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Relación entre la filosofía de la religión de Schleiermacher y Bergson.

Referiré en este breve escrito algunas semejanzas y diferencias que aprecio entre la filosofía de
Henri Bergson y Friedrich Schleiermacher a través de una comparación en diversos aspectos que
posibilitan el surgimiento de interrogantes como: ¿Acaso existen en sus maneras de
conceptualizar la religión alguna conexión con la metafísica? ¿Ambas concepciones relativas a la
religión de los respectivos autores tienen como efecto la emergencia de nuevos sentimientos
morales? ¿Quizá entrañan alguna relación sus ideas en lo atinente a la religión con la libertad?
¿Coinciden ambos autores en que a la religión le corresponde desempeñar funciones sociales o
biológicas?, etc.

Comenzare con esta inquietud ¿Acaso existen en sus maneras de conceptualizar la religión alguna
conexión con la metafísica? Henry Bergson establece una distinción de naturaleza entre dos
géneros de religión opuestos entre sí: La religión estática que cumple funciones biológicas para
satisfacer las exigencias de la naturaleza social del ser humano y restringir los efectos negativos de
su inteligencia; y la religión dinámica, que consiste en la experiencia de contacto con Dios, fuente
del impulso vital, de los místicos, que, debido al salto cualitativo que implica tal experiencia en
virtud de la superación de los límites naturales, reactivaría el proceso creador, el cual habría
adquirido predominantemente un carácter estático en la especie humana. La metafísica de la
duración de Bergson sólo conocería que la evolución creadora de la vida consiste en un impulso
vital que discurre en diversas direcciones, pero no el origen ni el destino de tal movimiento
creador. Por el contrario, la religión dinámica otorgaría la resolución a tales asuntos sin resolver,
tras tener contacto con la fuente de la actividad creadora, Dios, determinando que su naturaleza
es el amor y que es un susceptible a ser amado y el impulso vital consistiría en un acto de amor
cuya finalidad es estriba en que el hombre sea amado por la divinidad como criatura que deriva de
la operación divina de la creación y ama a Dios debido a que, pese a ser fuente del impulso vital,
también, es el destino del mismo. Por lo tanto, la concepción de la religión dinámica de Henri
Bergson culminaría la metafísica su duración al otorgar resolución a las preguntas por el destino y
origen del impulso vital. En el caso de Schleiermacher, él afirma que la religión tiene una entidad
propia, definiéndola como la intuición de lo infinito, pues su independencia con respecto a la
metafísica y a la moral permite que se erija con autonomía. No obstante, la religión se ubicaría
entre ambas, como un elemento imprescindible para juzgar la autenticidad de un código moral o
de un sistema metafísico a modo de contrapartida natural: “De este modo, ella (la religión) sólo
consolida su propio ámbito y su propio carácter deslindándolos totalmente tanto de los de la
especulación como de los de la praxis, y, sólo en la medida en que se sitúa junto a ambas, el
campo común es ocupado completamente y la naturaleza humana queda perfeccionada desde
este punto de vista. La religión se os revela como el tercer elemento necesario e imprescindible
respecto a aquellas dos, como contrapartida natural, no inferior en dignidad y excelencia a
cualquiera de las otras sea cual fuere.” (Schleiermacher, 1990, p. 36). Schleiermacher considera
que la metafísica y la moral consideran al hombre como causa de todo ser y de todo devenir, en la
medida en que lo ven en el universo como el punto central el cual es condición de posibilidad de
toda relación. La religión al reconocer la naturaleza o el universo infinito y viviente, cuyo símbolo
es la multiplicidad e individualidad, se desmarca de considerar al hombre, ente particular y finito
que existe y nace en el seno de lo infinito, como condición de todo ser y de todo devenir,
propugnando un cierto realismo. La religión es el principio del cual deben partir la moral y la
metafísica, pues, todo debe partir de la intuición, y, a su vez, es quien determina la autenticidad de
ambas.

En la religión, el ser humano adopta una disposición pasiva. Puesto que la metafísica soslaya la
intuición de lo infinito, cuyo sentimiento es el de la naturaleza infinita del conjunto que tiene por
símbolo la múltiplicidad e individualidad, soslaya la naturaleza de los entes mismos, que son la
manifiestación de lo infinito en virtud de sus límites, y la naturaleza del universo, que es la
naturaleza infinita del conjunto.

La validéz de la metafísica y la moral depende de algún modo de la religión. Schleiermacher


considera que la religión es indipensable respecto a la mora y la metafísica puesto que cumple una
función de contrapartida o contrapeso. Ella descentra al hombre de su situación de suficiencia
como condición de todo ser y devenir.

Instante de mayor esplendor religioso y en Bergson contacto con la fuente del proceso creador:
semejanza. Emergencia de nuevos sentimientos mroales.la religión se hallaría en conexión con la
metafísica,la libertad, diferencias: la funciósocial de la religión estática y la oposición de
Schleiermacher a todo código moral con base en la religión, la religión en Bergson sería la
culminanción de una metafísicza, enScheleiermacher la religión tendría su entidad propia y la
metafísica también, criterios de aunténticidad de una verdadera misitica contra las intuiciones de
Schleiermacher.

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