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El cuento
¿Qué es un cuento?
Un cuento es un relato o narración breve de carácter ficticio con un argumento fácil
de entender y cuyo objetivo es formativo o lúdico.
El cuento comprende una serie de acciones en las que intervienen uno o varios
personajes, dentro de un contexto temporal y físico, en ocasiones sin especificar.
De una forma genérica, se ha establecido una estructura que consta de tres partes:
inicio, nudo y desenlace.
Pese a su trama sencilla, el cuento posee un carácter intenso que pretende captar la
atención del lector desde el principio.
La temática es muy variada ; aunque pueden basarse en historias reales, los cuentos
se definen por narrar hechos fantásticos y fabulosos.
Caracteristicas del cuento
Aunque las historias de cuentos son muy variadas, comparten ciertas
de la literatura universal.
hasta llevarlo al paraíso. Para ello, tendrá que alejarse de la selva y seguir
a Virgilio, quien será su guía para adentrarse en los círculos del infierno.
características comunes:
• El cuento tiene una trama central vinculada a un protagonista, se evitan las múltiples
tramas, que sí existen en las novelas.
Pedro Vilcapaza
• Las acciones suelen estar ubicadas en tiempo y espacio desde el inicio. Por
ejemplo: Había una vez un rey que vivía en un castillo encantado…
• Un cuento puede estar basado en hechos reales, pero es ficticio y su narrativa apunta
a lo fantástico.
• Cada acción desencadena una consecuencia.
• Los personajes principales deben resolver problemas o superar obstáculos para
poder lograr su objetivo.
• Existen uno o varios claves que son esenciales para que el protagonista pueda
superar sus pruebas.
• La extensión del cuento debe ser breve.
• Los cuentos se crean para ser leídos de principio a fin como una estructura única. Al
ser narraciones breves y con una estructura básica, si se leen por fragmentos se
pierde la tensión que genera la historia.
Partes de un cuento
Inicio
Es el comienzo de la historia, donde se presentan los personajes y una situación
sosegada, en la que, por lo general, se produce un desequilibrio, un elemento de
ruptura que desencadena la trama. Al final de esta primera parte se presenta el villano
o la situación a la que se enfrentará el protagonista.
Nudo
Es la parte central del relato, donde se plantea y se desarrolla el conflicto. Los
personajes se verán obligados a llevar a cabo acciones inesperadas, pero necesarias
para superar sus obstáculos. Representa el punto álgido de la historia, el momento de
mayor tensión.
Desenlace
Supone el cierre del relato, en ocasiones restableciéndose el equilibrio inicial y
concluyendo con una nueva situación. En los cuentos infantiles, las historias tienen un
final feliz y pueden terminar con una lección de tipo moral. Es, por tanto, la resolución
de la trama, que, en función del tipo de cuento, no siempre termina bien para el
protagonista.
Tipos de cuento:
1. Cuentos maravillosos
Se distinguen por estar basados en relatos folclóricos. En general, existen varias
versiones de un mismo hecho. Por ejemplo, tanto los hermanos Grimm como Charles
Perrault transcribieron La caperucita roja. Mientras los primeros optaron por destacar
el aspecto valórico y dejar una moraleja, Perrault decidió utilizar un final más realista
en donde los buenos no necesariamente son recompensados.
Pedro Vilcapaza
Otro de los aspectos esenciales es que se refieren a hechos que están fuera de las
leyes lógicas de la realidad, por lo que suceden actos prodigiosos y existen seres
mágicos como hadas, duendes, brujas y ogros, entre otros. Lo interesante es que en
ningún momento se ponen en cuestión estas circunstancias, pues se aceptan como
parte de ese mundo.
Asimismo, son historias atemporales, en las que no puede rastrearse una época o
lugar. En general, funcionan bajo la fórmula "érase una vez en un reino muy lejano",
sin jamás dar pistas claras.
2. Cuentos realistas
Aunque parece ser el tipo más común, el realismo literario surgió recién en Francia en
el siglo XIX. Fueron escritores como Stendhal, Balzac y Flaubert quienes definieron las
pautas, privilegiando la descripción fidedigna de su tiempo. De esta manera, el objetivo
principal era reflejar la realidad social.
Así, los cuentos realistas se enfocan en retratar el mundo tal como es, mostrando
el contexto político-social y haciendo una fuerte crítica al sistema. Por ello, buscan
reflejar la interioridad de los personajes y mostrar un abanico de individuos que sean
capaces de representar los diferentes estratos sociales y de personalidades.
Se trata de un llamado al lector, para que sea capaz de verse reflejado en aquella
construcción y pueda reflexionar sobre los cambios sociales - y personales - que se
necesitan.
3. Cuentos fantásticos
Se caracterizan por transgredir el orden racional de los acontecimientos. Son
narraciones que ocurren en el plano de lo real y cotidiano hasta que irrumpen hechos
que huyen de cualquier lógica.
Lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las
leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural.
Por ello, se trata de historias que hacen dudar al protagonista y al lector sobre la
veracidad de lo que se está contando. No sé sabe con certeza si es un sueño, una
alucinación o es parte de una realidad que se desconoce. Es esta vacilación la que
genera el efecto de lo fantástico.
4. Cuentos de terror
Son historias cuyo principal objetivo es provocar miedo en el lector. Para ello, los
escritores se valen de varios artilugios como la creación de una atmósfera inquietante,
el uso de personajes extraños y elementos sobrenaturales.
En Inglaterra, durante el siglo XVIII, surgió la literatura gótica. Eran narraciones que
buscaban acercarse a lo oculto, incluyendo como personajes a vampiros y fantasmas.
Asimismo, situaban las historias en ambientes tétricos como castillos abandonados en
noches de tormenta. Por lo general, se trataba de víctimas que buscaban liberarse de
su victimario. En este ámbito, cabe destacar novelas como El monje de Matthew
Lewis, Cumbres borrascosas de Emily Brontë y Drácula de Bram Stoker.
De este modo, afirmó que los grandes miedos de la humanidad tienen que ver con
aquello que se desconoce. Si bien, durante mucho tiempo, se explotó la idea de
criaturas fantásticas, con los años fue apareciendo el terror psicológico.
A partir del siglo XX, se puede encontrar una mezcla de ambas maneras de
comprender el horror. Ya sea la forma más clásica en que algún monstruo persigue al
protagonista o el acercamiento a una mente perturbada como en el caso de algún
psicópata. Lo interesante es el valor de símbolo que tiene el género, ya que cual sea la
amenaza, viene a criticar un aspecto de la sociedad.
De esta forma, juegan con las posibilidades y consecuencias de algunos inventos que
podrían cambiar la existencia en la tierra. Es un tipo de relato que proliferó durante el
siglo XX. En especial, luego de terribles hechos como las bombas atómicas lanzadas en
Japón que hicieron cuestionar los supuestos beneficios de la técnica moderna. Así, se
instalan como textos críticos hacia una sociedad que se enfoca demasiado en la
productividad.
6. Cuentos policiales
El padre del cuento policial es el escritor norteamericano Edgar Allan Poe. En
1841 publicó Los crímenes de la calle Morgue, el primer cuento del género. La
premisa es sencilla: un crimen que parece imposible de resolver y un hombre
de mente privilegiada que es capaz de descifrarlo.
La base del género tiene que ver con el prototipo de deducción, se trata de
situarse en la “mente” del perpetrador. De esta manera, son relatos de
raciocinio en los que impera la restauración de la ley y el orden. Por ello,
resulta clave la figura del detective. Es él quien resuelve lo que parecía
inexplicable y demuestra que el mundo es un lugar inteligible.
Gracias a esta invención de Poe, con los años fueron surgiendo grandes
referentes como Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle o Hércules Poirot de
Agatha Christie. En todos estos retratos, el interés reside más en el personaje
que en el crimen por sí mismo. Lo que más se destaca son sus métodos de
detección y análisis.
8. Microcuentos
Es un tipo de narración que surgió en el siglo XX y consiste en llevar al extremo la
premisa de la brevedad. Son historias que deben funcionar con el mínimo posible de
elementos para motivar la imaginación del lector. Se trata de relatos condensados que
pueden extenderse desde una línea hasta un párrafo. De este modo, cada palabra es
utilizada con sumo cuidado, pues cada una funciona para otorgarle intensidad al texto.