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CON COMUNIDADES
Aprobó: Juan Pablo Duhalde - Dir. Áreas Sociales Fecha: 11/03/2018 Página 1 de 9
PRESENTACIÓN
TECHO es una organización latinoamericana que trabaja por una sociedad justa, igualitaria, integrada y
sin pobreza donde todas las personas puedan ejercer plenamente sus derechos y deberes y tengan las
oportunidades para desarrollar sus capacidades. Trabajamos con determinación en los asentamientos,
a través de la formación y acción conjunta de sus pobladoras(es) y jóvenes voluntarias(os), fomentando
el desarrollo comunitario de las comunidades más excluidas del continente.
En el año 1997, nace en Chile TECHO con el objetivo de asegurar con una vivienda de emergencia un
mínimo en la calidad habitacional a millones de personas que viven en asentamientos en el país. En el
2005, nuestra misión se había propagado por varios países de América Latina y al unificarse en una sola
organización (Un Techo para mi País) se resuelve un modelo de trabajo dividido en tres etapas: 1)
Viviendas de Emergencia; 2) Habilitación Social; 3) Vivienda definitiva / Comunidad sustentable. Con
dicho modelo se genera la expansión territorial de TECHO, donde llegamos al 2011 con presencia en 19
países y más de 40 ciudades.
Tomando en cuenta que la mayoría de las ciudades dónde teníamos presencia estaban trabajando
únicamente en la primera etapa, surgió la inquietud de profundizar nuestro trabajo, haciéndolo más
continuo y con énfasis en la participación ciudadana y la organización comunitaria. En el ELAD (Bogotá,
2012) se concretaron estos cambios con la definición del Desarrollo Comunitario como pilar
fundamental del modelo de trabajo. De la mano con estas decisiones se construyó un documento
interno sobre el Modelo de Trabajo (2014).
En los siguientes años, se fue reflexionando sobre la experiencia en terreno en la búsqueda de mejorar
en calidad y cobertura, definiendo estrategias transversales (Estrategia de Equipos de Comunidad,
Estrategia de Levantamiento de Información (ELI), Estrategia de Formación y Estrategia de Gestión de
Equipos), adaptando la estructura de acompañamiento al modelo de trabajo en oficina (Gestión
Comunitaria, Investigación Social, Vivienda y Hábitat) y focalizando en los programas que
desarrollamos (Programas TECHO).
Frente a los aprendizajes anteriores, el presente documento está desarrollado para el uso interno de los
equipos de TECHO con el objetivo de formalizar y articular las actualizaciones que hemos ido
implementando, entregando una guía general para el desarrollo del modelo de trabajo en conjunto con
los asentamientos más vulnerables de nuestro continente. En cada etapa se resaltan los aspectos
fundamentales y se vinculan otros documentos internos (manuales e instrumentos) que detallen y
profundicen los distintos procesos que llevamos a cabo, con el objetivo de que estos sean concretos,
realizables, celebrarles y transformadores.
PRINCIPIOS DEL MODELO DE TRABAJO
TECHO promueve y destaca ciertos principios transversales a los diferentes momentos del modelo de
trabajo con las comunidades: la masividad, la participación, la transparencia, la corresponsabilidad y la
sostenibilidad.
1. MASIVIDAD en la intervención
La masividad es una característica fundamental en TECHO, que se ve reflejada
en la movilización de miles de jóvenes voluntarias(os) y pobladoras(es) en el
trabajo en asentamientos y en el involucramiento de otros actores de la
sociedad. Generar un impacto significativo en la sociedad implica implementar
soluciones masivas de calidad que generen impacto y que contribuyan a una
mayor cobertura de la problemática.
Es importante destacar que las etapas planteadas no conforman un proceso lineal, donde
imperativamente cada etapa precede a la otra en el tiempo, sino que más bien es un proceso dinámico y
cíclico, en donde en una misma comunidad pueden convivir distintas etapas en el tiempo.
1. INICIO
En esta primera etapa se utiliza la Estrategia de Expansión y Cobertura para proyectar la llegada de
TECHO a nuevos territorios y comunidades en un corto y mediano plazo. En dicha estrategia se analiza
la capacidad institucional (proyección de ingresos y capacidad de movilización de voluntarios) y las
condiciones de pobreza y oportunidades del trabajo en conjunto en las unidades territoriales de interés.
Para definir las comunidades con las que cada sede debe trabajar, se
levantan fichas de asentamientos en las unidades territoriales
priorizadas como insumo que permite examinar las principales
características de cada comunidad. Esto nos permite hacer un análisis
comparativo entre los asentamientos y tomar decisiones sobre las
comunidades donde iniciaremos el trabajo en conjunto.
Como espacio central de articulación y validación del trabajo en conjunto TECHO y la comunidad
conformamos una Mesa de Trabajo (MdT). La mesa de trabajo para TECHO es un espacio periódico y
participativo entre voluntarias(os) y vecinas(os) donde se dialoga, reflexiona y decide sobre los intereses
de la comunidad para gestionar iniciativas que aporten al bienestar del asentamiento y fortalezcan
capacidades comunitarias.
Una vez la comunidad cuente con un diagnóstico suficiente, la mesa de trabajo debe definir un Plan de
Acción (PdA), es decir una hoja de ruta que nos señala con claridad el camino a seguir y las acciones
concretas con sus respectivos tiempos, redes, recursos y responsables para lograr los objetivos
propuestos.
Una vez contemos con el PdA, las dinámicas de las mesas de trabajo giran en torno a la gestión de las
iniciativas, articulación con redes, comunicación con la comunidad y acciones de formación y reflexión
con liderazgos comunitarios.
Con las soluciones de Vivienda y Hábitat que implementamos en la comunidad buscamos reducir la
urgencia habitacional y de infraestructura, promoviendo un hábitat adecuado desde la participación
activa de pobladoras(es) para el fortalecimiento de las capacidades comunitarias. Desde TECHO, la
promoción de vivienda y hábitat se realiza partir de mejoras o soluciones en: (1) acceso a la tierra; (2)
vivienda; (3) acceso al agua potable, saneamiento básico, energía eléctrica e; (4) infraestructura
comunitaria.
Al realizar estas soluciones buscamos ser co-productores con la comunidad a partir de programas o
proyectos. Los programas se encuentran estandarizados y adaptados al contexto local, para dar
respuesta a una problemática que se replica en varios asentamientos, por ejemplo, el Programa de
Viviendas de Emergencias (PVdE). Los proyectos son únicos y se diseñan en particular para cada
situación. Para la concreción de proyectos, contamos con el FonTECHO como herramienta de
financiamiento que desarrolla capacidades de formulación de proyectos y autogestión en las vecinas(os)
de asentamientos que participan en la mesa de trabajo.
Reconociendo que la pobreza en asentamientos tiene diversas dimensiones (salud, educación, trabajo,
etc), fomentamos que las temáticas que van más allá de los programas y proyectos que podemos
desarrollar como TECHO se deben de fomentar a partir del trabajo con redes de apoyo tanto con las
que ya están trabajando en el asentamiento como con nuevas redes que puedan generarse.
El rol de TECHO en la comunidad es contribuir al proceso de producción social del hábitat. Entendemos
que nuestro actuar, aunque puede extenderse por varios años, es puntual en la comunidad y es por eso
que evaluaremos de forma constante y participativa lo que hacemos para tomar decisiones. Trabajamos
por periodos de tiempo donde vamos consensuando y renovando compromisos, objetivos y acciones
según corresponda.
En esta etapa, monitoreamos (Ficha de Monitoreo) los procesos y las iniciativas planificadas a través
del Plan de Acción. Así mismo, se desarrolla un segundo levantamiento de la Encuesta de Comunidad
para realizar una análisis comparativo entre el estado en que se encontraba la comunidad cuando
iniciamos a trabajar con ella y los cambios o transformaciones que ha sufrido producto del trabajo, su
acción colectiva y el involucramiento de otros actores.
Si bien, existen condiciones comunitarias u organizacionales que nos pueden exigir realizar un proceso
de finalización del trabajo, esperamos finalizar cuando se evidencie en dichas evaluaciones el
cumplimiento de los objetivos de la Mesa de Trabajo: fortalecimiento de capacidades comunitarias y la
mejora en las condiciones de hábitat y vivienda de la comunidad. La capacidad de autogestión de la
comunidad nos permite convertirnos en una red más y no tener presencia permanente.
A partir de los datos cuantitativos y cualitativos de la evaluación del trabajo en una comunidad y las
valoraciones de la oficina local podemos tomar la decisión de finalizar el trabajo o invitar a la comunidad
a iniciar nuevamente el ciclo con la renovación de algunos participantes, actualización del diagnóstico y
un nuevo plan de acción con desafíos concretos.