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1) Un soldado profesional presentó una tutela ante un juez para que se dejaran sin efecto su retiro del ejército y se ordenara su reintegro, alegando que su ausencia por más de 10 días se debió a problemas familiares y no fue injustificada.
2) Tanto el ejército como un tribunal declararon improcedente la tutela, afirmando que su retiro se debió a la normativa sobre ausencias injustificadas de más de 10 días.
3) No obstante, la Corte Constitucional revocó esta
1) Un soldado profesional presentó una tutela ante un juez para que se dejaran sin efecto su retiro del ejército y se ordenara su reintegro, alegando que su ausencia por más de 10 días se debió a problemas familiares y no fue injustificada.
2) Tanto el ejército como un tribunal declararon improcedente la tutela, afirmando que su retiro se debió a la normativa sobre ausencias injustificadas de más de 10 días.
3) No obstante, la Corte Constitucional revocó esta
1) Un soldado profesional presentó una tutela ante un juez para que se dejaran sin efecto su retiro del ejército y se ordenara su reintegro, alegando que su ausencia por más de 10 días se debió a problemas familiares y no fue injustificada.
2) Tanto el ejército como un tribunal declararon improcedente la tutela, afirmando que su retiro se debió a la normativa sobre ausencias injustificadas de más de 10 días.
3) No obstante, la Corte Constitucional revocó esta
El señor César Augusto Herrera Cortés presento una tutela ante un juez de la
republica con el fin de que se le cumplieran cuatro premisas en razón a su situación particular por desarticulación del Ejercito Nacional aduciendo una inasistencia mayor a 10 días sin justa causa; 1. Dejar sin efectos jurídicos la Orden Administrativa de Personal No. 2445 del Comando Personal del Ejército Nacional, al estar falsamente motivada, pues en el marco de los procesos disciplinario y penal militar quedó probada la justa causa de la inasistencia al servicio. 2. ordenar al Ejército Nacional su reintegro a la institución en un término no mayor a cuarenta y ocho (48) horas, en las mismas condiciones en que se encontraba al momento del desacuartelamiento. 3. el pago de los salarios dejados de percibir, hasta el día que se efectúe el reintegro, y el pago de los aportes al sistema de seguridad social por el tiempo que estuvo desvinculado. 4. indemnización por los perjuicios causados a él y su familia, con ocasión del desacuartelamiento. En la contestación de la tutela por parte de César Augusto Barrios, obrando como Comandante del Batallón de Ingenieros Nº8 y Freddy Mauricio Franco, Jefe de la Sección Jurídica DIPBR se solicitó la declaración de improcedencia por 1. no cumplir con el requisito de subsidiaridad, ante la existencia de la acción de nulidad y restablecimiento del derecho y 2. no probar la configuración de un perjuicio irremediable, que justifique la procedencia excepcional de este mecanismo de protección constitucional. Agregando que se dio por fuera de término dicha contestación. El comandante de Batallón agregó dentro del escrito que no tienen la facultad para emitir la orden administrativa de personal que ordene su reintegro, por lo que vio inviable la petición del Soldado Profesional. Así mismo se afirmó por parte del comandante que el accionante debía acudir a la jurisdicción contenciosa administrativa y que la petición realizada por el mismo no requería que se le diera respuesta de fondo por tanto no estar dirigida de forma específica y determinada a el mismo, sino, estar dirigida de forma general al MINISTERIO DE DEFENSA – COMANDO GENERAL DE LAS FUERZAS MILITARES. Y alegó que se basó en la decisión de retirarlo del servicio por el Decreto 1793 de 2000, articulo 12, “el soldado profesional que incurra en inasistencia al servicio por más de diez (10) días consecutivos sin causa justificada, será retirado del servicio, sin perjuicio de la acción penal y disciplinaria correspondiente”. La Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia el 17 de diciembre de 2017 declaró improcedente la protección invocada, por no encontrar cumplido el requisito de subsidiariedad que requiriera la intervención del juez constitucional. En la Sala de Revisión el día 27 de julio de 2018 se solicitó información a las partes para análisis del caso. El accionante describió su situación actual a la fecha, manifestando estar fuera del sistema de seguridad social desde que lo desarticularon y que su madre y hermano estaban en régimen subsidiado, afirmó estar viviendo de la caridad y en un barrio vulnerable de la ciudad de Bogotá. Indicó que busco mandos en el Batallón para que le generaran ayuda por la depresión que sostenía por la situación de su familia y fue ignorado; asistió a la Procuraduría General para vigilancia a su investigación disciplinaria y la Defensoría del Pueblo y consultorios jurídicos a los que asistió le ignoraron. Por parte del Comando General de las Fuerzas Militares, indicaron que el mismo tenía la facultad de retirar del servicio al accionante por ausencia injustificada de 10 días, indica que se le comunicó la importancia de que hiciera presentación en la unidad, “con el fin de ‘apoyar y atender la posible solución a su situación’ pero el accionante no se presentó y finalizó afirmando que “al estar el acto administrativo revestido de firmeza y gozar del sustento legal señalado, no hay lugar a causar el reintegro a la institución del señor CÉSAR AUGUSTO HERRERA CORTÉS por el deber de retirar del servicio al respectivo personal cuando se da inasistencia al servicio sin justa causa.” El Batallón de Ingenieros No 8 GR. Francisco Javier Cisneros, indicó que se solicitó el retiro del servicio del soldado profesional César Augusto Herrera Cortés debido a que incurrió en la causal de inasistencia por más de 10 días sin causa justificada. Para la Corte Constitucional, la acción de tutela objeto de estudio es procedente. El accionante, mediante apoderado judicial, invoca la protección de sus derechos fundamentales a la igualdad, el trabajo y el debido proceso y se encuentra cumplido el requisito de inmediatez, porque el retiro de la accionante data del 25 de octubre de 2016, existen dos argumentos que explican por qué sólo hasta el 28 de noviembre de 2017 se interpuso la acción de tutela. Primero, en la contestación del auto de pruebas el señor César Augusto indicó que luego del retiro y debido a los eventos catastróficos que había sufrido su familia entró en depresión y profunda tristeza puesto que ese empleo era todo lo que tenía, el único sustento de su familia y su expectativa de vida, ello sumado a la muerte de su tío, los cuidados a su hermano. Se encuentra satisfecho el requisito de subsidiariedad. Por cuanto, 1. César Augusto está a cargo de su familia, al ser “quien trabaja y responde pecuniariamente por su familia”, 2. Los miembros de su núcleo familiar sufren de diferentes enfermedades graves como VIH y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 3. Su único empleo ha sido el de soldado profesional, 4. Debido a su desvinculación él y su núcleo familiar se encuentran en extrema pobreza, siendo necesario pedir limosna en buses en repetidas ocasiones, y actualmente reside por caridad en la casa de una conocida, y por último, 5. Manifiesta que no tiene propiedad alguna ni empleo estable. Por ende, debido a la situación particular del accionante, la Corte concluye que la acción de nulidad y restablecimiento del derecho no es un mecanismo eficaz para proteger sus derechos fundamentales, dada la urgencia que imponen sus condiciones socioeconómicas. La Corte advierte que al señor Herrera Cortés nunca le fue comunicado el inicio de un trámite tendiente a ser retirado del servicio, tampoco fue escuchado por las respectivas autoridades administrativas antes de que se tomara una decisión definitiva sobre su situación, y nunca se le informaron los recursos que procedían contra el acto administrativo por medio del cual fue desvinculado del Ejército Nacional y él tenía la garantía del debido proceso por su situación particular, la cual le fue vulnerada. En las pruebas que obran en el proceso se evidencia que, si bien es cierto el accionante estuvo ausente por más de 10 días después del permiso que le fue concedido, era de conocimiento de sus superiores los problemas familiares por los que atravesaba, esto es: 1. el fallecimiento de su tío; 2. el viaje a Bogotá en búsqueda de su hermano, quien estuvo desaparecido por más de 19 meses; y 3. la hospitalización de su abuela. Dichas circunstancias nunca fueron valoradas por la entidad accionada al momento de decidir la desvinculación del señor Cesar Augusto, a pesar de que permitían vislumbrar que su ausencia no se debía a un hecho injustificado, sino a una situación familiar compleja. Lo que se cuestiona es que no se verificó que dicha ausencia ciertamente fuera “injustificada”. Por ello, se reprochó la actuación de la entidad accionada, ya que “era obligación de sus comandantes directos y por parte de la oficina de personal del Batallón y su comandante velar, por las condiciones personales y/o psicológicas del accionante. La orden de personal Nº 2445 del Comando de Personal del Ejército Nacional, acto administrativo a través del cual se dispuso el retiro del accionante, no estableció cuáles eran los recursos que procedían contra el mismo, las autoridades ante quién debía interponerse ni el término para ello, tal como lo establece el artículo 67 del CPACA. La Corte en raíz a todo lo anterior revocará la Sentencia del 7 de diciembre de 2017, proferida por la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia, que declaró improcedente el amparo por no encontrar cumplido el requisito de subsidiariedad. En su lugar, concederá la protección invocada del derecho al debido proceso. Lo que corresponde para la Corte es ordenar al Comando de Personal del Ejército Nacional dejar sin efectos jurídicos el acto administrativo por medio del cual se retiró del servicio al accionante y, en su lugar, ordenar su reincorporación sin solución de continuidad al cargo que venía desempeñando, así como el pago de los salarios y las prestaciones sociales que dejó de percibir desde cuando se produjo su retiro del servicio hasta que se haga efectiva su reincorporación.