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Hubo una vez en la que existió un niño, tranquilo y sereno, creció a los al

rededores de bosques grandes a los que no se solía visitar. Desde muy pequeño
fue abandonado por sus padres así que él tuvo que vivir solo, con ayuda de
personas que eran cercanas a él como vecinos cercanos a su pequeña y vacía
casa, por su puesto fueron pocas y así tuvo que aprender vivir por su cuenta,
cada día de su vida erala misma historia, ayudaba a sus vecinos en lo que podía
como limpiar, ayudar a cuidar a sus hijos, etc., a cambio de un día de comida
gratis o dinero para comprar, esa era algo normal que se podía hacer todos los
días y al mismo tiempo estaría ocupado.

Pero había algo que a él le desagradaba, los niños que tenían una cercana edad
a la suya, no les parecía agradables, se burlaban de el por como vivía. Como él
no podía aguantar mucho tiempo en casa en sus ratos libres porque él era de los
niños que siempre se aburrían fácilmente, salía a caminar a lo más lejos que
alcanzaba. Teniendo en cuenta que aún era pequeño y podía olvidar el camino a
casa.

En uno de esos días de caminata encontró varios lagos algunos medianos y otros
más pequeños, esos eran a los que la mayoría de personas iban a bañarse, lavar,
entre otras cosas. Pero a él no le gustó la idea de ir a los mismos lugares que
ellos, así que decidió ir a buscar más lejos. Y en su búsqueda encontró uno que
quedaba en lo profundo de ese bosque. Al entrar a ese lago se sintió en estado
de tranquilidad, se podía relajar y no pensar en sus problemas. Pero cuando
entro más al centro escucho un susurro, pero no sabía de donde venía pero lo
que pensó fue que era una brisa del viento, pero al final no le tomo importancia.

Empezó a ir más seguido y en las veces que iba seguía escuchando los mismos
susurros, sentía que venían desde las aguas del lago, de la brisa de viento, la
brisa de los árboles, pero aun no sabía exactamente de donde era.

A los pocos días de ir tuvo una conversación con esa voz, era la de una joven, su
voz era suave y pacífica. Él no la escuchaba bien, su voz era muy baja para poder
diferenciarla pero poco a la empezó a escuchar más cerca, como si estuviese en
su mente pero poco a poco su voz se fue aclarando, como si solo estuviese en su
mente.
La primera vez que ellos hablaron él le pregunto quién era y porque no la podía
ver, ella le respondió que era algo que no le podía revelar, el insistía pero ella
seguía firme en su respuesta así que él no le pudo sacar esa información.

Empezaron convivir más, así que se fueron llevando cada vez mejor, él se
sentaba al lada del lago o al lado de un árbol para hablar con ella, él le contaba
sus problemas, lo que le gustaba y lo que no le gustaba, y ella le daba consejos
de cómo manejarse a sí mismo, ella también la contaba cosas, historias que
parecían ser de ellas mismas, algunas eran graciosas, otras daban miedo,
algunas eran corrientes como una persona normal.

Hubo un día en el que mientras ayudaba a sus vecinos decidió hablar con alguno
de los niños, sobre su el lago que el encontró, que tenía una amiga, el niño se
burló de él, le dijo que ese lago no existía y que se había vuelto loco de tanto
estar solo. Este se sintió humillado, triste, enojado, frustrado. Se dio cuenta de
que todos estarían en contra de el por lo que sea.

Él se fue enojado al lago, fue corriendo y en el camino cayo entre rocas y el


suelo, se enojó aún más. Al llegar al lago, llego frustrado porque no podía hacer
nada, ósea llorando, su amiga intento consolarlo pero él ya estaba harto de sus
burlas, siempre había un motivo pero él los aguantaba y callaba, le dijo a su
amiga que deseaba ser como ella, que nadie la pudiese ver, ser como la nada y
no molestar a nadie, ella le respondió que sí lo hacía no podría volver a hablar
con otras personas, solo a ella. El acepto con lágrimas entre los ojos, entonces
ella le dijo que entrara al lago, se calmara y durmiera. El sintió como el agua se
le venía encima, sintió mucho miedo, miedo de que se quedara solo pero a la
vez tenía su confianza puesta en su amiga.

Al despertar, logro recuperar la consciencia poco a poco, estaba arriba de un


árbol y a su lado estaba ella, le dijo “Lo lograste, no volverás a sentir eso que te
atormentaba nunca más”.

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