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analisis

jueves, 8 de diciembre de 2016

EL SEXTO
ANÁLISIS LITERARIOS DE "EL SEXTO"

AUTOR: Jose Maria Arguedas

GÉNERO LITERARIO: Narrativo

ESPECIE: Novela

ÉPOCA: Siglo XX

ESCENARIO

Prisión de Lima

PERSONALES PRINCIPALES

1. Gabriel
2. Alejandro Camac
3. Juan
4. Francisco Estremadoyro
5. Maravi
6. Puñalada
7. Rosita
PERSONAJES SECUNDARIOS 

1. Luis
2. Pedro
3. Torralba
4. El Clavel
5. El Pianista

RESUMEN
La novela empieza con el ingreso del joven Gabriel a la prisión de El
Sexto, en pleno centro de Lima, donde oye los cánticos de los presos
políticos: los apristas cantan a todo pulmón «La marsellesa aprista» y
los comunistas el himno de «La Internacional». Gabriel es un estudiante
universitario involucrado en una protesta contra la dictadura que rige al
país y por ello es conducido al pabellón destinado a los presos políticos,
situado en el tercer piso del penal. Es introducido en una celda, que
compartirá en adelante con Alejandro Cámac Jiménez, un sindicalista
minero de la sierra central, preso por comunista.
Cámac se convierte para Gabriel en el guía y consejero en ese
submundo donde se encuentra «lo peor y lo mejor del Perú». La cárcel
está dividida en tres niveles: en el primer piso se encuentran los
delincuentes más peligrosos y prontuariados ; en el segundo están los
delincuentes no avezados (violadores, ladrones primerizos, estafadores,
etc.) y en el tercero se encuentran, como ya queda dicho, los presos
políticos. Gabriel va conociendo uno por uno a los presidiarios. Pedro es
el líder de los comunistas y Luis el de los apristas; estos últimos son los
más numerosos (más de 200, frente a 30 comunistas). Destacan
también el aprista Juan o «Mok’ontullo» y el comunista Torralba. Otros
«políticos» como el «Pacasmayo» y el piurano Policarpo Herrera se
consideran apolíticos y aducen estar en prisión por venganzas
personales. De entre los delincuentes del piso inferior Gabriel conoce a
los que son los amos del Sexto: Maraví, el negro Puñalada y el Rosita,
este último un travestido. Otro grupo lo conforman los vagos, algunos
de los cuales son pintorescos, como el negro que enseña su pene,
«inmenso como el de una bestia de carga», a cambio de diez centavos;
pero otros son verdaderos espantajos humanos, víctimas de la burla y el
sadismo de los más avezados, como el Pianista, el Japonés y el Clavel.
Lo ocurrido en torno a Clavel ejemplifica en su máxima expresión el
horror carcelario. Clavel es un muchacho homosexual quien luego de ser
violado por los presos, es encerrado por Puñalada en una celda
obligándolo a prostituirse, todo ello con la complicidad de los guardias y
las autoridades penitenciarias. Clavel termina por enloquecer.
Otra escena nos permite conocer el alma bondadosa de Gabriel. Cuando
el Pianista agoniza en el pasillo víctima de los maltratos sufridos,
Gabriel, con ayuda de «Mok’ontullo», lo recoge, lo regresa a su celda y lo
abriga con su ropa. Inesperadamente se acerca el Rosita ofreciendo
ayuda y protección al Pianista. Pero éste aparece muerto al día siguiente
y algunos presos acusan a Gabriel de ser responsable de su muerte,
presumiendo que las ropas que le regaló habían atraído la codicia de los
vagos quienes en el forcejeo para quitárselas lo habrían ahorcado. Esto
provoca una disputa entre apristas y comunistas; los primeros acusan a
los segundos de provocar el incidente, para enredar a «Mok’ontullo» con
Rosita, y así ensuciar la trayectoria de quien era considerado como la
esperanza del partido, por su juventud y entusiasmo. Este incidente
provoca una serie de discusiones entre los militantes de cada partido.
Los apristas se consideran los verdaderos representantes del pueblo
peruano y acusan a los comunistas de estar al servicio de Moscú; por su
parte, los comunistas acusan a los apristas de ser intrigantes y actuar
solo como instrumentos de la clase oligárquica para frenar la revolución
auténtica. Ante tal discusión, Gabriel no tiene reparos en decir
abiertamente que no comulga con ideologías y disciplinas politizadas
que, según él, limitan la libertad natural del ser humano. Los demás
comunistas le responden que es un idealista y soñador, y que le faltaba
compenetrarse más con la doctrina del partido.
Mientras tanto, el Clavel continua siendo prostituido en su celda, lo que
conmueve y repugna a los presos políticos. El más afectado es
«Pacasmayo», quien para colmo es presa de una extraña enfermedad
que le hace enrojecer el rostro, ante la indiferencia del médico de la
prisión, quien se limita a decirle que solo es un mal pasajero. El piurano
también demuestra abiertamente su aversión hacia todos los actos
homosexuales y de violencia sexual que se practican en la cárcel. Los
líderes de los presos políticos se ponen de acuerdo y solicitan una
entrevista con el Comisario del penal; asimismo le envían un petitorio
donde exigen que se ponga fin al tráfico sexual y se trasladen a otra
prisión al Puñalada, Maraví y Rosita. Firman la solicitud Pedro, Luis y
Gabriel (este último en nombre de los universitarios e independientes).
El Comisario llama a todos ellos a su despacho; luego de leer el
petitorio, lo rechaza iracundo, aduciendo que la cárcel era precisamente
para eso, para que los presos se jodieran entre ellos, y que debían estar
más bien agradecidos los políticos de que no fueran encerrados en el
primer piso, lo cual sería, según él, el verdadero castigo, por traidores a
la patria. Luis y Gabriel no se contienen y responden digna y
airadamente; ante lo cual el Comisario llama a los guardias y ordena que
los golpeen y los devuelvan a sus celdas.
Poco después fallece Alejandro Cámac en brazos de Gabriel. En los
últimos días su salud se había quebrantado y perdido la visión de un ojo.
Todos los políticos, apristas y comunitas rinden homenaje a quien
consideran un gran luchador social. Pedro da un vibrante discurso. El
cadáver es sacado y los presos lo despiden cantando a toda voz sus
himnos respectivos. El teniente es enviado a acallar a los presos, pero
no logra su cometido. La muerte de Cámac coincide con la del Japonés,
víctima del hambre y los golpes; ambos cuerpos son sacados del penal
en el mismo camión.
Otro suceso que conmueve a Gabriel es el ocurrido en torno a Libio
Tasaico, un muchacho serrano y sirviente, de 14 años, quien llega a la
cárcel acusado por su patrona de robarle una joya costosa. Esa misma
noche Puñalada y otros negros violan al muchacho, quien amanece
llorando desconsoladamente. Gabriel trata de calmarlo; lo lleva a su
celda y le cuenta sobre la vida de su pueblo situado también en las
serranías, donde los hombres son valientes y no lloran a pesar de
latiguearse en las festividades patronales. Libio siente entonces alivio al
encontrar a una persona que le habla con el idioma del corazón. Poco
después la patrona del muchacho avisa que ya encontró la joya perdida
y pide que le entreguen a Libio, pero éste no quiere regresar donde ella.
Gabriel le convence entonces para que se vaya de la prisión y lo despide
afectuosamente, dándole la dirección de un amigo donde lo alojarían y
darían trabajo.
Este último incidente convence a Gabriel que el negro Puñalada debía
morir y pide al Piurano que lo asesine. El piurano promete hacerlo y se
consigue un enorme cuchillo. Una noche, Gabriel escucha los gritos de
Pacasmayo; al asomarse por la baranda, lo ve arrojarse desde lo alto
contra las rejas de la celda del Clavel, rompiéndose el cuello. No
repuesto de la impresión, al poco rato Gabriel escucha al Puñalada
gritando de dolor y lo ve desplomarse sangrando, con un enorme corte
en el cuello. Gabriel cree al principio que es obra del piurano pero éste
se acerca y le asegura que otro se le había adelantado. El teniente, el
cabo y los guardias irrumpen y encuentran al negro exhibicionista con
un cuchillo en la mano; asumen que es el asesino del Puñalada y lo
arrestan. También llevan como testigos a Gabriel y al piurano; Gabriel
cuenta a los policías que Pacasmayo se quitó la vida al no poder
soportar el abominable espectáculo del muchacho prostituido, pero el
cabo supone que el motivo más probable sería un sentimiento de celos
por el maricón, lo cual indigna a Gabriel y al piurano. Ambos son
devueltos a la cárcel, pero cuando atraviesan el patio se les acerca «el
Pato», un inspector, quien pistola en mano amenaza al piurano y lo
insulta, llamándolo cholo asqueroso. «El Pato» era un soplón o delator al
servicio del gobierno y como tal odiado por los presos políticos; el
piurano no soporta la ofensa y con un movimiento veloz saca su cuchillo
y le da un tajo en el cuello. «El Pato» se desploma muerto ante la
estupefacción de todos. Gabriel sube al tercer piso y anuncia a toda voz
el suceso; todos celebran y dan vivas al piurano. El relato termina
cuando, al amanecer siguiente, Gabriel despierta al escuchar una voz
que llamaba a los presos desde la puerta de la prisión, imitando al
Puñalada. Era un negro joven, que relevaba así al amo fallecido.

TEMA

La denuncia del horror carcelario, las experiencias del estudiante


universitario Gabriel. En este lugar será testigo de las injusticias y
demás aberraciones que se cometen dentro de una prisión, como el
dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte.
VOCABULARIO

1. Zancadilla.- Acción de cruzar una pierna con las de otra persona para
que esta tropiece y caiga
2. Vitupear.- Criticar con mucha dureza o reñir a una persona.Tiznar.-
Manchar una cosa con tizne, humo, hollín o ceniza:
3. Sémola.- Trigo candeal sin corteza.
4. Granate.- Mineral formado por un compuesto de hierro, aluminio y silicio
cuyo color más frecuente es el rojo oscuro
5. Petulancia.- Cualidad de la persona petulante
6. Indultos.- Perdón total o parcial por parte de la autoridad competente de
la obligación de cumplir una pena que tiene una persona porimposición
de un juez o un tribunal.
7. Embrollo.- Asunto o situación difícil de resolver, especialmente si va
acompañado de alboroto.
8. Mole - Corpulencia o bulto grande.
9. Marsellesa - Himno nacional francés adaptado a la ideología Aprista.
10. Galpón - Cobertizo grande con paredes o sin ellas.
11. Acogotado - Matar con una herida o golpe dado en el cuello.
12. Estupro - Coito con persona mayor de 12 y menor de 16,con engaño o
violencia.
13. Cosmopolita - Que considera todos los lugares del mundo como patria
suya.
14. Faramalla - Persona mentirosa o embustera.
15. Trapiche - Molino para extraer el jugo de la aceituna o la caña de azúcar.
16. Imperialismo - Actitud de quienes practican de un país sobre otro u otros
por medio de la fuerza.
17. Gamonal - Persona que en un grupo ejerce un poder abusivo.

MENSAJE

Arguedas define a "El Sexto" como una escuela del vicio, pero a la vez
como una escuela de generosidad. Y es que en ese lugar el escritor
encontró lo peor que la sociedad ha parido pero a la vez la esperanza de
quienes luchaban por cambiarla, sufriendo no solo la privación de la
libertad sino torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas
disputas doctrinarias que se dan entre los presos políticos, existe
ideales comunes que en determinados momentos hermana a todos
ellos: la lucha contra una dictaduratotalitaria y el deseo por implantar en
el país la justicia social

Unknown en 14:22

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