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Introducción
Durante los últimos años, hemos visto como el escenario político e institucional se ha caracterizado
por el multipartidismo y la fragmentación política. A esto hay que agregarle un 1sistema
institucional disfuncional, donde la constitución consagra un régimen de gobierno presidencialista
(o presidencialismo reforzado), con un presidente que lidera la agenda legislativa, pero con un
sistema proporcional en el congreso. Esto significa que vas a tener un presidente que no tenga
mayoría como para implantar su programa de gobierno, o que pueda generar las coaliciones
legislativas para esto. Por tanto, se ha generado un serio problema de gobernabilidad. 2Es bajo este
contexto, y con un proceso constituyente en marcha, que ha surgido la idea de moverse desde
nuestro actual sistema presidencial hacia un régimen parlamentario.
En medio de este debate, me parece que un insumo relevante a la discusión es un análisis de la
única experiencia cercana al parlamentarismo que nuestro país ha tenido. Me refiero al llamado
“pseudoparlamentarismo” o “parlamentarismo a la chilena” que se dio luego de la guerra civil de
1891 hasta la entrada en vigencia de la constitución de 1925, que consagró un sistema
presidencialista. Me parece que este es un análisis relevante, ya que como indican los nombres que
ha dado la historiografía chilena, el sistema de gobierno que se vivió durante fines del siglo XIX e
inicios del XX, no es un sistema parlamentario en su plenitud, sino que una extraña combinación
que se fue dando tanto por una serie de reformas constitucionales, como cambios en las prácticas
políticas. Por lo tanto, el objetivo de este ensayo será realizar un análisis acerca del
parlamentarismo y la constitución de 1833, para determinar cómo se produjo un símil de aquel
sistema y en qué puntos no encaja con aquel. Para realizar esto, el ensayo comenzará con un análisis
del sistema parlamentario y sus componentes esenciales. Más adelante, se analizarán algunos de los
rasgos esenciales del sistema de gobierno que consagra el texto constitucional de 1833, para luego
observar las reformas y prácticas que llevaron a un “parlamentarismo a la chilena”. Por último, se
determinarán los elementos de los cuales carece el sistema de gobierno chileno durante esa época,
como para llamarlo un sistema parlamentario de forma plena.
El parlamentarismo
La abogada Ángela Vivanco nos define el parlamentarismo como 3“el régimen de colaboración de
poderes, dualista y equilibrado, que se define por la responsabilidad política de los ministros ante la
asamblea o parlamento”. 4A partir de esto, se pueden desmenuzar una serie de características. En
primer lugar, nos encontramos con que en el parlamentarismo existe un ejecutivo dual, ya que las
funciones de representación del Estado y administración de gobierno se encuentran separadas. Por
lo que las figuras de jefe de Estado y jefe de gobierno son distintas, al contrario de lo que ocurre en
un sistema presidencial, donde el presidente concentra ambas figuras. La representación del Estado
la lleva adelante el jefe de Estado; el cual puede ser un monarca como es en inglaterra, o un
presidente como existe en varios otros sistemas como es el caso del gobierno alemán. El jefe de
1
VERDUGO (2019) p.1
2
BELLOLIO (2021) P. 4
3
VIVANCO (2002) P. 88
4
ESPINOSA & MEZA (2020) p.21
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Estado no asume las funciones administrativas y la subfunción política, sino que está encargado de
la representación del Estado a nivel internacional , la dirección de las Fuerzas Armadas y la
aprobación de las leyes que emanen del parlamento. Un elemento relevante de lo anterior, es que el
jefe de Estado no está sujeto a ser acusado políticamente (ya que no ejerce dichas funciones). En
cuanto a la figura de jefe de gobierno, tenemos que en los sistemas parlamentarios, el gobierno es
ejercido por un órgano colegiado llamado “gabinete”. Este gabinete está dirigido por una figura, que
puede ser llamada primer ministro, canciller entre otros nombres.
Una segunda característica que se desprende de esta definición es la existencia de mecanismo de
dependencia y control entre el poder ejecutivo y el parlamento. Es aquí donde hacemos referencia a
los métodos de hacer valer la responsabilidad política del gobierno. Son tres las facultades que el
parlamento tiene a su disposición; las interpelaciones, los votos de censura, y los votos de
confianza. Por interpelaciones, nos referimos al mecanismo en virtud del cual el parlamento puede
cuestionar el accionar del gobierno, o bien pedir explicaciones respecto a determinadas decisiones.
En segundo lugar, tenemos los votos de censura que son una herramienta que permite al parlamento
forzar la renuncia de uno o más ministros que conforman el gabinete. Por último, tenemos el voto
de confianza, que es solicitado por el gobierno. En caso de que este voto no obtenga una mayoría
en el parlamento, el gobierno debe dimitir. Cabe resaltar en esta línea, que el gobierno también tiene
facultades de control respecto del legislativo, ya que este tiene la facultad de disolver el parlamento
y convocar a nuevas elecciones.
Otro rasgo esencial es respecto a cómo se llevan a cabo las elecciones, ya que en el sistema
presidencial, la elección del primer mandatario es independiente de la elección de los
parlamentarios, mientras que en el sistema parlamentario, es solo una elección la que se lleva a
cabo. Por otro lado, otra de sus características es la preponderancia del poder legislativo por sobre
el ejecutivo donde el propio poder ejecutivo emana del parlamento para configurar el gabinete de
gobierno, y el gobierno se mantiene en el poder mientras cuente con la confianza de una mayoría
del parlamento. En cuanto al sistema de nombramiento de los ministros del gobierno vemos que
bajo un sistema parlamentario, el líder de la coalición que obtenga una mayoría de los escaños, debe
de elegir de entre sus pares (otros parlamentarios) los miembros que compondrán su gabinete, por
lo que son ministros que cuentan con validación democrática. En sintonía con lo mencionado
anteriormente, vemos que una de las últimas características del sistema parlamentario es la
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“colaboración funcional” entre el gobierno y el parlamento en cuanto a la agenda legislativa, esto
ya que el gabinete está conformado por miembros del parlamento.
En primer lugar y en cuanto a la vigencia de la constitución, cabe resaltar su larga duración ya que
esta tuvo una vigencia de 92 años, lo cual es un record nacional. También debe notarse que es una
vigencia extendida si lo comparamos con otros países de la región, los cuales se han caracterizado
por cambiar sus constituciones de forma reiterada. Por otro lado, es importante remarcar que el
origen de esta constitución cumple con la tradición de Chile de escribir una constitución luego de un
quiebre institucional o social. Tal ha sido el caso con otras constituciones como la de 1925 y 1980,
5
VIVANCO (2002) P. 90
3
incluso se podría argumentar que esto se repite con el proceso constituyente que se está llevando a
cabo en la actualidad, dado que también se originó luego de una crisis social. En el caso de la
constitución de 1833, vemos que esta se origina luego de la guerra civil de 1829-1830 que abre
paso a la época de los decenios conservadores. La constitución se origina por tanto luego de una
crisis importante y un cambio epocal, bajo el ideario conservador del bando pelucón (junto con
otros bandos) que resulta victorioso. Sin embargo, a pesar de la larga duración de la constitución,
vemos que esta no se aplica del mismo modo a lo largo de este periodo. Si hubiera que hacer una
primera división, un primer momento sería entre 1831 a 1891 y otro post 1891. El modo que va a
ser aplicada esta constitución post 1891 va a ser muy distinto (se da el parlamentarismo a la
chilena). Por lo tanto, lo interesante es analizar qué cambios y reformas producen esta alteración en
el modo que va a ser aplicada la constitución. Si bien hay cambios en el texto constitucional, estos
no son tan sustantivos, y lo que ocurre es una reinterpretación del texto. Por eso es importante ver
el origen de la constitución y el texto de la constitución que es algo fundamental. Pero también es
importante el contexto y la forma en que se termina aplicando la constitución. Es por lo anterior que
a algunos historiadores y constitucionalistas les gusta hablar de una constitución real para
diferenciar el texto de lo que ocurre realmente en la práctica (su aplicación).
En principio, la constitución de 1833 era presidencialista. Sin prejuicio de que esto no era explicito,
se desperende principalemnte del articulo 81 de la constitución, donde se señala que 6“Al Presidente
de la República está confiada la administración y gobierno del Estado; y su autoridad se extiende a
todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior, y la seguridad exterior
de la República”. En esta misma dirección apunta el 7artículo 82, que le otorga amplias potestades
en materia administrativa, de formación de la ley y nombramiento de autoridades judiciales, entre
otras atribuciones. Sin embargo, también existían contrapesos y limitaciones muy significativas. Por
un lado el congreso tiene la facultad de acusar constitucionalmente a los ministros de Estado, pero
más importante aún serán las leyes periódicas, que incluyen la ley de presupuesto, de
contribuciones, mantenimiento de fuerzas armadas, y de tropas en el congreso. En gran medida,
será la interpretación de estas reglas las que van a permitir que se llegue a una especie de
parlamentarismo.
En este punto, hay que tener presente que por un lado van a haber reformas constitucionales, pero
además de las reformas es muy importante las prácticas políticas por el otro lado ya que el cambio
en cómo Chile se gobernaba requiere entender las dos cosas. 8En líneas generales, todas estas
reformas le dan más poder a los partidos políticos, al congreso y limitan el poder del presidente.
Una primera reforma es la del artículo 61, que prohíbe la reelección inmediata. Debido a que todos
los presidentes se reelegian en la práctica, una manera de limitar su poder era que no pudiesen
reelegirse inmediatamente. Por lo que el mandato presidencial pasa a ser de 5 años sin posibilidad
de reelección inmediata. Debe notarse que el límite temporal es un elemento importante en la
limitación del poder, ya que todo presidente sabe que no va a tener poder siempre, saben que
pueden ser juzgados y que más temprano que tarde van a tener que abandonar el cargo. Es usual
que los líderes que buscan más poder y abusan de este, tienden a aumentar el tiempo que están en
el cargo. Por lo que esta reforma tiene peso, y será una de las más duras en cuanto a limitar el poder
del presidente. Otra reforma importante será la del artículo 12 de la constitución a través del
6
ORELLANA & CARMONA (2005) p.241
7
ORELLANA & CARMONA (2005) p.241
8
ORELLANA & CARMONA (2005) pp.256-271
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aumento de las garantías constitucionales tales como la libertad de enseñanza, de reunión y de
asociación. Lo que le otorga una mayor protección a los ciudadanos y limita el poder de las
autoridades, siendo la máxima autoridad el presidente de la república. Existen otras reformas que
pueden parecer tecnicismos pero también apuntan en esta misma línea. Por ejemplo, la rebaja del
quórum de senadores y diputados presentes para sesionar hace más fácil que el congreso funcione, o
la reforma al sistema de elección de senadores, quienes pasan a ser electos directamente por
provincias y por un periodo de 6 años (más o menos como en la actualidad), lo cual dificulta la
intervención del presidente. Otra reforma es la incompatibilidad de ser miembro del congreso y
funcionario del gobierno (exceptuando ser ministro), esto para evitar que el presidente ponga a los
congresistas como funcionarios suyos. También se realiza una modificación en la composición del
consejo de Estado, donde en vez de estar designado en su totalidad por el presidente, la mayoría del
consejo pasa a ser electa por el congreso y una minoría por el presidente. A su vez, se precisan las
reglas para interpelar a los ministros de Estado y se limitan las facultades extraordinarias del
presidente (el límite es que estas facultades sólo pueden durar un año por lo que hay un límite
temporal). Por último, vemos que además de los cambios constitucionales, van a existir reformas
legales con el objetivo de ampliar la base electoral e intentar disminuir la intervención electoral del
presidente. Esta serie de reformas por tanto son en gran medida explicación de cómo una
constitución originariamente presidencialista, da paso a un sistema “pseudoparlamentario”, donde
paulatinamente, el congreso va aumentando su primacía por sobre el gobierno, cuyas facultades se
ven crecientemente limitadas.
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En sintonía con lo anterior, de igual o mayor importancia son las prácticas políticas, que es lo que
se hace y se entiende que hay que hacer en un determinado sistema político. Una primera práctica
de gran relevancia es la consolidación y funcionamiento de los partidos políticos. Los partidos
políticos tienen una función esencial en cualquier sistema democratico, sobre todo en los sistemas
parlamentarios, donde los partidos tienen más poder. A medida que la sociedad chilena fue
evolucionando, vamos a observar cómo estos partidos empiezan a funcionar como tales; tienen
militantes, clubes, se forman como partidos, tenían convenciones, forman bancadas, van a
elecciones unidos, comparten un ideario político etc.... Con la presencia de estos partidos, el
presidente se verá obligado a tener que negociar, algo que no se daba en décadas anteriores. Una
segunda práctica parlamentaria serán las interpelaciones y posteriormente los votos de confianza o
de censura a miembros del gabinete. Lo anterior es curioso, ya que el texto constitucional dice que
los ministros responden al presidente solamente, lo cual en la práctica no ocurre ya que estos
terminan por responder ante el congreso de igual forma. Más aún, los parlamentarios añaden una
nueva práctica que es posterior a la interpelación. Esta corresponde al voto de confianza o de
censura (propio de un régimen parlamentario como hemos visto anteriormente). Sin embargo, es
importante notar que legalmente, este voto de censura no implica que el ministro debe renunciar (no
es vinculante) ya que tal mecanismo no está establecido en la constitución. De todas formas, se va a
entender que el ministro tiene que renunciar, ya que nos estamos refiriendo a prácticas políticas. El
voto de censura tiene como consecuencia que se tenga que cambiar el gabinete entero, el cual era
negociado con los partidos. De la mano de esta práctica irá la no aprobación de las leyes
periódicas o el uso de la aprobación de las leyes periódicas como arma de presión al presidente.
Esta práctica limitó fuertemente el poder del presidente en favor del congreso, ya que en caso de
que el presidente no efectuase la renuncia del ministro que fue censurado por el congreso, este
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VALDES (1906). 4-188
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último no le aprobaba alguna de las leyes periódicas como un método de presión para doblegar al
presidente. Por tanto, es importante notar que en gran medida, fue a punta de prácticas que se
empezó a dar una suerte de parlamentarismo a la chilena. Cabe resaltar a su vez que si bien el
presidente sigue siendo poderoso (está al mando del ejército, manipula las elecciones, tiene amplias
facultades administrativas) ya empieza a tener estos problemas, que evolucionan en una
significativa reducción de su poder. La importancia de las prácticas políticas queda más que
reflejada con la presidencia de Balmaceda, quien no va a seguir estas prácticas lo que finalmente le
va a costar una guerra civil. Por otro lado, países como Gran Bretaña construyeron su
parlamentarismo en base a prácticas y convenciones, por lo que lo ocurrido en Chile no es tan
inusual, aunque la diferencia es que nosotros teníamos una constitución escrita. Será esta
ambigüedad entre lo que señala la constitución y como esta se aplica (además de sus reformas) lo
que termina produciendo un “pseudoparlamentarismo”.
Conclusión
Es evidente el problema de gobernabilidad que vive Chile, en conjunto con un sistema de gobierno
disfuncional y un presidencialismo que no ha logrado enraizarse en nuestro país. En medio de un
proceso constituyente, la discusión acerca del régimen de gobierno es probablemente la más
importante. Existe gran variedad dentro de los sistemas de gobierno que Chile pueda adoptar,
siendo el parlamentarismo un importante contendor. Sin embargo, existen temores respecto a dicho
sistema, ya que se tiende a asociar con el llamado “pseudoparlamentarismo”. Es por esto que el
aporte de este trabajo, es mostrar la distancia que existe entre el parlamentarismo y el sistema de
gobierno que se tuvo en Chile post 1891. En conclusión, a lo largo de este análisis comparativo,
podemos observar que más que parlamentarista, la constitución de 1833 tenía enclaves
parlamentaristas que el congreso utilizó para doblarle la mano a los presidentes y limitar su poder.
Formalmente hablando, en Chile no teníamos un régimen parlamentario y a diferencia de otros
países como Gran Bretaña, Chile es un país de leyes, y la constitución no establece el
parlamentarismo de forma explícita, por lo que fue a punta de prácticas y reformas que se cambió la
forma de gobernarse. Sin perjuicio de este cambio, las diferencias entre el régimen parlamentario y
el “pseudoparlamentarismo” son sustanciales. Desde el mecanismo para formar el gobierno,
pasando por el sistema de elecciones y la naturaleza del poder ejecutivo, vemos que el
“pseudoparlamentarismo” no cuenta con los elementos esenciales del parlamentarismo, sino que
con meros elementos más bien accidentales. Esta distinción debe tenerse muy presente en el debate
actual, sobre todo si se trata de cambiar nuestro sistema de gobierno.
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Bibliografía
6. VERDUGO, Sergio (2019): “On the Protests and Riots in Chile: Why Chile Should
Modify its Presidential System”. Disponible
en: http://www.iconnectblog.com/2019/10/on-the-protests-and-riots-in-chile-why-
chile-should-modify-its-presidential-system/. Fecha de consulta: 19 de noviembre
de 2021.