El autor cuestiona si tiene sentido planificar y
establecer una estrategia en un entorno
empresarial tan convulso como el actual. Se
argumenta que tener una visión clara de a dónde se
quiere llevar a cabo la organización es importante
para reducir la incertidumbre, pero también se
reconoce que predecir el futuro en los tiempos
actuales es complicado.
Reflexiona sobre la diferencia entre la
planificación estratégica y el pensamiento
estratégico, y destaca la importancia de compartir
la razón de ser y la cultura corporativa de la
empresa. Invita a reflexionar sobre la necesidad de
hacer las preguntas adecuadas y encontrar un
equilibrio entre la planificación y la adaptabilidad
en la gestión empresarial.
El artículo trata sobre cómo la realidad a
menudo puede hacer obsoletos los planes
estratégicos de una empresa, y cuestiona la
división tradicional del trabajo en las
empresas, donde la alta dirección analiza y
planifica, el personal de base ejecuta y los
mandos medios realizados el control.
La división tradicional del trabajo puede ser
válida para algunas empresas, pero no para
otras, especialmente en la actualidad donde la
innovación y el talento son claves para el éxito
empresarial. Se destaca la importancia de
implicar a todo el talento de la organización en la
planificación estratégica, y cómo esto puede
fomentar el compromiso y la innovación.
Las claves del crecimiento económico son la
¿TIENE tecnología, el talento y la tolerancia. A menudo,
las empresas tratan a sus empleados como un
SENTIDO recurso productivo y no como personas
inteligentes. Para atraer talento, es importante
permitir que las personas se desarrollen,
PLANIFICAR? participen e impliquen en la empresa.
MANUEL SEVILLANO BUENO
La planificación estratégica tradicional puede no
ser tan efectiva para atraer talento como el
pensamiento estratégico, el ejemplo de Irizar,
una empresa que ha logrado crear una fuerza de
trabajo autogestionada y autónoma, como
modelo para este enfoque. Las empresas deben
compartir su visión y objetivos con los empleados
para crear un sentido de propósito compartido.