Está en la página 1de 7

Universidad Experimental Simón Rodríguez

Ministerio Popular para la educación superior


Administración Mención Mercadeo
1° semestre sección 0122

Estado Actual de La escuela y nuevo establecimiento de ella (1794)

Alumnos:
Díaz Charin. C.I. 26.634.915
Guevara Paul C.I.
26.671.605
Lara Karol. C.I.19.298.700
Martins Bárbara C.I.
30.195.472
Martínez Rubén. C.I.
28.571.811

Valencia, 2022
La reflexión sobre las escuelas de Primera Letra de Caracas y medio de lograr
su reforma por un nuevo establecimiento y reflexión sobre el Estado actual de la
escuela, como maestro titular de la escuela de primeras letras de Caracas,
Simón Rodríguez presentó a consideración al Cabildo de Caracas el 19 de mayo
de 1794.

El informe se discutió en el Cabildo extraordinario el 20 de julio de ese mismo


año. El cual es aprobado.

Para la época se podía notar las limitaciones a la que se reducía y la escasez


con que se sostiene para conocerlo. Los objetivos son los más dignos de
alabanza, los más interesantes eran los niños para recibir las mejores
impresiones y hacerlos capaces de desarrollarse con los empresarios. Para la
Ciencias, arte, comercio, que no contarán con limitaciones para desempeñar
cualquier labor que les colocarán.

Muy poca de las personas conocían de su utilidad, para entonces las cosas
buenas se desechaban, por la ignorancia, se obligaba a sustituir las escuelas
con un particular para los estudios privados o personalizados, sin embargo no
eran personas que estuvieran la autonomía de saber del tema a profundidad,
cada uno tenía reglas y principios distintos. Igualmente sostiene en el cuarto
reparo que al Maestro de Primeras Letras le toca la peor parte de la vida del
hombre; no por su travesura, por su complexión, ni por su distracción, sino por
la demasiada contemplación e indulgencia que goza en esa edad. Si ésta se
dispersase racionalmente por los padres como es debido, nada habría que
decir, pero sucede al contrario regularmente.
Son pocos los hombres que después de desimpresionarse han corregido con
cuidado los abusos que seguían, lo primero por que son raros los que después de
una edad madura se hallan libres de alguna carga del estado para dedicarse a él.
Lo segundo porque se necesita gusto natural para emprender y este no lo saca
todo, el que no tiene, ve con indiferencia el asunto; y cómo encuentra a cada paso
tantos ejemplares idénticos de su mala letra y que se gobierna con ella; la
aritmética era importante para entonces y se valían de otras direcciones de su
interés para desecharla.

Algunos labradores, artesanos y personas común, les bastaba con saber firmar, no
era un defecto notable, realizo mucho desprecio en cuestión del tema de las
escuelas, las enseñanzas y las personas que pudieran impartir las cátedras de
manera adecuada, preferían suprimir la escuela por personas de bajo intelecto y
dejar los niños con tiempo de ociosidad.

Los artesanos admitían a los niños de más bajos recursos para enseñarlos a leer y
escribir mientras trabajas, estas personas no podían acceder a las enseñanzas, se
hablaba de sus bondades y buenas acciones por tener la iniciativa de impartir la
enseñanza a los niños de más bajo recurso mientras atendías sus labores.
Los castigos contra los niños eran fuertes y desmedidos, los métodos irregulares
eran reglas para colocar a los hijos de las personas con posibilidades para
costearlas.

En el reparo quinto establece que “cualquiera cosa es suficiente y a propósito para


ella”. En tal sentido afirma que “la desgraciada suerte que ha corrido la escuela en
tantos años, la ha constituido en la dura necesidad de conformarse con lo que han
querido darla”. Al mismo tiempo que en el sexto señala que “se burlan de la
formalidad de la Escuela, y su preceptor es poco atendido”.
Dentro de su nuevo establecimiento está relacionada a las estructuras de las
escuelas, como el tamaño de las escuelas y su distribución en la ciudad. Rodríguez,
propone que se creen cuatro escuelas, una cada feligresía, atendida por un maestro
y tres pasantes. Uno de estos maestros, estará a cargo de los asuntos
administrativos y pedagógicos con el fin de lograr en ellas uniformidad.

En cuanto a la distribución la de idea de Rodríguez era dividir una escuela en cuatro


escuelas pequeñas de una sola aula y en diferentes partes de la ciudad, esto es
para que sea fácil la concurrencia.

Rodríguez creó una forma de que las escuelas con el apoyo de todos los que la
conforman, era que todos los niños cuyos padres tengan comodidad aunque
mediana, deberán exhibir mensualmente cuatros reales de plata y los pobres dos y
así poder sustentarse por sí sola.
El establecimiento de las escuelas de primeras letras tiene como fin, suplir las fallas
en esta parte, ya sea por ignorancia o porque las ocupaciones que realizan no se lo
permite. Es pues necesario distribuir en varias partes la enseñanza para que sea
fácil la concurrencia.

En las constituciones indican que 4 maestros de números y 12 pasantes formarán el


cuerpo de profesores de primeras letras en esta capital y llevarán todo el peso de las
escuelas, uno de los 4 maestros propuestos será el director o regente de las
escuelas y servirá para su propia persona la principal.

Fijará el método a todas, tendrá un conocimiento individual de lo que se practiquen


en ellas y las visitará sin anticipación, de este modo se logrará la formalidad que
debe haber en las escuelas, y se impedirá el manejo que hacen con ellas los
artesanos y mujeres. Las escuelas de primeras letras constan de muchos ramos y
cada uno necesita de estudio separado y continuo.

Estará pendiente sobre la conducta de los maestros subalternos y procurará que


desempeñen con fidelidad sus encargos, elegirá los pasantes y los agregará a las
escuelas, los maestros subalternos servirán las escuelas a que se les destine bajo
las órdenes del director. A cada escuela el director asignará 3 de los pasantes
numerarios. Los maestros tendrán la obligación de instruirlos en toda lo concerniente
al servicio y hacerlos capaces de sus obligaciones para que la desempeñen con
arreglo a la constitución.

El día último de todos los meses deberán los maestros pasantes y aficionados,
presidiendo el director, juntarse en la escuela principal, el tratar sobre lo que cada
uno haya observado, quedarán de acuerdo para lo que deben practicar en el mes
siguiente. A este efecto habrá un libro foliado y rubricado por el director, y en él se
escribirán todas las consultas y providencias que se dieren, autorizándose con las
firmas de todos. El encabezamiento de este libro debe ser la nueva constitución,
régimen y método de las escuelas, para tener un principio seguro en qué fundarse, y
una noticia ordenada de las materias que deben tratarse. Vendrá a ser esta con el
tiempo una obra de mucha utilidad para las escuelas, porque se tendrán a la vista
desde sus principios y se formará una colección de buenos discursos y noticias que
ilustren a los que hayan de seguir en su gobierno.

La visita mensual que debe hacer el director a las escuelas, no se dirigirá solamente
a reparar en el método, economía y conducta que observan los maestros, sino
también a revisar cuidadosamente los muebles que servirán en ellas. Los maestros y
pasantes deberán cuidar de sus respectivas escuelas especialmente en las noches
para precaverlas del robo.

El modo de incorporar los discípulos en las escuelas le toca privativamente al


director, y por su impedimento al maestro más antiguo, solo los niños blancos
podrán ser admitidos y esto lo harán constar presentando la certificación de su
bautismo al acto de la matrícula. Para hacerla, tendrá el director un libro con buen
orden y aseo en él exnresará con claridad el nombre de cada discípulo, su edad y
complexión, y los conocimientos que trae según resulte el examen que harán de
ellos, luego los asignará a las escuelas de sus parroquias con papeletas.

Al maestro para que los incorpore y aliste desde aquel día, les prevenga sus
obligaciones y los coloque en el lugar que le correspondan.
En las pensiones y su aplicación todos los niños cuyos padres tengan comodidad
deberían exhibir mensualmente 4 reales de plata y los pobres 2, esto deberá
cobrarlo cada maestro el último día de cada mes y en el mismo entregarlo al director
que será el depositario. Con este dinero ocurrirá: A los gastos comunes de papel,
tinta, etc, a la construcción de muebles de todas las escuelas y a la gratificación de
los pasantes.

En los gastos comunes los padres deben dar a sus hijos cuantos necesiten para
aprender, y de esta obligación, no puede eximirse, sino hallando quien por favor se
lo tome. Un niño que conduce diariamente de su casa a la escuela los libros, tintero,
plumas etc, corre con la compra de esto mismo no puede menos que estar escaso
de lo necesario, corriendo los maestros con esta economía nada les faltará, tendrán
todo a la mano, lo usaran con aseo y propiedad, se eximirán sus padres de este
cuidado, y les costará poco dinero, para esto se señalan los dos reales mensuales.

Para los libros deberá maneiarse de distinto modo estos no se encuentran aquí y
aunque se encontrase cuestan mucho. El medio de lograr para la nuestra un
surtimiento completo, haciendo venir los mejores ejemplares, es el de tener el
director correspondencia en Madrid. El costo de libros, sus fletes y derechos los
pagará del fondo, y lo demás que toca a la correspondencia de su bolsillo por
dirigirse este pasó al mejor desempeño de su encargo.

En las horas señaladas para el ejercicio de las escuelas se indicó que iban a ser tres
horas por las mañanas contadas desde las ocho hasta las once de la mañana, y por
la tarde las mismas tres horas contadas desde las tres hasta la seis de la tarde.

Para logar la puntual asistencia será del cargo de los pasantes convocar los niños a
sus escuelas y de estas a sus casas, con esto se hacen a los niños tres beneficios y
se ocurre salvarlos de cinco peligros, los beneficios consisten en hacerles una
completa enseñanza comenzando a sus horas las escuelas, en precisarles a llevar
en las calles un aire de modestia y sosiego ya que observen los preceptos de
cortesía con sus superiores, iguales e inferior y por último en que no dejen de asistir
porque no tengan sus padres quien los dirija si son tiernos.
Los peligros de que se salvan son: De que se mezclen con quien puedan
pervertirlos, de que se profuguen, de que se vicien en el juego, de que riñan o los
insulten y por último de que pierdan el tiempo inútilmente.

También podría gustarte