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RIF: J-07034507-1 EaD URBE =001 PREGRADO.

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Asignatura Unidad IV
Semipresencial Fuentes contractuales y extra
contractuales de las
Decanato de Derecho obligaciones.
Licencia Exclusiva de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín (URBE).2022

Nº de Contrato: SERVIEDUCA –URBE 28771

2da. Edición

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Maracaibo, Venezuela 2022

Unidad IV. [Pág. 2 ]


INTRODUCCIÓN .................................................................................... 6

TEMA 1. LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES ............................................... 8

1.1. Concepto y clasificación de las diferentes fuentes de las


obligaciones. ...................................................................... 8

1.2. Contrato: concepto y evolución histórica ..................................... 10

1.3. Contratos verbis ................................................................... 13

1.3.1. Sponsio .................................................................... 13

1.3.2. Stipulatio ................................................................. 14

1.3.2.1. Requisitos .............................................................. 14

1.3.2.2. Objeto .................................................................. 14

1.3.2.3. Acciones ................................................................ 15

1.3.3. Dictio dotis ............................................................. 15

1.3.4. Iusiurandum liberti .................................................... 16

TEMA 2. CONTRATOS LITTERIS ............................................................... 17

2.1. Nociones Generales. .............................................................. 17

2.2. Los “nomina Transcriptitia”, y sus clases .................................... 18

2.3. Chirographa y Syngraphae ....................................................... 19

2.4. Excepción non numeratae pecuniae ........................................... 19

TEMA 3. LOS CONTRATOS “RE” (CONTRATOS REALES) ................................. 21

3.1. El mutuo ............................................................................ 21

3.2. Requisitos .......................................................................... 21

3.3. El comodato ....................................................................... 22

3.3.1. Requisitos ................................................................. 22

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3.4. El depósito ......................................................................... 22

3.4.1. Requisitos ................................................................. 23

3.5. La prenda .......................................................................... 23

3.5.1. Características ........................................................... 24

TEMA 4. CONTRATOS CONSENSUALES ....................................................... 25

4.1. La compraventa ................................................................... 25

4.2. Objeto de la compraventa ....................................................... 25

4.3. De la garantía de la evicción .................................................... 26

4.4. De la garantía de los vicios ocultos............................................. 27

TEMA 5. EL ARRENDAMIENTO ................................................................. 29

5.1. Concepto ........................................................................... 29

5.2. Obligaciones ....................................................................... 29

5.3. La enfiteusis ....................................................................... 30

5.4. Características .................................................................... 31

TEMA 6. LOS CUASI – CONTRATOS ............................................................ 32

6.1. La gestión de negocios ........................................................... 32

6.1.1. Requisitos ................................................................. 32

6.1.2. Obligaciones .............................................................. 33

6.1.3. Acciones................................................................... 33

6.2. El pago de lo indebido............................................................ 34

6.2.1. Requisitos ................................................................. 34

6.3. La comunidad incidental ......................................................... 35

6.4. Las obligaciones nacidas de la tutela y curatela ...................... 35

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6.5. La adquisición de una herencia .......................................... 36

TEMA 7. LAS OBLIGACIONES NACIDAS EX DELICTO Y CUASI EX


DELITO. ........................................................................................... 37

7.1. Generalidades ..................................................................... 37

7.2. El hurto o “furtum” ............................................................... 38

7.3. El ejercicio de la “reivindicatio” y la “ad exhibendum” .................... 40

Sinopsis ........................................................................................... 42

Referencias Bibliográficas ..................................................................... 45

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INTRODUCCIÓN

Hablar de “fuentes de las obligaciones” tiene un sentido puramente instrumental y

descriptivo de las cuales son las circunstancias, los hechos o los actos que sirven de

fundamento genético de las obligaciones en sentido técnico. Es por ello, que tanto las

obligaciones romanas como las actuales deben tener una causa inmediata y eficiente,

donde todos los tratadistas (antiguos y modernos) hablan de la causa inmediata de

donde se originan.

En las Institutas de Gayo parecen encontrarse el primer pasaje sobre esta materia.

Dice Gayo, que las obligaciones tienen su génesis aut ex contractu, aut ex maleficio,

au propio quodam jure ex variis causarum figuris, con lo cual quiere significarse que

las obligaciones nacen ya sea de un contrato, ya de un delito, ya de otras figuras

jurídicas semejantes, es decir, de otros actos o hechos que, sin reunir los elementos

constitutivos del contrato o del delito hacían surgir determinadas obligaciones a cargo

de quienes las ejecutan.

Por tanto, en el desarrollo de la presente unidad estudiaremos a profundidad todas y

cada una de las fuentes contractuales y delictuales de las obligaciones, a fin de poder

comprender el vínculo obligacional que pueda surgir entre un sujeto activo y un sujeto

pasivo.

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Objetivo de la unidad

Analizar los orígenes, evolución histórica y trascendencia del sistema romano de las fuentes
de las obligaciones.

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TEMA 1. LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

Las obligaciones nacen de la ley, es decir, su sola autoridad da nacimiento a una

relación obligacional concreta (deudor, acreedor y prestación debida) con

independencia de todo acto voluntario o de comportamiento del sujeto. La ley da

origen a la obligación, de la voluntad de la ley surgen obligaciones.

1.1. Concepto y clasificación de las diferentes fuentes de las


obligaciones.

Según Carmona (2011, p. 191), “Al decir de Bonfante llámense fuentes de las

obligaciones, o con término romano causae obligatorium, los hechos jurídicos de

donde puede derivarse una relación obligatoria”.

De las cuatro fuentes de obligaciones admitidas en la época clásica del Derecho

Romano, las principales y por ende, las más antiguas son los delitos y los contratos.

Siendo la obligación una restricción a la libertad del deudor, se comprende que no

puede hallarse uno en este estado de dependencia, más que en razón de causas bien

determinadas. Ahora bien; hay dos de ellas que reclaman naturalmente la sanción del

legislador. Primeramente, el daño injustamente causado: toda mala acción, todo acto

contrario al Derecho y que lleva perjuicio a los demás, debe obligar a su autor a una

reparación; después, la voluntad libremente manifestada: cuando una persona ha

tomado un compromiso con relación a otra que lo acepta, está obligada y debe

cumplir lo que ha prometido.

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El Derecho Romano ha reconocido estas dos grandes causas de obligaciones; pero no

de una manera absoluta, y solamente bajo ciertas condiciones: si el hecho ilícito

constituye un delito; si la voluntad se ha manifestado en un contrato.

Esta clasificación de las fuentes de obligaciones llegó a ser insuficiente a medida que

el Derecho Romano se perfeccionaba.

Los jurisconsultos, tratando de determinar las causas de las obligaciones sancionadas

por el Derecho, reconocen que se puede estar obligado sin que haya habido contrato ni

delito.

Gayo, en una de sus obras, estudia esas otras causas de obligaciones que no son ni

contratos ni delitos, las variae causarum figurae. Así, un heredero que acepta una

sucesión está obligado a pagar los legados. Sin embargo, no hay contrato, pero ha

habido por su parte, un acto de voluntad lícito que se aproxima al contrato y no al

delito: su obligación nace quasi ex contractu. Una persona lleva a cabo un acto ilícito

que no entra en la categoría de los que el Derecho Romano califica de delito: su

obligación nace quasi ex delicto.

Gayo reconoce, pues, implícitamente cuatro fuentes de obligaciones civiles, y esta

división está más claramente formulada en las Instituciones de Justiniano. Eugene

Petit (2000, p.266), dice que esta división es la tradicionalmente conocida de:

contratos, quasi contratos, delitos y quasi delitos.

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1.2. Contrato: concepto y evolución histórica

En todo contrato hay una convención. Para tener la noción del contrato, es preciso,

pues, saber primeramente, lo que es una convención. Ahora bien, cuando dos o más

personas se ponen de acuerdo respecto a un objeto determinado, se dice que hay

entre ellas un convenio o pacto. Las partes que hacen una convención destinada a

producir un efecto jurídico, pueden proponerse crear, modificar o extinguir un

derecho. No tenemos que ocuparnos aquí más que de las convenciones que tienden a

crear un derecho: son las únicas que forman el género cuya especie es el contrato.

La regla antigua, que domina aún en la época clásica, que subsiste aún en tiempos de

Justiniano, es que el acuerdo de las voluntades, el simple pacto, no basta para crear

una obligación civil. El Derecho civil no reconoce este efecto más que a convenciones

acompañadas de ciertas formalidades, cuya ventaja es dar más fuerza y más

certidumbre al consentimiento de las partes, y disminuir los pleitos encerrando en

límites precisos la manifestación de la voluntad. Consistían, bien en palabras solemnes

que debían emplear las partes para formular su acuerdo, bien en menciones escritas,

bien, por último, en la remisión de una cosa, hecha por una de las partes a la otra. Sin

embargo, se derogó esta regla a favor de ciertas convenciones de uso frecuente y de

importancia práctica considerable.

Los contratos en Derecho Romano son, pues: unas convenciones que están destinadas a

producir obligaciones y que han sido sancionadas y nombradas por el Derecho civil.

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Cuadro IV.1 Otras definiciones

Autores Explicación

Nagel (1996, p. 252) “Comprende el acuerdo de dos o más voluntades con el fin de
producir, transformar o resolver una relación jurídica. Fuente del
nacimiento de las obligaciones que consiste en promesas de las
cuales se derivan prestaciones recíprocas o cualquier negocio
jurídico bilateral, del que se derivan consecuencias jurídicas
sancionadas por el Derecho”.

Carmona (1999, p. “El contrato puede definirse según Bonfante como el acuerdo de
171) dos o más personas con el fin de constituir una relación
obligatoria reconocida por la ley”.

Entonces, puede considerarse que las dos maneras más antiguas de obligarse que han

estado en uso entre los romanos fueron primeramente el nexum, que tenía por causa

un préstamo de dinero; después la sponsio.

El nexum se realizaba por medio del cobre y de la balanza, per aes et libram. En una

época en que los romanos ignoraban aún el arte de acuñar la moneda, la cantidad de

metal dada en préstamo se pesaba en una balanza tenida por un libripens, en

presencia de cinco testigos ciudadanos romanos y púberes. El peso del metal subsistió

aún después de empezar a acuñar el cobre, pero después de la aparición de la moneda

de plata, no se tuvo necesidad de pesar las piezas, con lo cual se sustituye por el uso

de palabras solemnes, surgiendo así la sponsio, la stipulatio, la dictio dotis,

iusiurandum liberti, llamados contratos verbis.

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Luego, surgen los contratos litteris, cuyo origen proviene del libro que llevaban los

paterfamilias (codex accepti et expensi), en el cual anotaban sus ingresos y egresos,

sobre todo los créditos contra otras personas. Ello determinó la aparición de nuevos

contratos llamados nomina transcriptitia, cuando el deudor era ciudadano romano y

chirographa y syngraphae, cuando era extranjero.

Posteriormente, se admite que la simple entrega de una cosa era suficiente para

engendrar una obligación civil, por lo que surgen entonces, los contratos reales o

simplemente re: mutuo, comodato, depósito y prenda.

Cuando la legislación romana hizo del acuerdo de voluntades la modalidad esencial del

contrato, aceptaron los contratos consensuales o solo consensus: la compraventa, el

arrendamiento, la sociedad y el mandato.

En la época clásica se reconocen otros contratos llamados por los intérpretes

“contratos innominados”, que son según Arias Ramos, “aquellos para cuya perfección

se exige, análogamente a lo que sucede en los reales, que una de las partes haya

entregado a la otra una cosa o, en general, realizado a su favor una prestación de

distinta índole, quedando el otro contratante obligado a llevar a cabo, en cambio, una

prestación convenida. La diferencia con los contratos reales típicos estriba en que, en

los innominados, esta contraprestación -salvo en el precario, tardíamente incluido en

la categoría- no consiste en la devolución de la misma cosa recibida, sino que es

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siempre de naturaleza distinta a la de la prestación previa del acreedor que es la que

sirve de causa”.

Entre estos tenemos: do ut des (doy para que des); do ut facias (doy para que hagas);

facio ut des (hago para que des); y facio ut facias (hago para que hagas).

1.3. Contratos verbis

Son los que se perfeccionan mediante el uso de palabras solemnes y, en general tenían

las siguientes características:

 Eran formales.

 Eran de Derecho estricto, el juez debía limitarse a lo convenido por las partes,

sin atender a otras consideraciones.

 Eran unilaterales, sólo engendraban obligaciones para el deudor.

1.3.1. Sponsio

Utilizada como medio de dar fuerza jurídica a las convenciones destinadas a producir

una obligación, ésta se celebraba oralmente, mediante una pregunta formulada por el

acreedor, seguida de una respuesta congruente dada por el deudor. Con ella se

buscaba formalizar la promesa de esponsales, y también era empleada en Derecho

público para concertar tratados de paz o alianzas con Estados extranjeros. Como sólo

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podía ser realizada por ciudadanos romanos, con el tiempo cayó en desuso, dando

lugar a la aparición de otra figura de gran importancia para los romanos.

1.3.2. Stipulatio

Era una formalidad verbal adaptable a cualquier tipo de contrato, consistía en una

pregunta oral que formulaba el futuro acreedor (stipulator), seguido de una respuesta

concordante y también oral del futuro deudor (promissor).

1.3.2.1. Requisitos

• Oralidad de las fórmulas; los sordos y los mudos no podían celebrar una

stipulatio, ni tampoco los infantes porque no tenían discernimiento.

• Presencia de ambas partes; no se podía celebrar entre ausentes.

• Unida del acto; la respuesta debe seguir inmediatamente a la pregunta.

• Perfecta concordancia entre pregunta y respuesta.

1.3.2.2. Objeto

En cuanto a éste, inicialmente se utilizaba para la promesa de entregar sumas de

dinero, más tarde se extendió a otras prestaciones de cosas ciertas que no fuesen

dinero, pero también, llegó a admitirse para las obligaciones de entregar cosas

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inciertas, viniendo a constituirse en el medio más común para imprimir carácter

obligatorio a toda convención, cualquiera que fuese su naturaleza.

1.3.2.3. Acciones

Éstas tenían por finalidad hacer exigible la obligación del deudor.

Entre ellas tenemos:

Cuadro IV.2 Acciones de la Stipulatio

Acciones de la Stipulatio Explicación

Condictio certae creditae o Exigía el cumplimiento de la obligación de entregar


condictio certi una cantidad determinada de dinero.

Condictio triticaria Se empleaba si el objeto era un cuerpo cierto o una


cantidad determinada de cosas que no fueran dinero.

Actio ex stipulatu Aplicable a las obligaciones que tuvieran por objeto un


incertum, un acto o una abstención.

1.3.3. Dictio dotis

Era el contrato que se utilizaba para dar fuerza obligatoria a la promesa de dote hecha

por la mujer, uno de sus ascendientes paternos o uno de sus deudores, a favor del

marido.

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1.3.4. Iusiurandum liberti

Era la declaración unilateral dada bajo fe de juramento por el liberto, por medio de la

cual se comprometía a prestar determinados servicios al patrono.

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TEMA 2. CONTRATOS LITTERIS

Los contratos litteris son aquellos que se perfeccionan por ciertas palabras escritas

establecidas por la tradición. Son escasas las fuentes que refieren a ellas menciona la

nómina transcriptitia , el chirographum y el syngrape.

2.1. Nociones Generales.

Se perfeccionan por medio de la escritura. Sus características son un contrato

unilateral, un contrato formal, de Derecho estricto.Sólo podía tener por objeto sumas

de dinero determinadas. Es un contrato abstracto por cuanto no es preciso investigar

la causa que mueve a las partes a concluir el contrato.

Estos contratos surgen de la costumbre del paterfamiliae romano de llevar libros de

contabilidad, a saber: adversaria (libro diario), codex accepti et expensi (libro de

caja o mayor) y kalendarium (libro para anotar los intereses a pagar y a cobrar). Así,

se determinó dos clases de contratos litteris.

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Cuadro IV.3 Contratos Litteris

Contratos explicación

Arcaria nomina Eran las simples anotaciones que hacía el paterfamiliae de todas
las acreencias que tenía y de las deudas que debía pagar, sólo
servía como principio de prueba. Era una especie de libreta de
pulpería, donde el paterfamiliae llevaba una relación de los
débitos y de las acreencias.

Nomina transcriptitia Surge del codex accepti et expensi se verificaba mediante una
doble operación: se hacía una anotación en acceptum como
cancelación por pago de una obligación anterior, y la otra
operación se hacía en el expensum, en el que figuraba igual
cantidad como entregada a la misma persona o a otra distinta de
la que aparecía en el acceptum como pagada, sin mencionar el
motivo por el cual se hacía la entrega.

Estos asientos que daban nacimiento a estos contratos u obligaciones así establecidos

eran factibles de novación que recibían nombres diferentes de acuerdo a la operación

contable que se hiciese. Estos eran:

2.2. Los “nomina Transcriptitia”, y sus clases

La nomina Transcriptitia comprende Transcriptio a re in personam y la Transcriptio a

personam in personam, los cuales son explicados en detalle a continuación.

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Cuadro IV.4. Los “nomina Transcriptitia”, y sus clases

Contratos Explicación

Transcriptio a re in Donde se cancelaba una obligación cuyo motivo o causa se


personam expresa (por ejemplo, por causa de compra, arrendamiento
o sociedad), creaba una obligación literal con el mismo
deudor, pero sin expresar la causa.

Transcriptio a personam in Se verificaba para sustituir un deudor por otro nuevo;


personam cuando el acreedor le cancelaba la deuda a un deudor y se
la traspasaba a otro deudor.

2.3. Chirographa y Syngraphae

Son dos contratos de origen griego que en principio eran utilizados solamente por los

extranjeros; eran declaraciones de deudas escritas y firmadas por el deudor y el

acreedor.

Petit (2000, p. 459), “La diferencia entre ambos es que la chirographa era redactada

en un solo ejemplar que quedaba en manos del acreedor, y la syngraphae se hacía por

duplicado original quedando uno al deudor y el otro al acreedor”.

2.4. Excepción non numeratae pecuniae

Ésta es una reforma realizada a la exceptio doli, basada en una exigencia del

prestatario frente al banquero o usurero, que exigía de él una promesa de restituir, ya

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por stipulatio, ya por chirographum, antes de entregarle la cantidad pedida. Así a un

acreedor le era fácil perseguir al deudor, obligado verbis o litteris, y hacerle pagar lo

que en realidad no le había prestado.

Se decidió que el deudor, perseguido en virtud de una stipulatio o de un

chirographum, el cual, pretendía no haber recibido la cantidad, y cuya restitución le

reclamaban, podría hacer valer este medio de defensa bajo la forma de esta excepción

especial, que derogaba las reglas ordinarias en materia de prueba, así el acreedor

demandante es quien debía probar que ha habido numeración de la cantidad

reclamada, es decir, que su crédito tiene una causa.

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TEMA 3. LOS CONTRATOS “RE” (CONTRATOS REALES)

Se perfeccionan por medio de la entrega de una cosa, bien sea en propiedad, posesión

o tenencia. Para que el contrato exista no basta el simple acuerdo entre las partes, es

necesario que una de las partes traspase a la otra una cosa.

3.1. El mutuo

Según Petit (2000, p. 346), el mutuum, o préstamo de consumo, “es un contrato por el

cual una parte transfiere a otra la propiedad de cierta cantidad de cosas que se

aprecian al peso, al número o a la medida, con obligación de restituir al cabo de cierto

tiempo la misma cantidad de cosas de la misma especie y calidad”.

3.2. Requisitos

• Se requiere que el mutuante sea propietario de las cosas entregadas, o al

menos que tenga la facultad para enajenarlas.

• Entrega efectiva de la cosa dada en préstamo.

• Que ambas partes estén conformes con la causa de la entrega.

• Debe tratarse de cosas fungibles.

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3.3. El comodato

También llamado préstamo de uso, es un contrato por el cual una persona, el

comodante, entrega gratuitamente una cosa a otra persona, el comodatario, para

servirse de ella, y devolverla después de haber hecho el uso convenido.

3.3.1. Requisitos

• Se requiere que el comodante entregue al comodatario la cosa, que puede ser

mueble o inmueble.

• No era imprescindible que el comodatario fuese propietario de la cosa, ni

siquiera poseedor legítimo, pues sólo transfiere la detentación.

• Era preciso que la entrega de la cosa se hiciera con el fin de proporcionar al

comodatario un uso gratuito, ya que de otra manera sería arrendamiento.

• Que la cosa no sea consumible o al menos que no se destine a ser consumida.

3.4. El depósito

Es un contrato por el cual una persona, el depositante, entrega una cosa a otra

persona, el depositario, que se obliga gratuitamente a guardarla y devolverla al primer

requerimiento.

Unidad IV. [Pág. 22 ]


3.4.1. Requisitos

• Que el depositante lleve a cabo el depósito, transfiriendo la detentación de la

cosa al depositario. No es necesario que el depositante sea propietario de la

cosa depositada, ni siquiera poseedor jurídico.

• Que la transferencia de la cosa se haga con el objeto de custodia gratuita.

• Que exista acuerdo entre las partes acerca de la devolución de la cosa en

cuanto se le exija.

3.5. La prenda

La pignus, es un contrato por el que el deudor, o un tercero, entrega una cosa a un

acreedor para seguridad de su crédito, con cargo para este acreedor de restituirla

después de haber obtenido satisfacción.

Puede ser objeto de prenda o pignus tanto las cosas muebles como las inmuebles,

mientras que en Derecho moderno sólo pueden pignorarse los bienes muebles,

reservándose la hipoteca para los inmuebles.

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3.5.1. Características

• El acreedor pignoraticio está obligado a custodiar la cosa que se le ha

entregado y responde de los daños inferidos a la cosa hasta por culpa leve.

• El acreedor pignoraticio no puede servirse de la cosa pignorada y si la usa sin

permiso del deudor, comete un hurto, en este supuesto responde hasta por

caso fortuito.

• Si la cosa produce frutos, los mismos pueden imputarse al pago de los intereses

o del capital.

• Cancelada la obligación principal, se debe devolver la cosa con sus accesiones y

si ésta se ha vendido por incumplimiento del deudor, se devolverá el

sobrante después de haberse resarcido el acreedor.

• El pignorante o dueño de la cosa dada en garantía puede quedarse

circunstancialmente obligado a indemnizar al acreedor los gastos de

conservación de la cosa o a resarcirle los daños que se le hayan podido

ocasionar por su culpa al acreedor pignoraticio.

• Si el deudor entregaba dolosamente en prenda una cosa que no le pertenecía o

que estaba hipotecada, incurría en el delito de estelionato, que era

severamente castigado.

Unidad IV. [Pág. 24 ]


TEMA 4. CONTRATOS CONSENSUALES

Se perfeccionan con el mero consentimiento de las partes, sin necesidad del

cumplimiento de formalidades ni de la entrega de una cosa.

4.1. La compraventa

Hay venta, en la época clásica, cuando dos personas convienen que una debe procurar

a la otra la libre posesión y el disfrute (completo y pacífico) de una cosa determinada,

mediante pago de un precio fijado en dinero.

4.2. Objeto de la compraventa

El acuerdo de las partes, necesario a la perfección de la venta, debe recaer sobre la

cosa vendida y sobre el precio, que son el objeto mismo de la obligación. Veamos,

pues, qué cosas pueden ser vendidas, y en qué debe consistir el precio.

Unidad IV. [Pág. 25 ]


Cuadro IV.5. Requisitos de la compra venta

Objetos Explicación

De la cosa vendida Todas las cosas susceptibles de entrar en el patrimonio de los


particulares pueden ser objeto de venta. Se puede vender una
cosa corporal o una incorporal: una servidumbre, un crédito,
una herencia, pero no una herencia futura. La venta de la cosa
ajena es válida. El efecto de la venta es crear obligaciones. El
vendedor está simplemente obligado a hacer tener la cosa al
comprador y nada se opone a que esta obligación tenga por
objeto la cosa ajena.

Del precio Para que la venta sea valedera, es preciso que el precio sea en
dinero acuñado, que sea cierto y serio. El equivalente que el
comprador debe dar al vendedor, a título de precio, no puede
consistir en una cosa cualquiera. Es preciso que sea una
cantidad de dinero, pecunia numerata. Debe ser cierto, es
decir, determinado, o al menos susceptible de serlo, así la
venta es válida, si es hecha por el dinero que el comprador
tiene en su caja, pues es una cantidad cierta. En fin, el precio
debe ser serio, verum. No lo es, y la venta es nula, si es
insignificante con relación al valor de la cosa vendida, o
cuando el vendedor no tiene intención de exigirlo.

4.3. De la garantía de la evicción

No basta que el vendedor haya entregado al comprador la libre posesión de la cosa

vendida; es preciso también que esta posesión sea duradera. Si, pues, un tercero hace

reconocer en justicia su derecho sobre la cosa, y despoja al comprador, es decir, se la

quita en totalidad o en parte, el vendedor está obligado a ir en auxilio del comprador

y si no ha podido impedir la evicción, a reparar las consecuencias, indemnizándole;

esa es la obligación de garantía. El comprador tiene, pues, en general, dos medios

para hacerse indemnizar en caso de evicción: la actio empti, sancionando la obligación

Unidad IV. [Pág. 26 ]


de garantía nacida de la venta, y la actio ex stipulatio, que sanciona la obligación

nacida de la stipulatio duplae. Para ello, es necesario que el comprador haya sufrido

un perjuicio, porque no tiene ya el goce completo y pacífico de la cosa vendida y es

necesario que este perjuicio implique una falta en el derecho del vendedor; sea que

haya vendido la cosa ajena, o sea, que haya vendido una cosa gravada con derechos

reales.

4.4. De la garantía de los vicios ocultos

El vendedor debe también garantizar al comprador, en razón de los defectos ocultos

que puedan afectar a la cosa vendida y disminuir su valor. Para ello, el vendedor debe

conocer los defectos de que adolece la cosa. Que sea de buena o de mala fe, sino los

ha declarado al comprador, o si ha afirmado cualidades de que está desprovista, el

comprador tiene dos acciones a escoger: la acción redhiitoria tiende a la resolución de

la venta, y la acción aestimatoria o quantis minoris, tiene por objeto obtener una

disminución del precio.

Respecto al vendedor, era necesario que tuviera otros recursos, para asegurarse

contra el peligro de perder a la vez la cosa y el precio, así tenemos:

Unidad IV. [Pág. 27 ]


Gráfico IV.1. Recursos del vendedor

Unidad IV. [Pág. 28 ]


TEMA 5. EL ARRENDAMIENTO

El arrendamiento nació en Roma tardíamente y como consecuencia de la necesidad de

prestar semovientes. El arrendamiento de predios no tuvo razón de ser, por cuanto

éstos existían en demasía y en Roma, el Estado los prestaba por tiempo indeterminado

a cualquiera que los quisiera para producir. Mucho tiempo después, cuando la ciudad

comenzó a congestionarse por la afluencia de personas, aparece este nuevo contrato.

5.1. Concepto

Locatione et conductione; es una contrato por el cual una persona se compromete

con otra a procurarle el goce temporal de una cosa, o a ejecutar por ella cierto

trabajo, mediante una remuneración en dinero, llamada merces. El que se obliga a

suministrar la cosa o trabajo es el locutor; hace una locatio y tiene contra la otra

parte la acción locati o ex locato. El que debe el precio de alquiler, o merces, toma

el nombre de conductor; hace una conductio y puede ejercitar contra el locutor la

acción conducti o ex conductio.

5.2. Obligaciones

• El arrendador está obligado a entregar al arrendatario la cosa arrendada o a


ponerla a su disposición, para que pueda usarla y disfrutarla conforme a lo

Unidad IV. [Pág. 29 ]


convenido. El arrendatario no tiene derecho real sobre la cosa, sólo la
simple detentación, de tal manera, que si es perturbado en su disfrute,
debe notificar al arrendador.

• Si la cosa no sirve para el uso de lo convenido, el arrendador no está obligado a


indemnizar al arrendatario por los daños y perjuicios sufridos, pudiendo
este último rescindir del contrato.

• El arrendador deberá sufragar todos los gastos de conservación de la cosa y


abstenerse de hacer en ella obras o modificaciones que impidan la
utilización de la misma por el conductor.

• El arrendatario tiene como principal obligación pagar la merces en el tiempo


estipulado.

• El arrendatario debe ceñirse en el uso de la cosa a las costumbres del lugar,


teniendo derecho a subarrendarla, salvo pacto en contrario.

• Al finalizar el contrato, el arrendatario debe devolver la cosa como la recibió,


sin que responda de los deterioros naturales de la misma.

5.3. La enfiteusis

Según Bonfante (1965, p. 354), “La enfiteusis es un derecho real enajenable y

transmisible a los herederos, que atribuye el pleno goce del fundo con la obligación de

no deteriorarlo y de pagar un canon anual”. El enfiteuta podía, durante el tiempo que

dure su derecho, constituir servidumbres o hipotecas.

Unidad IV. [Pág. 30 ]


5.4. Características

• Se podía dar el fundo en usufructo o en sub-enfiteusis.

• Se debía pagar anualmente una pensión o canon, el cual era invariable,


cualquiera que fuese la disminución del fundo enfitéutico.

• El enfiteuta estaba en la obligación de notificar al propietario la enajenación


que hiciera de su derecho.

Pueden ser objeto de hurto las cosas muebles corporales susceptibles de aprobación

privada por tanto, no hay furtum para los inmuebles, ni para las cosas fuera del

comercio, ni para las incorporales.

Unidad IV. [Pág. 31 ]


TEMA 6. LOS CUASI – CONTRATOS

Cuando una obligación es engendrada por un hecho lícito o una manifestación de

voluntad unilateral, o aún por ciertas relaciones independientes del hecho del hombre,

pero de tal suerte que no haya ni contrato, ni delito, los romanos dicen que nace el

quasi ex contractu. Las principales son: la gestión de negocios, la tutela y la curatela,

la indivisión o comunidad incidental, la aceptación de una herencia y el pago de lo

indebido.

6.1. La gestión de negocios

Hay gestión de negocios cuando una persona administra voluntariamente los negocios

ajenos, sin habérselo encargado. Resulta de ello una relación obligatoria análoga al

mandato. El gerente, negotiorum gestor, debe rendir cuenta de su gestión al dueño,

dominus; por su parte puede hacerse indemnizar por sus gastos.

6.1.1. Requisitos

• Que el dueño del negocio ignore la actividad del gestor. Si la conoce y no se


opone a ella, la relación es la de un mandato tácito. Si se opone, el gestor no
tendrá ninguna acción.
• Que la actividad desarrollada sea en beneficio exclusivo del dominus. No hay
gestión de negocios cuando un socio realiza actos a favor de los demás socios,
porque esto supone también una ventaja para él.

Unidad IV. [Pág. 32 ]


• Que la gestión sea de evidente utilidad para el dueño, aunque no se logren los
resultados perseguidos.
• La intención del gestor de obrar en un negocio ajeno. Sobre este requisito no
existe unanimidad entre los comentaristas, ya que algunos consideran que la
acción se concedía aunque el animus no estuviera demostrado.

6.1.2. Obligaciones

El gerente está obligado a terminar completamente el negocio en que ha intervenido,

salvo que las circunstancias se lo impidan.

Una vez finalizada la gestión, debe rendir cuentas al dueño, entregándole todo lo

adquirido.

El dominus está en la obligación de indemnizar al gestor de todos los perjuicios que la

gestión le haya ocasionado y a liberarlo de las obligaciones asumidas.

6.1.3. Acciones

El gestor tiene a su disposición la actio negotiorum contraria para hacer efectivos sus

derechos y el dueño puede ejercitar la actio negotiorum gestorum directa.

Unidad IV. [Pág. 33 ]


6.2. El pago de lo indebido

Cuando una persona paga por error lo que no debe, es justo que el que ha recibido el

pago no se enriquezca a su costa y esté obligado a devolver lo que se le ha pagado.

Ésta estaba sancionada por una acción denominada condictio indebiti, para obtener

la devolución de lo pagado indebidamente.

6.2.1. Requisitos

• Que exista un pago.

• Que el pago sea indebido; será así en los casos:

• Cuando la deuda no había existido nunca o ya había dejado de existir. Si se

paga una obligación natural no hay pago de lo indebido y por tanto, no

procede la condictio indebiti.

• Cuando la deuda aún no existía, como ocurriría si el deudor paga una obligación

sometida a condición suspensiva antes del cumplimiento de la condición.

Ahora bien, si el deudor paga antes del vencimiento del término paga lo

que debía.

• Cuando se ha pagado a una persona distinta del acreedor.

• Cuando el deudor paga más de lo que debía, en cuyo caso ha pagado lo


indebido en todo lo que excede del importe real de la obligación.

• Que el pago se haya realizado por error, es decir, creyéndose deudor cuando no
lo era.

Unidad IV. [Pág. 34 ]


6.3. La comunidad incidental

Hay una división o comunidad cuando una misma cosa o una universalidad de bienes,

como una herencia, pertenecen a varias personas que son propietarias pro-indiviso de

la misma. Es una situación parecida a la sociedad, sin que entre dichas personas se

haya celebrado ningún contrato.

Los comuneros pueden pedir la disolución de la comunidad mediante la actio comun

dividendo, si se trata de una cosa común o la actio familiae erciscundae, en caso de

una herencia.

A la comunidad incidental se le aplican las mismas reglas de la co-propiedad.

6.4. Las obligaciones nacidas de la tutela y curatela

Tanto de la tutela como de la curatela surgen una serie de obligaciones semejantes a

las de la gestión de negocios o del mandato, pero ni la obligación del tutor ni la del

curador derivan de un contrato celebrado con el incapaz, por ello se dice que son

obligaciones quasi ex contractu. Su obligación de administrar resulta de las funciones

que le han sido impuestas, ora por el testamento del jefe de familia, ora por la ley,

bien por la decisión del magistrado.

Unidad IV. [Pág. 35 ]


Para la doctrina moderna todas estas obligaciones son simplemente obligaciones ex

lege, es decir, nacidas de la ley, por lo cual no consideran la existencia del cuasi

contrato. Sin embargo, su gestión le obliga a dar cuenta al pupilo, quien, por su parte,

debe indemnizarle sus gastos.

Estas obligaciones son sancionadas por las acciones tutelae directa y contraria. Lo

mismo sucede con el curador de un incapaz. No se ha creado para esta hipótesis una

acción especial, se le aplican las acciones negotiorum gestorum directa y contraria.

6.5. La adquisición de una herencia

El heredero testamentario que adquiere una sucesión, de pleno derecho si es heredero

necesario, o haciendo adición si es heredero voluntario, se encuentra obligado a

cumplir los legados contenidos en el testamento. Como no ha contratado con los

legatarios, su obligación nace quasi ex contractu.

Es sancionada por la acción ex testamento. El heredero está también obligado a pagar

las deudas del difunto; pero su obligación respecto a los acreedores hereditarios no

tiene el mismo origen: continuador de la persona del difunto, está obligado para con

sus acreedores con el mismo título que el difunto mismo.

Unidad IV. [Pág. 36 ]


TEMA 7. LAS OBLIGACIONES NACIDAS EX DELICTO Y CUASI
EX DELITO.

Hay que hacer, a este respecto, una distinción, que parece remontarse a los primeros

siglos de Roma, entre los delicta privatae, que consistían en hechos ilícitos que

causaban un daño a la propiedad o a la persona de los particulares, pero sin perturbar

el orden público, la persecución de estos delitos se consideraba como un derecho del

particular ofendido, no como una función estatal y los delicta publica, que eran

aquellos que atacaban directa o indirectamente el orden público, o la organización

política o la seguridad del Estado.

7.1. Generalidades

El delito es un hecho ilícito, una infracción castigada por la ley. Los romanos han

considerado el delito como una fuente de obligación civil; pero las consecuencias no

han sido nunca las mismas que en nuestro Derecho moderno.

En el Derecho clásico, la obligación nacida del delito tiene por objeto el pago de una

pena pecuniaria, que sólo es, algunas veces, el equivalente del perjuicio causado, pero

que con frecuencia le es superior y enriquece entonces al demandante. Esta obligación

difiere bajo varios aspectos de la que nace de un acto lícito, como un contrato.

Unidad IV. [Pág. 37 ]


a. Se forma siempre re, es decir, por la realización de un hecho material. La

intención no es nunca suficiente para que haya delito.

b. Las únicas personas que no pueden obligarse por delito son las que no son

responsables de sus actos. Son primero los locos: no se obligan por sus delitos

más que si han obrado en un momento lúcido; luego los impúberos en infancia,

cuya inteligencia no está aún desarrollada.

c. El objeto de una obligación nacida de un delito, consiste siempre en la datio

de una cantidad de dinero determinada.

d. En fin, las obligaciones nacidas de los delitos se extinguen en principio por la

muerte del deudor, los herederos del culpable no están obligados. Pero

aquellas sobreviven a la capitis deminutio del autor del delito.

7.2. El hurto o “furtum”

El furtum era, en Derecho Romano, el manejo fraudulento de una cosa contra la

voluntad del propietario, con intención de sacar beneficio de la cosa misma, de su uso

o de su posesión.

Unidad IV. [Pág. 38 ]


Gráfico IV.2.Requisitos del furtum

Pueden ser objeto de hurto las cosas muebles corporales susceptibles de aprobación

privada por tanto, no hay furtum para los inmuebles, ni para las cosas fuera del

comercio, ni para las incorporales.

Unidad IV. [Pág. 39 ]


7.3. El ejercicio de la “reivindicatio” y la “ad exhibendum”

El ejercicio del reivindicatio, comprenden la reivindicatio, la acción ad exhibendum

personal, el daño causado injustamente (damnum iniuria datum) su origen y requisitos

y las obligaciones nacidas “quasi ex delicto”, las cuales son explicadas en el siguiente

cuadro.

Cuadro IV.6. reivindicatio” y la “ad exhibendum

Ejercicio Explicación

La reivindicatio Es la sanción del derecho de propiedad. El


propietario puede, pues, reivindicar la cosa robada
contra todo detentador, ya sea el ladrón o su
heredero, o aún, un tercero adquirente de buena fe,
que no podría, en efecto, oponerle la usucapión de
una cosa robada.

La acción ad exhibendum Se da contra todo poseedor de la cosa robada y


personal contra toda persona que ha dejado de poseer por
dolo, bien entregando la cosa a un tercero, bien
destruyéndola.

El daño causado injustamente Este delito tiene lugar cuando se causa a una persona
(damnum iniuria datum) su origen un perjuicio patrimonial, sin que el que lo produce
y requisitos mire a obtener un lucro, sino que obra movido por la
sola intención de dañar, o con negligencia.
Fue previsto por la Lex aquilia, la cual dispuso que
el que haya matado un esclavo ajeno, o a un animal
vivo en rebaño perteneciente a otra persona, debía
pagar el valor más elevado que hubiesen alcanzado el
esclavo o animal el año precedente al delito.
Esta obligación es sancionada por una acción
especial, llamada actio legis aquiliae, concedida al
dueño de la cosa contra el autor del delito y sus
cómplices.

Unidad IV. [Pág. 40 ]


Obligaciones nacidas “quasi ex Estas son obligaciones que tenían por sanción una
delicto” acción pretoriana in factum, que llevaba consigo una
multa que variaba según los casos. Se diferencian de
los delitos en que en ellos el hecho ilícito es causado
por imprudencia o negligencia, pero sin intención de
perjudicar.

En las instituciones de Justiniano se citan, Iudex qui litem suma fecerit, Positum et

suspensum, Effusum et deiectum y los hurtos y daños cometidos por los propios

dependientes, así como se muestra.

Cuadro IV.7. Clases de obligaciones quasi ex delicto

Instituciones Explicación

Iudex qui litem suma fecerit Cuando el juez hace suyo el litigio; tiene lugar
cuando un juez ha pronunciado una sentencia
errónea o ha descuidado su deber, quedando
obligado a resarcir a la parte perjudicada el valor del
litigio.

Positum et suspensum Colocado o suspendido; se concedía una acción


popular contra los habitantes de una casa que
colocaban o suspendían objetos pudiendo dañar a
terceros.

Effusum et deiectum Se originaba cuando alguien lanzaba líquidos o sólidos


desde una casa de habitación. En este caso, sin tener
en consideración su culpa, se reobligaba a resarcir el
doble del daño causado.

Hurtos y daños cometidos por los Los propietarios de naves, hoteles y establos son
propios dependientes responsables de los hurtos cometidos por los
individuos a su servicio y por los daños causados a los
objetos de los viajeros, hayan sido o no entregados a
ellos.

Unidad IV. [Pág. 41 ]


Sinopsis

Entendemos por sucesión como el cambio de titular de un derecho subjetivo; en otros

términos, es la sustitución o suplantación de una persona por otra en una relación

jurídica, puede surgir como efecto del fallecimiento de una de las personas o por

medio de un acto entre vivos. En el Derecho justinianeo y en razón de alcance se

clasifica en Sucesión a título particular y en Sucesión a título universal.

La Sucesión a título particular implica un cambio de titular en una determinada

relación jurídica. La Sucesión a título universal, comprende todo el patrimonio,

considerando éste como la universalidad jurídica de los derechos reales y personales,

que una persona puede tener apreciables en valor, es decir, el conjunto de bienes

corporales o incorporales, activos y pasivos o una parte alícuota de éste (la mitad o

más de la mitad) pertenecientes a una persona determinada.

Ambas sucesiones pueden producirse mediante un acto entre vivos o por mortis causa.

Pero es importante señalar que una de las formas que utilizo el Pretor par la

adjudicación hereditaria fue la institución de la Bonorum possessio que no es sino la

adjudicación interina de las cosas hereditarias, a fin de facilitar la instauración del

proceso cuando es dudosa o equivocada la situación de hecho sobre la que este mismo

ha de contraerse, importa en tal caso que el pretor designe, al que ha de poseer la

herencia y ha de ocupar, por tanto, la posición más favorable de demanda.

Unidad IV. [Pág. 42 ]


Por otro lado tenemos que la sucesión testamentaria tiene su base en la voluntad del

difunto, quien la manifiesta mediante un acto llamado testamento. Entonces, el

testamento, es el acto celebrado con las solemnidades de la ley, por el cual una

persona dispone de todo, o parte de sus bienes, para después de su muerte; es

también el documento en que consta la voluntad última de carácter patrimonial y

acerca de otras cuestiones.

Los legados son una disposición testamentaria, por la cual el testador concede la

propiedad de una cosa o cualquier otro derecho real, o de crédito, a una persona, o la

libera de una deuda sin instituirla hereda. El Derecho civil reconoce cuatro tipos de

legados, todos requieren determinadas formas verbales, que el testador ha de adoptar

y cada uno tiene sus requisitos y efectos propios. Por último tenemos la adjudicación

de la Sucesión ab instestato regida por los siguientes principios: Sólo hay sucesión

legítima si no hay sucesión testamentaria: teniendo los romanos una preferencia

marcada por la sucesión testamentaria, mientras haya esperanza de un heredero que

viene en virtud del testamento, no se abre la sucesión ab intestato. De lo que resulta

que no hay heredero testamentario.

En el caso siguiente:

• Cuando el difunto no ha hecho testamento

• Cuando el testamento es injustum, ruptum, irritum, o declarado inofficiosum

Unidad IV. [Pág. 43 ]


• Cuando el instituido ha muerto antes, es incapaz, se rehúsa o está instituido

bajo una condición que no se realiza.

Esta sucesión ab-intestada observada en Roma, especialmente en época de Justiniano

tuvo una marcada influencia en nuestro código civil venezolano, especialmente en lo

que respecta a la adjudicación legítima del artículo 822 al 828 ejusdem.

Unidad IV. [Pág. 44 ]


Referencias Bibliográficas

 Bonfante, P. (1965). “Instituciones de Derecho Romano”. Editorial Reus.

Madrid, España.

 Bernad, R. (2006). “Curso de Derecho Privado Romano”. 2da Edicion. UCAB.

 Carmona, W. (1998). “Manual de Derecho Romano”. 3era edición. Editorial

Mc. Graw Hill.

 Carmona, W. (2011). “Manual de Derecho Romano”. 4ta edición. Impresos

Grafifor C.A.

 Nagel, K.(1996). “Lecciones de Derecho Romano”. Ediciones Astro Data.

Maracaibo, Venezuela.

 Osorio M, (2000). “Diccionario de Ciencias jurídicas, Politicas y Sociales”.

Editorial Heliasta SRL Buenos Aires

 Petit, E. (1977). “Tratado Elemental de Derecho Romano”. Ediciones Nuevo

Mundo. España.

Unidad IV. [Pág. 45 ]

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