Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Carlos R. Hernández
1. La forma
1
Adolfo P. Carpio, Principios de filosofía, ed. Paidós, cap. VI, 4, pp. 188-191.
como perro. En palabras de Oderberg: “[...] la forma es el principio de la unidad”
[11].
Como anteriormente he explicado, la forma sustancial porque también existe la forma
accidental a la cual se llamó “figura”.
La forma —sustancial— viene a ser el principio sustancial, aquello que hace que una
sustancia corpórea (o sustancia incorpórea) sea lo que es por el mismo principio
sustancial. La forma también llamada “identidad” puede ser objetiva o subjetiva, a lo
largo de la historia de la filosofía ha sido un debate metafísico apasionante, debate el
cual finalizar y con conclusivos argumentos. Si bien he dicho que “la forma es el
principio que hace que esa configuración de materia adopte la forma del ente que se
abstrae” esto no se debe entender meramente en un sentido físico sino metafísico,
porque la forma (aquel principio qué particulariza a la materia) es aquello que hace
que un determinado ente sea lo que es por su forma, en palabras de Feser: “cualquier
patrón determinante y actualizador cuenta como una ‘forma’ en este sentido: una
forma no es simplemente la forma de una cosa, ni siempre una cuestión de la
configuración espacial de las partes (aunque la forma y la configuración espacial son
tipos de formas). Ser azul, estar caliente, ser suave,etc. son todas formas en el sentido
relevante” [12].
Entiendo por objetivo aquello que depende del ente con independencia de la mente
humana o bien, con independencia de la perspectiva humana, por otro lado, entiendo
por subjetivo aquello que depende de la mente, visión, interpretación humana. Ahora
bien, la pregunta es si dicha forma que conocemos es una proyección humana
(subjetiva) o es algo del ente (objetiva).
En efecto, alguien puede afirmar lo primero alegando “la forma no es nada más que
mera invención humana” y que dicha forma que se le da a los entes de la experiencia
parten de nuestra razón como sostenía Immanuel Kant2. Pero dicha postura presenta
una serie de problemas insuperables. Llamaré a la tesis que defenderé (que la forma es
objetiva) objetivismo formal.
2. La materia
Como expliqué anteriormente, la materia prima es in-forma (sin forma), está libre de
cualquier forma pero no de toda forma porque en ese caso no existiría. La materia
organizada, configurada o segunda es lo indeterminado que responde al “de qué” está
hecho un ente, su sustrato ontológico que siempre refiere a un elemento físico, así
como una estatua de bronce está hecha de bronce, una vez que la materia prima se une
con la forma sustancial ésta última le da una determinada configuración a la materia
prima. Ya que es “[...] aquello 'de que' este algo está constituido; y su determinación
no la tiene de por sí, sino que la recibe de la forma” [13]. En palabras de Aristóteles:
“[...] llamo materia a aquello que en acto no es algo determinado, pero en potencia
es algo determinado” [14]. Cabe añadir que la materia como principio de la
naturaleza3 es el principio de la potencialidad, todo lo que es material tiende a
dividirse o cambiar de ubicación especial, es sólo con la unión de la forma que la
materia —prima— adquiere actualidad y es cuando adquiere actualidad que puede
actualizar las potencias anteriormente mencionadas.
Algo que se podría objetar es que el concepto materia es de la Física como ciencia, no
de la Metafísica, que ya existe una definición de materia y por tanto todo lo que se ha
expuesto y explicado sobre la materia en términos metafísicos, es falso e inútil. En
otras palabras: “es arbitrario y epistemológicamente erróneo ya que se extrapola
arbitrariamente un concepto que ya pertenece a un campo epistemológico (la Física)
a la otro campo epistemológico y así aplicar el concepto acorde a los criterios de ese
campo epistemológico (la Metafísica)” esto es falso inevitablemente, el concepto de
materia se usa en sentido metafísico para hablar del ente, evidentemente no se habla
del ente en términos físicos. Además de que la Metafísica aristotélico-tomista al
buscar el fundamento de la realidad debe usar necesariamente el concepto de materia.
Si no se tiene claro el por qué la Metafísica aristotélico-tomista usa el concepto de
materia puede surgir objeciones similares a ésta “las partículas subatómicas son
masas de energía que componen a la materia, por lo que no hay composición de
materia en las partículas subatómicas” objeciones así se responde fácilmente si el
lector interpretó bien todo lo que se viene explicando, se dará cuenta que las partículas
subatómicas (o los átomos) están compuestas de materia, después de todo ¿de qué
están hechas las partículas subatómicas? De energía dada la visión cuántica, ese es su
material, la energía es lo que las compone. Otra objeción de se puede plantear es “las
partículas elementales no están en potencia de dividirse puesto que son los entes
físicos físicos” a lo que respondo: en el enfoque aristotélico-tomista incluso las
partículas elementales tienen materia, porque en este enfoque, “materia” es aquel
substrato receptor de una determinada forma (en este caso, la forma de partícula
elemental). La materia es lo determinable y la forma es lo determinante. Por eso se
habla de materia prima como lo indeterminado y la forma sustancial es lo que
determina a lo indeterminado. En términos de física se sabe que el protón y el neutrón
no son esencialmente distintos, sino que son dos estados de una misma partícula
denominada nucleón (análogamente al quark down y quark up que son estados del
quark), de tal modo que un neutrón puede desintegrarse en un protón más un electrón,
sin que signifique que el electrón existiese anteriormente sino que se forma en el
momento de la desintegración. Dicha desintegración implica un cambio sustancial,
una corrupción del modo de ser.
3
Santo Tomás de Aquino, De Principiis Naturae, c. 1.
Bibliografía
[3] David Ross, Aristotle, p. 73. En: Adolfo P. Carpio, Principios de filosofía, Ed.
Paidós, c. VI, 4, p. 195.