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Muy buenas tardes, 

Estimado compañero 

Comparto muchas de las ideas que plantea en su argumentación, toda vez que los libros de
texto deben ser utilizados en el proceso de enseñanza - aprendizaje como un recurso de
apoyo y como docentes debemos complementar las lecciones con la finalidad de hacerlas
más significativas para el estudiantado mediante la implementación de situaciones reales en
los ambientes de aprendizaje de acuerdo al contexto. Lo anterior, buscando que los
estudiantes logren adquirir habilidades y competencias que puedan emplear en la resolución
de problemas de diversas disciplinas y de la cotidianidad en su entorno. 

Con lo anterior, no pretendo dar a entender que los libros de texto no son importantes, por
el contrario, de acuerdo a los planteamientos de diversos autores como: Nardoni y Pocholu
(2013), De Mendiola (1980), citado por Murillo (2004), [Cabero, Duarte, y Barroso (1989);
García y Caballero (2005), citado por Fernández y Caballero (2017)], manifiestan que estos
son provechosos para el diseño y preparación de las clases, facilitando su
desarrollo, además, al ser considerados como instrumentos al servicio del aprendizaje,
es indiscutible su influencia directa o indirecta en los procesos formativos.

En este sentido, y a pesar de la gran variedad de recursos educativos, pedagógicos y


didácticos existentes en el mercado y los avances en las tecnologías de la información y las
comunicaciones, los libros de texto siguen siendo el recurso principal utilizado explicar las
lecciones de matemáticas, convirtiéndose en la columna vertebral de toda la materia
(García, 2014).

Sin embargo, y de acuerdo con lo que usted resalta sobre la actualización o adaptación de


los libros al contexto educativo en el que se encuentran, recalcó mi punto de vista de que
estos deben ser utilizados como recursos de apoyo dada su gran versatilidad en su
utilización, y requieren ser complementados con problemas contextuales para garantizar así
que los estudiantes logren aplicar lo aprendido en las aulas de clases en la vida cotidiana.

A pesar de lo anterior, no considero imprescindibles a los libros de textos. Y formulo el


siguiente planteamiento para continuar con el debate: ¿Deben ser complementados los
libros de texto para sacar su máximo provecho dentro del proceso de enseñanza –
aprendizaje?
Saludos,
Referencias bibliográficas
Fernández, M. y Caballero, P. (2017). El libro de texto como objeto de estudio y recurso
didáctico para el aprendizaje: fortalezas y debilidades. Revista Electrónica Universitaria de
Formación del Profesorado, 20(1), 201-2017. http://dx.doi.org/10.6018/reifop.20.1.229641
García, A. (2014). El uso del libro de texto de matemáticas en el aula: Revisión del estado
actual de la cuestión. Universidad de Granada. https://digibug.ugr.es/handle/10481/36188?
show=full
Murillo, M. (2004). El uso de los libros de texto en la enseñanza secundaria: lo que los
profesores opinan. Centro de Investigaciones Matemáticas y Meta-Matemáticas yEscuela
de Matemática, Universidad de Costa Rica. Disponible en:
https://www.centroedumatematica.com/aruiz/libros/Uniciencia/Articulos/Volumen1/
Parte2/articulo4.html#articulo05
Nardoni, M. y Pocholu, M. (2013). La enseñanza de los números racionales en la escuela
secundaria. ¿Qué proponen los manuales escolares? En VII Congreso Iberoamericano de
matemáticas (CIBEM), Montevideo. Disponible en:
http://www.cibem7.semur.edu.uy/7/actas/pdfs/652.pdf

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