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ACTIVIDAD EVALUATIVA EJE 3

Dilemas éticos relacionados con la vida

Integrante
Carol Liseth Marín Alzate

Tutor:
Nidia Carolina Naranjo Palomino

Fundación Universitaria del Área Andina


Facultad de Ciencias de la Salud
Escuela de Posgrados en Salud
Módulo de Bioética
2021
EL ABORTO: PASADO, PRESENTE Y FUTURO INELUDIBLE DE UNA

SOCIEDAD

A lo largo de la historia, la concepción y nacimiento de un ser humano se ha catalogado

como un hecho fantástico tanto para la ciencia como para la moral social y la religión, y es

que si de la ciencia se habla, se puede observar los diferentes descubrimientos y saberes que

la gestación representa para la misma, pues ha ayudado a responder grandes incógnitas que

se plantea el ser humano, ejemplo de esto es las comorbilidades o malformaciones que se

presentan en el feto y que permiten en el día de hoy el poder decir a ciencia cierta si es

posible o no, traer al mundo un ser humano que cuenta con las aptitudes y actitudes para

poder enfrentarlo; como se mencionó anteriormente, también se hacen presentes las

distinciones de la moral social y de la religión y es que como dato curioso, pero no menos

importante se evidencia que en siglo XIX el aborto fue condenado como un hecho

inhumano por el catolicismo a través de la encíclica Apostolicae Sedis, cuyo autor es el

Papa Pío IX, donde se expone el aborto como un homicidio, esta situación representó para

quien se sometía al aborto, estar condenados al destierro de lo sagrado y lo divino y a la vez

ser rechazado en el mundo terrenal. (Del Valle Montoya, 2016)

A pesar de este capítulo oscuro y fuerte que se hace presente en la historia de la religión

compenetrada con la historia de la humanidad; empiezan a darse y brindarse corrientes a

favor de la mujer y de la autonomía que esta debe tener frente a su cuerpo, siendo esto

fundamento suficiente para que la iglesia protestante en la segunda mitad del siglo XX,

empieza a aceptar el derecho de la mujer a seguir su propia conciencia y tomar decisiones

respecto a la fecundación, incluyendo el aborto, caso similar fue el del judaísmo en el cual
se acepta el aborto, pero debe estar sujeto a ciertas circunstancias. (Del Valle Montoya,

2016)

En las culturas indígenas se observan importantes diferencias; en las comunidades de los

Cuna, los Mapuches, los Nativos Americanos, quienes aceptaban y practicaban el aborto

dentro de sus comunidades incluso acudían a plantas abortivas. (Del Valle Montoya, 2016)

Con todo lo ya mencionado, se puede señalar que el aborto es un tema muy delicado y se le

debe dar un tratamiento respetuoso y responsable, para objetivar la polémica que genera

esta situación es posible señalar que cuando se habla del aborto ni las culturas ni el Estado

tienen una posición única al respecto, siendo este último quien en muchas oportunidades

regula dicha conducta. Para ejemplarizar esta situación se encuentra el caso más reciente

que es el de Argentina donde se acepta el aborto, pero hay movilizaciones conformadas por

miles de personas tratando de deslegitimar esta decisión de carácter legal, situación que

puede terminar convirtiéndose en una negación nuevamente a la posibilidad del aborto y

que suprimiría y violaría los principios de beneficencia, autonomía y Justicia, los cuales

representan unas reglas rectoras que amplían el catálogo de deberes y derechos que se

tienen como ser humano, pero que para el caso concreto se estarían privando de dichas

garantías a aquellos núcleos familiares o parejas que deciden dar un no a la posibilidad de

tener un hijo por diferentes causas, como lo son las ya contempladas en la ley, es decir, por

la salud del feto y de la madre o ya desde una visión más amplia que es el factor

económico, pues para ningún sujeto le puede ser ajeno que debido a la gran pobreza que

ostenta Latinoamérica en la gran mayoría de su población, convierten la posibilidad de

tener un hijo en todo un calvario debido a que no se cuenta con el recurso monetario para

brindarle lo necesario para su subsistencia, y es justamente analizando todo esto donde cada
persona debe respetar la decisión de quien por algún motivo no se sienta capacitado para

hacerse cargo de una vida de la manera adecuada, y es también donde el principio del

respeto por la autonomía se hace presente, ya que habla de que una persona consciente, que

actúa libremente y sin influencias de sus actos puede seguir sus propios deseos de acuerdo

al plan de vida que tenga para ella.

El principio de la No maleficencia también es aplicable a este tema, puesto que este se

refiere básicamente a no causar daño a otra persona, y este no es únicamente físico, es

entendido como un perjuicio al bienestar holístico de cada persona, es decir, no causar

daños psicológicos o emocionales, los cuales pueden ser originados desde diferentes puntos

de vista, el primero para aquella mujer que por alguna circunstancia no desee o pueda tener

su bebe y decida acudir al aborto y en segundo lugar a aquella mujer que desee ser madre y

se le imponga el aborto sea cual sea su motivo. (Siurana Aparisi, 2010)

La beneficencia por otro lado nos habla de prevenir el daño o eliminarlo, y si por algún

motivo la mujer considera perjudicial tener un bebe que ya esta gestando el deber del

personal medico es brindarle las herramientas y el apoyo para evitar que ese daño sea

mayor y prevenir complicaciones. (Siurana Aparisi, 2010)

La Justicia ocurre cuando a una persona se le brinda el tratamiento optimo y equitativo para

para suplir sus necesidades, y la injusticia sucede cuando este principio es negado, he aquí

una de las la problemáticas de la bioética, pues se puede generar un conflicto de intereses

entre el sistema de salud, sus profesionales y los usuario, ya que el tema del aborto es tan

controversial que genera diversos puntos de vista entre cada uno de los implicados, sin

embargo se debe respetar las creencias y la conciencia de cada persona, sin dejar de brindar
el apoyo que se requiera, redireccionando a una persona si no se esta de acuerdo con su

deseo o necesidad. (Siurana Aparisi, 2010)

Con base a lo anterior se puede deducir que existe una amplia comprensión del aborto, y

está altamente influenciado por la religión que se profesa y sus múltiples prohibiciones;

algunos autores afirman que al establecer lo sagrado, se define por consiguiente lo profano,

las conductas y prácticas prohibidas dentro de los códigos morales.

La organización mundial de la salud, la comisión de derechos humanos y el comité de la

ONU han declarado unánimemente que la penalización del aborto cuando la madre corre

peligro o el embarazo es producto de una violación constituye un acto de tortura y una

violación a los derechos humanos básicos de las mujeres. (Zúñiga 2011)

Cada día mueren alrededor de 1500 mujeres por problemas asociados al embarazo,

convirtiéndose en la principal causa de muerte de las mujeres en edad fértil, esto se da

debido a las hemorragias postparto, partos prolongados y abortos clandestinos, estos

últimos constituyen un 30% de la tasa anual de mortalidad materna, estas cifras son

realmente preocupantes si se tiene en cuenta que existen programas de planificación

familiar y educación que podrían reducir en gran medida dichos sucesos, pero por las

inequidades sociales, el desempleo, la falta de educación y de acceso a los sistemas de

salud se convierte en una situación imposible de solucionar. (Zúñiga 2011)

A pesar de todos los puntos de vista que tiene la sociedad sobre el aborto, las mujeres se

practican abortos clandestinos que aumentan esas cifras de mortalidad materna, sea legal o

ilegal, se una decisión consciente y moral para unos e inmoral para otros. La sociedad debe

cuestionarse hasta qué punto se ha permitido estas muertes de mujeres por no brindarles las
herramientas y recursos que ellas necesitan para que sean sometidos a procedimientos más

seguros, donde se hace un seguimiento y una vigilancia estricta de la condición clínica de la

paciente, después de saber todo esto, la pregunta que surge es: ¿vale la pena seguir

imponiendo la moral respecto al aborto si existen miles de mujeres que siguen perdiendo la

vida en técnicas clandestinas?, y para ahondar un poco más en la reflexión y en un espacio

critico social es válido precisar que como sociedad se debería brindar herramientas seguras

para aquellas mujeres que bajo una decisión consiente y autónoma, con criterios claros no

se sientan en condiciones de convertirse en madres.


BIBLIOGRAFÍA

Zúñiga Fajuri, Alejandra. (2011). Aborto y derechos humanos. Revista de derecho

(Valdivia), 24(2), 163-177. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-09502011000200007

Del Valle Montoya, P. (2016). Algunas consideraciones históricas sobre la regulación del

aborto en Colombia. Ciencias Sociales y Educación, 5(10), 159–171.

https://doi.org/10.22395/csye.v5n10a7

Siurana Aparisi, J. C. (2010). Los principios de la bioética y el surgimiento de una bioética

intercultural. Veritas, 22. https://doi.org/10.4067/s0718-92732010000100006

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