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El elemento humano
Está conformado por los dueños y las personas que laboran en la empresa. Se
clasifica en:
Trabajadores o empleados: se encuentran agrupados en diferentes
dependencias de acuerdo con sus cualidades profesionales y las necesidades
de la empresa. Estas personas están encargadas de la producción, las ventas
y el funcionamiento general de la empresa, reciben un salario por su trabajo y
son el grupo más numeroso.
Propietarios: aportan el capital que permite el desarrollo de la empresa.
Dependiendo del tamaño de la organización pueden intervenir o no intervenir
en su gestión o limitarse a vigilar sus capitales actuando como inversionistas,
delegando la dirección de la empresa a una junta directiva.
Directivos o administradores: tienen a su cargo la dirección de las empresas,
por lo cual requieren una mayor formación profesional.
El elemento material
incluye todos los bienes de capital de la empresa, es decir, los bienes
duraderos que se usan para la producción. Se distingue, normalmente, entre
tres tipos de capital
Capital fijo o inmovilizado: son los elementos que producen bienes y
servicios como instalaciones y maquinaria, y que se deprecian o pierden valor
paulatinamente debido a su uso.
Capital corriente: son los elementos con los que se elabora un producto o se
usan para prestar un servicio. Se trata de materias primas o el resto de los
materiales almacenados.
Capital financiero: son los activos financieros de la empresa. Estos recursos
son usados para cubrir el pago de los trabajadores y para la realización de
inversiones financieras.
Cada mes, la familia elabora un presupuesto que indica qué parte de los
ingresos familiares se va a ahorrar y qué cantidad va a satisfacer los gastos de
la casa. El dinero ahorrado constituye uno de los principales motores de las
entidades financieras, mediante productos como créditos de depósito a término
(CDT), que no se pueden retirar antes del tiempo establecido, u otros más
flexibles como una cuenta corriente o una cuenta de ahorro.
La relación entre los activos y los pasivos del grupo familiar constituyen el
patrimonio neto de una familia, es decir, la diferencia entre sus activos y sus
pasivos, entre sus bienes y derechos, y las deudas contraídas