Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Su evolución en el tiempo
Los romanos tenían muchas similitudes con el concepto de ciudadano de los griegos.
La pequeña diferencia reside en quiénes merecían ser ciudadanos, ya que para los romanos dentro de este
grupo eran todos aquellos que habitaran en la civitās ('ciudad' en sentido amplio), de un padre y una madre
que fueran ciudadanos, y a quienes se les otorgaban derechos.
Los mismos esclavos podían conseguir su libertad y volverse ciudadanos.
No obstante, la ciudadanía romana se podía perder principalmente por tres motivos: porque un hombre libre
cae en la esclavitud; porque cambia de civitās o de comunidad y por ser extranjero.
Por el contrario, la antecede y la condiciona, idea que surge gracias al nacimiento del Estado moderno y
después de la Declaración de los Derechos Fundamentales del Hombre que deja como consecuencia la
Revolución francesa; haciendo que el concepto descanse en estos derechos políticos, civiles y sociales.
Así, el ciudadano responde a una colectividad, a una pertenencia a la comunidad y que los hace iguales
gracias a esos derechos.
¿Qué es la ciudadanía?
La ciudadanía es la condición que se otorga al ciudadano de ser miembro de una comunidad organizada.
Si la ciudadanía es algo que remite a un proceso histórico, siempre se va a estar hablando de una
construcción de ciudadanía y de que haya también una reconstrucción constante de esa ciudadanía.
Es la expresión de pertenencia que una persona tiene hacia una sociedad determinada en la que participa. En
la tradición occidental el ciudadano es un conjunto de atributos legales y a la vez un miembro de la comunidad
política.
La ciudadanía siempre ha sido de vital importancia para el país y sus decisiones de desarrollo en
general, cuando la ciudadanía no participa en la toma de decisiones, la mayoría de veces, las acciones del
Estado son erróneas, llegando incluso a afectar drásticamente la ideología del país, sea directa o
indirectamente.
Haber retomado modelos anteriores de la ciudadanía, donde la definición se paseaba por un vínculo político,
es entender al ciudadano "por ser miembro de la comunidad política; el vínculo por la palabra y por la acción
arrancaba a los individuos del dominio de las tareas privadas. La ciudadanía era, en este sentido, una
actividad pública que tenía valor por sí misma y se consideraba incluso como la vida buena por oposición a la
simplemente orientada a la satisfacción de necesidades".
Ser ciudadano es tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia en el lugar donde se interactúa
socialmente en el hábitat donde se desenvuelven los individuos con responsabilidad, derechos y obligaciones.
En el Consejo Europeo se es cada vez más consciente de que términos como ciudadano y ciudadanía no son
estables ni admiten una definición única. El término puede definirse en términos generales como "una persona
que coexiste en una sociedad".
Esto no significa que la idea de ciudadano en relación con el Estado-nación ya no sea pertinente o aplicable,
sino que, como el Estado-nación ha dejado de ser el único centro de autoridad, ha tenido que darse una
definición más general del concepto.
Este concepto más extenso de ciudadano y ciudadanía ofrece un posible nuevo modelo para analizar cómo
vivimos juntos. Se trata, por tanto, de traspasar los límites de la noción de «Estado-nación» y de adoptar la de
comunidad, que engloba el marco local, nacional, regional e internacional en el que viven las personas.
Durante mucho tiempo se practicó el llamado voto censatario, que consiste en que hay una selección para
determinar quiénes tienen derecho al voto según sus riquezas y su posición social (las mujeres debieron
esperar milenios para poder votar).
Ciudadanía activa
La ciudadanía activa hace referencia a una filosofía que fue adoptada por organizaciones e instituciones
educativas que aboga porque los miembros de las empresas o el Estado tengan ciertas funciones y
responsabilidades para con la sociedad y el medio ambiente, aunque los miembros pueden no tener funciones
específicas de gobierno.
La ciudadanía activa puede considerarse como una articulación del debate sobre los derechos frente a las
responsabilidades.