constitucional claramente establece que el proceso es un instrumento fundamental para la
realización de la justicia y dentro del proceso será indispensable e indisponible cumplirse taxativamente las
formalidades esenciales, de orden público, para no lesionar esa justicia que se erige como el principio primero
y último del bien común.

En relación al debido proceso la Sala Constitucional de Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia Nº
150 de fecha 09 de febrero de 2001, al referirse a la violación al debido proceso y derecho a la defensa dejó
sentado lo que de seguidas se cita:
(…) La infracción del derecho a la defensa o al debido proceso por actuación u omisión judicial, no se produce con toda
infracción de reglas procesales. Solo cuando la infracción impida a una parte ejercer su defensa, enervándole las
oportunidades para alegar y probar, cercenándole la contradicción y el control de las pruebas de su contraparte, o
impidiéndole conocer lo que se le imputa o se pretende de él, o negándole el uso de los medios que la ley adjetiva
establece en desarrollo de la garantía jurisdiccional; y del derecho al debido proceso, será, cuando ocurra la infracción
constitucional materia de la acción de amparo; por lo que quien accione en amparo, contra una decisión judicial deberá
alegar cómo y de qué manera la infracción procesal denunciada le impide o menoscaba el ejercicio de sus derechos
constitucionales a la defensa, al debido proceso o a la tutela judicial efectiva, indicando en principio expresamente, la
actividad procesal concreta a la que tenía o tendría derecho en ejercicio de sus derechos constitucionales, que le ha sido
impedida por la violación procesal o de qué manera la infracción cometida por el Juez le menoscaba el ejercicio de
algún otro derecho constitucional. (…)

(Fin de la cita).

Por otra parte, es deber de esta Alzada como protectora de la Constitución y de los derechos y garantías en
ella consagrados, invocar el fallo Nº 708 dictado por la Sala Constitucional el 10 de mayo de 2001, el cual ha
definido el concepto de tutela judicial efectiva, y el proceso como garantía de la misma:
(…) como un derecho de amplísimo contenido, que comprende el derecho a ser oído por los órganos de administración
de justicia establecidos por el estado, es decir, no solo el derecho de acceso sino también el derecho a que, cumplidos los
requisitos establecidos en las leyes adjetivas, los órganos judiciales conozcan el fondo de las pretensiones de los
particulares y mediante una decisión dictada en derecho, determinen el contenido y la extensión del derecho deducido, de
allí que la vigente Constitución señale que no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales y
que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia (…)

De lo anterior se deduce que la tutela judicial efectiva se manifiesta como el derecho que tienen todas las
personas llamadas a un proceso, o que de alguna otra manera intervengan en el mismo, a que se respete el
debido proceso. Es evidente que los derechos relativos al debido proceso y a la defensa, denunciados por la
parte recurrente como transgredidos, están estrechamente relacionados entre sí con el derecho a la tutela
judicial efectiva, pues giran en la esfera de los derechos humanos fundamentales, vale decir, el derecho a ser
válidamente y legalmente notificado de un procedimiento incoado en su contra y con ello ejercer el legítimo
derecho a la defensa, como elemento necesario para la verdadera realización de la justicia en virtud de lo cual
emerge para los operadores judiciales la obligación de hacerlos respetar en cualquier estado y grado del
proceso.

Las garantías procesales del debido proceso y del derecho a la defensa que responden al orden público y que
en nuestro ordenamiento jurídico son de rango constitucional, inciden directamente en la validez o nulidad de
los actos procesales. Así, entonces, tenemos que para que una decisión judicial pueda tener eficacia y validez
deberá estar revestida de la más estricta observancia de las garantías procesales, dentro de las cuales se
comprende el haber garantizado un proceso apegado a las leyes procesales y a la doctrina jurisprudencial que
emerge del más Alto Tribunal de Justicia, verificando en todo estado y grado del proceso que se haya dado
cumplimiento y satisfacción a todos los requisitos previos que circundan el establecimiento de los hechos para
la real configuración de la relación jurídico procesal.

Se comprenden así, el debido proceso y el derecho a la defensa, los principios constitucionales que apalancan
y orientan la conducta de Jueces y Juezas de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en materia del debido
proceso como expresión de la tutela judicial efectiva, tal como se desprende de la sentencia Nro. 579 de fecha
20/06/2000, citada en el texto “Derecho de la Niñez y la Adolescencia en la Doctrina de la Sala Constitucional
(2000-2008)” (Tribunal Supremo de justicia, Colección Doctrina Judicial No.33, Caracas – Venezuela, 2010,
Pág.59), de la profesora C.Z.d.M., involucra el derecho del justiciable o la justiciable a tener acceso a la justicia y
para ello debe ser impuesto o impuesta de la existencia del procedimiento, a fin que la pretensión sea
tramitada en un procedimiento de cognición, en el cual pueda alegar sus afirmaciones y defensas, debiendo
entender por “defensas” no nada más el explanar aquellas afirmaciones y los fundamentos jurídicos, sino
también acceder a las pruebas, tanto las propias como a las de la contraria, para obtener un pronunciamiento
judicial fundado con vista a las afirmaciones de las partes y las probanzas producidas en el contradictorio,
pronunciamiento que debe abarcar no lo alegado, sino todo lo alegado.

Tan importantes resultan tales principios, derechos y garantías que, en sentencia Nro. 00235, expediente
AA20-C-2010-000204 dictado en fecha 01/06/2011, la Sala de Casación Civil del m.T. del país, citando la
decisión de ese mismo Tribunal en Sala Plena, Nro. 20 de fecha 14/05/2009 en el Expediente Nro.
AA10-L-2006-000066, reconoce la existencia de otros principios constitucionales que, en ciertos casos, cobran,
incluso, mayor preeminencia que la cosa juzgada y que, por ende, deben ser preservados por encima de tal
institución, estableciendo en ese caso la prevalencia del debido proceso y el derecho a la defensa,
reconociendo que, en los supuestos en que se han generado tales infracciones, surge la denominada cosa
juzgada atípica o anómala y esa importancia, en criterio de quien aquí decide, no queda relevada por el solo
hecho que en el asunto aparezcan involucrados niños, niñas o adolescentes, al contrario, cobran mayor
vigencia e imponen superior vigilancia, precisamente porque se trata de personas que, en la generalidad de los
casos, no concurren directamente a ejercer sus derechos e intereses, sino que los alegan y sostienen su madre
o su padre, incluso ambos, en ejercicio de la representación que se deriva de la patria potestad, por lo que al
confrontar las dos instituciones procesales que en el presente asunto representan figuras antinómicas de orden
público constitucional, esta Juzgadora asiente en aquiescencia a la doctrina de la Sala Plena en cuanto a que la
cosa juzgada (siempre que esta sea atípica o anómala) es de menor entidad que las garantías y principios
constitucionales del debido proceso y el derecho a la defensa, máxime cuando nos encontramos frente a la
cosa juzgada formal. Y Así se estima.

Teniendo en consideración lo antes expuesto, y habiendo realizado un análisis exhaustivo del presente asunto,
esta instancia superior ha podido constatar de las actuaciones que corren insertas a los folios 12 al 16 que la
comisión conferida al Tribunal Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional fue remitida con resultas positivas al comitente Tribunal Primero de Primera Instancia de
Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.

Sin embargo, al folio 12 de autos, se desprenden elementos fácticos que desdibujan las formalidades
esenciales bajos la cuales está concebida la práctica de la notificación del sujeto procesal llamado al proceso en
calidad de accionado o demandado, puesto que la notificación fue practicada en la persona de un tercero que
se identificó como S.M. B, titular de la cédula de identidad Nro. V-9.138.521 y quien “se ofreció a recibir el
documento” (entiéndase boleta de notificación) dejando constancia el ciudadano Alguacil del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, que habiendo llegado a la dirección indicada en la boleta, específicamente al Edificio M.A., la
ciudadana S.M. B, le indicó al ciudadano Alguacil que los intercomunicadores no funcionaban y le acompañó
hasta el apartamento 5-A (rectius: 51-A) del señalado edificio procediendo a tocar el timbre y la puerta de
dicho apartamento y no atendieron al llamado, siendo que la referida ciudadana S.M. B, previo ofrecimiento de
recibir la boleta, se comprometió a hacer entrega del documento al ciudadano a notificar, vale decir, al
ciudadano M.E.I.A..

Frente a esta relatoría de elementos factuales, no logra concebir esta operadora de justicia, cómo considerar
válidamente practicada la notificación, cuando quien se impuso de la misma no fue la persona ordenada a
notificar, además esta no reside en la habitación o morada del sujeto a notificar (demandado), ni es una
persona autorizada o apoderada del mismo, actuación con la cual se dio continuidad al andamiaje procesal
que desembocó en la sentencia definitiva publicada en fecha 05/10/2015, habiéndose violado las formalidades
de ley previstas en el artículo 458 de la vigente Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, que establece lo siguiente:
Artículo 458. Notificación por boleta

Admitida la demanda, se ordena la notificación de la parte demandada mediante boleta, a la cual se adjuntará copia
certificada de la demanda, con indicación de la oportunidad para que comparezca ante el Tribunal a los fines de conocer
la oportunidad fijada para el inicio de la fase de mediación de la audiencia preliminar. El alguacil entregará la boleta al
demandado, demandada o a quien se encuentre en su morada o habitación y, en caso de ser una persona jurídica, en la
oficina receptora de correspondencia si la hubiere, dejando constancia del nombre y apellido de la persona a la que la
hubiere entregado, quien deberá firmar su recibo, el cual será agregado al expediente de la causa. Si el notificado o
notificada no pudiere o no quisiere firmar el recibo, el alguacil le indicará que ha quedado igualmente notificado y dará
cuenta al Tribunal en el mismo día. El secretario o secretaria debe dejar constancia en autos de haberse cumplido dicha
actuación.

(Fin de la cita-Subrayado con negrillas propios de la presente decisión).

Por consiguiente, la notificación en el procedimiento ordinario previsto para la jurisdicción de protección de


niños, niñas y adolescente debe cumplir con ciertos requisitos para su validez, como garantía de que el
demandado sea informado de la acción intentada en su contra a fin de oponer la defensa que a bien considere
pertinente, los cuales, a criterio de esta Alzada no fueron cumplidos en el presente caso, pues, de las actas
procesales no se evidencia la notificación efectiva del demandado, sino, que la notificación fue entregada a un
tercero que no habita en la morada o habitación del demandado ni estaba autorizada por este para recibir
correspondencias o cualquier otro documento en su nombre, de lo cual puede inferirse que procesalmente, el
demandado nunca fue notificado, en consecuencia, no tuvo conocimiento judicial de la acción intentada en su
contra, por lo que mal podía haber asistido a algún acto del proceso, dando lugar a la admisión de los hechos,
con lo cual se le violó el derecho a la defensa y el debido proceso. Y así se estima.

Con respecto a la materia de nulidades procesales, es propicio hacer mención lo que la Sala de Casación Civil,
en sentencia proferida en fecha 10 de octubre de 2014, Recurso de Casación Nro. 601, Expediente Nro. 14-232
(Caso: Banco Mercantil, Banco Universal contra Giacinto Vincenso Rusoo Yépez y otros), ha apuntalado en los
términos siguientes:

“…El régimen adoptado por nuestro legislador procesal, acoge en materia de nulidades procesales, el principio
de que toda nulidad para ser decretada debe haber causado un menoscabo al derecho de defensa a la parte
que la solicite, y por otro lado esa nulidad debe ser de tal entidad que sea realmente útil al proceso mismo, sin
lo que reportaría una nulidad inoficiosa que retrasaría el procedimiento sin que esto reporte beneficio, lo que
es evidente injusto e improcedente.

En el sentido apuntado esta Sala ha señalado que:


Las faltas cometidas en la sustanciación de los procesos no dan lugar a la reposición sino cuando son de tal naturaleza
que causen nulidad de lo actuado, o vayan contra el orden o interés público, o lesione derechos de los litigantes y
siempre que no puedan subsanarse de otra manera. En varias ocasiones esta Corte ha declarado que la reposición debe
perseguir una finalidad útil, que no proceden las reposiciones teóricas, innecesarias

, (Sentencia de fecha 12 de diciembre de 1956, G.F. Nº 14, segunda etapa, pág. 185).

Como la propia doctrina de esta Sala lo ha indicado, las nulidades procesales requieren para su declaratoria, la
afectación al derecho de defensa de alguno de los litigantes, pues de lo contrario, su finalidad restablecedora y
restauradora del procedimiento en protección de las formas procedimentales, desaparecería y se convertirían
en una manera de hacer los procesos interminables. Es por ello que nuestro legislador procesal, regula la
utilidad de la reposición en los artículos 206, 211 y 212 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que en
ningún caso se declarará la nulidad si el acto alcanza el fin al cual está destinado, y no permitiendo la nulidad
de los actos consecutivos del procedimiento, sino sólo cuando dicho acto sea esencial para la validez de los
siguientes...” (Fin de la cita).

De la sentencia supra transcrita, luce patente que en la labor interpretativa de las instituciones procesales,
quienes administramos justicia, debemos observar en orden primordial la supremacía y eficacia de las normas y
principios de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo fin, no es otro, sino la resolución
del conflicto de fondo, de forma imparcial, idónea, transparente, independiente, expedita y sin formalismos o
reposiciones inútiles, tal como lo preceptúan los artículos 26 y 257 eiusdem.

Al particular, encontramos propio informar en este proceso la doctrina académica del Profesor J.M.M.d. la L.E.,
en su obra “La Nulidad de Actuaciones en el Proceso Civil” citado por la Sala de Casación Civil en Sentencia
Nro. 10 de fecha 17/02/2000, Expediente Nro. 1998-338 (Caso: A.E.F. contra L.C.M.), cuando ha expresado que:
A este respecto, constituye la indefensión sin duda alguna, junto con la finalidad de los actos procesales, la piedra
angular en el estudio de las nulidades procesales, pues aun cuando se trata de un concepto en absoluto novedoso en el
ámbito del Derecho Procesal, ya que viene siendo utilizado habitualmente desde hace largo tiempo, tanto por la doctrina
como por la jurisprudencia, en el momento presente ha adquirido una gran relevancia al suponer la interdicción de
indefensión, corolario fundamental en la apreciación de la vulneración de cualquiera de las garantías constitucionales
de incidencia procesal.

Así pues, al acucio del acertar en el elenco de posibilidades procesales del que dispone esta Juzgadora para
proteger los postulados y principios constitucionales, considera aconsejable decretar la reposición, recordando
en torno a la nulidad que fue peticionada por el recurrente de marras y que resultó asertivamente negada por
el Tribunal A Quo al estar imposibilitada de hacerlo per se, pero que de oficio si le está permitido a esta Alzada
por el orden constitucional, legal y por analogía jurisprudencial que dimana de la Sala Constitucional, conforme
a los cual y en similares procesos y situaciones ha actuado en resguardo del orden público constitucional. (Vid.
Sala Constitucional Sentencias Nro. 951 de fecha 09/08/2000 Expediente 00-0126 (Caso: Faiez A.H.B., y Otros) y
Nro. 984 de fecha 11/05/2006, Expediente 04-2653 (Caso: Dovilio de A.M., y Otros), ambas con ponencia del
Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero).

En consecuencia, esta Juzgadora, al análisis de si se hace necesario o no reponer la causa, lo efectúa a la luz
jurídica de que siempre deberá atenderse a la utilidad de la misma, en cumplimiento a lo previsto en el artículo
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al proscribir sacrificar la justicia por
formalidades no esenciales o cuando ésta sea inútil. Así, el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, expresamente dispone que el debido proceso se aplique a todas las actuaciones
judiciales y administrativas, por tanto, para materializar al justiciable el derecho a la tutela judicial efectiva en
los términos del artículo 26 constitucional, debe acceder a la administración de justicia pero a través de un
proceso debido, tramitando la acción incoada de acuerdo a los limites procesales establecidos en la ley de que
se trate y nunca al margen de ello, ni a la discrecionalidad de los juzgadores o de las partes, como vía única
para alcanzar una resolución judicial en conformidad con la Ley, con prontitud y que de forma motivada y
congruente pueda ser ejecutada efectivamente.

En tal sentido, se constitucionalizó la prohibición de sacrificar la justicia por formalidades no esenciales, ex


artículo 257 ibídem, quedando proscrito también dicho sacrificio cuando, a pesar de haber ocurrido un error,
retrotraer el proceso al estado de su ocurrencia resulte inútil, a tenor de lo previsto en el artículo 26 ibídem,
conforme a lo cual se elimina la consideración del proceso como un fin en sí mismo y se actúa con vista a los
principios de economía y celeridad, de manera de determinar si se emite una sentencia propia sobre el fondo
de la cuestión controvertida o, caso contrario, si por el error ocurrido es necesario retrotraer el procedimiento a
estadios ya superados, por ser la única vía para remediarlo.
De lo anteriormente expuesto, esta Alzada llega a la convicción plena que el procedimiento tramitado en
primera instancia se encuentra viciado de nulidad por violación del orden público procesal de rango
constitucional por infringir el debido proceso al conculcar el legitimo derecho a la defensa que debió
garantizarse a todos y cada uno de los sujetos procesales.

Advierte esta instancia superior, que no está ciega ni obvia la intríngulis procesal en que se escenifica el asunto
bajo estudio, el cual goza de cosa juzgada formal, pero como ya se ha dicho supra, en determinadas y
singulares oportunidades debe el operador de justicia equilibrar los principios y normas constitucionales que
entre sí se contrapongan, por cuanto no podrá sacrificarse la justicia por formalidades que, aún cuando sean
esenciales, agreden de forma lesiva y contundente el orden público y las buenas costumbres, siendo necesario
para el juez y en especifico para esta Juzgadora, decantar cuál principio impera: La seguridad jurídica que
garantiza la institución de la cosa juzgada, o la garantía y el derecho humano del debido proceso y el derecho
a la defensa, resultando en el sistema de pesos y contrapesos para quien decide, básico, fundamental,
preeminente y de impretermitible aseguramiento todo aquello que propenda a el resguardo del debido
proceso y del derecho a la defensa. Y así se estima.

De allí que, cuando errores que atañen formalidades esenciales en el procedimiento han frustrado facultades
procesales fundamentales, relacionadas con la tutela efectiva y los derechos que la expresan y que han sido
referidos supra, no existe otra vía o mecanismo procesal distinto a la reposición, tal como lo prevé el artículo
206 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 212 ibídem, que permite declarar la
nulidad y retrotraer el proceso a estadios ya superados cuando se hubiere producido algún vicio o
quebrantamiento de disposiciones de orden público, lo que no podrá subsanarse ni aún con el consentimiento
expreso de las partes.

Especial mención merece, en este punto del fallo, colacionar el hecho que el asunto principal relacionado con
el presente recurso versa sobre una de las instituciones familiares más relevantes en la vida de un niño, niña o
adolescente, como lo es el régimen de convivencia familiar, a través del cual se le garantiza el derecho a
mantener contacto directo y permanente con el padre o la madre, cuando exista separación entre estos,
procurando una dinámica familiar impregnada de afecto, solidaridad, y seguridad que propenda a su
desarrollo integral, aún en las adversas circunstancias que muchas veces acompañan la separación de sus
padres, en virtud de lo cual en nada favorece al interés superior de la niña de autos, conforme a lo dispuesto
en el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, 78 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en concordancia con el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, un proceso viciado por infracciones al orden público constitucional, donde el padre
(demandado) no ha tenido participación alguna en la revisión de esta importante institución familiar que incide
directamente en la protección integral de su hija, debido a que fue enarbolado en detrimento del derecho a la
defensa y las garantías del debido proceso y la tutela judicial efectiva. Así se establece.

En consecuencia, este Juzgado Primero Superior, atendiendo al supremo deber del resguardo del orden
público constitucional, previamente determinadas en la presente decisión, con fundamento en los artículos
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 488-D de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con el artículo 334 Constitucional, artículos 11 y 17 del Código
de Procedimiento Civil, procede a ordenar la reposición de la causa al estado de fijar oportunidad para la
celebración de la audiencia preliminar en fase de mediación, toda vez que en el presente procedimiento y en
este estado las partes se encuentran a derecho constituyendo un retardo innecesario retrotraer el proceso al
estado de notificación; por consiguiente se declara la nulidad de las actuaciones posteriores a la admisión de la
demanda, vale decir, las realizadas durante las diversas audiencias y fases del procedimiento tramitadas en
primera instancia, incluyendo la sentencia definitiva de fecha 05/10/2015 dictada por el Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare y las actuaciones en fase de ejecución de
sentencia, comprendida dentro de ellas la sentencia interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016 proferida por
el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.
Y Así se Decide.

En fuerza de todo lo antes analizado, resulta procedente y ajustado a derecho declarar parcialmente con lugar
la apelación de la parte demandada. Por último, teniendo en consideración la naturaleza del presente fallo no
hay condenatoria en costas.

IV

DISPOSITIVA

En virtud y fuerza de lo antes expuesto, este Tribunal Superior del Circuito Judicial de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes del estado Portuguesa, con sede Guanare, en Nombre de la República Bolivariana de
Venezuela, Administrando Justicia y por Autoridad de la Ley, DECLARA:

Primero
PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso de apelación interpuesto en contra de la Sentencia Interlocutoria de
fecha 07 de junio de 2016 proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación
y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
estado Portuguesa, sede Guanare. Y Así se Decide.

Segundo
ORDENA LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA, al estado de fijar oportunidad para la celebración de la audiencia
preliminar en fase de mediación, en resguardo del orden público constitucional, con fundamento en
los artículos 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 488-D de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con el artículo 334 Constitucional,
artículos 11 y 17 del Código de Procedimiento Civil, visto que ambas partes en el presente procedimiento ya se
encuentran a derechos. Y Así se Decide.

Tercero
NULAS las actuaciones posteriores a la admisión de la demanda, realizadas durante las diversas audiencias y
fases del procedimiento efectuadas en primera instancia, incluyendo la sentencia definitiva de fecha 05 de
octubre de 2015 dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio y las actuaciones en fase de
ejecución de sentencia, comprendida dentro de ellas la sentencia interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016
proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa,
sede Guanare. Y Así se Decide.

Cuarto
NO SE CONDENA EN COSTAS del recurso al recurrente, en virtud de la naturaleza de la decisión. Y Así se
señala.

Déjese transcurrir el lapso previsto en el Artículo 489-B de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, vencido el cual sin que las partes hayan anunciado recurso alguno, se bajará las presentes
actuaciones con sus resultas al Tribunal de origen, para que de cumplimiento a la decisión y remita el
expediente al Juzgado Primero de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución de este Circuito y
Circunscripción Judicial al cual correspondió por distribución el conocimiento del asunto en primera instancia.
Y así se Establece.

Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.


Publíquese, regístrese, ejecútese y déjese copia certificada.

Dada, sellada, firmada y refrendada en el Tribunal Superior del Circuito de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede Guanare, a la fecha de su
publicación.

La Jueza Superior,

Abog. Francileny A.B.B..

La Secretaria,

Abog. Juleidith V.P.F. de Ramos.

En igual fecha y siendo las 3:19 p.m. se publicó y agregó el presente fallo a las actas del expediente de lo cual
se deja constancia de conformidad con lo consagrado la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. De igual manera se ordenó su inserción en el Sistema Juris 2000, así como su correspondiente
publicación en el portal informático http://portuguesa.tsj.gov.ve/.

La Secretaria,

Abog. Juleidith V.P.F. de Ramos

FABB/JuleidithPacheco.

EXP. Nro. 107239


En fecha veintiuno (21) de julio de dos mil diez, se reciben las actuaciones procedente del Tribunal
Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de Protección de Niños Niñas y Adolescentes
de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en los Teques, constante de una pieza con (16)
folios útiles de la apelación interpuesta por el profesional del derecho abogado E.M., contra la decisión
dictada en fecha 10-05-2010, por INCIDENCIA POR MOTIVO DE FIJACION DEL QUANTUM DE
OBLIGACION DE MANUTENCION, Dándosele entrada y quedando anotado bajo el N° 10-7239.
Decisión de Tribunal Superior de Protección
de Niño, Niñas y Adolescentes de
Portuguesa, de 4 de Octubre de 2016
SentenciaCitas 23Citado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent

Fecha de 4 de Octubre de 2016


Resolución

Emisor Tribunal Superior de Protección de Niño, Niñas y


Adolescentes
Ponente Francileny Alexandra Blanco Barrios

Procedimiento Apelación

PODER JUDICIAL

Tribunal Superior de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado
Portuguesa, con sede Guanare

Guanare, 04 de octubre 2016

206º y 157º

ASUNTO: PP01-R-2016-000127

ASUNTO PRINCIPAL Nº: PP01-V-2014-000120

RECURRENTE: M.E.I.A., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-17.146.815.

APODERADO JUDICIAL: Abogado en Ejercicio H.L.A., inscrito en el IPSA bajo el número 34.419.

RECURRIDA: Sentencia Interlocutoria proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación,
Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.

PROCEDIMIENTO: APELACIÓN EN DEMANDA DE REVISIÓN DE INSTITUCIÓN FAMILIAR (RÉGIMEN DE


CONVIVENCIA FAMILIAR).

MOTIVO: APELACIÓN DE SENTENCIA INTERLOCUTORIA.

SENTENCIA: INTERLOCUTORIA.

SÍNTESIS DEL ASUNTO Y COMPETENCIA DE LA SUPERIORIDAD

Suben a esta Alzada las presentes actuaciones procesales en virtud de la apelación ejercida por el Abogado
H.L.A., inscrito en el IPSA bajo el número 34.419, actuando con el carácter debidamente acreditado a los autos,
de Apoderado Judicial del ciudadano M.E.I.A., venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
Nro. V-17.146.815, con domicilio en la ciudad de Caracas, civilmente hábil y quien funge como parte
demandada en el asunto principal tramitado en primera instancia en este Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare, bajo el
alfanumérico PP01-V-2014-000120 con motivo de demanda de revisión de instituciones familiares (régimen de
convivencia familiar) incoado en su contra por la ciudadana D.E.L.R., venezolana, mayor de edad, titular de la
cédula de identidad Nro. V-14.333.612, domiciliada en el municipio Guanare del estado Portuguesa, civilmente
hábil y en beneficio de la niña Identificación Omitida por Disposición de la Ley de 05 años de edad; apelación
ejercida contra la Sentencia Interlocutoria dictada en fase de ejecución de sentencia definitiva, por el Tribunal
Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en Guanare de
fecha 07 de junio de 2016, mediante la cual fue negada la solicitud que hiciera el hoy recurrente en cuanto a
declarar la nulidad de todas y cada una de las actuaciones efectuadas en primera instancia y reposición de la
causa al estado de notificación del demandado.

Se observa de los autos que tempestivamente la parte accionada apeló de la sentencia proferida y mediante
auto dictado en fecha 17 de junio de 2016 el a quo oyó la apelación en un solo efecto, conforme a lo estatuido
en el artículo 488 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, remitiendo a esta
Superioridad, copias certificadas de las actuaciones procesales del asunto que el a quo consideró suficientes,
dándosele entrada al expediente en fecha 15 de julio de 2016, ordenando mediante auto expreso de la misma
fecha, la devolución del asunto al Tribunal de procedencia previa constatación de la insuficiencia de actas
procesales para la formación del criterio jurídico exhaustivo sobre la apelación ejercida.

En fecha 25 de julio de 2016 se dictó auto de reingreso del asunto y al término legal, se fijó la oportunidad
para la celebración de la audiencia de apelación, realizada en fecha 27 de septiembre de 2016, previa
formalización del recurso ordinario de apelación y no habiendo contestación a la formalización, se dictó el
dispositivo oral del fallo declarando parcialmente con lugar el recurso de apelación, nulas las actuaciones
posteriores al auto de admisión de la demanda principal, quedando dentro de ellas incluida la sentencia
interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016 así como la sentencia definitiva dictada en fecha 05/10/2015
ordenando, por consiguiente, la reposición de la causa al estado de fijar nueva oportunidad para la celebración
de la audiencia preliminar en fase de mediación. No hubo condenatoria en costas.

II

PUNTO CONTROVERTIDO

Con base a los alegatos expuestos por la parte recurrente en su escrito de formalización así como lo ratificado
en la audiencia de apelación, se sustrae que coexisten dos vicios que conducen al análisis por efectos de la
apelación, siendo uno de ellos la falta de motivación de la sentencia interlocutoria recurrida de fecha
07/06/2016 y con vista a dicho vicio entrar a conocer del petitorio del recurrente para determinar la
procedencia de la nulidad de las actuaciones del procedimiento tramitado en primera instancia y como
consecuencia de ello la reposición de la causa por violación al orden público en cuanto a la excelsa garantía
procesal de orden constitucional del debido proceso y el derecho a la defensa por error en la notificación,
conforme a los supuestos contenidos en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela , atendiendo al Principio del Interés Superior de la niña de autos, contenido en el artículo 78 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes.

III

MOTIVACIONES PARA DECIDIR

Cumplidos los trámites procesales inherentes al procedimiento en segunda instancia y estando en la


oportunidad para publicar el extenso del dispositivo oral del fallo dictado en fecha 27/09/2016, esta juzgadora
pasa a publicar la decisión, de conformidad con el artículo 488-D de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, en los siguientes términos:

En la formalización del recurso, la parte recurrente señaló que la sentencia apelada incurre en el vicio de
inmotivación, al no quedar fundamentada la decisión interlocutoria sobre motivaciones de derecho conforme a
las que le fuere negada la solicitud de nulidad de las actuaciones procesales de primera instancia, con arreglo a
las cuales se produjo la sentencia de mérito publicada en fecha 05/10/2015 y se ordenase la reposición de la
causa al estado de notificar al demandado, hoy recurrente en Alzada, por cuanto señala que de autos se
desprende que el Tribunal Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, remitió resultas positivas de la comisión que le fue conferida por el Tribunal Primero de Primera
Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare, a los fines de la práctica de la
notificación del demandado ciudadano M.E.I.A. de la admisión de la demanda de revisión del régimen de
convivencia familiar, incoada en su contra, por la ciudadana D.E.L.R., en beneficio de la niña Identificación
Omitida por Disposición de la Ley y con base a esas resultas el procedimiento dio curso con aparente legalidad
procesal, cuando lo realmente cierto es que la presunta notificación que fue practicada por el Alguacil de aquel
Tribunal de Protección del Área Metropolitana de Caracas constituye lo que en derecho se comprende como
una citación errónea asimilable por analogía a una notificación errónea.

Que dicha notificación errónea se configura al haberse inobservado lo establecido en el artículo 458 de la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), es decir, que se consideró eficaz la
notificación que se hiciera en la persona de un tercero que ni es el demandado, o alguno de sus apoderados o
bien alguien que se encontrare en su morada o habitación, por lo que se excluyó al recurrente de la posibilidad
de participar activamente en un proceso del cual considera de vital importancia su intervención, así como se le
cercenó el derecho a la defensa violando con ello el debido proceso al no poder ejercer los recursos contra la
sentencia dictada en fecha 05/10/2015, en donde se modificó unilateralmente y completamente la institución
familiar del régimen de convivencia familiar, lo que presupone contrario a la garantías y derechos procesales
consagrados en la Constitución y al propio interés superior de la niña Identificación Omitida por Disposición de
la Ley al coartarse el estatus de cercanía y afecto del cual venía gozando con su padre.

Que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece en el artículo 49 el principio del


debido proceso en todas las actuaciones judiciales y administrativas, y en el numeral 1, queda estatuido el
derecho que toda persona tiene de ejercer su defensa, así como a la notificación de los procesos judiciales
instaurados en su contra, condenando a la nulidad toda prueba obtenida bajo inobservancia del debido
proceso, de allí que la notificación errónea a la que hace referencia el recurrente la precalifica como falta
absoluta de notificación, por cuanto su validez debe verificarse conforme al cumplimiento de las formalidades
establecidas en la propia ley especial, ex artículo 458 de la LOPNNA, todo lo cual no ocurrió en el
procedimiento tramitado en primera instancia, lo que condujo a una sentencia que surge a espaldas de la
participación del demandado, quien en absoluto desconocimiento del proceso no se hizo presente al mismo y
por consiguiente no pudo ejercer su legítimo derecho a la defensa, y en la primera oportunidad en la cual se
hizo presente en el procedimiento, ya en fase de ejecución de sentencia, lo hace alegando el vicio de la
notificación errónea y solicitando al Tribunal A Quo la nulidad y reposición de la causa al estado de nueva
notificación, amparado por lo establecido en el artículo 213 del Código de Procedimiento Civil (CPC) así como
a lo asentado en la Sentencia Nro. 538 de fecha 27 de julio de 2006 de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia (Caso: Banco Mercantil Vs. Suelas y Manufacturas C.A) con ponencia del Magistrado Carlos
Oberto Velez, amén de otras sentencias de la Sala de Casación Civil en donde se exponen los criterios
casacionistas que sustentan los efectos jurídicos de la falta absoluta de la citación por interesar la misma al
orden público, siendo uno de los principales efectos el de la nulidad del acto írrito por violación del derecho a
la defensa y al debido proceso y de los actos subsiguientes a aquel según su validez importe a los actos
sucesivos del proceso. En función a lo expuesto el recurrente peticiona sea declarado con lugar el recurso por
inmotivación de la sentencia recurrida, y por consiguiente se produzca el pronunciamiento conforme al cual se
declare la nulidad de las actuaciones de primera instancia y se reponga el proceso al estado de ordenar la
notificación del demandado.

Para decidir, la Alzada observa:

La sentencia recurrida corresponde a una interlocutoria proferida por Tribunal competente que conoce la etapa
ejecutiva del proceso. Ahora bien, toda sentencia dictada por un órgano judicial, debe cumplir una serie de
requisitos que por la trascendencia del acto procesal interesa al orden público. Así tenemos que, las sentencias
o providencias judiciales deberán contener, entre otros requisitos de esencial formalidad, los motivos de hecho
y de derecho sobre el que se funda el silogismo jurídico de la decisión; en función a ello el artículo 485 de la
LOPNNA ha establecido que:
Artículo 485:…omissis. El fallo será redactado en términos claros, precisos y lacónicos, sin necesidad de narrativa, ni
transcripciones de actas, ni documentos que consten en el expediente; pero contendrá la identificación de las partes y sus
apoderados y apoderadas, los motivos de hecho y derecho de la decisión, así como la determinación del objeto o la cosa
sobre la cual recaiga su decisión, pudiendo ordenar, si fuere necesario, experticia complementaria del objeto, con único
perito, el cual será designado por el juez o jueza. (omissis)
(Fin de la cita-Subrayado con negrillas propios de esta decisión).

Ante la omisión de algunos de estos requisitos de forma de la sentencia, ha dispuesto el artículo 160.1 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 244 del Código de Procedimiento Civil,
que debe propenderse a la nulidad, sino total al menos parcial, del acto jurisdiccional impugnado, y la doctrina
devenida de las diversas Salas de nuestro Alto Tribunal de la República en su ardua labor jurisdiccional
casacionista ha abundado en los vicios que comportan cada unas de las omisiones en que se incurre al no
satisfacer los requisitos de exhaustividad de las sentencias. Dentro de este contexto, es menester traer a
mención lo señalado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia Nro. 1619, del
24 de octubre de 2008, expediente Nro. 2008-774 (caso: Agencia de Festejos San Antonio, C.A.), en Revisión
Constitucional, sobre el vicio de inmotivación, la cual estableció lo siguiente:
...El requisito de la motivación del fallo se fundamenta en el principio de legalidad de los actos jurisdiccionales. La tutela
judicial eficaz requiere respuestas de los órganos de administración de justicia, que estén afincadas en motivos
razonables, por lo que es necesario que toda sentencia contenga los motivos de hecho y de derecho en que apoye su
dispositivo para el conocimiento y la comprensión de los litigantes, como condición y presupuesto para el control de la
legalidad del pronunciamiento, mediante la proposición de los recursos ordinarios y extraordinarios que la ley otorgue a
las partes que tengan legitimación para oponerlos. Si no consta en el acto jurisdiccional la motivación sobre los
supuestos de hecho o la cuestión de derecho, se configura el vicio de inmotivación o falta de fundamentos, cuya
consecuencia es, se insiste, la obstaculización para la verificación del control de la legalidad del dispositivo de la
sentencia.(omissis)

(Fin de la cita).

Se desprende del contenido de las normas supras referidas, así como de lo señalado mediante la citada
sentencia de la Sala Constitucional, que para la validez de las decisiones dictadas por cualquier Tribunal de la
República, se requiere que la misma exponga con razonamiento lógico los fundamentos factuales y de ley
sobre los cuales asienta su pronunciamiento por lo cual, la motivación de toda decisión, es un requisito
esencial so pena de la declaratoria de nulidad de la decisión.

Siendo ello así, observa esta alzada, que la Jueza de la recurrida expuso llanamente su dispositivo con absoluta
prescindencia de razonamientos o valoración de los motivos de derecho por los cuales se alcanzó la conclusión
del silogismo que supone la decisión recurrida, excluyendo de esta forma a las partes, incluso aún, a la parte a
la cual favorece la decisión dictada, de la posibilidad procesal de ejercer las acciones o recursos pertinentes
para impugnar el pronunciamiento proferido; este Tribunal no observa en la sentencia recurrida la
fundamentación de derecho en los cuales asienta su criterio jurisdiccional para negar la nulidad y reposición
peticionada; si observa una relación breve y pormenorizada de lo que fue el discurrir procesal del
procedimiento en primera instancia hasta dictarse la sentencia definitiva con indicación del tiempo transcurrido
entre la sentencia definitiva y el escrito de solicitud de nulidad y reposición, empero no queda para nada
determinado, más allá de los hechos, cuál norma consideró la juzgadora del a quo para desestimar la petición,
vale decir, que del texto de la recurrida, no es posible deducir, ni desde el punto de vista fáctico ni desde el
jurídico, qué basamento jurídico sustenta la decisión tomada; pues como se aprecia, no existe un razonamiento
que permita entender el porqué de lo decidido, para que quien acceda al fallo comprenda que es producto de
una exégesis racional del ordenamiento jurídico, que no se trata de una sentencia producto de la arbitrariedad
del juzgador o de la juzgadora. De tal forma que a criterio de este ad quem, conforme a las normas
previamente indicadas y a la doctrina jurisprudencial citada, se halla perfectamente configurado en la sentencia
recurrida el denunciado vicio de inmotivación, con lo cual se viola el debido proceso, el legítimo derecho a la
defensa y la tutela judicial efectiva. Y así se establece.

Ahora bien, corresponde estimar el segundo aspecto nodal contentivo de la apelación, para lo cual, es
importante precisar, que el asunto versa sobre una alegada nulidad del procedimiento tramitado en primera
instancia desde el momento de la notificación del demandado, hasta la actuación del Tribunal A Quo en
funciones de Ejecución, por cuanto el procedimiento ya ha sido decidido mediante sentencia definitiva
publicada en fecha 05/10/2015 y que no habiéndose ejercido recurso ordinario o extraordinario alguno que
enervara sus efectos fue declarada firme y conducida a la etapa de ejecución.

Nos encontramos, pues, frente a una solicitud a instancia de parte de nulidad y reposición, por la vía de escrito
y por ante un Juzgado de Ejecución que por su nivel jerárquico le ubica en primera instancia al igual que el
Tribunal que pronunció la sentencia de fondo. Yendo un poco más allá, observamos que se trata de un
procedimiento cuya sentencia definitiva se encuentra firme y que por efectos del proceso ha adquirido cosa
juzgada formal, dado que este tipo de asuntos, vale decir, las instituciones familiares, carecen de cosa juzgada
material por cuanto son revisables en nuevo procedimiento autónomo, vale decir, que la cosa juzgada en este
tipo de asuntos se caracteriza por la imperatividad, pero carece de inmutabilidad, porque puede replantearse
el objeto del asunto en un nuevo proceso.

Sin embargo, como quiera que se trata de cosa juzgada y que es de orden público, le está vedado al Juzgado
de Ejecución, sin que para ello sirvan excusas de nulidad por violación al debido proceso, aunque también
importe al orden público constitucional, decretarla y ordenar la reposición de la causa a solicitud de parte,
porque tal facultad jurisdiccional no le ha sido otorgada por la Ley, vale decir, en la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes ni aun en otro cuerpo adjetivo normativo civil que por remisión
supletoria sea aplicable, puesto que al hacerlo se colocaría en otra especie de abominación jurisdiccional al
violar la cosa juzgada que supone una sentencia definitivamente firme, conforme al contenido del artículo 49,
numeral 7 y artículo 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el
contenido del artículo 272 del Código de Procedimiento Civil.

De otro lado, es importante recordar, que ante una situación como la planteada por el recurrente de marras,
esto es, ante la verificación de una violación al debido proceso por errónea notificación y que habiendo sido
tramitado en su totalidad el proceso alcanzado, incluso la decisión de mérito del asunto, quedaba el recurrente
de marras habilitado por el ordenamiento jurídico para interponer el Recurso Extraordinario de Invalidación
previsto en los artículos 327 y 328 del Código de Procedimiento Civil, como medio idóneo y expedito para
reparar la presunta situación jurídica infringida, procedimiento que resultaba aplicable por remisión del artículo
452 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, ya que en su artículo 327, el Código
Civil establece que “Siempre que concurra alguna de las causas que se enumeran en el artículo siguiente, el
recurso extraordinario de invalidación procede contra las sentencias ejecutorias, o cualquier otro acto que
tenga fuerza de tal”; y el artículo 328 eiusdem señala que son causas de invalidación, entre otras “1) La falta de
citación, o el error, o fraude cometidos en la citación para la contestación.”

Al respecto, señala Rengel-Romberg en su Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo II lo siguiente:

(…) para solicitar la reposición, es necesario hacerlo durante el juicio, cuando se trate de vicios en los trámites
del procedimiento; o hacerlo mediante el recurso de apelación contra la sentencia de la instancia inferior; o del
recurso de casación contra la sentencia de la última instancia, (…) Pero no ejercido el recurso de apelación, ni
anunciado el de casación en su caso, queda cerrada la vía para pretender la corrección de los vicios, por virtud
de la cosa juzgada producida por la sentencia no impugnada. La sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada no puede ser impugnada por infracciones procesales, salvo mediante el recurso excepcional de
invalidación de los juicios (…). (Rengel-Romberg, p. 224). (Subrayado del Tribunal)

Sobre esta vía extraordinaria de impugnación, la Sala Constitucional ha sido conteste en sentar su criterio
sobre la idoneidad del Recurso de Invalidación, habiéndolo dejado así establecido en sentencias Nro. 439 del
15 de marzo de 2002, expediente Nro. 1148; expedientes Nros. 541 y 657 del 15 y 28 de abril de 2005, salvo
que se trate del proceso intimatorio, que no es aplicable al caso de marras.

Sobre la base de las vías legales y jurisprudenciales referidas, encuentra esta Juzgadora Ad Quem, coherencia
en la decisión de la recurrida al negar la solicitud de nulidad y subsecuente reposición de la causa que fuere
peticionada por el recurrente de marras, so pena de incurrir ese Juzgado A Quo en violación de la cosa juzgada
formal que ha adquirido la sentencia del procedimiento tramitado en primera instancia, con lo cual debe este
Juzgado Superior manifestar conformidad y compartir la negativa expresada en la decisión recurrida, haciendo
la salvedad que en su decisión ha debido dejar fundamentado los motivos de derecho por los cuales
desechaba la solicitud. Y así se estima.

Del análisis de los elementos traídos al conocimiento de la Alzada con el presente recurso de apelación,
concluye esta jurisdicente que declarar Parcialmente Con Lugar el recurso de apelación ejercido por la parte
accionada en contra de la sentencia interlocutoria dictada en fecha 07/06/2016 por el Tribunal Segundo de
Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en Guanare, por el vicio de
inmotivación de sentencia y negar la solicitud de nulidad y reposición de la causa, resulta aconsejable en
derecho. Y Así se Decide.

No obstante lo anterior, este Juzgado Ad Quem conforme al artículo 488-D de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, tiene facultad plena, cuando se verifica la ocurrencia de
infracciones de orden público y constitucionales en el procedimiento sustanciado en primera instancia de
anular el mismo y ordenar su reposición restableciendo la situación jurídica infringida, siendo criterio de quien
juzga que, en el presente caso concreto, se produjeron una serie de infracciones de tal naturaleza, pues no
puede afirmarse la existencia de un juicio justo cuando se hubiere desarrollado en violación al debido proceso
a través del cual se expresa también la tutela judicial efectiva, tal como lo ha establecido el m.T. del país en
sentencia Nro. 1786 de fecha 05/10/2007, expediente Nro. 04-1991, citada en el texto “Doctrina Constitucional
2005-2008” (Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial No.34, Caracas, Venezuela, 2009, Pág.
142), del profesor F.C., habida consideración que, el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela contempla una serie de principios, derechos y garantías asociados al debido proceso,
persiguiendo, en definitiva, la consecución de un juicio justo, entre otros, se refiere al derecho a la defensa, a
ser oído, al derecho de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer
su defensa y al principio de nulidad de las pruebas obtenidas en violación al debido proceso.

En tales órdenes, el artículo 334 constitucional atribuye a todos los jueces de la República la obligación de
asegurar la integridad de la Constitución, siempre dentro del ámbito de su competencia y conforme a lo
previsto en el mismo Texto Fundamental, lo que se traduce en el deber de mantener, aún de oficio, la
supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales, lo que en resumen faculta al Juez a estar
presto a la posibilidad de decretar la nulidad de un procedimiento, en cualquier estado y grado, si en el mismo
se han violados derechos fundamentales que atentan contra los valores y principios constitucionales del Estado
Social de Derecho y de Justicia, como lo son el debido proceso y el derecho a la defensa, todo ello a tenor de
los artículos 2 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con
los artículos 11 del Código de Procedimiento Civil, que faculta al juez a actuar de oficio en resguardo del orden
público o de las buenas costumbres y del artículo 17 eiusdem el cual ordena al Juez a tomar de oficio las
medidas necesarias para evitar el fraude procesal y los actos contrarios a la rectitud y nobleza de la justicia.

Es por ello, que aún habiendo señalado que al recurrente de autos le correspondía ejercer la vía del recurso
extraordinario de invalidación para intentar la nulidad de la sentencia de mérito dictada en primera instancia y
no la solicitud de declaratoria de nulidad y reposición de la causa, encuentra esta Juzgadora en el
ordenamiento jurídico positivo previamente citado, habilitación suficiente para que, una vez que ha constatado
que el proceso tiene vicios contrarios el orden público constitucional, opte por revocar actos de dicho proceso
por resultar contrarios a la magnificencia de la justicia y a normas legales expresas; resultando incluso tan
viable este proceder jurisdiccional que como antecedente encuentra asidero decisiones de la Sala
Constitucional en sentencia Nro. 951 de fecha 09/08/2000 Expediente 00-0126 (Caso: Faiez A.H.B., y Otros) con
ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, en donde se confirmó la sentencia objeto de
consulta sometida a su conocimiento mediante la cual se declaró inadmisible el amparo interpuesto y, por
encima de ello, examinó otros aspectos del caso bajo juzgamiento y, consideró que las partes actuaron
contrario a la ética y probidad que debían guardar en el proceso por lo que declaró inexistente el mismo, todo
lo cual resulta asimilable en materia de protección de niños, niñas y adolescentes que es por su esencia de
orden público; asimismo, en sentencia Nro. 984 de fecha 11/05/2006, Expediente 04-2653 (Caso: Dovilio de
A.M., y Otros) con ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, en donde pese haber declarado
sin lugar la apelación ejercida contra la decisión sometida a consulta, la Sala Constitucional revoca igualmente
la sentencia y declara la nulidad del fallo dictado en primera instancia así como los demás actos subsiguientes
a la validez del mismo ordenando la reposición de la causa al estado en donde se restablecía el orden público
infringido, en aras de salvaguardar el orden público constitucional.

En sintonía a ello, esta Alzada considera que pretender ahondar en la importancia del orden público, es
sobrescribir en todo aquello que ya la doctrina jurisprudencial, literaria y académica, amplia y abundantemente
nos han enseñado; no obstante, a los fines de la comprensión real de la delación que se ha advertido en el
presente asunto, es menester recordar que el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, junto con el 26 y el 257 eiusdem, constituyen la columna vertebral sobre la cual se sienta la base del
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, propugnado como principio fundamental de nuestra
actual República Bolivariana de Venezuela.

El debido proceso impone un conjunto de lineamientos que deben, en el sentido estricto del deber
impretermitible, observar en cada una de sus actuaciones todos los órganos jurisdiccionales que integran el
sistema nacional de justicia. Tales lineamientos están relacionados con los derechos humanos, el orden público,
la seguridad jurídica y, que desde una visión holística, supone el interés y los f.d.E.. Concatenado a ello,
el artículo 257 Constitucional claramente establece que el proceso es un instrumento fundamental para la
realización de la justicia y dentro del proceso será indispensable e indisponible cumplirse taxativamente las
formalidades esenciales, de orden público, para no lesionar esa justicia que se erige como el principio primero
y último del bien común.

En relación al debido proceso la Sala Constitucional de Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia Nº
150 de fecha 09 de febrero de 2001, al referirse a la violación al debido proceso y derecho a la defensa dejó
sentado lo que de seguidas se cita:
(…) La infracción del derecho a la defensa o al debido proceso por actuación u omisión judicial, no se produce con toda
infracción de reglas procesales. Solo cuando la infracción impida a una parte ejercer su defensa, enervándole las
oportunidades para alegar y probar, cercenándole la contradicción y el control de las pruebas de su contraparte, o
impidiéndole conocer lo que se le imputa o se pretende de él, o negándole el uso de los medios que la ley adjetiva
establece en desarrollo de la garantía jurisdiccional; y del derecho al debido proceso, será, cuando ocurra la infracción
constitucional materia de la acción de amparo; por lo que quien accione en amparo, contra una decisión judicial deberá
alegar cómo y de qué manera la infracción procesal denunciada le impide o menoscaba el ejercicio de sus derechos
constitucionales a la defensa, al debido proceso o a la tutela judicial efectiva, indicando en principio expresamente, la
actividad procesal concreta a la que tenía o tendría derecho en ejercicio de sus derechos constitucionales, que le ha sido
impedida por la violación procesal o de qué manera la infracción cometida por el Juez le menoscaba el ejercicio de
algún otro derecho constitucional. (…)

(Fin de la cita).

Por otra parte, es deber de esta Alzada como protectora de la Constitución y de los derechos y garantías en
ella consagrados, invocar el fallo Nº 708 dictado por la Sala Constitucional el 10 de mayo de 2001, el cual ha
definido el concepto de tutela judicial efectiva, y el proceso como garantía de la misma:
(…) como un derecho de amplísimo contenido, que comprende el derecho a ser oído por los órganos de administración
de justicia establecidos por el estado, es decir, no solo el derecho de acceso sino también el derecho a que, cumplidos los
requisitos establecidos en las leyes adjetivas, los órganos judiciales conozcan el fondo de las pretensiones de los
particulares y mediante una decisión dictada en derecho, determinen el contenido y la extensión del derecho deducido, de
allí que la vigente Constitución señale que no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales y
que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia (…)

.
De lo anterior se deduce que la tutela judicial efectiva se manifiesta como el derecho que tienen todas las
personas llamadas a un proceso, o que de alguna otra manera intervengan en el mismo, a que se respete el
debido proceso. Es evidente que los derechos relativos al debido proceso y a la defensa, denunciados por la
parte recurrente como transgredidos, están estrechamente relacionados entre sí con el derecho a la tutela
judicial efectiva, pues giran en la esfera de los derechos humanos fundamentales, vale decir, el derecho a ser
válidamente y legalmente notificado de un procedimiento incoado en su contra y con ello ejercer el legítimo
derecho a la defensa, como elemento necesario para la verdadera realización de la justicia en virtud de lo cual
emerge para los operadores judiciales la obligación de hacerlos respetar en cualquier estado y grado del
proceso.

Las garantías procesales del debido proceso y del derecho a la defensa que responden al orden público y que
en nuestro ordenamiento jurídico son de rango constitucional, inciden directamente en la validez o nulidad de
los actos procesales. Así, entonces, tenemos que para que una decisión judicial pueda tener eficacia y validez
deberá estar revestida de la más estricta observancia de las garantías procesales, dentro de las cuales se
comprende el haber garantizado un proceso apegado a las leyes procesales y a la doctrina jurisprudencial que
emerge del más Alto Tribunal de Justicia, verificando en todo estado y grado del proceso que se haya dado
cumplimiento y satisfacción a todos los requisitos previos que circundan el establecimiento de los hechos para
la real configuración de la relación jurídico procesal.

Se comprenden así, el debido proceso y el derecho a la defensa, los principios constitucionales que apalancan
y orientan la conducta de Jueces y Juezas de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en materia del debido
proceso como expresión de la tutela judicial efectiva, tal como se desprende de la sentencia Nro. 579 de fecha
20/06/2000, citada en el texto “Derecho de la Niñez y la Adolescencia en la Doctrina de la Sala Constitucional
(2000-2008)” (Tribunal Supremo de justicia, Colección Doctrina Judicial No.33, Caracas – Venezuela, 2010,
Pág.59), de la profesora C.Z.d.M., involucra el derecho del justiciable o la justiciable a tener acceso a la justicia y
para ello debe ser impuesto o impuesta de la existencia del procedimiento, a fin que la pretensión sea
tramitada en un procedimiento de cognición, en el cual pueda alegar sus afirmaciones y defensas, debiendo
entender por “defensas” no nada más el explanar aquellas afirmaciones y los fundamentos jurídicos, sino
también acceder a las pruebas, tanto las propias como a las de la contraria, para obtener un pronunciamiento
judicial fundado con vista a las afirmaciones de las partes y las probanzas producidas en el contradictorio,
pronunciamiento que debe abarcar no lo alegado, sino todo lo alegado.

Tan importantes resultan tales principios, derechos y garantías que, en sentencia Nro. 00235, expediente
AA20-C-2010-000204 dictado en fecha 01/06/2011, la Sala de Casación Civil del m.T. del país, citando la
decisión de ese mismo Tribunal en Sala Plena, Nro. 20 de fecha 14/05/2009 en el Expediente Nro.
AA10-L-2006-000066, reconoce la existencia de otros principios constitucionales que, en ciertos casos, cobran,
incluso, mayor preeminencia que la cosa juzgada y que, por ende, deben ser preservados por encima de tal
institución, estableciendo en ese caso la prevalencia del debido proceso y el derecho a la defensa,
reconociendo que, en los supuestos en que se han generado tales infracciones, surge la denominada cosa
juzgada atípica o anómala y esa importancia, en criterio de quien aquí decide, no queda relevada por el solo
hecho que en el asunto aparezcan involucrados niños, niñas o adolescentes, al contrario, cobran mayor
vigencia e imponen superior vigilancia, precisamente porque se trata de personas que, en la generalidad de los
casos, no concurren directamente a ejercer sus derechos e intereses, sino que los alegan y sostienen su madre
o su padre, incluso ambos, en ejercicio de la representación que se deriva de la patria potestad, por lo que al
confrontar las dos instituciones procesales que en el presente asunto representan figuras antinómicas de orden
público constitucional, esta Juzgadora asiente en aquiescencia a la doctrina de la Sala Plena en cuanto a que la
cosa juzgada (siempre que esta sea atípica o anómala) es de menor entidad que las garantías y principios
constitucionales del debido proceso y el derecho a la defensa, máxime cuando nos encontramos frente a la
cosa juzgada formal. Y Así se estima.

Teniendo en consideración lo antes expuesto, y habiendo realizado un análisis exhaustivo del presente asunto,
esta instancia superior ha podido constatar de las actuaciones que corren insertas a los folios 12 al 16 que la
comisión conferida al Tribunal Primero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional fue remitida con resultas positivas al comitente Tribunal Primero de Primera Instancia de
Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.

Sin embargo, al folio 12 de autos, se desprenden elementos fácticos que desdibujan las formalidades
esenciales bajos la cuales está concebida la práctica de la notificación del sujeto procesal llamado al proceso en
calidad de accionado o demandado, puesto que la notificación fue practicada en la persona de un tercero que
se identificó como S.M. B, titular de la cédula de identidad Nro. V-9.138.521 y quien “se ofreció a recibir el
documento” (entiéndase boleta de notificación) dejando constancia el ciudadano Alguacil del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, que habiendo llegado a la dirección indicada en la boleta, específicamente al Edificio M.A., la
ciudadana S.M. B, le indicó al ciudadano Alguacil que los intercomunicadores no funcionaban y le acompañó
hasta el apartamento 5-A (rectius: 51-A) del señalado edificio procediendo a tocar el timbre y la puerta de
dicho apartamento y no atendieron al llamado, siendo que la referida ciudadana S.M. B, previo ofrecimiento de
recibir la boleta, se comprometió a hacer entrega del documento al ciudadano a notificar, vale decir, al
ciudadano M.E.I.A..

Frente a esta relatoría de elementos factuales, no logra concebir esta operadora de justicia, cómo considerar
válidamente practicada la notificación, cuando quien se impuso de la misma no fue la persona ordenada a
notificar, además esta no reside en la habitación o morada del sujeto a notificar (demandado), ni es una
persona autorizada o apoderada del mismo, actuación con la cual se dio continuidad al andamiaje procesal
que desembocó en la sentencia definitiva publicada en fecha 05/10/2015, habiéndose violado las formalidades
de ley previstas en el artículo 458 de la vigente Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, que establece lo siguiente:
Artículo 458. Notificación por boleta

Admitida la demanda, se ordena la notificación de la parte demandada mediante boleta, a la cual se adjuntará copia
certificada de la demanda, con indicación de la oportunidad para que comparezca ante el Tribunal a los fines de conocer
la oportunidad fijada para el inicio de la fase de mediación de la audiencia preliminar. El alguacil entregará la boleta al
demandado, demandada o a quien se encuentre en su morada o habitación y, en caso de ser una persona jurídica, en la
oficina receptora de correspondencia si la hubiere, dejando constancia del nombre y apellido de la persona a la que la
hubiere entregado, quien deberá firmar su recibo, el cual será agregado al expediente de la causa. Si el notificado o
notificada no pudiere o no quisiere firmar el recibo, el alguacil le indicará que ha quedado igualmente notificado y dará
cuenta al Tribunal en el mismo día. El secretario o secretaria debe dejar constancia en autos de haberse cumplido dicha
actuación.

(Fin de la cita-Subrayado con negrillas propios de la presente decisión).

Por consiguiente, la notificación en el procedimiento ordinario previsto para la jurisdicción de protección de


niños, niñas y adolescente debe cumplir con ciertos requisitos para su validez, como garantía de que el
demandado sea informado de la acción intentada en su contra a fin de oponer la defensa que a bien considere
pertinente, los cuales, a criterio de esta Alzada no fueron cumplidos en el presente caso, pues, de las actas
procesales no se evidencia la notificación efectiva del demandado, sino, que la notificación fue entregada a un
tercero que no habita en la morada o habitación del demandado ni estaba autorizada por este para recibir
correspondencias o cualquier otro documento en su nombre, de lo cual puede inferirse que procesalmente, el
demandado nunca fue notificado, en consecuencia, no tuvo conocimiento judicial de la acción intentada en su
contra, por lo que mal podía haber asistido a algún acto del proceso, dando lugar a la admisión de los hechos,
con lo cual se le violó el derecho a la defensa y el debido proceso. Y así se estima.
Con respecto a la materia de nulidades procesales, es propicio hacer mención lo que la Sala de Casación Civil,
en sentencia proferida en fecha 10 de octubre de 2014, Recurso de Casación Nro. 601, Expediente Nro. 14-232
(Caso: Banco Mercantil, Banco Universal contra Giacinto Vincenso Rusoo Yépez y otros), ha apuntalado en los
términos siguientes:

“…El régimen adoptado por nuestro legislador procesal, acoge en materia de nulidades procesales, el principio
de que toda nulidad para ser decretada debe haber causado un menoscabo al derecho de defensa a la parte
que la solicite, y por otro lado esa nulidad debe ser de tal entidad que sea realmente útil al proceso mismo, sin
lo que reportaría una nulidad inoficiosa que retrasaría el procedimiento sin que esto reporte beneficio, lo que
es evidente injusto e improcedente.

En el sentido apuntado esta Sala ha señalado que:


Las faltas cometidas en la sustanciación de los procesos no dan lugar a la reposición sino cuando son de tal naturaleza
que causen nulidad de lo actuado, o vayan contra el orden o interés público, o lesione derechos de los litigantes y
siempre que no puedan subsanarse de otra manera. En varias ocasiones esta Corte ha declarado que la reposición debe
perseguir una finalidad útil, que no proceden las reposiciones teóricas, innecesarias

, (Sentencia de fecha 12 de diciembre de 1956, G.F. Nº 14, segunda etapa, pág. 185).

Como la propia doctrina de esta Sala lo ha indicado, las nulidades procesales requieren para su declaratoria, la
afectación al derecho de defensa de alguno de los litigantes, pues de lo contrario, su finalidad restablecedora y
restauradora del procedimiento en protección de las formas procedimentales, desaparecería y se convertirían
en una manera de hacer los procesos interminables. Es por ello que nuestro legislador procesal, regula la
utilidad de la reposición en los artículos 206, 211 y 212 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que en
ningún caso se declarará la nulidad si el acto alcanza el fin al cual está destinado, y no permitiendo la nulidad
de los actos consecutivos del procedimiento, sino sólo cuando dicho acto sea esencial para la validez de los
siguientes...” (Fin de la cita).

De la sentencia supra transcrita, luce patente que en la labor interpretativa de las instituciones procesales,
quienes administramos justicia, debemos observar en orden primordial la supremacía y eficacia de las normas y
principios de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo fin, no es otro, sino la resolución
del conflicto de fondo, de forma imparcial, idónea, transparente, independiente, expedita y sin formalismos o
reposiciones inútiles, tal como lo preceptúan los artículos 26 y 257 eiusdem.

Al particular, encontramos propio informar en este proceso la doctrina académica del Profesor J.M.M.d. la L.E.,
en su obra “La Nulidad de Actuaciones en el Proceso Civil” citado por la Sala de Casación Civil en Sentencia
Nro. 10 de fecha 17/02/2000, Expediente Nro. 1998-338 (Caso: A.E.F. contra L.C.M.), cuando ha expresado que:
A este respecto, constituye la indefensión sin duda alguna, junto con la finalidad de los actos procesales, la piedra
angular en el estudio de las nulidades procesales, pues aun cuando se trata de un concepto en absoluto novedoso en el
ámbito del Derecho Procesal, ya que viene siendo utilizado habitualmente desde hace largo tiempo, tanto por la doctrina
como por la jurisprudencia, en el momento presente ha adquirido una gran relevancia al suponer la interdicción de
indefensión, corolario fundamental en la apreciación de la vulneración de cualquiera de las garantías constitucionales
de incidencia procesal.

Así pues, al acucio del acertar en el elenco de posibilidades procesales del que dispone esta Juzgadora para
proteger los postulados y principios constitucionales, considera aconsejable decretar la reposición, recordando
en torno a la nulidad que fue peticionada por el recurrente de marras y que resultó asertivamente negada por
el Tribunal A Quo al estar imposibilitada de hacerlo per se, pero que de oficio si le está permitido a esta Alzada
por el orden constitucional, legal y por analogía jurisprudencial que dimana de la Sala Constitucional, conforme
a los cual y en similares procesos y situaciones ha actuado en resguardo del orden público constitucional. (Vid.
Sala Constitucional Sentencias Nro. 951 de fecha 09/08/2000 Expediente 00-0126 (Caso: Faiez A.H.B., y Otros) y
Nro. 984 de fecha 11/05/2006, Expediente 04-2653 (Caso: Dovilio de A.M., y Otros), ambas con ponencia del
Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero).

En consecuencia, esta Juzgadora, al análisis de si se hace necesario o no reponer la causa, lo efectúa a la luz
jurídica de que siempre deberá atenderse a la utilidad de la misma, en cumplimiento a lo previsto en el artículo
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al proscribir sacrificar la justicia por
formalidades no esenciales o cuando ésta sea inútil. Así, el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, expresamente dispone que el debido proceso se aplique a todas las actuaciones
judiciales y administrativas, por tanto, para materializar al justiciable el derecho a la tutela judicial efectiva en
los términos del artículo 26 constitucional, debe acceder a la administración de justicia pero a través de un
proceso debido, tramitando la acción incoada de acuerdo a los limites procesales establecidos en la ley de que
se trate y nunca al margen de ello, ni a la discrecionalidad de los juzgadores o de las partes, como vía única
para alcanzar una resolución judicial en conformidad con la Ley, con prontitud y que de forma motivada y
congruente pueda ser ejecutada efectivamente.

En tal sentido, se constitucionalizó la prohibición de sacrificar la justicia por formalidades no esenciales, ex


artículo 257 ibídem, quedando proscrito también dicho sacrificio cuando, a pesar de haber ocurrido un error,
retrotraer el proceso al estado de su ocurrencia resulte inútil, a tenor de lo previsto en el artículo 26 ibídem,
conforme a lo cual se elimina la consideración del proceso como un fin en sí mismo y se actúa con vista a los
principios de economía y celeridad, de manera de determinar si se emite una sentencia propia sobre el fondo
de la cuestión controvertida o, caso contrario, si por el error ocurrido es necesario retrotraer el procedimiento a
estadios ya superados, por ser la única vía para remediarlo.

De lo anteriormente expuesto, esta Alzada llega a la convicción plena que el procedimiento tramitado en
primera instancia se encuentra viciado de nulidad por violación del orden público procesal de rango
constitucional por infringir el debido proceso al conculcar el legitimo derecho a la defensa que debió
garantizarse a todos y cada uno de los sujetos procesales.

Advierte esta instancia superior, que no está ciega ni obvia la intríngulis procesal en que se escenifica el asunto
bajo estudio, el cual goza de cosa juzgada formal, pero como ya se ha dicho supra, en determinadas y
singulares oportunidades debe el operador de justicia equilibrar los principios y normas constitucionales que
entre sí se contrapongan, por cuanto no podrá sacrificarse la justicia por formalidades que, aún cuando sean
esenciales, agreden de forma lesiva y contundente el orden público y las buenas costumbres, siendo necesario
para el juez y en especifico para esta Juzgadora, decantar cuál principio impera: La seguridad jurídica que
garantiza la institución de la cosa juzgada, o la garantía y el derecho humano del debido proceso y el derecho
a la defensa, resultando en el sistema de pesos y contrapesos para quien decide, básico, fundamental,
preeminente y de impretermitible aseguramiento todo aquello que propenda a el resguardo del debido
proceso y del derecho a la defensa. Y así se estima.

De allí que, cuando errores que atañen formalidades esenciales en el procedimiento han frustrado facultades
procesales fundamentales, relacionadas con la tutela efectiva y los derechos que la expresan y que han sido
referidos supra, no existe otra vía o mecanismo procesal distinto a la reposición, tal como lo prevé el artículo
206 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 212 ibídem, que permite declarar la
nulidad y retrotraer el proceso a estadios ya superados cuando se hubiere producido algún vicio o
quebrantamiento de disposiciones de orden público, lo que no podrá subsanarse ni aún con el consentimiento
expreso de las partes.

Especial mención merece, en este punto del fallo, colacionar el hecho que el asunto principal relacionado con
el presente recurso versa sobre una de las instituciones familiares más relevantes en la vida de un niño, niña o
adolescente, como lo es el régimen de convivencia familiar, a través del cual se le garantiza el derecho a
mantener contacto directo y permanente con el padre o la madre, cuando exista separación entre estos,
procurando una dinámica familiar impregnada de afecto, solidaridad, y seguridad que propenda a su
desarrollo integral, aún en las adversas circunstancias que muchas veces acompañan la separación de sus
padres, en virtud de lo cual en nada favorece al interés superior de la niña de autos, conforme a lo dispuesto
en el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, 78 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en concordancia con el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, un proceso viciado por infracciones al orden público constitucional, donde el padre
(demandado) no ha tenido participación alguna en la revisión de esta importante institución familiar que incide
directamente en la protección integral de su hija, debido a que fue enarbolado en detrimento del derecho a la
defensa y las garantías del debido proceso y la tutela judicial efectiva. Así se establece.

En consecuencia, este Juzgado Primero Superior, atendiendo al supremo deber del resguardo del orden
público constitucional, previamente determinadas en la presente decisión, con fundamento en los artículos
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 488-D de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con el artículo 334 Constitucional, artículos 11 y 17 del Código
de Procedimiento Civil, procede a ordenar la reposición de la causa al estado de fijar oportunidad para la
celebración de la audiencia preliminar en fase de mediación, toda vez que en el presente procedimiento y en
este estado las partes se encuentran a derecho constituyendo un retardo innecesario retrotraer el proceso al
estado de notificación; por consiguiente se declara la nulidad de las actuaciones posteriores a la admisión de la
demanda, vale decir, las realizadas durante las diversas audiencias y fases del procedimiento tramitadas en
primera instancia, incluyendo la sentencia definitiva de fecha 05/10/2015 dictada por el Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare y las actuaciones en fase de ejecución de
sentencia, comprendida dentro de ellas la sentencia interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016 proferida por
el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, sede Guanare.
Y Así se Decide.

En fuerza de todo lo antes analizado, resulta procedente y ajustado a derecho declarar parcialmente con lugar
la apelación de la parte demandada. Por último, teniendo en consideración la naturaleza del presente fallo no
hay condenatoria en costas.

IV

DISPOSITIVA

En virtud y fuerza de lo antes expuesto, este Tribunal Superior del Circuito Judicial de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes del estado Portuguesa, con sede Guanare, en Nombre de la República Bolivariana de
Venezuela, Administrando Justicia y por Autoridad de la Ley, DECLARA:

Primero
PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso de apelación interpuesto en contra de la Sentencia Interlocutoria de
fecha 07 de junio de 2016 proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación
y Ejecución del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
estado Portuguesa, sede Guanare. Y Así se Decide.

Segundo
ORDENA LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA, al estado de fijar oportunidad para la celebración de la audiencia
preliminar en fase de mediación, en resguardo del orden público constitucional, con fundamento en
los artículos 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 488-D de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con el artículo 334 Constitucional,
artículos 11 y 17 del Código de Procedimiento Civil, visto que ambas partes en el presente procedimiento ya se
encuentran a derechos. Y Así se Decide.
Tercero
NULAS las actuaciones posteriores a la admisión de la demanda, realizadas durante las diversas audiencias y
fases del procedimiento efectuadas en primera instancia, incluyendo la sentencia definitiva de fecha 05 de
octubre de 2015 dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio y las actuaciones en fase de
ejecución de sentencia, comprendida dentro de ellas la sentencia interlocutoria recurrida de fecha 07/06/2016
proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa,
sede Guanare. Y Así se Decide.

Cuarto
NO SE CONDENA EN COSTAS del recurso al recurrente, en virtud de la naturaleza de la decisión. Y Así se
señala.

Déjese transcurrir el lapso previsto en el Artículo 489-B de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, vencido el cual sin que las partes hayan anunciado recurso alguno, se bajará las presentes
actuaciones con sus resultas al Tribunal de origen, para que de cumplimiento a la decisión y remita el
expediente al Juzgado Primero de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución de este Circuito y
Circunscripción Judicial al cual correspondió por distribución el conocimiento del asunto en primera instancia.
Y así se Establece.

Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.

Publíquese, regístrese, ejecútese y déjese copia certificada.

Dada, sellada, firmada y refrendada en el Tribunal Superior del Circuito de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede Guanare, a la fecha de su
publicación.

La Jueza Superior,

Abog. Francileny A.B.B..

La Secretaria,

Abog. Juleidith V.P.F. de Ramos.

En igual fecha y siendo las 3:19 p.m. se publicó y agregó el presente fallo a las actas del expediente de lo cual
se deja constancia de conformidad con lo consagrado la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. De igual manera se ordenó su inserción en el Sistema Juris 2000, así como su correspondiente
publicación en el portal informático http://portuguesa.tsj.gov.ve/.

La Secretaria,

Abog. Juleidith V.P.F. de Ramos

FABB/JuleidithPacheco.
Decisión nº PJ0042014000016 de Tribunal
Superior de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de Vargas, de 26 de Noviembre de
2014
SentenciaCitas 25Citado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent

Fecha de 26 de Noviembre de 2014


Resolución

Emisor Tribunal Superior de Protección de Niños, Niñas y


Adolescentes
Ponente Helio Antonio Requena

Procedimiento Nulidad De Partida

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


PODER JUDICIAL
Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
Circunscripción Judicial del estado Vargas
Tribunal Superior
Maiquetía, 26 noviembre de 2014
204º y 155º
Asunto Recurso: WP21-R-2014-000005
Asunto Principal: WH21-V-2007-000001
MOTIVO: NULIDAD DE ACTA DE NACIMIENTO. (EN APELACIÓN). Apelación ejercida contra la
sentencia definitiva dictada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación
del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
Estado Vargas, en fecha 14 de agosto de 2014, que declaró con lugar la petición de nulidad de acta de
nacimiento de la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”, ordenando la nulidad de la segunda acta de nacimiento registrada.
PARTE RECURRENTE: M.G.R., titular de la cédula de identidad Nº 4.656.672, asistido del profesional
del Derecho R.R.R., en su condición de Defensor Público Sexto de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes del estado Vargas, y T.D.H.M., titular de la cédula de identidad Nº 13.456.241, sin
acreditación de representación judicial o asistencia.
PARTE CONTRA RECURRENTE: E.D.J.G., titular de la cédula de identidad Nº 4.119.091, abogado en
ejercicio inscrito en el Inpreabogado Nº 79.668.
JOVEN INTERESADA: “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”
I
SÍNTESIS DEL RECURSO
En fecha 29 de septiembre de 2014, la URRD de este Circuito Judicial remitió a este Tribunal Superior el
expediente signado como Asunto Principal: WH21-V-2007-000001 y que corresponde al Recurso de
Apelación N° WP21-R-2014-000005, siendo que fijada como fue la oportunidad para que tuviera lugar la
audiencia de apelación, la misma se produjo en fecha 10 de noviembre de 2014, en la que se desarrolló el
debate, y dentro del tiempo establecido se hizo el pronunciamiento del fallo en forma oral. Ahora,
encontrándonos en el lapso previsto en el artículo 488-D de la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes, pasa este Tribunal a reproducir de manera sucinta y breve la sentencia, en los
términos siguientes:
En fecha 14 de agosto de 2014, el Tribunal a quo dicta sentencia mediante la cual declara CON LUGAR,
la solicitud que por nulidad de acta de nacimiento de la joven de autos, se había instaurado, y en la que
aparece como solicitante el ciudadano E.D.J.G., ya identificado, y como requeridos, los ciudadanos
M.G.R. y T.D.H.M..
En fecha 17 de septiembre de 2014, el ciudadano M.G.R., bajo la asistencia de la Defensa Pública,
interpone recurso de apelación contra la señalada decisión.
Oída la apelación a doble efecto, y recibidas las actas procesales en el Tribunal Superior, las partes
cumplieron tempestivamente con sus obligaciones, tanto respecto de la consignación del escrito de
formalización del recurso de apelación, como respecto del escrito de contestación a la formalización del
presente recurso.
II
DE LA DECISIÓN RECURRIDA
En fecha 14 de agosto de 2014, el Juez del Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y
Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Estado Vargas, procedió a dictar Sentencia, en los términos siguientes: “…Consta y cursa en
los folios 13 copia simple y 282 copia certificada del Acta de Nacimiento (DATOS OMITIDOS), en la
cual la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, es
presentada el día 06/11/1998, por la ciudadana T.D.H.M.. Consta y cursa en los folios 16 copia simple y
folio 254 copia certificada del Acta de Nacimiento (DATOS OMITIDOS), en la cual la joven “SE OMITE
SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, es presentada el día
07/08/2000, por el ciudadano M.G.R. y C.Y.G.C.. Consta y cursa en el folio 15 c.d.C.d.N., emanada del
Hospital Dr. E.G.d.C., en la cual señalan que no pueden emitir certificado de nacimiento de la niña “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, correspondiente a la
fecha 27/11/1995, debido a que no se encuentra en los registros de los libros de certificación que reposan
en dicho centro. Consta y cursa en los folios 168 al 170, Acta de fecha 11/06/2012, en la cual fue oída la
prenombrada adolescente, de conformidad con lo establecido en el artículo 80 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en la cual la adolescente reconoce que su madre es la
ciudadana T.D.H.M., plenamente identificada. Consta y cursa en los folios 329 al 331, oficio signado con
el Nº 0119-14, de fecha 11/02/2014, emanado del Hospital Dr. E.G., en el cual informan que revisados los
libros de registros del año 1995, el nacimiento de la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR
MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, que según naciera en ese Centro Asistencial en fecha
27/11/1995, no aparece reflejado en el mismo; es por lo que este Tribunal, le otorga pleno valor probatorio
en virtud de ser instrumentos públicos otorgado con todas las solemnidades de Ley de conformidad con lo
previsto en los artículos 1359 y 1360 del Código Civil…”
…El presente caso se trata de una nulidad de acta de nacimiento, presentada por la ciudadana G.M.P.,
venezolana, mayor de edad, viuda, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V-1.192.010,
debidamente asistida en este acto por el profesional del derecho E.G., abogado en ejercicio, inscrito en el
inpreabogado bajo el Nº 79.668, quienes peticionaron la nulidad del acta de nacimiento de la joven “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, cursante al folio
dieciséis (16), la cual corre inserta bajo el Nº 339, folio 175, de los Libros de Registro Civil del Municipio
Autónomo Buróz del estado Miranda, la cual fue presentada en fecha 07/08/2000 por el ciudadano
M.G.R., venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad Nº V-4.656.672 y la ciudadana
C.Y.G.C., titular de la cédula de identidad Nº V- 4.898.749, al respecto nuestra Carta Magna, establece lo
siguiente: El artículo 78 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela, establece: “los
niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la Legislación,
Órganos y Tribunales especializados, los cuales respetaran, garantizaran, y desarrollaran los contenidos
de esta Constitución, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en
esta materia haya suscrito y ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con
prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomaran en cuenta su interés Superior en las
decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su incorporación progresiva a la
ciudadanía activa y creará un sistema rector nacional para la protección integral de los niños, niñas y
adolescentes”. Asimismo, los artículos 4 y 22 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, establecen lo siguiente: “Artículo 4: Obligaciones Generales del Estado”. El Estado tiene
la obligación indeclinable de tomar todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de
cualquier otra índole que sean necesarias y apropiadas para asegurar que todos los niños y adolescentes
disfruten plena y efectivamente de sus derechos y garantías”. “Artículo 22: Derechos a documento
públicos de identidad. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a obtener los documentos
públicos que comprueben su identidad, de conformidad con la Ley. El estado debe asegurar programas o
medidas dirigidos a garantizar la determinación de identidad de todos los niños, niñas y adolescentes,
incluidos el nombre, la nacionalidad y las relaciones familiares”. “Artículo 25: Derecho a conocer a su
padre y madre y a ser cuidados por ellos. Todos los niños, niñas y adolescentes, independientemente del
cual fuere su filiación, tienen derecho a conocer a su padre y madre, así como a ser cuidados por ellos,
salvo cuando sea a su interés superior”. En ese sentido, es menester mencionar el contenido de
los artículos 150 ordinal 3 y el artículo 156 de la ley Orgánica de Registro Civil que establece lo
siguiente: “Articulo 150 ordinal 3: Las actas del registro Civil serán nulas en los casos siguientes: 3.
Cuando se corresponda a una doble o múltiple inscripción en el Registro Civil. En este caso será válida
sólo la primera acta inscrita”. (Negrillas del Tribunal). “Artículo 156: Las rectificaciones,
reconstrucciones, inserciones, nulidades y demás acciones tendentes a modificar o extinguir el contenido
de las actas del Registro Civil, que se refieran a niños, niñas y adolescentes, serán competencia de los
Tribunales de Protección del Niños, Niñas y Adolescentes”. (Negrillas del Tribunal). DECISION. Ahora
bien, en vista que se cumplieron todos los requisitos exigidos por la ley, en lo referente a las acciones de
Nulidad de Partida de Nacimiento, y por cuanto los solicitantes a través de los medios probatorios
aportados en la presente solicitud, probó suficientemente lo alegado en su escrito, en consecuencia y por
todos los razonamientos antes expuesto, este Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y
Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del estado Vargas, administrando justicia, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y
actuando por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: CON LUGAR, la solicitud de Nulidad de Partida
de Nacimiento presentada por los causa habientes de la ciudadana G.M.P., quien era titular de la cedula
de identidad Nº V-1.192.010, ciudadanos J.G.C., L.A.G.P., W.J. BELLO PARES, MALYORI M.B.P., A.R.
BELLO PARES Y E.D.J.G.P., titulares de las cedulas Nros. V-5.571.351, V-6.467.122, V-7.991.720,
V-9.993.606, V-9.993.605 Y V-4.119.091, respectivamente, en beneficio de la joven “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”. SEGUNDO: Como consecuencia
de la anterior declaratoria se ordena anular la segunda acta de Nacimiento distinguida con el N° 339,
folio 175 de fecha 07 de agosto de 2000, debidamente expedida por la Prefectura del Municipio Autónomo
Buróz del estado Miranda. Y así se decide…”

III

DE LA FUNDAMENTACIÓN DE LA APELACIÓN

En fecha 21 de octubre de 2014, el ciudadano M.G.R., asistido del Defensor Público, presentó escrito de
formalización del presente recurso, mediante el cual expresó los alegatos en los cuales fundamenta su
apelación, señalando:

1.- Que la ciudadana G.M.P., actora de la causa originaria, fundamentó su petición, entre otros
particulares, en que ella habría acudido ante la Dirección de Registro Civil del Segundo Circuito de la
Alcaldía del Municipio Vargas, a objeto de tramitar el acta de defunción de su difunta hija, C.Y.G.C.,
declarando en esa oportunidad, además del indicado fallecimiento, que su hija fallecida, dejaba una hija
de nombre “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, y que
dicha manifestación fue un error deliberado, ya que indicaba en su libelo que su hija no tenía hijos
biológicos. Que con tal fundamento se hace evidente que se trataba de un desconocimiento de la filiación
establecida entre su hija, C.Y.G.C. y la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE
LA PRESENTE DECISIÓN”.

2.- Que además, la parte demandante en el primogénito libelo habría indicado que no podían existir dos
partidas de nacimiento de una sola persona, con dos madres distintas biológicamente, asegurando que
C.Y.G.C., no es madre de la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN”, concluyendo que …. no tiene ningún tipo de filiación materna con su hija.

3.- Según la parte, hoy recurrente, la pretensión de la actora era el desconocimiento de la filiación
materna, y que a su criterio ese asunto debió ser dilucidado por el procedimiento ordinario y no por el de
jurisdicción voluntaria, como erróneamente se hizo, y que por eso se violaron normas de orden público,
así como normas constitucionales y procesales, y que ello hace que la sentencia deba declararse nula por
el Tribunal Superior.

4.- Que el juez de primera instancia no hizo un verdadero análisis de las pruebas presentadas, que no
aplicó la regla de la sana crítica ni las máximas de experiencias, ni aún las pruebas de indicios, al que a
su decir estaba obligado de conformidad con los artículos 12, 507 y 508 del Código de Procedimiento
Civil.

5.- Que se ha pretendido mediante medios no idóneos, borrar la identidad de una persona, sin que se
trajera la prueba heredo-biológica que analiza el ADN, que de acuerdo a su dicho es la que debía
utilizarse.

6.- Que a su decir de forma engañosa y que hasta fraudulenta, se trató el asunto como una nulidad de acta
de nacimiento, sin que lo fuera. Ya que según su criterio se trata de dos personas totalmente distintas, con
identidades propias: Una, la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN”, y la otra, una tal “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN” H.M., sin más datos. La primera, hija de la De Cujus C.Y.G.C. y del ciudadano
M.G.R., titulares de las cédulas de identidad números 4.898.749 y 4.656.672, respectivamente; y la
segunda, hija de la ciudadana T.D.H.M., titular de la cédula de identidad Nº 13.456.241. Y que entonces,
de acuerdo a su análisis no se trataba de una misma persona; y que además estima que en los documentos
presentados no se observaron vicios que pudieran conducir a su tacha o nulidad. Que el juez motivó su
decisión en el artículo 150 de la Ley Orgánica de Registro Civil conforme al supuesto previsto en el
numeral 3, referido a una doble o múltiple inscripción en el registro civil; sin analizar debidamente el
hecho en sí con la mencionada norma. Y que con la pretendida nulidad de acta lo que se está produciendo
es una modificación del estado civil de la joven, todo lo cual debió tramitarse mediante el procedimiento
de acción de estado.

7.- Que la Ley Orgánica de Registro Civil, establece una serie de características cuando las actas de
registro civil contienen todas las menciones referidas por la norma, que se consideran válidas, porque la
veracidad de su contenido se refiere al otorgamiento propiamente dicho, la fecha, las personas que
intervinieron y el texto que quedó asentado; más no se verifica, si lo declarado por las partes es cierto o
falso, por cuanto el funcionario autorizado solo da fe que quienes declararon fueron las personas allí
identificadas, en su lugar y fecha en que se certifica, habiéndose presentado los documentos y recaudos
requeridos por la ley, más no que sus dichos sean ciertos. Que con el procedimiento que se tramitó no
podría determinarse si los ciudadanos C.Y.G.C. y M.G.R. son los padres de “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”. Y que lo único que podría
determinar esa interrogante sería mediante una acción de estado, con las pruebas idóneas a tal fin. Por lo
que a su criterio no era procedente solicitar la nulidad de acta de nacimiento de la joven “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, alegando que los ciudadanos que
aparecen identificados en el acta como padres de la misma no lo son, ya que eso sería materia de un
procedimiento de acción de estado.

8.- Señala que el tribunal a quo tramitó mediante un procedimiento de jurisdicción voluntaria una materia
que ha debido ser tratada y sustanciada mediante el procedimiento ordinario previsto en la ley, por lo que
pide se declare con lugar el Recurso de Apelación, interpuesto y que consecuentemente se anule la
sentencia emitida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de este
Circuito Judicial en fecha 14 de agosto de 2014; así como la reposición de la causa al estado de su
admisión.

9.- De igual manera la recurrente alega haber impugnado y tachado de falsedad en el proceso que se
desarrolló en primera instancia, un título de único y universales herederos que fuera presentado por los
presuntos herederos de la actora; y denuncia que el Tribunal de Primera Instancia nada dijo sobre ello.

10.- Que además el juez que admitió aquella demanda no exigió a la demandante que acreditara el acta
de nacimiento de quien dijo era su hija, es decir el acta de nacimiento de la fallecida C.Y.G.C., que
demostrara realmente el vínculo filiatorio con la demandante, y en consecuencia su interés legítimo en la
acción.

IV

DEL ESCRITO DE CONTESTACIÓN A LA APELACIÓN

En fecha 3 de noviembre de 2014, el abogado E.D.J.G., en su carácter de parte contra recurrente,


presentó escrito de contestación a la formalización del presente recurso, en el cual manifestó los
siguientes alegatos:

1.- Que todo lo dicho por la parte recurrente en el presente recurso de apelación, ya habría sido expuesto
como argumentos de hecho y de derecho en el proceso que se desarrolló en el tribunal de la primera
instancia.

2.- Que no se comprende que se trate de indicar ahora al Tribunal que hubo un error en la calificación de
esta causa, cuando la misma parte demandada en el juicio ha aceptado desde el comienzo que se trata de
un p.d.N.d.P.d.N., siendo que nunca lo había expuesto, tal como lo señala ahora.

3.- Asegura la contra recurrente, que no se trata de un proceso de filiación, y que el proceso de nulidad de
acta no es procedente la prueba heredo-biológica, y que se hizo evidente que la partida de nacimiento
anulada, viene viciada desde la actuación del certificado de nacimiento, el cual como bien es sabido por
este Tribunal, que el mismo Hospital E.G.d.C., reportó que ese nacimiento no ocurrió en ese Centro de
Salud y además que Y.G. (fallecida) nunca certificó con su firma el reconocimiento de que la niña que el
demandado presentara, era su hija. Siendo que alega que se encuentra ajustado a derecho la nulidad del
acta de nacimiento, ya que la persona que hizo la presentación de la niña fue solo el señor M.G.R., y
quien declaró que la niña era hija de C.Y., tal como se desprende del contenido del acta, en la que se lee:
“y es su hija en la ciudadana C.Y.G. Curbata”.

4.- Que de acuerdo a su criterio es evidente la equívoca manifestación de que el juicio sea de
desconocimiento de filiación.
5.- Que la misma madre de “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”, la señora T.D.H., presentó escrito donde hace oposición a la pretensión del demandado y
solicita que se aperture una investigación judicial por cuanto ella es la madre de “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, y fue quien hizo su presentación
ante la prefectura de La Guaira, el 6 de noviembre del año 1998, quedando registrada en el libro de
nacimientos en el folio Nº 431, acta (DATOS OMITIDOS) y que su hija no la procreó en Hospital
E.G.d.C.. Que por eso el acta de nacimiento válida de conformidad con la ley es la partida de nacimiento
obtenida por T.H..

6.- Que en cuanto al certificado de nacimiento, se debe observar lo manifestado por el Hospital E.G.d.C.,
y que ello evidencia que es falso y por ende de nulidad absoluta, la obtención de partida de nacimiento de
“SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”.

7.- Que solicita se declare con lugar la decisión pronunciada por el tribunal a quo en fecha 14 de agosto
del 2014, y que sea declarado dicho escrito de fundamentación impertinente, declarando sin lugar su
petitorio.

DE LOS ARGUMENTOS ESGRIMIDOS POR LAS PARTES EN EL ACTO DE LA AUDIENCIA DE


APELACIÓN

En la oportunidad en que se produjo la audiencia de apelación, la parte recurrente ratificó la


argumentación estampada en su escrito de formalización del recurso, en este sentido, señaló que el asunto
se trataba de un desconocimiento de filiación, y que al mismo se le dio el trámite a través del
procedimiento de jurisdicción voluntaria, y que ello hace que la sentencia deba declararse nula, que
igualmente debía evacuarse la prueba heredo-biológica, que a su criterio se trata de dos personas
distintas una “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, y
otra una tal “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN” H.M.,
por lo que pide se ordene la reposición de la causa al estado de su admisión, para que sea tramitado
debidamente. Por su parte la contra recurrente insistió en hacer valer la sentencia impugnada,
argumentando que el trámite fue el adecuado, y que el demandado nada dijo durante el proceso, y que es
ahora que se alega que debió hacerse por el procedimiento ordinario, por lo que pide sea ratificada la
sentencia. Asimismo alegó que se habría denunciado el caso al Ministerio Público, ya que pudiera
haberse constituido hechos delictivos. Hubo réplica y contra réplica.

Asimismo en la oportunidad de exponer sus conclusiones las partes ratificaron sus dichos.

VI

DE LAS PRUEBAS

Antes de entrar a valorar cada una de las documentales traídas a los autos en el proceso que se desarrolló
en el Tribunal a quo, es necesario indicar en relación a la prueba documental lo que ha señalado el autor
H.E.B.T., en su libro Tratado de Derecho Probatorio:“…refiriéndonos al documento como prueba,
podemos decir que es un medio de prueba judicial, consistente en cualquier cosa u objeto producto de
actos humanos, capaz de representar hechos del mundo exterior, producto o no de actos humanos, que
tienen significación probatoria, vale decir, que se refiere a hechos pasados, presentes o futuros que se
representan en el proceso –presente- para demostrar y convencer indirectamente al operador de justicia
de la ocurrencia o existencia de hechos que tienen significado jurídico y probatorio….”
Ahora bien, esa prueba documental a la que hace referencia el autor, puede contener ciertamente la
representación de hechos humanos o no, pero debe tener en el proceso un significado probatorio que sea
capaz de llevar al Juzgador a la convicción de la existencia o no de los hechos que narra en su libelo para
que sea debatido en el proceso judicial, pues si se trata de una simple prueba que no sea capaz de
demostrar algo que sirva como elemento de convicción, no puede calificarse como documento y mucho
menos con eficacia probatoria.

Para que la prueba documental sea eficaz, debe establecerse su autenticidad en el proceso, es decir, que
se demuestre su certeza, pues de lo contrario carecerá de eficacia probatoria, ya que estos medios de
prueba deben demostrar en forma directa las circunstancias del hecho debatido dentro del proceso.

En este orden de ideas, nuestro derecho procesal ha señalado y definido diversidad de principios que debe
aplicar el Juzgador, al caso en particular para la apreciación de las pruebas y que son elementales
porque antes de verificar si dicho medio probatorio merece algún valor probatorio, es menester verificar
que los medios de prueba aportados sean cónsonos con los principios establecidos. Con base a lo
señalado, esta Alzada pasa a valorar las documentales promovidas por las partes y las requeridas
oficiosamente por el Tribunal de Primera Instancia.

1.- La parte solicitante y hoy contra recurrente consignó a los autos, cursante al folio 8 del presente
expediente, copia certificada del acta de defunción de la ciudadana C.Y.G.C., expedida por la Dirección
de Registro del Segundo Circuito de la Alcaldía del Municipio Vargas, signada con el Nº 049, folio 025,
de fecha 17 de abril de 2007, que da cuenta de que la referida ciudadana en vida era titular de la cédula
de identidad Nº 4.898.749, y que falleció en fecha 15-04-2007, y que era hija de J.M.G. y G.M.P.. Con
relación a esta prueba documental, esta Alzada debe considerar que el carácter público corresponde a
cualquier documental escrita o no, que tenga su origen en la actividad de un funcionario público, en
ejercicio de su cargo; por otra parte el artículo 1.359 del Código Civil establece: “El instrumento público
hace plena fe, así entre las partes como respecto de terceros, mientras no sea declarado falso: 1° de los
hechos jurídicos que el funcionario público declara haber efectuado, si tenía facultad para efectuarlos, 2°
de los hechos jurídicos que el funcionario público debe haber visto u oído, siempre que éste facultado
para hacerlos constar.”. Conforme a lo previsto en el artículo antes citado este Juzgador concluye que el
instrumento público promovido por la parte solicitante, emanó de un funcionario público, en este caso de
la Registradora Civil, que tiene facultad para dar fe pública, evidenciándose con dicha documental el
fallecimiento de la ciudadana C.Y.G.C., así como que la ciudadana G.M.P., solicitante primigenia de la
acción de nulidad de acta de nacimiento, era la progenitora de la De Cujus, en consecuencia esta Alzada
le otorga valor probatorio de conformidad con lo previsto en el artículo 1.359 del Código Civil y
el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil.

2.- Igualmente la parte solicitante en el primogénito proceso, consignó, cursante al folio 13 del
expediente, copia fotostática y que luego se agregó a los folios 281, 282 y 283 del expediente, en copia
certificada, mediante remisión que hiciera el Registro Civil correspondiente, del acta de nacimiento
(DATOS OMITIDOS), correspondiente a la inscripción en el registro civil de nacimiento de una niña de
nombre “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”,
promovida y evacuada para demostrar que la hoy joven es hija de la ciudadana T.D.H.M.. En ese sentido,
este Juzgador, debe precisar que el artículo 1.357 del Código Civil establece: “Instrumento público o
auténtico es el que ha sido autorizado con las solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u otro
funcionario o empleado público que tenga facultad para darle fe pública, en el lugar donde el instrumento
se haya autorizado.” Al respecto este Juzgado Superior estima que el citado instrumento público, por
haber sido emanado del correspondiente Registrador, hace plena prueba, pues arroja el hecho relativo a
que la niña, y hoy joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”, es hija de la ciudadana T.D.H.M., venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad N° 13.456.241, tomando en consideración lo dispuesto en los artículos 1.357 y 1.359 del Código
Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, por ende
esta Alzada le otorga valor probatorio. Siendo adminiculada la prueba con la declaración que hiciera la
propia ciudadana T.D.H.M., en el proceso que se llevara a cabo en el expediente N° 2614-2007,
correspondiente a Justificativo de Únicos y Universales Herederos, que se inició por ante la extinta Sala
de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de esta misma Circunscripción Judicial, y
que cursan a los autos en copia debidamente certificada al folio 133 y su vuelto del expediente y que se
repite en el folio 174, en la que señaló: “…Por cuanto de autos se evidencia la solicitud de Declaración
de Únicos y Universales Herederos a favor de la niña “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR
MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, quien es falsamente identificada con la filiación paterna y
materna distinta a la verdadera y por cuanto he consignado en autos la partida de nacimiento en donde
consta que soy su madre biológica, y no la que expone el solicitante M.G.R., identificado en autos, solicito
con el debido respeto a este Tribunal se envié el presente expediente signado con el Nº 2614 a la fiscalía
competente del Ministerio Público de estas Jurisdicción del Estado Vargas, a los efectos de que se
establezca por los medios idóneos y fehaciente la verdadera maternidad de “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, de la cual soy su verdadera
madre. Es todo, termino, se leyó y conformen firman…”. Documental que esta Alzada califica como
prueba trasladada y la estima como medio de prueba válido, por haber sido incorporada legalmente al
proceso, ya que la misma pertenece a un proceso paralelo, y obviamente la misma es de interés a esta
causa, y el litigante, en este caso, la parte demandante, solicitó las copias certificadas contentivas de tal
actuación, en este caso de la declaración que hiciera en ese proceso la ciudadana T.D.H.M., y luego la
consignó en el proceso, tal como lo ha sostenido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en sentencia Nº 1288 de fecha 05 de Junio de 2012, con Ponencia de la Magistrada CARMEN ZULETA
DE MERCHAN. En este sentido considera esta alzada lo manifestado por la ciudadana T.D.H.M. en el
proceso de justificativo para p.m., resulta pertinente y es por ello que la considera apta para probar dicha
manifestación, que coincide precisamente con el contenido de la copia certificada del acta de nacimiento
analizada, que se traduce en la determinación de la filiación materna de la joven de autos, máxime,
cuando cursa igualmente a los autos, al folio 14 y su vuelto, la copia fotostática de la ficha médica
individual, expedida por el Hospital General de Lídice, en fecha 28 de febrero de 1995, en la que se lee:
“REPÚBLICA DE VENEZUELA. GOBERNACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL. HOSPITAL DE LÍDICE.
SERVICIO DE MATERNIDAD. El suscrito, Médico Obstetra, certifica que: “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, sexo femenino. Peso 2.4. Talla 49
Nació en esta Maternidad, a las…En fe de lo cual se expide el presente CERTIFICADO DE
NACIMIENTO, en Caracas. El día 28 Mes 12. Año 95. HISTORIA CLÍNICA NÚMERO 152504. Clave
1123…”. Siendo que al reverso se puede lee: “año 98, acta (DATOS OMITIDOS) fecha. “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, todo lo cual es ratificado
contundentemente por el propio Hospital, en respuesta al requerimiento del Tribunal de la Causa, cuando
informó mediante comunicación de fecha 9 de diciembre de 2013, cursante al folio 256 del expediente, lo
siguiente: “…DESPUÉS DE REALIZAR UNA EXHAUSTIVA REVISIÓN EN LOS LIBROS DE
REGISTROS MÉDICOS; DEL SERVICIO DE MATERNIDAD SE PUDO CONSTATAR QUE LA
PACIENTE; H.M.T.D., CON CÉDULA DE IDENTIDAD Nº 13.456.241, INGRESÓ A ESTE CENTRO
HOSPITALARIO EL DÍA 27-11-95, BAJO EL Nº DE HISTORIA 15-25-04, CON LOS SIGUIENTES
DIAGNÓSTICOS DE: EMBARAZO DE 42 SEMANAS + 3 DÍAS POR FUR “PRIMIGESTA PRECOZ” +
HIE + EMBARAZO. CRONOLÓGICAMENTE PROLONGADO + FETO VOLUMINOSO. MOTIVO POR
EL CUAL SE ATIENDE PARTO EL 27-11-1.995 A LAS 5:20 PM. OBTENIÉNDOSE RNAT VIVO
FEMENINO, PESO 2,400, LONGITUD 49 CMS. BAJO EL NOMBRE DE “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, TRATADA, EGRESANDO EL
20-11-1.995. SIN OTRO PARTICULAR AL QUE HACER REFERENCIA, ME SUSCRIBO DE USTED,
ATENTAMENTE, T.S.U. ÁNGELA ZAPATA. JEFE DE DPTO. DE REGISTRO MEDICO Y
ESTADÍSTICAS DE SALUD. DRA. M.E. GUEDEZ. MEDICA DIRECTORA. C.I. 10.712.514, MSDS
51227.”. Siendo que a los efectos probatorios estima esta Alzada que tal instrumento emanado del
referido nosocomio público debe considerarse como documento público administrativo que se asimila al
documento reconocido o tenido legalmente como tal, en cuanto a su valor probatorio se refiere, es así
como la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 06556 de fecha 14
de diciembre de 2005, con ponencia del Magistrado Dr. L.I.Z., expediente Nº 2001-0606 (Caso:
T.d.J.U.M.), preciso que: “En efecto, ha señalado tanto la doctrina como la jurisprudencia que el
documento administrativo es aquel que contiene una declaración de voluntad, conocimiento, juicio y
certeza, emanado de un funcionario competente con arreglo a las formalidades del caso, destinado a
producir efectos jurídicos. De igual manera, con respecto al valor probatorio de los mismos, se ha
indicado que constituyen una categoría intermedia entre los documentos públicos y los privados, por lo
que deben ser equiparados al documento auténtico, el cual hace o da fe pública hasta prueba en
contrario, pudiendo constituirse en plena prueba”. Por lo que este Tribunal al estar en presencia del
referido documento administrativo, considera que debe tenerse el mismo como cierto, toda vez que no
consta en autos prueba alguna que desvirtúe su contenido. En consecuencia goza de una presunción de
validez iuris tantum, salvo prueba en contrario, por lo que la indicada documental prestan para esta
instancia todo el valor probatorio que de su contenido se desprende conforme al artículo 1.354 del Código
Civil, esto es, la certeza de las afirmaciones de la autoridad administrativa en cuanto a las menciones allí
señaladas. Y así se establece. Nótese que aún cuando en el certificado de nacimiento analizado aparece
como nombre de la niña “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”, sin embargo en el acta de nacimiento expedida por el Registro Civil, ya valorada, aparece
claramente que el nombre de la niña cuya inscripción se hiciere en fecha 06/11/1998, es “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, lo cual perfectamente a criterio de
este Juzgador es viable, ya que puede indicarse un nombre diferente del colocado al niño o niña en el
certificado médico de nacimiento, al momento de solicitar la inscripción ante el Registrador o
Registradora Civil, quien estará en la obligación de colocar en el Acta de Nacimiento el nombre indicado
en la declaración, siempre que la declaración la haga el padre o la madre, y en el caso de autos tal
declaración la efectuó la madre, como se desprende del contenido del acta analizada, quedando
únicamente determinada la filiación materna de la joven de autos, tal como lo disponen las Normas para
regular los libros, actas y sellos del Registro Civil, dictadas por el C.N.E. en ejercicio de sus atribuciones
constitucionales y legales.

3.- Copia fotostática de carnet estudiantil correspondiente a “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR
MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, en el que se lee: “SE OMITEN DATOS”. Siendo que quien
aquí juzga desecha la documental por no ser idónea para demostrar los hechos controvertidos.

4.- Se promovió por parte de la solicitante, y fue traída a los autos, primero en copia fotostática, que
cursa al folio 16 del expediente, y que luego se agregó en copia certificada a los folios 252, 253, y 254 del
presente expediente, acta de nacimiento (DATOS OMITIDOS), correspondiente a la inscripción en el
registro civil de nacimiento de una niña de nombre “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO
DE LA PRESENTE DECISIÓN”, cuyo tenor es el siguiente: “… me ha sido presentada por ante este
Despacho una niña por el ciudadano: M.G.R., de cuarenta y seis años de edad, venezolano, marinero,
portador de la cédula de identidad número 4.656.672, natural de Porlamar, Estado Nueva Esparta y
residenciado en esta población de Mamporal. Quien manifestó que la niña cuya presentación hace nació
en el Hospital “E.G.” de Carayaca, Estado Vargas, el día veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y cinco, a las 5:30 p.m hora post meridiem y es su hija en la ciudadana: C.Y.G.C., de cuarenta y
cinco años de edad, venezolana, soltera, contabilista, portadora de la cédula de identidad numero:
4.898.749, natural de Aragua de Barcelona, estado Anzoátegui y residenciada en la población antes
mencionada, Indicó el presentante que la niña lleva por nombre: “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN
POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN” y fueron testigos presenciales de este acto los
ciudadanos: J.E.M.O. y G.M.F.G., ambos mayores de edad, venezolanos, vecinos de este Municipio y
portadores de las cédulas de Identidad número 4.557.765 y 10.501.349, respectivamente- Leída la
presente acta manifestaron estar conformes y firman. El Presentante. El Prefecto. Los Testigos. El
Secretario.” Al respecto aunque, se trata de un documento público que haría plena fe, así entre las partes
como respecto de terceros, mientras no sea declarado falso, se observa que habiéndose señalado en dicha
declaración de nacimiento, efectuada por el ciudadano M.G.R., que la niña cuya presentación hacía,
habría nacido en fecha 27 de noviembre de 1995, en el Hospital “E.G.” de Carayaca, Estado Vargas, sin
embargo de la comunicación de fecha 23-07-2007, que cursa al folio 330 del expediente, emanada del
referido Hospital, Dependencia de la Dirección de Salud de la Gobernación del estado Vargas, se señaló
lo siguiente: “…Por medio de la presente me dirijo a usted en la oportunidad de dar repuesta a oficios
recibidos el 16 de julio de 2007 donde solicita certificado de nacimiento de la niña “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN” correspondiente al día 27 de
noviembre de 1995, el cual no se puede procesar debido a que la misma no se encuentra en los registros
de los libros de certificación de nacimiento que reposan en este centro. Sin más a que hacer referencia,
quedo de usted. Atentamente, DRA: LUISA RODRIGUEZ MEDICO DIRECTOR”, lo que evidentemente
hace que queda totalmente desvirtuada la certeza de las afirmaciones de la autoridad administrativa y de
la declaración que el presentante de la niña hiciera ante la Autoridad Civil del Municipio Autónomo
Buróz del Estado Miranda, en razón a la contundencia de la respuesta que diera el Director del
Nosocomio, en cuanto a que la referida niña no aparece registrada como nacida en dicho centro de salud,
como falsamente lo habría afirmado el ciudadano M.G.R., en la declaración que habría hecho ante el
Registrador Civil, adminiculado además con la respuesta que dio el referido ciudadano ante este
Juzgador, que en ejercicio de sus facultades legales, activó la prueba de Declaración de Parte, siendo que
el referido ciudadano al preguntársele si tenía conocimiento del lugar donde habría nacido la niña que
presentara ante la Prefectura del Municipio Autónomo Buróz del estado Miranda, ambiguamente indicó
que no sabía, e igual respuesta dio cuando se le preguntó si tenía conocimiento de la existencia de algún
certificado de nacimiento de la hoy joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN”, aun cuando de la propia declaración efectuada ante el señalado registro habría
expresado que la niña cuya presentación hacía, había nacido en el Hospital “E.G.” de Carayaca, Estado
Vargas, lo cual a todas se trata de una evidente contradicción, todo lo cual será analizado en capítulo
aparte del presente fallo. Por lo tanto dicha declaración de parte sólo confirma que la referida niña, y hoy
joven, no nació en el Hospital que el referido ciudadano indicó en la declaración que hizo ante el registro
civil, y que coincide con la información suministrada por el propio nosocomio, siendo que para este
Sentenciador, dicha comunicación proveniente del indicado Hospital “E.G.” de Carayaca, al ser suscrita
por un funcionario público, en ejercicio de su cargo; en este caso Director del Hospital, se concluye que
se trata de un instrumento público que emanó de un funcionario público que tiene facultad para darle fe
pública, evidenciándose con dicha documental que en efecto la hoy joven de autos, no nació en el referido
centro de salud, en consecuencia esta Alzada le otorga a la comunicación suscrita por el Director del
Hospital referido, ya descrita, valor probatorio de conformidad con lo previsto en el artículo
1.359 del Código Civil y el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil. Aunado a ello, este Tribunal
adminicula dichas probanzas con la propia declaración que hiciera la ciudadana T.D.H.M., y que ya fue
a.e.e.p. anterior en el sentido de la oposición de que se identificara a la hoy joven de autos, como “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, en el procedimiento
del justificativo de título de únicos y universales herederos, al afirmar que ella era su madre, y que había
sido falsamente identificada su hija, con la filiación paterna y materna distinta a la verdadera, lo cual se
corresponde también con la opinión de la hoy joven, cuando expuso en el Tribunal de la Causa que
reconocía como madre a la ciudadana T.D.H.M., opinión que ha de tomarse en cuenta a los efectos de la
decisión.

5.- Copia fotostática de actas procesales del expediente N° 3611-1, correspondiente a Justificativo de
Únicos y Universales Herederos, tramitado por ante el Juzgado Cuarto de Municipio de la
Circunscripción Judicial del estado Vargas, referido a petición de que se declarasen herederos de la
difunta G.M.P., a las personas allí mencionadas. Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por
no ser idónea para demostrar los hechos controvertidos.

6.- Copia fotostática de documento autenticado por ante la Notaría Pública Primera del Municipio
Vargas del Distrito Federal, en el que aparecen como otorgantes de un contrato de comodato, los
ciudadanos A.D.L.C.E. y Y.G.C.. Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por no ser idónea
para demostrar los hechos controvertidos.

7.- Copia fotostática de un Contrato Factura, signado con el Nº 1484, expedido por la empresa Suárez y
Lorenzo & CIA, C.A. Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por no ser idónea para
demostrar los hechos controvertidos

8.- Copia fotostática de nota de entrega expedida en fecha 30 de diciembre de 1995 a nombre de
C.Y.G.C.. Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por no ser idónea para demostrar los
hechos controvertidos

9.- Copia fotostática de contrato de arrendamiento, en el que aparecen como otorgantes N.M. y C.Y.G.C..
Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por no ser idónea para demostrar los hechos
controvertidos

10.- Constancia de residencia expedida por la Asociación de Vecinos del Teleférico parte Baja, de fecha 5
de enero de 2006, en la que se deja constancia de que la ciudadana Y.G., se encuentra residenciada en
Calle Vargas Nº 80. Teleférico Bajo. Siendo que quien aquí juzga desecha la documental por no ser
idónea para demostrar los hechos controvertidos

11.- Copias fotostáticas de cédulas de identidad correspondientes a las ciudadanas G.M.P., C.Y.G.C.,
YELIBET DEL VALLE R.G., T.D.H.M.. Se estima como indicativo de las identificaciones de las personas
señaladas.

VII

OPINIÓN DE LA JOVEN DE AUTOS

Ante el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en fecha 11
de junio de 2012, fue oída la opinión de la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO
DE LA PRESENTE DECISIÓN”, quien expresó: “…Yo vengo aquí porque tengo dos nombres falsos, y
dos apellidos falsos, quiero arreglar los papeles porque quiero estudiar, porque cuando vaya a la
universidad va a ser un problema. Yo no sabía que la señora que me cuidaba no era mi mamá. Cuando
ella (Sra. Y.G.) murió, la familia del señor Romero me dijo que no era hija de él y ni de la señora Yelitza.
Viví con la familia del señor Romero, su esposa María de la C.A.F., M.G.R.A., la hija y su esposo J.G.G.,
y Lember A.R.A., hijo, hasta los catorce (14) años de edad, que me mandaron a Margarita con el hermano
de él y su familia, esposa, hijos, nietos (familia del Sr. Romero). Luego, la hija del Sr. Romero no quería
que yo estuviera en su familia, entonces me mandaron a un internado…“SE OMITEN DATOS POR
PROTECCIÓN A LA JOVEN”; que duré ahí como 02 años, que era de lunes a viernes y los fines de
semanas tenia que bajar a la Guaira, pero como el Sr. Romero tenia que ir buscarme, no podía, entonces
en el internado tienen una regla que si los padres no llegaban a una hora, llevaban a los niños a la
lopnna, entonces una vez me llevaron a la lopnna y el Sr. R.f. un libro donde se comprometía a estar
pendiente de mi, para que no me cuidaran terceras personas, y se comprometió de ir al liceo, cosa que no
hizo, entonces, yo me escapé, y viví con mi ex novio en la casa de su familia, con permiso del Sr. Romero,
el fue a la casa de mi ex novio y hablo con sus padres E.H. y A.B., pero no dejé los estudios. Después por
el mal comportamiento mío me quitaron la Beca por 15 días, y el Sr. Romero me mandó a un cuidado en
Los Teques, con una señora que se llamaba Belkys, en el centro - los Teques, luego me fui de esa casa, a
la casa de la Sra. Zulay en los Teques, donde ella me cuido desde diciembre 2011 hasta febrero de 2012,
hasta que el Sr. Romero encontrara una casa, entre comillas, para vivir los dos. Pasaba el tiempo y como
la Sr. Zulay vio que el Sr. Romero no llamaba, ni le pagaba, la Sr. Zulay lo llamó y me mandó a la Guaira,
llegue a la casa de la Sra. que me estaba cuidando Milagros, en …“SE OMITEN DATOS POR
PROTECCIÓN A LA JOVEN DE AUTOS”; ahí hubo un problema con la nieta de la Sra. Milagros, de ahí
me escapé y estuve como 3 días en la calle en los Teques, y de ahí unos amigos me vieron y me llevaron a
la casa de la Sra. Zulay, ahí le conté todo la Sra. Zulay, y me llevaron a la lopnna de los Teques, llamaron
al Sr. Romero, quien no atendía el teléfono por 3 días, mientras estuve en la casa de la Sra. Zulay, hasta
que me llevaron a la lopnna y ahí estaba el Sr. Romero; ahí también hicimos un acuerdo donde el se
comprometió a no maltratarme y a estar pendiente de mi en todo y en los estudios, y yo me comprometí a
portarme bien a seguir con los estudios y a no escaparme, pero ninguno hicimos caso; yo viví otra vez
aquí en la guaira en la casa de la Sra. Milagros, hubo un tiempo que empezó a tratarme bien, y le pedí
que quería estudiar parasistema, el dijo que no tenía tiempo para mi, que no podía ocuparse de mi, y le
dije que si seguía así lo llevaría la lopnna y el me dijo que si yo iba yo era la q iba a ir presa; le pedí los
papales y dinero, y me dijo que trabajara; luego me dio el dinero y me inscribí, actualmente estudio
Segundo Año, en …“SE OMITEN DATOS POR PROTECCIÓN A LA JOVEN DE AUTOS”; pero ahorita
no he ido a clases, estoy viviendo en Maracay, dicen que es …“SE OMITEN DATOS POR PROTECCIÓN
A LA JOVEN DE AUTOS”; con una tía que se llama K.H., hermana de mi mama, su esposo Diego, hija
Erica que tiene como unos 09 años, dos hijos Tristan de 06 años y Diego de 09 meses, también viven la
hermana de mi tío Diego, y sus dos hijos, estoy viviendo con ellos como desde hace tres (03) semanas;
anteriormente vivía con mi mamá T.D.H.M., …“SE OMITEN DATOS POR PROTECCIÓN A LA JOVEN
DE AUTOS”; mi abuela T.H., y mis tías Katherin y Omaira, no estuvieron de acuerdo y me mandaron a
Maracay, donde estoy actualmente, allá me tratan bien y me quieren, quieren que estudie y es mi familia.
Por parte de mamá tengo varios hermanos, 02 morochos como de seis (06) años, mi hermanita Gleydimar
de 10 años, ninguno viven con ella, están con sus padres. Por parte de papa tengo como tres hermanos, no
se como se llaman ni que edad tienen, lo que se es que soy la mayor. Yo conocí a mi mama Tibisay, porque
mi tío Eduvin fue a buscarme con ella a Catia la mar, donde viví con mi tía M.B., hermana de mi tío
Eduvin, ya que me había escapado de la casa de la Sra. Milagros…”. En este sentido y en consideración
de los elementos de juicio incorporados a las actas y los aportados al proceso durante la audiencia de
apelación, en este caso la declaración de parte, y durante el proceso en el Tribunal del Primer Grado, la
exposición de la hoy, joven de autos, llega a la convicción de que la joven fue escuchada libremente en
este particular asunto que le afecta su derecho de identidad, de lo cual se puede percibir las
circunstancias de incertidumbre que ha vivido la hoy joven, aunado a los otros elementos de presuntos
maltratos y vicisitudes narrados, por lo que su opinión expresada es para este juzgador un elemento
principal que ponderar, en su interés superior, en el sentido de las disposiciones consagradas en el
artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada íntegramente por Venezuela
mediante ley especial en razón del marco de principios en que se sustenta, a los cuales recoge y provee en
marco genuino el artículo 78 de la Constitución vigente. En el contexto del caso subiudice merece especial
atención la manifestación que hiciera la joven de autos, cuando de manera expresa señaló que acudía al
Tribunal porque tiene dos nombres falsos, y dos apellidos falsos, y que su deseo es arreglar sus papeles
porque quiere estudiar, que se traduce en un verdadero clamor de conocer a su verdadera identidad, y
que constituye además un derecho humano, saberse quién es y no otro u otra, es una de las mayores
satisfacciones de felicidad y estabilidad emocional, y obviamente otorga la conducción legal de manera
fiel, clara y exacta de esa persona debidamente identificada, pero además afirmó que anteriormente vivía
con su madre T.D.H.M., lo que se denota que reconoce como su madre a la referida ciudadana,
haciéndose evidente que tal afirmación coincide con las pruebas ya analizadas, por lo que en su propio
interés y en resguardo al derecho de identidad que le asiste, y a objeto de que cese la incertidumbre sobre
su identidad, ha de ratificarse la decisión tomada por el Tribunal a quo. Y así se declarará en el
dispositivo del presente fallo.

VIII

PRESCINDENCIA DE LA ESCUCHA ANTE ESTA ALZADA DE LA JOVEN DE AUTOS

Igualmente se dejó constancia de que el día de la audiencia de apelación celebrada en fecha 10 de


noviembre de 2014, en razón a que habiendo sido oída la joven de autos por el Tribunal a quo en las
condiciones y términos que establecen tanto el artículo 80 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes y el Acuerdo de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, sobre las
“Orientaciones sobre la garantía del derecho humano de los niños, niñas y adolescentes a opinar y a ser
oídos en los procedimientos judiciales ante los Tribunales de Protección”, se hizo innecesaria la escucha
de la misma en esta instancia superior, sobre todo en razón a evitar el riesgo de revictimización por las
circunstancias narradas por la propia joven en el Tribunal de la causa.

IX

RESULTADOS DE LA DECLARACIÓN DE PARTE EFECTUADA EN LA AUDIENCIA DE APELACIÓN

En la oportunidad en que tuvo lugar la audiencia de apelación, el Tribunal Superior dispuso a través de la
facultad legal, la Declaración de Parte, por lo que se procedió a interrogar a las mismas, previa lectura
del artículo 479 de la Ley orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, resultando que el
ciudadano M.G.R., a la pregunta de que si tenía conocimiento en que Hospital y en que fecha nació la hoy
joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, respondió
que no tenía conocimiento que “ella”, le habría dicho que había nacido en Carayaca. Sobre el particular
de que si tenía conocimiento de la existencia de algún certificado de nacimiento a la hoy joven “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, manifestó que no
sabía. Igualmente indicó que el personalmente procedió a inscribir a la niña, en la Prefectura del
Municipio Buróz del estado Miranda, y que allí se encontraba la ciudadana C.Y.G.C.. Sobre el particular
de que como explicaba el hecho de que en el acta de nacimiento de la joven de autos expedida por la
Primera Autoridad Civil del Municipio Buróz del estado Miranda, solo aparecía su persona como
presentante y no la ciudadana C.Y.G.C., aun cuando expresara que se encontraba presente. Manifestó que
no sabía. Y finalmente manifestó no conocer a la ciudadana T.D.H.M..

Respecto a la declaración de la parte contra recurrente, ciudadano E.D.J.G., señaló que conoce a la
ciudadana T.D.H.M., y que sabe que ella es la madre de la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN
POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN” y que respecto a la joven solo le une el vínculo del
afecto, ya que no mantiene vínculo consanguíneo con la misma.

Es de hacer notar que la declaración de parte, no puede concebirse jamás como un medio de prueba
subsidiario o asistencial, sobre las peticiones y defensas de las partes. Muy por el contrario, la
declaración de parte, evidentemente constituye una fuente probatoria fundamental para la resolución de
la controversia, la cual adquiere mayor relevancia en el nuevo proceso oral y público, con la presencia
directa del juez, es por ello que al a.l.d. de las partes, se puede apreciar que el ciudadano M.G.R., dio
contestaciones ambiguas y respuestas evasivas, al señalar que personalmente inscribió a la hoy joven “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN” en el registro civil,
pero luego manifiesta que allí en el Registro se encontraba también la ciudadana C.Y.G.C., lo que
contradice la declaración que hiciera ante el propio registro civil, ya que del contenido del acta se
desprende que el habría hecho dicha presentación o inscripción de manera individual y no conjuntamente
con quien se dijo era la madre, además a través de la declaración de parte, manifestó no saber donde
nació la niña, aseverando que la persona que el señaló en el acto de inscripción de nacimiento, como la
madre, fue quien le informó que la niña cuya presentación se hacía, habría nacido en Carayaca, en
cambio del contenido del acta de nacimiento, se desprende que éste declaró que la niña habría nacido en
el Hospital “E.G.” de Carayaca, Estado Vargas.

Igualmente se observa que para el momento de la inscripción en el registro civil del Municipio Autónomo
Buróz del estado Miranda, al que hemos hecho referencia, no se presentó el certificado de nacimiento de
la hoy joven de autos, según lo declarado por el ciudadano M.G.R., lo que hace inferir que en efecto no
pudo presentarse tal certificado, en razón a que la niña cuya presentación se hacía, no nació en dicho
Hospital, tal como se desprende con la prueba de informes evacuada, referida a la información
suministrada por el Hospital Dr. E.G., en la que de forma contundente se señala que revisado el Libro de
Registros del año 1995, el nacimiento de la niña “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO
DE LA PRESENTE DECISIÓN” no aparece reflejado en el mismo.

Por lo que es evidente que dicha inscripción del nacimiento se hizo no ajustada a la verdad, haciendo
convicción en esta alzada de que quedó demostrado por este medio que la hoy, joven “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, no nació de modo alguno en el
Hospital Dr. E.G., por lo que no se corresponde a la verdad la declaración de su nacimiento por ante la
Prefectura del Municipio Autónomo Buróz del estado Miranda, hecha por el ciudadano M.G.R.. Y así se
declara.

MOTIVACIÓN PARA LA DECISIÓN

Antes de pasar a describir los aspectos fundamentales de la sentencia, es importante referirse a los
argumentos esgrimidos por la parte apelante en este proceso judicial, en su escrito de formalización.

Respecto al señalamiento de la apelante de que el presente asunto debió tramitarse por el procedimiento
ordinario y no por el procedimiento de jurisdicción voluntaria, habida consideración de que a su criterio
se trataba de un desconocimiento de filiación y que en tal caso se debió evacuar la prueba
heredo-biológica que a.e.A.S.o. en primer lugar, que contrario al dicho del apelante, del propio libelo de
la solicitud que ocupó la atención del Tribunal a quo, y que ahora ocupa la atención de este Tribunal
Superior, se desprende que se trataba de una solicitud expresa de nulidad de acta de nacimiento, pues la
solicitante para la época, señaló en su petición, lo siguiente: “…solicito que la presente Demanda de
Supresión de la Partida de Nacimiento relativa al estado civil materno de la niña “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, supra identificada, sea admitida y
declarada con Lugar en la definitiva, por cuanto la petición no es contraria a las buenas costumbres ni al
derecho…” (Negrilla y subrayado del Tribunal Superior). Haciéndose evidente de que la pretensión de la
solicitante era la supresión del acta de nacimiento, es decir lo que hoy día se conoce como “nulidad de
partidas relativas al estado civil de niños, niñas y adolescentes”, asunto que por lo demás se encuentra
previsto en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en su artículo 177, literal
“i” del Parágrafo Segundo, con la categorización de: “Asuntos de familia de jurisdicción voluntaria”, y
que de manera clara establece el artículo 511 ejusdem., que el referido asunto debe tramitarse por el
procedimiento denominado “Procedimiento de Jurisdicción Voluntaria”. Por lo que no hay dudas de que
el procedimiento por el que optó en definitiva el Tribunal a quo, fue el ajustado a derecho. Y así se
declara.
Siendo que además sobre la reposición de la causa peticionada por el apelante, este Tribunal Superior
considera que aceptar dicha tesis de reposición al estado de admisión del asunto a los fines de sustanciar
la nulidad de acta de nacimiento por el procedimiento ordinario, menoscaba el orden legal, por cuanto en
el caso como el de autos, referido a petición de nulidad de partida relativa al estado civil de niños, niñas y
adolescentes, la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, lo clasifica como un
asunto de familia de jurisdicción voluntaria, como se ha señalado expresamente, el cual debe tramitarse
por el procedimiento de jurisdicción voluntaria, por mandato de la propia ley, como se indicara up supra.
Y así se declara.

De igual forma es importante destacar que la Sala Constitucional en cuanto al derecho a la identidad ha
expresado que es en virtud del resguardo de ese derecho de identidad y de la protección integral de la
paternidad y la maternidad, que el artículo 201 del Código Civil consagra una presunción iuris tantum de
paternidad matrimonial, pues tal presunción tiene una finalidad fundamentalmente social de protección al
hijo o hija y de la institución familiar. Por tanto, dicha norma no restringe el derecho del marido ni el
derecho del padre biológico de intentar la acción de desconocimiento judicial o la acción de inquisición
de paternidad, que no es el caso de autos, ya que no podría intentarse la acción de desconocimiento como
lo ha señalado el apelante, en razón a que no estamos en presencia del supuesto de hecho, que requiere la
existencia de un progenitor unido por el vínculo del matrimonio y que dentro del dicha unión haya nacido
un niño o niña, para constituirse como legitimado activo para ello, o un progenitor biológico no unido
matrimonialmente que la intente.

Igualmente yerra el apelante al aseverar que el asunto debió haber sido tratado como una acción de
estado, y que en tal sentido se debió tramitar por vía del procedimiento ordinario y evacuarse pruebas de
ADN, ya que en los casos en los cuales existe una filiación de maternidad y/o paternidad establecidos en
dos o más actas de nacimiento, ésta debe ser impugnada a través de la vía de nulidad de acta, con
anterioridad, al ejercicio de la acción de estado, porque no puede pretenderse, poseer dos partidas de
nacimiento, cada una con filiación diferente. De allí que debe tomarse en cuenta no sólo la naturaleza de
los documentos que contenían la filiación, en este caso las partidas de nacimiento de la joven de autos,
sino además que la única vía para acceder a una futura acción de estado, era la petición de nulidad de
una de las actas de nacimiento. Sin embargo, en el presente caso se observa que la filiación legal de la
joven de autos, no se estableció a partir de la presunción juris tantum establecida en el artículo
201 del Código Civil, que dispone: “...el marido se tiene como padre del hijo nacido durante el
matrimonio...”, sino que se trató de una inscripción inicial de la hoy joven de autos en el registro civil por
parte de la ciudadana T.D.H.M. y una segunda inscripción realizada por el ciudadano M.G.R.. En
consecuencia, se evidencia que el criterio señalado por la parte apelante en el presente caso no encuadra
con la situación de desconocimiento de paternidad que se señala. Y así se declara.

En el caso de autos, la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE


DECISIÓN” aparece en el acta (DATOS OMITIDOS), como hija del ciudadano M.G.R., quien hace la
inscripción y declara además que la niña que presentara es hija de la ciudadana C.Y.G.C., y que nació en
el Hospital Dr. E.G.d.C., Estado Vargas, que a la postre resultó ser falso de acuerdo al propio
pronunciamiento del Hospital que cursa a los autos, y que fue debidamente analizado por esta Alzada, por
otra parte aparece determinada solo la filiación materna en el acta primigenia, registrada ante la
Primera Autoridad Civil de la Parroquia La Guaira, Municipio Vargas del estado Vargas. En tal sentido
si ella, la joven de autos quisiera reclamar la filiación materna de una determinada persona, puede
hacerlo, pero debe impugnar la maternidad que aparece reflejada en la segunda acta de nacimiento, pues
de no hacerlo, y prosperar la demanda por inquisición de maternidad, el Estado se encontraría con una
sentencia judicial que señala que la demandante es hija de una ciudadana, pero también,
simultáneamente, con un acta de nacimiento que es un documento público, donde se le atribuye el
carácter de hija de otra ciudadana, es decir, que la demandante tendría legalmente dos madres. Esto es de
imposible aceptación legal, por ende, debe considerarse dicha circunstancia como insólita.

Por ello, se intuye, que para reclamar alguna acción de estado, debe destruirse la fe pública que emana
de alguna de las actas de nacimiento, pues en ello está interesado, de paso, el orden público. En la
filiación nadie puede aparecer con dos madres. Siendo que en el caso concreto se encuentra
perfectamente destruida de acuerdo al análisis de las pruebas, la segunda acta de nacimiento, es decir el
acta de nacimiento N° 339, de fecha 7 de agosto de 2000, expedida por la Prefectura del Municipio
Autónomo Buróz del estado Miranda.

Sobre el particular de que el juez de primera instancia no hizo un verdadero análisis de las pruebas
presentadas, que no aplicó la regla de la sana crítica ni las máximas de experiencias, ni aún las pruebas
de indicios, al que a su decir estaba obligado de conformidad con los artículos 12, 507 y 508 del Código
de Procedimiento Civil. En tal sentido, de la revisión de la sentencia impugnada, se evidencia que al
efectuar el a quo el análisis y valoración de las pruebas aportadas por las partes, cursantes a los folios
13, 15, 16, 168, 169, 170, 254, 282, 329, 330 y 331, se aprecia, que el citado Tribunal realiza una
valoración únicamente respecto de las copias simples y certificadas del acta de nacimiento (DATOS
OMITIDOS), así como las referidas al acta de nacimiento (DATOS OMITIDOS), la documental referida a
la certificación expedida por el Hospital Dr. E.G.d.C., en la que se deja constancia de que el nacimiento
de la niña “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, no se
encuentra en los registros de los libros de certificación que reposan en dicho centro, así como toma en
cuenta la opinión de la joven que para el momento era adolescente, sin advertir las documentales
referidas al acta de defunción de la ciudadana C.Y.G.C., las copias de las actas procesales del expediente
N° 3611-1, correspondiente a Justificativo de Únicos y Universales Herederos, tramitado por ante el
Juzgado Cuarto de Municipio de la Circunscripción Judicial del estado Vargas, la declaración que
hiciera la ciudadana T.D.H.M., en el proceso que se llevara a cabo en el expediente N° 2614-2007,
correspondiente a Justificativo de Únicos y Universales Herederos, que se inició por ante la extinta Sala
de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de esta misma Circunscripción Judicial,
la copia fotostática de la ficha médica individual, expedida por el Hospital General de Lídice, la copia
fotostática de carnet estudiantil correspondiente a …“SE OMITEN DATOS POR PROTECCIÓN A LA
JOVEN DE AUTOS”; la copia fotostática de documento autenticado por ante la Notaría Pública Primera
del Municipio Vargas del Distrito Federal, en el que aparecen como otorgantes de un contrato de
comodato, los ciudadanos A.D.L.C.E. y Y.G.C., la copia fotostática de un Contrato Factura, signado con
el Nº 1484, expedido por la empresa Suárez y Lorenzo & CIA, C.A., la copia fotostática de nota de entrega
expedida en fecha 30 de diciembre de 1995 a nombre de C.Y.G.C., la copia fotostática de contrato de
arrendamiento, en el que aparecen como otorgantes N.M. y C.Y.G.C., la constancia de residencia
expedida por la Asociación de Vecinos del Teleférico parte Baja, ni las copias fotostáticas de cédulas de
identidad correspondientes a las ciudadanas G.M.P., C.Y.G.C., …“SE OMITEN DATOS POR
PROTECCIÓN A LA JOVEN DE AUTOS”; y T.D.H.M., lo cual evidencia, que tal como lo afirma el
recurrente, dichas pruebas documentales no fueron valoradas, en forma alguna, por el Tribunal Segundo
de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de este Circuito Judicial. No obstante a ello, la
revisión del fallo en apelación debe perseguir un fin útil, es decir, que el vicio o infracciones detectadas
en el mismo deben ser determinantes de su dispositivo, para que puedan acarrear la declaratoria de
nulidad del fallo. En tal sentido, se observa que las documentales señaladas como omitidas en el análisis,
no generó objeción alguna, razón por la cual, al no haber sido controvertidas en el proceso, a pesar del
silencio de prueba en el que incurre el Tribunal a quo al no valorar las documentales referidas, tal
omisión no resulta determinante en el dispositivo del fallo, de acuerdo al análisis efectuado por esta
Alzada, siendo que además por cuanto el mismo apelante no explica cómo los documentos omitidos en su
valoración, pueden rebatir o desvirtuar el pronunciamiento de la recurrida. Es decir, no se argumenta en
la denuncia cómo las pruebas que se alegan silenciadas podrían demostrar la validez del acta de
nacimiento que se declaró nula, por lo que al no existir fundamentación en la denuncia que explique cómo
las referidas pruebas pueden cambiar la suerte de la controversia, la presente denuncia, debe declararse
improcedente. Y así se decide.

Como corolario de lo expuesto, se concluye que, aún cuando indudablemente, hubo silencio de pruebas en
la sentencia impugnada, tal como fue advertido, de la revisión de las actas del expediente, se observó que
la apreciación de las pruebas silenciadas por el juzgador a quo no resultaban determinantes del
dispositivo del fallo, y que en relación a lo que se decidió en definitiva no hubo afectación alguna, por
cuanto igualmente habría de llegar a la conclusión a la que se llegó, razón por la cual, resulta forzoso
declarar improcedente la presente denuncia. Y así se resuelve.

Sobre el punto alegado por el recurrente de que habría impugnado y tachado de falsedad en el proceso
que se desarrolló en primera instancia, un título de único y universales herederos, sin que el Tribunal
haya hecho pronunciamiento alguno, en efecto consta de autos que en fecha 25 de marzo de 2013, la parte
demandada, propuso la tacha de falsedad el referido documento, sin embargo, dicha documental no fue
considerada por el Tribunal a quo en su sentencia, por lo que si la intención del hoy apelante era enervar
la prueba, cumplió su objetivo ya que la referida documental no influyó en la sentencia, aún cuando no se
trata de darle un espaldarazo al juzgador, ya que su deber era pronunciase sobre ello, sin embargo se
estima inútil el pretendido alegato del apelante. Y así se declara.

Finalmente refiere la parte apelante que el juez de primera instancia que admitió el asunto que hoy ocupa
la atención del Tribunal Superior, no exigió a la demandante que acreditara con el acta de nacimiento de
quien dijo era su hija, su legitimidad para actuar. En este sentido este Tribunal observa que junto con el
escrito libelar, la parte solicitante, consignó el acta de defunción de la ciudadana C.Y.G.C.; y en la que se
declaró que la ciudadana fallecida era hija de J.M.G. y G.M.P., por lo que se hacía a todo evento inútil la
consignación del acta de nacimiento de la De Cujus, por cuanto con la de defunción cubría la legitimidad
para actuar en juicio.

En conclusión, por las consideraciones expresadas, debe este juzgador ratificar la decisión tomada por el
Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en fecha 14 de agosto
de 2014, en cuanto a la nulidad de la segunda acta de nacimiento de la joven de autos, registrada, es decir
el acta de nacimiento N° 339, de fecha 7 de agosto de 2000, expedida por la Prefectura del Municipio
Autónomo Buróz del estado Miranda, en conformidad con lo previsto en los artículos 150 ordinal
3 y 156 de la ley Orgánica de Registro Civil, tal como lo sentenció el a quo. Puesto que la joven de autos,
fue presentada, como comúnmente se dice y más técnicamente, inscrito su nacimiento dos (2) veces, ante
dos autoridades distintas; una ante la Primera Autoridad Civil de la Parroquia La Guaira, Municipio
Vargas del estado Vargas, y la segunda ante la Primera Autoridad Civil del Municipio Autónomo Buróz
del Estado Miranda. En este sentido, es necesario precisar que el Tribunal a quo, aplicó como se ha
señalado, el contenido del artículo 150, numeral 3, de la Ley Orgánica de Registro Civil, publicada en
la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 39.264 de fecha 15 de septiembre de 2009.
Ahora bien, observa este Tribunal Superior que el numeral 3 del artículo antes señalado, y fundamento de
la decisión recurrida, se refiere a la posibilidad de declarar la nulidad de un acta del registro civil cuando
la misma haya sido inscrita más de una vez, de manera que dicho supuesto a criterio de esta Alzada, es el
aplicable en el caso concreto, tal como lo sentenció el a quo, motivo por el cual se confirma la sentencia
impugnada, en los términos expuestos en este fallo. Y así se decide.

Definido como ha sido, que fue acertada la decisión del a quo en declarar la nulidad de la señalada acta
de nacimiento, sin embargo es necesario hacer un pronunciamiento sobre la situación jurídica respecto a
la identidad de la joven de autos, al producirse la firmeza del fallo. En este sentido como sabemos, los
Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, son competentes para los casos previstos en el
artículo 177 de la Ley Especial que regula la materia de familia, figurando en el Parágrafo Segundo,
literal “f”, la rectificación y nulidad de partidas relativas al estado civil de niños, niñas y adolescentes,
que no abarca la rectificación de documentos relativos a cédula, pasaporte o afines, sin embargo, la
función jurisdiccional trasciende su típica labor de aplicación de la justicia normativa, para convertirse
en una fuerza que concurre y coadyuva al proceso de transformación de las complejas realidades que se
hacen presente en la dinámica social, especialmente, en los aspectos que por su naturaleza, alcance o
implicación resultan jurídicamente relevantes para el colectivo social.

Sobre el particular es necesario traer al presente fallo algunas consideraciones que ha sostenido la Sala
de Casación Social en relación a los asuntos de familia, y en ese sentido ha dicho que: “La sociedad es un
cuerpo dotado de vida y el derecho es un elemento constitutivo de la sociedad que participa de esa vida
sujeto a transformaciones con la pretensión de ser más humano. Desde esta perspectiva, el derecho es
más extenso que las fuentes formales del derecho e incluso que una regla de derecho, pues existen
situaciones que no son pura y simplemente aplicación de reglas formales sino que son situaciones reales,
producto de la sociedad misma”. (Sentencia N° 0217 del 09 de agosto de 2001, con ponencia del
Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz).

En el mismo fallo quedó sentado, que “…esas situaciones son los derechos sociales y de la familia, pilar
fundamental de nuestro ordenamiento jurídico vigente, de conformidad con lo expresado en la exposición
de motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que señala en el capítulo V lo
siguiente: Los derechos sociales contenidos en la Constitución consolidan las demandas sociales,
jurídicas, políticas, económicas y culturales de la sociedad en un momento histórico en que los
venezolanos y venezolanas se redescubren como actores de la construcción de un nuevo país, inspirado en
los saberes populares que le dan una nueva significación al conocimiento socio político y jurídico del
nuevo tiempo. La pluralidad de familias, el rescate de la tradición oral de los ancianos y de las ancianas,
como patrimonio familiar para una educación cotidiana; la garantía de la autonomía funcional de los
seres humanos con discapacidad o necesidades especiales; la ciudadanía progresiva de los niños y de las
niñas definido como prioridad absoluta del Estado; los adolescentes y jóvenes entendidos como sujetos
estratégicos para el desarrollo sustentable; son nuevos elementos elevados a rango constitucional que
requieren una interpretación acorde con su finalidad, no sujeta a formalismos jurídicos alejados de la
realidad social…”.

En efecto, tal como lo señala la sentencia del máximo tribunal, parcialmente transcrita, en materia de
niños, niñas y adolescentes, e incluso en el caso de jóvenes entre 18 y 25 años de edad, como el asunto
que nos ocupa, en el que la joven de autos cuenta con 19 años de edad en la actualidad, y quien de
manera extensiva se encuentra protegida por la legislación especial, máxime cuando el proceso se inició
cuando era todavía niña, resulta forzoso e indeclinable para este juzgador salvaguardar, garantizar y
proteger sus derechos e intereses, en todo caso, debe hacerse valer su interés superior, esto por mandato
expreso de nuestra Constitución y de la Ley especial que rige la materia, en la que se evidencia una
inconfundible finalidad protectora al niño, niña o adolescente de quien se trata y por extensión a los
jóvenes por efecto de la perpetua jurisdicción, por tanto, este Tribunal Superior estima con el objeto de
garantizar una justicia accesible y expedita, entrar a analizar el conjunto de elementos normativos viables
para solventar la situación jurídica respecto del derecho a la identidad que le asiste a la joven de autos, y
en tal sentido, es indudable que el simple pronunciamiento sobre la nulidad de la segunda acta de
nacimiento registrada, no cubre las exigencias mínimas de las consecuencias jurídicas que ello comporta
para la joven de autos, en cuanto a su identidad, ya que la joven de autos, viene identificándose como “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, con la cédula de
identidad N° 24.333.404, producto de una situación en la que se encontraba totalmente ajena, por lo que
es deber del Estado garantizarle el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías,
además de asistirle en el derecho de actualización, rectificación o destrucción de aquéllos documentos
que fueren erróneos o afecten ilegítimamente sus derechos, conforme al artículo 28 Constitucional. Y así
se declara.

En razón de lo esgrimido, con la declaratoria de nulidad de una de las actas de nacimiento, en este caso
la segunda registrada, se produce de inmediato un cambio en la identidad de la joven de autos. En este
sentido se considera oportuno citar los artículos 19 y 22 de la Ley Orgánica de Identificación, publicada
en Gaceta Oficial N° 38.450, de fecha 14 de junio de 2006, cuyo contenido es el siguiente: "Artículo 19.
La República Bolivariana de Venezuela, por órgano del ministerio con competencia en materia de
identificación de los habitantes de la República, otorgará las cédulas de identidad....

“Artículo 22.- Los venezolanos, venezolanas, extranjeros y extranjeras, tendrán derecho a tramitar el
otorgamiento de una nueva cédula de identidad, por motivo de vencimiento, pérdida, deterioro, cambio de
estado civil o cualquier otra modificación de los elementos de identificación.”.
Conforme a las disposiciones transcritas, el órgano competente para la modificación de los elementos de
identificación, producida por efecto de la declaratoria de nulidad del acta de nacimiento con la que la joven
de autos se le expidió su cédula de identidad, y cuya identificación quedó establecida ahora como “SE
OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, con número de
cédula de identidad 24.333.404, es el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia
y Paz, a través del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), no
obstante, correspondía al Juzgador de Primera Instancia, ordenar lo conducente, y no lo hizo, por lo que
debe subsanarse dicha omisión por parte de esta Alzada. Y así se declara.
En este mismo orden de ideas, visto que con la declaratoria de nulidad de la segunda acta de nacimiento
registrada, deja en consecuencia en plena vigencia la primera acta de nacimiento registrada, es decir la
signada (DATOS OMITIDOS) (DATOS OMITIDOS), por lo que los apellidos de la joven de autos han de
variar.
Como sabemos para la determinación de los apellidos los artículos 235 y 238 del Código Civil, regulan:
“Artículo 235.- El primer apellido del padre y de la madre forman, en ese orden, los apellidos de los
hijos…” “Artículo 238.- Si la filiación sólo se ha determinado en relación con uno de los progenitores, el
hijo tiene derecho a llevar los apellidos de éste, si el progenitor tuviere un solo apellido, el hijo tendrá
derecho a repetirlo”. Así las cosas, visto que la joven de autos por efecto de la nulidad declarada de la
segunda acta de nacimiento, quedando vigente la primera, es decir, la signada (DATOS OMITIDOS),
siendo que de ella se desprende que solo se encuentra determinada su filiación materna, se evidencia a
todas luces que la misma debe estar identificada en su cédula de identidad, como en cualquier otro
documento, con ambos apellidos de su progenitora, a saber: “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR
MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, y no como “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR
MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, como venía identificando, con su anterior identidad, de
conformidad con lo previsto en el artículo 238, transcrito en el presente fallo. De modo que, demostrado
como ha sido jurídicamente que el hecho de haber inscrito falsamente a la hoy joven de autos por ante la
Prefectura del Municipio Autónomo Buróz del estado Miranda, cuando ésta ya había sido inscrita por ante
la Primera Autoridad Civil de la Parroquia La Guaira, Municipio Vargas del estado Vargas, debe
garantizársele el otorgamiento de una nueva cédula de identidad y otros documentos, por haberse
modificado los elementos de identificación, es por lo que debe ordenarse oficiar al Director de la referida
entidad administrativa, a los fines de que sea tramitada la nueva cédula de identidad, conservando su
número de cédula de identidad. Y así se decide.
Al margen de lo anteriormente expuesto, advierte este Tribunal Superior que no puede pasar por alto la
censurable conducta desplegada por el Juez Temporal del Tribunal Segundo de Primera Instancia de
Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en la sentencia recurrida, toda vez que aunque la omisión de
pronunciamiento en cuanto a la impugnación que se hiciera, no fue determinante del dispositivo del fallo,
ni el silencio parcial de determinadas pruebas, no produjo tampoco la demolición del fallo recurrido,
independientemente de la banalidad de las pruebas silenciadas, ya que éstas en nada influyeron para
sentenciar de otra manera, por no tener relevancia en la suerte del proceso, como se analizó up supra, sin
embargo, éste debió analizar todas y cuantas pruebas se hubieren producido, aun aquellas que a su juicio
no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de convicción, expresando siempre cual es el criterio
respecto de ellas, por lo que se insta a dicho Juez a que sea cuidadoso en sus juzgamientos porque errores
judiciales como éstos, además de estimarse como incumplimiento de la función jurisdiccional, pudieran
causar gravámenes a las partes. Y así se decide.
XI
DECISIÓN
Por todos los fundamentos que anteceden, este Tribunal Superior del Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, administrando justicia en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela, y por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN
LUGAR el recurso de apelación interpuesto por la parte recurrente, ciudadano M.G.R., titular de la cédula
de identidad Nº 4.656.672, asistido del profesional del Derecho R.R.R., en su condición de Defensor
Público Sexto de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del estado Vargas, contra la sentencia
definitiva dictada en fecha 14 de agosto de 2014, por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de
Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Vargas, mediante la cual declaró con lugar la solicitud que por nulidad
de acta de nacimiento se había instaurado. SEGUNDO: Se confirma la sentencia dictada en fecha 14 de
agosto de 2014, por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas,
mediante la cual declaró la nulidad del acta de nacimiento (DATOS OMITIDOS) correspondiente a la
inscripción en el registro civil de nacimiento de una niña de nombre “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN
POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, por lo que una vez firme la presente sentencia,
deberá el Tribunal a quien le corresponda la ejecución del fallo, remitir una copia certificada del mismo al
Registro Civil donde se encuentra el acta de nacimiento anulada, a fin de que se estampe al margen de la
misma las palabras “ANULADA POR DECISIÓN JUDICIAL”. Siendo que dicha acta quedará privada de
todo efecto legal. TERCERO: Se ratifica que el acta de nacimiento válida de la joven “SE OMITE SU
IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE DECISIÓN”, es la que se encuentra en el
Registro Civil de Nacimientos llevado por la extinta Primera Autoridad Civil de la Parroquia La Guaira del
Municipio Vargas, hoy Unidad de Registro Civil de la Parroquia La Guaira del estado Vargas, asentada
(DATOS OMITIDOS). CUARTO: Se acuerda que una vez firme la presente sentencia, el Tribunal a cargo
de la ejecución del fallo, es decir el Tribunal Segundo de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación
del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
Estado Vargas, deberá oficiar al Director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y
Extranjería (SAIME), a objeto de hacer de su conocimiento del presente fallo y, en tal sentido, se sirva en
conformidad con lo previsto en el artículo 238 del Código Civil y 22 de la Ley Orgánica de Identificación,
garantizar a la joven de autos, en razón a encontrase solo determinada su filiación materna, el derecho que
tiene a llevar los dos apellidos de su madre en el documento de identidad, así como el derecho que le asiste
de tramitar el otorgamiento de una nueva cédula de identidad, por motivo de modificación de los
elementos de identificación, como es el caso de autos, por lo que deberá rectificar en la cédula de identidad
N° 24.333.404, expedida en fecha 21 de septiembre de 2005, así como en cualquier otro documento de
identidad que se le haya podido expedir a la joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO
DE LA PRESENTE DECISIÓN”, en el sentido de que conservando su número de cédula de identidad,
aparezcan correctamente sus datos de identidad, así como que se corrijan sus datos filiatorios en los
registros correspondientes en conformidad con el acta de nacimiento declarada válida, a saber, la joven de
autos deberá identificarse como “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN”, hija de T.D.H.M., venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
N° 13.456.241, nacida en (DATOS OMITIDOS). Igualmente el juez de la ejecución deberá en
conformidad con la aplicación supletoria del contenido del artículo 184 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, por remisión que hace el artículo 452 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, disponer de todas las medidas que considere pertinentes, a fin de garantizar la efectiva
ejecución del fallo, por lo que podrá dictar cualquier disposición complementaria para asegurar la
efectividad y resultado de la medida que hubiere decretado, por lo que podrá en caso de que la joven de
autos requiera alguna notificación del cambio de los datos en su cédula de identidad a algún ente público o
privado, como instituciones educativas u otros, materializar su petición, dictando las disposiciones
complementarias necesarias, acompañándolas de la correspondiente copia certificada del presente fallo.
QUINTO: A los fines de la entrega a su destinatario del oficio u oficios que el Tribunal Segundo de
Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, librará, debe designarse como correo
especial a la propia joven “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA PRESENTE
DECISIÓN”, quien deberá en todo caso ser asistida por el abogado E.D.J.G., titular de la cédula de
identidad Nº 4.119.091, abogado en ejercicio inscrito en el Inpreabogado Nº 79.668, y a quien este
Tribunal Superior, en conformidad con lo previsto en el Código de Ética Profesional del Abogado
Venezolano, encarga dicha asistencia y acompañamiento de manera gratuita, dado los escasos recursos
económicos de la joven de autos y quien deberá comprometerse a consignar copia fotostática del nuevo
documento de identidad de la joven de autos, así como reportar oportunamente y en la oportunidad que
disponga el Tribunal de la ejecución, las resultas de dicha diligencia y de las otras complementarias que se
dispongan. SEXTO: NO HAY CONDENATORIA EN COSTAS. SÉPTIMO: Visto que se han hecho
señalamientos referidos a supuesta comisión de delitos, se acuerda remitir copia certificada de la totalidad
de las actas procesales que conforman el presente expediente a la Fiscalía Superior del estado Vargas, con
el objeto de que si lo estima pertinente, aperture la investigación que corresponda. OCTAVO: Finalmente,
visto que la identificación de la joven de autos pudiera lesionar su intimidad, se acuerda a los fines de
evitar difundir a terceras personas no vinculadas directamente con el asunto, de conformidad con lo
previsto en el artículo 24 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con lo establecido en el
artículo 65 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, que la publicación del
fallo que habrá de hacerse en la página web, se hará omisión de los nombres y apellidos de ella,
sustituyéndolos por la mención “SE OMITE SU IDENTIFICACIÓN POR MANDATO DE LA
PRESENTE DECISIÓN”.
Publíquese y regístrese. Déjese copia en el copiador de sentencias.
Dada, firmada y sellada en el Despacho del Tribunal Superior del Circuito Judicial de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en Maiquetía, a los 26 días del mes
de noviembre de 2014. Años: 204° de la Independencia y 155° de la Federación.
EL JUEZ SUPERIOR
Abg. H.A.R.B.
LA SECRETARIA
Abg. NOHEMI JOSEFINA ROSENDO REYES
En la misma fecha de hoy, 26 de noviembre de 2014, siendo las 10:15 horas de la mañana y previo el
anuncio de ley, se publicó y registró la anterior sentencia.
LA SECRETARIA
Abg. NOHEMI JOSEFINA ROSENDO REYES
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Decisión de Juzgado Superior en lo Civil,


Mercantil, Transito y de Menores de Miranda,
de 27 de Mayo de 2010
SentenciaCitado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent

Fecha de 27 de Mayo de 2010


Resolución

Emisor Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Transito y de


Menores

Ponente Eucaris Haydde Alvarez

Procedimiento Privación De Patria Potestad

EN SU NOMBRE

JUZGADO SUPERIOR EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRANSITO Y DE PROTECCIÓN DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO MIRANDA

LOS TEQUES

200º y 151º

PARTE DEMANDANTE: M.V.D.L.S., venezolana, mayor de edad y titular de la cédula de identidad No. V-
22.538.159.

APODERADA JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDANTE: Defensor Publico Abogado C.E.G.T., adscrito a la Defensa
Pública.

PARTE DEMANDADA: T.E.S.C., mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. 81.649.871.

APODERADOS JUDICIALES DE LA PARTE DEMANDADA: No consta en autos.

ACCIÓN: PRIVACIÓN DE P.P..

MOTIVO: APELACIÓN.

EXP. N°: 10-7127.

ANTECEDENTES
Corresponde a este órgano jurisdiccional conocer del recurso de apelación interpuesto por la ciudadana
M.V.D.L.S., contra la definitiva dictada en fecha 23 marzo de 2010 del Tribunal de Protección del Niño, Niña y
del Adolescente del Estado Miranda, con sede en Los Teques. Jueza Temporal N° 02.

Se inició el presente juicio, mediante escrito presentado por la ciudadana M.V.D.L.S., asistido por el Defensor
Público abogado C.E.G.T., en fecha 29 de en Julio de 2009, ante el Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda.

En fecha 01 de agosto de 2008, el A quo admitió la demanda y acordó oficiar al C.N.E. y a la Oficina Nacional
de Identificación y Extranjería, con el objeto de que informaran el último domicilio que registra en sus archivos
el mencionado ciudadano, acordó designar al Profesional del derecho Abogado C.E.G.T. como de Defensor
Público del Adolescente M.A.E.S.V., acordando notificar al ciudadano antes mencionado para que manifestare
aceptación o excusa e invitar al adolescente a los fines de que sea oído por el ciudadano Juez.

En fecha 01 de Agosto de 2008, el A quo ordenó que sean evacuados conforme a derecho, en la oportunidad
correspondiente al debate oral, el testimonial de los ciudadanos B.A.R.G. y M.D.P.A.T..

En fecha 05 agosto de 2008, el Defensor Publico C.E.G.T., acepto el cargo de Defensor Público del adolescente
M.A.E.S.V..

En fecha 18 de agosto de 2008, según resultas del oficio dirigido a la Oficina de Nacional de Identificación y
Extranjería en fecha 01 de agosto de 2008, se registró movimiento migratorio del ciudadano E.S.C.T. en fechas
05-12-1984, 19-02-1991, 11-03-1992 y el 17-02-1994, ultimo ingreso al país desde Caracas.

En fecha 01 de Septiembre de 2008, según resultas del oficio dirigido al Director del C.N.E. en fecha 01 de
agosto de 2008 se estableció no aparece inscrito el ciudadano T.E.S.C..

En fecha 25 de septiembre de 2008, el A quo acordó ratificar oficio a la Oficina Nacional de Identificación y
Extranjería, por motivo de dar respuesta a ultimo lugar de residencia del ciudadano T.E.S.C., no especificado en
la resultas de fecha 18 de agosto de 2008.

En fecha 26 de octubre de 2008, según resultas del oficio dirigido a la Oficina Nacional de Identificación y
Extranjería de fecha 25 de septiembre de 2008 se estableció el ciudadano T.E.S.C. no aparece inscrito.

En fecha 19 de enero de 2009, el A quo acordó librar nuevo oficio a la Oficina Nacional de Identificación y
Extranjería dirigido a la Dirección Nacional de Identificación y Extranjería con atención a la Dirección de
Dactiloscopia y Archivo Central, Departamento de Datos Filiatorios a los fines de que indique el último
domicilio registrado en sus archivos por el ciudadano T.E.S.C..

En fecha 11 de mayo de 2009, el Defensor Publico C.E.G.T. consignó diligencia solicitando se ordenara la
publicación del único cartel de citación al ciudadano T.E.S.C..

En fecha 30 de julio del año 2009, la ciudadana M.V.d.l.S. consignó diligencia en la cual expresó no poseer
recursos económicos para pagar la publicación del cartel.

En Fecha 30 de marzo de 2009, el A quo acordó remitir a la Dirección de Administración regional del Estado
Miranda el único cartel librado en el presente juicio al ciudadano T.E.S.C..

En fecha 15 de octubre de 2009, la ciudadana M.V.D.L.S. solicitó a la Juez se avoque a la causa y sea librado el
cartel de citación al demandado.

En fecha 20 de octubre de 2009, la Juez Dra. P.A.A. se avocó a la causa y acordó notificar a las partes de dicho
avocamiento para que comparecieran ante el Juzgado.

En fecha 21 de agosto de 2009, se publicó el único cartel de citación del ciudadano T.E.S.C. en el diario EL
UNIVERSAL.

En fecha 17 de noviembre de 2009, la ciudadana M.V.D.L.S. consignó diligencia donde solicitó se le designe un
defensor público o judicial al ciudadano T.E.S.C..

En fecha 04 de diciembre de 2009, el A quo acordó librar oficio a la coordinación de defensores públicos a los
fines de que designara un Defensor Público al ciudadano T.E.S.C..

En fecha 16 de diciembre de 2009, compareció ante el A quo la Defensora Pública J.D.M.V.C. y aceptó el cargo.

En fecha 20 de enero de 2010, la Defensora Pública del ciudadano T.E.S.C. consignó una diligencia donde
contestó la demanda interpuesta contra su defendido. Negó, rechazó y contradijo que su representado haya
abandonado a su hijo desde hace trece años y que nunca lo haya visto ni mantenido contacto personalmente
ni por otra vía con su hijo. Negó, rechazó y contradijo que su defendido ha incumplido con la manutención de
su hijo, ya que no consta como medio probatorio en la causa. Negó, rechazó y contradijo que su representado
haya sido irresponsable y en ningún momento haya ejercido su rol como padre. Solicitó declarara sin lugar la
demanda alegando que no se ha probado en ningún momento la irresponsabilidad de su representado.

En fecha 09 de febrero de 2010, el A quo acordó fijar oportunidad para la celebración del acto oral de
evacuación de pruebas para el décimo (10º) día de despacho y ordenó notificar a las partes.

En fecha 12 de marzo de 2010, tuvo lugar el acto oral de evacuación de pruebas conforme al artículo 470 de la
Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente.

En fecha 23 de marzo de 2010, el A quo dictó sentencia y declaró SIN LUGAR, la acción de Privación de P.P.
incoada por la ciudadana M.V.D.L.S., considerando que, de acuerdo a lo establecido en los artículos511 y
siguientes de la Ley de Protección del Niño, Niña y Adolescente, 365 y 366 eiusdem, la progenitora debió
agotar el procedimiento de manutención para el que el padre cumpliera a cabalidad con dicha obligación,
inherente al ejercicio de p.p..

En fecha 25 de Marzo de 2010, la ciudadana M.V. consignó diligencia mediante la cual se dio por notificada y
apeló formalmente de la sentencia de fecha 23 de marzo de 2010.

En fecha 20 de abril de 2010, el A quo oyó la apelación en ambos efectos y acordó remitir las actuaciones al
Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda.

En fecha 06 de mayo de 2010, esta Alzada recibió la causa y ordenó darle entrada en libro de causas quedando
en el archivo bajo el numero Nº 10-7127 y se fijó las once de la mañana (11:00 a.m) del quinto (5º) de
despacho para que la ciudadana M.V.D.L.S. formalizara oralmente el recurso interpuesto.

En fecha 14 de mayo de 2010, se realizo el acto oral de formalización, dejándose constancia que ni la apelante
ni la contra parte asistieron al acto.

De la sentencia recurrida

Cursa a los folios ciento nueve (109) al ciento diecinueve (119), decisión de fecha 30 de marzo de 2010, dictada
por el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano
de Miranda –Juez Temporal N° 2, la cual declaró SIN LUGAR la demanda incoada por la ciudadana M.V.D.L.S.,
con el siguiente fundamento:

(…)Las disposiciones de los testigos, nada aportan al tema probationis, en razón, que no determinan
circunstancias de lugar y modo, que determinen que el Ciudadano T.E.S.C. haya dejado de incumplir con sus
obligaciones inherentes al ejercicio de la institución cuya privación pretende la parte actora, por tal razon, esta
juzgadora no valora sus dichos por las razones señaladas. ASI SE DECLARA.- (…)

(…)Analizados los hechos referidos en libelo de la demanda y adminiculados con las pruebas aportadas por la
apoderada Judicial de la parte actora, considera quien aquí juzga, la no procedencia de la acción interpuesta,
por cuanto, la parte actora de limito a argumentar que el padre no contribuye a la manutención de su hijo, es
decir, a prestar alimentos, sustento, vestido habitación educación, cultura asistencia y atención medica,
medicinas recreación y deportes, requeridos por el adolescente, lo cual, la progenitora, debió compeler al
padre por vía Judicial y agotar todos los recursos de Ley, a fin de que había realizado las diligencias respectivas
para obtener de manera contundente y eficaz la negativa de parte del padre del adolescente, para considerar
el argumento planteado como causal de privación de p.p.. Considera quien aquí juzga , que el ejercicio de lan
p.p. nace en el Corazón de los padres, por ser un Derecho de Orden Natural, que obliga a éstos a cumplir a
cabalidad con los deberes y obligaciones con respecto a sus hijos , e inherentes para su ejercicio. ASI SE
DECLARA.- (…)

II
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Punto Previo:

La disposición contenida en el artículo 489 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
establece:
Formalización del recurso y sentencia. La Corte Superior del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente fijará,
dentro de los cinco (5) días al recibo del expediente, una oportunidad para la formalización del recurso.

El día y hora señalado, el apelante deberá formalizar oralmente el recurso ante la Sala de apelaciones, con indicación
precisa del o de los puntos de la sentencia con los cuales no esta conforme y las razones en las cuales se fundan.

Si la parte contraria asiste, se le oirá. La sentencia deberá pronunciarse dentro de los diez (10) días siguientes.

Según el contenido de la norma anteriormente transcrita, se evidencia que el recurrente está en la obligación
de cumplir con el requisito de la formalización del recurso, pues al establecer el legislador “deberá formalizar”,
se demuestra que la formalización no es una facultad, sino por el contrario, una imposición a la parte que
ejerce el medio de impugnación, la cual además debe hacerse en forma oral, tal y como lo prescribe la norma
citada. De esta forma, en la formalización expondrán los puntos de la sentencia con los cuales no se está
conforme, con lo cual evidentemente, es absolutamente necesario realizar la formalización de la apelación para
que surta los efectos legales pertinentes.

La Doctrina patria ha señalado al respecto que, para evitar recursos injustificados o por el simple prurito de
dejarlos ejercidos, se impone la obligación de formalizar las apelaciones, ampliándose así el espectro de los
legitimados para incoar dicho recurso, extendiéndose la posibilidad de ejercerlos a las partes, al Ministerio
Público y a quienes tengan interés directo e inmediato en la materia del juicio.

Concluye por tanto quien aquí decide, que en lo referente al recurso de apelación en esta materia, como antes
se indicó, cuando se ejerce tal medio de impugnación contra una decisión dictada en Primera Instancia, es
menester, una vez fijada la oportunidad, formalizar dicho recurso por ante el Juzgado Superior que ha de
conocer la apelación, en virtud del contenido del artículo 489 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, que impone al apelante el deber de formalizar con indicación precisa de los puntos de la
sentencia con los cuales no está de acuerdo, y así mismo, fundamentar las razones en que se basa.

De lo expuesto precedentemente, este Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Protección del Niño y
del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, siguiendo el criterio de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° RC218 de la Sala de Casación Social del 4 de abril de
2002, con ponencia del Magistrado Alfonso Valbuena Cordero, expediente N° 01680, mediante la cual se dejó
sentado que a partir de la publicación del citado fallo, es obligatorio de conformidad con el artículo 489 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, formalizar el recurso de apelación una vez fijada la
oportunidad para ello, siendo en consecuencia lo contrario a tal requerimiento como en el presente caso la
desestimación del medio de impugnación ejercido, todo ello en procura del derecho a la defensa y el debido
proceso de las partes en el juicio, debe declarar desistido el recurso, como así lo hará en el dispositivo del fallo
y , en consecuencia, firme la sentencia recurrida. Así se decide.-

III

DISPOSITIVA

En mérito de las consideraciones precedentemente expuestas, este Tribunal Superior en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda,
administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO
SE DESESTIMA el recurso de apelación ejercido por la ciudadana M.V.D.L.S., en contra de la sentencia de fecha
23 de marzo de 2010, dictada por el Tribunal de Protección del Niño, Niña y Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Estado Bolivariano de Miranda.

SEGUNDO
SE DECLARA FIRME la sentencia de fecha 23 de marzo de 2010, dictada por el Tribunal de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en Los Teques la cual declaró
SIN LUGAR la acción de privación de p.p. interpuesta por la demandante en contra del ciudadano T.E.S.C.. En
consecuencia, improcedente la acción ejercida por la actora.

TERCERO
Se ordena remitir el expediente Al Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda. Con sede en Los Teques–Juez Temporal N° 2.

CUARTO
Regístrese, publíquese, incluso en la página Web de este despacho y déjese copia de la presente decisión.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito y de
Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, en Los Teques, a los
VEINTE Y SIETE (27) días del mes de mayo del año dos mil diez (2010). Años 200° de la Independencia y 151°
de la Federación.

LA JUEZ

DRA. HAYDÉE ÁLVAREZ DE SOLTERO

LA SECRETARIA

YANIS PÉREZ GUAINA

En la misma fecha se publicó y registró la anterior decisión siendo las once y cuarenta y cinco de la mañana
(10:00 a.m.).

LA SECRETARIA

YANIS PÉREZ GUAINA

Exp. N° 10.7127

HAdeS/YP/aquino.-

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Decisión de Juzgado Superior en lo Civil,


Mercantil, Transito y de Menores de Miranda,
de 9 de Febrero de 2011
SentenciaCitas 3Citado porMapa de PrecedentesRelacionados
Vincent

Fecha de 9 de Febrero de 2011


Resolución
Emisor Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Transito y de
Menores

Ponente Yolanda Díaz

Procedimiento Fijacion Regimen Convivencia Familiar

Expediente No. 11-7402

Parte Demandante: H.A.M.H., venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad No. V-12.476.260.

Abogado Asistente: Abogado C.E.G.T. adscrito a la Defensa Pública del Tribunal Supremo de Justicia con
competencia en materia de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Parte Demandada: LUSMYL C.R.D., venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro.
V-14.032.287.

Acción: FIJACIÓN DE RÉGIMEN DE CONVIVENCIA FAMILIAR

Motivo: Recurso de Apelación ejercido por la ciudadana LUSMYL C.R.D., debidamente asistida de abogado,
contra la decisión proferida por el Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio, Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en Los
Teques, en fecha treinta (30) de abril del 2010.

Capitulo I

ANTECEDENTES
Corresponde a este órgano jurisdiccional conocer del recurso de apelación interpuesto por la ciudadana
LUSMYL C.R.D., debidamente asistida de abogado, contra la decisión proferida por el Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio, Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda, con sede en los Teques, en fecha treinta (30) de abril del 2010.

Se inició el presente procedimiento, mediante demanda por motivo de Fijación de Régimen de Convivencia
familiar, interpuesta por el ciudadano H.A.M.H., contra la ciudadana LUSMYL C.R.D., ante el Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio, Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda, con sede en Los Teques.

Consta en autos que, en fecha ocho (08) de octubre de dos mil diez (2010), mediante auto emanado por la A
quo, se admitió la demanda interpuesta por el ciudadano H.A.M.H. acordándose el emplazamiento ciudadana
LUSMYL C.R.D..

En fecha 27 de enero de 2009, llegada la oportunidad para la celebración del primer ACTO RECONCILIATORIO,
no comparecieron por ante la A quo, ninguna de las partes ni por si, ni por apoderado judicial. Así mismo,
mediante auto de esa misma fecha se dejó constancia de que las partes no llegaron a ningún acuerdo, con
relación al Divorcio, quedando emplazados para la celebración del segundo ACTO RECONCILIATORIO, pasados
los cuarenta cinco (45) días calendario siguientes a la fecha.

En fecha 14 de noviembre de 2008, el alguacil mediante diligencia consigna boleta de citación debidamente
firmada.
En fecha 19 de noviembre de 2008, siendo la oportunidad fijada para el acto de conciliación entre las partes.
Comparece la parte demandada ciudadana LUSMYL C.R.D., asistida por la Abogada Y.T.G., inscrita en el
Inpreabogado bajo el Nº 64.532. Dejándose constancia de que no compareció la parte actora, ni por si, ni por
medio de apoderado judicial. La parte demandada consigna escrito de contestación constante de tres (03)
folios útiles.

En fecha 02 de diciembre de 2008, el A quo acuerda efectuar cómputo por secretaria de los días de despacho
donde se hace constar que desde el desde el 19 de noviembre de 2008 hasta el día 28 de noviembre de 2008
habían transcurrido seis (06) días.

En fecha 02 de diciembre dicta auto, el A quo admite las pruebas promovidas por la demandada. Acuerda
librar oficio a la Defensa Pública, a fin de que remita el expediente que reposa en dicha defensa, por el
procedimiento relativo a la Fijación de Régimen de Convivencia Familiar, invitar al niño (cuya identificación se
omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes),
a fin de ser oído, ordenándose además, practicar evaluación social en el hogar de los ciudadanos H.A.M.H. y
LUSMYL C.R.D. evaluación psiquiátrica al grupo familiar, acordó librar comisión al tribunal del Estado Carabobo,
a fin de realizar evaluación psiquiátrica del progenitor.

En fecha 19 de enero de 2009, se deja constancia de la no comparecencia de al ciudadana LUSMYL C.R., ni por
si, ni por medio de apoderado judicial, a los fines de retirar el oficio Nº 3868, dirigido a la Dra. M.L. psiquíatra
adscrita al Equipo Multidisciplinario del Tribunal.

En fecha 21 de enero de 2009, el secretario consigna resulta del oficio dirigido a la Defensa Pública.

En fecha 21 de de enero de 2009, comparece ante el Tribunal el niño (cuya identificación se omite de
conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes) , a fin de
ser oído por el juez, dejando constancia expresa , que a la vista del secretario, el niño se encuentra en buen
estado físico, no manifestando palabra alguna en virtud de su corta edad.

En fecha 26 de febrero de 2009, consignan informe de la evaluación psiquiátrica realizada al niño (cuya
identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes) y la ciudadana LUSMYL C.R.D., suscrita por la psiquiatra. Igualmente el informe social suscrito
por la Trabajadora Social B.C..

En fecha 17 de marzo de 2009, el Aguo mediante auto solicita las resultas de al comisión librada en fecha 02 de
diciembre de 2008.

En fecha 18 de octubre de 2009, mediante diligencia es consignado el informe integral del ciudadano H.A.M.H..

En fecha 21 de de octubre de 2009, se avoca al conocimiento la Jueza Dra. A.A.A., se libran boletas de
notificación a las partes y al Fiscal del Ministerio Público. Por otra parte, comisión al Tribunal de Protección del
estado Carabobo.

En fecha 25 de enero de 2010, comparece la abogado Y.D.V.S.P., inscrita en le Inpreabogado bajo el Nº


120.954, en representación del ciudadano H.A.M.H., consigna original de poder, debidamente autenticado en
notaria.

En fecha 25 de enero de 2010, suscribe diligencia la abogada Y.D.V.S.P., mediante la cual solicita se emita
pronunciamiento del régimen de convivencia familiar.

En fecha 22 de febrero de 2010, la A quo dicta en el cual acuerda librar boleta de notificación a las partes y,
una vez conste en auto la últimas de las notificaciones libradas, se establecerá el plazo de los tres (03) días de
despacho siguientes para que las partes consignen conclusiones.

En fecha 09 de marzo de 2010, comparece la apoderada judicial d e la parte demandada, consigna escrito.
En fecha 16 de marzo de 2010, la A quo dicta auto acordando diferir el plazo para sentenciar por cinco días
más.

En fecha 08 de abril de 2010, comparece la parte demandada, debidamente asistida, consigna escrito,
solicitando tome en consideración los alegatos expuestos a la hora de decidir.

Llegada la oportunidad, la jueza A quo dictó sentencia mediante en cual declaró con lugar la presente
demanda, dictado en treinta de abril de 2010, por Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio, Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con
sede en Los Teques.

Capitulo II

DE LA RECURRIDA

En fecha treinta (30) de abril de 2010, por Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio, Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en los
Teques, declaró CON LUGAR la demanda en cuestión de acuerdo a los siguientes fundamentos:

…omissis…
…En este orden de ideas considera quien decide que, en el presente asunto los derechos antes enunciados y transcritas
las disposiciones que los consagran, no se encuentran en discusión en modo alguno, pues el hecho positivo deducido de
la demanda es que alega la parte actora, relativo a que ha confrontado problemas con la madre de su hijo D.A. para
tener contacto directo con éste, por lo que aparece evidente que, siendo hijo del ciudadano H.A.M.H. y de la accionada,
es titular del derecho a recibir visitas del progenitor que no ejerce la custodia, en este caso el ciudadano H.A.M.H., pues
la frecuentación entre ellos no solo debe concebirse respecto a madre que ejerce custodia, sino también y en forma
concurrente, respecto del padre con quien no convive diariamente.

Por otra parte, frente a lo alegado por el accionante, la demandada alegó en su descargo, entre otros que no se ha
negado a que el progenitor vea o comparta con su hijo y alega que es el padre que no cumple y que ni siquiera le da un
pote de leche o un regalo, que desde que nació no había tenido ningún contacto con él. De tal modo que debe esta Sala de
Juicio entrar a analizar si el interés superior de D.A., impone, por necesidad, negar el régimen demandado, con vistas a
las pruebas producidas por las partes, considerando que dos circunstancias son las que se oponen a concederlo, la
primera la contemplada en el articulo 389 ejusdem, cuando el padre que no ejerce la guarda le haya sido impuesto
judicialmente el cumplimiento de la obligación alimentaría, por haberse negado a cumplirla injustificadamente , pese a
contar con recursos económicos para ello; la segunda cuando el interés superior del niño haga aconsejable no permitir
el contacto directo con aquel.

Resta a.l.c.a. la segunda circunstancia que haría improcedente la concesión de dicho régimen, es decir, cuando el interés
superior del niño aconseje su improcedencia, a cuyos efectos la juzgadora observa que, según lo concluido en el informe
sobre la evaluación Psiquiatrita y Social al grupo familiar, el cual este Juzgado aprecia en todo su contenido por
provenir de experta en el área de la psiquiatría y trabajo social, reconocida en la materia en la cual rige, basándose en
al evaluación directa de los involucrados, indicándose que existe gran disposición del padre para compartir con hija
(sic) considerando sus condiciones habitacionales como aptas para darle cumplimiento aun Régimen de Convivencia
Familiar y sugiriendo, que se fije un régimen, buscando el equilibrio emocional psíquico del D.A.. En este orden de ideas,
es considerar que ambos progenitores son parte integral del núcleo familiar del n.D.A., quien a su corta edad, tiene todo
el derecho de tener contacto directo con su padre y así contar tanto afectiva y moralmente con éste, quien a su vez
también tiene también una obligación con el niño, de colaborar con el crecimiento y desarrollo integral de esta del
mismo modo que la madre, de tal forma que el ciudadano H.A.M.H., padre solicita se fije Régimen de Convivencia
Familiar, en beneficio de hijo, el n.D.A.M.R.. Ciertamente no se puede forzar a ambos padres a que exista cordialidad
entre ellos, o que permanezcan juntos, las leyes en Venezuela así no lo prevé, sin embargo del niño mencionado supra, se
debe hacer todo lo que se encuentra dentro de sus posibilidades para llegar a un ambiente ameno y lo más llevadero por
el bien del niño, y en virtud de su desarrollo físico y emocional, de ello se desprende que, no pude representar para el
niño, extraño a la relación familiar que tenga la familia por parte del padre como la que se deriva de su madre, la
privación de la asistencia material y la orientación moral y educativa de éstos o de uno de ellos. En vista de lo expuesto
es por lo que se le recomienda a los progenitores asistir a escuela para padres, para lograr de esta manera un mejor
desarrollo integral para su hijo. Por todas las consideraciones antes expuestas la niña (sic) tiene derecho a conservar y
preservar la relación paterno filial, con absoluta independencia de las diferencias que existan entre la ciudadana
LUSMYL C.R.D., madre del n.D.A.M.R. y el padre, ciudadano H.A.M.H., pues solo con el cariño de nuestros padres nos
proporcionan, solo bajo sus orientaciones desinteresadas y solo bajo su asistencia, puede lograr el niño su desarrollo
integral, no bajo los designios del actuar guiados por el aspecto psicológico que involucra el tener bajo el mismo techo a
sus padres, en consecuencia , resulta procedente DECLARAR CON LUGAR la solicitud hecha por el ciudadano
H.A.M.H., conforme al articulo 385 íbidem. Y ASÍ EXPRESAMENTE SE DECLARA.

Ahora bien, considerando que el n.D.A., no ha sido frecuentado por su padre regularmente, lo que impone la necesidad
de restablecer el contacto de forma progresiva, SE FIJA COMO RÉGIMEN DE CONVIVENCIA FAMILIAR, a favor de
D.A. y, por supuesto del ciudadano H.A.M.H. el siguiente régimen entre ellos:

1.- El padre frecuentará con su hijo los días sábados y domingos, desde las 10:00 a.m. y hasta las 06:00 p.m., sin
pernocta cada 15 días, durante seis meses.

2.- Pasados los seis meses fijados en el punto uno, el padre frecuentará con su hijo un fin de semana por mes durante tres
meses, retirándolo del hogar materno el día sábado a más tardar a las 12:00 a.m y retornándolo el día domingo a las
06:00 p.m. a más tardar.

3.- Pasados los tres meses anteriores, el padre pernoctara con su hijo dos fines de semana al mes con pernocta, a cuyos
efectos lo retirará los días viernes cada dos semanas debiendo reintégralo al hogar materno los días domingo a las 06:00
p.m. a más tardar.

4.- Durante las festividades decembrinas y una vez cumplidos los lapsos para lograr el restablecimiento definitivo del
contacto padre hijo, éste pasará con el padre los días 25, 26, 27 y 28 de diciembre de cada año y los días 01, 02, 03 y 04
de enero de cada año, retirándolo del hogar materno el día 25 de diciembre y 01 de enero a las 02:00 p.m. y
retornándolo al mismo los días 28 de diciembre y 04 de enero a la 06:00 p.m.

5.- En cuanto a las vacaciones por la celebración de carnaval y la semana mayor a objeto de preservar el derecho del
niño a mantener contacto directo con ambos progenitores, éste, una vez cumplidos los lapsos anteriores , pasará tales
festividades de forma alterna, es decir rotativas anualmente, la semana de carnaval con el padre y la semana santa con la
madre y, el año siguiente, la semana de carnaval con la madre y la semana santa con el padre.

6.- Durante el mes de agosto de cada año y una vez cumplido tales lapsos, el padre pernoctara con su hijo desde el 01 de
agosto al 15 de agosto de cada año, con absoluta independencia de que le padre no cuente con vacaciones en tal período,
por lo que deberá cumplir con el deber de llevarlo a sus actividades vacacionales durante esa fechas.

7.- El día del padre permanecerá con su padre, aunque no tenga el régimen de convivencia fijado ese día y el día de la
madre permanecerá con la madre, aunque el padre tenga fijado el régimen ese día, supuesto en el cual deberá retornarlo
al hogar materno a más tardar a las 10:00 a.m. del día domingo respectivo.

8.- por último, los días de fiesta nacional el padre compartirá con su hijo desde las 09:00 a.m. y hasta las 02:00 p.m.
para que la madre disfrute con él las demás horas del día, salvo que la fecha concreta coincida con el ejercicio del
régimen de frecuentación con ale padre.

8.- (sic) Queda establecido que, durante los días en que el accionante permanecerá el niño, si este presentare algún
problema de salud, deberá retornarlo inmediatamente al hogar materno…

(Fin de la cita).

Capitulo III

ALEGATOS DE LA RECURRENTE

Mediante escrito presentado por ante esta Alzada en fecha 20 de enero d e 2010, la parte demandada y el
bogado asistente alegaron entre otras cosas:
Que, en el dispositivo dictado por la jueza profesional de la Sala de Juicio Nº 02 , existe ambigüedad en la
decisión por lo que en el folio 159, se expresa en la dispositiva que considerando que el niño (cuya
identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes) no ha sido frecuentado regularmente por su padre se impone la necesidad de restablecer el
contacto en forma progresiva, pero luego en le folio 160 se impone un régimen abierto donde no esta
protegiendo el interés superior del niño estipulado en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, para causarle un daño psicológico al concederle ese régimen abierto, el padre que no ha tenido
contacto directo con su hijo moral y material, es fútil y el amor no se impone se gana progresivamente.

Capitulo IV

DE LA AUDIENCIA

En la oportunidad que tuvo lugar la audiencia de apelación de conformidad con lo establecido en el artículo
488-A de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, mediante acta levantada al efecto,
se dejó constancia de la comparecencia de la parte recurrente, ciudadana LUSMYL C.R.D., debidamente asistida
por el abogado C.G.R.S., inscrito en el Inpreabogado bajo el Nro. 105.816, asimismo la no comparecencia de la
parte demandada. La parte recurrente alegó entre otras cosas:

Que, la intención de la apelación, debido a que se había mandado a ejecutar lo dispuesto por la Juez A quo, sin
haber sido notificada mi representada.

Que, no estuvimos de acuerdo con la parte de la dispositiva, donde se abre un régimen de visitas abierto al
progenitor, no tomando en cuenta la ciudadana Jueza en esa parte de la dispositiva, ya que fue ambigua, en
una parte dice que el niño es un ser extraño para el padre, no ha convivido con el y que debe existir un
régimen progresivo, para que se vaya adaptando a la relación padre e hijo.

Que, en ningún momento la intención de esta apelación es negar el derecho que tiene él como progenitor del
niño, es solo solicitarle a este Tribunal Superior, que ponga un régimen donde un niño, que como consta en
autos, ha sido operado del cráneo y otro tipo de enfermedades que lo han aquejado, se pueda poco a poco, ir
adaptando a esa figura paterna que él nunca se ha relacionado.

Solicitó el régimen de visitas sea dentro del Municipio Los Salias, y a medida que la relación vaya
fortaleciéndose, podrá previa autorización trasladar al niño a otro sitio. Sería recomendable que el padre
pudiera compartir con el niño de manera progresiva, para ir fomentando la relación padre e hijo.

Solicitó a la ciudadana Juez, establezca el régimen de convivencia familiar, en beneficio del Niño (cuya
identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes), considerando su corta edad, su condición de salud y el tiempo que tiene sin ver a su padre,
hasta el punto de que no lo conoce, pues el padre de (cuya identificación se omite de conformidad con el
artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes) no lo ve desde que tenía seis
meses, luego de la operación.

Así pues, una vez finalizado el acto, el Tribunal conforme al Artículo 488-D de la Ley Orgánica de Protección de
Niños, Niñas y del Adolescente, procede a retirarse para dictar el fallo. Una vez concluido el fallo, la ciudadana
Jueza, procede a leer el dispositivo.

Capítulo V

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

El régimen de convivencia familiar es el derecho que tiene de niños, niña y adolescentes de mantener
relaciones personales con sus padres y el contacto directo con ellos en forma regular y permanente, aún
cuando estén separados, no sólo se trata del derecho del padre a visitarlo, sino también del hijo a ser visitado.
En tal sentido, el derecho de convivencia constituye la garantía para el niño, niña o adolescente, de conservar a
sus padres luego de ocurrida una separación, lo cual implica que la frecuentación con ambos sea en la medida
de lo posible, casi igual, Su contenido es por lo tanto limitado ya que el padre y el hijo se necesitan, aunque
residan separados, es decir que el Derecho de Visitas o de Frecuentación es un derecho-deber, en el sentido,
que es un derecho primeramente del niño, niña o adolescente; y un derecho del padre o madre no guardador,
asimismo, es un deber para el padre o madre guardador, quien de conformidad con Ley especial que rige esta
materia es responsable, de forma prioritaria, inmediata e indeclinable, de asegurar a sus hijos el ejercicio y
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. Así las cosas, se debe propender a garantizar el derecho
de visitas a los niños, niñas o adolescentes y solo en aquellos casos en que sea contrario a su interés superior,
limitar o restringir dicho derecho.

La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, establece en el artículo 385 lo siguiente:
El padre o la madre que no ejerza la P.P., o que ejerciéndola no tenga la responsabilidad de Custodia del hijo o hija,
tiene derecho a la convivencia familiar, y el niño, niña o adolescente tiene el mismo derecho

Igualmente el 387 ejusdem establece lo siguiente:


...El régimen de convivencia familiar debe ser convenido de mutuo acuerdo entre los padres, oyendo al hijo o hija. De no
lograrse dicho acuerdo, cualquiera de ellos o el hijo o hija o adolescente, podrá solicitar, al juez o jueza que fije el
Régimen de Convivencia Familiar, quien decidirá atendiendo al interés superior de los hijos e hijas. La decisión podrá
ser revisada a solicitud de parte, cada vez que el bienestar del niño, niña o adolescente lo justifique…

(Subrayado y negrilla del Tribunal)

De la norma transcrita se desprende el procedimiento para fijar el régimen de convivencia familiar, el cual debe
ser fijado siempre tomando en cuenta el interés superior del niño, niña o adolescente, principio de
interpretación y aplicación de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescente, dirigido a
asegurar el desarrollo integral de niños y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y
garantías.

Por lo que respecta al vocablo “Visitas”, actualmente denominado Convivencia Familiar en el ámbito de la
Protección Integral de Niños, Niñas Adolescentes, debemos entenderlo como la vía para hacer efectivo el
derecho que tiene el niño, niña o adolescente de mantener relaciones personales y contacto directo con
ambos padres, cuando éstos vivan separados.

En este sentido, no podemos dar al vocablo visitas, la acepción que en el lenguaje corriente tiene, porque no
solo comprende el acceso a la residencia del niño o adolescente, sino también la posibilidad de conducirlo a
un lugar distinto, si es autorizado, inclusive también las comunicaciones telefónicas, epistolares, telegramas,
electrónicas, etc., tal y como lo establece el artículo 386 de la Ley especial que rige esta materia, por lo tanto ha
de ser interpretado en forma amplia, tomando en cuenta la finalidad que se pretende alcanzar con ella, como
es estrechar el vínculo paterno-materno filial, según el caso y que la desarmonía de la relación de sus
progenitores no lesionen afectivamente al niño, niña o adolescente, para poder disfrutar de la compañía del
progenitor, a cuyo lado no permanece regularmente y recibir de éste, afecto, guía, formación, educación y
grata compañía, ya que el trato afectivo entre padres e hijos es fundamental para el buen desarrollo psíquico
del sujeto en formación como lo son la niñez y la adolescencia.

Dada la complejidad de las solicitudes del régimen de convivencia familiar, la práctica resulta compleja ante los
órganos jurisdiccionales, los cuales deben dar apertura a un contradictorio a las partes el eficaz derecho a la
defensa y a la oportunidad de hacer sus respectivas alegaciones y defensas. No es fácil para el juez o jueza ni
para los auxiliares de justicia, cumplir con su cometido sin profundizar el problema.
Es necesario descubrir el origen de la crisis y deducir los verdaderos propósitos que animan a los progenitores
cuando requieren un régimen de convivencia o cuando se niega a que éste se cumpla.

De manera que, si bien es cierto que en esta materia tan especial el juez o jueza tienen amplias facultades para
fijar un régimen de convivencia provisional el cual considere más adecuado, más cierto es que el mismo debe
se dictado en atención al interés superior del niño, niña y del adolescente en resguardo a su nivel psicológico.

En este sentido, del escrito de fundamentación de apelación de la parte recurrente, se puede apreciar que
señala lo siguiente:

“…existe ambigüedad en la decisión por lo que en el folio 159 se expresa en la dispositiva “que considerando
que el n.D.A. no ha sido frecuentado regularmente por su padre se impone la necesidad de restablecer el
contacto en forma progresiva, pero luego en el folio 160 se impone un régimen abierto donde no se esta
protegiendo el interés superior del niño…”.

Observa esta Juzgadora que riela al folio 160, términos en los cuales se establece el régimen de convivencia
familiar en beneficio del niño (cuya identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley
Organica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes); la Jueza A quo puntualizó días, horas, tiempo,
para dicho régimen siendo contrario a lo alegado por la parte recurrente al señalar que el régimen es abierto,
adicionalmente, se fija de manera progresiva, tal y como se desprende de la sentencia recurrida, excepto del
punto uno y dos.

Asimismo, cabe considerar que en esta materia tan especial rigen principios que son de obligatorio
cumplimiento en todas y cada una de las decisiones judiciales y administrativas, representando siempre la
garantía del INTERÉS SUPERIOR de niños, niñas y adolescentes, dicho concepto puede afirmarse, aunque con
límites que el mismo le reserva al juez o jueza un importante margen de discrecionalidad, por cuanto su
elasticidad es la que permite hacerlo operativo y justo.

Es precisamente por esas razones que, dada la naturaleza de las decisiones en materia de niños, niñas y
adolescentes deben tomarse muy cuidadosamente para no incurrir en desaciertos, por ello el juez o jueza debe
gozar la discrecionalidad necesaria ante situaciones concretas, como la que hoy ocupa la atención de quien
aquí decide, siendo necesaria y determinante en el caso de autos, el esclarecimiento de los hechos y las
circunstancias particulares que rodean el presente caso.

A fin de garantizar al niño (cuya identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes) una sana, cordial y fructífera relación paternal, rodeada a su
vez de nexos afectivos y positiva actitud, el niño como sujeto en formación, tiene derecho a mantener una
relación paterna -filial que permita su desarrollo integral-, por lo que se hace necesario que en efecto el
contacto del padre con la niña de autos se realice en forma tal que la misma se beneficie del contacto con el
padre, pues aún cuando el derecho de convivencia también le pertenece al niño, sin embargo

el juez debe velar porque tales contactos no produzcan vulneración al interés superior del niño de autos.

En armonía con lo anterior, quien ostenta el cuidado y la protección del niño de autos, en este caso la madre,
LUSMYL C.R.D., debe garantizar el derecho que tiene el padre, ciudadano; H.A.M.H., a la convivencia familiar, en
aras de preservar el interés superior del niño de autos y la institución de la familia, materias estas que están
estrechamente ligadas al orden público.

Por tal motivo, no podemos dejar de un lado la importancia que tiene para el desarrollo bio-psico-social del
niño, cultivar las relaciones familiares con otros miembros de su familia muy especialmente con su padre.

Para garantizar este derecho, la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, con apego
estricto a lo ordenado en nuestra Carta Magna, establece la posibilidad de un Régimen de Convivencia
Familiar, para el padre que legalmente no ejerce la custodia de su hijo o hija. Así mimo, la Convención
Internacional sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en sus postulados ha resaltado de manera
categórica, la importancia que tiene para los niños y adolescentes construir una vida sin separarse de su
entorno, al respecto la precitada Convención en su artículo 9, numeral 3, dispone que:
Los Estados partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones
personales y contacto directo con ambos padres de modo regular

Estas normas han sido expresamente recogidas y desarrolladas en nuestra legislación interna expresamente en
el artículo 27 de la Ley Orgánica para la Protección de Niño, Niñas y Adolescentes, al establecer que:
Todos los niños, niñas y adolescentes, tienen derecho a mantener, de forma regular y permanente, relaciones personales
y contacto, directo con su padre y madre, aun cuando exista separación entre éstos, salvo que sea contrario a su interés
superior

En virtud de la norma trascrita, la cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de las decisiones


concernientes a los niños, niñas y adolescentes, por cuanto este principio está dirigido a asegurar el desarrollo
integral, así como el disfrute pleno y afectivo de sus derechos y garantías. Y siendo que el contacto de ambos
padres con los niños es de medular importancia para la estructuración psíquica y moral de éstos.

Una de las circunstancias más importantes es el interés superior del niño, de manera que siendo aconsejable
establecer, y siendo que la parte recurrente señalo no oponerse a que el padre frecuente a su hijo, solo que sea
progresivamente.

La madre se opone que el niño pernocte y que para empezar el régimen el padre no salga del Municipio Los
Salías, debido a su corta edad, en virtud de que no ha tenido con el contacto él, por su corta edad, observando
quien juzga que, efectivamente debe iniciarse una relación que permita el encuentro, pero de manera
progresiva y supervisado, teniendo en consideración que, como alegó la propia madre, el padre no ha
mantenido contacto con su hijo.

En virtud de lo anteriormente expuesto, quien aquí decide REVOCA todos los particulares de la recurrida, en
virtud de que esta Juzgadora observó, en primer lugar, el hecho cierto de que padre e hijo no se frecuentan, es
decir, (cuya identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes) no conoce a su padre, aunado a ello, la circunstancias de salud que rodean al
niño, tal como operación de cráneo y problemas de alergias, que si no son supervisadas y atendidos su
tratamientos cabalmente, atentan contra la v.d.n., además de su corta edad. Cabe resaltar, que el punto uno y
dos de la recurridada, existe contrariedad, en cuanto a la progresividad, los lapso establecidos son distantes, ya
que señala la A quo los días sábados y domingos cada 15 días sin pernocta por seis meses y luego, n el punto
dos el padre frecuentará un fin de semana al mes con pernocta, rompiendo el objetivo principal de lo que se
quiere, en beneficio del niño (cuya identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes); considera quien aquí decide pertinente establecer el
régimen de convivencia familiar, en los siguientes términos:

PRIMERO
Durante los primeros seis (06) meses, el padre retirará al niño, del hogar materno dos (02) sábados al mes, de
forma alterna, es decir, un sábado si y uno no, a las diez de la mañana (10:00 a.m.), debiendo retornarlo al
hogar materno a las cuatro de la tarde (04:00 p.m.). Igualmente, se deja establecido que SOLO deberá
compartir con el niño, dentro del Municipio Los Salías. Asimismo se establece que cumplido el período
establecido inicialmente para el presente Régimen de Convivencia Familiar, de naturaleza progresiva y
provisional, deberá ser SUPERVISADO por el Equipo Multidisciplinario adscrito al Circuito Judicial de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en Los Teques, cada
dos meses luego de iniciado el mismo, y con vista a las resultas del seguimiento psicológico del régimen de
convivencia aquí fijado, en los meses siguientes, el padre compartirá con el niño dos sábados y dos domingos
al mes de forma alterna, es decir, la primera semana correspondería el día sábado, y la segunda semana
correspondería el día domingo y así sucesivamente, surgiendo la excepción que en caso de que el cumpleaños
de la madre del niño correspondiera a un día sábado o domingo, al igual que el día de las madres, que
corresponde al día domingo, el niño compartirá con su madre.

SEGUNDO
En virtud de la época festividades navideñas, el niño pasará con su padre los días 25 y 26 de Diciembre de cada
año sin pernocta, debiendo retirarlo del hogar materno los días 25 de diciembre, a las 10:00 a.m., y regresarlo a
las 06:00 p.m., y los días 26 de diciembre de cada año, de la misma manera; igualmente los días 29 y 30 de
Diciembre de cada año, sin pernocta, por lo que podrá retirar al niño los días 29 a las 10:00 a.m., regresarlo al
hogar materno a las 06:00 p.m., de igual manera los días 30 de diciembre de cada año, a partir del año
siguiente con pernocta.

TERCERO
El día del padre el niño permanecerá con su padre, a cuyo efecto lo retirará del hogar materno, a las 10:00 a.m.,
debiendo retornarlo a las 06:00 p.m.

CUARTO
El día del cumpleaños del niño, éste permanecerá con su madre y el año siguiente con el padre, en lo sucesivo
de forma alterna, pudiendo comunicarse telefónicamente el progenitor que no comparta personalmente con
él.

QUINTO
El día del Cumpleaños del padre, el niño permanecerá con el mismo, a cuyo efecto lo retirará del hogar
materno, a las 10:00 a.m., debiendo retornarlo a las 06:00 p.m.

SEXTO
En la época de Carnavales y Semana Santa, a partir del año 2012, el niño permanecerá con su padre los
primeros dos (02) días de dichas festividades cada año CON PERNOCTA; retirándolo del hogar de la madre a
las 10:00 a.m. y regresándolo a las 6:00 p.m., y al día siguiente de la misma manera.

SEPTIMO
La época de Vacaciones Escolares, será compartida por ambos padres, en partes iguales, siendo que el padre
disfrutará con su hijo el primer lapso vacacional, debiendo retirarlo del hogar materno a las 10:00 a.m. de cada
día viernes CON PERNOCTA, retornándolo el día domingo, del lapso que le corresponda, reintegrándolo a las
06:00 p.m., de estos tres días. Quedando sujeto cualquier cambio de lapso, de mutuo acuerdo entre ambos
padres.

OCTAVO
Se ordena incluir a los ciudadanos LUSMYL C.R.D., titular de la cédula de identidad Nº 14.032.287 e H.A.M.H.,
titular de la cédula de identidad Nº 12.476.260, en los talleres de Escuela para Padres, dictados por el
Departamento de Trabajo Social del Hospital “Victorino Santaella”, y el seguimiento psicológico del niño (cuya
identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes), por parte de la psicóloga adscrita al Equipo Multidisciplinario del Circuito Judicial de
Protección de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en Los

Teques, por lo que se ordena al Tribunal de Ejecución, librar los oficios correspondientes.

Capítulo VI
Dispositiva

En virtud de las consideraciones de hecho y de derecho antes expuestas, este Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado
Miranda, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley declara:

PRIMERO
CON LUGAR el recurso de apelación ejercido por la ciudadana LUSMYL C.R.D., titular de la cédula de identidad
Nro.14.032.287, debidamente asistida por el abogado C.G.R.S., inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 105.816,
en contra de la sentencia dictada en fecha 30 de abril de 2010, por la Dra. P.A.Á., Jueza del Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en Los Teques.

SEGUNDO
Durante los primeros seis (06) meses, el padre retirará al niño, del hogar materno dos (02) sábados al mes, de
forma alterna, es decir, un sábado si y uno no, a las diez de la mañana (10:00 a.m.), debiendo retornarlo al
hogar materno a las cuatro de la tarde (04:00 p.m.). Igualmente, se deja establecido que SOLO deberá
compartir con el niño, dentro del Municipio Los Salías. Asimismo se establece que cumplido el período
establecido inicialmente para el presente Régimen de Convivencia Familiar, de naturaleza progresiva y
provisional, deberá ser SUPERVISADO por el Equipo Multidisciplinario adscrito al Circuito Judicial de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en Los Teques, cada
dos meses luego de iniciado el mismo, y con vista a las resultas del seguimiento psicológico del régimen de
convivencia aquí fijado, en los meses siguientes, el padre compartirá con el niño dos sábados y dos domingos
al mes de forma alterna, es decir, la primera semana correspondería el día sábado, y la segunda semana
correspondería el día domingo y así sucesivamente, surgiendo la excepción que en caso de que el cumpleaños
de la madre del niño correspondiera a un día sábado o domingo, al igual que el día de las madres, que
corresponde al día domingo, el niño compartirá con su madre.

TERCERO
En virtud de la época festividades navideñas, el niño pasará con su padre los días 25 y 26 de Diciembre de cada
año sin pernocta, debiendo retirarlo del hogar materno los días 25 de diciembre, a las 10:00 a.m., y regresarlo a
las 06:00 p.m., y los días 26 de diciembre de cada año, de la misma manera; igualmente los días 29 y 30 de
Diciembre de cada año, sin pernocta, por lo que podrá retirar al niño los días 29 a las 10:00 a.m., regresarlo al
hogar materno a las 06:00 p.m., de igual manera los días 30 de diciembre de cada año.

CUARTO
El día del cumpleaños del niño, éste permanecerá con su madre y el año siguiente con el padre, en lo sucesivo
de forma alterna, pudiendo comunicarse telefónicamente el progenitor que no comparta personalmente con
él.

QUINTO
El día del cumpleaños del niño, éste permanecerá con su madre y el día siguiente con el padre, el siguiente año
de manera alterna.

SEXTO
El día del Cumpleaños del padre, el niño permanecerá con el mismo, a cuyo efecto lo retirará del hogar
materno, a las 10:00 a.m., debiendo retornarlo a las 06:00 p.m.

SÉPTIMO
En la época de Carnavales y Semana Santa, a partir del año 2012, el niño permanecerá con su padre los
primeros dos (02) días de dichas festividades cada año CON PERNOCTA; retirándolo del hogar de la madre a
las 10:00 a.m. y regresándolo a las 6:00 p.m., y al día siguiente de la misma manera.

OCTAVO
La época de Vacaciones Escolares, será compartida por ambos padres, en partes iguales, siendo que el padre
disfrutará con su hijo el primer lapso vacacional, debiendo retirarlo del hogar materno a las 10:00 a.m. de cada
día viernes CON PERNOCTA, retornándolo el día domingo, del lapso que le corresponda, reintegrándolo a las
06:00 p.m., de estos tres días. Quedando sujeto cualquier cambio de lapso, de mutuo acuerdo entre ambos
padres.

NOVENO
Se ordena incluir a los ciudadanos LUSMYL C.R.D., titular de la cédula de identidad Nº 14.032.287 e H.A.M.H.,
titular de la cédula de identidad Nº 12.476.260, en los talleres de Escuela para Padres, dictados por el
Departamento de Trabajo Social del Hospital “Victorino Santaella”, y el seguimiento psicológico del niño (cuya
identificación se omite de conformidad con el artículo 65 de la Ley Organica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes) , por parte de la psicóloga adscrita al Equipo Multidisciplinario del Circuito Judicial de
Protección de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en Los Teques, por lo que se ordena al
Tribunal de Ejecución, librar los oficios correspondientes.

DÉCIMO
No hay condenatoria en costas dada la naturaleza del presente fallo.

DÉCIMO PRIMERO
Déjese copia certificada de la presente decisión, conforme a lo ordenado en el artículo 248 del Código de
Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal Superior Civil, Mercantil, T.d.P.d.N., Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, a los nueve (09) días del mes de febrero de dos
mil once (2.011). Años: 200º de la Independencia y 151º de la Federación.

LA JUEZA SUPERIOR,

DRA. Y.D.

LA SECRETARIA

KIAMARIS MAITA PINTO

En esta misma fecha y previo anuncio de Ley, se publicó y registró la anterior sentencia siendo la una de la
tarde (01:00 p.m.), como está ordenado en expediente No. 11-7402.

LA SECRETARIA,

KIAMARIS MAITA

YD/KM/YCC.-

Exp.Nº 11-7402.

LINEAMIENTOS PARA TRIBUNALES DE PROTECCIÓN DE NIÑOS,


NIÑAS Y ADOLESCENTES
Lineamientos para el funcionamiento de los jueces y juezas de la jurisdicción de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en el marco de las medidas de protección a la salud "distanciamiento social", decretadas por el
Ejecutivo Nacional frente al Covid-19.

Esta Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en ejercicio de las potestades que les fueran
atribuidas mediante resolución 0004-2020 de fecha 17 de junio de 2020 dictada por la Sala Plena de este
Máximo Tribunal, procede a dictar acuerdo de Sala contentivo de los lineamientos para el cabal cumplimiento
de la garantía constitucional a la tutela judicial efectiva en los asuntos inherentes al fuero atrayente dentro del
ámbito de competencia especial, en estricta observancia a las medidas de protección a la salud conforme al
Decreto N.º 4160, publicado en la Gaceta Oficial N.º 6519 (Extraordinario) de fecha 13 de marzo de 2020,
dictado por el Ejecutivo Nacional, a fin de mitigar y erradicar los riesgos de la epidemia relacionados con el
Coronavirus (COVID-19) y sus posibles cepas, para garantizar atención oportuna, eficaz y eficiente de los
casos que se originen.

En tal sentido la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, dictó
resolución Nº 001-2020 de fecha 20 de marzo de 2020, la cual fue prorrogada mediante resoluciones
números: 002-2020, 003-2020, 004-2020; de fechas: 13 de abril, 13 de mayo, 17 de junio, 14 de julio de 2020,
respectivamente; quedando en suspenso el trámite de las causas y en consecuencia no correrá ningún lapso
procesal hasta la vigencia de la última prórroga de la resolución primigenia, lo cual, por ahora, se extiende
hasta el 12 de agosto de los corrientes, lo que no impide que se practiquen las actuaciones urgentes para el
aseguramiento de los derechos de alguna de las partes, de conformidad con la Ley, de manera que no se
encuentra suspendido el servicio público de administración de justicia. Al efecto, para el trámite de los casos
que ameriten atención inmediata, por tratarse de asuntos urgentes, será necesaria su habilitación para que se
proceda al despacho.

Para el cumplimiento de dicha normativa, se dictaminó que la Sala Penal (incluida las comisiones Justicia de
Género y Responsabilidad Penal del Adolescente), Casación Social, Casación Civil y Política Administrativa,
son las encargadas de supervisar y coordinar el trámite de los asuntos urgentes que se susciten en los
órganos jurisdiccionales que de ellos dependa.

En atención a lo anteriormente expuesto, esta Sala de Casación Social del Máximo Tribunal, procede a dictar
los lineamientos para el funcionamiento del Tribunal de los Circuitos Judiciales de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes de las diferentes circunscripciones judiciales, a los fines de garantizar su operatividad, bajo los
siguientes términos:

PRIMERO: Los Tribunales de los Circuitos Judiciales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de las
distintas circunscripciones judiciales, no despacharan durante la vigencia de la Resolución 001-2020 de fecha
20 de marzo de 2020, así como de sus sucesivas prórrogas, razón por la cual las causas quedarán en
suspenso y no correrán los lapsos procesales, sin que ello implique la paralización del sistema de justicia en
materia de protección de la infancia y adolescencia, en virtud que la jurisdicción especializada garantizará el
acceso, la recepción y trámite de los asuntos que revistan "urgencia", lo cual se determinará por su
naturaleza, y de manera complementaria, por las circunstancias que ameriten una atención inmediata, cuya
ponderación corresponderá al juez de la causa, por tratarse de un elemento jurisdiccional.
SEGUNDO: Los jueces y juezas de los Tribunales de los Circuitos Judiciales de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, para el cumplimiento de sus funciones deberán implementar un sistema de guardias,
preferiblemente no presencial, pues su asistencia en la sede del Tribunal deberá realizarse cuando sea
estrictamente necesario, para lo cual se hará acompañar del personal mínimo requerido para su operatividad,
en estricta observancia de las medidas sanitarias en la ejecución de sus actividades; se ratifica el uso
obligatorio de guantes y tapabocas en todas las sedes judiciales del país.
TERCERO: Cada sede de los Circuitos Judiciales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, deberá
garantizar mecanismos de comunicación a los usuarios y usuarias que requieran la intervención del órgano
jurisdiccional, con el objeto de mantener la coordinación institucional, para poder brindar atención inmediata y
respuestas efectivas, por lo que se insta colocar en la puerta principal, de forma clara y notoria, la información
que permita el contacto directo, entre otros, de considerarlo, los números telefónicos del Coordinador del
Circuito, Coordinador Judicial, del Coordinador de URDD, así como el correo electrónico institucional
correspondiente.
CUARTO: Las causas que se encuentran en suspenso (al no correr los lapsos procesales por no haber
despacho en el tribunal) requieren habilitarse para poder tramitarse, siempre y cuando se trate de asuntos
prioritarios o de urgencia. En materia de amparo constitucional se considerarán habilitados todos los días del
período de alarma nacional.
QUINTO: Se considerarán actuaciones prioritarias aquellas de jurisdicción voluntaria que por su naturaleza
requieren atención inmediata, mientras que los asuntos de carácter "urgente" atienden a una amenaza o
peligro para la vida, seguridad, integridad y salud de los niños, niñas y adolescentes, para lo cual el juez o
jueza a quien corresponda el conocimiento de la causa deberá ponderar la existencia de estos elementos, lo
que hace plausible la habilitación para su curso legal.
SEXTO: A título enunciativo y no taxativo, es decir, sin que ello implique una limitación respecto a otras
causas que revistan la descripción anterior, se procede a señalar como asuntos urgentes, los siguientes:
a. Acción de Protección.

b. Medidas de Protección.

c. Colocación Familiar y Colocación en Entidad de Atención.

d. Adopción.

e. Restitución de Custodia, tanto nacional como internacional, razón por la cual se deberá adoptar las medidas
necesarias a los fines de restablecer la situación jurídica infringida, atendiendo con prioridad absoluta el interés
superior del niño, niña y/o adolescente, según sea el caso.

f. Instituciones Familiares: medidas para garantizar el cumplimiento del Régimen de Convivencia Familiar y
Obligación de Manutención.

g. Autorizaciones Judiciales para Viajar en caso de ser requerida por razones de salud o de una situación que
califique como "urgente" su trámite.
Asimismo, deberá tramitarse la privación de la patria potestad en aquellos supuestos conforme a los cuales
resulta necesaria la procedencia de la adopción a favor de un niño, niña y/o adolescente.

En cuanto al ejercicio unilateral de la Patria Potestad, la misma deberá tramitarse en aquellos casos donde se
encuentre jurada la urgencia del dictamen, por la ausencia presunta de la madre o el padre no custodio, bien
sea por motivos de salud o cualquier otro supuesto que implique la atención inmediata para proteger el interés
superior del niño, niña y/o adolescente.

SÉPTIMO: En el caso de solicitud de medidas preventivas y cautelares, bien sean éstas anticipadas o dentro
del proceso, las cuales por su carácter instrumental están orientadas, como garantía de tutela, a prevenir o
resarcir un daño (lo que reviste per se la calificación de "urgente"), requiere habilitar su tramitación, por lo que
el juez deberá analizar los presupuestos procesales y verificar su cumplimiento antes de emitir el dictamen
respectivo, tomando en consideración que la incidencia cautelar es autónoma.
OCTAVO: Se deberá dar curso legal a los asuntos de jurisdicción voluntaria, cuyo trámite requiere de
atención prioritaria a los fines de garantizar derechos de los justiciables, tales como:
a. Procedimiento de Tutela, remoción de tutores, curadores, protutores, y miembros del Consejo de Tutela.

b. Separación de cuerpos y divorcio por desafecto o mutuo consentimiento.

c. Homologación de acuerdos de liquidación y partición de la comunidad conyugal o de uniones estables de hecho,


cuando haya niños, niñas y adolescentes.

d. Justificativos para perpetua memoria y demás diligencias dirigidas a la comprobación de algún hecho o algún
derecho propios del interesado o interesada en ellas, siempre que en el otorgamiento de los mismos se encuentren
involucrados derechos de niños, niñas y adolescentes.

Los acuerdos y convenios que realicen las partes, bien sean estos sobre aspectos relacionados a las
instituciones familiares o sobre asuntos patrimoniales deberá ser tramitados para su respectiva homologación,
siempre que se encuentren lleno los extremos de ley para otorgarle efecto de cosa juzgada, en estricta
observancia del interés superior del niño, niña y/o adolescente.

NOVENA: En aquellos casos de acciones de disconformidad contra los actos administrativos dictados por el
Consejo Municipal de Derechos o por el Consejo de Protección, el juez o jueza de la causa ponderará la
urgencia y gravedad del dictamen que se pretende impugnar en sede jurisdiccional.
Asimismo, se deberá atender y tramitar todo lo concerniente a las solicitudes de infracción a la protección
debida, así como aquellas derivadas del recurso por abstención y carencia.

DÉCIMO: Uso de las TIC's: Las tecnologías de la información y la comunicación son el camino ideal para la
realización del acto judicial durante la contingencia a raíz de la pandemia, resultando factible en esta
coyuntura, entre otras, el uso de las siguientes tecnologías: a) Plataformas CANTV, y operadoras Movilnet,
Movistar, Digitel, así como cualquier otro servicio de comunicación, verbigracia aquellos que brinde servicio
de internet; y b) Equipos PC, Laptop, Tablet y Celulares Inteligentes (Android y/o Apple). De allí que tales
recursos permiten el uso de correo electrónico, llamadas, vídeo llamadas, chats y vídeo conferencias, y la
combinación entre éstos, generalmente con aplicaciones multimedia, ello de conformidad con la Resolución
2017-0019 de fecha 4 de octubre de 2017, dictada por la Sala Plena de este Tribunal Supremo de Justicia, en
concordancia con los criterios dictados por la Sala Constitucional del máximo Tribunal, respecto a la inclusión
de las nuevas tecnologías de información y comunicación en los procesos regidos por la oralidad, como son
los ventilados en materia de protección de niños, niñas y adolescentes, contenidos en las sentencias N° 1.571
de fecha 22 de agosto de 2001 (caso: Asociación Civil Deudores Hipotecarios de Vivienda Principal) y, N° 1 de
fecha 27 de enero de 2011 (caso: María Gabriela Briceño), entre otras.
UNDÉCIMO: En aquellos casos donde se requiera la notificación de la Representación Fiscal del Ministerio
Público, especializado en materia de protección de niños, niñas y adolescentes, la misma podrá practicarse a
través de correo electrónico conforme al directorio suministrado por la Coordinación Nacional a cada Circuito
Judicial, para lo cual, se deberá confirmar la recepción a través de llamada telefónica al respectivo Despacho,
que se hará constar al momento de certificar dicha actuación.
Es importante enfatizar el compromiso institucional que nos ha caracterizado a todos los funcionarios
integrantes de la jurisdicción de protección de niños, niñas y adolescentes, como garantes del sagrado deber
de velar por la garantía constitucional de protección integral, con prioridad absoluta, en atención al interés
superior de nuestros niños, niñas y adolescentes, lo cual en pandemia nos obliga a tomar estrategias y
orientar mecanismos que nos permitan continuar con la loable misión que nos ha sido encomendada,
respondamos con probidad y en estricta observancia a los protocolos de seguridad e higienización para
salvaguardar el derecho a la salud, sin desatender nuestro norte de brindar el acceso a la justicia y la tutela
judicial efectiva.

Los presentes lineamientos entrarán en vigencia a partir de la presente fecha, y su vigor se ajustará durante el
período de permanencia del estado de alarma nacional frente al Covid-19.

En Caracas, a los ( ) días del mes de agosto de 2020.

Comuníquese y publíquese.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia.

La Presidenta de la Sala,

_________________________________

MARJORIE CALDERÓN GUERRERO

El Vicepresidente, Magistrado,

_________________________________ ____________________________

JESÚS MANUEL JIMÉNEZ ALFONZO EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ

Magistrada, Magistrado,

__________________________________ ______________________________

MÓNICA MISTICCHIO TORTORELLA DANILO A. MOJICA MONSALVO


La Secretaria,

_______________________________

MARÍA VÁSQUEZ QUINTERO


CONTRATO DE COMODATO

Contrato de Comodato que celebran por una parte la empresa ____________, representada legalmente por el
señor______________, a quien en lo sucesivo se le denominara "El Comodante", y por la otra la empresa
____________, representada legalmente por el señor ______________a quien en lo sucesivo se le denominará "El
Comodatario", al tenor de los antecedentes, declaraciones y cláusulas siguientes:

A N TECED EN TES

Primero. "El Comodante", se constituyó legalmente mediante escritura


pública número ______, de fecha ___ de ____________ de _____, otorgada ante la fe del licenciado
_____________, Notario Público número ____, de ____________, e inscrita en el Registro Público del Comercio en
el folio mercantil número ____.

Segundo. El representante legal de "El Comodante", el señor ________________________, acredita su


personalidad mediante Testimonio Notarial número ____, otorgado ante la fe del Notario Público número _______,
licenciado __________________ , de _______, el pasado ___ de __________ de ____.

Tercero. "El Comodante" adquirió (bien no fungible -no consumible- objeto del contrato) mediante la operación de
_______. (Si se trata de un bien inmueble deberá hacerse la referencia a su inscripción en el Registro Público de la
Propiedad).

Cuarto. "El Comodatario", se constituyó legalmente mediante escritura pública número ______, de fecha ___ de
____________ de _____, otorgada ante la fe del licenciado ____________________, Notario Público número
____, de ____________, e inscrita en el Registro Público del Comercio en el folio mercantil número ____.

Quinto. El representante legal de "El Comodatario", el señor _____________________, acredita su personalidad


mediante Testimonio Notarial número ____, otorgado ante la fe del Notario Público número _______, licenciado
_________________, de _______, el pasado ___ de __________ de ____.
D ECLA R A CIO N ES

I. "El Comodante" declara: a) Estar constituido conforme a las leyes del país. b) Dedicarse a la realización de su
objeto social, consistente en _______________ según la cláusula
_________________ de los estatutos sociales previstos en la escritura pública señalada en el antecedente
primero de
este contrato.
c) Tener su domicilio en _________________________________.
d) Que es su intención otorgar en comodato el bien señalado en el antecedente tercero de este contrato, a "El
Comodatario", mismo que se encuentra libre de todo gravamen. e) Que su representante legal cuenta con la
facultad expresamente concedida para celebrar esta clase de contratos, tal y como se desprende del poder
mencionado en el antecedente segundo.

II. "El Comodatario" declara: a) Estar constituido conforme a las leyes del país. b) Tener su domicilio en
_________________________________. c) Que no existe algún otro vínculo legal entre este y "El
Comodante", salvo el que se genere por la celebración de este
contrato que es meramente de carácter civil. d) Que es su libre voluntad celebrar y obligarse en los
términos de este contrato.
C L ÁUSUL AS
PRIMERA: Ambas partes convienen en suscribir el presente contrato, obligándose “El
Comodante" a conceder de forma exclusiva el uso del bien descrito en el antecedente tercero de
forma gratuita a "El Comodatario", quien queda obligado a devolverlo en un término de
____________, contado a partir de la entrega del bien.

SEGUNDA: "El Comodante" entregará a "El Comodatario" el bien objeto de este contrato en un
plazo de ___ días, en las condiciones descritas en el Anexo I de este contrato.

TERCERA: "El Comodatario" se obliga a destinar el bien objeto de este contrato al uso de
_______________________.

CUARTA: "El Comodatario" se obliga a efectuar a su costa los gastos ordinarios para la
conservación del bien, así como para su uso conforme a la cláusula tercera.

QUINTA: "El Comodatario" se obliga a cuidar y conservar la cosa hasta su entrega a "El
Comodante" en el plazo señalado en la cláusula primera y a destinarla para el uso señalado en
la cláusula tercera. De excederse este en dicho plazo o destinarlo a uso distinto, será
responsable de los daños o pérdida que pudiesen presentarse del bien objeto de este contrato,
aun tratándose de caso fortuito o fuerza mayor.

SEXTA: "El Comodatario" será responsable por los daños y pérdida del bien objeto de este
contrato, excepto cuando sea por caso fortuito o fuerza mayor, salvo lo dispuesto en la cláusula
anterior, así como por el deterioro que este sufriera por el uso ordinario para el que fue
otorgado, cuando ello obedezca a su culpa o negligencia.

SÉPTIMA: Para asegurar el adecuado uso de la cosa, "El Comodatario" deberá otorgar garantía
a "La Comodante" consistente en __________________________________ (puede utilizarse
cualquier medio de garantía fianza, fideicomiso, hipoteca), que deberá estar vigente durante el
plazo del contrato señalado en la cláusula primera.

OCTAVA: "El Comodante" podrá exigir a "El Comodatario" la devolución anticipada del bien, por
necesidad urgente de la disposición del mismo, o si hay peligro de que el bien perezca en su
poder, ambas causas tendrán que ser debidamente justificadas, quedando obligado a dar aviso
de tal requerimiento a “El Comodatario” con _____ días de anticipación.

NOVENA: El incumplimiento de cualquiera de las cláusulas del presente contrato por parte de
"El Comodatario" será motivo de rescisión del mismo, debiendo indemnizar a "El Comodante"
con una cantidad de $ ________ ( ____________________ M.N.), dentro de los ______ días
siguientes a su incumplimiento.

DÉCIMA: En caso de que se suscite controversia respecto al presente contrato, las partes
convienen en someterse a la competencia de los tribunales del fuero común de
____________________, independientemente de otra.

En la celebración de este contrato intervienen como testigos, los señores


________________________ y _______________, con domicilio en _____________________,
y en ______________________________________, respectivamente.

DÉCIMA PRIMERA: Leído íntegramente el presente contrato por las partes y ambas
conscientes de su contenido, valor y fuerza legal, lo firman de conformidad a los ______ días del
mes de _______________ de _____ en la ciudad de _____________.

“El Comodante”
“El Comodatario”
Testigo Testigo

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