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En relación con los determinantes de la demanda, Brida y Scuderi (2013) identifican los
determinantes principales para impulsar el turismo interno en México; mismo que se
relaciona con variables como el ingreso, la educación y otras variables demográficas. En
este sentido, este tipo de aproximaciones se realizan bajo el enfoque teórico de la demanda,
utilizando variables de las dimensiones económica, social y demográfica.
De acuerdo con Nicolau y Mas (2005) la relación que existe entre la demanda turística y el
gasto turístico se relacionan con variables como los ingresos, los días de estadía, el origen
del turista, el tamaño del grupo, edad, estado civil, educación e imagen del destino. Por otro
lado, Abbruzzo et al (2014, citado en Brida y Scuderi, 2019) destaca la importancia de
variables como el tipo de alojamiento, el destino y duración de la estadía.
Posteriormente se realizará una regresión en función del tipo de hospedaje, en este sentido
las variables dependientes serán las haciendas, cabañas, hoteles, pensiones y Airbnb.
En tercer lugar, se realizará una regresión en función de las actividades propias de la ruta
como las degustaciones de comida, ganadería, degustación de pulque, visita de templos,
visita a la presa de Atlangatepec, visita al pueblo mágico de Tlaxco, viaje en globo
aerostático, visita a parques ecoturísticos y compras de artesanías.
Finalmente, se realizará un análisis en función de las actividades que esperan encontrar los
turistas, propias de las haciendas que son actividades de naturaleza, relajación, aventura,
cultura y gastronomía.
Es así como para la primera regresión, en función de características del visitante se obtiene
que:
Cuadro 1: Relación entre el consumo total, nivel de estudios, ingreso, tipo de
acompañamiento y edad.
En este caso, la regresión, muestra que entre mayor es el nivel de estudios, mayor es su
disposición a gastar, ya que, con un nivel de secundaria, el consumo aumenta 8%,
universidad 12% y posgrado 20%; las dos variables con mayor significancia son el nivel de
ingreso y los días de visita, por lo que comprueban lo dicho en la literatura.
Asimismo, se puede apreciar una relación negativa en la variable edad, lo que quiere decir
que, a mayor edad, menor es la disposición a consumir. En este sentido, los que están más
dispuestos a consumir son las personas jóvenes.
También se puede concluir que las familias son las que mayor disposición tienen a
consumir, dicha variable resulta significativa al 90%. Este hecho se confirma tanto con los
ayuntamientos como con los empresarios. De igual manera, se puede concluir que entre
mayor sea el número de días dentro de la ruta, mayor es la probabilidad de consumo, por
cada día adicional, esta probabilidad aumenta en 7%; siendo 3 días el promedio de visita.
En este sentido, la familia es el segmento que más se podría comenzar a impulsar.
Cuadro 2: Relación del consumo turístico y el tipo de hospedaje
Respecto a la relación del consumo en función del hospedaje, en haciendas están dispuestos
a gastar 1685 pesos aproximadamente, mientras que en hoteles 1921 pesos y en las
pensiones 2141 pesos, variables que resultaron significativas al 90%. Estos rangos se
encuentran dentro de los costos de las haciendas, sin embargo, no están tan bien
posicionadas como una opción de hospedaje a diferencia de los hoteles, por lo que la
promoción de las mismas es indispensable.
Finalmente, la relación del consumo respecto a las actividades propias de las haciendas nos
indica que las actividades culturales y de relajación son las más importantes en cuanto al
consumo, sin embargo, la oferta de actividades culturales representa la variable en la que
los consumidores están más dispuestos a gastar, 1537 pesos aproximadamente.