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FLUIDIZACIÓN

Introducción

La ley de Stokes permite comprender la velocidad terminal en la caída de cuerpos y partículas.


Este principio se utiliza con mayor frecuencia para el transporte de sólidos mediante el uso de
fluidos adecuados. Pueden moverse cereales mediante una corriente de aire que fluye por un
conducto, o aceitunas con salmuera, aplicando la ecuación general de los fluidos y
seleccionando convenientemente el tipo de fluido y velocidad.

El flujo de fluidos a través de lechos de partículas sólidas aparece en numerosos procesos


técnicos. Se presentará el estudio del flujo de una sola fase fluida a través de una columna de
partículas sólidas estacionarias. Un lecho de partículas se considera estacionario o fijo, cuando
todas sus características no varían.

Condiciones para la fluidización

Si se hace circular en sentido ascendente una corriente fluida (gaseosa o líquida) a través de un
lecho de partículas sólidas, se produce un rozamiento del fluido con las partículas. Esta fuerza
de rozamiento, que tiende a desplazar las partículas hacia arriba, aumenta al hacerlo la
velocidad de circulación del fluido. Si la velocidad es muy baja, no puede contrarrestar el peso
de todas las partículas y el lecho permanece sin cambios. Ahora, si la velocidad es
suficientemente elevada, el rozamiento llega a compensar el peso de las partículas, con lo que
éstas quedan suspendidas en el seno de la corriente fluida. En otras palabras, al incrementarse
más la velocidad, las partículas están lo suficientemente separadas entre sí, como para poder
moverse en el lecho y entonces comienza lo que se conoce como fluidización. Cuando esto
ocurre, se dice que el lecho se encuentra fluidizado. Un lecho fluidizado se caracteriza por un
elevado grado de mezcla, comportándose el lecho de partículas sólidas como si fuera un fluido.
Por otra parte, posee un movimiento del tipo turbulento.

La caída de presión a través del lecho permanece constante, pero la altura del lecho continúa
aumentando al aumentar el flujo.

La operación se efectúa en un tubo que está abierto por la parte inferior y tiene una placa
porosa en el fondo para soportar el lecho y que sirve para distribuir uniformemente el flujo en
toda la sección transversal. El aire y/o líquido entra por debajo de la placa distribuidora con una
baja velocidad de flujo y asciende a través del lecho sin dar lugar a ningún movimiento de las
partículas. El lecho puede operar con grandes velocidades y con muy poca o ninguna pérdida
de sólidos (Figura 1).

Si se reduce en forma gradual la velocidad de flujo en el lecho fluidizado, la caída de presión


permanece constante y la altura del lecho disminuye, sin embargo, la altura final del lecho será
mayor que la inicial para el lecho fijo, debido a que los sólidos vertidos en el recipiente tienden
a empaquetarse mejor que los sólidos que se asientan lentamente a partir de un estado
fluidizado.

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Es factible descargar los sólidos fluidizados del lecho a través de tuberías y válvulas como si se
tratara de un líquido. Esta fluidez es la principal ventaja del uso de la fluidización para el manejo
de sólidos.

Referencias:
L: lecho fluidizado

P: grilla de distribución

C1 y C2: ciclones

B: compresor de gas

T: sólido a cargar al lecho

S1: sistema de carga del sólido


fresco

G: salida del sólido agotado

S2: sistema de descarga del sólido


agotado

D: sólido agotado

E: sólido muy fino arrastrado por el


gas y recuperado en los ciclones
Figura 1: Esquema general de la instalación.

Relación entre la velocidad del fluido y pérdida de presión en el lecho

El rozamiento del fluido con las partículas sólidas se traduce en una pérdida de presión del
fluido según asciende por el lecho. Esta pérdida de presión, que denominaremos ∆𝑃𝑟𝑜𝑧
conduce a una diferencia entre las presiones del fluido en la sección inferior del lecho 𝑃𝑖 y en la
sección superior 𝑃𝑠 , que es función de la velocidad de circulación del fluido. En la figura 2, se
puede observar la variación de la pérdida de presión por rozamiento que experimenta el fluido
cuando se hace circular con velocidad creciente a través de un lecho de partículas sólidas.

En ella se representan los valores de ∆𝑃𝑟𝑜𝑧 frente a los de la velocidad superficial del fluido, V,
definida como:

𝐶𝑎𝑢𝑑𝑎𝑙 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚é𝑡𝑟𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑙𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑄𝑣


𝑉= =
𝑆𝑒𝑐𝑐𝑖ó𝑛 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑙 𝑑𝑒𝑙 𝑙𝑒𝑐ℎ𝑜 𝑆

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En dicha gráfica, se observan tres tramos claramente identificados.

Figura 2: Gráfica que muestra la caída de presión en lechos fluidizados.

Tramo OA: corresponde a valores bajos de la velocidad superficial. Las partículas no se mueven
en el lecho, por lo que la porosidad permanece constante.

Tramo AB: denominada zona de prefluidización. Las partículas sólidas del lecho comienzan a
moverse provocando un aumento de la porosidad. Se produce una disminución de la pérdida de
presión en el lecho debido a la reordenación de las partículas sólidas.

Punto B: correspondiente al final de este periodo, se conoce con el nombre de punto de


mínima fluidización. Los valores de la velocidad y de la porosidad correspondientes al punto B
se denominan velocidad mínima de fluidización 𝑉𝑚𝑓 y porosidad mínima de fluidización 𝜀𝑚𝑓 ,
respectivamente.

Tramo BC: se denomina zona de lecho fluidizado. El lecho se comporta como un “líquido en
ebullición”, con movimiento al azar de las partículas sólidas, lo que provoca un elevado grado
de mezcla y un incremento de la porosidad, como consecuencia de la expansión del lecho.
Durante toda la zona de fluidización, la pérdida de presión por rozamiento permanece
constante.

Punto C: Para valores elevados de la velocidad del fluido las partículas sólidas son arrastradas
fuera del lecho, con lo que este se vacía (fluidización continua). Dicha velocidad se denomina
velocidad de arrastre y para el que la porosidad es igual a la unidad. Resulta evidente que los
valores de la velocidad superficial con que debe trabajar un lecho fluidizado deben estar
comprendidos entre los correspondientes a la velocidad mínima de fluidización y a la velocidad
de arrastre.

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Definiciones y conceptos relacionados con el fenómeno de fluidización

Esfericidad: este parámetro se utiliza debido a que las partículas en los lechos suelen ser
irregulares, así que al conocer su esfericidad se puede saber qué tan esféricas son o cuánto
difieren de una esfera regular. la esfericidad se define como sigue:

á𝑟𝑒𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑓𝑒𝑟𝑎 𝑐𝑢𝑦𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑒𝑠 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎


∅=
á𝑟𝑒𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎
Porosidad del lecho: se refiere a los espacios vacíos existentes entre las partículas. Los aspectos
que tienen mayor influencia sobre la porosidad son: el tamaño, la forma, y la rugosidad de las
partículas, la relación entre el diámetro de la partícula y el diámetro del lecho, etc. Para hallar
numéricamente la porosidad es necesario conocer primero la densidad del conjunto de
partículas, así como la densidad del lecho. Relacionando ambas densidades obtenemos:

𝛿𝑠ó𝑙𝑖𝑑𝑜
𝜀 = 1−
𝛿𝑙𝑒𝑐ℎ𝑜
Otra forma de obtener la porosidad es a partir de las longitudes del lecho (𝐿), en estado
estático y el expandido:
𝐿𝑒𝑠𝑡á𝑡𝑖𝑐𝑜
𝜀 =1−
𝐿
Asimismo, en la figura 3, se representa la variación de la porosidad del lecho, 𝜀, (definida como
el cociente entre el volumen de huecos y el volumen total del lecho), con la velocidad
superficial del fluido.

Figura 3: Gráfica que representa la variación de porosidad de lechos fluidizados.

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Determinación de la velocidad mínima de fluidización y de la velocidad de arrastre

En un lecho fluidizado las partículas sólidas se encuentran suspendidas en el seno de la


corriente fluida, por lo que existe un equilibrio entre las diferentes fuerzas que actúan sobre las
mismas, es decir:

𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎𝑠 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑚𝑝𝑢𝑗𝑒 + 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑟𝑜𝑧𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜


Velocidad mínima de fluidización: Dado que las condiciones mínimas de fluidización marcan la
separación entre un lecho fijo y un lecho fluidizado, en ellas serán aplicables las expresiones
para el cálculo de la pérdida de presión por rozamiento correspondientes a ambos tipos de
lecho.

Con una distribución de tamaños de partículas más amplia, habría un mayor transporte o
arrastre de partículas finas que de tamaño promedio, pero la mayoría de las partículas finas se
pueden recuperar con filtros o separadores ciclónicos y regresarlas al lecho.

Algunos de los lechos fluidizados se operan a velocidades de 100 veces la velocidad mínima,
con un alto arrastre, pero una recuperación casi completa de los sólidos arrastrados.

Para el caso de partículas muy pequeñas se calcula:


3
𝐷𝑝2 (𝛿𝑝 − 𝛿𝑓 )𝑔 𝜀𝑚𝑓
𝑉𝑚𝑓 =
150𝜇𝑓 1 − 𝜀𝑚𝑓
Para el caso de partículas muy grandes, la fórmula es:

𝐷𝑝 (𝛿𝑝 − 𝛿𝑓 )𝑔 3
𝑉𝑚𝑓 = √ 𝜀𝑚𝑓
1,75𝛿𝑓

Velocidad de arrastre: Las partículas sólidas son arrastradas del lecho cuando la velocidad
superficial del fluido es igual a la velocidad terminal de sedimentación gravitatoria de las
partículas.

Utilización de los lechos fluidizados en la Industria Alimentaria

Los lechos fluidizados presentan una serie de ventajas frente a otros tipos de contactores,
entre las que merece la pena destacar las siguientes:

- Elevada superficie de contacto entre las fases sólida y fluida y elevado grado de
turbulencia. Por ello, los fenómenos de intercambio de calor y de transferencia de
materia entre ambas fases se desarrollan a gran velocidad.
- Elevado grado de mezcla por lo que las propiedades del lecho son mucho más
homogéneas que en el caso de lechos fijos. Desde el punto de vista de su
comportamiento térmico, los lechos fluidizados son prácticamente isotermos aunque
en el seno de los mismos se desarrollen fenómenos que impliquen importantes
consumos o desprendimientos de calor

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- Al encontrarse los sólidos en continuo movimiento, se comportan como fluidos, lo que
permite introducirlos al lecho y extraerlos del mismo de forma continua más fácilmente
que en el caso de un lecho no fluidizado.

Sin embargo, también presentan algunas desventajas, por ejemplo:

- La pérdida de energía por rozamiento es más elevada que en un lecho fijo.


- El continuo movimiento de las partículas sólida provoca un desgaste por abrasión, lo
que origina la formación de partículas de menor tamaño (finos) que son arrastradas por
el fluido fuera del lecho. Por ello es necesario disponer de sistemas para la recuperación
de los finos arrastrados, como es el caso de los ciclones utilizados en los lechos
fluidizados con corrientes gaseosas.

En la actualidad los lechos fluidizados se utilizan ampliamente en la Industria Alimentaria,


principalmente en las siguientes aplicaciones:

- Secado de alimentos sólidos: el agua que humedece los alimentos se elimina


poniéndoles en contacto con una corriente de aire caliente que se utiliza como agente
de fluidización. El agua vaporizada se elimina junto con la corriente de aire caliente. La
constancia en la temperatura del lecho fluidizado conduce a un grado de secado
uniforme del sólido, siempre que no exista una distribución de tamaños de partículas
excesivamente amplia y que la resistencia mecánica de las partículas de los alimentos
sea suficiente. Ejemplos típicos son los guisantes, vegetales troceados y alimentos en
forma de polvo.
- Congelación de alimentos: se utiliza como agente de fluidización aire a temperaturas
bajas (-25° a -35°C), por lo que se produce transmisión de calor desde el sólido hasta el
aire, produciéndose una congelación uniforme. La fluidización se emplea ampliamente
para la congelación de maíz, fresas, etc.
- Mezcla de diferentes sólidos: la fluidización conjunta de dos o más tipos de sólidos
diferentes es una alternativa muy efectiva para su mezcla; siempre y cuando las
partículas tengan características de fluidización, como tamaño, forma y densidad,
similares.

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