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¿Cómo educar mejor a mi perro?

Hernán Sánchez Correa

-¿Cuál es la mejor edad para entrenar a un perro?


-Generalmente se dice que a partir de los cuatro meses es la mejor edad para
entrenarlos, ya que están en un periodo cognitivo ideal; pero quienes nos movemos
en el mundo del adiestramiento podemos asegurar que desde que el perro se une
a la familia humana (se estima que es a partir de los 60 días de vida) ya hay que
comenzar con los primeros estímulos relacionados a las conducta y la obediencia.
Los perros reciben una primer impronta de parte de su madre desde que nacen,
cuando los vemos jugar con los cachorros o "pelear" en realidad están
aprendiendo a cazar, a imponer jerarquía, etc. El segundo "imprinting" lo reciben
cuando llegan a nuestras casas, donde les enseñamos su lugar de comida, de
descanso, los sitios a donde no debe acceder y sus horarios adaptados a la rutina
de la familia.
Luego de completar el plan vacunatorio y el alta veterinaria para salir a la calle, es
un buen momento para comenzar el desafío de ir enseñándoles trucos y crear un
vinculo, primero mediante el juego y luego con órdenes más precisas según lo que
cada persona busque. En el caso de las razas especificas, para cada actividad se
les arma un plan de entrenamiento adecuado que será reforzado durante toda su
vida.

-¿Cómo enseñarles a que no salten en exceso a las visitas y a que no rompan


cosas en la casa?
-Es un problema muy común, cada caso debe ser evaluado por un adiestrador y él
sabrá si corresponde a un problema de conducta por jerarquía o por ansiedad.
Generalmente las conductas destructivas -o de hiperactividad- como es saltarles a
las personas, romper cosas o no parar de correr se deben a la acumulación de
ansiedad por falta de actividad.
Recuerden que los perros necesitan su momento de juego y de paseo, si nosotros
los dejamos por períodos largos dentro de nuestra casa, es inevitable que lleguemos
y nos quieran demostrar, mediante saltos, que quieren gastar esa energía
acumulada. Si les creamos una rutina de juego y paseo diario por unos minutos,
ellos sabrán que su momento llegará y no destruirán nada ni se los notará nerviosos
al llegar.
En los casos específicos de abordar a los visitantes cuando abrimos la puerta
se pueden utilizar algunos trucos.
* No se los debe atar en el fondo cuando llega gente y toca el timbre, porque le
generará todavía más ansiedad y relacionará el sonido del timbre con el castigo.
Eso puede generar conductas no deseadas que pueden ser incluso agresivas.
* Vamos con ellos hasta la puerta. El perro con su correa, y corregimos cualquier
gesto o movimiento indeseado. Lo hacemos partícipe del encuentro.
* Los perros quieren saber quién entra, olerlo para reconocerlo y ser parte de eso,
si se lo negamos le creamos más ansiedad.
Para controlar las conductas destructivas y ansiosas, un tip que suele dar resultado
es el famoso "sifón de soda". Con mucho cuidado de no dañarle los ojos y menos
intentar "ahogarlo". El proceso es el siguiente: la persona que está fuera lleva el
sifón en la mano, toca el timbre y cuando el dueño abre la puerta y el perro intenta
saltarle, este activa un pequeño chorro sobre el perro, esto lo sorprenderá y
retrocederá. Ayudará a que el perro asocie que después del timbre y la apertura de
la puerta, si él se lanza, no recibirá una muy buena bienvenida y verá más
conveniente esperar a una distancia fuera del alcance de ese desagradable chorro

-Para enseñarle un truco o comportamiento que nos gusta, ¿sirve el sistema


de premios y castigos?
-Un perro obedece determinada orden o realiza un truco a través de un estímulo.
Es decir, el perro hará lo que se le pida a cambio de algo, que es el premio (o
refuerzo). Por lo general, las primeras veces se lo entrena con premio de alimento,
que es algo muy positivo; después se lo va intercalando con otros premios como
son los juegos y las caricias (premio afectivo). Es decir, a los premios alimentos o
premios juegos, se los va intercalando con caricias, para que no se acostumbren a
responder solamente a un premio de alimento. Cabe aclarar que los refuerzos se
dividen en positivos y en negativos.
Por ejemplo, en el caso de los perros que buscan drogas o billetes, los policías con
los que trabajan llevan un manguito. El perro cuando detecta algo, se sienta hasta
que se acerca el policía; este le da un juguete como premio. Entonces, el perro
relaciona que cuando encuentra cierta sustancia o cumple determinado objetivo,
van a tener un premio.
Es importantísimo que en todo entrenamiento, siempre que nuestro perro cumpla
con un objetivo, o con la orden que se le dio, se lo premie con alimento, un juego o
una caricia. Así, el estímulo quedará fijo.
https://www.clarin.com/entremujeres/hogar-y-familia/educar-mejor-perro-trucos-
consejos-adiestramiento-canino_0_BkVvsWuYM.html
Beneficios de tener un perro para los niños
Vanessa Díaz

Las mascotas, en especial los perros, son una parte fundamental e integral en la
vida del ser humano. Muchas personas lo intuyen, pero no saben exactamente
cuáles son los innumerables beneficios que representa tener un perro hasta que lo
experimentan.
Hoy en día, padres adoptan canes para que acompañen a sus hijos o para tener un
perro guardián en casa. Sin embargo, están haciendo más que eso, están dándole
a sus niños un profesor particular en la escuela de la vida. Si tienes hijos y te interesa
saber cuáles son los beneficios de tener un perro para los niños, continúa leyendo
este artículo de ExpertoAnimal y verás que te sorprenderás.

Fomenta el sentido de la responsabilidad


Aunque, honestamente hablando, sabemos que el perro es cuidado y mantenido
casi al 100% por los padres, mientras que el niño disfruta de todas las bonanzas, el
hecho de tener un perro para un niño implica muchas cosas de forma inconsciente.
Primero que nada, fomenta un cierto sentido de la responsabilidad, que si es bien
llevado, podría beneficiar mucho al pequeño. A los niños les encanta imitar a sus
padres y hermanos mayores, por lo que al verlos en sus roles de cuidadores
alimentando, bañando, y paseando al perro, ellos querrán hacer lo mismo. Se verán
como otros padres de la mascota y florecerá la necesidad de cuidar y proteger a
otro ser. De igual forma, al cumplir con todas estas tareas también se estará
desarrollando en su interior las sensaciones positivas de utilidad, limpieza y
motivación.

Aumenta la autoestima
El bienestar psicológico es un beneficio muy importante de tener un perro para los
niños. El aumento de los niveles de autoestima son impresionantes y esto se ha
revelado en respetables estudios científicos durante muchos años. Sin duda alguna,
la relación que se construye entre un niño y su mascota, puede llegar a ser tan
estrecha que hace que el niño se sienta una persona muy querida y valorada. El
cariño de un perro es de los más incondicionales. Al mismo tiempo fortalece tanto
la personalidad y la autoestima que enseña al pequeño a saber estar solo, a
cuidarse y respetarse a sí mismo y a sentir satisfacción ante los pequeños detalles
y regalos, como puede ser traer la pelota o un sencillo y tierno acercamiento.
Ayuda a tener una buena salud
Aunque no se les atribuya directamente, los beneficios de tener un perro para los
niños también se reflejan en la salud, de hecho, son muy significativos. La
interacción perro/niño disminuye el estrés y la depresión. El simple acto de abrazar
o acariciar al perro regula la presión arterial y el ritmo cardíaco. Al mismo tiempo,
reduce las afecciones psicosomáticas producidas por fuertes emociones, tales
como: ansiedad, agresividad, dolores de cabeza o abdominal, problemas cutáneos
y alteraciones del ritmo alimenticio. Así mismo, ayuda a regular el apetito del niño.
Es importante mencionar que el hecho de tener un perro aleja a los niños del
sedentarismo y la obesidad infantil (motor principal de otras enfermedades). Jugar
y correr con un perro de arriba para abajo hace que los pequeño se encuentren en
constante actividad, manteniendo su bienestar físico y emocional.

Mejora las habilidades sociales


Un perro es un compañero fiel, un amigo para toda la vida. Así lo ven los niños y
esas percepciones se desarrollan estando en compañía de una mascota y se
traducen, luego, a otras personas. Tener un perro fomenta el compañerismo y la
amistad, ayudando al niño a adaptarse a la convivencia con otras personas, en
especial con la familia y con otros niños.
Las habilidades sociales y la comunicación crecen, el perro es el enlace perfecto
entre el mundo interior del niño y el mundo exterior, y hace más sencillo todo el
proceso de interacción y expresión. Por ello, las terapias con perros para niños
autistas consiguen obtener excelentes resultados. Por otro lado, ayuda también a
estimular el desarrollo psicomotor a través de las constantes risas, las
persecuciones y los juegos.

El círculo del amor


Tener un perro les habla y enseña a los niños acerca del amor sin prejuicios y
condiciones. Con el tiempo, viene a ser más importante y natural jugar y acariciar al
perro que dedicarse a otras actividades ociosas o con tendencias negativas. La
intimidad que se crea aporta al niño una sensación de seguridad cuando los
mayores no se encuentran presentes, el perro es como un escudo protector. Como
ves, los beneficios de tener un perro para los niños van más allá de la diversión. En
el animal consiguen encontrar a un compañero de vida, a un amigo e, incluso, a un
hermano. Eso sí, a la hora de plantearse la decisión de adoptar a un perro resulta
imprescindible conocer todos los cuidados que necesitará, puesto que deberemos
dedicar tiempo y dinero para mantenerlo sano y feliz.
Beneficios de los perros en los adolescentes
Publicado por Ana Pérez el
12 de mayo de 2015

Los perros no solos son buenos para niños y personas mayores, sino que resultan
perfectos para la época de la adolescencia, una etapa de crecimiento físico y
emocional que en algunos casos puede resultar complicada.

Durante esta bonita y difícil época, es importante que los jóvenes se rodeen de
energías positivas. En este sentido, las mascotas y, especialmente los perros,
pueden ser de gran ayuda. De hecho, son muchos los beneficios que los canes
pueden aportar a los adolescentes. ¿Los quieres conocer? ¡Pues solo tienes que
acompañarnos!

Mejorar la autoestima

Si has tenido la suerte de tener un perro en alguna ocasión, sabrás que estos
ofrecen amor sin pedir nada a cambio, un factor muy a tener en cuenta cuando se
habla de adolescentes, ya que en esta etapa los jóvenes suelen necesitar apoyo y
cariño. De hecho, los perros están ahí siempre, tanto en los buenos como en los
malos momentos, y nos ayudan a ser más felices.

Mejorar la salud

Aunque pueda parecerte descabellado, los perros también pueden mejorar la salud
de los adolescentes, que en muchas ocasiones tienen una vida estresante o sufren
ansiedad. Y es que los canes obligan a sus dueños a hacer deporte. De hecho,
según algunos estudios, los adolescentes con perros hacen unos 15 minutos más
de deporte al día, contribuyendo a la reducción de la ansiedad y el estrés.

Mejorar la relación con los demás

Por último, queremos hablar de lo importantes que son los perros a la hora de
mejorar las relaciones entre las personas, especialmente para un adolescente, que
podrá conocer a otras personas, algo que en los jóvenes más tímidos puede llegar
a ser complicado.

https://www.conmishijos.com/educacion/adolescentes/que-aportan-las-mascotas-
a-los-adolescentes/

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