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Inicio » Hortalizas de Fruto » Tomates
El tomate es una de las frutas más consumidas por el ser humano a lo largo del mundo.
Hacer ensaladas.
Hacer guisos.
Hacer salsas.
¿Cuándo? Primavera.
¿Cómo preparamos la tierra? Ideal tierra arada, blanda y que drene bien (motoazada).
¿Cada cuánto regamos? A diario o cada dos días (dependiendo del calor). Entre 30 y
60 minutos (dependiendo del calor).
Prepara un almácigo o utiliza algunos recipientes reciclables, como cartones de huevos, potes
de plástico pequeños limpios o botellas cortadas a la mitad.
Compra un buen sustrato de calidad, pregunta por sus propiedades y evalúa tus opciones.
Coloca al menos dos semillas en cada recipiente, puedes plantarla no muy profundamente (a
un centímetro de profundidad es más que suficiente).
Paso 5: Humedecer ligeramente el sustrato
Humedece el sustrato ligeramente (no ahogues a la planta) y cubre el recipiente con papel film
para evitar que la humedad se escape muy rápidamente.
Luego puedes buscar algún espacio conveniente de tu hogar, donde puedas revisarlo con
frecuencia (no es necesario que pegue mucha luz en este punto), cuida que se mantenga
húmedo el sustrato.
Al cabo de unos 8 a 10 días podrás comenzar a ver los brotes, en este punto debes ubicar las
plantas en un punto con mucha luz (cuidando las corrientes de frio) o utilizar lámparas de luz
cerca de ellas (a unos 5-10 cm de distancia)
Si nacen las dos semillas que ubicaste al inicio, evalúa cual es la más fuerte y corta la otra (¡Un
poco cruel pero necesario!).
Mantén el flujo de agua moderadamente (no las ahogues pero no dejes que el sustrato se
seque). Una de las mejores formas de regar las tomateras es mediante el riego por goteo.
El goteo consigue drenar bastante agua a las raíces pero sin inundarlas. Además de que
podemos ahorrar mucha agua.
¡El frío se ha ido! Tus plantas ya tienen un buen tamaño, al cabo de ocho semanas ya puedes
trasplantarlas a su sitio definitivo.
Para finalizar y ver crecer nuestras tomateras, haz un mantillo de paja sobre la tierra. Esto
evitará en gran medida el crecimiento de malas hierbas.
Paso 13: Riega con goteo a diario
A poder ser 2 veces al día, unos 20-30 minutos, si dispones de un temporizador. En caso
contrario, una sola vez unos 40 min.
El riego dependerá mucho de la temperatura ambiente que haga y cómo veas a tus tomateras.
Si tienes las hojas caídas, aumenta el caudal de agua diario. Es muy recomendable no
encharcar la tierra a la hora de regar y tampoco mojar las hojas. Asegúrate de que reciben una
buena cantidad de luz diaria.
En general las tomateras son plantas ideales para cultivarlas en un huerto urbano.
La razón es que si dispones de un poco de espacio, luz solar durante varias horas del día y unas
cuantas macetas podrás llenar tu huerto en casa de tomates de todo tipo. No necesitas mucho
más que esto.
¿La razón? Las enormes posibilidades que da en la cocina. Prácticamente todas las culturas
utilizan en mayor o menor medida el tomate para cocinar; ya sea como acompañamiento,
como salsa o como delicia.
En el siguiente artículo vamos a ver de forma detallada cómo sembrar tomates y poder tener
una buena cosecha en nuestro huerto.
Hay diferentes tipos de siembra, cada una con variables niveles de dificultad, espacio, cuidado
y necesidades climáticas, pero una de las que muchos expertos coincidirán resulta de las más
agradecidas es: el cultivo de tomates.
Sabías qué...
El tomate cultivado de mayor peso en la historia, fue cultivado por un granjero estadounidense
llamado Gordon Graham en el año 1986, llegando a pesar ¡3,51 kilogramos!
Son variedades que para muchos expertos, aunque tienen gran resistencia en su crecimiento e
imponentes frutos, su sabor puede verse afectado.
Más comunes dentro de la agricultura; podría ser difícil obtener los mismos resultados de la
primera generación en la segunda.
Tomates Híbridos
Aunque muchas veces se confunden con los genéticamente modificados, en realidad este tipo
de semilla se refiere a que son plantas polinizadas por variedades distintas de tomate.
Aunque no sean difíciles de sembrar y cosechar, ten en cuenta que los frutos y el tipo
de planta puede variar de una generación a la otra, por lo que pueden ser un lindo
experimento momentáneo.
De polinización abierta
Por ejemplo en invernaderos donde sólo se encontraba una variedad específica de tomate.
Y aunque suene como un proceso elegante, es posible que tus plantas de jardín terminen
creando este tipo de semillas.
Hariloom o Herederas
Son justamente este tipo de semillas las más caras y cotizadas, pues representan a las plantas
existentes antes de la modificación genética o los cruces.
Suponen ser especímenes 100% originales de cada una de las variedades y se considera que el
sabor de los frutos resultantes solo puede ser catalogado como único.
Esta variedad es justamente la que se encuentra en los bancos de semillas más importantes
del mundo y cómo es posible imaginarse, no tiene variaciones de generación en generación.
Lo mejor es que te decantes por una variedad de tomates que sea común en tu región; pero
también que te guste; sin importar tantos aspectos técnicos, será mucho más motivante el
sembrar aquellos frutos que estés deseoso por probar.
Los tomates son plantas que no soportan bien el frío. Por lo tanto, temperaturas por debajo
de los 10º suelen hacer sufrir mucho a las tomateras.
Por otro lado, tampoco les va bien el calor extremo. Temperaturas de más de 40º suelen
quemar y secar las tomateras con relativa facilidad.
Dependiendo del lugar donde te encuentres habrá que hacer una pequeña planificación.
La razón es sencilla, al principio las tomateras suelen ser mucho más débiles que cuando ya
han cogido raíz y han trepado lo suficiente. Por lo que la primavera suele ser un buen mes
debido a las temperaturas ideales; no hay frío y el calor no es extremo.
En España, por ejemplo, un mes bueno para empezar a sembrar tomates suele ser en Mayo o
en Abril (si es caluroso). Junio tampoco está mal.
Es importante la planificación y no sembrar otras plantas que puedan ser competencia directa
para el tomate.
El sustrato perfecto
Tanto si realizarás la siembra en maceta como en una pequeña porción de tu jardín, vale la
pena (y esto como regla general de jardinería) hacerse con el mejor suelo posible.
Compra una caja de compost y ves echando allí dentro todo lo que se orgánico. Cáscaras de
huevo, pieles de fruta, restos de vegetales, café molido, etc.
Todo esto, al cabo de un tiempo habrá nutrido considerablemente una porción de tierra, que
sumado al estiércol de animal, puede ser una muy buena combinación.
Algo que no soportan las tomateras es que la tierra en las que habitan no drene bien el agua y
por lo tanto queden anegadas.
La satisfacción de tener una planta productiva que has logrado instalar desde una semilla no
tiene precio. No importa la especie de la que se trate porque el orgullo es el mismo, pero hoy
queremos enfocarnos en uno de los reyes del mundo vegetal: el tomate.
Germinar las semillas de tomate es una tarea que te dará buenos resultados si sigues el
procedimiento adecuado (no te asustes que no es nada difícil). Y como de eso es que vamos a
hablar hoy, te invitamos a que nos acompañes en las próximas líneas en que no guardaremos
ni un solo detalle.
La semilla la puedes preparar desde un tomate que tengas disponible, ya sea una tomatera
propia que te lo haya dado o de cualquiera en general. Para conseguir semillas óptimas sigue el
paso a paso descrito a continuación:
1. Extrae las semillas del tomate con la cobertura que poseen que es traslúcida y
gelatinosa.
3. Echa las semillas en un colador y empieza a lavarlas con el agua del grifo intentando
limpiarlas por completo de la cobertura gelatinosa que tenían.
4. Añádelas de nuevo en el vaso de vidrio con agua para determinar cuáles estarán aptas
para germinar. Las que se hundan son las correctas. Las que flotan intenta extraerlas
para desecharlas.
5. Vuelve a pasar las semillas por el colador para quitarles el exceso de líquido y déjalas
secar en un lugar ventilado.
8. Espera hasta que aparezcan las primeras hojas de la planta (tarda entre 5 y 8 días)
antes de trasplantar a un semillero para que la raíz tome más fuerza. Este proceso
debes hacerlo en las 24 horas siguientes a que la germinación se haya producido.
Con estos 8 pasos ya tendrás una semilla correctamente preparada e incluso te regalamos los
pasos siguientes para lograr una efectiva germinación. Es importante que sepas que después
de tener las semillas secas (paso 5), también podrías decidir almacenarlas para usar en un
futuro.
Lo ideal es que las dejes guardadas en una bolsa de papel, en un lugar oscuro
y templado. Recuerda marcar la bolsa para que sepas de qué son las semillas y la fecha en que
las guardaste.
Stocksnapper / Unlimphotos
Una planta de tomate tardará en crecer un aproximado de 40 días desde que se inicia la fase
de germinación. Podemos establecer que este período arropa hasta la fecha en que empieza a
emitir floraciones porque se considera que estará ya en la etapa adulta.
Aun así, continuará con su trabajo para dar frutos por unos 60 días más, hasta que estos ya se
encuentren maduros y listos para consumir. Si las semillas de tomate que has seleccionado son
de buena calidad, no tendrás inconvenientes para lograr que germinen de forma provechosa.
Esto es: que provengan de una planta saludable, no tengan deformaciones, no exista presencia
de hongos y estén relativamente nuevas. Por supuesto, no solo la calidad de la semilla influye
sino que también necesita gozar de una serie de condiciones mínimas, como la temperatura,
la humedad, la luz, entre otros.
Anímate a sembrar una tomatera desde cero y lo más seguro es que sientas el corazón
hinchado de orgullo al ver que tienes una obra trabajada con tus propias manos desde el inicio.
Los [12 Pasos] que debes Seguir para Sembrar Sandías con Éxito
Una vez te decantes por una variedad, hay varias formas de comenzar a sembrar. Lo primero
será organizar todo lo necesario:
Es posible que encuentres muchas opiniones entre los expertos en cuanto a cómo es la mejor
forma arrancar con la tarea de hacer crecer tus plantas de tomates.
Para algunos jardineros, los principiantes deberían comenzar comprando una plántula ya
desarrollada y simplemente trasplantarla al sitio ideal para su desarrollo.
Puedes cortar los tallos que se encuentren más cercanos a la raíz; así puedes sembrar
la planta con mayor profundidad y brindarle más estabilidad en su crecimiento.
Si plantas tus tomates uno junto a otro, asegúrate de que las plantas tengan suficiente
espacio entre ellas.
Para aquellos que quieren la experiencia completa y desean ver crecer a su hijo verde desde
el inicio, el proceso es sencillo aunque debe ser llevado con cuidado:
2. Cuando salgan las primeras hojas, debemos podar las que quedan en la parte baja del
tallo. De esta forma conseguimos que la tomatera crezca con mucha más fuerza.
7. Vigila tus plantas constantemente, siembra algunos ejemplares de más por si algunos
mueren en el camino (Y si sobreviven y no puedes tenerlo ¿Qué tal regalarle
una planta de tomate a un buen amigo?)
Durante el crecimiento
Un exceso de nitrógeno puede conllevar a que las tomateras crezcan mucho y tengan
muchas hojas, pero que sin embargo no den fruto.
Evita los fertilizantes que contengan pesticidas o herbicidas, incluso podría ser
recomendable hacerte de unas buenas recetas de fertilizantes caseros.
Cuando los frutos madures, puedes cortarlos sin miedo, evita jalonear la planta y
utiliza tijeras de poda para tomar cada tomate, cortando diagonalmente por el tallo
superior.
Trata de crear ciertos hábitos alrededor del cuidado de tu planta, como regarla cada
mañana mientras tomas tu café matutino o revisar las hojas en las tardes cuando
vuelvas del trabajo, de esa forma podrás prevenir y atacar cualquier problema
inminente en el tiempo correcto.
Guía completa sobre las plagas y enfermedades más comunes de los cultivos.
La mosca blanca
Para combatirla es necesario utilizar repelentes que sean ideales para atacar a los tipos de
insectos voladores de jardín (avistas, ácaros, chinches u otros).
Ácaros
Diferentes tipos de ácaro son capaces de atacar y dañar tus tomates, aunque son invisibles
para muchos, sus efectos son claros: hojas resecas y amarillentas, frutos inmaduros
deteriorados y un decaimiento general de la planta.
Para controlarlo es necesario extraer las partes afectadas de la planta y utilizar un acaricida
especializado, ya que se considera una plaga muy resistente.
Hongos
Los hongos están presentes en estado latente en diferentes espacios naturales (la tierra, por
ejemplo) pero usualmente se activan cuando las condiciones atmosféricas están dadas para su
óptimo desarrollo.
En ese sentido, es importante mantener el espaciado y ventilación entre las plantas. También
revisar que estas no se encuentren afectadas por otras enfermedades. Por ejemplo las lesiones
en la planta por ácaros podrían resultar en el futuro desarrollo de los hongos, es decir, una
pesadilla médica de nunca acabar.
El hongo produce podredumbre tanto en la raíz, tallo como hojas, es posible ver como la
planta se comienza a oscurecer y debilitar en una zona puntual (como la base) la planta
entonces va encorvándose, volviéndose flácida hasta desmayarse.
Las arañas rojas son insectos tremendamente pequeños. A la vista del ser humano son
prácticamente imperceptibles hasta que pueblan en gran número nuestras tomateras. En este
caso, sí que se empiezan a ver puntos rojos.
Estas arañas son muy peligrosas para las tomateras debido a que se alimentan de ellas a nivel
celular.
La mejor forma de combatir a esta araña roja, como con la mayoría de plagas a la hora de
sembrar tomates, es con la prevención.
Un riego continuado de las tomateras (evitando mojar la hoja), sumado a un buen abonado
de la tierra y al chequeo diario del crecimiento de nuestras plantas evitará la mayoría de estos
problemas.
No dejan heridas o agallas, pero pueden desplazarse con gran libertad por el tomatero
parasitando, viviendo a expensas de su hospedador sin vergüenza alguna.
La marchitez por Verticillium es una enfermedad que afecta a más de 350 especies de plantas
eudícolas. Está causada por seis especies de hongos Verticillium: Verticillium dahliae,
Verticillium albo-atrum, Verticillium longisporum, Verticillium nubilum, Verticillium
theobromae y Verticillium tricorpus.
Muchas plantas con un importante peso económico son susceptibles, como el algodón,
los tomates, las patatas, la colza, las berenjenas, los pimientos y las plantas ornamentales, así
como otras en comunidades de vegetación natural.
Cochinilla acanalada
Sin embargo, este es un daño que podría considerarse como primario, pues también se
generan consecuencias posteriores que causan preocupación.
Esta melaza es atrayente para otros insectos, como las hormigas, que encuentran en
ella una fuente de alimento agradable.
Pero lo más nocivo es que la melaza sirve como punto de asentamiento para el hongo
que produce una enfermedad conocida como negrilla.
Por ende, si no se toman las medidas correctivas a tiempo, no solo se podría estar ante
la necesidad de atender un ataque de plagas, sino también de enfermedad.
Para saber más: Cómo identificar y combatir la acariosis bronceada del tomate
Una vez que alcance el tamaño final comenzará a pasar de color verde a un rojo o amarillo
vibrante (dependiendo de la variedad) lo ideal es recolectar la fruta cuando alcance su máximo
punto de color, pero previniendo que se madure de más y comience a tornarse suave (para
saberlo es necesario tocar la firmeza del fruto sin maltratarlo).
Una vez que tengas una cosecha de tomates lista para consumir, dependiendo de la cantidad
de tomates que obtengas, puedes optar por múltiples preparaciones. Los tomates se
conservarán frescos en tu nevera hasta una semana.
Una buena opción para conservar tus tomates es la de prepararlos en conserva, bien sea
secándolos y guardándolos con abundante aceite de oliva y especias al gusto o luego de
cocerlos, guardarlos con vinagre y aceite y recipientes esterilizados de vidrio.
También existe la opción de guardar los tomates para hacer una presentación en lata de
ellos. ¡Imagínate llevar un registro de todas tus cosechas para poder comparar el sabor!
Es posible también disfrutar de todo el sabor y los beneficios del tomate a través de jugos. Un
vaso de jugo de tomate tiene muchísimas más vitamina C que un vaso de jugo de naranja, por
lo que incluso puede ser un interesante complemento a las dietas de détox o la jugo terapia.
Para prepararlos en salsas, es necesario hacer pequeñas incisiones en forma de cruz en la piel,
y colocarlo a hervir por 5-10 minutos en agua, luego se colocan en agua fría y la piel saldrá
fácilmente. Opcionalmente puedes retirar las semillas para un sabor menos ácido.
Otra opción muy utilizada es la de envasar al vacío. Lo que se debe hacer es llenar
completamente un recipiente de tomate. Después, este recipiente se pone a hervir con agua
dentro de una hoya durante un buen rato.
De esta manera, conseguimos envasar al vació y conservar mucho mejor para futuras salsas de
tomate.
Nuestra recomendación es que intentes probar todo tipo de recetas con tus tomates.
Disfruta al máximo el resultado de la experiencia de haber traído a la mesa (literalmente) tus
alimentos. Incluso puedes comparar el sabor de un tomate de supermercado y los que acabas
de cosechar, frescos y crudos, en ensaladas o como botanas será una experiencia realmente
enriquecedora.
Para hacer más fácil la tarea de elegir la variedad de tomates con la que vamos a trabajar,
se dividirán las especies en dos categorías principales: los determinados e indeterminados.
Tomates determinados
Tomates indeterminados
Esta variedad requiere poda (¡Ya que nunca deja de crecer!) Y algún soporte (un palo
de madera) para ayudar a estos pequeños gigantes verdes a crecer y resistir el peso de los
frutos, por su tamaño descontrolado requiere de mayor espacio o macetas mucho más
grandes.
Sabías qué...
De tamaño medio y alargado, es una de las variedades más comunes, su color varía entre
rojizo y un poco más naranja, es muy versátil en ensaladas y su planta se caracteriza por ser
bastante alta.
Tomate Cherry
Una de las siembras más populares, ha tomado fama especialmente por su curiosa y divertida
presentación miniatura, ideal para ensaladas y canapés, el tomate cherry cuenta con un
excelente sabor y su siembra es bastante rápida.
Tomate Muchamiel
Comienza con un tono verdoso claro y evoluciona a un rojo pintón con el tiempo.
Es importante determinar qué variedad se da con mayor facilidad según tu región, el tipo de
suelo, el clima, la estación del año y por supuesto el tipo de espacio donde desees realizar tu
siembra: si es en maceta para interiores o tal vez en un pequeño huerto en tu jardín exterior.
Sabías qué...
El tomate procedía originalmente de Perú pero se extendió rápidamente por todas las regiones
sudamericanas, convirtiéndose en un producto clave de la gastronomía precolombina.
Los aztecas en su idioma nativo le daban un nombre muy curioso, cuyo significado era
“regordete, rojo y con ombligo”.
Dentro de las estadísticas del cáncer de próstata, estudios realizados por un conjunto de
universidades británicas, establecen que 10 porciones de tomate semanales, reducen el riesgo
de cáncer de próstata hasta en un 20%.
Los tomates contienen muchas vitaminas y minerales que ayudan a mejorar la salud en
general, uno de sus minerales más destacados es, contrarrestando los nocivos efectos que el
sodio tiene en ella.
Según la asociación americana del cuidado cardiovascular, la toma diaria de potasio debe estar
alrededor de los 4700mg diarios, cuidando no excederse de lo recomendado.
Esta cantidad es posible obtenerla con nuestros alimentos diarios, y 2 piezas de tomate, ya
nos contribuyen un 20% de estos requerimientos.
Para las mujeres embarazadas, los tomates pueden resultar un gran aliado. El ya mencionado
licopeno se une a la importante presencia de vitamina C de este fruto creando un alimento
ideal para la salud del bebe, contribuyendo a su óptimo desarrollo.
Incluso ayudan a combatir algunos de los molestos síntomas del embarazo, como la colitis,
inflamación, gases y úlceras digestivas, promoviendo la desinflamación y la salud estomacal en
general ¿Qué más se puede pedir?
El súper poder del licopeno presente en los tomates no se detiene; y se muestra cómo
contribuye a bajar los niveles de colesterol LDL (conocido comúnmente como colesterol malo)
hasta en un 10% con apenas una ingesta de 25mg de licopeno diarias, lo que se traduce en
aproximadamente media salsa de tomates caseros, un plato de sopa de tomate o incluso un
vaso de jugo de tomate en las mañanas.
En un artículo del Harvard Medical School los tomates figuran como uno de los alimentos
recomendados para bajar los niveles de colesterol. A demás su alto contenido de
betacaraotenos y flavonoides los hacen excelentes protectores de la salud cardiovascular de
pacientes de cualquier edad, convirtiéndolo en un fuerte aliado de la sociedad médica.
Para las personas que mantienen esta condición, los tomates son grandes protagonistas de su
dieta.
Sin embargo, como una recomendación adicional a todos los pacientes de arenilla y piedras en
los riñones, preparar el tomate el jugo ayuda disfrutar de sus capacidades diuréticas y la
ingesta de líquidos que mejora las condiciones y la limpieza del tracto urinario ¡Todo en uno!
Reducen la inflamación
Al ser cocinado, el tomate (eliminando piel y semillas) es posible obtener un alimento de muy
fácil digestión, que además con su carga de apolicopenoides ayudan a prevenir la inflamación
y estimular la salud digestiva en general.
Los tomates Cherry además son bajos en calorías (a penas 27 calorías por cada tomate) lo que
los hace ideales para las dietas de pérdida de peso y son versátiles en su preparación, tanto
asada, cocinada, o cruda, por lo que puedes valerte de estos pequeños amigos en tu dieta
diaria.
El tomate podría hacerte más inteligente, o al menos ayudarte a mejorar tus funciones
mentales.
El cerebro es un órgano con gran concentración de ácidos grasos omega- 3 y por eso necesita
combatir a los radicales libres con una fuerte carga de antioxidantes, como la que ya sabemos
que contiene el tomate.
Los tomates son un gran aliado para la belleza y salud externa también. Muchos tratamientos
caseros incluyen la ingesta de tomates o la creación de mascarillas, cremas y ungüentos con
ellos.
Puedes crear un tónico casero agregando algunas gotas de jugo de tomate a una botella de
agua destilada y aplicándola en tu rostro, también puede resultar beneficioso hacer una
mascarilla con puré de tomate que puedas dejar actuar de 10-20 minutos al menos una vez por
semana.
A demás de mejorar el aspecto de los poros, los tomates combaten los efectos negativos del
sol, y la fuerte presencia de vitaminas A, B, C y E contribuyen a la salud y belleza de las uñas y
el cabello, haciéndolos más resistentes, abundantes y llenos de vitalidad.
Los tomates tienen sus orígenes en América central y del sur, pero rápidamente fueron
importados y añadidos a la cultura europea y mediterránea.
Al principio, los europeos miraban con recelo a los llamativos frutos, considerándolos
venenosos por su imponente color rojizo; pero los aztecas ya venían utilizándolos y
cocinándolos en algunas recetas precolombinas.
Hoy día el tomate está extendido por todos los continentes, presente en la gastronomía local
de múltiples países y sus variedades han pasado a formar un extenso abanico de sabores,
colores y presentaciones.
Hoy en día, China y la India son dos de los principales productores de tomate del mundo, y se
considera un producto de exportación rentable y atractivo.
El valor nutricional del tomate, lo hace a demás un alimento de buen valor biológico y de
importantes usos dietéticos. Sus beneficios están listados y respaldados por diferentes
estudios.
22 Kilocalorías
1 gramo de proteína
5 gramos de carbohidratos
1 gramo de fibra
6 miligramos de Vitamina C
7 miligramos de Vitamina K
1 miligramos de manganeso
1 miligramos de Vitamina B6
Florece el Tomate
Los [12 Pasos] que debes Seguir para Sembrar Sandías con Éxito
Florece el Tomate