MARCO TEÓRICO

El huerto es una siembra de reducidas dimensiones y de cultivo intensivo con la finalidad de

cosechar alimentos para el consumo propio. Si este espacio se encuentra en la escuela, se le llama
huerto escolar.

Los huertos escolares son pequeños espacios de las instituciones educativas cuyo objetivo
primordial es que el alumno llegue a comprender las relaciones de interdependencia que hay
entre las plantas y su medio circundante; observando los cambios que sufren por efecto de la luz,
el agua, el suelo, la temperatura, y en fin, por todos aquellos factores físicos, químicos y biológicos
que intervienen en su crecimiento y su desarrollo, y de esta experiencia adquiera conciencia sobre
la incidencia de nuestras actividades sobre el equilibrio del ambiente.

Un huerto es un lugar donde se cultivan hortalizas, verduras y legumbres para consumir.

Dependiendo qué y cuánto se cultiva, los huertos pueden ser pequeños, medianos o grandes. Y
esto es una característica que hace que todos podamos tener nuestro propio huerto. Tanto en las
viviendas como en las escuelas podemos construir un huerto y aprender todo lo relacionado a él.

Conclusión

En conclusión, tener un huerto escolar no sólo beneficia el aprendizaje de los estudiantes, sino
que va más allá, causando un impacto positivo en diferentes aspectos como la salud o el desarrollo
de habilidades sociales y ayudarnos a ser más responsables además de reflexionar sobre la
responsabilidad que tenemos los seres humanos con la naturaleza. De la misma manera
abordamos otros temas como resiliencia, salud y nutrición. Sobre todo logramos entender de
dónde vienen los alimentos y cómo crecen, siendo parte del proceso al estar en contacto directo,
además de comprender el valor de las cosas y el esfuerzo que conlleva poder tenerlas y de
establecer un precedente para el resto de nuestras vidas, promoviendo una mentalidad que nos
lleve a una vida más sustentable cuidando de las plantas y los animales que los rodean.