Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRIBUNAL SUPERIOR
SALA LABORAL
La Sala Cuarta de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Santa Marta, procede a resolver el recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia proferida por el Juzgado Único Laboral del Circuito de Ciénaga,
Magdalena, de fecha 11 de febrero de 2021.
ANTECEDENTES.
Indicó, que en razón de que nunca le fueron reconocidas sus prestaciones sociales,
y que no la afiliaron a seguridad social, presentó reclamación administrativa el 8 de
julio de 2019, que como decisión la demanda manifestó que no accedía a la
reclamación negando el reconocimiento y pago de auxilio de cesantía, primas de
servicios, primas de navidad, prima de antigüedad, vacaciones, compensación en
dinero por las dotaciones y vestuario, prima vacacional, bonificación por servicios
prestados, bonificación de recreación, intereses sobre cesantías, pensión sanción
de jubilación, auxilio de transporte, indemnización moratoria por no pago de
prestaciones sociales e indemnizaciones, sanción por la no consignación del auxilio
de cesantías, pagos de aportes a salud y pensión, devolución de los pagos
realizados por conceptos de aportes a salud, pensión y ARL, durante toda la relación
laboral, pagos y recargos por trabajo en días domingos y festivos, y la indemnización
por terminación unilateral de la relación laboral.
2019.
SEGUNDO: CONDENAR a la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA (SIC) BANAERA, a pagar a
MARIA FRANCISCA JIMENEZ MENDOZA las siguientes acreencias laborales:
CESANTIAS $4.817.793.00
PRIMA DE NAVIDAD $4.036.147.00
INDEMNIZACIÒN POR DESPIDO INJUSTO $4.968.696.00
VACACIONES $2.007.500.00
AUXILIO DE TRANSPORTE $5.287.100,00
INDEMNIZACION MORATORIA: CONDENAR al demandado a pagarle al accionante, un día
de salario—$27.603,86— por cada día de retardo en el pago de las obligaciones, a partir
del día 91, es decir desde el 27 de agosto de 2019, hasta que se le cancelen las prestaciones
sociales que aquí reclaman.
TERCERO: CONDENAR a la E.S.E. HOSPITAL ZONA BANANERA a pagar al fondo de
pensiones elegidos por el demandante el cálculo actuarial realizado por la respectiva entidad de
seguridad social, por el periodo comprendido desde por el periodo comprendido desde el 5 de
noviembre de 2013 hasta el 29 de mayo de 2019
CUARTO: ABSOLVER al demandado del resto de las pretensiones. JUZGADO PRIMERO
LABORAL DEL CIRCUITO CIENAGA – MAGDALENA
QUINTO: LAS COSTAS, a cargo de la demandada. Se fijan agencias en derecho en la suma
del 10% de las condenas”. Ver documento PDF No. 11.
Expresó, que, de acuerdo con los certificados laborales aportados firmados por los
directivos del ente hospitalario, verificado los periodos laborados y los pagos
realizados durante la relación laboral, y como el empleador no probó haber pagado
las prestaciones sociales condenó por concepto de, cesantías un total de
$4.817.793, de los intereses a la cesantías, primas de servicios, primas de
vacaciones dijo, que estas no estaban consagradas para trabajadores oficiales, por
concepto de vacaciones un total de $2.007.500, prima de navidad por valor de
$4.036.147, de la prima de antigüedad afirmó que esta no se acreditó por la parte
actora, y respecto de la compensación en dinero de la dotación y vestuario señaló,
que no se aportó prueba alguna que permitiera concluir el valor de los mismos.
En lo que atañe a la indemnización por despido injusto dijo el a quo que la empresa
demandada terminó el contrato sin explicar las razones para ello, por lo que
procedió a liquidar y arrojó un valor de $4.968.696, respecto de la indemnización
moratoria de que trata el artículo 1 del Decreto 797 de 1949, condenó a pagar un
valor de $27.603,86, por cada día de retardo en el pago de las obligaciones, del
auxilio de transporte dijo que a pesar de no constituir salario se incorporaba en la
respectiva base y arrojó un total de $5.287.100, en lo que concierne a la seguridad
social, salud y ARL, solo ordenó el pago de los aportes en pensión a un fondo
4
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01
CONSIDERACIONES
tal suerte que una vez probado dicho elemento, surge sin dubitación la existencia
del contrato laboral, contrato que en algunas oportunidades se encuentra inmerso
en las formalidades de otras contrataciones, es decir, surge lo que la doctrina ha
denominado el contrato realidad.
Siguiendo las orientaciones esbozadas por la Sala de Casación laboral, resulta claro
que al trabajador le basta con probar la prestación o la actividad personal para que
se presuma el contrato de trabajo y es a la empleadora a quien corresponde
desvirtuar dicha presunción con la que quedó beneficiado el operario.
Del anterior testimonio se extrajo que la actora prestó sus servicios como aseadora
cumpliendo funciones de limpieza, mediante órdenes impartidas por el señor Eduar
Acevedo y la señora Zulay Rueda, jefa de enfermería del centro de salud,
cumpliendo un horario de 12 y 24 horas, con herramientas de la E.S.E., por lo que
esta declaración tiene relevancia probatoria al ser coherente, precisa y exacta en
indicar la relación laboral de las partes, y será tenida en cuenta para la solución de
este litigio.
Del análisis de los contratos de prestación de servicios entre las partes allegado al
plenario, se observó que el objeto del contrato se refiere a que las labores a
desempeñar por parte de la actora, correspondían al cargo de aseadora, esto es
realizar actividades de orden y limpieza en el puesto de salud de la E.S.E., en Rio
Frio, asimismo, la demandante estuvo vinculada mediante diferentes contratos de
prestación de servicios en diferentes períodos, lo que sin lugar a dudas presume en
principio una relación laboral entre las partes que le correspondía controvertir al
empleador, tal como lo establece el artículo 20 del Decreto 2127 de 1945, el cual
consagra expresamente que un contrato de trabajo se presume entre quien
presta cualquier servicio personal y quien lo recibe o aprovecha; y en tanto
corresponde a este último destruir la presunción, situación que no se acreditó en
7
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01
De modo que de acuerdo con los anteriores elementos de juicio se puede concluir
que la señora MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ MENDOZA prestó sus servicios
personales en favor de la E.S.E., demandada, y por ende ha de presumirse que esa
relación estuvo regida por un contrato de trabajo en la modalidad de trabajadora
oficial. Por lo que este punto de apelación se confirmará.
Ahora bien, determinada la existencia del contrato realidad, por tratarse de la E.S.E.
HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA una Empresa Social del Estado prestadora de
servicios de salud, se debe aplicar la Ley 10 de 1990, que en su artículo 26 precisa
que, en la estructura administrativa de la nación, de las entidades territoriales o de
sus entidades descentralizadas, para la organización y prestación de los servicios
de salud, los empleados pueden ser de libre nombramiento y remoción o de carrera.
Son empleos de libre nombramiento y remoción; en su parágrafo precisa que son
trabajadores oficiales, quienes desempeñen cargos no directivos destinados al
mantenimiento de la planta física hospitalaria, o de servicios generales, en las
mismas instituciones.
Ahora bien, en lo que refiere al despido injusto, conviene recordar que cuando se
trata de esta indemnización al trabajador le corresponde demostrar el hecho del
despido y al empleador la justeza de este.
Por consiguiente, como quiera que no se encuentra probado que la terminación del
nexo laboral entre las partes obedeció a una decisión unilateral sin justa causa por
parte del empleador, se procederá modificar el numeral segundo de la sentencia de
primera instancia, y en su lugar se absolverá a la entidad demandada E.S.E
HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, de la pretensión de pago de indemnización
por despido sin justa causa.
RESUELVE:
NOTIFIQUESE Y CUMPLASE.