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La esterilización es el proceso que destruye en los alimentos todas las formas de vida de
microorganismos patógenos o no patógenos, a temperaturas adecuadas, aplicadas de una
sola vez o por tindalización. (115 -130ºC durante 15 - 30 minutos). Si se mantiene
envasado el producto la conservación es duradera. El calor destruye las bacterias y crea
un vacío parcial que facilita un cierre hermético, impidiendo la re-contaminación. En un
principio consistía en el calentamiento a baño maría o en autoclave de alimentos
después de haberlos puesto en recipientes de cristal, como frascos o botellas
Ventajas de la esterilización.
Desventajas de la esterilización.
Tipos de esterilización.
Térmica.
Consiste en llevar al producto a temperaturas por encima de los 100 grados centígrados.
Que son temperaturas letales para la mayoría de microorganismos.
Ultrapasteurización
El tratamiento UHT (Ultrapasteurización), se realiza en intercambiadores de calor antes
del envasado. Este proceso resuelve los problemas de penetración del calor y permite
tiempos de calentamiento y enfriamiento muy cortos, a la vez que minimiza los cambios
no deseados en cuanto al sabor o a las propiedades nutricionales de los productos.
Alimentos enlatados.
El calor y un sello hermético permiten preservar alimentos seguros por largos periodos
de tiempo.
Hermeticidad: con forme el producto se enfría, se forma un sello al vacío dentro del
envase, el que impide que el aire re-ingrese a los envases y deteriore el alimento.
Limpieza de alimentos (frutas y verduras).
Antes del paso de lavado, y con productos que no toleren ser mojados, es fundamental
eliminar la suciedad superficial gruesa mediante limpieza en seco, ventiladores de
cepillado o aspiración (si el artículo lo tolera físicamente). Los siguientes pasos de
lavado reducen la suciedad superficial restante. Un lavado profundo mediante aspersión
de agua con cloro múltiples lavados son normalmente más eficaces que un lavado
mediante remojo.
Las características del producto determinarán la selección del equipo de lavado. Las
frutas blandas se lavan normalmente en cintas transportadoras que utilizan aspersores de
agua. Las frutas más sólidas, como los cítricos, manzanas y peras pueden lavarse en
dispositivos giratorios o mediante ducha con agua. Las hortalizas de raíces se limpian
normalmente con lavadoras de cepillos, que contienen cepillos giratorios cilíndricos.
Los cepillos tienen que limpiarse y desinfectarse a menudo, porque pueden convertirse
en vehículo para la propagación de los contaminantes. La limpieza por aire puede ser
eficaz para eliminar restos, suciedad suelta o materia extraña de productos muy
delicados.
Desinfectar significa tratar los productos limpios mediante un proceso eficaz para
destruir o reducir substancialmente las cantidades de microorganismos que
implican un riesgo para la salud pública, así como otros microorganismos no
deseados, sin afectar negativamente a la calidad del producto o su seguridad para
el consumidor.
Los agentes desinfectantes y sustancias químicas no son eficaces si los patógenos se han
introducido en el producto.