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Martes 7 de Septiembre
Martes 7 de Septiembre
Existe una gran discusión acerca de si el artículo 32 Nº6 le permite al presidente, sin ley
mediante, reglamentar cualquier cosa. Hay algunos que dicen que sí y otros (como el
profesor), dicen que no, que es necesario que haya una ley que se lo permita para incidir
en un derecho fundamental.
Entonces, este caso sería distinto al anterior, ya que no existe ley mediante y eso ocasionó
que se declarara inconstitucional.
b) Argumentos políticos:
No por hacer las cosas rápido uno tiene que saltarse la voluntad popular . Entonces,
no porque la ley tenga un mal, que es la lenta tramitación, hay que saltarse el
requisito de que los derechos fundamentales sean regulados a través de la
voluntad democrática, con la excusa de que es más rápido. Entonces, este
argumento dice que hay que cambiar la tramitación de la ley. Este argumento
apunta a que sólo a través de la ley se respeta la voluntad democrática y no a
través de lo que el presidente pueda hacer a través de un ministerio.
El argumento que ha sido bastante persuasivo es en relación a la transparencia.
Cualquier persona puede ir a opinar o puede solicitar opinar en las comisiones en
que se tramita la ley y puede revisar qué es lo que dijeron los parlamentarios, pero
esto no pasa a nivel de elaboración de un reglamento, pues el presidente puede
dictar y derogar el reglamento cuando quiera, sin procedimiento.
- Teoría de la reserva legal relativa: quienes apoyan esta teoría también tienen
argumentos jurídicos relacionados a los de la teoría de la reserva legal absoluta,
pero desde otro punto de vista.
a) Argumentos jurídicos:
El artículo 63 Nº4 dice es que le corresponden a la ley todas las materias que son
básicas. Entonces esta teoría dice que no se debe entender “básico” como lo
relacionado con los derechos fundamentales, sino que se debe entender en el
sentido de “general”, la ley se dedica a lo grueso. Y a lo que deberían dedicarse los
reglamentos es a lo específico. Entonces, no es que la CPR prohíba al reglamento
materializar la regulación que la ley hace, sino que la ley debe quedarse en lo
básico, por ello se permitiría una incidencia mayor del reglamento.
b) Argumentos políticos:
La administración debe actuar para satisfacer las necesidades públicas y no puede
esperar que la tramitación de una ley se demore años.
En relación a la tecnicidad, en los ministerios están, supuestamente, las personas
que saben. Entonces, por ejemplo, las personas que saben de medio ambiente
están en los ministerios y no en el Congreso. Por eso, quienes deberían concretar
la relación entre ley y persona, son estos funcionarios.
Concepto
Actos administrativos de jefes de servicios públicos, emanadas de su facultad
interpretativa específica, con efecto general y pretendidamente obligatorio.
Características
1. “de jefes de servicios públicos”: estos actos no son emitidos por órganos
constitucionales, como el presidente o los alcaldes, sino que son emitidos por los jefes
de servicios públicos. Cada jefe de servicio puede emitir normas.
Las leyes crean organismos y dentro de esos organismos hay órganos que tienen
competencias. Uno de los órganos más relevantes dentro de los organismos es el de
arriba, o sea, el jefe del organismo. Ej.: en la Superintendencia va a ser el superintendente,
en una municipalidad va a ser el alcalde.
El jefe de los servicios públicos es el órgano unipersonal que dirige y toma las decisiones
dentro del servicio. Estos aspectos reglamentarios corresponden a todos los jefes de
servicio que están a la cabeza de un servicio; todos ellos pueden emitir estas normas o
actos generales. Ahí está la diferencia con los reglamentos, que solo pueden ser emitidos
por órganos constitucionales. Estos jefes de servicios son muchísimos, lo cual genera un
problema.
2. “Efecto general”: es lo mismo que cuando revisamos los reglamentos, o sea, que está
dirigido hacia sujetos determinables y no determinados.
3. “pretendidamente”: uno podría conceder los reglamentos emitidos por el presidente
de la república tienen un apoyo que está normativamente en un grado superior.
Entonces, podemos discutir cuál es el alcance de ese reglamento, pero nadie
desconoce la facultad de que pueda emitir ese reglamento y que tenga una incidencia
en ejecutar la ley. Sin embargo, cuando hablamos en otro nivel jerárquico, donde
cualquier jefe de servicio puede emitir normas que obliguen a las personas, estamos
diciendo que cualquier ley (ya no solo la CPR), de cualquier época podría otorgar esta
facultad.
¿Es posible que alguien que está bajo el presidente también pueda agregar nuevas normas
que obliguen y que creen nuevos derechos y obligaciones? Esta facultad de emitir estos
actos se relaciona con la facultad interpretativa que tiene cada jefe de servicio. Entonces,
lo que tendríamos que hacer es ir ley a ley y ver qué es lo que esas leyes le permiten hacer
a esos órganos, porque esa es la competencia que tienen.
Profesor dice que, por ejemplo, en Derecho Tributario, lo que más se estudia son las
circulares, que corresponden a actos infra-reglamentarios que emite el jefe del servicio
(director del SII). Entonces, ese director, lo que puede hacer, es emitir normas relativas a
la materia tributaria, las cuales, en teoría, obligan a los particulares.
Ya no tenemos solo la ley como fuente ni el reglamento, sino que tenemos que muchas
personas pueden hacer lo mismo que hace la ley, básicamente. Entonces la discusión, en
derecho administrativo, ya no es tanto entre los reglamentos y la ley, sino que se
concentra en fuentes de inferior categoría.
Este artículo no existe para efectos del derecho administrativo, puesto que en razón de
estas fuentes infra-reglamentarias, ya no solo el legislador podría hacer eso, sino también
el presidente y cualquier jefe de servicio.
A veces las normas más importantes de una materia en específico (derecho minero,
ambiental, tributario, etc.) no son las leyes, sino que son las fuentes infra-reglamentarias,
las cuales podrían agregar nuevo contenido a la ley, o sea, podrían explicar e interpretar la
ley de un modo generalmente obligatorio.
Entonces, ¿Está bien que cualquier jefe de servicio puede arrogarse la facultad de
interpretar de modo generalmente obligatorio la ley, siendo que eso le corresponde al
legislador?
El profesor cuenta del caso de un hombre que fue al cerro San Cristóbal con su bicicleta y
un funcionario de un servicio llamado Parque Metropolitano (que es un organismo
administrativo), le ordena en cierto momento, cuando ya no se puede subir más que
caminando, que deje su bicicleta en un bicicletero. Cuando el hombre le pregunta por qué,
el funcionario señala que el jefe de este organismo había publicado por twitter la orden.
4. “Efecto obligatorio”: tanto para quien lo emite como a sus destinatarios; va a crear
nuevas obligaciones.
Sentencias
Veremos, a través de dos sentencias, cómo ha interpretado la Corte Suprema el rol que
tienen las fuentes infra reglamentarias en el esquema de las fuentes del derecho.
Para destacar la importancia de este fallo, hay que separarlo en dos aristas:
1) El control de los reglamentos: en el considerando 5º se dice que es esencial para el
estado de derecho “El control de la legalidad de la actividad de la Administración
por los tribunales de justicia, control que necesariamente debe abarcar el de los
actos de naturaleza reglamentaria, que la Ley Nº19.880 sobre Bases de los
Procedimientos Administrativos considera como actos administrativos” Entonces,
el reglamento y su dictación va a estar siempre sujeta al control por parte de los
tribunales, pese a que sea la entidad administrativa la que lo dicta. En este sentido,
siempre que veamos un reglamento tenemos que preguntarnos si es que la
autoridad que lo emitió tenía o no potestad reglamentaria. Si lo tenía, está
conforme y si no lo tenía, habrá que entrar a ver otros elementos del control.
2) El pronunciamiento de la CS respecto a la resolución exenta Nº 0184, que no fue
específicamente impugnada por el recurrente, pero que de igual forma se
pronunció la CS. Se trataba de una resolución que emitía comentarios sobre el
reglamento y agregaba requisitos, emitiendo instrucciones al particular. Lo que
dijo la CS respecto de esto es que esa resolución específica no era un reglamento,
sino que era una instrucción sobre la aplicación del reglamento. Se da una idea en
el Considerando 7 de lo que es una instrucción, diciendo que corresponde a lo que
se denomina en doctrina “circulares o instrucciones, en que la autoridad
administrativa puede por medio de ellas, formular comentarios sobre un texto
legal”.
La importancia del contenido del acto administrativo en cuestión: hay un considerando en
que la Corte señala que hay que advertirse de que, pese a que esta instrucción o circular
no excede el contenido, siempre hay que advertirse si es que una circular excede a una
medida de orden interno sobre la forma de organizar el trabajo porque puede que se trate
de un reglamento (aunque su nombre sea circular).
Conclusión
En definitiva, de estos dos fallos se puede extraer, como lo señala la CS, que en
derecho las cosas son lo que son y no lo que dicen que son.
Por lo tanto, se debe estar atento al contenido de los actos administrativos, más
que a su denominación.
El profesor dice que la CS tiene una visión respecto a la cual las fuentes formales del
derecho no parecen ser tan importantes y que al decir “en derecho las cosas son lo que
son y no lo que dicen que son”, están postulando todo lo contrario a lo que hemos dicho
en el curso. Nosotros decimos que por algo los actos en derecho administrativo tienen un
nombre, ya que en derecho administrativo solo se puede hacer lo que la ley expresamente
diga. Entonces, asumir que algo es un reglamento cuando no lo es, es romper las
categorías del derecho administrativo y la vinculación positiva. Entonces, esta lógica de la
Corte Suprema, en la opinión del profesor es incorrecta.
El profesor dice, además, que se puede entender el “emitir normas” de un modo que no
toque con el art. 3º del CC y con el 32 Nª6 de la CPR. El art. 3º del CC dice que solo al
legislador le compete explicar e interpretar la ley de un modo generalmente obligatorio,
mientras que el art. 32 Nª6 de la CPR dice que solo al presidente le compete emitir
reglamentos que él estime convenientes para ejecutar la ley (ejecutar es concretar,
materializa; agregar contenido nuevo, aunque sea accesorio). Ahora, hay un tercer nivel
de inferior jerarquía respecto a las cuales se dice que “se puede normar”. El profesor cree
que no se puede interpretar “normar” como la facultad que tiene el legislador ni la que
tiene el presidente. Entonces, “normar” debería ser emitir normas dentro del dominio
técnico del área en específico, sin agregar o modificar el contenido de la ley ni interpretar
que un derecho del regulado se debe entender limitado bajo ciertas condiciones.
Texto DDV
Las superintendencias son organismos administrativos que satisfacen una necesidad
pública y esa necesidad pública está, frecuentemente, en su artículo 2. La necesidad
pública que prototípicamente satisface una superintendencia es la de fiscalizar el
cumplimiento de normas en áreas temáticas definidas. Con fiscalizar, nos referimos a que
un funcionario de una superintendencia tiene la facultad de concurrir al lugar donde se
desarrolla una actividad económica e ingresar para recopilar documentos o tomar
declaraciones a las personas y, en caso de qué se determine, a través de un procedimiento
de fiscalización, que existe una vulneración a las normas de distintas áreas, es que pasa a
tener lugar una segunda facultad prototípica, que es la de sancionar. A eso, se le debe
sumar una tercera función, que la mayoría de las superintendencias tienen, que es la de
emitir normas. Entonces, la superintendencia es un organismo que tiene los tres poderes
del Estado: puede fiscalizar, que es propio de la administración del Estado. También tiene
facultad pseudo-jurisdiccional, que es la de conocer juzgar y resolver, aplicando sanciones
o multas. Y tiene facultad legislativa porque puede emitir normas. Además está en la
facultad de interpretación, que algunos la entienden igual a la de emitir normas.
La primera importancia del texto, tiene que ver con que la lectura se relaciona con la
potestad normativa. Éstas normas infra reglamentarias son lo que el artículo señala como
“potestad normativa”, es decir, la facultad de emitir normas (inferiores a los reglamentos).
Los males que aquejan a esta facultad o potestad normativa tiene que ver con que las
competencias de en la ley que le otorgan a la superintendencia tienden a ser amplias y,
dado que son redactadas de modo amplio es que es perfectamente posible que la
interpretación de la superintendencia, o la norma emitida por esta, consista en vaciar del
contenido de la ley y otorgarle muchas facultades a su potestad normativa propia. En
otras palabras, dado que la superintendencia tiene mucho poder, porque la ley lo da al no
limitarlo, es que quien ejerce la competencia de emitir normas, va a interpretar esta
facultad de modo amplio. E, incluso, de modo incidente respecto a la ley.
El problema está en que dado que todas las competencias de la superintendencia están
dadas de modo amplio, incluida la normativa, que es la que nos interesa, es que el poder
que tiene la superintendencia es demasiado amplio y debería estar limitado. Lo que pasa
es que no siempre las normas dictadas por el legislador están redactadas de forma
acuciosa. Esto es lo que el autor denomina “juridicidad diluida”.
Ahora, en el artículo se ve que hay un problema respecto a que cuando uno ve las
circulares o normas concretas, no se citan las normas que le otorgan la competencia a la
superintendencia, en materia específica. Esto es un vicio desde el punto de vista jurídico
porque hace que el intérprete “se pierda”.
El segundo problema tiene que ver con que como no se cita la norma, menos se va a
actualizar la base de datos de la superintendencia, cosa que uno tenga acceso a la norma
actualizada. Por eso el artículo 8 queda un poco en el olvido, ya que no necesariamente la
norma se va a publicar, sistematizar y entregar como un producto final al usuario. De
hecho, hay casos en que las normas técnicas se venden. Entonces, la presunción de que la
ley queda conocida por todos una vez publicada queda en el olvido.
El autor, también propone otra idea bastante relevante, respecto es que esta potestad o
estas normas infra reglamentarias deben entenderse limitada si no pueden, en ningún
sentido, imponer nuevos derechos y nuevas obligaciones. Porque eso solamente es de
facultad legal. Y aquí entramos a preguntarnos cuáles son los límites, si la facultad de
normar existe. El autor propone un límite, que es que no puede interferir derechos
fundamentales, creando nuevos derechos y obligaciones.
El último punto relevante del autor es que lo que puede hacer una circular o norma de
carácter general se define de manera negativa. No puede crear derechos y obligaciones,
pero tampoco puede hacer lo mismo que hacen los reglamentos. No puede avocarse estas
tareas por muchas razones, dentro de las cuales está la jerarquía. Otra razón es la
competencia específica que se le entrega a un órgano, que no puede pasar a ser asumida
por otro.
(b) LA JURISPRUDENCIA
Cuándo hablamos de la jurisprudencia en derecho administrativo, a diferencia de cómo se
habla de ella en la teoría del derecho o en el derecho civil, hablamos de una palabra que
es equivoca, es decir, que admite más de una acepción. Así, hay dos tipos de
jurisprudencia que son relevantes:
a. Jurisprudencia judicial: el art. 3 en su inciso 2º del CC es bastante relevante
porque, en primer lugar, define cuál es el efecto de las sentencias judiciales, que
también abarca las materias de derecho administrativo. La sentencia judiciales
tienen efecto en las causas que actualmente se pronunciaren. Es por eso que en
materia de derecho público y privado no existen las sentencias como precedente
vinculante. Entonces, una sentencia puede decir algo y perfectamente ser
contradicha por una sentencia posterior.
Los artículo 6 y 8 de la Ley 10.336 dicen que la facultad de dictaminar consiste en “actos
administrativos, emanados del Contralor General de la República, que interpretan las
normas propias del derecho público, con carácter obligatorio y efecto retroactivo”. Es muy
importante la jurisprudencia que se produce en base a la facultad que el Contralor
General tiene en su ley orgánica constitucional y que consiste en que el contralor, que es
un órgano administrativo parte de la administración puede emitir actos administrativos,
cuyo objeto es interpretar las normas propias del derecho público, con carácter
obligatorio y efecto retroactivo.
El contralor puede interpretar normas propias del derecho público, es decir, puede
interpretar todas las fuentes formales del derecho que vimos anteriormente, o sea, puede
interpretar cómo la constitución se relaciona con la administración, cómo las leyes
administrativas se relacionan con la administración, cómo los reglamentos se relacionan
con la administración y cómo se interpretan estos y cómo las fuentes infra reglamentarias
se relacionan con la administración y cómo se interpretan estas. Entonces, ya podemos
empezar a observar y sistematizar cierto contenido respecto a las fuentes del derecho y
podemos observar que hay varios intérpretes. Si recordamos, uno de los intérpretes es el
legislador. El segundo intérprete son los organismos fiscalizadores, sancionadores
normativos, que son la superintendencias. A estos intérpretes, sumamos al contralor.
Entonces, es importante la jurisprudencia, dado que en un escenario de leyes
técnicamente imperfectas, de reglamentos múltiples y de fuentes infra reglamentarias
aún más numerosas, debemos tener en la institucionalidad chilena alguien que pueda
ayudarnos a determinar cuál es la norma aplicable y en qué sentido se aplica esa norma.
Este es un intérprete un poco distinto al legislador, puesto que interpreta las normas
adecuadas al caso concreto que está resolviendo. Podríamos decir que es una mezcla
entre juez y legislador.
Ej. 2: un dueño de una botillería se ve afecto a que una ordenanza le limite el horario en el
que puede funcionar. Entonces, el dueño de la botillería va a donde el contralor y le pide,
en razón de que no existe ley alguna que limite el horario de funcionamiento y dado que
existe dicha ordenanza, que interprete si debe funcionar o no dentro de ese margen de
horario. El contralor va a tomar la solicitud, va a oficiar a la municipalidad para que realice
un informe, lo va a transcribir y luego va a dar su dictamen, diciendo, por ejemplo, que el
dueño de la batería no debe someterse a ese horario debido a que no hay una ley que lo
establezca y la ordenanza no puede contradecir a la ley.
De cara a este punto de cómo se interpretan las normas, hay que abordar la
obligatoriedad. Entonces, en razón de los ejemplos, ¿para quién son obligatorios los
dictámenes? Primero, para el Contralor, quien debe someterse a sus dictámenes previos,
por lo que hay un efecto de precedente aquí. También es obligatorio para quien lo pide. Al
ser una interpretación, no solo va a afectar a quien lo emite y a quien se dirige, sino que
también a todos los sujetos que estén en la misma situación, sean públicos o privados,
porque se entiende que la interpretación se adhiere a la norma interpretada. Esto no es
discutible.
Hay una particularidad, que es distinta al reglamento como fuente de derecho, o sea, que
tiene efecto retroactivo. Esto debido a que como es una facultad de interpretar, se
entiende que la interpretación se adhiere a la norma interpretada desde su emisión.
Aunque hay que tener presente que el hecho de que el dictamen tenga efecto retroactivo,
tiene como límite a otros dictámenes. Ej.: hay una ley del 2019, respecto a la cual un
Contralor emite un dictamen el año 2020 y luego emite un dictamen contrario el año
2021. Ese último dictamen se entiende limitado desde la entrada en vigencia del primer
dictamen.
Otro límite es que la interpretación del Contralor, aunque sea retroactiva, no puede ir en
contra de derechos legítimamente adquiridos. O sea, si es una ley del 2019 es
interpretada en el año 2021 como “A”, pero una persona entremedio (destinatario de esa
norma legal), lo interpretó de modo distinto y, en ese sentido, adquirió un derecho, no
puede la interpretación posterior del Contralor pasar por sobre ese derecho y hacer
perder a esa persona el beneficio.
Vimos lo que era administración, lo que era derecho, los elementos del Estado de
Derecho, dentro del cual están las fuentes del derecho. Estas fuentes correctamente
interpretadas las vamos a aplicar al ser y obrar de la administración del Estado.
Lo que se asocia con el ser de la administración tiene que ver con los primeros tres. La ley
crea administración, creando un organismo, le otorga un fin y dentro de ese organismo,
crea órganos. Esa lógica corresponde a la parte orgánica; al estudio de la organización
administrativa. Una cosa distinta, desligada de la organización administrativa, que
veremos más adelante, tiene que ver con el estudio del obrar. La administración, al igual
que en el derecho civil, puede actuar emitiendo actos jurídicos. Esto está regulado en la
ley que crea al organismo y le da la finalidad y determina sus órganos, específicamente en
el artículo 4º, donde crea competencias.