Contreras, Domingo

Enseñanza, currículum y profesorado.

¿Qué es la didáctica?

La categorización de la Didáctica como una disciplina dentro de las Ciencias Sociales,

es entendida como <<ciencia de la enseñanza>>, se ocupa de los procesos de
enseñanza-aprendizaje. La enseñanza es una práctica social en la que unas personas
ejercen influencias sobre otras: se ejercen en relación de desigualdad de poder y
autoridad, responden a una intencionalidad educativa. La Didáctica es un elemento que
a veces actúa como legitimador de la práctica escolar y otras veces entra en conflicto
con ella, en ambos casos está dentro de la práctica social.
La Didáctica tiene que desarrollar una función reflexiva, mirarse a sí misma como parte
del fenómeno que estudia porque es parte del entramado de la enseñanza y no una
perspectiva externa que analiza y propone prácticas escolares.
Es una disciplina que explica los procesos de enseñanza-aprendizaje para proponer su
realización consecuente con las finalidades educativas. Es decir, posee una dimensión
explicativa y una proyectiva, que se encuentran en nexo de dependencia. Las finalidades
y, en consecuencia, las propuestas de realización de los procesos enseñanza-aprendizaje,
tienen que justificarse por su valor educativo, lo cual es un punto esencial para la
función autorreflexiva

El binomio enseñanza-aprendizaje.
Nos interesa el entramado de acciones y efectos recíprocos que se generan en las
relaciones instructivas. Los procesos de enseñanza-aprendizaje son simultáneamente un
fenómeno que se vive y se crea desde adentro, esto es: procesos de interacción e
intercambios regidos por determinadas tensiones. Y, a la vez, es un proceso
determinado desde afuera porque forma parte de la estructura de las instituciones
sociales.
Entendemos por procesos de enseñanza-aprendizaje el sistema de comunicación
intencional que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias
encaminadas a provocar el aprendizaje.
Tres aspectos de los procesos de enseñanza-aprendizaje:
1. Ocurre en contexto institucional.
 2. Pueden interpretarse bajo las claves de los sistemas de comunicación humana.
3. El sentido de los procesos está en hacer posible el aprendizaje.

El marco institucional de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La necesidad de la enseñanza.
En su intercambio con el mundo social y cultural en el que vive y del que participa, el
niño va aprendiendo el bagaje cultural de su comunidad. Pero este proceso de
asimilación de la cultura no se realiza en forma espontánea en su totalidad. [depende,
por una parte, de la enseñanza].
Conforme a la sociedad diferencia las formas de participación en la vida productiva,
empiezan a desarrollarse formas específicas de conocimiento asociadas a esos modos
productivos para los cuales es necesario un momento específico de transmisión.
Esto es lo que justifica la necesidad de disponer de formas organizadas de transmisión
cultural, de espacios y modos en los que se pueda garantizar a las sucesivas
generaciones la adquisición del capital intelectual, emocional y técnico de la sociedad
en la que viven. Esta necesidad de formas institucionales de enseñanza, en nuestra
sociedad, se materializado principalmente en la escuela.

Origen histórico de la escuela actual.

La escuela, en el sentido que hoy la entendemos, es deudora del proceso de
institucionalización que surge con las revoluciones liberales, apoyadas en las ideas de la
Ilustración. Con la aparición de los ilustrados y sus ideas de progreso y racionalización
de la sociedad, se asocia la enseñanza a la idea de una educación útil que supere la
ignorancia y la pereza. La educación debe pretender la formación para el desempeño
profesional en beneficio de las necesidades de la sociedad.
Es el Estado quien se tiene que preocupar de transmitir y legitimar ante la población los
nuevos valores sociales y para ello necesita valerse de la organización y control del
aparato de la instrucción pública. La necesidad de formación profesional está ligadas a
las nuevas formas productivas capitalistas, pero también necesita ser expandida y
legitimada la nueva tecnología.
Es la escuela donde los individuos demuestran cuáles son sus capacidades y en función
de ellas encontrarán su lugar en la escuela y fuera de ella.

El papel social de la escuela: reproducción y hegemonía.

Lo que la escuela pretende es reproducir la estratificación de la sociedad y la
legitimación de la misma; por lo que justifica que la posición social es merecida y
natural. La selección del conocimiento escolar responde a las necesidades de
producción. Por lo que son una de las instituciones de distribución de una cultura
dominante efectiva.

La didáctica y la toma de postura.

La escuela actúa como un lugar sometido a tensiones internas porque los alumnos
concurren con sus propias culturas de clase, pretensiones y expectativas, lo cual puede
generar lugar a formas expresas de resistencia.
El desarrollo científico de la Didáctica se encuentra ligado al ejercicio del control social,
bajo la forma control técnico y, por tanto, neutral, y la justificación de la desigualdad.
Ha defendido su neutralidad en su capacidad para mantenerse ajena a los valores
pretendiendo sólo acciones técnicas válidas para cualquier fin. Pero inevitablemente
controlar procesos y resultados didácticos es controlar procesos y resultados de las
personas que de ellos participan, sus relaciones, sus aprendizajes y sus conductas.
El proceso de reificación convierte el contexto social del aula en natural y ahistórico,
asumiéndose así que el orden educativo es una cuestión de control que se establece
sobre los procesos cognitivos de aprendizaje.
Desarrollar una visión crítica requiere la articulación progresiva de un orden social y un
compromiso de maximización de la igualdad económica, social y educativa. Hay que
pensar la enseñanza como la elaboración de estrategias para entender y acortar las
distancias entre las condiciones de realidad y las aspiraciones educativas.
Se trata de una concepción de la enseñanza como doblemente determinada por las
intencionalidades individuales y la estructura social, con objeto tanto de entender las
distancias que median entre las condiciones que impone la realidad y las finalidades
educativas que se proponen, como de reducir esas distancias. Se trata de entender la
Didáctica como plan, como consciente de la práctica social en que se halla inmersa.