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había ruido; pitidos, voces, música, pasos apresurados, llantas rechinando, todo al
mismo tiempo ¡No entiendo cómo no perdieron la cabeza! Creo firmemente que si
cuenta.
entenderlo es necesario contar un poco de cómo era mi día a día, para empezar
todas las mañanas me levantaba con más sueño del que tenía la noche anterior,
una vez despierta salía tan rápido como fuera posible para intentar alcanzar el
lado, repitiendo que la “imagen” lo era todo para él, por eso el necesitaba el baño
más que yo, alguien que solo entraba para hacer lo básico como cepillarse los
La verdad me parecía ridículo tanto esfuerzo, pero debo de admitir que gracias a
todos sus cuidados tenía una muy buena fama de ser el “Chico lindo, amigable y
el verdadero demonio que puede llegar a ser si se lo propone, yo más que nadie
conocía ese lado. Después de todos mis “tropiezos” mañaneros no me quedaba
dirigía a la cocina para observar como mamá me preparaba un rico café y a papá
parloteando por teléfono, sin siquiera voltear a verme o decirme un “Buenos días
Debo de admitir que desde esos espontáneos momentos me sentía muy sensible
a los ruidos, como los gritos de mi hermano, el teléfono de papá que no dejaba de
timbrar cada que terminaba una llamada o los sonidos que venían desde el otro
lado de la calle como una señal de que la mayor parte de la ciudad ya había
despertado, la única que realmente me daba un poco de paz entre tanto estrés era
mi mamá quien siempre fue muy silenciosa incluso para cocinar. Al terminar cada
de la calle lo cual para una persona que es muy silenciosa como yo estos ruidos
mayor atención a mi entorno, notando esos detalles que para el resto eran
de esto era como la mayoría de las personas siempre andaban a prisa, como si la
vida se les fuera a terminar porque no llegasen a tiempo a cierto lugar; tal vez por
eso estaban tan acostumbrados al bullicio de sus propios pasos que ni siquiera
notaron lo que se escondía detrás de ellos, como la tierra nos susurraba poco a
por las mismas calles, los mismos edificios, el mismo barrio, pero estas se
creí que mi familia estaría igual de feliz que yo porque siempre los veía estresados
casa. Por eso empecé a salir cuando me placiera, de cualquier forma, mi familia ni
siquiera lo notaba. En una de mis tantas escapadas me tope con una chica de mi
edad ¡Hace tanto que no hablaba con una! Aunque eso sí era muy tímida, casi
menos eso quería creer. A partir de ese momento, la invitaba a cenar todos los
juntas todo el tiempo. Sin embargo, no todo podía ser tan bueno, hubo momentos
ahogara en casa, por eso, constantemente necesitaba salir a tomar aire fresco y
percate de varias cosas que había estado pasando por alto desde hace mucho
tiempo, como la quejona que soy debía decirlo en voz alta y dejar en claro mi
malestar si no ¿Quién más lo haría? No hay nadie que sea tan observadora como
que la mejor forma para ponerla al día era haciéndolo sutilmente, empezando por
— ¿Por qué crees que es tan fácil estresarse? Al pasar por esta calle no
puedo dejar de quejarme, por ejemplo, la tienda de Don Dani esta tan
de Doña Marta, sus vitrinas están muy empolvadas, así solo ahuyentara a su
clientela. ¡Hay! Ni me hagas hablar del taller de Don Marcos la última vez lleve
¡Disque no tiene herramientas! seguro Don Marcos aún sigue molesto por que
nuestra calle era de las más bonitas, pero ahora ya no es nada de lo que
temo que esta vez realmente no regrese; sin embargo, no fue necesario que me
ideara algo, ella misma saco otro tema a colación entonces yo le respondí:
— ¿Qué si eh dormido bien? Claro que sí… bueno a lo mejor no, pero no me veas
Otro silencio incomodo llego ¿Por qué tuvo que hablar de ese tema en especial?
Se nota que no sabe cómo reconfortar a una amiga, claro que con lo poco que
hemos socializado con otros chicos de nuestra edad que ira a saber de eso. Es
voz, siempre pensé que era chillona, muy aguda, sonaba como una niña de 10
años a pesar de que ya tengo 16 y rara vez decía algo en voz alta… pero
ahora creo que ya le encontré el encanto y no puedo pasar más de dos
Bueno, al menos esta vez asintió con la cabeza. Ahora si puedo tener la certeza
que estamos bien ¿Por qué? Porque así es como funcionamos, yo hablo y ella
responde lo mejor que pueda; aunque creo que este es su limite de conversación,
empezamos a transitar por una calle rocosa y lodosa «debido a las constantes
lluvias» mis zapatos no eran los adecuados para este tipo de camino y no
reaccione lo suficientemente rápido como para evitar que mis pies se deslizaran y
— ¡Auch! En serio dolió, creo que incluso me desgarré el pantalón – Dije mientras
me tocaba la frente percatándome que de ella salía una fina linea de sangre, con
la ropa llena de lodo y rasgada. Molesta me dirijo a la persona que pudo haberlo
Claro, como siempre no dice nada; muy buena forma de evitarse mis reproches.
atentamente aquellos lugares por donde eh pasado cientos de veces, la calle, las
casas, los edificios, notando que había algo diferente en ellos. De la nada se
recuerdos que deseaba olvidar; todos pasando al mismo tiempo y con una
suelo.
Pasados unos minutos y con ojos llorosos al fin reúno la suficiente fuerza para
despertar. Por primera vez en mucho tiempo fui consciente de mi triste y lejana
familia… hace mucho tiempo que se quedaron atrás. Claramente nuestro barrio no
es ni un poco de lo que fue hace algunos años… solo se limita a ser escombros.
Durante varios minutos me quedo viendo a la nada, sintiendo un gran vacío… aun
no puedo recordar del todo desde cuando empecé con mi propio autoengaño, pero
estoy segura que fue lo único que me mantuvo cuerda en este horrible e
FIN.