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EXAMEN PARCIAL

BALLON HERNANDEZ SHARITZA YANNESSY


Síndrome de Burnout
INTRODUCCION

El agotamiento es un grave problema de salud en el entorno


laboral actual. Según datos de la UE, el coste de hacerse cargo de las
consecuencias del burnout se estima en 20 millones de euros. Además, se
espera que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluya la fatiga como
una epidemia mundial en la próxima década [1]. La investigación sobre la
evaluación del agotamiento proviene de observaciones en la industria de
servicios humanos [2, 3], centrándose en el estrés laboral y sus consecuencias
psicológicas [[4], [5], [6], [7]] y continúa desarrollándose a partir de entonces.
hasta ahora La conceptualización actual y, con mucho, la más común
del consumo, el Inventario de consumo de Maslach (MBI) [4]. Aunque
actualmente no existe un estándar de oro para evaluar el agotamiento,
está claro que muchos estudios, si no la mayoría, han utilizado el MBI, que
cuantifica el agotamiento en tres dimensiones, a saber, agotamiento emocional
(EE), cinismo (CY) y eficacia profesional reducida. .
(PE) [5]. Sin embargo, cabe señalar que esta conceptualización no
está exenta de críticas y no existe un punto de corte para la validación
clínica, lo que cuestiona la utilidad de esta herramienta como herramienta de
diagnóstico. Al mismo tiempo, existen otras listas de verificación de
burnout que utilizan diferentes enfoques conceptuales. Por ejemplo, la Pines
Burnout Scale (BM) [6] y el Shirom-Melamed Burnout Questionnaire (SMBQ) [7]
utilizan el “burnout” como una dimensión central del burnout. Por el contrario, el
Inventario de Burnout de Oldenburger (OLBI) [8] se diseñó para reducir el
sesgo de respuesta al incluir elementos redactados tanto de forma positiva
como negativa en cada escala.

Es importante destacar que faltan definiciones y criterios de


diagnóstico estrictos en los estudios sobre el agotamiento [9]. En la
10ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD 10),
el "burnout" se clasifica en Z.73.0 como "burnout - un estado de
agotamiento total", aunque la disociación de otros trastornos mentales y de
salud sigue siendo un desafío. Es importante recordar que EE se
considera una dimensión central del agotamiento y muchos estudios se
centran solo en esta dimensión [10,11]. Encontramos una alta prevalencia
de síndrome de burnout, especialmente en el apartado de despersonalización
(95%) y agotamiento emocional (47%), y un bajo porcentaje de
satisfacción personal (11%). En el 9% de las 3 regiones que representan la
estructura más severa del síndrome de burnout, y en el 42% de las 2
regiones, no encontramos correlación con el género, pero sí menor edad,
más pacientes y mayor probabilidad.
Respecto a la prevalencia de Síndrome de Burnout, encontramos que fue
variable, llegando a valores elevados en despersonalización (95%), aunque el
tipo de trabajo, los objetivos y las metas que tienen los profesionales de la
salud puede ser altamente gratificantes. También existen condiciones que
pueden causar problemas, por ejemplo, extenuantes jornadas, la carga de
trabajo percibida, el ambiente de trabajo angustioso que puede estar
empeorado por quejas y ausencia de empatía en las relaciones con pacientes y
colegas, lo que puede generar el ambiente propicio para aumentar el riesgo de
padecer Síndrome de Burnout, especialmente en la estructura que hemos
descrito en esta investigación. En el estudio de Corsino de Paiva et al, el
agotamiento emocional se asoció con el nivel educativo y el lugar de trabajo
debido a que existen puestos de trabajo en donde existen pocos estresores
ambientales y la rotación es baja 2. Para muchos autores, el agotamiento
emocional podría ser la primera etapa del Síndrome de Burnout, conduce a la
ansiedad y baja energía, que a su vez causan disminuciones en la salud y la
calidad de vida. Incluso cuando solo existen niveles bajos, puede perturbar
seriamente la dinámica social, en particular con respecto al equilibrio de poder
del hospital entre técnicos y enfermeras, pero también entre compañeros de
trabajo en general 5,21,22.

En el estudio de Corredor Pulido et al se describe que existe mayor frecuencia


de patrones de conducta tipo A en profesionales más jóvenes y por eso explica
la dificultad de afrontar factores estresantes y por lo tanto mayor prevalencia de
Síndrome de Burnout23. El reporte de Esteva et al, que se realiza en médicos
jóvenes, les llama la atención este fenómeno, especialmente en su contexto en
el que tienen pocos meses trabajando en el ambiente laboral en el que se
realiza el estudio24. Existen otras investigaciones que afirman la relación del
Síndrome de Burnout con profesionales que empiezan su carrera
. https://doi.org/10.1016/j.jpsychores.2019.01.009 [ Links ]

https://doi.org/10.18004/rvspmi/2312-3893/2021.08.01.126
.

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