Está en la página 1de 2

LAS JIRAFAS

Érase una vez una hermosa familia de jirafas que vivía en las vastas llanuras de la
sabana africana. El papá jirafa, llamado Jamal, era conocido por su gran altura y su
elegante cuello. La mamá jirafa, llamada Amani, era conocida por su gracia y su
amabilidad. Y su pequeño hijo, llamado Kito, era un jirafita lleno de curiosidad y
entusiasmo.

La familia jirafa pasaba sus días pacíficamente, recorriendo la sabana en busca de


hojas verdes y jugando entre ellos con saltos y carreras. Kito siempre se maravillaba
al ver a sus padres alcanzar las hojas más altas y sabía que algún día él también
podría hacerlo.

Un día, mientras la familia se alimentaba en las orillas del río, Kito notó que había
un grupo de leones acechando cerca. Asustado, se acercó a sus padres y les contó
lo que había visto. Jamal y Amani, con su experiencia, sabían que era peligroso
acercarse a los leones, así que tomaron la decisión de alejarse y buscar otro lugar
seguro para alimentarse.

Durante su travesía, Kito comenzó a sentirse desanimado por su corta estatura en


comparación con sus padres. Les dijo: "Papá, mamá, ¿cómo podré alcanzar las
hojas más altas si soy tan pequeño?".

Jamal y Amani sonrieron amorosamente y Jamal respondió: "Querido Kito, la altura


no es lo único que importa. Recuerda que cada uno de nosotros tiene cualidades
únicas y especiales. Tú tienes una curiosidad y una energía sin igual, y eso te llevará
a lugares maravillosos".

Amani agregó: "Además, nunca olvides que siempre estaremos aquí para apoyarte
y ayudarte a alcanzar tus sueños. Juntos, superaremos cualquier obstáculo que se
nos presente".

Con estas palabras de aliento, la familia jirafa continuó su viaje por la sabana. Kito
se dio cuenta de que no importaba su altura, sino lo que llevaba en su corazón y la
confianza que tenía en sí mismo.

A medida que pasaba el tiempo, Kito descubrió que su pequeño tamaño era una
ventaja. Podía meterse entre la espesura de los arbustos y encontrar plantas
deliciosas que sus padres no podían alcanzar. Aprendió a ser ingenioso y a buscar
soluciones creativas para resolver problemas.
Un día, mientras jugaba en la sabana, Kito se encontró con una jirafa bebé que
estaba asustada y perdida. Usando su agilidad y su habilidad para moverse
rápidamente entre los árboles, Kito pudo guiar a la pequeña jirafa de regreso a su
manada.

Todos celebraron el valiente acto de Kito y reconocieron su inteligencia y habilidad.


Kito se dio cuenta de que, aunque era pequeño, tenía un papel importante que
desempeñar en su familia y en la comunidad de jirafas.

Desde ese día, Kito se convirtió en un defensor de los más pequeños y en un


ejemplo de valentía y determinación. A medida que crecía, su altura también
aumentaba

También podría gustarte