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Mariana Rendón
En el caso de la producción doméstica, suele ser un trabajo con poca tecnología e inversión
de materia prima o herramientas, así como también la fabricación periódica de la misma.
También existe la industria domestica qué, aunque se sigue produciendo en el hogar (en
mayores cantidades y de forma más frecuente) y este se comercializa fuera de él, que es
cuando empiezan a surgir los alfareros como especialistas del trabajo manual de las piezas,
con áreas de trabajo que involucra tecnología más especializada para trabajos de mayor
calidad y escala, que solían durar casi todo el año y tendían a comercializarse en los
mercados. Hasta finalmente llegar a las fábricas o industrias a gran escala con producciones
masiva de tiempo completo y una inversión de tecnología refinada y especializada que
respondiera a la alta demanda de las actividades productivas. La mayoría de los esquemas
cuasi-evolutivos en arqueología económica postulan una progresión directa desde la
producción doméstica individual para “uso propio” a través de talleres hasta la organización
de fábrica, con variantes especiales en situaciones particulares, como los gremios
medievales (Rice, 1987, 169p)
En cuanto a la distribución, también puede variar las formas y distancias que recorre la
cerámica. Estos sistemas resultan de gran interés para comprender las interacciones entre
los distintos grupos sociales como canales de difusión e intercambio. “El estudio de la
distribución de la cerámica implica, en primer lugar, identificar el origen de la vasija, ya
sea el taller o la región en la que se produjo, y en segundo lugar, examinar los
mecanismos por los que pudo haber llegado a su destino” (Sinopoli, 1991, 103p).
Este contacto puede ser comercial, regalos, o incluso imitaciones locales de mercancía
exótica, estas imitaciones pueden identificarse por técnicas químicas con estudios
microscópicos de materia prima y técnicas de construcción. En una región, la producción
cerámica puede usarse para saber dónde fueron producidas, vendido o comercializado
desde sitios de producción y como fueron transportados e intercambiado por los grupos de
comerciantes.
Para poder identificar el material cerámico, y por ende, su procedencia, a menudo implica
el uso de equipos especiales para implementar métodos de análisis para la disposición
atómica, como es el caso de los rayos X, los análisis térmico diferencial y espectroscopia.
Las primeras técnicas de análisis se enfocaron en las “petrografías”, dándole mayor
relevancia al relleno que a la arcilla, a través de métodos gravimétricos con láminas
delgadas y el análisis de metales pesados que resultaban en procedimientos muy largos.
Esto cambio en la década de los treinta, cuando Shepard, con un estudio a gran escala del
“análisis de láminas delgadas para descubrir los orígenes de la cerámica vidriada de Río
Grande, que demostraba las largas distancias a las que llegaba a comerciarse la cerámica
común” (Orton, Tyers, Vince. 1997, 33p); método que posteriormente se expandió y utilizo
en Norteamérica, y Europa.
Por otro lado, el estudio de la composición química y/o física, fue más tardía pero de gran
utilidad para la discriminación entre distintos grupos o “tipos” de cerámica. El uso de
técnicas como la espectroscopia por fluorescencia de rayos X (XRF) tuvo éxito durante el
análisis de cerámica monoica y micénica, así como también los análisis por activación de
neutrones aplicados a cerámica mediterránea y mesoamericana (Orton, Tyers, Vince. 1997).
Así mismo se han utilizado otras técnicas como la espectroscopia por emisión óptica
(OES), por absorción atómica (AAS) y por emisión de plasma inducido (IPC).
Aunque poder establecer tales rutas sigue siendo un reto para los arqueólogos motivado a
que no existe mucha información acerca de comercio especifico de la cerámica, sino que es
una cuestión de interpretación a partir de la documentación y registro de la movilización de
materiales o productos que obviamente debían transportarse en vasijas de este material.
Referencias
Orton C, Tyers P, Vince A, (1997). La cerámica en arqueología. Critica. Grijalbo
Mondadori. Barcelona, España
Rice, P. (1987). Pottery Analysis. A Sourcebook. The University of Chicago Press.
Chicago and London.
Sinopoli, C. (1991). Approaches to Archaeological Ceramics. Plenum Press. New York and
London.