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Arquitectura vegetal

Estado del arte


La arquitectura vegetal surge como opción para reinterpretar las construcciones citadinas e
integrar elementos naturales que nos permitan sentirnos en contacto con espacios naturales,
modificando la imagen a la que estamos acostumbrados ver en urbes construidas con
materiales prefabricados, estructuras homogéneas y colores similares en todas partes.
Además, es una excelente opción para convertir el exceso de dióxido de carbono en
oxígeno y mejorar nuestra salud. Te contamos sus orígenes y sus características, para que
identifiques la arquitectura vegetal.
Algunas de las más antiguas evidencias de arquitectura vegetal tienen más de 500 años.
Esto se puede comprobar con los puentes construidos por los War-Khasis —una tribu de
Meghalaya localizada en la India— con ayuda de troncos de palma de areca, cortados por la
mitad y huecos. Con ellos creaban una plataforma rígida atravesando el cauce para servir de
guía a las raíces hasta la orilla opuesta. Al entrelazar una firme estructura creada por raíces
vivas que con el paso del tiempo se fortalecen, crecen y son capaces de soportar el peso de
50 personas a la vez; los pobladores de la tribu esperaban de 10 a 15 años para que el
puente fuera totalmente funcional. (Iglesias, 2020).
Ventajas de la arquitectura vegetal
Bajar las temperaturas, convertir el exceso de dióxido de carbono en oxígeno, humidificar
las estancias o aislar los edificios frente a agentes climatológicos externos son algunas de
las ventajas conocidas de este tipo de arquitectura, que ofrece además otros beneficios
como “detectar dentro del sitio donde uno vive habitualmente el transcurso del tiempo y de
la naturaleza, cosa que en las ciudades no pasa “, ha precisado Fernández.
Otras cualidades destacables de este tipo de construcción implican el no sellado del suelo,
su utilidad como filtro para el agua y la absorción de contaminantes así como de soporte
estructural y, al tratarse de elementos vivos, una estética característica que rompe con la
habitual apariencia de inmovilidad urbana.
En realidad, la vegetación ha sido parte de la arquitectura “desde sus orígenes, cuando el
hombre se hizo sedentario, o incluso antes, pues las cabañas primitivas ya eran un
ensamblaje de troncos, ramas y hojas”, ha añadido García, quien define la arquitectura
vegetal como un conjunto entre nuevas tecnologías y técnicas tradicionales que utiliza las
plantas como elementos constructivos.
Materiales vivos
Los materiales utilizados van “más allá de la madera”, ya que se puede emplear corcho,
paja, algas, plantas vivas que forman cubiertas y fachadas, estructuras con árboles y otras
especies leñosas o incluso puentes colgantes a partir de raíces.
Por ello, los arquitectos que se deciden por desarrollar esta técnica suelen trabajar “como
directores de orquesta” con botánicos y científicos que les asesoran en cuanto a las
características específicas de las plantas, si bien es cierto que “en arquitectura, hay que ser
lo suficientemente modesto como para dejarse aconsejar por muchos otros profesionales”.
Mantenimiento
Sin embargo, “como todo, no puede tener sólo ventajas” y algunos edificios que incorporan
plantas vivas necesitan productos anti raíces o insecticidas, pues “muchas de las plantas que
se utilizan evolucionan a lo largo del tiempo, ya sea por ataques de insectos, por búsqueda
de agua…, son circunstancias que tienen que evaluarse a la hora de diseñar”, ha explicado a
EFEverde Pesqueira.
Es un sistema de construcción distinto en el que se tienen que seguir unas determinadas
reglas de juego”, según Pesqueira.
Para Calleja, la máxima de este tipo de arquitectura es “aprender de los procesos que
ocurren en la naturaleza y utilizarlos en nuestro propio beneficio” puesto que hoy día
existen materiales vegetales que “tienen características mejores que otros muchos
elementos industriales como el plástico”.
Coste ecológico sobre el económico
Según coinciden los expertos que han participado en la publicación del libro, “quien se
decide por este tipo de arquitectura prima el coste ecológico al económico”, pues, a pesar
de que los materiales puedan ser más baratos si son autóctonos, el mantenimiento de estas
construcciones suele tener un alto precio.

Estas edificaciones, además, pueden considerarse integradas dentro de la economía circular


puesto que, “al ser más vulnerables y efímeras, a lo largo de los años desaparecerán y
renacerán con otras formas”, ha subrayado Fernández. (Zafra, 2018)
Cantidad de CO2 capturado por especia de planta
Cantidad de carbono capturado por plantas trepadoras de las especies Pentalinon luteum y
Clitoria ternatea utilizadas en la construcción de muros vegetados. En la primera la raíz y el
tallo capturan más CO2 (60% y 25%, respectivamente), mientras que en la Clitoria ternatea
el tallo y la hoja capturan más de este contaminante (44% y 26%, respectivamente). En
promedio, la especie Pentalinon lutem captura 471.38 g de CO2 durante un año y medio, la
especie Clitoria Ternatea captura (263 g de CO2) en seis meses. La relevancia de este
estudio radica en la cantidad de CO2 capturado por especies de trepadoras recomendables
en fachadas vegetadas. (Carbaja Avila, Rodríguez Gonzales, ÁVila Caballero, Rodríguez
Herrera, & Hernández Cocoletzi, 2017)

Bibliografía

Iglesias, M. (2020, 24 agosto). Qué es la arquitectura vegetal. AD Magazine México y

Latinoamérica. Recuperado de https://www.admagazine.com

Zafra, A. (2018, 26 diciembre). Arquitectura vegetal para renaturalizar las ciudades y

mejorar la salud. Recuperado 11 de noviembre de 2021, de

https://www.efeverde.com/noticias/arquitectura-vegetal-salud/

Carbaja Avila, J., Rodríguez Gonzales, A. A., ÁVila Caballero, L. P., Rodríguez Herrera,

A. L., & Hernández Cocoletzi, H. (2017, agosto). Captura de carbono por una

fachada vegetada. Acta Universitaria. https://doi.org/10.15174/au.2017.1388

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