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MARCIAL RUBIO CORREA

EL SISTEMA JURIDICO
Introducción al Derecho
Décima edición, aumentada

FONDO
EDITORIAL
p o n t ific ia UN IVERSIDAD C A T O L IC A d e l p erú
CAPÍTULO III

Esto es tanto más importante si pensamos que en un mismo artículo legislativo pue­
den haber varias normas jurídicas, las que a su vez pueden contener supuestos simples
y complejos, lo que hace necesario un trabajo previo de disección de los contenidos
normativos antes de proceder a aplicarlos. Las consecuencias de un error en esta etapa
pueden ser definitivas para una aplicación equivocada.

Desde el punto de vista de la calidad de su contenido, los supuestos jurídicos pueden


admitir varias posibilidades. Entre ellas destacan:

Hechos, que son sucesos puros y simples de la propia realidad. Tales los casos de «matar
intencionalmente a otro»; «nacer», «trabajar», etcétera.

Conceptos jurídicos , que son elementos teóricos definidos por el Derecho, bien en su
teoría, bien en la propia legislación. Tal es el caso del artículo 25 de la Constitución
que dice: «La jornada ordinaria de trabajo es de ocho horas diarias o cuarenta y ocho
horas semanales, como máximo. [...]». La expresión jornada ordinaria de trabajo es un
concepto jurídico. También puede verse la parte inicial del artículo 70 de la Constitu­
ción, que dice: «El derecho de propiedad es inviolable [...]». La propiedad es también
un concepto típicamente jurídico.

Instituciones jurídicas, entendidas como organismos creados y regimentados dentro del


sistema jurídico. Por ejemplo, el artículo 20 de la Constitución, que dice: «Los colegios
profesionales son instituciones autónomas con personalidad de derecho público [...]».

En definitiva, desde el punto de vista de la calidad de su contenido, los supuestos jurí­


dicos pueden abarcar una amplia gama de consideraciones de hecho y de derecho.

1.3 Las normas jurídicas declarativas

Existen determinadas normas jurídicas que tienen la particularidad excepcional de


carecer de un supuesto explícito y, por lo tanto, no se adecúan a la formula general que
hemos dado S — ►C. Un ejemplo es el segundo párrafo del artículo 43 de la Consti­
tución, que dice: «El Estado es uno e indivisible». Allí no existe supuesto propiamente
dicho, como no fuera «El Estado».

Estas normas son dictadas como afirmaciones válidas por sí mismas, más que como
hipótesis de que a tal supuesto debe seguir tal consecuencia.

El que las normas carezcan de supuesto no implica, sin embargo, que no sean obliga­
torias. Todo lo contrario, mantienen su vigencia y obligatoriedad y, en muchos casos,
constituyen verdaderos principios generales del Derecho, tema que desarrollaremos
posteriormente.

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