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EL PENSAMIENTO OPERATIVO

EN EL EJÉRCITO ALEMÁN

Norbett Schmidt
Teniente coronel de la República Federal de Alemania
Concurrente del XxX/ Curso de EMACON.

Introducción

La operación Tormentade/ Desierto (Deseti Storm) (1991) constató, que las ensenanzas
militares y en particular las operacionales del ataque alemán ejecutado en mayo de 1940
en dirección Oeste siguen vigentes. Expresado de una manera simplificada: coordinar la
misión recibida del mando político con el empleo de las fuerzas en un marco espacial y
temporal determinado, optando siempre por la vía que, dentro de un amplio abanico de
posibilidades, garantice el máximo éxito, es el rasgo distintivo de la esencia y la tarea del
mando y pensamiento operacionales.
El pensamiento operacional a finales del siglo xx, y en el futuro, tiene que ir, sin embargo,
más allá de la mera reproducción de los planes de combate de un Moltke, Manstein o
Schwarzkopf.
Tomando como referencia lo anteriormente expuesto, no resulta extrano que el actual jefe
de Estado Mayor del Ejército de Tierra alemán, teniente general Willmann, exigiera dar un
renovado impulso al desarrollo del pensamiento operacional tradicional dentro de las Fuer-
zas Armadas alemanas.
Para el estudio del pensamientooperacionaltradicional en las Fuerzas Armadas alemanas es
preciso acudir a los motivos que condujeron a su desmoronamientoen la época de la bipola-
rización mundial. No obstante esto no puede tener lugar sin abordar primero los fluctuantes
parámetros de la política de seguridad alemana y la de la Alianza Transatlántica,tras el final
de la guerra fría, ya que el mando y la planificaciónde las operaciones, citando a Clausewitz:
ClJamástienen lugar en un espacio ajeno a la política.))
Este principio tiene hoy más validez que nunca.

Decadencia y renacimiento del pensamiento operacional

El día 29 de agosto de 1949, la explosión de la primera bomba atómica soviética modifi-


caría por completo la imagen del mundo. Si bien las Fuerzas Armadas soviéticas no dis-
pusieron de ningún arma atómica operativa hasta 1954, las superpotencias se vieron obli-
gadas a instaurar la carrera armamentística. En la misma medida también el poder militar
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se vio forzado a adaptar a esta
situación las bases de sus principios estratégicos y tácticos.

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La irracionalidad de la guerra nuclear y la entrega de las competencias del mando opera-
cional al cuartel general de la OTAN llevaron a que el pensamiento de mando del esta-
mento militar alemán federal se limitara, por un lado, al ámbito táctico y, por otro lado, a
centrarse en reflexiones sobre los límites entre estrategia y política de seguridad.
La peculiar orientación de los políticos y militares alemanes, dentro de la OTAN, tuvo ade-
más como consecuencia que se pensara en tas Fuerzas Armadas como una representa-
ción de los intereses políticos en tiempo de paz y bajo condiciones estrictamente delimita-
das políticamente, esto es, sólo en situaciones de tensión o de defensa, o lo que es lo
mismo, en lo concerniente a los asuntos de la Alianza. En palabras de Aron:
(<Todoel arte de la guerra queda reducido a la prudencia desnuda y esta tiende, prin-
cipalmente, a que el delicado equilibrio no se nos convierta en desventaja y que la
guerra parcial no se transforme en una total.a>
Mientras existió la amenaza de un holocausto nuclear, no hubo ningún impulso del
Gobierno Federal por ampliar o añadir nada al pensamiento teórico militar. Las reflexiones
operacionales se centraron en la prioridad de combatir al segundo escalón estratégico del
Pacto de Varsovia, cuyo desgaste y desaceleración definirían las condiciones previas para
poder desarticular operativamente el primer escalón estratégico.
Los nuevos planteamientos operativos norteamericanos, como el concepto Air Land Battle,
el concepto Air Land Baffle 2000 o el concepto de Follow on Forces Afta&, provocaron los
recelos de los críticos en el seno de la OTAN. Estos planteamientos hicieron surgir, al
menos en los altos mandos del Ejército de Tierra alemán, el propósito de dar un nuevo
impulso a la planificación y pensamiento operacionales. En el centro de atención se encon-
traba la cuestión prioritaria de cómo podría lograrse, dadas las condiciones del campo de
batalla en Centroeuropa, la máxima movilidad de las operaciones defensivas en el ámbito
de la <<defensaavanzada>>y la consideración de los preceptos políticos. Una muestra pal-
pable del empeño por resolver esta cuestión fue la publicación de una segunda edición
revisada de la Doctrina del Ejército 100/100 (Doctrina para el mando de tropas) del año
1973. Lo esencial en esta doctrina fue el hecho de que de nuevo se colocara el ámbito de
mando operacional junto al ámbito estratégico y táctico, como se muestra en:
<cElmando operacional engloba las actuaciones del Alto Estado Mayor. Dichas
actuaciones sitúan los objetivos militar estratégicos dentro de tos planes operaciona-
les y en misiones asignadas al mando táctico para...>>
El concepto operacional de la ((defensa avanzada<<,que tuvo que ser mantenido a causa
de sus repercusiones político-estratégicas, no puso el acento en el diestro mando de tro-
pas en grandes áreas, sino que, antes bien, se centró en la previsión operacional para la
garantía logística de la capacidad de actuación táctica. Lo que significó aportar el oportuno
y suficiente abastecimiento en personal y material a las unidades en lucha (en sectores
determinados de la frontera interalemana), para así mantener la capacidad de resistencia.
Hay que resaltar, que el significado político-estratégico del concepto operacional de la
<<defensaavanzada,>se manifestó principalmente en el políticamente importante desplie-
gue de las unidades nacionales en el espacio fronterizo.
Las razones principales para una nueva orientación del pensamiento y mando operaciona-
les que tuvo lugar a comienzos de los años noventa se asientan en los siguientes puntos:

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- El repliegue de las Fuerzas Armadas soviéticas a sus propias fronteras, el derrumbe
del Pacto de Varsovia y la reunificación alemana han otorgado un nuevo contenido a
los factores operacionales espacio y tiempo.
- Con la soberanía plena de nuestro país tras la reunificación, las Fuerzas Armadas ale-
manas han adquirido nuevas y diversificadas funciones,
- Simultáneamente a la disolución de la amenaza militar en Europa, aparecieron nuevas
áreas de riesgo como por ejemplo la inestabilidad dentro de la antigua Unión Soviética
o la aparición de conflictos étnicos (también en Europa).
Por otro lado, el general chino Sun-Tzu ya reconoció hace 2.500 años en su obra: El arte
de la guerra la relación tan estrecha y decisiva que existe entre mando político y mando
operacional. Constatando que:
«Un jefe militar ha de recibir la orden, del soberano del país, de formar un ejército y
de hacerlo entrar en combate en aras de un objetivo determinado.))
En nuestros días, el general Schwarzkopf quedó sometido a la primacía política cuando en
1991 no tuvo autorización de marchar con sus tropas sobre Bagdad.
El planificador operacional recibe sus cometidos del mando político, o expresado de un
modo más preciso, adquire la función enlace entre la esfera estratégico-militar y la táctica.

La política. Punto de partida de las consideraciones operacionales

El ámbito de las condiciones de política interior


El Libro Blanco del año 1994 hace mención a 12 intereses en política de seguridad alemana,
junto con las cinco prioridades en materia de política exterior y de seguridad de Alemania.
Estos intereses pueden clasificarse en dos bloques:
- La protección de Alemania, de sus ciudadanos y de su bienestar, la integración europea
dentro de la Europa comunitaria (Unión Europea) y los lazos transatlánticos de Europa.
- La superación de la antigua confrontación en Europa, el exitoso apoyo al proceso de
democratización en la Europa Central y Oriental, la cooperación internacional en la
superación de las crisis y el impedimento de conflictos, así como la toma de conciencia
a nivel mundial en la defensa de los derechos humanos.
La Constitución de la República Federal de Alemania y aquellos tratados y compromisos
en los que participa Alemania (Carta de las Naciones Unidas, el Tratado del Atlántico Norte
y el Tratado de la Unión Europea) han constituido, y sigue siendo así, la base esencial para
la definición de estos intereses.

El ámbito de la -nueva OTANDJ


La Cumbre de Roma (1991) fue denominada explícitamente como el Renacimientode una
nueva Alianza Atlántica>>.Se establecieron para facilitar y fomentar, al más alto nivel polí-
tico y militar posible, el acercamiento y la cooperación con el antiguo enemigo. La Cumbre
de Madrid, de julio de 1997, en la cual se tomaron las importantes decisiones previas para
la construcción de las estructuras de seguridad en Europa valederas para el futuro, puso
el colofón a las sucesivas cumbres de la OTAN.

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Con el documento clave MC 40011 de 1991 y de 1996, la OTAN logró formular la nueva
estrategia del Protecfed Peace. La garantía de la capacidad defensiva de la Alianza (en el
caso de producirse simultáneamente una prevención y superación de la crisis) significaba:
apartarse de la unidireccionalidad de la confrontación Este-Oeste, para orientarse hacia la
multidireccionalidad de los peligros que se vislumbran para la Alianza.

La aplicación operacional de los presupuestos político y militar estratégicos


El concepto operacional
Tomando como referencia lo anteriormente expuesto hoy más que nunca la esfera opera-
cional debería tener en consideración tres cuestiones básicas:
- ¿Qué condiciones militares se requieren para que el objetivo político y militar estraté-
gico pueda ser alcanzado en el teatro de operaciones?
- ¿Qué orden de sucesión de acciones militares tiene que darse para cumplir de forma
inmediata estas condiciones?
- iCómo tienen que aplicarse las fuerzas y medios disponibles para alcanzar el orden de
sucesión de las acciones y, en último término, el estado final proyectado?
De ahí que haya que conservar los campos operacionales también dentro de un <cálculo
de la relación coste-utilidad)) y responder a la cuestión de si un mayor gasto (también en
el sentido económico) incrementa proporcionalmente la rentabilidad política, o si se consi-
gue tan sólo un beneficio ligeramente mayor. Todo esto exige que la esfera operacional
coordine la evaluación y planificación con el mando político y militar estratégico, indepen-
dientemente del tipo o duración de la acción.
Todo lo dicho se puede resumir en la siguiente afirmación la esfera operacional, al con-
trario que la esfera táctica, no ha de responder simplemente a la pregunta de ~~quiérwlucha
y <cómo>>,sino que el desafío más decisivo, desde el punto de vista del pensamiento ope-
racional, es el de hallar una respuesta a la pregunta de si hay que llevara cabo el combate
a cualquier precio y, en caso afirmativo, ((dónde)>,(cuándo>) y ccon qué fuerzas).

Análisis de los factores operacionales tiempo, fuerzas, espacio


y de la creciente significación del elemento información
EL FACTOR <~TIEMPO>I

El factor ((tiempo)>ha ganado en importancia en todos los ámbitos. Para mejorar la capa-
cidad de reacción, el mando operativo terrestre ha desarrollado para el Ejército de Tierra
alemán, un -standardi..íerte einsatzplanun~ (“plan de acción estandarizado>>),en el cual
se fijan las estructuras y las responsabilidades de los diferentes mandos e impone además
un plan de reacción para la preparación de las fuerzas y la conducción de operaciones. El
(<plande acción estandarizado)) contiene un plan de reacción que reduce no sólo el tiempo
de reacción sino también la exigencia de órdenes y regulación.
La guerra del Golfo constituye un ejemplo más del manejo del factor ~~tiempo~~en el ámbito
operacional. Debemos despojarnos de la idea a partir de la cual se dotan de atribuciones
a esferas de mando determinadas, sin ni siquiera la posibilidad de pensar en una variación

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de las mismas. En el caso de operaciones en el marco de gestión de crisis, incluso en el


caso de operaciones fuera del propio territorio, teniendo muy presente la brevedad del
tiempo del que se dispone, se debe evitar el otorgar una gramática inamovible a la res-
ponsabilidad del mando operacional.

EL FACTOR q<~~~~~Sbp
Según las doctrinas alemanas:
&nicamente tiene éxito aquél que concentra hacia el objetivo todas las fuerzas nece-
sarias, adecuadas y disponibles, en el lugar pertinente y en el tiempo preciso.>>
El rendimiento del mando operacional no depende tan sólo del volumen de las unidades a
dirigir en un ámbito de mando determinado, ni de la complejidad de la tarea por resolver.
Un rasgo característico propio del pensamiento operacional moderno es el de resolver las
tareas en estrecha colaboración interejércitos, en una conjunción sinergética. En el caso
del ámbito del mando operacional se trata de sopesar capacidades, facultades y principios
de acción tácticos de cada uno de los Ejércitos, verificar su aplicación, teniendo en cuenta
muy especialmente el escenario de la acción en cada momento, e integrarlos en un con-
cepto operacional interejércitos.
Como una prueba de que el Ejército de Tierra alemán era ya consciente de la significación
futura de las operaciones interejércitos, también dentro del ámbito nacional, por ejemplo en
el marco de operaciones de salvamento y evacuación, el mando operativo terrestre publicó
en el año 1997 unas pautas de actuación para la creación de una capacidad de evacua-
ción limitada del Ejército de Tierra alemán. Estas directrices incluyen reglas para la coo-
peración con otros ejércitos.
En lo expuesto hasta ahora no ha sido tomado en consideración el hecho de que una gran
cantidad de tareas militares no son sólo interejércitos sino que además se desarrollan en
un entorno internacional.
La multinacionalidad no es una característica esencial del mando operacional. El mando
de la guerra dentro de una alianza significó, a lo largo de la Historia, una pesadilla para los
jefes militares.
La multinacionalidad exige a su vez una armonización óptima de doctrinas operacionales
en función de la compatibilidad e interoperabilidad del material militar, así como la corres-
pondiente formación de los jefes militares en todos los ámbitos. Llegados a este punto se
debe estar dispuesto a hablar sin prejuicios de temas considerados tabú hasta ahora tales
como:
- La responsabilidad de los mandos multinacionales, incluso en periodo de paz.
- La relación de subordinación entre el mando operacional (operational command) y el
control operacional (operational control).
- Las atribuciones de los mandos militares de la OTAN en, por ejemplo, la coordinación
de desplazamientos y apoyos operacionales.
Un elemento básico en el mando de grandes formaciones multinacionales interejércitos se
pone de manifiesto en este contexto mediante el concepto de CJTF (CombinedJoint Task
Force) o FOCC.

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EL FACTOR <<ESPACIOn

El factor <<espacio>>ha ido perdiendo progresivamente el carácter estático que tuvo para el
Ejército de Tierra alemán en las últimas décadas. A esto hay que añadir que:
- En el marco de la defensa, de la Alianza y del país, el espacio ya no va a estar mar-
cado por la presencia de tropas.
1 Paralelamente a la ampliación del campo de batalla en tierra, aparece incrementada la
incorporación de la tercera dimensión en la lucha del Ejército de Tierra.
- La digitalización convertirá al campo de batalla en un espacio cada vez más diáfanos.
- Surge la necesidad de poder llevar operaciones tales como operaciones simultáneas,
en profundidad, en regiones de retaguardia o como operaciones inminentes.
- Debido al aumento del factor 4iempoa), mediante las nuevas tecnologías, se concentra
el factor ((espacios>.

EL ELEMENTO4NFORMACIóN~~
El elemento 4nformacióm~ poseía un significado estratégico, en la época del antagonismo
Este-Oeste. Hoy en día dicho concepto emerge con un significado operacional. El ataque
a los componentes electrónicos se muestra, por lo tanto, como una opción eficaz para
dañar gravemente el potencial del enemigo.
Como consecuencia de los enunciados expuestos anteriormente, al jefe operacional en el
Ejército de Tierra alemán se le exige un concepto claro y definido en cuanto a la informa-
ción y medios de comunicación como parte integrante de su concepto operacional.

El plan de operaciones

Una vez que la esfera de mando operacional ha desarrollado ya un concepto operacional


sobre la base del análisis de los factores operacionales y del elemento 4nformaciórw. éste
tiene que ser traducido, dentro del marco de un plan de operaciones, en órdenes de actua-
ción tácticamente realizables. El plan de operaciones es el medio con el que el jefe opera-
cional pone de manifiesto su espíritu, su carácter y su responsabilidad ante la tropa sobre
el campo de batalla. El <correcto adiestramiento>>es un requisito tan imprescindible como el
dominio mismo de los principios de acción tácticos interejércitos o el conocimiento de la
capacidad de los sistemas de armas.

El desafío del mañana

Dentro de la Alianza Atlántica cada nación ha tenido la experiencia de que la nueva imagen
del soldado será la del símilesprotector>>,el cual empuña el arma con la misma bravura con
la que está dispuesto a realizar labores de salvamento, de ayuda o de mediación. El desplie-
gue de armas en la cantidad utilizada en la guerra del Golfo será una excepción en un futuro.
El futuro desarrollo del pensamiento operacional como fundamento para la utilización de
medios militares en el nuevo entorno estratégico y, de otra parte, la consecución de pautas
totalmente nuevas de comportamiento y de resolución en conflictos interdisciplinares se pre-
sentan como el gran desafío intelectual en todos los ámbitos de los mandos militares.

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Conclusiones

Dentro del mando operacional se trata de sopesar, combinar y utilizar los factores opera-
cionales y por otro lado desarrollar algo nuevo sobre la base de la destreza, la capacidad y
el conocimiento e integrarlo todo en un concepto general operacional. De ahí que el arte
operacional a finales de nuestro siglo dependa también del dominio que se posea de los
principios militares (ataque, defensa, proyección de las fuerzas, culminación en el combate,
etc.), los cuales son, con frecuencia, tan antiguos como las propias Fuerzas Armadas.
El dominio de los principios referidos al de las fuerzas necesarias en el lugar adecuado en
el momento oportuno, determinan el futuro éxito o fracaso de la planificación operacional.
La nueva y revolucionaria aportación del mando operacional será, pues, la rapidez para
vencer el desarrollo de la acción y del pensamiento enemigos. El pensador operacional
moderno, como un jugador de ajedrez, tendrá que estar en situación de lograr con una gran
amplitud de miras ser el primero en descubrir no sólo sus propias posibilidades, sino tam-
bién las del enemigo.
Con el creciente aumento de la aeromovilización tendrán lugar, para el Ejército de Tierra
alemán, transformaciones más significativas de las existentes hasta la fecha. El pensa-
miento operacional tiene también que tomar en consideración a la seguridad, en el sentido
más amplio del término. De este modo, las acciones llevadas acabo en caso de catástrofe
o en relación con el medio ambiente, así como las corrientes de emigración, pueden con-
vertirse en un desafío operacional.

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