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Análisis de temas difusos en la interpretación del fallo “Quiroga”(*) (PBU) y

un esbozo de sus posibles soluciones

Por Daniela Soledad Gonzalez(**)

SUMARIO: Análisis de la normativa referente a la Prestación Básica Universal (PBU).


Interpretación de lo decidido en el fallo “Quiroga”. Planteo de las posibles soluciones a las
“lagunas” del precedente. Elección de un porcentaje de confiscatoriedad. Determinación de una
fórmula de cálculo de la confiscatoriedad. Selección de un índice para recalcular el
AMPO/MOPRE. Diferenciación del recálculo y movilidad. Posibilidad de reajuste de la PBU para
beneficios posteriores a la Ley 26.417. Conclusiones.

Introducción
Despiertan nuestro interés las lagunas que pueden verificarse en el fallo “Quiroga”. Ello se debe
a que habiendo acaecido 6 años desde su dictado, por parte de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, continuamos elaborando posibles soluciones a los inconvenientes que el mismo
plantea, a la hora de su efectiva ejecución.
Recordemos que la jurisprudencia mencionada permite el recálculo de la PBU, si y sólo si, se
verifica que por haberse determinado su monto incorrectamente en su origen, le genera un
perjuicio al actor cuantificable, mayor a cierto porcentaje. Es destacable que esta acción se difiere
para la etapa de ejecución de la sentencia, lo que también ocasiona algunos inconvenientes
interpretativos.
Resulta necesario, previo al abordaje integral de la temática propuesta, efectuar un análisis
pormenorizado de la normativa que envuelve a la prestación. Ello, a fin de determinar las
dificultades que se presentan respecto de su aplicación, como así también de las diferentes
respuestas que se enlazan con las mismas.

Concepto de la PBU y su evolución


Dada la temática a la cual refiere el fallo en análisis, se realizará una breve introducción de la
Prestación Básica Universal, tanto de su fuente normativa, su función dentro de la prestación
previsional y la incidencia que ella representa en el haber mensual.
La Prestación Básica Universal (PBU) se remonta a la sanción de la Ley 24.241. La primera
mención se da en el artículo 17i, en el cual se la considera como una de las posibles prestaciones
que serán otorgadas por el régimen vigente.
La segunda mención, es la del Art. 19ii, en el que se establece: “Tendrán derecho a la prestación
básica universal … los afiliados: a) Hombres que hubieran cumplido … 65 años de edad. b)
Mujeres que hubieran cumplido … 60 años de edad. c) Acrediten … 30 años de servicios con
aportes computables en uno o más regímenes comprendidos en el sistema de reciprocidad.” De
ello, puede inferirse que se tiene derecho a la prestación básica, por el sólo hecho de cumplir
con los requisitos.
El artículo 20iii, en su antigua redacción, disponía que se calculaba con 2,5 veces el
AMPO/MOPRE (unidad de medida), si el actor contaba con al menos 30 años de aportes

(*) CSJ 68/2010 – “Quiroga Carlos Alberto c/ Anses s/ Reajustes varios” – CSJN – 11/11/2014 –
(elDial.com - AA8B6D)
(**) Abogada recibida de la UBA. Inscripta en el colegio público de abogados de Capital Federal.

Especialista en reajustes y ejecuciones contra ANSES, actualmente trabajando en el estudio del


Dr. Juan Carlos Escudero. Posgraduada de Seguridad Social dictado por la AABA-UBA.
Especialización en Justicia Constitucional con orientación en Seguridad Social de la Universidad
de Bologna en curso. Administradora del grupo de Facebook "derecho previsional: consulta
novedades" con más de 9000 miembros de todo el país. Miembro de la AABA y la ADAP.
computables al sistema. Asimismo si acreditaba más de los años mínimos, se le adicionaba un
1% por cada año de exceso. Ello otorgaba la posibilidad de computar servicios por un máximo
de 45 años, más allá de lo cual, no se tendría en cuenta el exceso.
Este artículo fue modificado por el art. 4° de la Ley N° 26.417 (B.O 09.12.2008)iv, el que es
transformado por completo, subsistiendo únicamente la referencia a un valor nominal establecido
por la ley, y que se irá modificando con cada aumento de movilidad que se suceda. El valor que
se encuentra plasmado en el artículo -$326- se corresponde con el mes de septiembre de 2008.
Como consecuencia de la modificación descripta, se produce una variación importante respecto
de la redacción original, la que sí establecía una forma de cálculo para esta prestación. Como se
mencionó en párrafos anteriores, el cálculo dependía (previo a la reforma) de la cantidad de años
con aportes computables que acreditara el beneficiario. El cumplimiento de los requisitos, le daba
el derecho a percibir, en virtud de la PBU, 2,5 x AMPO (Aporte Medio Previsional Obligatorio, el
que luego fue reemplazado por el MOPRE).
Con anterioridad al año 1997, con un valor del AMPO, equivalente a $61, el monto de la PBU era
igual a $152,50. Con posterioridad a dicho año, se modificó el valor del Aporte Medio Previsional
Obligatorio, el que alcanzó los $80, lo que significaba una prestación de $200 como base.
Debe tenerse en especial consideración que a dicho monto, se le adicionaba un 1% por cada
año de aportes excediendo de los 30 requeridos, hasta un máximo de 45. En virtud de lo
expuesto, la PBU máxima podía ser de $230. Sin perjuicio de lo mencionado, se ha determinado
la inconstitucionalidad de dicho límite (Art. 20 inc. b de la Ley 24.241), de acuerdo al fallo
“MOSCONI, Emilio” de fecha 14.04.2011, entre otrosv en el que no es necesario acreditar la
confiscatoriedad que provocara el tope. Es suficiente con demostrar que se cuenta con aportes
computables al sistema previsional por más de 45 años.
El artículo 21vi de la Ley 24.241, en su redacción originaria, contenía la forma de cálculo del
AMPO, luego devenido en MOPRE (Módulo Previsional). El fin asignado por el mencionado, a
las unidades de medida era el de actualización de la PBU. Ello estaría dado por la evolución que
tuviera el valor (de las unidades), de marzo a septiembre y de septiembre a marzo
respectivamente. La existencia de los módulos se basó en la necesidad de que no se perdiera
capacidad de compra de los beneficiarios y que la PBU tuviera una magnitud similar a la que
tuvo en el origen de la prestación. Puede extraerse como conclusión de lo manifestado, que
desde un principio existió la posibilidad de reajustar o recalcular la prestación, para el caso en
que no hubiera actualización o la misma fuera insuficiente.
El mencionado, fue derogado por el Art. 5 de la Ley 26.417 vii, dejando vacía de contenido a la/s
unidad/es de medida previamente expuestas.
Del desarrollo e interpretación de los artículos mencionados, se extrae como conclusión que la
finalidad de la PBU, es que el universo de beneficiarios contara con un monto BÁSICO en su
haber. Ello destaca su característica: la UNIVERSALIDAD.
Lo antedicho refuerza el hecho de que la PBU es una prestación independiente de los servicios
aportados al régimen previsional (con los montos correspondientes), lo cual es confirmado por la
CSJN en el fallo “Quiroga”. Tiene asimismo un marcado carácter distributivo, horizontal y
solidario, como rasgos fundamentales.
Como podemos advertir del texto de los 2 artículos modificados (20 y 21 de la ley ya reseñada),
en la nueva redacción no se especifica, qué función cumple la PBU, como así tampoco su origen,
monto concreto o la forma cómo se arriba a su cuantía. Es decir, se le quita fundamento a su
existencia y su determinación pasa a ser una simple decisión de los legisladores de turno.
A nuestro entender y por acción de la Ley 26.417, se pierde el distingo fundamental entre los
beneficiarios que reunían los requisitos para acceder a la prestación y quienes los superaban. Al
modificar la letra del Art. 20 de la Ley 24.241, se deja de lado el aumento de la PBU que existía
en virtud de que el afiliado acreditara mayor cantidad de aportes a los mínimos requeridos.
Siguiendo con lo expuesto, quienes adquirieron su beneficio a partir de la sanción de la Ley
26.417 no contaron con ese porcentaje “extra” (del 1%), sino que se los igualará a quienes llegan
a los 30 años, sin importar el exceso de años aportados.
Quienes hubieran adquirido el derecho al beneficio con anterioridad a la vigencia de la Ley 26.417
(esto es, con fecha de adquisición hasta el 28.02.2009 inclusive), con años de aportes mayores
a 30, con la primera aplicación de la mencionada, perdieron “el premio” que les daba la Ley
24.241, por el esfuerzo de haber trabajado más años que los solicitados.
Es decir, la ley mentada iguala a los beneficiarios que presentan características disímiles, en
razón de la cantidad de años de aportes. “La igualdad de los desiguales”.
Aquí es claro que quienes tienen derecho, en principio, a aumentar el monto de la PBU en un
1% (para mantener el valor que se le dio originalmente) son quienes acreditaron servicios en
exceso del mínimo (30 años) y obtuvieron su beneficio previo a la sanción de la Ley 26.417.
Asimismo, entendemos que la diferencia descripta en el párrafo precedente, en favor de los
beneficiarios, debería haber continuado existiendo en la actualidad, ya que correspondería
distinguirse, en su favor, a aquellos que una vez cumplidos los requisitos para obtener su
beneficio, continúan en la actividad computando los servicios correspondientes. Abona este
pensamiento, lo decidido por la Cámara Federal de bahía Blanca en el precedente “Marrero,
Daniel Alberto”.viii
También se produce una desavenencia respecto de los valores del AMPO/MOPRE. Puede
observarse a lo largo de la historia el casi nulo movimiento: antes del año 1997 el valor de AMPO
era de $61, luego del 04/1997, por la Res. SSS Nº 27/1997ix se elevó a $80. Mediante el Dto.
833/97x, se cambió la denominación de AMPO a MOPRE. Se aclara que hubo valores del AMPO
intermedios, pero se prefirió evidenciar los extremos habidos, haciendo hincapié en la baja
diferencia existente.
Desde el 04/1997 y hasta el mensual 08/2009, el MOPRE mantuvo fijo el valor de $80.
A partir del 09/2008, por la modificación introducida por el Art. 4 de la Ley 26.417, ya referida, se
aumenta el valor de la PBU hasta los $326. Para llegar a ese monto, se acumulan los aumentos
generales otorgados entre el 2006 y el 2008 xi inclusive. Es decir, al valor base de $200, se le
adicionan los aumentos de 11%, 13%, 12,5%, 7,5% y 7,5%. Es claro que si se hubiera partido
de una PBU diferente a la básica, por haber el beneficiario aportado más años de los mínimos
requeridos, estaríamos hablando de otros montos.
Ej: Si se parte de una base de $202 (con 1 año de exceso), estaríamos hablando de una PBU a
septiembre de 2009 de $ 329.
Si se parte de una base de $210 (con 5 años de exceso), estaríamos hablando de una PBU a
septiembre de 2009 de $342.
Si se parte de una PBU de $220 (con 10 años de exceso), se obtendría al mes mencionado una
PBU de $358.
Si en cambio, se tiene como base una PBU de $230, podrían haber obtenido $375.xii
En todos los casos reseñados, quienes contaban con años de exceso y hubieran obtenido su
beneficio con fecha anterior al 01.03.2009, perdieron entre $3 y $49 por la aplicación de la
primera ley de movilidad general, montos que se ven exponencialmente aumentados, con cada
aplicación sucesiva de la Ley 26.417 y las siguientes.
Por la aplicación de la Ley de movilidad (Ley 26.417), la PBU ascendió a $346 a partir de marzo
de 2009.
Entonces, se arriba al equivalente de un aumento de $12,16 por cada año, que ya de por sí, no
parece suficiente. Esta comparación, no resulta de un capricho, dado que si se observan los
índices de precios, inflación y aumento de los salarios en actividad, podremos advertir que al
momento del dictado de la Ley 26.417, el valor de la PBU ya había sido diezmado, no
representando fórmula alguna.
Si se considera el propósito original del AMPO/MOPRE, independientemente de cómo fuera
(mal) utilizado por el legislador, es lógico el planteo del caso “Quiroga”, en el que se peticiona
que se recalcule la PBU, así cómo en el fallo “Elliff” se consiguiera el recálculo de la PC y la PAP.
El considerando 4º del fallo “Quiroga”, establece: “… Que dicha impugnación carece de
fundamento, … Igual defecto presenta el argumento de la demandada dirigido a demostrar
que este componente del haber jubilatorio se encuentra totalmente desvinculado de la
evolución de la generalidad de los salarios, puesto que las normas que rigieron el instituto
no consagran tal independencia. …” (la negrita, me pertenece). De aquí surge la necesidad
fundamental de que el recálculo de la mentada prestación se haga con la aplicación de algún
índice que refleje la realidad de los SALARIOS. Y esto incluye a quienes obtuvieron su beneficio
con posterioridad a la Ley 26.417, en razón de que el monto fijo impuesto por los legisladores
respecto de la PBU difiere notablemente, para menos, de cualquier cálculo que se haga sobre el
27,5%xiii de un haber medio o de la aplicación de algún índice salarial o de otro tipo, sobre los
valores de base mencionados.
El precedente mencionado también establece: “8º) Que invariablemente la Corte ha reconocido
la amplitud de las facultades con que cuenta el legislador para organizar el sistema previsional,
aunque señaló que debían ejercitarse dentro de ciertos límites, es decir, de modo de no afectar
de manera sustancial los derechos emergentes de la seguridad social … o conducir a resultados
confiscatorios o arbitrariamente desproporcionados … 9º) Que también ha destacado que la
Constitución Nacional reconoce el carácter integral de todos los beneficios de la seguridad social
…, aspecto del que es parte esencial la correcta fijación del monto inicial de los haberes, pues
de otro modo no podría mantenerse una relación justa con la situación de los activos.” En estos
considerandos, la Corte explica de manera magistral que, si bien el legislador puede modificar el
régimen de movilidad, cambiar los índices, aplicarlos con rezago, suspenderlos o incluso
eliminarlos, esto debe hacerse dentro de un marco que respete la razonabilidad, la
proporcionalidad y no conduzca a resultados confiscatorios.
De los párrafos extraídos, no caben dudas de que lo paradójico del fallo es que la Corte entiende
que el accionante tiene razón en sus planteos, pero no autoriza el recálculo (en principio), pues
la pretensión no fue fundada “en números”. Lo anterior equivale a decir que se determina la
procedencia del reajuste de la PBU, pero que debe demostrarse cuanto incide la falta de
recálculo, ya que debe demostrarse el perjuicio concreto.
El mencionado precedente le abrió la puerta a miles de jubilados para que hicieran el reclamo,
respecto de un correcto cálculo de la PBU.
Luego de repasar la normativa que envuelve el origen de la PBU y habiendo realizado un
abordaje integral de la temática, se hará hincapié en lo que se ha bautizado como los temas
difusos o interrogantes del fallo “Quiroga”.
Podemos diferenciar 3 cuestiones que propone, las que quedaron abiertas a la interpretación e
imaginación de los letrados que llevamos adelante este tipo de juicios y de los jueces que tienen
la ardua tarea de expresarse al respecto:
• ¿Cuál es el porcentaje de confiscatoriedad requerida?
• ¿Qué cálculo utilizar para llegar a la confiscatoriedad requerida?
• ¿Qué índice aplico para reajustar o recalcular la PBU?

1. Porcentaje de confiscatoriedad requerida


Resulta de una inusitada curiosidad la necesidad de demostrar que la PBU no ha sido reajustada
o actualizada correctamente.
Es decir, sería una especie de demostración de daño, pero a la inversa, ya que intenta determinar
qué incidencia tendría la aplicación de lo dispuesto en el fallo “Quiroga”.
Este punto plantea un gran debate, debido a las diferentes interpretaciones respecto del
porcentaje mínimo que autorizaría el eventual recálculo. Parte de la doctrina entiende que debe
ser del 10% (según la interpretación del fallo “Del Azar, Suaya” xiv) y otros estiman que debe de
exceder el 15% (“Actis Caporale”xv o “Tudor”xvi).
Sin perjuicio de lo mencionado, nos resulta difícil atenernos a alguna de las dos posturas antes
descriptas, respecto del porcentaje de “merma”: en tanto a que a nuestro entender, no estamos
hablando de la posible aplicación de un tope y el perjuicio que generaría. Es un perjuicio real y
visible, palmario y concreto que implica, a los fines de contrarrestarlo, aumentar el valor de la
prestación en particular por haber sido calculada en forma errónea.
Si tuviéramos que optar por alguna de las posturas expuestas, la inclinación natural es por el
10%, debido a que la lógica de dicho porcentaje, fue utilizada en un principio como base mínima
para activar el mecanismo de movilidad. Ello se verificaba ante los aumentos de salarios en
actividad y precios, y siendo que, como se ha demostrado, para el cálculo de la PBU deben
tenerse en cuenta la evolución de los salarios, es la que mejor se asemeja a la solicitud. También
abona a dicha teoría que el 15% al que se hace referencia en Actis Caporale, es respecto del
límite de quita tolerable que produce un tope, no tratándose de uno sino de un correcto cálculo,
no debería de utilizarse el mismo parámetro.

2. Cálculo para llegar a la confiscatoriedad requerida


Existen multiplicidad de fórmulas aplicables, a los fines de determinar la merma que produce la
falta de reajuste de la PBU. La CSJN en el fallo referido, nos da indicios sobre cómo debemos
calcular la misma. Para así entender el Máximo Tribunal ha resuelto: “… qué incidencia tenía la
ausencia de incrementos de uno de los componentes de la jubilación sobre el total del haber
inicial -pues es éste el que goza de protección-, y en caso de haberse producido una merma,
constatar si el nivel de quita resultaba confiscatorio. …” (lo subrayado me pertenece). Esto nos
indica, en primera medida que la comparación debe hacerse con el haber inicial, descartando
todo otro cálculo que relacione a la PBU con el haber reajustado. Sin perjuicio de lo mencionado,
es dable destacar que no establece o define una fórmula en concreto.
El inconveniente, a nuestro criterio, surge respecto a cómo deben considerarse la PC y la PAP
(si deben tenerse en cuenta estas prestaciones antes o después de ser reajustadas). Este tema,
evidentemente, debería resolverse siempre teniendo en cuenta las prestaciones sin reajustar, ya
que el fallo expresamente refiere al “haber inicial”.
Es por ello que la fórmula que debe ser utilizada y que refleja de mejor manera la
confiscatoriedad, sin perder lo dispuesto por la CSJN es la que elaboró la Dra. Silvana Capece xvii,
la que a continuación se explica. Se resta a la PBU reajustada, la PBU sin reajustar y se verifica
que incidencia tiene sobre el haber sin reajustar (PBU reajustada - PBU sin reajustar= Diferencia
de PBU. Diferencia de PBU x100/haber caja). Esta fórmula apunta a proteger al beneficiario,
otorgando el reajuste de una de las prestaciones que compone su haber.
Desde una perspectiva aritmética: el producto de la sumatoria de PC y PAP sin reajustar será un
número menor, si lo comparamos con el que se obtendría en el caso de sumar prestaciones
reajustadas. Al considerar como divisor un número menor, o mejor dicho, el menor monto posible,
la confiscatoriedad que surgirá del cálculo será mayor, en comparación con un divisor mayor.

3. Índice a aplicar para reajustar correctamente la PBU


En primera medida cabe aclarar que la forma de reajustar la PBU debe hacerse en base a la
aplicación de un índice -o varios- sobre el AMPO/MoPre. Esto se debe a que, como se mencionó
anteriormente, ha permanecido inmóvil o con una fluctuación mínima, desde casi su origen y
hasta el año 2009.
Esta es una de las cuestiones más arduas de analizar, ya que depende de múltiples factores que
inciden en la toma de decisiones.
Se deberá tener en cuenta la fecha de adquisición del beneficio, en tanto que no tendrá la misma
incidencia con la aplicación de un índice u otro, así como el monto del beneficio total y lo que
represente la PBU.
Las variables que más resuenan en virtud de los fallos “Perez Jose” xviii y “Bruzzo Romilio
Amario”xix son el índice Salarios Nivel General y el Índice Salarios Básicos de la Industria y la
Construcción, respectivamente.
En la comparación entre ambos, sin negar que podría solicitarse la aplicación de sendos (el
primero seguido del segundo y luego los aumentos generales), resulta vencedor ampliamente el
último mencionado. La razón principal de su predominio se debe a cómo ha evolucionado, ya
que en marzo de 2009 demostraba provocar una confiscatoriedad de más del 300%, si se
comparaba con la PBU sin reajustar.
El primero, tenía una incidencia nada despreciable (69%), pero todavía inferior al ISBIC.
Asimismo, es notable destacar que ambos son de aplicación por cumplimentar con el requisito
indicado por la CSJN, ya que se trata de índices salariales.
Otra de las razones que se utilizan para justificar la aplicación del ISBIC es que es el mismo
índice que se maneja para reajustar las prestaciones restantes del haber (PC y PAP).
Debe tenerse en cuenta que, a efectos de no interrumpir el flujo del índice establecido
judicialmente, una vez que el mismo culmine, debe continuarse con la aplicación de los aumentos
legales que se le otorgaran a la PBU, en virtud de la movilidad, para evitar un brusco descenso
de la prestación y proteger el carácter sustitutivo y proporcional del salario en actividad.xx
Habiéndose considerado las 3 lagunas principales del fallo, e intentando dar solución a las
mismas, quedan algunos temas relacionados que se tratarán a continuación.

Cuestiones adicionales
1. Hablar de reajuste de la PBU ¿es hablar de movilidad?
Para aclarar esta cuestión, debemos diferenciar los dos tópicos en que se basa el juicio de
reajuste: el reajuste o recálculo de las remuneraciones y la movilidad.
Respecto del primer concepto, se encuentran incluidas todas las variables que acarreen
modificaciones en el haber inicial por volcarse en las remuneraciones tenidas en cuenta para el
cálculo del primer haber. Esto tendrá incidencia directa en cada uno de los componentes (PC y
PAP).
La movilidad es una garantía incluida en el Art. 14 BIS de la Constitución Nacional xxi, la cual no
posee una definición precisa. Se trata de variadas interpretaciones que se efectúan sobre la
garantía de que los haberes sean móviles, a los fines de que el beneficiario conserve la
capacidad de compra desde el primer haber hasta el último. La Corte Suprema de Justicia de la
Nación entendió en el fallo “Busquets de Vítolo” xxii: “… Que, finalmente, cabe destacar que la
garantía consagrada en el art. 14 bis de la Carta Magna no especifica el procedimiento a seguir
para el logro del objetivo propuesto en cuanto a la evolución del haber, dejando librado el punto
al criterio legislativo. Y ello es así, toda vez que el contenido y alcance de esa garantía no son
conceptos lineales y unívocos que dan lugar a una exégesis única, reglamentaria e inmodificable
sino que, por el contrario, son susceptibles de ser moldeados y adaptados a la evolución que
resulte de las concepciones políticas, jurídicas, sociales y económicas dominantes que imperan
en la comunidad en un momento dado. …”.
Asimismo, en el precedente “Sanchez” xxiii, expresa: “… Que, en razón del modo como finalmente
quedó redactada la norma incorporada a la Ley Fundamental ha sido y es necesario efectuar una
serie de consideraciones acerca del alcance del término "movilidad", con el propósito de
establecer los límites de disponibilidad a los que se encuentra vinculado el legislador y, en su
caso, el intérprete constitucional.
En primer lugar, debe señalarse que el carácter alimentario del haber previsional y su condición
de prolongación de la remuneración condicionan y, de algún modo, establecen los parámetros
para la aplicación del concepto de movilidad. Tal afirmación se corresponde con lo hasta aquí
reseñado y se completa con reiterada doctrina de esta Corte según la cual el principio básico que
sustenta el sistema previsional argentino es el de la necesaria proporcionalidad que debe existir
entre el haber de pasividad y el de actividad, entendiendo dicha relación como parámetro
razonable para conjugar la naturaleza del haber previsional, los fines que persigue su
reconocimiento y el establecimiento de una razonable reglamentación de la materia (doctrina de
Fallos: 289:430 y sus citas; 292:447 y muchos otros posteriores). En relación con ello, el Tribunal
también expresó que las exigencias de una conveniente adaptación de la prestación jubilatoria
han de considerarse cumplidas, en principio, cuando a través de su haber actualizado el jubilado
conserva una situación patrimonial proporcionada a la que le correspondería de haber
continuado en actividad (Fallos: 255:306).
En otro orden de ideas, se afirmó que las jubilaciones y pensiones acordadas constituyen
verdaderos derechos que se incorporan al patrimonio y no pueden ser desconocidos, suprimidos
ni alterados “salvo por causas sobrevinientes previstas previamente en la ley”, sino sólo reducido
o rebajado su monto para el futuro, cuando median para ello razones de orden público o de
beneficio general y en tanto la reducción no resulte confiscatoria o arbitrariamente
desproporcionada (Fallos: 170:12; 173:5; 234:717; 235:783; 258:14; 266:279).
A la vez, la Corte reconoció la ya mencionada facultad legislativa para elegir el régimen tendiente
a lograr la movilidad de las prestaciones previsionales y adoptar medios idóneos a fin de cumplir
con el deber de asegurar los beneficios, mas dejó a salvo el posterior control jurisdiccional
destinado a asegurar la fundamental razonabilidad de esos actos y a impedir que, por medio de
ellos, se frustren derechos cuya salvaguarda es deber indeclinable del Tribunal (doctrina de
Fallos: 293:551; 303:1155 y 308:1848).
Ha destacado el Tribunal, con mayor precisión, que el contenido de la garantía de movilidad no
se aviene con disposiciones que establecen la inmovilidad absoluta de los beneficios por un
término incierto (Fallos: 293:551; 295:674; 297:146), ni con aquellas en que el mecanismo de
movilidad se traduzca en un desequilibrio de la razonable proporcionalidad que debe existir entre
la situación del trabajador activo y el jubilado, en grado tal que pudiera calificarse de confiscatoria
o de injusta desproporción con la consecuente afectación de la naturaleza sustitutiva de la
prestación (Fallos: 300:616; 304:180; 305:611, 770, 953). …”.
De lo expresado, puede seguirse como conclusión que se trata de un concepto difuso, en el cual
la jurisprudencia tiene un rol fundamental, como interpretadora. Asimismo, como se mencionó,
la principal función es la del mantenimiento del nivel de vida a lo largo de la pasividad.
Por lo tanto, no se trataría de un tema de movilidad, ya que se procura que la PBU se encuentre
bien calculada desde el primer haber. El rasgo que la distingue es que no podría volver a
calcularse a lo largo del tiempo, pero si aplicarle la movilidad dispuesta en la ley vigente o la que
determinara eventualmente la jurisprudencia. Es por ello que se coincide en que no debe
movilizarse, sino reajustarse o recalcularse y luego aplicar las movilidades dispuestas por la ley.

2. ¿Puede y debe reajustarse la PBU de beneficios posteriores a la Ley 26.417?


En este caso se debe poner de manifiesto que a medida que los beneficios tienen fechas de
primer pago más cercanas en el tiempo a la actualidad, la incidencia de la PBU, en general, que
tiene dicha prestación dentro del haber, disminuye. Asimismo, cuánto menor sea el haber, mayor
será la proporción que represente la PBU dentro del mismo y mayor será la incidencia del
reajuste sobre ella.
Más allá de lo anteriormente expresado, es posible el recálculo de la PBU, en tanto que se parte
de un monto erróneo, que no refleja nada más que la voluntad – o falta de ella- del legislador.
Según lo sentenciado por la Sala II de la CFSS en autos “GOMEZ BRIGADA” xxiv la CSJN en el
fallo “Quiroga” no limitó la actualización de la PBU al periodo 01.01.2002 al 31.12.2006, por lo
que mal podría entenderse que sólo corresponde el reajuste de la PBU para los casos en que se
hubiera obtenido la prestación hasta esta última fecha.
Ahora bien, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha zanjado la cuestión, expresándose al
respecto, mediante el instituto de la remisión. Cabe destacar que este recurso es utilizado para
referirse a casos análogos, en el que cambian puntos que no son determinantes, como el caso
de la fecha de adquisición de beneficio.
En el precedente “PICHERSKY”xxv (FAD 29.09.2011) ha entendido que: “… los agravios del actor
suscitan el examen de cuestiones sustancialmente análogas a las resueltas por esta Corte en la
causa CSJ 111/2012 (48-C)/CS1 "Ciuti,xxvi Pablo c/ ANSeS s/ reajustes varios”, fallada el 30 de
junio de 2015, a cuyas consideraciones corresponde remitir por razón de brevedad. …”
Asimismo el precedente mencionado establece que “… este Tribunal ha examinado cuestiones
sustancialmente similares en la causa CSJ 68/2010 (46-Q)/CS1 "Quiroga, Carlos Alberto c/
ANSeS s/ reajustes varios", y sostuvo que " ...para determinar la validez constitucional de las
normas en juego y, eventualmente, adoptar un método para subsanar el daño atribuible a ellas,
la alzada debía considerar, de manera concreta, qué incidencia tenía la ausencia de incrementos
de uno de los componentes de la jubilación sobre el total del haber inicial -pues es éste el que
goza de protección-, y en caso de haberse producido una merma, constatar si el nivel de quita
resultaba confiscatorio. …”
Como más reciente antecedente puede citarse a “González”xxvii (también beneficiario de la ley
26.417, con Fecha de adquisición de beneficio el 18.06.2010) en el que se decide: “… Que los
agravios de la demandada relacionados con la actualización del haber inicial de la prestación
básica universal, suscitan el examen de cuestiones sustancialmente análogas a las resueltas en
la causa “Quiroga” (Fallos: 337:1277), a cuyas consideraciones, en lo pertinente, corresponde
remitir por razón de brevedad. …” Todo ello, tiene como consecuencia directa, la certeza de que
puede recalcularse la PBU en beneficios con fecha de obtención posterior al 28.02.2009.
Parte de la doctrina, entiende que es un monto fijo establecido por el legislador, y como tal, no
podría discutirse, pero no puede dejarse de lado que los jubilados ven vulnerados sus haberes
desde hace más de 3 décadas, por lo que, si se hablara de una recomposición de la PBU, como
un principio para mejorar las retribuciones a los sectores pasivos, se aliviaría, por lo menos en
parte, la frágil situación de este sector tan vulnerable y del cual hablan multiplicidad de tratados
internacionales, algunos de los cuales incluso, tienen jerarquía constitucional.

Conclusiones
Mediante la reforma implementada por la Ley 26.417, se le han quitado a la PBU varias de sus
características fundamentales.
Debe mantenerse el suplemento de una porción de la PBU para quienes excedan la cantidad
mínima de años de servicio con aportes computables, con un beneficio obtenido antes del
28.02.2009, ya que se los ha igualado a quienes no presentan las mismas características en su
historia laboral. Tampoco se encuentra el sentido de quitar ese plus para quienes adquirieran
posteriormente su haber.
Respecto del porcentaje de confiscatoriedad, nos decidimos, en el caso de tener que aplicar uno,
por el 10%.
En referencia al índice para aplicar al MOPRE, en la mayoría de los casos resulta más
beneficioso el ISBIC, además de que es el que se aplica para reajustar o recalcular PC y PAP.
Para demostrar la confiscatoriedad bastaría con obtener la diferencia entre la PBU reajustada y
sin reajustar, y verificar la incidencia que tiene respecto de la totalidad del haber sin reajustar.
No se intenta movilizar la PBU, sino recalcularla, por partir de un monto erróneo.
La PBU de los beneficios obtenidos con posterioridad al dictado de la Ley 26.417 también es
pasible de recálculo por las remisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Citar: elDial DC2EB8


copyright © 1997 - 2021 Editorial Albrematica S.A. - Tucumán 1440 (CP 1050) - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires - Argentina

iLey 24.241 SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES (de alcance


nacional). Artículo 17— El régimen instituido en el presente título otorgará las siguientes
prestaciones:
a) Prestación básica universal.
b) Prestación compensatoria.
c) Retiro por invalidez.
d) Pensión por fallecimiento.
e) Prestación adicional por permanencia.
f) Prestación por edad avanzada
http://www.eldial.com/nuevo/pdf_fallos/AA8B6D.pdf
ii Ley 24.241 (alcance nacional) Artículo 19. — Tendrán derecho a la prestación básica

universal (PBU) y a los demás beneficios establecidos por esta Ley, los afiliados:
a) Hombres que hubieran cumplido sesenta y cinco (65) años de edad.
b) Mujeres que hubieran cumplido sesenta (60) años de edad.
c) Acrediten treinta (30) años de servicios con aportes computables en uno o más regímenes
comprendidos en el sistema de reciprocidad.
En cualquiera de los regímenes previstos en esta ley, las mujeres podrán optar por continuar
su actividad laboral hasta los sesenta y cinco (65) años de edad; en este supuesto, se aplicará
la escala del artículo 128.
Al único fin de acreditar el mínimo de servicios necesarios para el logro de la prestación básica
universal se podrá compensar el exceso de edad con la falta de servicios, en la proporción de
dos (2) años de edad excedentes por uno (1) de servicios faltantes.
A los efectos de cumplimentar los requisitos establecidos precedentemente, se aplicarán las
disposiciones de los artículos 37 y 38, respectivamente.
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/639/texact.htm
iii ARTICULO 20º. - El haber mensual de la Prestación Básica Universal se determinará de

acuerdo con las siguientes normas:


a) Para los beneficiarios que acrediten treinta (30) años de servicios en las condiciones del
inciso c) del artículo anterior, el haber será equivalente a dos veces y media (2,5) el aporte
medio previsional obligatorio, al que se refiere el artículo siguiente;
b) Para los beneficiarios que acrediten más de treinta (30) y hasta cuarenta y cinco (45) años
como máximo de servicios en las condiciones preindicadas, el haber se incrementará en un
uno por ciento (1 %) por año adicional sobre la suma a que alude el inciso a)
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/639/norma.htm
iv Ley 26.417 Movilidad de las Prestaciones del Régimen Previsional Público. Ley Nº 24.241

modificación. (alcance nacional) Artículo 20.— El monto del haber mensual de la Prestación
Básica Universal se establece en la suma de PESOS TRESCIENTOS VEINTISEIS ($ 326).
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/145000-149999/145867/norma.htm
vCFSS SALA I “MOSCONI EMILIO FLORENCIO C/ ANSES S/REAJUSTES VARIOS”

059469/2008, 14.04.2011.
vi ARTICULO 21º. -El Aporte Medio Previsional Obligatorio (AMPO) se obtendrá dividiendo el

promedio mensual de los aportes establecidos en el artículo 39, ingresados en cada semestre,
excluidos los aportes sobre sueldo anual complementario, por el número total promedio
mensual de afiliados que se encuentren aportando, de acuerdo con el procedimiento que
establezcan las normas reglamentarias.
El cómputo del AMPO se realizará en los meses de marzo y septiembre de cada año.
viiARTICULO 5º — Derógase el artículo 21 de la Ley 24.241 y sus modificatorias.
viiiCFBB Sala II 8824/2019/CA1 “MARRERO, Daniel Alberto, c/ Anses, s/ Reajustes varios” 18

de marzo de 2021
ix Resolución SSS Nº27/1997

https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/resoluci%C3%B3n-27-1997-42601
x Decreto 833/97 (alcance nacional) http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/45000-

49999/45405/norma.htm
xi Decreto 764/2006 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/115000-

119999/117103/norma.htm; Ley 26.198


http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/120000-124999/123956/norma.htm;
Decreto 1346/2007 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/130000-
134999/133008/norma.htm; decreto 279/08
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/135000-139999/137885/norma.htm;
xii A los fines del cálculo, únicamente se tomaron en cuenta excesos que no superaran los 15

años de aportes, aunque como se estableció más arriba, el límite es inconstitucional.


xiii Se llega a dicho porcentaje, al multiplicar por 2,5 el porcentaje de aportes personales -11%-
xiv CSJN D. 429. XXVIII. “Del Azar Suaya, Abraham c/ INPS – Caja Nacional de Previsión de la
Industria, Comercio y Actividades Civiles” 25.09.1997
https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=4
00602&cache=1620959034269
xv CSJN A. 403. XXXII. “Actis Caporale, Loredano Luis Adolfo c/ INPS - Caja Nacional de

Previsión de la Industria, Comercio y Actividades Civiles s/ reajustes por movilidad”. 19.08.1999


https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=4
71744&cache=1620959403280
xvi CSJN T. 198. XXXVII. “Tudor, Enrique José c/ ANSeS” 19.08.2004

https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=5
65080&cache=1620959124002
xvii “Reajustes. Actualización de la PBU” artículo escrito por la Dra. Silvana Capece para la

Revista de Jubilaciones y Pensiones


xviii CFSS Sala 1“Pérez, José c/ Anses s/ reajustes varios” del 10/03/2009
xix CFSS Sala 3 “Bruzzo, Romilio Amario c/ Anses s/ reajustes varios” del 28/04/2010
xx CFSS, Sala 2 “RAJTMAN MARTA c/ ANSES s/REAJUSTES VARIOS” 116096/2010 del

29.10.2018
xxi Constitución Nacional, Artículo 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la

protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de
labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital
móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario;
estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la
simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la
conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las
garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la
estabilidad de su empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de
entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por
los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes;
jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de
familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
xxii CSJN, B. 833. XXXI “Busquets de Vitolo, Adelina c/ Provincia de Mendoza”, del 13.08.1998

https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=4
41168&cache=1621133854021
xxiii CSJN, S. 2758. XXXVIII “Sánchez, María del Carmen c/ ANSeS s/reajustes varios”

17.05.2005
https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=5
83894&cache=1621133325740
xxiv CFSS, Sala II “GOMEZ BRIGADA JOSE CARLOS c/ ANSES s/REAJUSTES VARIOS”

106602/2012 24.06.2019--
xxv CSJN CSS 80278/20l2/l/RH “Pichersky, Alberto Raúl c/ANSeS s/ reajustes varios”

23.05.2017
https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=7
37536&cache=1621137848219
xxvi CSJN CSJ 111/2012(48-C)/CSl “CIUTI PABLO el ANSES si REAJUSTES VARIOS”

30.06.2015
https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=7
23199&cache=1621138024765
xxviiCSJN FMP 41051103/2011/1/RH1 “González, Héctor Orlando c/ ANSeS s/ reajuste de

haberes” 04.02.2021
https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/verUnicoDocumentoLink.html?idAnalisis=7
63717&cache=1621138381001
BIBILOGRAFÍA AUDIOVISUAL:
https://www.youtube.com/watch?v=w2n1S_kOP8E&t=1153s&ab_channel=FedericoPercovich
Taller de ejecución de sentencias, reajuste de la PBU dado por la Dra. María Andrea Romero
https://www.youtube.com/watch?v=OG2jr4tWkQo&ab_channel=GuillermoJ.Jauregui Reajuste
de la PBU. Historia y actualidad. Fallos Quiroga y Argento. Distintos criterios

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