Está en la página 1de 10

DISTRITO JUDICIAL DE SANTA MARTA

TRIBUNAL SUPERIOR
SALA LABORAL

Magistrada Ponente: ISIS EMILIA BALLESTEROS CANTILLO


Proceso: ORDINARIO
Radicación: 47-189-31-05-001-2019-00240-01
Demandante: MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ MENDOZA
Demandado: E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA
Asunto: APELACION DE SENTENCIA
Aprobado según Acta No. 098 del 15 de diciembre de 2022
Fecha: 15 de diciembre de 2022

La Sala Cuarta de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Santa Marta, procede a resolver el recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia proferida por el Juzgado Único Laboral del Circuito de Ciénaga,
Magdalena, de fecha 11 de febrero de 2021.

ANTECEDENTES.

Pretende la demandante que se declare la existencia de una relación laboral, entre


ella y la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, desde el 5 de noviembre de
2013 hasta el 29 de mayo de 2019, que se declare que las labores realizadas son
propias de un trabajador oficial, y como consecuencia se condene a la demandada
a cancelar por el tiempo laborado, cesantías, primas de servicio, primas de navidad,
prima de antigüedad, vacaciones, compensación en dinero por las dotaciones y
vestuario, prima vacacional, bonificación por servicios prestados, bonificación de
recreación, intereses sobre cesantías, pensión sanción de jubilación, auxilio de
transporte, indemnización moratoria por no pago de prestaciones sociales e
indemnizaciones, sanción por la no consignación del auxilio de cesantías, pagos de
aportes a salud y pensión, devolución de los pagos realizados por conceptos de
aportes a salud, pensión y ARL, pagos y recargos por trabajo en días domingos y
festivos y la indemnización por terminación unilateral de la relación laboral.

La demandante fundamento sus pretensiones en que prestó sus servicios


personales a la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, desde el 5 de
noviembre de 2013 hasta el 29 de mayo de 2019, que desempeñaba el cargo de
aseadora, que devengaba un salario de $800.000, que prestó sus servicios de forma
personal y directa en condiciones de subordinación, cumpliendo órdenes, con
herramientas de propiedad del ente hospitalario municipal, añadió, que su
vinculación se originó y mantuvo mediante la celebración de contratos de prestación
2
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

de servicios y ordenes de trabajo que se fueron sucediendo uno a otro


ininterrumpidamente, con turnos hasta de 24 horas, dentro de las circunstancias de
tiempo, modo y lugar impuestas por la demandada, que a pesar de que los
documentos expresan que se trataba de órdenes de servicios personales, en la
realidad lo que se dio fue una típica relación de trabajo, con labores propias de un
trabajador oficial por lo que en aras del principio de primacía de la realidad sobre
las formas existió un contrato de trabajo.

Indicó, que en razón de que nunca le fueron reconocidas sus prestaciones sociales,
y que no la afiliaron a seguridad social, presentó reclamación administrativa el 8 de
julio de 2019, que como decisión la demanda manifestó que no accedía a la
reclamación negando el reconocimiento y pago de auxilio de cesantía, primas de
servicios, primas de navidad, prima de antigüedad, vacaciones, compensación en
dinero por las dotaciones y vestuario, prima vacacional, bonificación por servicios
prestados, bonificación de recreación, intereses sobre cesantías, pensión sanción
de jubilación, auxilio de transporte, indemnización moratoria por no pago de
prestaciones sociales e indemnizaciones, sanción por la no consignación del auxilio
de cesantías, pagos de aportes a salud y pensión, devolución de los pagos
realizados por conceptos de aportes a salud, pensión y ARL, durante toda la relación
laboral, pagos y recargos por trabajo en días domingos y festivos, y la indemnización
por terminación unilateral de la relación laboral.

La E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA al contestar la demanda a través


de apoderado judicial manifestó que se oponía a todas y cada una de las
pretensiones de la demanda y se atenía a lo que resultara probado en el proceso,
puesto que no se encontraba respaldo en la realidad de los hechos, dado que la
vinculación de la actora fue a través de contratos de prestación de servicios, sin
subordinación alguna, toda vez, que no recibía órdenes de ningún jefe, que además
su contrato consistía en realizar el aseo en un lapso corto de tiempo y luego se iba
sin que estuviera sujeta a horario alguno, pues cuando el personal administrativo
llegaba la actora no estaba en las dependencias de la E.S.E. Como excepciones
previas propuso la falta de legitimación la causa por pasiva, falta de competencia,
como excepciones de mérito el cobro de lo no debido.

Surtido el trámite de primera instancia El Juzgado Único Laboral del Circuito de


Ciénaga, mediante sentencia del 11 de febrero de 2021 resolvió;
“PRIMERO: DECLARAR NO PROBADA la Excepción de Cobro de lo no debido, y en su lugar
DECLARAR que entre MARIA FRANCISCA JIMENEZ MENDOZA y la E.S.E. HOSPITAL
LOCAL ZONA BANAERA, existió un contrato de trabajo, ostentado la calidad de trabajador
oficial, en el cargo de ASEADORA desde 5 de noviembre de 2013 hasta el 29 de mayo de
3
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

2019.
SEGUNDO: CONDENAR a la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA (SIC) BANAERA, a pagar a
MARIA FRANCISCA JIMENEZ MENDOZA las siguientes acreencias laborales:
CESANTIAS $4.817.793.00
PRIMA DE NAVIDAD $4.036.147.00
INDEMNIZACIÒN POR DESPIDO INJUSTO $4.968.696.00
VACACIONES $2.007.500.00
AUXILIO DE TRANSPORTE $5.287.100,00
INDEMNIZACION MORATORIA: CONDENAR al demandado a pagarle al accionante, un día
de salario—$27.603,86— por cada día de retardo en el pago de las obligaciones, a partir
del día 91, es decir desde el 27 de agosto de 2019, hasta que se le cancelen las prestaciones
sociales que aquí reclaman.
TERCERO: CONDENAR a la E.S.E. HOSPITAL ZONA BANANERA a pagar al fondo de
pensiones elegidos por el demandante el cálculo actuarial realizado por la respectiva entidad de
seguridad social, por el periodo comprendido desde por el periodo comprendido desde el 5 de
noviembre de 2013 hasta el 29 de mayo de 2019
CUARTO: ABSOLVER al demandado del resto de las pretensiones. JUZGADO PRIMERO
LABORAL DEL CIRCUITO CIENAGA – MAGDALENA
QUINTO: LAS COSTAS, a cargo de la demandada. Se fijan agencias en derecho en la suma
del 10% de las condenas”. Ver documento PDF No. 11.

El juez de instancia al argumentar su decisión manifestó que la demandada al ser


una Empresa Social del Estado se regía por el Decreto 1876 de 1994, informó, que
con las pruebas documentales se pudo acreditar que la actora prestó sus servicios
a la demandada en el cargo de aseadora de forma continua, subordinada y
recibiendo un salario, desde el 5 de noviembre de 2013 hasta el 29 de mayo de
2019, que además las actividades desarrolladas por la demandante le otorgaban la
categoría de un trabajador oficial.

Expresó, que, de acuerdo con los certificados laborales aportados firmados por los
directivos del ente hospitalario, verificado los periodos laborados y los pagos
realizados durante la relación laboral, y como el empleador no probó haber pagado
las prestaciones sociales condenó por concepto de, cesantías un total de
$4.817.793, de los intereses a la cesantías, primas de servicios, primas de
vacaciones dijo, que estas no estaban consagradas para trabajadores oficiales, por
concepto de vacaciones un total de $2.007.500, prima de navidad por valor de
$4.036.147, de la prima de antigüedad afirmó que esta no se acreditó por la parte
actora, y respecto de la compensación en dinero de la dotación y vestuario señaló,
que no se aportó prueba alguna que permitiera concluir el valor de los mismos.

En lo que atañe a la indemnización por despido injusto dijo el a quo que la empresa
demandada terminó el contrato sin explicar las razones para ello, por lo que
procedió a liquidar y arrojó un valor de $4.968.696, respecto de la indemnización
moratoria de que trata el artículo 1 del Decreto 797 de 1949, condenó a pagar un
valor de $27.603,86, por cada día de retardo en el pago de las obligaciones, del
auxilio de transporte dijo que a pesar de no constituir salario se incorporaba en la
respectiva base y arrojó un total de $5.287.100, en lo que concierne a la seguridad
social, salud y ARL, solo ordenó el pago de los aportes en pensión a un fondo
4
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

conforme al artículo 22 de la ley 100 de 1993, por cuanto la demandada no demostró


haber afiliado a la demandante, de la pensión sanción expresó, que no se daban los
requisitos para la configuración del mismo, de la devolución de aportes informó, que
no eran procedentes por cuanto pertenecía al ente de la seguridad social, y no hubo
lugar a este, de la bonificación por servicios prestados y recreación no encontró
sustento jurídico que permitiera liquidar esta pretensión, por último, de la
indemnización por la no consignación de cesantías dijo, que no había sustento legal
en las normas aplicables para trabajadores oficiales y no fue viable.

La apoderada judicial de la parte demandada interpuso recurso de apelación


argumentando que los medios probatorios utilizados por la demandante no tuvieron
el convencimiento necesario para demostrar la existencia de un verdadero contrato
de trabajo, en calidad de trabajadora oficial, dado que no se probó la subordinación
y la actividad desarrollada por la actora no eran propias de las actividades de la
entidad contratante, ni los servicios asistenciales, añadió, que no se demostró
justificación viable para acceder a la indemnización por el despido, ni para la
indemnización moratoria, dado que la entidad siempre actuó bajo la ley 80 de 1993,
y no pensaron en liquidarle prestaciones sociales ni pagarle indemnización por
despido injusto a un contratista, por último agregó que la mala fe no se presumía.

De conformidad con lo establecido en el artículo 13 de la Ley 2213 de 2022, y al


surtirse en esta instancia la apelación propuesta contra la sentencia proferida en
primera instancia, se corrió traslado a las partes. Fenecido el término concedido
para los alegatos, se evidenció que tanto la parte demandante como demandada no
presentó alegatos de conclusión. Por tanto, haciendo la revisión del expediente, y
no encontrándose causal que invalide lo actuado, procede decidir de fondo, previas
las siguientes,

CONSIDERACIONES

El punto de discusión de la presente litis es determinar si entre las partes existió un


contrato de trabajo en calidad de trabajadora oficial, si es procedente la
indemnización por despido sin justa causa del empleador y la sanción moratoria por
no pago de prestaciones sociales.

Doctrinaria y jurisprudencialmente se ha establecido que el elemento determinante


para distinguir el contrato de trabajo de las demás prestaciones de servicios es el
elemento subordinación o dependencia del trabajador respecto del empleador, de
5
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

tal suerte que una vez probado dicho elemento, surge sin dubitación la existencia
del contrato laboral, contrato que en algunas oportunidades se encuentra inmerso
en las formalidades de otras contrataciones, es decir, surge lo que la doctrina ha
denominado el contrato realidad.

Al respecto, el artículo 1 de la Ley 6 de 1945, establece que: “Hay contrato de trabajo


entre quien presta un servicio personal bajo la continuada dependencia de otro
mediante remuneración, y quien recibe tal servicio”.

Asimismo, el artículo 20 del Decreto 2127 de 1945, consagra una presunción en


favor de quien presta personalmente el servicio, en el entendido de que la misma
estuvo regida por un contrato de trabajo, lo que quiere decir que el trabajador queda
relevado de probar la subordinación, trasladándose la carga de la prueba de este
elemento al empleador, quien debe desvirtuarlo.

Así lo ha establecido la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia


en Sentencia de fecha 08 de marzo del 2017, radicada bajo el N° 45344, en la que
enseñó que:
“… para la configuración del contrato de trabajo se requiere que en la actuación
procesal esté plenamente demostrada la actividad personal del trabajador demandante
a favor de la parte demandada, y en lo que respecta a la continuada subordinación
jurídica, que es el elemento característico y diferenciador de toda relación de trabajo,
debe igualmente estar evidenciada. Sin embargo, no será necesaria la acreditación
de la citada subordinación, con la producción de la respectiva prueba, en los casos
en que se encuentre debidamente comprobada la prestación personal del
servicio, ya que en este evento lo pertinente, es hacer uso de la presunción legal
consagrada en el art. 24 del Código Sustantivo del Trabajo…

Lo anterior significa, que al actor le basta con probar la prestación o la actividad


personal, para que se presuma el contrato de trabajo y es a la empleadora a quien le
corresponde desvirtuar dicha presunción con la que quedó beneficiado quien presta el
servicio, que se traduce en un traslado de la carga probatoria”.

Siguiendo las orientaciones esbozadas por la Sala de Casación laboral, resulta claro
que al trabajador le basta con probar la prestación o la actividad personal para que
se presuma el contrato de trabajo y es a la empleadora a quien corresponde
desvirtuar dicha presunción con la que quedó beneficiado el operario.

En tal sentido no asiste razón a la apoderada judicial de la demandada cuando


indica que la actora no logró probar en ningún momento su vínculo de dependencia
o subordinación, pues esa era carga procesal de la entidad demandada de acuerdo
con lo esbozado por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia.

En el trámite de este proceso rindió declaración de parte la señora MARÍA FRANCISCA


JIMÉNEZ MENDOZA en la cual indicó que suscribió varios contratos de prestación de
6
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

servicios con la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, de manera continua, en el


centro de salud de Rio Frio, que el horario empezó de 12 horas y luego cambió a 24 horas,
indicó, que, debía realizar una cuenta de cobro con las actividades realizadas cada fin de
mes para enviarla a las oficinas y así recibir su pago, expresó, que ella llevó su hoja de vida
y le asignaron el cargo de aseadora, informó, que la E.S.E., le organizaba el horario, le
explicaba las labores que debía realizar en el centro de salud, y recibía órdenes por parte
del señor Eduar, jefe de personal, el cual se acercaba cada 2, 4, 8 y 15 días a darles órdenes
y por teléfono también, que la enfermera jefe, la señora Zulay Rueda era la que los
supervisaba a diario, que si había otra cosa que hacer ella les comunicaba, y también les
entregaba los implementos de aseo cada 8 días, tales como jabones, detergentes, guantes,
tapa bocas, por último, aseveró que trabajó hasta el 16 de junio de 2019, sin ningún tipo de
justificación.

Asimismo, fue recepcionado el testimonio de Yesiris Margarita Martínez Tarifa quien


manifestó que cuando ella entró a laborar en el cargo de aseadora con la E.S.E. HOSPITAL
LOCAL ZONA BANANERA el 15 de septiembre de 2015, la actora ya se encontraba
trabajando, aseguró que los horarios eran de 24 horas, de 7:00 am a 7:00 pm, cuando debía
entregarle el turno a la actora, la cual trabajaba en el mismo horario, expresó, que no
recordaba la fecha en la que ella dejó de laborar en el puesto de salud, aseguró, que,
recibían órdenes del jefe Eduar el cual les estipulaba los horarios y las labores a realizar,
por último añadió, que también recibían ordenes de la Jefa de enfermera Zulay, las cuales
también les entregaba las herramientas de trabajo.

Del anterior testimonio se extrajo que la actora prestó sus servicios como aseadora
cumpliendo funciones de limpieza, mediante órdenes impartidas por el señor Eduar
Acevedo y la señora Zulay Rueda, jefa de enfermería del centro de salud,
cumpliendo un horario de 12 y 24 horas, con herramientas de la E.S.E., por lo que
esta declaración tiene relevancia probatoria al ser coherente, precisa y exacta en
indicar la relación laboral de las partes, y será tenida en cuenta para la solución de
este litigio.

Como pruebas documentales aportadas en debida forma al proceso por la


demandante tenemos, reclamación administrativa (Fls. 10 a 13), respuesta al
derecho de petición (Fls. 15 a 16), certificados de prestación de servicios (Fls. 19 a
21), certificado de pagos (Fls. 23 a 24). Del documento PDF No. 1 DEMANDA.

Del análisis de los contratos de prestación de servicios entre las partes allegado al
plenario, se observó que el objeto del contrato se refiere a que las labores a
desempeñar por parte de la actora, correspondían al cargo de aseadora, esto es
realizar actividades de orden y limpieza en el puesto de salud de la E.S.E., en Rio
Frio, asimismo, la demandante estuvo vinculada mediante diferentes contratos de
prestación de servicios en diferentes períodos, lo que sin lugar a dudas presume en
principio una relación laboral entre las partes que le correspondía controvertir al
empleador, tal como lo establece el artículo 20 del Decreto 2127 de 1945, el cual
consagra expresamente que un contrato de trabajo se presume entre quien
presta cualquier servicio personal y quien lo recibe o aprovecha; y en tanto
corresponde a este último destruir la presunción, situación que no se acreditó en
7
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

el plenario puesto que la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, no aportó


prueba ni documental ni testimonial que permitiera deducir que efectivamente se
trataba de un contrato de prestación de servicios y no de un contrato de trabajo,
dada la realidad de la relación laboral, sino que, en su lugar la actora aportó los
certificados de prestación de servicios visible a folios 19 a 21 del expediente, que
demuestran que las ordenes de trabajo fueron continuas y de manera
ininterrumpida, durante casi (6) años, situación que acredita la prestación de servicio
a la que precedía la actora, en tanto que esta sala se acoge al criterio jurisprudencial
de la Corte Suprema de Justicia en la que se presume el contrato de trabajo con la
sola demostración de la prestación del servicio del trabajador.

De modo que de acuerdo con los anteriores elementos de juicio se puede concluir
que la señora MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ MENDOZA prestó sus servicios
personales en favor de la E.S.E., demandada, y por ende ha de presumirse que esa
relación estuvo regida por un contrato de trabajo en la modalidad de trabajadora
oficial. Por lo que este punto de apelación se confirmará.

Ahora bien, determinada la existencia del contrato realidad, por tratarse de la E.S.E.
HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA una Empresa Social del Estado prestadora de
servicios de salud, se debe aplicar la Ley 10 de 1990, que en su artículo 26 precisa
que, en la estructura administrativa de la nación, de las entidades territoriales o de
sus entidades descentralizadas, para la organización y prestación de los servicios
de salud, los empleados pueden ser de libre nombramiento y remoción o de carrera.
Son empleos de libre nombramiento y remoción; en su parágrafo precisa que son
trabajadores oficiales, quienes desempeñen cargos no directivos destinados al
mantenimiento de la planta física hospitalaria, o de servicios generales, en las
mismas instituciones.

Corresponde en el presente caso, establecer la calidad de empleados públicos y


trabajadores oficiales, conforme al artículo 293 de la Ley 1333 de 1986, el cual
señala que los empleados públicos se rigen por la ley y las demás disposiciones
que, en desarrollo de ésta, dicten las autoridades municipales competentes; según
lo consagrado en dicho artículo, el cual establece:
“Los empleados públicos se rigen por las normas de la ley y las demás disposiciones que, en
desarrollo de ésta, dicten las autoridades municipales competentes. Los trabajadores oficiales,
por la ley, las cláusulas del respectivo contrato y la convención colectiva de trabajo, si la hubiere.”

Sentada la naturaleza jurídica de la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, se


ha establecido que la regla general de quienes prestan sus servicios a dicho
8
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

establecimiento público son: empleados públicos y por excepción, trabajadores


oficiales.

Teniendo en cuenta el artículo 26 de la Ley 10 de 1990, ha de deducirse que los


trabajadores oficiales son aquellos que desempeñen cargos no directivos
destinados al mantenimiento de la planta física hospitalaria, o de servicios
generales, en las mismas instituciones, siempre y cuando dichas labores vayan
encaminadas con el objeto social de la empresa matriz, esto es, sector salud,
labores encaminadas a la salud.

Sobre el punto la honorable Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral,


en sentencia de fecha 29 de junio del 2011, Rad. No. 36668, precisó:
(…)
El mantenimiento de la planta física de los hospitales comprende el conjunto de actividades
orientadas a mejorar, conservar, adicionar o restaurar la planta física de los entes hospitalarios
destinados al servicio público esencial de salud, tales como electricidad, carpintería, mecánica,
jardinería, pintura, albañilería, vigilancia o celaduría.

Por servicios generales ha de entenderse aquel elenco de actividades cuyo propósito es el de


atender las necesidades que le son comunes a todas las entidades, tales como la cocina, ropería,
lavandería, costura, transporte, traslado de pacientes, aseo en general y las propias del servicio
doméstico, por citar algunas, en vía puramente enunciativa o ejemplificativa, no restrictiva o
limitativa”.

Esta Sala de la Corte ha tenido oportunidad de fijar su posición sobre el


entendimiento de actividades de servicios generales. Así, en sentencia del 21 de
junio de 2004, Rad. 22324, adoctrinó:
“…los ‘servicios generales’ dentro de una institución gubernamental, esencialmente están
destinados para mantener las instalaciones de ella en óptimo estado de funcionamiento, su
seguridad, las funciones de aseo, vigilancia y cafetería, así como el manejo de los demás bienes
como vehículos y suministro de los elementos requeridos por las distintas dependencias que las
integran”.

Reiterándose que correspondía a la demandante acreditar que su actividad estaba


orientada al mantenimiento de la planta física o servicios generales de la planta
hospitalaria, lo cual logró, ya que existe certeza de las funciones que
específicamente realizaba la actora, y que las mismas son de una trabajadora oficial
según lo establecido en el Decreto 2127 de 1945.

Ahora bien, en lo que refiere al despido injusto, conviene recordar que cuando se
trata de esta indemnización al trabajador le corresponde demostrar el hecho del
despido y al empleador la justeza de este.

En este asunto, analizado en conjunto el material probatorio practicado en el


proceso, advierte esta Sala que revisado el expediente no existe prueba que el
contrato de trabajo declarado a favor de MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ MENDOZA,
9
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

hubiese terminado por decisión unilateral del empleador.

Por consiguiente, como quiera que no se encuentra probado que la terminación del
nexo laboral entre las partes obedeció a una decisión unilateral sin justa causa por
parte del empleador, se procederá modificar el numeral segundo de la sentencia de
primera instancia, y en su lugar se absolverá a la entidad demandada E.S.E
HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, de la pretensión de pago de indemnización
por despido sin justa causa.

Finalmente, respecto a la indemnización moratoria que trata el artículo 52 del


Decreto 2127 de 1945 modificado por el artículo 1° del Decreto Ley 797 de 1949,
no resulta viable inferir la buena fe por parte de la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA
BANANERA, pues no es suficiente aducir que se actuó bajo el convencimiento de
hallarse en el marco de un contrato de prestación de servicios porque así se
estipuló, sino que deben corroborarse las condiciones que llevaron a estructurar esa
creencia razonable. No debe olvidarse que la subordinación se encontró constituida,
además de la contratación con la demandante por más de 4 años, violando lo
dispuesto en el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, aunado a ello probatoriamente la
parte demandada no logró desvirtuar la presunción del contrato de trabajo por la
prestación personal del servicio, mucho menos en lo que atañe a la realidad sobre
las formas en este tipo de asuntos laborales.

En consecuencia, la indebida aplicación de las disposiciones del Decreto 2127 de


1945, debe memorarse, que acorde con la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia, en los casos en que está presente los elementos de prestación personal
del servicio, remuneración y en especial subordinación, se considera la existencia
de un contrato de trabajo, independientemente de lo que se haya acordado
formalmente, en desarrollo del principio de la primacía de la realidad sobre las
formalidades (sentencia CSJ SL, 6 dic. 2006, rad. 25713).

Finalmente se reitera, no es viable inferir que la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA


BANANERA tuvo buena fe en la suscripción de los contratos, pues de acuerdo a las
pruebas documentales aportadas al plenario, la demandante suscribió 17 contratos
por prestación de servicios, y según los documentos visibles a folios 17 a 20,
permiten concluir que la labor desempeñada por la demandante (aseadora) era de
un trabajador oficial y se configuró un contrato de realidad sobre las formas, esto
es, contrato de trabajo entre las partes, razones por las cuales respecto de la
indemnización moratoria de que trata 52 del Decreto 2127 de 1945 modificado por
10
Rad. 47-189-31-05-001-2019-00240-01

el artículo 1° del Decreto Ley 797 de 1949, se confirmará la decisión de primera


instancia respecto de este punto.

En mérito de las anteriores consideraciones, el Tribunal Superior de Santa Marta


Sala Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: MODIFICAR el numeral segundo de la sentencia del 11 de febrero de


2021, proferida por El Juzgado Único Laboral del Circuito de Ciénaga, dentro del
proceso ordinario laboral promovido por MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ MENDOZA
contra la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, y en su lugar;

➢ ABSOLVER a la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA, respecto de


la condena por indemnización por despido sin justa causa, según lo expuesto
en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: CONFIRMAR en sus demás disposiciones la sentencia del 11 de


febrero de 2021, proferida por El Juzgado Único Laboral del Circuito de Ciénaga,
dentro del proceso ordinario laboral promovido por MARÍA FRANCISCA JIMÉNEZ
MENDOZA contra la E.S.E. HOSPITAL LOCAL ZONA BANANERA.

TERCERO: COSTAS en esta instancia a cargo de la E.S.E. HOSPITAL LOCAL


ZONA BANANERA. Se fijan agencias en derecho en cuantía de 1 SMLMV.

NOTIFIQUESE Y CUMPLASE.

ISIS EMILIA BALLESTEROS CANTILLO

ROBERTO VICENTE LAFAURIE PACHECO

CARLOS ALBERTO QUANT ARÉVALO

Se dio cumplimiento a los Acuerdos No. PCSJA20-11517 DE 2020, No. PCSJA20-


11518 DE 2020, No. PCSJA20-11521 DE 2020, No. PCSJA20-11526 DE 2020.

También podría gustarte