PROFESORADO SUPERIOR DE CIENCIAS SOCIALES

Carrera: Historia

Curso 4to 1ra

Materia: Contemporáneos II

Título de Trabajo: Socialización Fascista y Conformismo. Cultura popular y

Propaganda

Estudiante: Manuel, Alejandro, Genero.

Profesor: Galarza, Guillermo

Año Académico: 2023

 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

Procesos sociales, políticos, económicos y culturales contemporáneos II

Capítulo 5: Socialización Fascista y Conformismo

a. Explique por qué el autor considera que una de las características del
fascismo italiano fue su esfuerzo para encuadrar a la sociedad en
organizaciones de masas y por qué esto reforzó las normas de conducta
existentes, a través del análisis de:

I. las organizaciones juveniles y sus objetivos

II. las organizaciones de clase media y su ideología implícita

III. los objetivos de la militarización y de los deportes

IV. las actividades culturales y universitarias y sus efectos sobre los jóvenes

V. las organizaciones femeninas y sus ideas respecto al papel de las mujeres

VI. las actividades recreativas y sus contenidos sociales

b. Refiérase a los resultados de la política fascista sobre la sociedad.

Capítulo 8: Cultura popular y propaganda

c. Refiérase al papel y a los límites del empleo de la comunicación de masas

en el fascismo italiano. Explique cómo se relacionaba con las imágenes
tradicionales de la cultura popular italiana y la función de las formas retóricas.

d. Explique el papel jugado por el “chauvinismo” y el populismo.

e. Describa la función de la prensa y de la radio. Refiérase a las características

de sus contenidos.

f. Describa el desarrollo de la cinematografía.

g. Relacione la ineficacia de la propaganda fascista en relación al racismo

antisemita y a la alianza con Alemania.

h. Sintetice los resultados de las políticas descritas anteriormente

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 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

Socialización Fascista y Conformismo

Unas de las principales características de este fascismo italiano fue su

esfuerzo por encuadrar a amplios sectores de la población, pero puso su foco
especialmente en la juventud y en los trabajadores, en la organización de
masas. Como bien nos menciona dicho autor, las organizaciones tanto de la
O.N.B, como la G.I.L contaban en sus respectivas filas con miles de miembros
activos. Con el pasar del tiempo la estructura y jurisdicción de estas
organizaciones juveniles fueron variando. Cada una de estas organizaciones
reclutan jóvenes y su rango de edad iba variando de acuerdo a cual iban a
establecerse o afiliarse. Acá lo que importaba era la experiencia de formar
parte de una organización de masas. En lo que respecta a la normas de
conductas eran las mismas, tanto para la organización de ONB como para la
GIL; ser cortes, ayudar al débil y al enfermo, no estaba permitido beber, había
que decir la verdad, etc.

Sin embargo, vale destacar que tanto la O.N.B como la G.I.L compartían
ciertas conductas con la clase media italiana; una de las normas afirmaba que
el Balilla sería amable con todos sus conciudadanos, incluso cuando se tratase
de pobres. Vemos claramente aquí que en su pensar hay una condescendencia
burguesa en la misma. Pero el sentimiento de comunidad generado por los
grupos juveniles se oponía totalmente a este ideal burgués.

Por otra parte, el aspecto más evidentemente fascista, con esto de

socializar a la juventud italiana y en contra de las ideas burguesas, se
encontraba la militarización. El énfasis principal de los programas premilitares
de la O.N.B se centraba en el entrenamiento moral y en la disciplina. Fue en los
Fasci Giovanili donde este entrenamiento militar como tal fue más intenso y con
tendencia fascista bien marcada. Vale aclarar que no a todos los jóvenes les
gustaba este tipo de entrenamiento y más aún podría ser molesto para la
sociedad misma, ya que tenía un tinte antipopular. Es por eso que también el
mismo régimen empezara a propiciar los deportes. Su objetivo está más que

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 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

claro, el mismo régimen fascista usaba los deportes para sus propósitos
totalitarios y no tanto así con fines patrióticos. También en dicho deporte se vio
reflejado esto de socializar a la juventud con vistas a las costumbres y leyes
técnicas que encontrarán en las fábricas y oficinas, así como una de las
mejores formas de proporcionar descanso y distracción a los trabajadores sin
dejar de utilizar técnicas mecánicas. No solo como forma de desarrollo físico y
moral servía estas organizaciones deportivas sino también como nuevo estilo
de vida ajustado al espíritu militarista del fascismo.

Dentro de las actividades culturales el régimen fascista trató de movilizar las

energías de aquellos jóvenes mediante distintas actividades artísticas llevadas
adelante por la G.U.F. Esto estimulaba a los jóvenes para que tengan una vida
política más activa, ya que, más allá de que el propio régimen ponía énfasis en
ellos se les daba muy poca oportunidad para que participen activamente en
cualquier escalón de la estructura del poder como bien nos dice el autor. Las
actividades más destacadas llevadas a cabo por esta organización fueron los
Littiriali que eran una especie de competición celebrada en distintos lugares
cada año en la cual se llevaban a cabo debates orales sobre todas las
cuestiones del momento, también había representaciones artísticas y
representaciones escritas. Estos espacios eran bien utilizados por aquellos que
iban en contra del régimen establecido y hacían meras presentaciones
antifascistas usando bien la propaganda.

“Un grupo de estudiantes universitarios italianos empezó a expresar sus

dudas sobre el imperialismo africano de su país y sobre la intervención
en la guerra civil española; bastante más criticaron la alianza con la
Alemania nazi y las leyes raciales del propio régimen” (Tannenbaum,
Edward 1975, pág.178)

Como bien señala Edward, el movimiento juvenil fascista fue probablemente

muy eficaz para reforzar las actividades políticas y culturales que los
muchachos de clase media y de la clase media baja aprendían en los colegios
y a través de los medios de comunicación social. En lo que respecta a los
estudiantes universitarios, y más aún los de clase media, estos se vieron muy
influenciados en las artes, en la ingeniería, la medicina.

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 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

El rol femenino dentro del régimen deja mucho que desear, ya que, estaban
solamente para permanecer en sus casas y su rol era el de ser ama de casa y
cuidar a sus hijos. Era vista como ineficaz en lo que respecta en el desarrollo
económico. Por otra parte la mujer para ser tratada como una señora (signora)
tenía que actuar como tal, es decir, tenía que poseer cierto dinero y debía de
tener tiempo para vestirse formalmente. Debía de ser casta, delicada y
desvalida. Una verdadera signora no debía trabajar con sus manos ya que para
eso eran utilizadas para bordar y hacer punto. Estos eran algunos requisitos en
los que la mujer debía cumplir bajo el régimen fascista.

En lo que respecta al reclutamiento en la Fasci femminili (Donne

Fasciste) en el Norte y en el centro del país fue más fácil conseguir que
las mujeres se alistaran al partido, entre ellas se encontraban las
mujeres de clase media y clase media alta. En el Sur, en especial en
Sicilia, fue imposible integrar a la mujer debido a los tabúes tradicionales
con respecto al papel que cumplía la mujer en las relaciones públicas.
Habrá en la historia un factor influyente en el papel de la mujer y su rol
activo en los espacios públicos y fue la gran depresión dada en la
década de 1930.

“un motivo tan poderoso como el propósito de fortalecer a la familia (…)

a partir de entonces podían desempeñar las mujeres en las actividades
profesionales y administrativas públicas y privadas” (Tannenbaum,
Edward 1975, pág.185)

En cuanto a las actividades recreativas auspiciadas por el régimen, la Opera

Nacionale Dopolavoro será la encargada de ofrecer distintas actividades. Ya
que el mismo régimen no pudo proporcionarles empleo a todos aquellos
italianos desocupados se encargó de abrir instituciones para que ayuden al
necesitado. En cada rincón del vasto territorio italiano había un local del
Dopolavoro, que al menos disponía de un bar en el que se vendían refrescos,
un campo de atletismo, una pequeña biblioteca y una radio; también habrá en
ellas pequeñas agencias encargadas de auspiciar viajes a distintas ciudades u

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 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

organizar colonias de verano. Esta institución introdujo a grandes masas de

trabajadores urbanos, especialmente a aquellos que trabajan en servicios
públicos y a los que ocupaban empleos de cuello blanco. El cine por ejemplo
sin la influencia del Depolavoro no sería tan afectuoso.

Para concluir, y como bien nos dice el autor, la mayoría de la población

italiana veía al régimen fascista como algo normal y si hicieron lo que hicieron
fue más por compromiso que por miedo. Hay casos donde los profesores de
las universidades para tomar el cargo debían primero jurar lealtad al régimen
de Mussolini, en caso contrario, estos perdían su puesto de trabajo. Incluso
había familias donde se les pedía a sus hijos que formen parte de este para no
comprometer sus futuras carreras. Por su parte, los de la nobleza pensaban
también que era conveniente mostrar cierto “afecto” al régimen y así con los
demás estratos sociales más allá de que por detrás se rían del mismo como
bien nos describe dicho autor.

Cultura Popular y Propaganda

La mayoría de los italianos en el régimen establecido por Mossolini, veían

en este no solo a un líder nato sino también veían en él a un líder apuesto,
atlético, con esos pantalones cortos, camisa negra y botas que transmitía un
aire de superioridad, de bravucón en la cual las clases más apegadas a su
régimen trataban de imitarlo, o mejor dicho aún, quería causar buena
impresión ante los ojos de los demás. Qué mejor que relacionarse en dichas
presentaciones sociales o culturales llevadas a cabo por el mismo régimen
para cumplir con su objetivo. Queda claro que no todos estaban de acuerdo
con esta postura, la clase educada y la mayoría de las masas no las aceptaba
como tal. No todos los miembros de la clase media baja compartían esas
actitudes; es más, bajo esta clase saldrán algunos de los más destacados
personajes que iban en contra del régimen fascista. Era de suma importancia
que la mayoría de las masas quedarán rezagadas o al margen de estas
cuestiones, ya que, estos buscaban impedir todo cambio en la estructura social
que pudiera elevar el status de las clases bajar urbanas y rurales, y que a la
vez, no se vean amanzanas por ellas mismas.

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 Edward R.Tannenbaum
SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

En lo que respecta al título de este capítulo “Cultura popular y Propaganda”

vale mencionar que dentro del régimen fascista había una división en lo
territorial que hacía que para aquellos que vivían en el sur mismo nunca se vea
influenciados por la cultura popular de los medios de comunicación de masas ni
con el Partido mismo. Es más, como señala el autor, la racionalidad nunca
ocupo mucho sitio en sus vidas y las ceremonias de las iglesias se
consideraban comúnmente como ritos pagados. En este ambiente de
ignorancia y de abnegación, la cultura popular de la época fascista tuvo en
realidad muy poca influencia como bien mencione.

En relación a los rasgos tradicionales de la personalidad, los fascistas

jugaban, como bien nos dice el autor, con dos nuevas características de
la cultura popular italiana: el chovinismo y el populismo. En el primero,
veremos al italiano con una actitud de pequeño burgués, en cambio en
este último se dará todo lo contrario ya que estaba orientado hacia una
actitud de intelectuales que iban en contra del Estado y de la cultura
burguesa existente, es decir, en contra del chovinismo propio. Ambas
tendencias estarían presentes en la propaganda fascista.
“la propaganda fascista emplea el chovinismo para superar los
sentimientos de inferioridad existentes entre las masas conformistas
pequeño-burguesa, mientras que, por otra parte, adopta frecuentemente
una posición antiburguesa combativa en un intento de glorificar al
pueblo” (Tannenbaum, Edward 1975, pág.290)

Con respecto a los medios de comunicaciones, la prensa seria el

medio más eficaz utilizado por el régimen fascista. Vale mencionar que
el propio Duce fue periodista durante mucho tiempo y ahora como
máxima autoridad podía manejar todo sin ningún tipo de inconvenientes.
Muchos miembros del partido usaban también este medio para extender
sus actividades periodísticas y llevarlas a la radio donde tendrían un
grado de alcance más amplio. Como bien menciona el autor, la radio se
convirtió en un medio de comunicación de masas en Italia en la década
de 1930. Una de las corporaciones públicas que se hizo con el
monopolio de las transmisiones radiales bajo merced del Estado fue el

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SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

E.I.A.R (Ente Italiano Audizione Radiofoniche). Algunos periódicos

principales del régimen eran; Popolo d´Italia, de Mussolini, el Corriere
Padano, de Balbo, el Cremona nuova, de Farinacci, y el Impero,
publicado en Roma por Carli y Settimelli. Había otro periódicos en contra
del régimen mismo como es el caso del Corriere, de Albertini, en el cual
reconocía el éxito por parte del mismo régimen en la restauración del
orden y la de mejorar la situación económica, pero también criticaba al
mismo Mussolini por cuestiones ideológicas. Pocos años después
Albertini fue corrido del periódico y los comentarios políticos hacia el
régimen se suavizaron. Otro claro ejemplo fue el de Luigi Salvatorelli,
dueño del diario La Stampa. Pero veremos aquí como Mussolini de a
poco se hacía con los diarios de la oposición. A partir de 1926 ya no
había ningún diario que estuviera en contra del régimen.

Recordemos que el objetivo de estos medios de comunicación fue

dar la impresión de que el país no existía, bajo el régimen fascista, el
crimen, el vicio, la pobreza misma, descontento social, etc. Muchas de
estas cuestiones eran reflejadas en algunos film y es por eso que
también muchos cortometrajes eran censurados o películas extranjeras
sacadas fuera de serie.

Uno de los pioneros de la crítica del cine, antifascista de principio

hasta que tuvo que acabar afiliándose al partido para no quedar sin
trabajo, fue Filippo Saachi que en sus críticas cinematográficas
presentaba de forma simpática a sus héroes con ideales modernos,
pacifistas o ciertas imágenes de film extranjeros que proporcionaba una
imagen favorable de las costumbres y de los puntos de vista de los
extranjeros. El régimen fascista en sí apoyó a la industria comercial
cinematográfica como parte de su política de autarquía, más que como
un medio de llevar a cabo la propaganda de sus valores y éxitos. Uno de
los film que causó más impacto fue el producido por Alesandro Blasetti
Vecchia guardia (1934). Sin ninguna duda, Blasetti fue uno de los
directores más dotado del periodo fascista. Otro director de primera fila

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lo fue Mario Camerini considerado como una versión aguda italiana del
gran director francés René Clairpor la forma en que se especializó en el
tratamiento de los pequeños problemas de la gente humilde de la gran
ciudad. Lo que por ahí quería mostrar este director era film más
nostálgico y trataba de reflejar el deseo de alcanzar la felicidad personal
sin preocuparse de la política. Ya a partir de la década de 1930 se podía
ver este tipo de film. Una vez que Italia entro en la segunda guerra
mundial – 1940- las películas italianas se apartaron más que nunca de
las realidades diarias. Sin embargo, algunos film realizados durante la
guerra apuntaba más hacia el neorrealismo.
“No sólo muchos italianos preferían las películas extranjeras a las
propias, sino que también preferían las mejores” (Tannenbaum, Edward
1975, pág.320)

Con respecto a las censuras que hubo sobre los film bajo el régimen
fascista estuco siempre en manos de la oficina del Ministerio del Interior
dirigida por Leopoldo Zurlo. La censura fue más bien para evitar que en
las pantallas sean expuestas proyecciones antifascistas. Es por eso que
hubo un tiempo donde se llevaba a cabo examinaciones de los guiones
antes de que estos fueran llevados a un rodaje y posteriormente a
proyección. Había ciertas bajadas de líneas también a la hora de las
proyecciones, es decir, se les pedía que los film sean saludables y
modernos. Por otra parte, muchos film extranjeros fueron censurados
por glorificar valores no fascistas, como por ejemplo, las imágenes de
los gánsteres italianos en la película americana Scarface (1932). Este
último film es un clásico del cine en el cual relata la vida del Al Capone.
Por consiguiente, muchas de las películas americanas quedaban al
margen o eran censuradas en la Italia por lo que mostraba sobre la vida
de los americanos, esa EEUU como la tierra de grandes oportunidades
sociales y la sociedad del consumo masivo, la de los teléfonos blancos
donde en muchas de las películas italianas eran solo un débil eco.

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Como bien señala el autor, la ineficacia de la propaganda fascista

para cambiar el comportamiento del pueblo quedó en evidencia con los
dos cambios más importantes producidos en la política del régimen a
finales de la década de 1930; el racismo y su alianza con la Alemania
nazi. Estos dos cambios, posturas, eran contrarias a las del pueblo
italiano que no eran para nada antisemitas. La iglesia antes estas dos
posturas también se iba a contraponer. Cada vez se hacía más evidente
ese alejamiento de Mussolini y su pueblo cuando este decidió recibir a
Hitler en su casa y más aún cuando promulgaron un decreto-ley firmado
por el rey en noviembre donde se autorizaba la persecución oficial a los
judíos. Pero había una excepción, aquellas mujeres que quedaron
viudas porque sus esposos le dedicaron la vida al régimen o fueron
muertos en la guerra de Etiopía, eran exentas de toda ley. Por otra parte
habrá campañas “piedad” llevadas a cabo por la prensa en contra de
estas persecuciones y muchas personas en contra del antisemitismo
ayudarían a los judíos a escapar del exterminio.

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SOCIALIZACIÓN FASCISTA Y CONFORMISMO. CULTURA POPULAR Y PROPAGANDA

BIBLIOGRAFÍA

● TANNENBAUM, Edward (1975), Capítulo

5: “Socialización fascista y
conformismo” en: La experiencia
fascista. Sociedad y cultura en Italia
(1922- 1945), Madrid, Alianza, pp.
159-201 / 283-331

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