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Le c c i ó n 3

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Políticas
abortistas
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Salmos 127:3; 139:13-16

INTRO DUC CIÓ N


a iglesia sostiene que la vida humana comienza desde la

L concepción, y afirma que desde ese momento todo ser fe­


cundado tiene derechos. Pero defender la vida de estos se­
res indefensos es complicado y conflictivo, pues se encuentran
dentro de otro ser humano ya formado, con pensamientos y sen­
timientos propios, y con la capacidad de hacer de él lo que le
parezca.
El aborto existe, y es una realidad concreta en todas las socieda­
des, esté o no penalizado. No hay pasaje de la Escritura que atien­
da de forma directa la problemática del aborto, sin embargo, las
evidencias bíblicas muestran que Dios tiene conoce a la perfec­
ción a todas las personas, aun antes de que vengan a la existencia.
24 Sa l v a g u a r d a n d o n u e s t r a la s a n a d o c t r i n a

I. UN A SOCIEDAD ABORTISTA
1. El debate sobre el aborto
El aborto es una práctica que durante milenios ha afectado a las
sociedades que se han hecho cómplices de tan abominable pe­
cado. Este asunto que se ha tratado en todas las culturas, lo han
tenido que encarar haciendo arreglos a sus convicciones y a los
valores de su tiempo. La sociedad de hoy vive una gran paradoja,
mientras lucha contra la tortura o la pena de muerte, busca apli­
car leyes contra criaturas inocentes que aún no nacen.
Se puede considerar a la sociedad actual como “abortista” debido
al alto número de abortos que se producen en la mayoría de los
países. Entre los factores que han contribuido a la práctica del
aborto se observa el progreso de la medicina y las técnicas quirúr­
gicas que han disminuido o eliminado los riesgos de tales opera­
ciones, así como la creciente permisividad y aceptación social de
la interrupción de los embarazos, y los fallos en los métodos de
control de natalidad.
Por otro lado, hay que añadir a la lista el avance de los gobiernos
con una agenda progresista que promueve la práctica del aborto
con el fin de controlar la población. Además, existen muchas otras
causas que determinan la realidad sociológica del aborto en la ac­
tualidad, como el miedo a los embarazos con defectos físicos; las
motivaciones personales de la mujer; las situaciones de injusticia
social, pobreza, educación, cultura, vivienda, trabajo y más.
El aborto forma parte de una revolución que afecta a todos. Por
ello la sociedad se ha dividido en dos bandos. Los movimientos
involucrados son: “pro-elección” y “pro-vida”. Los primeros enfati­
zan el derecho de las mujeres para decidir a terminar un embara­
zo, los segundos acentúan el derecho del embrión o feto a que se
termine su gestación y a nacer.
2. Tipos de abortos
Se entiende por aborto toda expulsión del feto, ya sea natural o
provocada, en una etapa de su desarrollo en la que no puede so­
brevivir fuera del útero materno. Los abortos son clasificados en
función a las causas que lo producen.
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a. Aborto espontáneo o natural. Ocurre cuando el cuerpo de la


mujer expulsa el embrión o feto por causas definidas que pueden
ser autoinmunes o incluso hormonales, entre otras que definen el
aborto como natural. Este no es provocado de manera voluntaria.
b. Aborto provocado o inducido. Es aquel que se realiza de for­
ma consciente y con una clara intención de acabar con la vida del
nonato.
c. Aborto terapéutico. Se denomina así al que se lleva a cabo
deliberadamente, pero motivado por una situación en la que corre
peligro la vida de la madre.
d. Aborto indirecto. Parecido al anterior, solo que en este caso
el médico sigue un curso de acción procurando salvar la vida de
ambos, pero en el transcurso del proceso fallece el feto.
3. Procedimientos infrahumanos
Ya sea que se intente salvar a la madre, que existan malformacio­
nes en el nonato, que la mujer tenga corta o muy avanzada edad,
que haya un número excesivo de hijos, o por cualquiera otras ra­
zón o argumento que se ofrezca para abortar, el caso es que en la
actualidad está disponible para cualquiera que lo desee, sin im­
portar los métodos que se utilicen. Lo cierto, sin embargo, es que
todo desemboca en el sufrimiento y la muerte de una persona.
Existen publicaciones que detallan con crudeza el procedimiento
para dar término al embarazo; estas demuestran que por más eu­
femismos que se apliquen, lo que ocurre en ese momento no es
más que un cruel asesinato.
Además, el dolor de terminar con un humano es más lacerante
cuando se lleva cabo en un ambiente nada profesional y poco
higiénico. Algunas mujeres se deshacen de sus criaturas en con­
diciones míseras, clandestinas y tan riesgosas para la salud y sus
vidas.

II. LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO


i. Interrupción legal del embarazo
Los estudios sociológicos confirman que el número de abortos
tiende a aumentar en aquellos lugares donde tal práctica está libe­
ralizada. En países como Rusia, Canadá, Estados Unidos, China,
26 SALVAGUARDANDO NUESTRA LA SANA DOCTRINA

India, y la mayoría de los países de Europa, el aborto es legal a pe­


tición o demanda de la mujer durante cierto período de gestación.
Sin embargo, en muchos países de África, Latinoamérica, Medio
Oriente, Oceania y del sureste asiático el aborto es ilegal y está
penalizado en algunos de los supuestos.
La historia de despenalización del aborto en México se remonta
hasta el año 1936, cuando un grupo de feministas presentaron
el documento El aborto por causas sociales y económicas. Pero fue
hasta el 24 de abril de 2007, cuando la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal (Ciudad de México), aprobó las reformas nece­
sarias a la Ley de Salud y al Código Penal donde se permite la
interrupción de la gestación no mayor a las doce semanas de em­
barazo. Finalmente, el 29 de agosto de 2008 la Suprema Corte de
Justicia de la Nación dictaminó que es constitucional la ley de la
Ciudad de México que despenaliza el aborto realizado durante las
primeras doce semanas de gestación.
Las estadísticas que presentan diversas fuentes de información
varían. En cuanto a los abortos clandestinos, no hay estadísticas
precisas. Lo contrario ocurre con el “legal”. Desde que fue des­
penalizado el aborto, según un documento publicado por la Se­
cretaría de Salud en la Ciudad de México, más de doscientas mil
mujeres han interrumpido su embarazo en todo el país1. Es en
la capital del país donde se practica el mayor número de abortos
legales, con 162 189, mientras que Campeche tiene la menor
cantidad, 16. En cuanto a las edades, el rango de 18 a 24 años es
el que tiene el registro más alto, es decir 45.9%. Finalmente, más
del 40% de las mujeres que han decidido abortar ya han tenido al
menos un hijo.
En cuanto al panorama mundial, según el sitio guttmacher.org,
entre 2015-2019 ocurrieron aproximadamente 121 millones de
embarazos no planeados, de los cuales el 61% terminó en aborto;
esto significa que hubo 71 millones de abortos por año2. En mu-

1 Gobierno de la Ciudad de México. Interrupción legal del embarazo. Recuperado en 27


de mayo de 2021, de http://ile.salud.cdmx.gob.mx/wp-content/uploads/ILE-WEB-
Mayo-2021.pdf
2 Guttmacher Institute. Embarazo no planeado y aborto a nivel mundial, (julio 2020).
https://www.guttmacher.Org/es/fact-sheet/aborto-inducido-nivel-mundial#
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chos lugares hay varios debates sobre problemas morales, éticos y


legales del aborto.
2. Organizaciones de apoyo
Las mujeres que se embarazan y no quieren la responsabilidad de
un hijo se encuentran en un futuro incierto que las lleva a realizar
prácticas como el aborto, que puede ser de manera clandestina.
Para ayudar a estas mujeres se encuentra un gran listado de orga­
nizaciones que ofrecen apoyo en temas de aborto legal y seguro,
acompañamiento sicológico postaborto, post-abuso sexual, salud
sexual y reproductiva hacia las mujeres, tanto en México como en
el mundo.
Pero también existen varias organizaciones que evitan un desenla­
ce fatal de un embarazo. Estas buscan ayudar a través de la edu­
cación e información y un cambio de mentalidad en la sociedad,
al plantearles los beneficios de prevenir un embarazo y el poder de
tener un plan en la formación de la familia. Pero en caso de que
suceda un embarazo se les encausa a centros de ayuda para bus­
car una familia adoptiva para el bebé. Ahí mismo puede recibir
apoyo psicológico que pueda ayudar a su vida futura.

III. PERSPECTIVA BÍBLICAS SOBRE LA VIDA


i. El valor de la vida
Ya se han mencionado los grupos que están involucrados a favor
y en contra del aborto; ambos son defensores de sus propias con­
vicciones. Sin embargo, es necesario comprender que la vida, lo
mismo que la muerte, no dependen de un certificado legal para
su reconocimiento. No hay quien luche por impulsar una ley que
desconozca la realidad de la muerte, por lo tanto no debería existir
una lucha por desconocer la vida; ambas existen por lo que son
sin importar quién lo ignore, niegue o reconozca, porque ambas
están en la provisión de Dios. La eutanasia y el suicidio también
son una forma de atentar contra el principio bíblico al querer ter­
minar con la vida de forma legal o prematura; es pecado.
La vida está presente en el momento de la concepción indepen­
dientemente de la forma del cuerpo (embrión) que ya cuenta con
rasgos humanos definidos en su esencia biológica, tales como
28 Sa l v a g u a r d a n d o n u e s t r a la s a n a d o c t r i n a

sexo, color de piel, ojos, etcétera. En el salmo 136:16, la palabra


hebrea traducida como “embrión” es golem, y se refiere al cuerpo
en formación en la etapa de la vida; por lo tanto, más que defen­
der una masa de tejido sin un certificado legal de nacimiento,
defendemos el principio de la vida otorgada por Dios.
Por otro lado, no es necesaria la discusión sobre este concepto
como religioso, debido a que “embrión” proviene de una raíz en
hebreo {gil), que encierra el significado básico de esférico, redon­
do o incluso que se enrolla3. En el Salmo antes citado se utiliza
golem4, que significa un envuelto, masa deforme, substancia, pero
todavía imperfecta. Esta misma raíz da la idea de una masa defor­
me, algo envuelto o enrollado. Por lo tanto, Dios no ve solo una
masa de tejido sin rostro ni futuro; él mira a una persona con to­
dos los atributos humanos. Aunque todavía no sabemos todo con
respecto al ADN, es interesante que podemos calcular que si lo­
gramos “desenrollar” todo el material genético de un ser humano
que se encuentra compactado en el interior de cada célula de su
cuerpo, se podría extender, según algunos cálculos, al menos 29
veces de la tierra al sol. Sin duda el autor del Salmo 136 es Dios
mismo quien desde la antigüedad ya muestra su infinita sabiduría.
No se trata de defender al nonato o de centrarse en un concepto
teológico; es más que eso, se trata de la defensa la vida. Para los
que piensan en que esto es una cuestión legal y no bíblica les
respondemos que cuando un principio bíblico tiene un respaldo
científico entonces ya es legal por lo que la ciencia es. La ley no
reconoce el pecado como acción, pero en la acción reconoce la
necesidad de castigo cuando es violentada.
Quienes defienden el aborto intentan desvalorizar al niño no na­
cido. Para ellos no es posible demostrar científicamente cuándo
comienza la vida humana; afirman que la personalidad en el mo­
mento de la concepción es una creencia religiosa, no un hecho bioló­
gico que pueda probarse5, y que el feto es solo una parte del cuerpo

3 Luis Alonso Schokel, Diccionario bíblico Hebreo- Español, pág. 160.


4 James Strong, A Concise Dictionary of the Words in the Greek Testament and The He­
brew Bible, pág. 27.
5 Polly Rothstein y Mariam William. Choice. Citado por Randy Alcorn. No matarás.
pág. 39.
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de la mujer embarazada, como su apéndice o sus amígdalas. Ello


a pesar de que está demostrado que el embrión tiene su propia
identidad genética.
Ha de afirmarse, entonces, en consonancia con la Escritura, que
el ser que está dentro de una mujer embarazada es un ser hu­
mano, separado y singular, creado por Dios en el momento de la
concepción, por lo que debe recibir la protección de las leyes en
cuanto a su derecho a vivir. Como ya se dijo, desde la perspectiva
divina un feto no es solo una masa de tejido, por lo que no hace
distinción entre un ‘niño en potencia” y un “bebé recién nacido”.
Dios se interesa en el ser humano. Varios son los pasajes que
manifiestan la participación divina en la formación de un infante.
Es el Señor quien abre y cierra la matriz y quien a su vez deci­
de su llegada al planeta. El observa a las criaturas como seres
plenamente inteligentes y morales, aunque proclives al pecado
desde el instante en que inicia la fecundación (Genesis 29:31-
35; 30:17-24; Jueces 13:7-8; Rut4:13;l Samuel 1:19-20; Salmos
51:5; 139:16; Lucas 1:15; 41-44).
Desde su etapa embrionaria como en la fetal (Salmos 139:16; Lu­
cas 1:15), la persona está bajo el cuidado divino; nadie, entonces,
debiera interferir en el sano y normal desarrollo del nonato, pues
sólo el dador de la vida tiene la prerrogativa de quitarla.
Dios conoce a cada criatura y puede entablar con ella una rela­
ción íntima desde el vientre materno. Antes que te form ase en el
,
vientre te conocí y antes que nacieses te santifiquéy te di por
profeta a las naciones (Jeremías 1:5).
También las enseñanzas de Jesús son consecuentes con la santi­
dad de la vida humana. El mismo vino a dar vida, no vino a des­
truir ni matar (Juan 10:10). Enseña a amar al prójimo. Por ello,
ello, se han de rechazar aquellas actitudes y acciones que dañan o
destruyen la vida humana.
2. Los hijos son una bendición de Dios
Los hijos son contemplados como una bendición y nunca como
un inconveniente. Se conciben como un don del cielo y jamás se
,
ven como una maldición. He aquí herencia de Jehová son los
hijos; cosa de estima el fruto del vientre (Salmos 127:3).
30 Sa l v a g u a r d a n d o n u e s t r a la s a n a d o c t r i n a

En el Antiguo Testamento el pueblo de Israel consideraba la vida


como algo muy valioso, por eso también veía la esterilidad como
una vergüenza, una afrenta y hasta un castigo divino. Salvo Exodo
21:22, 23, donde se habla de una situación accidental, ni el abor­
to ni el infanticidio son contemplados en la ley mosaica debido al
enorme respeto que los hebreos sintieron siempre hacia la pater­
nidad y la descendencia.
El mensaje novotestamentario se centra en la importancia de la
vida y prohíbe la acción de matar. Señala que los homicidios, que
contaminan el alma humana, igual que los malos pensamientos y
todo lo que ofende a Dios, salen del corazón perverso de los hom­
bres (Mateo 15:18, 19).

Co n c l u s ió n
La vida es un maravilloso regalo de Dios, y de acuerdo con la Es­
critura, esta comienza en la concepción y continúa hasta la muer­
te. En el vientre materno vive un sujeto completo, nunca se trata
de “media o incompleta persona” o “algo”, sino de un completo ser
que a los ojos del Creador posee una estima inconmensurable. No
existe, por tanto, fundamento para desvalorizar a un ser que no ha
nacido. No le corresponde al hombre, entonces, decidir sobre la
vida o la muerte de un bebé.
Jesús dio gran importancia a la vida de los niños señalando que
el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos (Mateo
19:14).
Los padres deben ser ejemplo de vida y conducta cristiana a sus
hijos (Efesios 6:4), e instruirles bíblica y espiritualmente para que
lleven una vida que agrade a Dios. Y ante el incesante bombardeo
de ideologías y políticas contrarias a la Palabra, deben fomentar
en ellos los valores escritúrales, a fin de que no sean arrastrados
por la corriente del mundo.

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