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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA

INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES

COLEGIO UNIVERSITARIO DE REHABILITACIÓN “MAY HAMILTON”

PNF FISIOTERAPIA- TRAYECTO 1- SECCIÓN Q

ANÁLISIS CRÍTICO IMPORTANCIA DE LA DIMENSIÓN SOCIAL

EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Integrantes:

Jurado Sofia V-30.154.217

Rivas Jimberly V-27.377.714

Rivas Luis V-16.564.590

Rodríguez María V- 26.272.071

CARACAS, OCTUBRE 2022


INTRODUCCIÓN

El proceso de sociabilización nace como un mecanismo de adaptación


del ser humano, ya que llegamos al mundo como una criatura desprotegida, solo por
medio de la cultura puede llegar a exponer todas sus capacidades y gracias a estas
capacidades podemos realizar actividades exclusivamente humanas como, por
ejemplo: ir al colegio, casarse o tan simple como disfrutar una película.

En este sentido, el ser humano tiene la capacidad de pensar y hablar lo cual es


incentivado directamente por la cultura y la sociedad donde nacemos, estas dos
características son fundamentales en el proceso de socialización, ya que consiste
precisamente en el desarrollo de las capacidades neuronales, permitiendo adaptarnos a
la comunidad y así poder vivir en sociedad.

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El ser humano ya forma parte de una sociedad antes de nacer, debido a que su
nacimiento ya está condicionado por una variedad de aspectos sociales, que sin lugar a
duda sin ellos no pudiera sobrevivir, comenzando de que nace de otras personas y
requiere la presencia de otras personas para poder sobrevivir, hasta poder llegar a ser
un individuo independiente.

Pero no hay que desvincular el hecho de que muchas necesidades humanas


necesitan la interacción con otras personas para poder cubrirlas y es aquí donde la
persona es capaz de interiorizar la cultura de la sociedad donde nació para crear esos
vínculos e ir creando puentes comunicacionales que le permitan pertenecer y ser un
individuo dentro de la sociedad.

En este sentido, es importante conocer como la dimensión social favorece la


construcción del ser humano y para ello debemos entender que la sociedad se organiza
en torno a la interacción con otras personas, lo que va a depender de características
internas de cada individuo como por ejemplo el impulso genético o impulso natural
que posee cada persona en juntarse y crear sociedades que estas a su vez van a dar
origen a una cultura.

Interiorizar la cultura es un hecho que prepara al hombre para vivir con otros,
lo que conlleva a que este tenga que prestar atención a otro humano para poder
sociabilizar tener esa interacción afectiva con sus semejantes a través de la
participación en grupos y vivencias de diferentes experiencias sociales. Es por eso que
no puede existir un desarrollo humano si la persona es solitaria.

Por lo que, la construcción de la propia identidad es otros de los procesos


sociales básicos, en donde tener conciencia y la capacidad de entender la existencia de
otras personas conduce indudablemente a la adquisición de la idea de uno mismo,
identificando el significado de su propia existencia y la creación de un proyecto de vida
aspecto fundamental en la autorrealización.

En el proceso de la interacción con otros, la persona puede ser capaz de


diferenciarse de los demás y reconocer sus similitudes con ellos, lo que le permite tener

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sentido de su cuerpo y de su mente como algo que permanece a pesar de los cambios
que evidentemente va desarrollando durante su vida.

Asimismo, las personas se van vinculando con otras mediante el intercambio


continuo de acciones, lo que implica el desempeño de roles, lo cual se va ajustando al
comportamiento de cada uno.

Dada la importancia de este intercambio se hace necesario comprender que hay


características bien determinadas del proceso de socialización, en donde una de las
principales es el aprendizaje de patrones culturales, aquí intervienen los patrones y
las conductas que son aceptables en un determinado grupo social.

Otra característica es la interiorización, reflejado como todo lo que se ha


aprendido desde pequeño, pero desde el punto de vista de que el individuo asume por
sí mismo que las cosas deberían ser así, porque es la forma normal de hacerlo, ya que
todo el mundo lo hace así.

Por ello, debemos entender que al adoptar patrones externos que son impuestos,
hacen posible que la persona pueda relacionarse con su entorno, lo que implica la
última característica que es la estabilidad psicológica, la cual es consecuencia de la
integración de la cultura que rodea al individuo.

Pero esta cultura, como ya sabemos el proceso de socialización para el ser


humano permite que este puede pertenecer a una sociedad, pero desde una perspectiva
emocional y afectiva, el individuo aprenderá a canalizar y entender sus sentimientos
para disfrutar de ellos sí y solo si sabe cómo gestionarlos dentro de su cultura.

Sin embargo, durante la socialización existe un proceso que va en dos


direcciones, donde el primero está relacionado con que la cultura nos hace iguales, al
imponer a todo un grupo social una mismas creencias y patrones haciendo que todos
los miembros de ella se igualen, lo que produce que el individuo no tenga la capacidad
de elegir la forma concreta de ser humano que desea ser, entre todas las culturas que
existen, sino que es la cultura donde nace que lo obliga a forma parte de ella.

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Pero al mismo tiempo la cultura nos permite ser diferentes, ya que los roles que
marca el grupo social al que pertenecemos nunca se cumplen al 100%, debido a que
cada individuo lo interpreta a su manera, de acuerdo al punto de vista muy personal.
Esto obedece a que la propia cultura nos proporciona la capacidad de pensar sobre las
reglas sociales y poder tener un punto crítico sobre ellas.

Esto resulta un tanto paradójico, pues al juzgar la cultura que nos ha hecho
humanos, estamos cuestionando al mismo tiempo lo que nos constituye y nos hace ser
tal como somos.

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CONCLUSIÓN

Podemos resumir a rasgos generales que en definitiva la dimensión social es


super importante en el desarrollo humano, ya que formamos parte de ella desde mucho
antes de nacer, lo que implica una interacción continua del individuo dentro de una
sociedad, a menos que viviera totalmente aislado, pero eso no sucede.

Asimismo, podemos entender que la cultura y la naturaleza de cada persona son


dos dimensiones que se complementan, donde la naturaleza humana es lo que nos
define como seres humanos distintos a los demás seres vivos, y la cultura se opone al
instinto donde la curiosidad permanente permite realizar nuevos aprendizajes.

En definitiva, el individuo recibe una cultura común a los demás miembros de


su sociedad, pero él la interpreta desde su punto de vista particular, lo que hace posible
que ante el mismo patrón impuesto existan diferentes personalidades, pero al mismo
tiempo la cultura permite que las personas sean más libres, aunque también puede
recortar su libertad y ser represiva.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Enfermera virtual Barcelona (2009) dimensión social. WWW.infermeravirtual.com

Misterio, j. (2006) La naturaleza humana (madrina) espasa Calpe.

Zapata cano, Rodrigo. (2006) La dimensión social y cultura del cuerpo. (Vol. 20)
Botiquín de antropología. Universidad de Antioquia.

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