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Idea 3

De:
Aguilar Flores Valeria
Copa menstrual “COUPE FEMME”

 ¿Qué es la menstruación?

El ciclo menstrual es un evento fisiológico, que se inicia en las mujeres a una edad
promedio de 12.6 años de edad, tiene una duración aproximada entre 3 a 5 días;
durante su vida fértil, que ronda los 40 años, durante estos días se eliminará un
promedio de 20 a 60 ml de sangrado, cada 21 a 35 días. Por lo que es de vital
importancia conocer que por día una mujer puede llegar a utilizar entre 5 a 6
tampones/toallas sanitarias, en el mes entre 25 a 30, y por año entre 300 a 360;
indicando que durante toda su vida fértil una mujer deberá utilizar entre 12.600-
14.400 tampones/toallas sanitarias. Por este motivo, se han desarrollado
productos de higiene menstrual, que buscan ayudar a que la menstruación no sea
un impedimento para que las mujeres realicen las actividades de su vida diaria.

 ¿Qué productos existen para la menstruación?

En la actualidad hablar de productos de higiene intima nos abre un gran


panorama, debido a que estamos en el siglo XXI, por lo cual, ya existen distintas
alternativas para el gusto y comodidad de cada mujer. Ahora entonces, entre los
productos más comunes y de mayor venta son las toallas sanitarias y los
tampones, dichos artículos ejercen un impacto ambiental representativo en
consecuencia de que tardarán en degradarse entre 600 a 800 años. De esta
manera hablar del uso de la copa menstrual en la actualidad y entenderla como
solución para frenar el deterioro ambiental, es un asunto de suma importancia.

La copa menstrual fue diseñada para nuestra comodidad, salud, economía y para
crear una menstruación más responsable con el medio ambiente. Una copa
menstrual tiene una vida útil de diez años y no produce ningún tipo de
contaminación durante ese lapso de tiempo.

Los antecedentes históricos indican la presencia de la copa menstrual a


comienzos del siglo XX, puesto que antes de la primera guerra mundial se inició la
elaboración de estos prototipos, que no prosperaron debido a la falta de materia
prima y dificultades reportadas en su uso.

En la década de los años 30 surgió por primera vez la copa menstrual a manos de
la estadounidense Leona W. Chalmers. Concretamente, en el año 1937 Chalmers
presentó la patente de este nuevo producto. Se trataba de un recipiente en forma
de copa fabricado con caucho que, al ubicarse dentro del conducto vaginal de la
mujer, recogía el flujo menstrual. Este lanzamiento fracaso al cabo de poco
tiempo, aunque siguieron haciéndose patentes, en el 1963 se dejó de fabricar.
Uno de los motivos fue que en ese momento no estaba bien visto que las mujeres
manipularan objetos en sus partes íntimas.

En el año 1987 volvió a aparecer en Estados Unidos la copa menstrual, pero esta
vez hecha de látex, reutilizable y con más de una talla. Finalmente, a finales de los
90, principios de los 2000 se fabricó la primera copa menstrual de silicona, que
son las que actualmente encontramos en el mercado.

La copa menstrual tiene más de 80 años, pero hasta ahora no había conseguido
tener un hueco en el mercado de los productos de higiene íntima. Desde hace 5
años, el comportamiento del consumidor a la hora de comprar ha ido cambiando a
favor de los productos ecológicos, por lo que la copa menstrual cada vez es más
conocida y más usuarias se inclinan por el uso de este producto, dejando atrás los
dos tradicionales. Tanto han crecido sus ventas, que actualmente este producto ya
se puede comprar en farmacias, cuando hace dos años, sólo tenías acceso a este
producto en internet o herbolarios. Pero, aun así, su uso no acaba de
normalizarse, ya que en parte este producto no se encuentra en supermercados o
hipermercados, en cambio, los otros productos menstruales, sí.

En la actualidad, ¿Qué es una copa menstrual?

La copa menstrual, también llamada vaginal es uno de los productos que


actualmente usan las mujeres como protector durante el período de la
menstruación. Es un recipiente que se inserta en la vagina durante la
menstruación y se adapta a las paredes del interior de la vagina sin moverse. De
esta forma, actúa como barrera del flujo menstrual, reteniéndolo al interior de la
copa hasta que se extrae y el flujo se desecha en el lavabo.

Actualmente, la copa puede estar fabricada de látex, silicona médica o TPE


(Elastómero termoplástico), aunque los dos últimos materiales son los más
habituales, esto dependerá de la marca. Al estar hecha de estos productos, no
seca las paredes de nuestro cuerpo, no araña ni deja restos en el interior del
cuerpo y tampoco produce irritaciones ni alergias ya que no contiene productos
químicos.

¿Por qué usar una copa menstrual?

La copa menstrual es un producto que conecta a la mujer con su cuerpo, su


menstruación y el medio ambiente.

1.- Mayor libertad, comodidad y seguridad

La copa menstrual te hace sentir libre porque pareciera que no tuvieras nada
puesto, es invisible para los demás, no crea un bulto como una toalla sanitaria, de
manera que podrás vestir ropa ajustada y colores claros, además de que la copa
no es pesada, olorosa y calurosa.

2.- Previene infecciones vaginales

Las toallas sanitarias y los tampones son contaminados por sangre, orina y
excremento que mantienen caluroso y húmedo el orificio vaginal, ocasionando el
crecimiento de bacterias y el desarrollo de infecciones. En cambio, la copa
menstrual favorece la ventilación adecuada de la zona íntima, impide las
complicaciones anteriores y asegura una adecuada higiene intima.

3.- Más barato a largo plazo

Por alrededor de $600 MXN ($30 USD), vas a poseer un producto que dura 10
años. Un mes de toallas sanitarias y de tampones cuesta al menos $60 MXN ($3
USD). Por lo que, en menos de un año comenzarás a ver ahorros.

4.- Protege el medio ambiente


Al utilizar una copa menstrual tomas acción para la lucha de un planeta limpio y
sano.

5.- Conocerás mejor tu cuerpo

Al ser manipulada la copa con los dedos, tendrás la oportunidad de conocer la


anatomía de tu vagina, la consistencia, olor y fluido de tu sangre. Lo cual permitirá
detectar oportunamente algunas alteraciones en tus órganos genitales.

En conclusión, podemos decir que cada día las mujeres buscan alternativas y
condiciones que les permita vivir su menstruación dignamente, sin generar
impactos negativos en su salud, economía, medio ambiente, y sobre todo en el
pleno desarrollo de su proyecto de vida a nivel individual y colectivo.

La copa menstrual es una alternativa en el manejo de la higiene menstrual, dentro


de la amplia gama de productos que son usados durante la menstruación y
debemos verla como una tecnología que resulta ser efectiva a nivel social, y una
alternativa competitiva de higiene femenina, la cual además se encuentra en
sintonía con el medio ambiente y la economía de la mujer, pese a que idealmente
debería llegar de todos los niveles socioeconómicos, en diferentes regiones de
planeta.

Aunque el tamaño de consumidoras de la copa menstrual aún es pequeño, la


mayoría de ellas no se arrepienten de haberla comprado y este consumo ha
aumentado gracias al acceso a la información, el atreverse romper tabúes y
prejuicios, y el aumento de experiencias compartidas entre mujeres. Si se le da
una mayor difusión a este producto su mercado crecerá.

La idea de crear una copa menstrual surgió debido a que me inscribí a clases de
natación, puesto que nos explicaron que a pesar de estar menstruando debíamos
ir a tomar la clase y que la única manera de poder ingresar al agua sería haciendo
uso de un tampón o en su defecto una copa menstrual. Este hecho llamó mucho
mi atención pues personalmente jamás había usado ninguno de esos productos
de higiene femenina, es así entonces que por curiosidad comencé a investigar
sobre cual era la mejor opción y al comparar ambos productos tanto por la parte
económica y la parte ambiental, pude darme cuenta que sin duda una copa
menstrual es por muchos factores una buena opción para las mujeres, no solo
para las que realizamos alguna actividad física sino también en general para
cualquier mujer. Entre los factores que quiero destacar se encuentra que reduce el
impacto ambiental, ya que no genera residuos y su durabilidad es de alrededor de
10 años; el segundo factor, es que el costo de una copa actualmente en el
mercado asciende entre los 500 y 700 pesos dependiendo de la marca, lo cual nos
podría resultar algo costoso pero si hacemos cuentas de lo que gastamos mes con
mes en toallas higiénicas o tampones podremos notar que a la larga nos sale más
caro, por lo que la compra de una copa menstrual sería una inversión que nos
dará un ahorro mayor en un futuro.

Para poder llevar a cabo esta idea necesitaremos:

 Conseguir proveedores de silicona médica


 Desarrollar distintos moldes para poder fabricar las distintas tallas
 Conseguir el permiso de salud y el de Cofepris
 Rentar un laboratorio para la fabricación
 Rentar un local para la venta y distribución del producto

La inversión inicial asciende a $200,000.00 para la primera producción de 180


copas. El precio de venta será de $550 para poder ser competitivos.
Bibliografía

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