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MEDULA OSEA

La médula ósea es el mayor órgano del ser humano. Su peso se aproxima a los 3.500 gr. en
el adulto normal y ocupa el espacio medular de los huesos. Las funciones de la médula ósea
son múltiples e importantes; en ella no solo tiene lugar la hematopoyesis sino que además
cumple importantes funciones en la hemólisis fisiológica y en la inmunidad. La mayor parte de
los anticuerpos circulantes se originan en la médula ósea y en ella tiene lugar la linfopoyesis y
la maduración de las células B, así como el génesis de los monocitos y células dendríticas
presentadoras de antígenos de los ganglios linfáticos, bazo, piel etc. La mayor parte de las
células fijas del sistema mononuclear fagocítico asientan en la médula ósea y llevan a cabo
importantes funciones inmunitarias. No es extraño, por tanto, que la médula ósea se afecte
directamente en numerosos procesos de tipo sistémico, como ocurre en algunas
enfermedades infecciosas (paludismo, leishmaniosis, tuberculosis miliar etc.), enfermedades
metabólicas (enfermedad de Gaucher, enfermedad de Niemann-Pick etc.) o en el cáncer,
(mieloptisis o colapso medular provocado por metástasis generalizadas en el propio tejido
hematopoyético) y también de forma indirecta como e la anemia de los trastornos crónicos por
inadecuado manejo del Fe y reactividad inadecuada a la eritropoyetina.

La médula ósea es un teiido conectivo especializado. La primera médula ósea primitiva


aparece en el feto en el segundo mes de vida intrauterina, cuando los primeros huesos
comienzan a osificarse, y después se desarrolla en los demás huesos, a medida que éstos se
forman. La médula ósea toma a su cargo gradualmente la función formadora de la sangre que
tenía el hígado y es el principal tejido hemopoyético de la última mitad de la vida fetal y del
resto de la vida.

Aspecto macroscópico de la médula ósea

A simple vista, la médula ósea aparece roja o amarilla. La médula ósea roja tiene actividad
hemopoyética y el color se debe al contenido de eritrocitos y los estadios previos ricos en
hemoglobina. La médula ósea amarilla casi no tiene actividad hemopoyética y hay predominio
de adipocitos, que le confieren la tonalidad amarillenta. Los dos tipos pueden transformarse
entre sí, según las necesidades. En los recién nacidos y en niños pequeños toda la médula
ósea es roja, pero a partir de los 5-6 años se comienza a transformar en méduIa amarilla en
los extremos de los huesos largos. Esta transformación continúa hasta que en la edad adulta
sólo se encuentra médula ósea roja en el esqueleto axial.

HEMATOPOYESIS: Origen de la Médula Ósea

Las células sanguíneas del adulto se forman, con la excepción de los linfocitos,
exclusivamente en la médula ósea.

La localización anatómica del sistema hematopoyético cambia a lo largo del desarrollo


embrionario y postnatal. Hoy día se piensa que este proceso se inicia durante la
embriogénesis, a partir de células mesodérmicas. Durante la vida fetal la producción celular
se inicia en el saco vitelino y después en hígado y bazo. A partir del quinto mes de gestación
aparece la hematopoyesis en la médula ósea, reemplazando a las células anteriores. Al
momento de nacer, la hematopoyesis esplénica y hepática han desaparecido, aunque durante
los primeros años de vida pueden reaparecer frente a condiciones de demanda aumentada de
células sanguíneas. El tejido hematopoyético, que al nacer ocupa prácticamente todo el tejido
óseo, disminuye gradualmente con el desarrollo hasta que en el adulto normal se localiza
solamente en los huesos planos, como vértebras, esternón, costillas y pelvis.

Se conoce como hematopoyesis al mecanismo responsable del crecimiento y diferenciación


de las células hematológicas. El sistema hematopoyético permite la reposición continua de
estas células, y la respuesta a situaciones de stress o aumento de demanda. Como veremos
a continuación este tejido está formado por:

 Células precursoras multipotentes.


 Células precursoras comprometidas (en la producción de células de una línea
hematológica determinada)
 Células diferenciadas o maduras.

La función principal de la médula ósea es la producción de células sanguíneas diferenciadas.


Estas derivan de células troncales multipotenciales con capacidad de renovación, capaces de
diferenciarse. Esta última capacidad lleva a la producción de células unipotenciales dan origen
a las líneas celulares eritropoyética, granulopoyética y trombopoyética. Las células
unipotenciales están en una etapa activa del ciclo celular, con capacidad de autorrenovarse y
proliferar por tiempo prolongado. Sin embargo, estas células necesitan del estímulo humoral
de ciertas sustancias con capacidad hematopoyética. La mejor conocida de estas es la
eritropoyetina, que es elaborada por el riñón en respuesta a la hipoxemia y que estimula la
producción de eritrocitos. También se conoce la existencia de leuco y trombopoyetinas. Las
enfermedades que afectan a la médula ósea, resultando en una alteración en la producción
normal de células sanguíneas, pueden deberse a una falla primaria de las células troncales,
reemplazo del tejido medular por otro anormal o insuficiencia de los factores estimuladores.

El sistema hematopoyético está compuesto por diferentes tipos celulares que derivan de la
diferenciación y expansión de progenitores inmaduros. Su funcionamiento correcto asegura la
producción de las células responsables del transporte de oxígeno, la coagulación sanguínea y
la inmunidad. Se organiza como una jerarquía en la que las relaciones entre los diferentes
tipos celulares se basan en la capacidad de proliferación y de diferenciación celular. El
funcionamiento normal de la hematopoyesis resulta de la interacción entre mecanismos
intracelulares y la influencia del microambiente donde se desarrollan las células
hematopoyéticas.

El sistema hematopoyético está compuesto por diferentes tipos celulares que derivan de la
diferenciación y expansión de progenitores inmaduros. Su funcionamiento correcto asegura la
producción de las células responsables del transporte de oxígeno, la coagulación sanguínea y
la inmunidad. Se organiza como una jerarquía en la que las relaciones entre los diferentes
tipos celulares se basan en la capacidad de proliferación y de diferenciación celular. El
funcionamiento normal de la hematopoyesis resulta de la interacción entre mecanismos
intracelulares y la influencia del microambiente donde se desarrollan las células
hematopoyéticas.

El sistema hematopoyético está compuesto por diferentes tipos celulares organizados


jerárquicamente. Mientras su desarrollo y maduración sucede en localizaciones anatómicas
concretas, los elementos maduros y, en menor medida, los inmaduros circulan juntos por la
SP. En el sistema hematopoyético se reconocen diversos tipos celulares, que podemos
agrupar en: Células madre, células, progenitoras y células maduras.
CÉLULAS DE LA MÉDULA ÓSEA (SP Sangre Periférica)

ERITROCITOS

Son las células más numerosas de la sangre, su número fluctúa entre 4 a 5 millones por
milímetro cúbico, se caracterizan por carecer de núcleo y organelas, tienen la forma de un
disco bicóncavo de diámetro promedio de 7.2 a 7.8 μm, con un espesor de 2 a 2.8 μm en los
bordes y de 0.8 a 1 μm en la central. El eritrocito, tiene en su citoplasma una proteína básica
denominada hemoglobina, esta proteína es afín por la eosina por lo que el eritrocito se tiñe de
color rosado claro o asalmonado. El reticulocito es la célula predecesora del eritrocito, se
caracteriza por ser una célula sin núcleo y sin organelas, pero su citoplasma se ve con una
fina red azulada que viene a ser restos los ribosomas. Los eritrocitos son células elásticas,
que tienen la propiedad de pasar con facilidad por los pequeño capilares tienen un
citoesqueleto de espectrina que les permite contraerse. La vida de los eritrocitos alcanza en
promedio los 120 días, cuando llegan a la vejez, por la incapacidad de sintetizar enzima,
pierden su elasticidad y la capacidad de intercambio iónico. En la superficie de la membrana
celular, aparece un grupo de oligopolisacaridos que marcan a las células, de manera que al
ser reconocidas por los macrófagos del bazo, hígado y médula ósea son destruidas. Los
eritrocitos que tienen un diámetro mayor a los 8 μm se denominan macrocitos. Los que tienen
menos de 6 μm se denominan microcitos. Cuando los eritrocitos se tiñen de un color pálido se
denomina hipocromía, siendo una de las causas la baja concentración de hemoglobina.
Cuando los eritrocitos son sometidos a soluciones hipertónicas se contraen y su membrana
adquiere una forma encogida e irregular, estos son los eritrocitos crenados. Se denomina
unisocitosis cuando tienen un elevado número de eritrocitos con dimensiones anormales.
Ultraestructuralmente el eritrocito está formado por una membrana y un citoplasma sin
organelas.

La membrana del eritrocito es una bicapa de naturaleza lipídica compuesta por 50% de
proteínas integrales, 40% de lípidos y 10% de carbohidratos. Esta membrana tiene una
estructura continua interrumpida por canales iónicos interpuestos, por los que se transportan
los aniones. La forma característica del eritrocito es mantenida por un citoesqueleto
filamentoso que tiene la forma de una red hexagonal cuyos vértices están formados por
proteínas de anquirina, banda 4.1, banda 3 y glucoforinas, donde anclan estructuras proteicas
filamentosas de Actina y Espectrina, que tienen propiedades contráctiles que le dan
elasticidad del eritrocito. La energía para realizar sus funciones y mantener la estructura de la
célula se obtiene de la degradación de la glucosa por la vía anaeróbica en un 90%, y solo un
10% la realiza por la vía aeróbica de la pentosa fosfato. Los canales iónicos tienen como
función el transporte de aniones, la proteína de la banda 3.1 participa en el intercambio de
bicarbonato intracelular por el cloro extracelular. Las proteínas periféricas son principalmente
espectrina tetramérica, actina, banda 4.1, aducina, banda 4.9 y tropomiosina. La red está
anclada a la bicapa lipídica por la anquirina, que interactúa con la banda 4.2 y con la banda 3.
En la superficie de la membrana celular se encuentran oligopolisacáridos, glucoproteínas y
glucolípidos que permiten tipificar la sangre por el sistema ABO, otro sistema de tipificación
sanguínea es el sistema MN que esta dado por una glucoforina específica. Hay
anormalidades como por ejemplo: la esferocitosis hereditaria por defecto de la espectrina, la
eliptocitosis por defecto de la proteína banda 4.1.

El citoplasma celular carece de organelas, su principal constituyente es el agua en 2/3, y el


1/3 restante es hemoglobina y anhidrasa carbónica, y otras enzimas. La Hemoglobina es una
proteína tetramérica de peso molecular 68,000 compuesta por cuatro cadenas polipeptídicas
(globinas α, β, δ y γ), enlazadas de manera covalente por una molécula de Hem que contiene
hierro. Con relación a la secuencia de los aminoácidos de las cadenas polipeptídicas, se
distingue en el adulto: la hemoglobina A1 en el 96%, la hemoglobina A2 en el 2% y la
hemoglobina fetal en menos del 1%. La función de la hemoglobina está relacionada con el
intercambio de gases. En los capilares pulmonares donde la presión de oxígeno es alta, cada
molécula de hemoglobina se combina con 4 moléculas de oxígeno formando la
oxihemoglobina, esta combinación es reversible. Cuando llega el eritrocito a los tejidos donde
la presión de oxígeno es baja, el oxígeno que viene unido a la hemoglobina es cedido a los
tejidos. En los tejidos donde el anhídrido carbónico se encuentra en alta concentración, este
se combina con la hemoglobina formando el compuesto denominado carbaminohemoxi

hemoglobina, que es una combinación reversible. Cuando este compuesto llega a los
pulmones el anhídrido carbónico es eliminado. Existe una parte del anhídrido carbónico y
oxígeno que son transportados disueltos en el plasma, en este proceso interviene la
anhidrasa carbónica, que actúa facilitando la formación de ácido carbónico a partir de
anhídrido carbónico y agua, este es un ácido que se disocia eliminando el anhídrido carbónico
por los pulmones a través de la exhalación. Las anemias son afecciones que se caracterizan
por una baja concentración de la hemoglobina, muchas veces es por el bajo número de
eritrocitos, otras por la baja concentración de hemoglobina en cada eritrocito y otras por la
falta de aporte de fierro. El monóxido de carbono cuando es aspirado este se une a la
hemoglobina dando un compuesto irreversible que es la carboxihemoglobina quedando la
hemoglobina ocupada e impidiendo que se pueda unir al oxígeno, lo que provoca una
deficiente oxigenación de los tejidos.

GLÓBULOS BLANCOS O LEUCOCITOS

Denominadas glóbulos blancos, son células de forma esférica especializadas en la defensa


del organismo, tienen gran movilidad, realizan sus funciones más importantes fuera de los
vasos sanguíneos. Cuando los tejidos son invadidos por microorganismos, los leucocitos son
atraídos por quimiotaxis, se produce por la migración de los leucocitos de los capilares
pasando a los tejidos a través de las células endoteliales (diapédesis). El número de
leucocitos oscila entre 5,000 a 10,000 por milímetro cúbico de sangre. La heterocromatina
compacta está situada principalmente junto a la envoltura nuclear mientras que la
eucromatina se encuentra ubicada en el centro del núcleo. Según sus características de
tinción especificas, su morfología celular y sus funciones se clasifican en:

 Leucocitos granulares.
 Leucocitos no granulares.

LEUCOCITOS GRANULARES

Son los glóbulos blancos que se caracterizan por tener en su citoplasma gránulos cubiertos
por una membrana, estos gránulos dan la característica cada célula de acuerdo a su afinidad
tintorial.

NEUTROFILOS

Se denominan también polimorfonucleares, debido a su núcleo multilobulado, representan el


50% al 70% de los leucocitos, el número absoluto oscila entre 3,000 a 6,000 por mm³. Su vida
media es de 10 horas, una propiedad importante es su movilidad, son células redondeadas,
miden entre 10 a 12 μm.

Cuando salen del torrente circulatorio se convierten en células fagocíticas, su función es


ingerir y destruir los microorganismos invasores de tejidos, son el principal constituyente del
pus. El núcleo tiene afinidad por los colorantes básicos, como la hematoxilina, su núcleo está
formado por 2 a 5 lóbulos interconectados por finas hebras de cromatina. En las células
femeninas existe un pequeño apéndice menos que un lóbulo que tiene la forma de raqueta,
este contiene la cromatina sexual que está constituida por un cromosoma X que es
heterocromático denominándose corpúsculo de Barr. La forma inmadura o predecesora del
neutrófilo segmentados es el neutrófilo en banda o abastonado, normalmente en la lámina de
sangre no se observa más de 2%, estas células se caracterizan por tener un núcleo no
segmentado en forma de herradura.

El citoplasma de los neutrófilos contiene gránulos que miden de 0.3 a 0.8 μm que son de tres
tipos:

- Gránulo primario o azurófilos al microscopio electrónico se ven como gránulos grandes,


similares a los lisosomas, estos están cubiertos por una membrana y son
electrodensos. Se encuentran en mayor número en las célula más jóvenes, a medida
que se producen las divisiones mitóticas disminuye su número y aumenta el número de
gránulos secundarios. Los gránulos primarios contienen fosfatasa ácida, hidrolasa
ácida, mieloperoxidasa, que son sustancias antibacterianas y digestivas. La
mieloperoxidasa se detecta con tinción de peroxidasa.

- Gránulos secundarios son específicos de los neutrófilos, son gránulos más pequeños
que los primarios, rodeados por una membrana su contenido está implicado en la
respuesta inflamatoria son 2 veces más numerosos que los primarios. Contienen
Fosfatasa alcalina, colagenasa, lactoferrina, lisosima, sustancias mediadores
inflamatorias y de la activación del complemento con poder bactericida y
bacteriostático.
- Gránulos terciarios que contiene enzimas como la gelatinasa, algunas glucoproteínas
que promueven la adhesión celular y la fagocitosis.

Los neutrófilos son fagocitos activos en los sitios de inflamación, cuando salen de la
circulación los neutrófilos rodean a las bacterias por seudópodos, la fagocitan e ingresan a la
célula como una vacuola denominada fagosoma, la cual al unirse a los gránulos azurófilos y
específicos terminan destruyendo a la bacteria.

El pus es un líquido viscoso que se forma de la muerte de la bacteria y los neutrófilos que se
destruyen. La fase inicial de la migración neutrófila ocurre en las vénulas postcapilares y está
regulada por un mecanismo que comprende el reconocimiento neutrófilo-célula endotelial.

Las selectinas presentes en la superficie del neutrófilo circulante (CD6-2L) interaccionan con
receptores (GlyCAM-1) en las superficies de las células endoteliales. Como consecuencia de
esta interacción el neutrófilo se adhiere parcialmente a la célula endotelial, lo que reduce la
velocidad de circulación del leucocito y determina que “ruede” sobre la superficie del
endotelio.

En una segunda fase otros grupos de moléculas de adhesión presentes en la superficie del
neutrófilo, las llamadas integrinas (VLA5), es activado por señales de quimiocinas de las
células endoteliales. En la tercera fase las integrinas y otras moléculas de adhesión (ICAM-1)
Y (VCAM-1), expresadas en la superficie del neutrófilo interaccionan con sus receptores
específicos en las células endoteliales, lo que fija el leucocito al endotelio.

El neutrófilo extiende entonces un seudópodo hacia una unión intercelular. La histamina y la


heparina liberadas en el sitio de la lesión por los mastocitos perivasculares abren la unión
intercelular y el neutrófilo migra hacia el tejido conjuntivo.

Una vez que el neutrófilo se ha introducido en el tejido conjuntivo la migración adicional hacia
el sitio de la lesión está dirigida por un proceso conocido como quimiotaxis, que consiste en la
unión de moléculas quimiotacticas (atrayentes químicos) y proteínas de la matriz extracelular
a receptores específicos en la superficie del leucocito.

Los neutrófilos también secretan interleucina-1 (IL-1), una sustancia conocida como pirógeno
(agente inductor de fiebre). La IL-1 induce la síntesis de prostaglandinas, las que a su vez
actúan sobre el centro termorregulador del hipotálamo para producir el aumento de la
temperatura corporal (hipertermia).

La fiebre es por lo tanto, una consecuencia de la inflamación aguda que comprende una
respuesta neutrófila masiva.

EOSINOFILOS

Representan entre el 1% y el 4% de los leucocitos en sangre periférica, su número absoluto


es de 120 a 350 por mm³. Son células redondeadas que miden 12 μm a 17 μm de diámetro. El
Eosinófilo, tienen un núcleo bilobulado, su citoplasma se caracteriza por la presencia de
gránulos grandes ovoides, se distingue en el gránulo un cristaloide denominado internum que
está formado por una proteína básica rica en arginina. Que se tiñe con la eosina gracias a su
afinidad por las bases. La zona que rodea al internum es menos densa y se denomina
externum es rica en enzimas lisosómicos, hidrolíticos y peroxidasa.

Gránulos pequeños contienen fosfatasa ácida, peroxidasa, beta glucuronidasa, arisulfatasa,


histaminasa, colagenasa, catepsinas, ribonucleasa y desoxiribonucleasa. Los eosinófilos son
fagocitos con afinidad por los complejos antígeno anticuerpo así como por los parásitos, estas
células son atraídas por la histamina producida por los mastocitos y los basófilos.

La vida media de los eosinófilos es de 8 horas, tienen una función reguladora en las alergias.
Un número elevado de eosinófilos en la sangre periférica puede ser un indicador de que la
persona sufre de parasitosis, o alguna alergia.

BASOFILOS

Representan menos del 0.5% de los leucocitos de la sangre periférica, su número absoluto es
de 40 por mm³ de sangre. Miden de 10 μm a 14 μm de diámetro. Su núcleo es lobulado, su
citoplasma está oscurecido por abundantes gránulos grandes de 0.15 μm a 0.5 μm de color
azul oscuro, estos gránulos contienen proteoglucanos sulfatados, heparan sulfato, codroitin
sulfato, histamina, leucotrieno 3. Estas células se transforman en mastocitos cuando salen de
la sangre y llegan a los tejidos. Su membrana posee receptores específicos para el segmento
Fc de la inmunoglobulina E, además, en su superficie se expresa una proteína específica
(CD40L). Esta interacciona con los linfocitos B aumentando la síntesis de IgE. La exposición a
alérgenos hace que la célula libere histamina y otros mediadores vasoactivos provocándose
una reacción de hipersensibilidad inmediata.

LEUCOCITOS NO GRANULARES

Se caracterizan por no tener gránulos específicos en su citoplasma.

LINFOCITOS

Los linfocitos son numerosos su número varía entre 4,000 y 15,000 por mm³. Llegan a
representar entre el 20% y el 50% de los leucocitos sanguíneos, y miden de 6 μm a 15 μm de
diámetro. Existe una proporción reducida de linfocitos grandes que llegan a medir entre 15 μm
a 30 μm llamados linfocitos activados. Su núcleo es ovoide o con una ligera escotadura, en su
citoplasma hay ribosomas libres y pocas mitocondrias. Los linfocitos desde el punto de vista
funcional se clasifican en tres grupos: Linfocitos T, Linfocitos B y linfocitos NK. Los T,
participan en la inmunidad mediada por células. Los B, participan en la inmunidad humoral.
Los NK, son programados para destruir ciertas células infectadas por virus y células de
tumores. Estos tres tipos de células se describirán con mayor detalle en inmunología.

MONOCITOS

Son los precursores de los macrófagos, se encuentran en los tejidos y órganos linfoides. Los
monocitos son grandes células fagocíticas móviles que tienen un citoplasma con muchos
gránulos lisosómicos pequeños y vacuolas citoplasmáticas, representan entre el 2% al 8% de
los leucocitos sanguíneos, su número absoluto es de 200 a 300 por mm³. Miden 12 μm a 29
μm de diámetro. Su núcleo es algo grande, presentan una depresión central que le da la
forma de un riñón. Tiene una vida media de tres días, para luego migrar fuera del torrente
sanguíneo. Su citoplasma contiene gránulos electrodensos, homogéneos, estos están
rodeados de una membrana. Los gránulos son de dos tipos: uno de ellos contiene los
lisosomas primarios que tiene fosfatasa ácida, arilsulfatasa y peroxidasa, el otro grupo de
gránulos tiene un contenido menos claro. El monocito es una célula que tiene función
fagocítica frente a las bacterias o cuerpos extraños. Cuando están frente a una bacteria del
monocito parten numerosos seudópodos que engloban al cuerpo extraño para luego incluirlo
dentro del citoplasma y con la ayuda de los lisosomas degradarlo, la motilidad del monocito se
da mediante seudópodos.

PLAQUETAS

Las plaquetas o trombocitos son fragmentos de citoplasma granulado, que se desprenden de


vesículas de la membrana externa de una célula grande denominada megacariocito, esta
célula tiene de 30 a 100 μm de diámetro, con un núcleo poliploide, su citoplasma está dividido
por capas de membranas onduladas. Las plaquetas que circulan en la sangre tienen la forma
de un disco biconvexo, las plaquetas presentan cuatro zonas: la zona periférica que contiene
en su membrana glucocaliz compuesto por glucosaminoglucano, glucoproteínas y factores de
coagulación. La zona estructural compuesta por un citoesqueleto que contiene microtúbulos
ordenados en circunferencia, filamentos de actina y miosina y proteínas fijadoras de actina. La
zona organular en el centro y contiene mitocondrias, peroxisomas, partículas de glicógeno, los
gránulos α: son organelos esféricos de 140 a 400 nm en diámetro, constituyen un 15% del
volumen total de la célula, contienen glucoproteína IIb/IIIa, pequeñas cantidades de
glucoproteína Ib, glucoproteína IX y P selectina, contienen principalmente fibrinógeno y
plasminógeno, (facilitan la aglomeración), los gránulos δ: se caracterizan por su alta densidad
electrónica que le confieren el contenido en calcio (50% del total, en una concentración 2
mol/L) y fósforo inorgánico, contienen ADP, ATP, serotonina e histamina, (facilitan la
adhesión), los gránulos λ: contiene enzimas hidrolíticas, (actúa en la reabsorción del coagulo).
La zona membranosa compuesta por el sistema canalicular abierto (invaginaciones de la
membrana), está formado por canales ramificados, conectados a la membrana externa con
características similares a ella. A través de este sistema canalicular se transportan las
glucoproteína IIb/IIIa y la glucoproteína Ib, y el sistema tubular denso (sitio de depósito de
iones calcio), regula la activación plaquetaria mediante el secuestro o liberación de calcio,
también posee ATPasas, enzimas del metabolismo del ácido araquidónico y adenilato ciclasa.
Las plaquetas miden de 2 μm a 3 μm de diámetro, tienen un volumen de 4 a 7 μm cúbicos. La
concentración en sangre periférica varía entre 150,000 a 350,000 plaquetas/ml. El tiempo de
vida media en la sangre es de 7 a 10 días. Cuando las plaquetas se deterioran son
fagocitadas por los macrófagos. La plaqueta tiene dos partes, una región clara llamada
hialómero y una región central más oscura llamada granulómero o cromómero.

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